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Terror: corro un peligro sin estar preparado.

Angusa automáca; falta la


angus a señal por el
factor sorpresa.
El terror aparecerá en una situación para la que no  ene representación. Lo
traumáco no es
la situación en sí, sino la falta de representación y el factor sorpresa. Lo
traumá co es
constuvo, toda situación traumá ca remite a el Trauma (infan l, no se pudo
tramitar). Lo
peligroso es lo interior, la pulsión no ligada.
Los sueños de la neurosis traumá ca reconducen al enfermo una y otra vez a la
situación
traumá ca, de la cual despiertan con renovado terror. Esto se puede pensar como
un fracaso
de la función del sueño, ya que no hubo elaboración de la excitación, o que se trata
de
tendencias masoquistas del yo.
Agregado de apuntes:
- La compulsión a la repeción  ene como función elaborar la excitación. Pero la
energía no logra ligarse, y por el fracaso, vuelve a soñar lo mismo.
- Energía libre: es suscep ble de ligadura principio de placer
- Energía no ligada: NO es suscep ble de ligadura, pero intenta hacerlo para
volver
al principio de placer; logra una ligadura con ngente (que no va a durar) más
allá del principio de placer.
- La sexualidad infanl y la muerte NO  enen representación, por lo que se trata
de
energía no ligada.
- En la compulsión a la repe ción, descubre una sa sfacción masoquista.
Juego Fort-da juego de elaboración simbólica, juego de desaparecer y volver
(fort= se fue;
da= acá está). La interpretación del juego se entrama con un gran logro cultural
del niño; su
renuncia pulsional de admi r sin protestas la par da de la madre. ¿Cómo se
concilia con el
principio de placer que se repi ese en calidad de juego esta vivencia penosa para
él?
En el juego, los niños ‘’se adueñan’’ de una situación; se ponen en un papel ac vo,
repi endo
una vivencia en la que eran pasivos (va conectado con la venganza).
La repe ción de este juego, compulsión de repe ción, va conectado a una
ganancia de placer
de otra índole, masoquist
Más allá de principio del placer
En “Mas allá del principio de placer ” Freud se cuestiona acerca de la
hegemonía del principio de placer que hasta entonces regia para el aparato
psíquico y según el cual, desde un punto de vista económico, ante una tensión
displacentera el aparato psíquico se ponía en marcha para disminuir esa
situación de displacer. Por lo tanto, esta sería la tendencia general del aparato
psíquico sustentada en la hipótesis de que el aparato psíquico tiende a
mantener lo más baja posible o al menos constante la cantidad de excitación
presente en él (principio de constancia).
Ahora bien, Freud encuentra que la experiencia refuta este supuesto, se
encuentra con que hay circunstancias capaces de impedir el imperio del
principio de placer, en este sentido, arriba a la conclusión de que si bien existe
una fuerte tendencia al principio de placer, existen otras fuerzas que se oponen
a una tendencia al placer.
Los tres referentes que toma Freud para introducir el “Más allá del principio de
placer” son:
El juego de Fort-Da: el niño realiza un juego tirando una piedra atado a una
piola y lo tira por encima de la cuna haciéndolo desaparecer diciendo FOR y lo
trae de nuevo diciendo DA, esta conducta repetitiva, Freud se pregunta cómo le
produce al niño placer alejar su objeto de placer y una de las explicaciones que
encuentra es que el niño a través del juego trata de hacer activo lo vivido
pasivamente con la madre.
- El sueno traumático: sueño de los ex combatientes de la guerra que volvían
traumatizados, el ve que todos contaban la misma acción traumatica en sus
sueños, sin modificación alguna. Se despertaban de sus sueños con terros y
esto le llama la atención a Freud.
Neurosis traumática es un estado que sobreviene por temor a perder la vida. El
centro de su causación parece situarse en el factor sorpresa (que es condición
para el terror). Se puede distinguir muy bien terror, miedo y angustia en su
relación con el peligro:
Angustia: estado de expectativa frente a un peligro, que no se conoce. Angustia
señal: sirve al aparato psíquico para estar alerta, avisa de posibilidad de
peligro.
Miedo: frente a un peligro cognoscible.
Terror: corro un peligro sin estar preparado. Angustia automática; falta la
angustia señal por el factor sorpresa.
El terror aparecerá en una situación para la que no tiene representación. Lo
traumático no es la situación en sí, sino la falta de representación y el factor
sorpresa. Lo traumático es constitutivo, toda situación traumática remite al
Trauma infantil, no se pudo tramitar. Lo peligroso es lo interior, la pulsión no
ligada. Los sueños de la neurosis traumática reconducen al enfermo una y otra
vez a la situación traumática, de la cual despiertan con renovado terror. Esto se
puede pensar como un fracaso de la función del sueño, ya que no hubo
elaboración de la excitación, o que se trata de tendencias masoquistas del yo.
- La repetición en la transferencia:
Según Freud, el paciente en transferencia no recuerda nada de lo reprimido y
olvidado sino que lo actúa, lo reproduce en acción en torno a la nueva
enfermedad creada artificialmente alrededor de la figura del médico, esto llama
la atención ya que lo que repite son vivencias displácetelas, son aquellos
sucesos de vida real que siempre fueron penosos y que en el paciente repite al
modo de una compulsión. Se instalan como un eterno retorno a lo igual, en
donde el sujeto, repite compulsivamente experiencias que no pueden
proporcionarle placer, son fragmentos de vida real que siempre fueron penosos
y el paciente los repite en acto por medio de la transferencia.
Esto lleva a Freud a proponer un nuevo ordenamiento conceptual un “Más allá
del principio de placer”, un “Más allá” sostenido por la pulsión de muerte que
entra en relación con el placer masoquista primario que obtiene un plus de
placer en repetir experiencias en si displacenteras. Justamente lo novedoso de
esta repetición en transferencia es que se trata de vivencias en si
displacenteras, se puede decir que el carácter de la compulsión de repetición
en la transferencia se sostiene en este retorno a lo inanimado de la pulsión de
muerte, la tendencia a la reducción a cero. Por esto, Freud deja planteado que
el sujeto se satisface en el displacer mismo.
Freud dice que la conciencia está en el límite entre el mundo exterior y el
mundo interior, es decir que percibe las excitaciones que provienen del mundo
externo y del interno le llegan las sensaciones de placer y displacer. Freud dice
que la energía que proviene del exterior es libre por lo que no puede ligarse, la
superficie de este sistema conciencia por el choque con esta energía exterior
se vuelve inorgánica y funciona como una membrana de protección anti
estimulo, lo protege de esa energía exterior, pero cuando esta energía la
perfora a la membrana y entra al psiquismo, esto lo vivimos como traumático.
Ya que la membrana anti estimulo no tiene una protección para las
excitaciones internas dice Freud que las pulsiones pueden provocar una
perturbación económica comparable a los traumas del mundo exterior, esta
energía pulsional es energía libre que busca la descarga y el aparato psíquico
busca ligarla y prepararla para su tramitación, convertirla en energía ligada.
Freud se pregunta en que están vinculadas la pulsión y la compulsión a la
repetición. Dice que la pulsión es un esfuerzo inherente a lo orgánico vivo que
busca reproducir un estado anterior de estabilidad. Llega a la hipótesis que en
última instancia el estado anterior al que querían reproducir sería un estado
anterior de lo inorgánico, una vez que lo inorgánico pasa a ser orgánico vivo
hay una tendencia a querer volver a los inorgánico, es decir, una tendencia
hacia la muerte, entonces dice que la meta de toda vida es la muerte y que
todo lo vivo busca morir, pero no de cualquier forma sino morir de la forma que
está programado su cuerpo. Haci es como comienza a introducir la pulsión de
muerte, esta tiene más que ver con las pulsiones yoicas porque buscan
conservar al individuo pero para que pueda llegar a la muerte mediante sus
caminos. Opone a la pulsión de muerte la pulsión sexual que lo que busca no
es la muerte sino la reproducción y por lo tanto la prolongación de la especie,
de la vida.
Freud trabaja a la compulsión de la repetición como si fuera un mecanismo que
tiene la función de elaborar ciertos traumas (externos o internos) toma la
energía no ligada que proviene de esos traumas y mediante la repetición la va
ligando y preparándola para su tramitación, para que entre bajo el imperio del
principio de placer y que pueda ser descargada placenteramente.
¿Cuál sería la “reacción” del aparato psíquico frente al trauma?

Al principio de su obra Freud considera al trauma como un episodio, como


experiencia sexual prematura traumática, la cual en sí misma no produce
ningún efecto sino que se re-significa, cuando ésta huella entra en conexión
asociativa con un representante psíquico luego de un período de latencia.
Debido a la conexión asociativa entre los representantes psíquicos, el trauma
es concebido como algo perdido e irrecuperable que adquiere un sentido.
A partir del texto de 1920 Freud ya no va a referir al trauma como un
acontecimiento, sino que lo va a referir directamente como una exigencia
pulsional, precisamente a la exigencia de la pulsión de muerte. Ahora el trauma
es considerado quantum (cantidad) de excitación suficientemente grande como
para romper la barrera anti-estímulo. La función de la barrera es afrontar los
estímulos exteriores y absorber o dejar pasar solo pequeñas cantidades que
son tolerables para la materia viva que se encuentra en el interior. La función
de la barrera se ve abolida cuando se rompe dicha barrera con grandes
cantidades de energía, provocando así el ingreso de esta energía que inunda
económicamente al aparato psíquico dejándolo desprotegido.
La reacción del aparato frente a la irrupción pulsional es la angustia traumática.
El peligro de la angustia traumática es la perturbación económica y pone en
acción todos los medios de defensa, es lo que Freud llama un incremento de
las magnitudes de estímulos. El principio del placer es abolido en un primer
momento, y el objetivo es ahora dominar el estímulo ligando sus volúmenes
para alcanzar una tramitación.
La angustia traumática se generó entonces como reacción a un aumento de
tensión frente a la cual el sujeto es impotente. El incremento de las magnitudes
de estímulo en la espera de tramitación implica el peligro de lo que Freud llama
“desvalimiento psíquico”. En la situación traumática frente a la cual se está
desvalido coinciden el peligro externo e interno.
Primera teoría de la angustia:
Ya en 1894 freud escribe un texto, que es prepsicoanalítico (Freud todavía
medico) donde habla de “la justificación de separar la neurastenia de un
determinado síndrome en calidad de neurosis de angustia” donde dice que
teniendo en cuanta que el aparato psquico se rige por el principio de contancia,
el cual considera que el aparato ante todo incremento de existacion psquica,
este debe equilibrarse en niveles mas bajos. Por lo tanto cuando la energía
sexual se incrementa hay una manera acorde y efectiva de descargarla (el
orgasmo). Sin embargo muchas personas por diversos motivos no tienden a
descargar de esta forma la energía sexual. Entonces el organismo para
responder al principio de contancia va a buscar descargar esta energía de otra
forma, atravez de la angustia ¿pero como dice esto? Si bien mediante el
orgasmo se descarga esta energía sexual, también se descarga colateralmente
mediante otras situaciones, otras respuestas fisiológicas que ocurren en el acto
sexual (sudor, palpitaciones, etc). Entonces Freud se da cuenta que en el
ataque de angustia toda esa energía que se descarga colateralmente en el
coito aparece en la angustia, es la manera que encuantra el aparato para la
descarga.
Freud sigue sosteniendo esta misma teoría acerca de la angustia 20 años
después cuando escribe la conferencia 25. Pero sin embargo ya no le da tanta
importancia a que la angustia es producida por procesos somáticos, con el
caso Juanito Freud comienza a hablar de una angustia que es producida por
procesos psíquicos. En la conferencia empieza haciendo una diferenciación
entre angustia realiasta y angustia neurótica.
Angustia realista: se produce ante la percepción de un peligro exterior, es decir,
un daño esperado. Y dice que uno puede reaccionar frente a ese peligro
comparando la fuerza que uno tiene con la fuerza de este peligro y ante eso
tomar tres decisiones. Si considera que es mas fuerte que ese peligro, ir a
enfrentarlo. La huida de ese peligro o por ultimo atacar y vencer.
La angustia se refiere al estado, y prescinde del objeto, mientras que
el miedo dirige la atención justamente al objeto. En cambio el terror es el
peligro que no es recibido con angustia. El hombre se protege del terror
mediante la angustia.
El afecto de angustia es la repetición del acto de nacimiento en el que se
produce ese agrupamiento de sensaciones displacenteras, mociones de
descarga y sensaciones corporales que se han convertido en el modelo para
los efectos de un peligro mortal y desde entonces es repetido por nosotros
como angustia. Esta primera angustia fue toxica.
Anguatia neurótica: La expectativa angustiada es angustia libremente flotante.
Esta dispuesta a prenderse del contenido de cualquier representación pasajera.
Las personas aquejadas de esta clase de angustia prevén entre todas las
posibilidades siempre la más terrible, interpretan cada hecho accidental como
indicio de una desgracia. En general este estado se corresponde con la
“neurosis de angustia”. Esta angustia guarda relación con determinados
procesos de la vida sexual, con ciertas aplicaciones inadecuadas de la libido.
Una tercera forma de angustia esta mas psíquicamente ligada, a objetos o
situaciones, es la angustia de las fobias. Podemos diferenciar tres grupos:
1 Fobias comunes: trata de objetos temidos normalmente, pero exacerbados (a
las víboras)
2 Peligros remotos: trata de cosas que entrañan un cierto peligro pero al cual
normalmente no damos importancia (el ferrocarril, la soledad, etc)
3.Fobias incomprensibles: aquellas suscitadas ante algo completamente
inofensivo y que escapa a nuestra comprensión. Todas estas fobias se incluyen
dentro de la histeria de angustia. También se puede exteriorizar como ataques
de angustia o como un estado crónico de angustia no ligada.
Ejemplo: en el caso Juanito la representación inconciliable con la madre es
reprimida y el afecto ligado a esa representación en mudado en angustia.
La etiología de la histeria de angustia está en la separación del afecto de una
representación y su transmutación en angustia, que es la “moneda corriente”
por la cual pueden cambiarse todas las mociones afectivas cuando el contenido
de la representación ha sido sometido a la represión.
En la angustia neurótica el yo emprende un intento de huida frente a su libido y
trata ese peligro interno como si fuera externo, el síntoma cumple la función de
ligar la angustia.
Los pasos de la fobia pueden dividirse en dos: primero, la represión y la
transformación de la libido en angustia, que es ligada a un peligro exterior.
Segunda teoría de la angustia: conferencia 32 / Inhibición, síntoma y
angustia.
Contrariamente a lo dicho en la Conferencia 25°, pareciera ser que la angustia
es lo primero y la formación de síntoma posterior. Como si los síntomas fueran
creados para evitar el desarrollo de angustia. Es la angustia la que crea la
represión y no al revés.
El yo es el único almacigo de angustia, solo el puede producirla y sentirla. Las
tres variedades de angustia corresponde a los tres vasallajes del yo:
1.A.realista---frente al mundo exterior.
2.A.moral---frente al superyo.
3.A. neurótica---frente al ello
En el caso juanito el miedo incomprensible al caballo será el síntoma5 (que
representa el conflicto con el padre, celos y hostilidad, porque hay represión y
desplazamiento, hay represión de esto desplazada al caballo) y la incapacidad
para salir a la calle, un fenómeno de inhibición, una restricción que el yo se
impone para no suscitar la angustia.
Un examen atento nos muestra que no se trata de un miedo sino de un temor
angustioso a que los caballos lo muerdan.
Juanito, dominado por el complejo de Edipo, se halla colocado en una situación
de celos y hostilidad con respecto a su padre, al que, sin embargo, quiere
entrañablemente.
Lo que causa la represión es el complejo de castración que leva a naufragar el
complejo de Edipo tanto positivo como negativo. Es la angustia de castración la
que causa la represión. El sujeto teme ser castrado por el padre por la
hostilidad que tiene hacia el y es por eso que reprime tanto el miedo como la
hostilidad, y los desplaza al caballo, al que teme por miedo a que le muerda los
genitales. Cuando el yo reconoce el peligro de castración da la señal de
angustia e inhibe el amenazador proceso de carga en el ello. Simultáneamente
tiene efecto la formación de la fobia. El miedo a la castración recibe un objeto
distinto y una expresión disfrazada
La angustia es la “moneda corriente” por la cual se cambian o pueden
cambiarse todas las mociones afectivas cuando el contenido de ® que le
corresponde ha sido reprimido.
En la Conferencia 25° Freud diferencia la angustia realista de la angustia
neurótica. La primera es algo racional y comprensible, pues es la reacción
frente a la percepción de un peligro exterior unida al reflejo de huida (depende
del estado de saber y del sentimiento de poder). La angustia neurótica se
caracteriza por la vivencia de un peligro del que no tenemos noticia, se trata
siempre de un peligro pulsional.
La angustia es un estado que prescinde del objeto, justamente se trata de un
peligro al que no se le puede dar un nombre. El miedo dirige la atención hacia
el objeto y el terror es ya un efecto del peligro en el que no hay apronte, la
angustia protege del horror.
Considera que la angustia es la repetición de una vivencia significativa: el acto
de nacimiento. Se trata de una vivencia que carece de contenido psíquico, solo
cuando se constituye el “objeto – madre”, que implica un progreso en el
desarrollo del aparato, la angustia se presente como la reacción frente a la
perdida de un objeto.
En principio pareciera que el niño se aterroriza frente a un extraño porque
esperaban ver a la persona amada y familiar. La angustia proviene de la libido
no aplicada, el niño añora a su objeto y no puede satisfacer esa añoranza,
entonces ese anhelo insatisfecho se transforma en angustia. El temor a la
oscuridad, proviene también de la añoranza. En definitiva, lo que surge en los
niños como angustia realista es la transferencia de un peligro interior a un
peligro exterior.
En Juanito, cuando sale con la niñera, quiere volver para que su madre lo
mime. Es una época en la cual se intenta deshabituarlo de la masturbación. En
este contexto, aparece la angustia y la fobia. El fenómeno básico del estado
patológico es la insatisfacción de la ternura hacia la madre. Corresponde a un
deseo erótico reprimido, es aun angustia, y no miedo.
Se trata de la histeria de angustia, la neurosis de la época infantil. Su carácter
esencial es su evolución hacia una fobia. Se intenta impedir el desarrollo de
angustia por medio de precauciones e inhibiciones y estas defensas son las
fobias.
Podemos observar la angustia neurótica a través de 3 manifestaciones:
1.como angustia libremente flotante.
2.unida a determinadas ® (fobia).
3.en los cuadros de neurosis graves ya que puede ser que un síntoma se
acompañe de angustia.
La preparación al estado de angustia (el apronte angustiado) tiene 2 salidas:
puede repetirse esa vivencia como señal o bien puede aparecer el desarrollo
de angustia.
Con la segunda tópica se podrá estudiar la angustia como señal, que se limita
a un desprendimiento pequeño de displacer que convoca a la defensa y cuya
sede es el yo: considerará las diversas situaciones de peligro que mueven al yo
a la represión. La exigencia pulsional se convierte en un peligro interno porque
su satisfacción conllevaría a un peligro externo, la castración.
El yo es débil; pues responde a distintas dependencias. Cuando tiene que
reconocer su debilidad “se anega de angustia”. Angustia real: ante el mundo
exterior. Angustia de la conciencia ante el superyo y angustia neurótica ante las
pasiones en el ello.
Cada época del desarrollo tiene una cierta condición de angustia: la angustia
por la perdida de la madre, se da en la temprana inmadurez del yo, luego
aparece la perdida de amor del objeto amado, que corresponde a la
dependencia del niño a sus mayores. Mas adelante viene el peligro de
castración. Finalmente en la latencia, donde el peligro es a la perdida de amor
del superyo y a la culpa que esto puede generar.
En inhibición, síntoma y angustia, Freud dice que la investidura libidinosa del
“objeto madre” hace que el varón sienta angustia por una exigencia libidinal. El
enamoramiento de la madre no es un peligro en si, sino en tanto y en
cuanto convoca u peligro externo: el de la castración. Aparece entonces la
tesis de que la angustia de castración es uno de los motores mas frecuentes de
la represión, y con ello, de la formación de síntoma.
1-Primera teoría de la 1917 hasta 1926 la Energia sex. Somatica
angustia. represión causa la imposibilitada de
angustia. descarga; ese aumento
es percibido como
angustia. El aumento de
libido produce angustia
2-Segunda teoría de la Desde 1926 en En “Inhibición sint. Y
angustia. adelante la angustia ang.” Dice que la
genera la represión. angustia de castración
es la que produce la
represión, el yo siente
miedo y reprime porque
teme a la castración del
padre en el caso de los
hombres y la perdida de
amor en las mujeres.

1) ¿Cómo concibe Freud la génesis del yo y la del superyó en la


segunda tópica? Cuál es la nueva concepción del Yo que aparece
con la introducción, en la “Segunda Tópica”, de los vasallajes del
Yo?

2) Freud reformula su originaria concepción de aparato anímico. La primera


topica concebia al aparato psiquico compuesto por tres sistemas
relacionadas entre sí, inconciente, preconciente y conciente. En la
segunda tópica, no excluye al inconciente reprimido, sino que da cuenta
de nuevos obstaculos. El aparato psiquico se presentara entonces
constituido por tres instancias íntimamente relacionadas: el yo, el ello y
el superyó. Freud dara un giro enorme al pasar de una concepcion
unificada del yo (yo engreido y narcisista), el cual tenia como partener al
yo ideal, a una concepcion de un yo escendido, desgarrado. Freud
encontrara el nucleo del yo desgarrado, dira que ese nucleo es
inconciente, pero un inconciente no reprimido al que llamara ello, sede
de las pulsiones. Ademas de distinguir esta instancia, se reconocera un
segundo desgarramiento que llamara superyo, una instancia criticadora.
Por lo tanto cuando hablamos de vasallajes del yo, estamos diciendo
que el yo, engreido, se muestra ahora tironeado por diferentes fuerzas,
el ello, el superyo y la realidad exterior.
El ello es la instancia mas originaria en la que se sostienen las pulsiones
de muerte. Es un limite a la interpretacion y constituye un lugar
diferenciado del yo desde el que se sostiene la compulsion del sintoma.
Como ya dijimos el ello es el inconsciente no reprimido, es la sede de las
pulsiones y se presentara durante la cura como una resistencia.
Clinicamente se expresa como una respuesta estereotipada de los
mecanismos de defensa.
El superyo es la instancia criticadora. Surge a partir del sepultamiento
del complejo de edipo, como causa de la introyeccion de los primeros
objetos de amor, ahora desexualizados, que conservaran los caracteres
de severidad y prohibicion. El superyo adviene conciencia moral, se
vuelve exigente contra el yo, mortificandolo. Esto es porque hay una
satisfacción en la mortificación misma. No se trata de un superyó que
castiga por ser culpable por un deseo incestuoso sino que además, ese
castigo, la prohibicion, es un modo de satisfacción. El superyo tambien
se presentara como una resistencia estructural durante la cura y
clinicamente se expresara como la reaccion terapeutica negativa.
Por lo tanto, se concibe un yo desgarrado, escindido como consecuencia
de que el yo debera mediar todo el tiempo entre la exigencia de la
realidad, la exigencia del ello y la del superyó. El yo, como ser fronterizo
quiere mediar entre el mundo y el ello, hacer que el ello obedesca al
mundo, y hacer que el mundo haga justicia al deseo del ello.

Represión
Podemos decir que en lo esencial es un proceso que se cumple sobre
representaciones en la frontera de los sistemas icc y prcc/cc. Freud se
pregunta ¿Cómo puede ser que a la pulsión le depare semejante destino, como
puede ser que algunas pulsiones sean reprimidas, si en definitiva la pulsión en
sí misma es placentera? Lo que dice Freud es que la condición para la
represion es que el motivo de displacer cobre un poder mayor que el placer de
satisfacción.
No es un mecanismo de defensa presente desde el origen, no puede darse sin
una separación nítida entre cc e icc y su esencia consiste en rechazar algo de
la cc y mantenerlo alejado.
Se desarrolla la idea de que el proceso de represión consta de tres fases: en la
primera fase ocurre una fijación de la libido en un estadio del desarrollo. Esto
quiere decir que la pulsión no recorre el desarrollo previsto como normal y
queda inhibida en un estadio infantil. De esta fijación surge la represión
primordial, en la cual se deniega el acceso a la consciencia a la agencia
representante de la pulsión. A partir de la fijación la agencia representante y la
pulsión quedan ligadas y esta fijación pasa a ser precursora y condición de
cada represión. En tales fijaciones reside la predisposición a enfermar y el
determinismo para el desenlace de la tercera fase de la represión.
En la segunda fase se desarrolla la represión propiamente dicha o esfuerzo
de dar caza. La cual recae sobre los retoños psíquicos de la agencia
representante reprimida o sobre unos itinerarios de pensamiento que,
procedentes de alguna otra parte, han entrado en un vínculo asociativo con
ella. Conciste en que a la representación se le sustraiga la investidura cc que
pertenece al sistema prcc. Por lo tanto, hay sustracción de investidura prcc,
conservación de la investidura icc o sustitución de la investidura prcc por una
icc.
En este segundo momento ya contamos con dos fuerzas que actúan en el
mismo sentido para consumar la represión: la repulsión desde lo consciente y
la atracción desde lo inconsciente. Se da una atracción y una repulsión de
aquellos retoños que no pudieron ser reprimidos eficazmente. La represión
propiamente dicha tiene dos características: es individual, se trabaja desde lo
particular con cada retoño y es móvil, no hay que entender a la represión como
un proceso pasivo que actúa una sola vez y que es perdurable, sino todo lo
contrario, hay que entender que lo que hay en el aparato psíquico, lo que esta
reprimido tiende a salir y quiere penetrar a la conciencia, tiende a investir a la
conciencia para poder salir a la luz, entonces para que esto no ocurra desde la
conciencia tiene que haber una fuerza a la que llama contra investidura que se
va a encargar de que eso que está en el icc permanezca ahí.
El tercer tiempo, el retorno de lo reprimido: en donde aquello que está en el
icc, aquello que se reprimió puede volver a aparecer pero siempre tiene que ser
de manera irreconocible para la persona, de manera desfigurada.

En la última fase cabe mencionar el fracaso de la represión, la irrupción, el retorno de lo reprimido. Tal irrupción se produce
desde el lugar de la fijación y tiene por contenido una regresión del desarrollo libidinal hasta ese lugar. Cada vez que hay
represión hay retorno de lo reprimido (que es posible por la fuerza o la debilidad de la resistencia) bajo una forma
desfigurada (gracias a las dos formas del proceso primario del Icc: Condensación y Desplazamiento). Así, el representante

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