Está en la página 1de 33

7 3º PARCIAL PSICOANÁLISIS FREUD I

5 de noviembre de 2022 a las 12:45hs. - Se llevará a cabo en ambas sedes

TEÓRICOS
1. Explique los tres referentes clínicos que llevan a Freud a formular el tercer modelo
pulsional en el texto “Más allá del principio de placer”.
Respuesta:
Freud da un giro en su teoría psicoanalítica en 1920. Se encuentra con un obstáculo en la
clínica que lo hace reveer su teoría: todos los procesos psíquicos están comandados por el
Principio de placer pero hay ciertas otras fuerzas que lo contrarían, es decir que no siempre
se llegaría a una ganancia de placer.
Dos excepciones: -El principio de que no cuestiona al principio de placer, sólo pospone la
satisfacción inmediata en un largo rodeo hacia el placer.
-El destino de la pulsión: es la represión que no cuestiona al ppio de placer porque hay
placer en el Icc, es decir hay placer en un sistema y displacer para el otro, este displacer
que está el prcc-cc no obedece al ideal del yo.

Pero en Más allá del ppio del placer Freud dice que encuentra tres referentes clínicos que sí
cuestionan al ppio de placer porque el displacer se encuentra en ambos sistemas; icc y
prcc-cc-
-Sueños de las neurosis traumáticas o neurosis de guerra: en 1920, luego de la primera
guerra mundial, ubica que hay pacientes (soldados) que tienen sueños repetitivos,
recurrentes, los cuales vivencian una y otra vez: la bomba que estalla o situaciones muy
dificultosas, crueles en tiempo de guerra. Estos sueños no responden a la teoría de los
sueños en 1900 (que implica el componente alucinatorio del deseo). en estos sueños no
hay deseos por cumplir. En estos sueños los pacientes se encuentran psíquicamente fijados
al trauma. Los pacientes se presentan sin lesión física y si la hubo ya fué curada, es decir
no es una histeria de reminiscencia de algo. Sobrevivieron a la guerra y repiten una y otra
vez en el sueño la escena del accidente: la bomba que estalla, ver compañeros heridos,
muertos, etc. Al despertar tiene renovado terror. El sueño intenta renovar el estímulo (ligarlo
psíquicamente a representaciones) mediante la angustia previa, pero no hay ligadura de
representaciones: es algo que no se puede decir, nombrar o pensar, no se desprende de la
cadena asociativa.
-El juego incompleto. El FORT-DA. Freud observa a su nieto jugar, un juego que consta de
arrojar un carrete (Fort), y lo arroja mucha más veces de las que lo acerca, cuando vuelve
es Da. Freud plantea que el niño hace activo lo vivido pasivamente, que en su caso sería la
partida de su madre. El fort da es la constitución subjetiva del niño , que pasa de ser objeto
a ser sujeto, ya no están los otros de los primeros cuidados todo el tiempo, por lo tanto el
niño a partir de este juego repite algo indeseado, hay una ganancia de placer de otra índole
-Fort (corresponde a más allá…) el juego completo Fort Da corresponde al ppio de placer.
-La compulsión a la repetición; esos fragmentos de vida que siempre fueron penosos, icc
que no pueden ser recordados: agieren. En lo que resiste hay algo que insiste, es parte del
ello, que empuja para poder satisfacerse de un modo particular, sin ligadura. Hay una
compulsión a la repetición que no obedece al ppio de placer, Freud dice: “el hecho nuevo y
asombroso en el cual se repiten situaciones indeseadas que en ningún momento pueden
haber sido placenteras” Los neuróticos repiten en dolorosas reanimando las con gran
habilidad.

2. Desarrolle la segunda tópica que Freud introduce en “El yo y el ello”. Caracterice cada
una de las instancias psíquicas.
Respuesta:
Freud reformula su originaria concepción de aparato anímico. La primera tópica concibió al
aparato psíquico compuesto por tres sistemas relacionados entre sí, inconsciente,
preconsciente y consciente. En la segunda tópica, no excluye al inconsciente reprimido, sino
que da cuenta de nuevos obstáculos. El aparato psíquico se presenta entonces constituido
por tres instancias íntimamente relacionadas: el yo, el ello y el superyó.
El yo: Freud dará a lo largo de su obra distintas concepciones de yo; primero era
una masa de representaciones,después fue un reservorio de libido y ahora es el almácigo
de la angustia. Por ende ahora adopta una concepción de un yo escindido,desgarrado , a
‘’El yo como una pobre cosa’’ y como genuino almácigo de la angustia. Integra lo
Inconsciente (Mecanismos de Defensa) y lo Preconsciente-Consciente (Procesos
Intelectuales). Clínicamente se expresa como una respuesta estereotipada de los
mecanismos de defensa y dirá que las resistencias de analizado provienen de yo.
Freud dirá que obedece al principio de realidad y encontrará el núcleo del yo, dirá que ese
núcleo es inconsciente, pero un inconciente no reprimido al que llamará ello, sede de las
pulsiones icc , donde el yo hace de intermediario con la realidad disimulando conflictos.El
yo, como ser fronterizo quiere mediar entre el mundo y el ello, hacer que el ello obedezca al
mundo, y hacer que el mundo haga justicia al deseo del ello.
Además de distinguir esta instancia, se reconocerá un segundo desgarramiento que llamara
superyó, el heredero del complejo de Edipo y representa la autoridad parental introyectada.
Cuando hablamos de vasallajes del yo, estamos diciendo que el yo: se encuentra sometido
y se ve amenazado por 3 clases de peligros; el ello, el superyó y la realidad exterior.
El ello es la instancia más originaria en la que se sostienen las pulsiones de muerte, Eros y
pulsión de muerte luchan en el ello,es icc y se rige por el principio de placer. Es un límite a
la interpretación y constituye un lugar diferenciado del yo desde el que se sostiene la
compulsión del síntoma. Como ya dijimos el ello es el inconsciente no reprimido, es la sede
de las pulsiones y se presentará durante la cura como una resistencia estructural y se
expresara como una <<Compulsión a la repetición>>resistencia de lo icc .El superyó es la
instancia criticadora.Devino de una identificación con el arquetipo paterno. Surge a partir del
sepultamiento del complejo de edipo, como causa de la introyección de los primeros objetos
de amor, ahora desexualizados, que conservarán los caracteres de severidad y prohibición.
El superyo adviene conciencia moral, se vuelve exigente contra el yo, mortificando; ya que
de los padres devino el ideal de yo y prendió una amenaza de castración , y esa angustia
de castración es el núcleo en torno al cual se depositó la posterior angustia de la conciencia
moral. Esto es porque hay una satisfacción en la mortificación misma. No se trata de un
superyó que castiga por ser culpable por un deseo incestuoso sino que además, ese
castigo, la prohibición, es un modo de satisfacción. El superyó también se presentara como
una resistencia estructural durante la cura y clínicamente se expresara como la reacción
terapéutica negativa

3. En “Pegan a un niño” Freud sostiene que la segunda fase es “la más importante y
grávida en consecuencias”. A partir de esta afirmación desarrolle las tres fases de esta
fantasía.
Respuesta:
La fantasía de paliza solo aparece hacia el final o después del periodo de la infancia que va
de los 2 a los 4 o 5 años. Pero ellas tienen una prehistoria, recorren un desarrollo y
corresponden a un resultado final y no a una exteriorización inicial. La historia evolutiva de
la fantasía no es nada simple, en el transcurso su mayor parte cambia más de una vez, su
vínculo con la persona fantaseadora, su objeto, contenido y significado. Para poder describir
las 3 fases de la fantasía en la que un niño es golpeado se utiliza material de pacientes del
sexo femenino.
La primera fase de las fantasías de paliza en niñas corresponde a una época muy temprana
de la infancia. El niño azotado nunca es el fantaseador, lo más común es que sea otro niño,
casi siempre un hermanito si lo tiene. Esta fantasía no es masoquista, se la llamaría sádica,
pero el que fantasea tampoco es el que pega. En cuanto a este, lo que se puede saber es
que tampoco es otro niño, sino un adulto indeterminado, que más tarde es reconocible
claramente como el padre de la niña. Es una representación agradable en la que el padre le
pega a un niño odiado, eso quiere decir “el padre no ama a ese otro niño, me ama
solamente a mi”, es evidente que la fantasía satisface los celos del niño y que depende de
la vida amorosa así como también recibe vigoroso apoyo de sus intereses egoístas, por eso
es dudoso que se la pueda calificar puramente sexual, pero tampoco llamarla sádica. Esta
primera fase se formula mediante el enunciado “el padre pega al niño”. Entre la primera y
segunda fase se consuman grandes cambios. La persona que pega sigue siendo la misma
pero el niño azotado ha devenido otro, por lo regular el niño fantaseador mismo, la fantasía
se ha teñido de placer en alto grado.
En la segunda fase el enunciado sería “yo soy azotado por el padre”. Esta es la fase más
importante y grávida en consecuencias de todas, pero en cierto sentido puede decirse que
nunca ha existido realmente. En ningún caso es recordada, nunca ha llegado a devenir
consciente. Se trata de una construcción del análisis, pero necesaria. Las mociones
incestuosas de la primera fase se reprimen y junto a este proceso aparece una conciencia
de culpa inequívocamente anudada a esos deseos incestuosos. Esa conciencia de culpa no
sabe sobre el castigo más duro que la inversión de papeles del niño azotado, “no, no te ama
a ti, pues te pega”. Entonces la fantasía de esta segunda fase pasaría a ser la expresión
directa de la conciencia de culpa ante la cual ahora sucumbe el amor por el padre. Así la
fantasía ha devenido masoquista. Esta es la de ser uno mismo azotado por el padre, y por
regla general permanece inconsciente, probablemente a consecuencia de la intensa
represión.
La tercera fase se acerca más a la primera, tiene el texto conocido por la comunicación de
las pacientes. La persona que pega nunca es la del padre, o se la deja indeterminada como
en la primera fase o es investida por un subrogado del padre como por ejemplo un maestro.
La persona del niño fantaseador ya no sale a la luz en la fantasía de paliza, solo si se les
pregunta con insistencia las pacientes dirán “probablemente yo estoy mirando”. Con mucha
frecuencia los azotados en las fantasías de las niñas son varones, pero ninguno le resulta
familiar. La fantasía es ahora la portadora de una excitación intensa, inequívocamente
sexual, y como tal procura una satisfacción onanista. La configuración definitiva de la
fantasía en esta fase es que el niño fantaseador sigue apareciendo a lo sumo como
espectador, y el padre se conserva en la figura del maestro u otra autoridad. Ahora la
fantasía parece haberse vuelto al sadismo, “el padre pega al otro niño, solo me ama a mi”.
Sin embargo solo la forma de esta fantasía es sádica, la satisfacción que se gana con ella
es masoquista, los muchos niños a quienes el maestro azota son sólo sustituciones de la
propia persona. Que los niños azotados sean varones es común tanto en niñas como en
niños.

4. Diferencie inhibición de síntoma a partir de la concepción del yo en “Inhibición,


síntoma y angustia”.
Respuesta:
Debemos destacar la diferencia entre inhibición y síntoma. La inhibición tiene un nexo
particular con la función y no necesariamente designa algo patológico, pertenece a una
dimensión funcional del yo; a diferencia del síntoma que equivale a indicio de un proceso
patológico, también una inhibición puede ser un síntoma, carece de una articulación, de un
mecanismo psíquico, en el sentido de que el síntoma es una expresión desfigurada de un
representante psíquico.
3 causas de la inhibición:
Para evitar un conflicto del yo con el ello (función de un órgano que se debilita mientras más
se erogeniza). Para evitar un conflicto del yo con el superyó (Inhibición al servicio del
autocastigo). Por empobrecimiento de energía (un duelo).
Respecto a la cuestión del síntoma y la satisfacción sustitutiva, el síntoma es indicio y
sustituto de una satisfacción pulsional interceptada, es un resultado del proceso represivo.
La inhibición expresa una limitación funcional del yo, ya sea por precaución o consecuencia
de un empobrecimiento de energía. El síntoma ya no puede describirse como un proceso
que suceda dentro del yo o que le suceda al yo. En el caso de las inhibiciones
especializadas, esa tendencia es más fácil de discernir. La razón de ello es una erotización
hiperintensa de los órganos requeridos para esas funciones. La función yoica de un órgano
se deteriora cuando aumenta su erogeneidad, su significación sexual. Algunas acciones se
omitirán porque sería como si de hecho se ejecutase la acción sexual prohibida. El yo
renuncia a estas funciones que le competen a fin de no verse precisado a emprender una
nueva represión, a fin de evitar un conflicto con el Ello. Otras inhibiciones se producen
manifiestamente al servicio de la autopunición. El yo no tiene permitido hacer esas cosas
porque le proporcionarán provecho y éxito, que el severo superyó le ha denegado. Entonces
el Yo renuncia a esas operaciones a fin de no entrar en conflicto con el superyó.

2da rta posible: síntoma es indicio y sustituto de una satisfacción pulsional interceptada, es
un resultado del proceso represivo. La represión parte del yo, quien, eventualmente por
encargo del superyó, no quiere acatar una investidura pulsional incitada en el ello, Mediante
la represión, el yo consigue como formación inconsciente. Freud se pregunta ¿Cómo una
satisfacción pulsional tendría por resultado un displacer? A consecuencia de la represión, el
decurso excitatorio intentado en el ello no se produce; el yo consigue inhibir o desviarlo.
Con esto se disipa el enigma de la “mudanza de afecto” a raíz de la represión. Surge la
interrogación por la vía que le permite alcanzar este poder del yo sobre el Ello. El yo
adquiere este influjo a consecuencia de sus íntimos vínculos con el sistema percepción. La
función de este sistema PCc, se conecta con la conciencia; recibe excitaciones de afuera y
de adentro, y, por medio de sensaciones de placer y displacer, que le llegan desde ahí,
intenta guiar todos los decursos del acontecer anímico en el sentido del principio de placer.
5. Explique la siguiente afirmación freudiana de su texto “Inhibición, síntoma y angustia”:
“El síntoma es indicio y sustituto de una satisfacción pulsional interceptada”.
Respuesta:
La represión parte del yo quien, por una exigencia del superyó no quiere acatar las
demandas de ello. Lo que se logra con este proceso es la detención del devenir consciente
de esa demanda de satisfacción, con la consecuente aparición de la formación sustitutiva.
La cuestión es tratar de localizar el destino de la pulsión del ello que no fue satisfecha. Lo
que notamos es que el yo logra cambiar el placer que ella supone en displacer a través de
esa represión. Para enfrentarse a esa pulsión del ello, el yo sólo tiene que emitir una señal
de displacer (tercera teoría de la angustia) que lo ayuda a poner esa pulsión bajo el imperio
del principio del placer. Ahora bien, la energía utilizada para esa señal la obtiene de la
investidura de la pulsión a reprimir. Es decir, toma la libido de esa pulsión y la emplea para
generar displacer. Así, logra la mudanza de esa moción y su represión.
Ahora bien, este proceso represivo puede realizarse contra un estímulo externo o interno.
En el primer caso, la barrera anti estímulos cumple un rol fundamental, pues impide el
ingreso de las grandes cantidades de excitación al sistema. En el caso de las pulsiones, que
son estímulos internos, no podemos hablar de represión exitosa. Siempre hay fracaso, que
se figura en la formación sustitutiva, en el síntoma. La pulsión no genera ya placer, pero
sigue actuando como compulsión en esa formación.

6. Explique las tres orientaciones en el desarrollo de la sexualidad de la niña.


Respuesta:
Sabemos ya que, en la niña, el complejo de Edipo es el resultado de la fantasía de
castración, inversamente que en el niño. Cuando se enfrenta a su falta, la sexualidad
femenina puede tomar tres caminos. El primero de ellos responde a una inhibición total de
la vida sexual, en la que la falta del falo coloca a la mujer en una posición de inferioridad
frente al varón, lo que resulta en una afrenta a su amor propio. Una segunda salida sería la
entrada al complejo de masculinidad. Aquí, encontramos que la niña decide tomar una
actitud puramente activa, pues encuentra refugio en el padre o la madre fálica. Por último, la
tercera salida, que deriva en la femineidad normal, consiste en la sustitución del operador
“falo” por un hijo. Nace, así, la fantasía de hacerle un hijo al padre. Es allí que la niña
ingresa en el complejo de Edipo.
7. Caracterice la prehistoria del complejo de Edipo en la mujer.
Respuesta:
Conferencia 33.
El primer objeto de amor en la niña es la madre. Ella no solo tiene que resignar la zona
genital rectora, el clítoris, por una nueva, la vagina, sino que también tiene que hacer un
trueque del objeto madre originario por el padre. La fase pre edípica de la mujer
corresponde a esa ligazón con la madre, y llega a alcanzar una gran significación. Por una
parte se puede dar al complejo de Edipo un contenido más amplio. Por otro lado se puede
decir que la mujer llega a la situación edípica norma positiva luego de superar una
prehistoria gobernada por el complejo negativo. De hecho, en el transcurso de esa fase, el
padre no es para la niña mucho más que un rival fastidioso, aunque la hostilidad hacia él
nunca llega a alcanzar la altura de los varones. La ligazón con la madre no solo puede
llegar a ser particularmente intensa, de igual manera que luego sería con el padre, sino que
puede llegar hasta los 4 o los 5 años de edad, y puede llegar a pasar que esa ligazón
originaria nunca produjera una vuelta hacia el varón. En las mujeres el primer objeto es la
madre, ya que las condiciones primordiales de la elección de objeto son idénticas para
todos los niños. Pero al final del desarrollo el varón-padre debe haber devenido el nuevo
objeto de amor, es decir, al cambio de la vida sexual de la mujer tiene que corresponder un
cambio de vía en el sexo del objeto. La castración en la mujer es de manera muy diferente
al niño. Ella reconoce el hecho de su castración y así la superioridad del varón y su propia
inferioridad, pero también se revuelve contra esa situación desagradable. De esta actitud
bi-escindida derivan 3 orientaciones de desarrollo. La primera lleva al extrañamiento
respecto a la sexualidad, en la cual, al enfrentarse a la inferioridad con respecto al varón, la
mujer renuncia a toda sexualidad en general, así como buena parte de su virilidad en otros
campos. La segunda es la retención de la masculinidad amenazada, es esta se mantiene la
esperanza de poseer en algún momento el pene, también puede terminar en una elección
de objeto homosexual. El tercer desarrollo es el que desemboca en la configuración
femenina, se toma al padre como objeto y así halla la forma femenina del complejo de
Edipo. Por lo tanto, dicho complejo no es destruido o sepultado por el influjo de la castración
como en el caso de los niños, sino que es creado por él.
8. Explique la tercera teoría de la angustia. Diferencie angustia señal de angustia
traumática.
Respuesta:
Freud a lo largo de su obra fue nombrando 3 conceptos sobre la angustia, la primera tenía
que ver con una tensión sexual somática que no podía ser tramitada psíquicamente, estaba
dentro de la etiología de las Neurosis Actuales, la segunda, que por medio del mecanismo
de represión se generaba la angustia, y la tercera donde la angustia produce la represión,
hay una señal de angustia que pone en marcha el proceso represivo.
La angustia señal sostiene la realidad psíquica, hay transformación del más allá del principio
de placer en ganancia de placer, sigue operando el ICC, pulsión y deseo están ligados. En
cambio, en la angustia traumática no hay escena psíquica, es una angustia frente al peligro,
es no contar con la barrera de protección antiestimulo. No se da la ligadura entre la pulsión
de vida y la pulsión de muerte, y no hay ganancia de placer con respecto al más allá del
principio de placer.

9. Caracterice los tres problemas para la finalización de la cura que Freud encuentra en
“Análisis terminable e interminable”
Respuesta:

En análisis terminable e interminable Freud enuncia tres factores que actúan en la


finalización de la cura: el influjo de traumas (valor traumático), la intensidad constitucional
de las pulsiones, y la alteración perjudicial del yo.

En caso de predominar el valor traumático representa una oportunidad favorable para el


análisis, ya que puede sustituir la decisión diferente que viene de la edad temprana por una
tramitación correcta. En el caso de la intensidad constitucional de las pulsiones y la
alteración perjudicial del yo sí representan un aspecto desfavorable para el análisis. El
segundo factor se ve cuando en la neurosis se tramita el exceso pulsional. Este exceso a
veces obstaculiza su tramitación. Cuando las pulsiones son hiperintensas son excesos.
Freud dice que dos veces en el curso del desarrollo individual emergen refuerzos
considerables de ciertas pulsiones (embates pulsionales): durante la pubertad y cerca de la
menopausia. Personas que no eran neuróticas devienen neuróticas en esas épocas. Se
trata de un refuerzo pulsional, que lleva al fracaso al domeñamiento de las pulsiones hasta
entonces exitoso.

Por último, la alteración del yo se presenta como una resistencia al levantamiento de las
resistencias

10. Desarrolle cómo fundamenta Freud que los mecanismos de defensa se constituyen en
resistencias contra el análisis, tal como lo refiere en “Análisis terminable e interminable”.
Respuesta:

Freud fundamenta que los mecanismos de defensa se constituyen en resistencias contra el


análisis ya que da cuenta que en el tratamiento analítico se trabaja con el ello y con el yo, y
el yo pone en marcha los mecanismos de defensa ante posibles peligros, y al tratar de
modificar una satisfacción pulsional del ello, el yo va a manejar la cura como un peligro
nuevo ya que no quiere desprenderse de esa satisfacción que le provoca aquel síntoma
—-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Respuesta alternativa:

La situación analítica consiste en que el analista se alíe con el yo de la persona objeto a fin
de someter sectores no gobernados de su ello, es decir, de integrarlos en la síntesis del yo.
La alteración del yo se refiere a que tan cerca o tan lejos se encuentra el yo de una persona
a un yo norma o un yo anormal, dejando en claro que no existe un yo normal
completamente. La alteración del yo es originaria y es adquirida, en el sentido de que si se
la adquiere, es sin duda en el curso del desarrollo de las primeras épocas de la vida. La
alteración del yo es adquirida, ya que se defiende de un peligro, y es no constitutiva. El yo
se altera por el modo que se enfrenta con el ELLO, el S.YO y la realidad exterior. Su
posición de defensa ante ellos lo vuelve esclavo. El yo tiene que cumplir con la tarea de
mediar entre su ello y el mundo exterior al servicio del principio de placer, precaver al ELLO
de los peligros del mundo exterior. El yo se vale de diversos procedimientos para cumplir su
tarea que consiste en evitar el peligro, la angustia y el displacer. Estos son los mecanismos
de defensa. Estos mecanismos sirven al propósito de apartar peligros, es incuestionable
que lo consigue, pero el yo, durante el desarrollo, puede no renunciar por completo a ellos,
sino que estos mismos se convierten en peligros. El resultado es que el yo a pagado un
precio muy alto. La manera de defenderse del peligro luego se fija, como modo
esteriotipado de defensa. Es decir, estos mecanismos se fijan en el interior del yo, devienen
unos modos regulares de reacción de carácter, que durante toda la vida se repiten tan
pronto como retorna una situación parecida a la originaria. A esos mecanismos de defensa
fijados se los llama infantilismos, se fijan como reacciones de carácter, con un costo para el
yo, este es limitado. El yo fortalecido del adulto sigue defendiéndose de unos peligros que
ya no existen en la realidad objetiva, y aún se ve esforzado a rebuscar aquellas situaciones
de la realidad que puedan servir como sustitutas aproximados de ese peligro originario, a fin
de justificar su aferramiento a los modos habituales de reacción. Al fijarse los mecanismos
de defensa ya no actúan frente a un peligro real, se vuelven en si mismos peligros y buscan
defenderse de peligros que no existen para explicar esa fijación, es decir, para poder
justificar esa fijación, los mecanismos de defensa buscan sustitutos del peligro real. En esto
juega un papel la satisfacción masoquista, ya que ese modo de defenderse provoca
satisfacción. Los mecanismos de defensa frente a antiguos peligros retornan en la cura
como resistencias al restablecimiento. La curación misma es tratada por el yo como un
nuevo peligro.

SEMINARIOS
1. Desarrolle la compulsión a la repetición en transferencia como referente del “Más allá
del principio de placer”.
Lo fundamental son las enigmáticas tendencias masoquistas del yo.
Respuesta:
La compulsión de repetición en transferencia hace vivenciar al sujeto situaciones que
provocan displacer al yo, pero a su vez estas pulsiones estaban destinadas a conducir a la
satisfacción , pero en su momento no la produjo, sino que conllevaron únicamente displacer.
se puede vivenciar de forma activa o pasiva. esta compulsión de repetición esta al servicio
de la resistencia del yo.
—-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Respuesta alternativa:
El enfermo no puede recordar todo lo que en él hay reprimido, más bien se ve forzado a
repetir lo reprimido como vivencia presente, en vez de recordarlo. El paciente en la
transferencia no recuerda nada de lo reprimido y olvidado sino que lo actúa, lo reproduce
como acción en torno a la neurosis de transferencia alrededor de la figura del medico.
Cuando esto ocurre puede decirse que la neurosis se ha transformado en neurosis de
transferencia. Lo que la compulsión de repetición hace vivenciar no puede menos que
provocar displacer al yo, puesto que saca a la luz operaciones de mociones pulsionales
reprimidas, y de lo que trata el principio de placer es de ahorrar el displacer que provocaría
por la liberación de lo reprimido. Lo que esta compulsión a la repetición hace revivenciar son
vivencias pasadas que no contienen posibilidad alguna de placer, ni siquiera en aquel
momento pudieron ser satisfacciones, ni siquiera de las mociones pulsionales reprimidas
desde entonces. Por lo tanto no se trata del mismo displacer del principio de placer, ya que
ese es displacentero para un sistema mientras que es satisfacción para el otro. Los
neuróticos reviven en la transferencia ocasiones indeseadas y situaciones afectivas
dolorosas de la infancia, reanimándolas con gran habilidad. Se trata de la acción de
pulsiones que estaban destinadas a conducir a la satisfacción, pero que ya desde aquel
momento no la produjeron, sino que conllevaron únicamente al displacer. En la vida anímica
existe realmente una compulsión de repetición que se ubica más allá del principio de placer.
La compulsión de repetición aparece como más originaria, más elemental, más pulsional
que el principio de placer que ella destrona.
2. Explique las diferencias entre interpretación y construcción.
Respuesta:
[Pag.262-263]
en “Construcciones en el análisis” Freud enuncia que la interpretación en el análisis refiere a
trabajar con un elemento singular (una ocurrencia, operación fallida,etc). por otra parte, la
construcción tiene valor de pieza de la prehistoria olvidada que se inscribe con la represión
primaria y apunta a producir efectos en el modo de satisfacción pulsional.
—------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Respuesta alternativa:
La interpretación esta del lado del inconciente dinámico, la asociación libre, la verdad
inconciente y el retorno de lo reprimido, es lo que se puede descifrar, interpretar es
descifrar, el paciente es llevado a recordar lo que estaba reprimido. Interpretación se refiere
a lo que se emprende con un elemento singular del material, a saber, una ocurrencia, una
operación fallida, etc. Construcción es cuando al analizado se le presenta una pieza de su
prehistoria olvidada. El analista tiene que colegir lo olvidado desde indicios, es decir, tiene
que construir desde los restos que no entran en la cadena asociativa.
El trabajo de construcción muestra similitudes con el trabajo del arqueólogo, ya que tiene
que exhumar piezas destruidas y sepultadas. Pero el analista dispone de más material
auxiliar, ya que trabaja con restos vivos y no con un objeto destruido. La construcción se
realiza a partir de jirones de recuerdo, unas asociaciones y exteriorizaciones activas del
analizado. Para el análisis la construcción es solo una labor preliminar. La construcción
como herramienta da cuenta de un inconsciente libidinal que se ubica en el límite entre lo
que se puede y no se puede recordar. Lo más importante de la construcción no es que el
paciente recuerde la escena que se le presenta, ni siquiera que sea verdadera, lo que
realmente importa es el efecto que esa construcción provoca en el analizado. Es decir, la
construcción no es armar un recuerdo que el paciente no recuerda, sino que el efecto que
de ella se desprenda, que aparezca una frase en particular, ese es el valor de la
construcción. Equivocarse en la construcción no produce daño alguno, solo pérdida de
tiempo y que el paciente no se sienta tocado por ella. Luego de presentar la construcción
Freud dice que puede haber una apertura del inconciente y que regresarían las
asociaciones libres, pero esto no tendría diferencia alguna con la interpretación, lo que
actuaría en ese caso sería la represión ya que lo que se afecta es el inconciente dinámico y
no el inconciente libidinal. Si la construcción es falsa no modifica en nada al paciente, pero
si es correcta o se aproxima a la verdad, él reacciona frente a ella con un inequívoco
empeoramiento de sus síntomas y de su estado general, esto sería la reacción terapéutica
negativa, el empeoramiento en la cura, y es el indicador de que se está acercando a la
verdad. Pero si bien se acerca al núcleo de la verdad no es de manera positiva, sino que es
lo contrario, el intento es negativo ya que hay un reforzamiento de los síntomas. La
construcción eficaz afecta al punto de fijación mismo, los recuerdos hipernítidos son los que
aparecen, se afecta el núcleo del síntoma, que es la necesidad de castigo, porque se da
una conmoción de las fijaciones, es decir, se afectan las fijaciones y cambian el síntoma.
3. Explique cómo constata Freud que una construcción es certera. Ejemplifica con el
Hombre de los Lobos.“en Construcciones en el analisis”
Respuesta:
Freud estima que gracias a la corroboración indirecta es posible saber si la construcción es
acertada o no, es decir que las reacciones del paciente son las que indican si el camino de
la construcicon es el correcto. en el caso del hombre de los lobos, Freud comienza a
construir a partir de la escena primaria de los 1/ 2 años, donde aparece un recuerdo
encubridor.
—----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Respuesta alternativa:
El primer efecto en la cura, se articula con la reacción terapéutica negativa

El segundo, refiere a la emergencia de formaciones del inconsciente que confirman la


justeza de la intervención analítica.

El tercer efecto ante la construcción “a todas luces certera” según Freud lleva a la
emergencia de lo hipernítido “de algo que el niño vió u oyó en la época en que apenas era
capaz de lenguaje”. Restos visuales y auditivos. “[...] Les acudían unos vividos recuerdos,
calificados de «hipertinídos» por ellos mismos, pero tales que no recordaban el episodio que
era el contenido de la construcción, sino detalles próximos a ese contenido; por ejemplo, los
rostros –hipermercados– de las personas allí nombradas, los lugares donde algo semejante
habría podido ocurrir o, un paso más allá, los objetos que amoblaban tales lugares, de los
cuales, como es natural, la construcción nuestra no habría podido saber nada [...]. Nada
seguía luego a estos recuerdos [...].” (“Construcciones...”, p. 267). Estos recuerdos se
vinculan a episodios o detalles cercanos, desplazados, como rostros de personas u otras
imágenes de lugares u objetos Freud lo relaciona con la movilización de una pulsión al ser
comunicada la construcción.

El hombre de los lobos tenía 23 años cuando fue a ver a Freud, ya había pasado por
muchos tratamientos, el paciente cuenta que sufrió una neurosis grave. A partir de una
enfermedad de transmisión sexual que sufrió de más joven Freud va a decir que se
desmorona su narcisismo y que esto reactiva su posición frente a la castración. Lo que
primero va a aparecer, a lo largo de la historia es la formación de la familia del hombre de
los lobos;el padre, la madre, el hermano mayor, una gobernanta inglesa, el abuelo, una
niñera: chacha y más adelante aparecerá Gruscha.
A los 4 años tiene un sueño: el famoso sueño de los lobos donde despierta angustiado,
teme que el lobo lo devore, Freud interpreta a la angustia de ser devorado como angustia
de castración, y lo interpreta como que el lobo es el padre. con ese sueño empezó su
neurosis, pero hay una escena primordial que es anterior al sueño: esa escena está referida
al coito entre los padres, un coito a las cinco de la tarde cuando él sólo tenía 18 meses. Con
esta construcción devuelve una pieza de la prehistoria olvidada, de aquello que no puede
retornar como recuerdo. Lo que Freud se propone con las construcciones es que la
conjetura se mude en convencimiento del paciente.
Aparece otro recuerdo encubridor: en un momento perseguía una bella mariposa grande
veteada en amarillo, de pronto la mariposa se posó en una flor y a él le dió muchísima
angustia, ahí Freud hace una serie de ineterpretaciones y asociasiones y da con que la
mariposa le recordó con la forma de V a la escena del coito entre los padres, ahí Freud
produce una construcción.
Pero hay más, resulta que antes de la ñaña hubo otra niñera a la que él había estado muy
apegado, con eso Freud construye que algo había ocurrido de importancia con esa joven:
en un galpón donde vivía el niño recuerda que había peras amarillas y ahí recuerda que
pera es Gruscha y que ese era el nombre de la niñera, tras una línea de trabajo el paciente
recuerda a Grulscha en cuatro patas limpiando y gritando porque él hacía sus travesuras.
El hombre de los lobos tenía la compulsión de enamorarse de una mujer cuando las veía en
esa posición, Freud construye que esa era la posición en la que había visto a su madre en
la escena primordial, y lo que el niño había hecho con grulla es comportarse lo más
virilmente que podía a esa edad: orinar, a lo que la joven contesta con una amenaza de
castración, que se relaciona con el sueño de castración, el sueño de los lobos .

4. ¿Cuál es la relación de la construcción que Freud establece con el hombre de las Ratas
respecto del “complejo paterno”?
Respuesta:
Freud estableció dos construcciones con respecto al hombre de las ratas, una era que el
hombre de las ratas de niño recibió una reprimenda del padre ante el onanismo, la
masturbación infantil, y que a partir de ahí dejó de hacerlo, la otra construcción es que el
padre se fijó para todos los tiempos como el perturbador del goce sexual del hombre de las
ratas.

El hombre de las ratas en su neurosis obsesiva siempre tuvo temores de que a su padre le
pasara algo y se le aplique el castigo de las ratas comentado por el capitán checo, aún a
pesar de que su padre ya estaba muerto. El padre en este complejo paterno apareció como
“castrador” del niño ante el onanismo y eso repercute luego en su vida adulta y en toda su
sintomatología.
—------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Respuesta alternativa:
En "Construcciones en análisis", texto escrito por Sigmund Freud en 1937, se presenta una
nueva herramienta analítica que sirve para profundizar el análisis y provocar un efecto
alterador en el sujeto. Como antecedente de este texto, se encuentra "Recordar, Repetir,
Reelaborar" (1914). Así, el concepto de reelaboración es retomado por el psicólogo y, junto
con la teoría de más allá del principio de placer, se reconceptualiza en la técnica de la
construcción. Cuando el análisis se encuentra estancado y el analizante no puede asociar
más libremente, se utilizan las construcciones. Se denominan así porque, justamente,
construyen una pieza de la prehistoria del sujeto a partir de los indicios que se dan a medida
que va transcurriendo el análisis. Además, se utilizan los restos de lo oído y lo visto en la
infancia del individuo (marcas en el aparato) para construir .Si la construcción posee un
valor de verdad para el mismo, puede provocar un cambio alterador. Esta se considera una
labor preliminar porque tiene la finalidad de producir un efecto en el analizante.

El texto del caso del hombre de las ratas fue escrito por Freud en 1909. Sin embargo,
teniendo en cuenta el concepto de construcción de 1937, se puede concluir que su frase
escrita en la espalda es una pieza construida de su prehistoria. Esta frase, según el
analizante, fue dicha por su padre y es la siguiente: "serás un gran hombre o un criminal".
Que el padre sea el protagonista de la construcción no es casualidad; por lo contrario,
demuestra lo que en el texto del caso se denomina como "complejo paterno". Entonces, el
padre del hombre de las ratas es considerado el perturbador de la satisfacción sexual de su
hijo. Esto significa que impone una prohibición del placer del sujeto, lo cual provoca un
placer ignorado. En el escrito del caso de 1909, Freud plantea que su paciente experimentó
una amenaza de castración en su infancia por parte de su padre, ya que este último le
prohibió el acto onanista de la masturbación. Por otro lado, uno de los principales síntomas
que tiene este paciente cuando inicia el análisis es el temor por que le pase algo malo a su
padre (estando muerto hacía unos nueve años) cuando siente placer al ver mujeres
desnudas. E

Cabe aclarar que el complejo paterno no corresponde sólo a este caso particular sino que,
con los años de análisis, Freud determina que es un complejo común a todas las neurosis.
El padre como perturbador sexual pasa a ser una premisa dentro del cuadro neurótico y el
complejo paterno pasa a denominarse el complejo de edipo. La construcción "serás un gran
hombre o un criminal" es la base del desencadenamiento de la neurosis del sujeto y, al
mismo tiempo, posiciona a la figura del padre en una posición perturbadora de su
sexualidad
5. A partir del historial del Hombre de las Ratas, desarrolle la operación de construcción
que Freud produce y sus consecuencias en la cura.
Respuesta:
Los efectos de la construcción certera
Respecto de los efectos de la construcción tomamos las referencias freudianas siguiendo
las operaciones de lectura de Osvaldo Delgado:
1. El primer efecto, como empeoramiento en la cura, se articula con la R.T.N.
2. El segundo, refiere a la emergencia de formaciones del inconciente que
confirman la justeza de la intervención analítica.
3. El tercer efecto ante la construcción “a todas luces certera” según Freud lleva a
la emergencia de lo hipernítido “de algo que el niño vio u oyó en la época en que
apenas era capaz de lenguaje”. Restos visuales y auditivos.
“[...] Les acudían unos vividos recuerdos, calificados de «hipertinídos» por ellos mismos,
pero tales que no recordaban el episodio que era el contenido de la construcción, sino
detalles próximos a ese contenido; por ejemplo, los rostros –hipermercados– de las
personas allí nombradas, los lugares donde algo semejante habría podido ocurrir o, un
paso más allá, los objetos que amoblaban tales lugares, de los cuales, como es natural,
la construcción nuestra no habría podido saber nada [...]. Nada seguía luego a estos
recuerdos [...].” (“Construcciones...”, p. 267)
Estos recuerdos se vinculan a episodios o detalles cercanos, desplazados, como rostros
de personas u otras imágenes de lugares u objetos
Freud lo relaciona con la movilización de una pulsión al ser comunicada la construcción.
—------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Freud comienza su análisis, con una producción, que es recopilada de jirones de un
recuerdo, del cual su conciencia no tiene noticia, pero fue repetido en reiteradas ocasiones
por su madre.
El ha cometido un acto entramado de onanismo, el cual, ha sido severamente castigado
por su padre, este castigo por un lado puso fin a la práctica de onanismo, pero además dejó
como secuela un rencor hacia el padre, fijando a esta figura como perturbador del goce
sexual.
Más tarde por una renovada averiguación, su madre le explica que el castigo aplicado por
su padre ha sido merecido, pues había mordido a alguien, muy probablemente a su nana.
este descubrimiento permite que en el apogeo de la cura el paciente se vuelva disponible
para establecer un nexo entre la ira y la representación de las ratas, había que descubrir por
qué la reclamación del dinero al teniente A y y los dichos del capitán checo en cuanto a las
ratas le provocaba tanto afecto
la historia del capitán checo sobre las ratas hizo que la NO se volviera más transparente, ya
que la representación del castigo con las ratas había estimulado cierto número de
pulsiones, alborotando en el sujeto toda clase de misiones de una crueldad egoísta y sexual
sofocadas desde la la primera construcción señalada anteriormente.
Cuando el capitán contó la escena de las ratas primero, solo lo sobrecogió el carácter cruel
de la situación representada, pero enseguida establece la conexión con aquella escena
infantil en que él mismo habría mordido, el capitán, capaz de propiciar semejante castigo se
le figuró en lugar del padre y atrajo sobre sí una parte del conflicto retornante que se había
arrojado sobre el padre cruel, la idea que afloro tras esa asociación fue “a ti habria que
hacerte algo así “
La siguiente construcción se da cuando el Capitán cruel le exige que devuelva el dinero al
teniente primero A, desde el complejo paterno y desde el recuerdo de aquella escena
infantil se plasma la respuesta “si devolveré el dinero a A, si mi padre y mi amada tienen
hijos”, (sabemos que esto no era posible, ya que su amada no podía tener hijos por una
operación ginecológica y su padre ya se encontraba fallecido), esta fue una afirmación
solemne anudada a una condición absurda..
Tiempo después, en una visita al cementerio, descubre una rata, la cual cree, se ha dado un
festín con el cuerpo del padre, entonces se plantea que las ratas no son animales sucios e
inmundos que roen y muerden, en cambio el si lo es podría hallar en la rata la imagen de sí
mismo
Este acrecentamiento libidinal produjo un retorno del paciente a la antigua y primordial
lucha contra la autoridad del padre y oso además, pensar en satisfacción sexual con otras
mujeres, castigándose luego por estos actos, ya que si el no hacia caso a su padre y era fiel
a su amada, la sanción seria “se consumara en ambas personas el castigo de las ratas”.

6. Explique la “obediencia retrospectiva” que Freud desarrolla en “Tótem y tabú” y cuáles


son sus consecuencias.
Respuesta:
Freud dice que le resulta muy gracioso la explicación que la ciencia da sobre la prohibición
del incesto; hay un terror innato al incesto (cuestión biológica, natural). Freud dice que es
absurdo, explica que hay sociedades donde contraer matrimonio con una persona de la
misma sangre era algo divino, como en el antiguo Egipto, demostrando que la ciencia se
equivoca. La verdad se esconde en todo lo contrario, la noción de la prohibición del incesto
ha sido construida socioculturalmente. Observa en sus estudios sobre el Complejo de Edipo
que, para los niños, todo el objeto de amor es incestuoso.
Horda primitiva: Conjunto de sujetos que vivían cuando no había ley, cuando los seres
humanos se comportaban como animales. En ese momento contaba una serie de
integrantes que tenían lazos sanguíneos y uno de ellos, el jefe de la manada, se posiciona
por encima del resto ejerciendo dominio sobre el resto. Esta persona suele ser un hombre,
por una cuestión hormonal que permite que desarrolle una fuerza que la hembra no puede.
Este macho se reserva a todas las hembras (que son las hijas) para tener relaciones
incestuosas con ellas, y no deja que ningún otro hombre tenga relación. Esto despierta
determinados sentimientos en estos hermanos, por un lado admiran a ese macho alfa, a
ese líder que se puede reservar a todas las mujeres y tener relaciones sexuales con ellas.
Es una persona que por su fortaleza, genera admiración. Por el otro lado, despierta un
sentimiento hostil, sentimiento de enojo, porque ese macho alfa está siendo un obstáculo,
impidiéndole a todos ellos tener relaciones sexuales con alguna de las hembras. Son
sentimientos ambivalentes; admiración y hostilidad. Entonces los hermanos deciden aliarse
y todos juntos matar al padre y comérselo (el primer festejo de la humanidad, el banquete
totémico) para tener relaciones sexuales con las hembras y poner fin a la tiranía paterna

7. Según el texto “Duelo y melancolía”, en qué consiste el trabajo de duelo. Diferencie


duelo normal y duelo patológico. (ESTA DIJO QUE NO LA TOMAN)
Respuesta:
“duelo y melancolía” es un texto de 1917 en el cual Freud enuncia que el sujeto pierde el
objeto amado al cual ahora se le debe retirar toda la libido, y el sujeto sufre una inhibición.
En el caso del duelo patológico, lo que se pierde es el objeto ambivalente y la no tramitación
del duelo hace que el sujeto no sea capaz de superar esa perdida. (ej hombre de las ratas
hablaba de su padre como si estuviese vivo).
—------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Respuesta alternativa:
En el duelo no hay contenido ICC. En la melancolía también se pierde un objeto, pero la
pérdida es casi siempre ICC. Mientras que en el duelo hay un EMPOBRECIMIENTO del
mundo exterior, en la melancolía hay un empobrecimiento del YO.
Freud realiza una comparación entre el duelo considerado normal y el duelo patológico
(melancolía). Freud sitúa una serie de elementos comunes tales como un estado anímico
doloroso, la cancelación del interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad de
amar y una inhibición de productividad. Ambos cuadros se desencadenan frente a la
pérdida de un objeto amado o un ideal. A partir de esta circunstancia, el sujeto emprende un
desasimiento de la libido que opera lentamente y como afirma Freud “Pieza por pieza”, para
poder recorrer todas las huellas mnémicas del objeto perdido. En cuanto a las diferencias, el
duelo es definido como la reacción frente a la pérdida de un objeto amado (persona o
abstracción). Esta pérdida es consciente y depende de un acatamiento al examen de
realidad que afirma que ese objeto ya no existe. En la melancolía, el sujeto reacciona frente
a la pérdida del objeto de amor sin acatar el examen de realidad, por este motivo el yo no se
resigna a perder el objeto y esta pérdida es inconsciente (ya que se sabe a quién se perdió
pero no lo que se perdió del objeto). El duelo requiere de un trabajo que demanda mucha
energía psíquica, pero una vez finalizado, puede darse una sustitución del objeto, por lo
cual el yo vuelve a estar libre. Mientras que en este caso de la melancolía en vez de darse
una pérdida de objeto, se da una pérdida en el yo, el cual es condenado por su instancia
crítica y le provoca una rebaja del sentimiento de sí. En virtud de una identificación con el
objeto perdido, el melancólico presenta un delirio de insignificancia, ya que a la pérdida del
objeto le deviene el empobrecimiento del yo. Este delirio genera autorreproches y
autocríticas. Freud afirma que estos autorreproches son como reproches hacia el objeto de
amor pero que, por identificación, recaen sobre el yo ensombreciéndolo. Foro freud :

8. Explique los vasallajes del yo que Freud desarrolla en “El yo y el ello”.


Respuesta:
La mudanza del amor al odio surge de la ambivalencia presente desde un comienzo. A
partir de allí, se sustrae energía de la moción tierna y se le redirige hacia la hostil. En el otro
caso, hablamos de una moción hostil que no puede ser satisfecha y, por lo tanto, encuentra
una posibilidad de descarga en la mudanza al amor.
El supuesto que se haya por debajo de estos procesos es aquel que sostiene que existe
una energía desplazable e indiferente que puede asociarse a mociones hostiles o eróticas
elevando su investidura. Dicha energía la podemos encontrar alojada tanto en el yo como
en el ello, y pareciera tratarse de Eros desexualizado que proviene del acopio narcisista. Es,
entonces, desexualizada, pero también sublimada, pues su fin se ha desplazado.
Esta sublimación es una acción del propio yo, que toma las primeras investiduras de objeto
del ello, acogiendo su libido en el yo y resignando metas sexuales a favor de procesos de
identificación. Esto implica que, en un comienzo, la libido se aloja por completo en el ello y,
más tarde, una vez alojada en objetos, es tomada por el yo, quien se coloca, ahora, como
único objeto de amor. Este sería un narcisismo secundario, en tanto la libido fue retirada de
objetos.
Ahora bien. Sabemos que el yo se forma a partir de identificaciones que se apoyan en el
ello y sus investiduras resignadas. Las primeras de esas investiduras aparecen como una
instancia crítica del yo aún endeble, conformándose como superyó. El yo se va
fortaleciendo y ofreciendo pelea a ese superyó y sus exigencias, aun cuando el mismo sea
insaciable.
Ese superyó, entonces, tiene un doble origen. Por un lado, se apoya en la identificación
primaria, ocurrida cuando el yo era aún endeble. Por otro, encuentra su génesis en el
complejo de Edipo y su sepultamiento. Pero también nace a partir de lo oído, es decir, que
conjuga una parte del yo capaz de devenir consciente. Y sin embargo, su energía de
investidura proviene nada más y nada menos que del ello. Lo que estamos diciendo es,
entonces, que el superyó urde sus raíces en el ello. Esto es fundamental, pues nos permite
comprender por qué el superyó es insaciable, por qué siempre pide más. Aún más, es esto
lo que explica que posea representaciones conscientes y otras de carácter inconsciente.
Detengámonos aquí, para analizar esto último. Una de las representaciones inconscientes
del superyó por excelencia es la conciencia de culpa. Se trata de un fenómeno que aparece
en muchas patologías y que siempre supone la necesidad de estar enfermo como castigo.
Es una de las resistencias más fuertes durante el análisis y puede venir acompañada por la
reacción terapéutica negativa, que viene a expresar una negación a renunciar a una cuota
de satisfacción en el padecer. Lo que está en juego, en toda conciencia de culpa, es una
lucha entre el yo y el ideal del yo, que se figura como condena por parte del superyó.
Bien. Dijimos que uno de los puntos de origen del superyó es la identificación paterna. Esto
supone, claramente, una desexualización, una sublimación y, aún más, una desmezcla. El
componente erótico ya no puede ligar la destrucción a él asociada y ésta se desliga,
expresándose como agresión. La severidad del superyó proviene de aquí.
Finalmente, nos encontramos con un yo que, más allá de sus funciones propias, no puede
escapar de sus vasallos. Se ve atacado por tres frentes: el mundo exterior, la libido del ello y
la severidad del superyó. Para dar auxilio a las pulsiones de muerte que dominan la libido,
el yo se vio obligado a tomar investiduras del ello y, por ello, quedar subrogado al Eros.

9. Caracterice la escisión del yo según el texto “La escisión del yo en el proceso


defensivo”.
Respuesta:
El yo de todo niño se caracteriza por estar al servicio de intensas pulsiones que él tiende a
satisfacer. Sin embargo, llega un momento en el que ese niño se encuentra con una
vivencia que le enseña que la satisfacción de esa pulsión puede conllevar un peligro
real-objetivo. Se ve, entonces, compelido a decidir: o desmiente la realidad-objetiva y
continúa actuando a favor de la satisfacción pulsional o resigna dicha satisfacción a favor de
reconocer el peligro presente y resguardarse de él.
La resolución es muy particular. Ni toma una ni otra, ni deshecha ambas. El niño realiza
ambas acciones. Es decir, rechaza la realidad, evitando prohibirse la satisfacción a la vez
que reconoce el peligro, permitiendo la aparición de angustia como síntoma del que ha de
defenderse.
Este accionar doble o contradictorio sólo puede darse en detrimento del yo, que sufre de
una escisión que jamás se repara. El yo ha dejado de ser garante de los procesos anímicos,
ya no es un yo sintético. Es un yo escindido, en cuyo centro encontramos un núcleo oscuro,
inconsciente que es nada más ni menos que el ello. A partir de esta escisión estructural es
que se producen los procesos defensivos que caracterizan la vida psíquica.

10. Desarrolle las consideraciones de Freud sobre lo que llama la “la roca de base”: el
límite fálico y la desautorización de lo femenino como problemática de la finalización de
los análisis.
Respuesta:
Más allá de las modificaciones que podamos impartir tanto en lo reprimido recuperable
como en la dimensión pulsional, siempre hay un algo que nos sale al paso en el análisis
como lo irreductible. Hablamos de una roca de base que, tanto en la mujer como en el
hombre, se figura como un tema reiterativo y destacado.
En la mujer, aparece la envidia del pene. Hay una tendencia a la posición masculina, un
“querer ser” o “querer alcanzar”. Durante la fase fálica, esta tendencia es clara, es marcada.
A partir de la falta surgirá la necesidad de reprimir y devendrá la salida del complejo de
castración que lleva a la femineidad. El caso del varón viene asociado a una especie de
protesta masculina. Hablamos de que el sujeto se revuelve contra su actitud femenina para
con otro hombre. Es como si se revelara contra su yo femenino.
Lo que es común a ambos es la desautorización de lo femenino, que viene enlazada con un
supuesto: convivirían en todo sujeto ambos sexos. Uno, el contrario al expresado, sería
objeto de la represión. Pero se vuelve reprimido e inalcanzable. Cuando el analista busca
mover a la mujer a resignar su deseo del pene o pretende convencer al hombre de que una
actitud pasiva no es semejante a la castración, se encuentra predicando en el vacío. Es un
núcleo intocable, inalcanzable. El análisis no puede, siquiera, aspirar a conmover esa roca
de base. Sus intentos de ello son infructuosos.

PRÁCTICOS
1. Explique las tres figuras del masoquismo situando sus índices clínicos.
Respuesta:
Las 3 figuras del masoquismo son; el masoquismo erógeno, masoquismo femenino y
masoquismo moral. El masoquismo erógeno es base de los otros dos y se encuentra
presente en ambos, el mismo es el placer de recibir dolor…
Freud introduce el principio de nirvana que es conducido por la pulsión de muerte, cuya
meta es conducir la inquietud de la vida a lo inorgánico; a diferencia de este, el principio de
placer está conducido por la libido y el principio de realidad por el influjo del mundo exterior.
El aparato no está regido por el principio de placer, sino que hay un “Más allá” evidenciado
con el masoquismo, cuya meta es el dolor y el placer de recibirlo. Freud distingue tres tipos
de masoquismo:
- Masoquismo erógeno: Placer en el dolor como condición de excitación sexual. Cae por
completo la idea de que el sadismo es originario, ya que lo primario es el placer en el dolor
contra sí mismo, el sujeto es tomado como objeto. El fundamento de este es la mezcla entre
la pulsión de vida y la pulsión de muerte. Freud supone que en la constitución del sujeto, se
produce una expulsión hacia el exterior de grandes cantidades de pulsión de muerte y lo
que resta de esta operación es la ligadura, por lo tanto esa mezcla es el fundamento.
Podemos agregar que el masoquismo erógeno es el que “crea” a los otros dos
masoquismos.
- Masoquismo Femenino: Lo nombra femenino debido a que su modo de satisfacción es de
meta pasiva, en donde el sujeto se pone en posición de objeto (ser atado, amordazado,
etc.), está ligado a las fantasías inconscientes y masoquistas. En relación con "Pegan a un
niño".
- Masoquismo Moral: Este tipo de masoquismo es mudo en comparación con el femenino,
por otro lado, muchas veces se lo confunde con un rasgo de carácter, por ejemplo los que
delinquen por conciencia de culpa (debido a la necesidad de castigo). Es una instancia
híper-moral, y se la describe como sentimiento inconsciente de culpa que se ubica
clínicamente como reacción 9 terapéutica negativa (RTN), en donde el paciente no quiere
abandonar su condición de enfermo. Este masoquismo está ubicado en el yo, la moral es
resexualizada, lo que implica una reanimación del complejo de Edipo y la distinguimos de la
conciencia moral debido a que es consciente, la cual produce la desexualización del
complejo de Edipo.

2. Explique la siguiente afirmación de Freud en “Inhibición, síntoma y angustia”: “la


angustia de castración es el motor de la defensa”.
Respuesta:
Freud, en el texto “Inhibición, síntoma y angustia”, define a la angustia como algo sentido,
un estado afectivo. Como sensación, tiene un carácter displacentero específico. A su vez,
tiene acciones de descarga y percepciones de estas. Es un estado afectivo particular con
acciones de descarga que siguen determinadas vías.
También introduce la última modificación a su teoría de la angustia. Para ese fin, toma como
referencia dos historiales clínicos: Hans (fobia a los caballos, precisamente a ser mordido
por uno) y el Hombre de los lobos (ser devorado por el lobo). A partir del análisis de los
mismos, llega a la conclusión de que en ambos casos, el motor de la represión es la
angustia frente a la castración; los contenidos angustiantes (ser mordido por el caballo, ser
devorado por el lobo) son sustitutos desfigurados del contenido “ser castrado por el padre”.
Es este último contenido el que experimentó la represión.
La angustia de la zoofobia presente en estos casos es la angustia de castración, una
angustia realista que se presenta frente a un peligro que amenaza efectivamente o es
considerado real. La angustia crea la represión, y no la represión a la angustia; por tanto, el
Yo es el terreno en donde crece la angustia (su almácigo) y por el único que puede ser
registrado, ya que no es la moción pulsional reprimida la que se muda en angustia.
La angustia de castración, por esto, es el único motor de los procesos defensivos que llevan
a la neurosis. En la mujer, el equivalente de la amenaza de castración es la pérdida del
amor, dejar de ser amada. Por esto, podemos dar cuenta de que la amenaza de castración
remite a una cuestión estructural, ya que va más allá de las figuras (como perder el
instrumento fálico).
El desarrollo de la angustia introduce la formación de síntomas y, por su parte, la formación
de síntomas tiene por resultado cancelar la situación de peligro. La situación de peligro
busca resguardarse de la insatisfacción, el aumento de la tensión de necesidad, el
incremento de las magnitudes de estímulo en espera de tramitación frente al cual es
impotente por su estado de desvalimiento: EL PELIGRO ES EL FACTOR ECONÓMICO.

3. Desarrolle el modo en que Freud explica el trauma en “Moisés y la religión


monoteísta”. Describa los efectos positivos y negativos del trauma. Pag.71/72/73
Respuesta:
En “Moisés y la religión monoteísta” Freud define al trauma como impresiones de temprana
vivencia que fueron olvidadas y son de naturaleza sexual y agresiva.
Trauma: [explicar]. (Vivencia en el cuerpo de lo visto y lo oído) En los fenómenos neuróticos
tienen efectos positivos y negativos. Los positivos son aquellos empeños por revivir aquella
vivencia olvidada, hacerla real-objetiva (se resume como fijación al trauma y compulsión de
repetición). Por otra parte, las reacciones negativas son aquellas reacciones de defensa que
pueden acrecentarse en fobias e inhibiciones. (No se recuerde y no se repita nada del
trauma).

4. Desarrolle las dos técnicas auxiliares a la represión que Freud introduce cuando amplía
el concepto de defensa en la neurosis obsesiva.
Respuesta:

La tercera teoría de la angustia de Freud indica que el complejo de castración produce


angustia, la angustia ocasiona represión y da como resultado la formación de síntomas
(anteriormente se creía que era la represión lo que generaba angustia). La represión es uno
entre tantos mecanismos de defensa. En el caso de las neurosis obsesivas se identifican la
regresión, la represión y la formación reactiva. Para tratar este cuadro clínico se proponen
dos técnicas auxiliares: anular lo acontecido y el aislamiento. El primero está relacionado
con la cualidad del síntoma en dos tiempos y en el cual el segundo momento cancela al
primero y el sujeto trata al suceso como si nunca hubiese acontecido (permite explicar la
compulsión de repetición). Por otro lado, el aislamiento recae sobre la esfera motriz y
consiste en una cancelación de la posibilidad de contacto con un suceso desagradable. Es
una pausa para que ciertos pensamientos no se asocien con otros.

5. Explique la ampliación del concepto de defensa a partir del desarrollo que hace Freudde
la neurosis obsesiva en “Inhibición, síntoma y angustia”
Respuesta:

Previo a la publicación de “Inhibición síntoma y angustia”, Freud creía que la angustia era
producto de la represión. En esta obra, y con el desarrollo de su segunda tópica (yo, ello y
superyó), descarta su idea previa e indica que para defenderse ante amenazas, el yo pone
en marcha diversos mecanismos de defensa y uno de ellos es la represión. Ahora la
represión no es la defensa en si misma, sino que es uno de los tantos mecanismos de
defensa con los que cuenta el yo. Freud se preocupa por estudiar el proceso de formación
de síntomas y la lucha de yo contra el síntoma. En el caso de las neurosis obsesivas se
encontró con que el superyó es hipersevero y el paciente sufrió una regresión libidinal en la
pubertad hacia mociones infantiles sádicas agresivas, lo que provocó la aparición de
prohibiciones, medidas precautorias, penitencias; o por el contrario satisfacciones
sustitutivas (Hans). Así se genera un conflicto entre el yo y el superyó deviene en la
formación de síntomas que cargan con satisfacciones de mociones pulsionales masoquistas
y el yo puede verse paralizado.

6. Explique la siguiente afirmación freudiana: “la angustia nunca proviene de la libido


reprimida”, con las consideraciones sobre la fobia del pequeño Hans a los caballos.
Respuesta:
Freud, en el capítulo 4 de “Inhibición, síntoma y angustia” introduce la última modificación a
su teoría de la angustia. Para ese fin, toma como referencia a Hans; un historial clínico de
un caso de zoofobia histérica infantil, una fobia a los caballos..
La angustia frente al caballo es el síntoma; la incapacidad para andar por la calle, un
fenómeno de inhibición, una limitación que el yo se impone para no provocar el
síntoma-angustia. Se trata de una determinada expectativa angustiada; el caballo lo va a
morder.
La clave para su entendimiento es la represión del Complejo de Edipo. En Hans hallamos
un Complejo de Edipo normal, positivo (enamoramiento de la madre, amor/odio al padre),
en donde se presenta un conflicto de ambivalencia con el padre, determinado por las dos
prohibiciones universales (incesto/parricidio). Tiene una actitud edípica de celos y hostilidad
hacia él, mientras lo ama de corazón. Entonces lo que sucede es que se reprime tanto la
moción pulsional que supone el impulso hostil como la moción tierna hacia el padre (ambas,
amor/odio) a la vez que la moción tierna frente a la madre (amor), y a partir de ello se
convierte en neurosis debido a la sustitución que se da entre el padre y el caballo. Este
desplazamiento es lo que da el carácter de síntoma.Su angustia de que el caballo lo muerda
puede completarse como: angustia de que el caballo de un mordisco le arranca los
genitales, lo castre. ¿por qué de un mordisco? Porque el desarrollo del Complejo de Edipo
se da en la fase fálica, y se genera una degradación regresiva al estadio oral.
A partir del análisis del caso, llega a la conclusión de que el afecto de angustia de la fobia
NO proviene del proceso represivo, de las mociones libidinosas de las mociones reprimidas,
sino de lo represor mismo: la angustia de la zoofobia es la angustia frente a la castración; el
contenido angustiante (ser mordido por el caballo) es un sustituto desfigurado del contenido
“ser castrado por el padre”. Es este último contenido el que experimentó la represión.
La angustia de la zoofobia presente en este caso es la angustia de castración, una angustia
realista que se presenta frente a un peligro que amenaza efectivamente o es considerado
real. La angustia crea la represión, y no la represión a la angustia; por tanto, el Yo es el
terreno en donde crece la angustia (su almácigo) y por el único que puede ser registrado, ya
que no es la moción pulsional reprimida la que se muda en angustia.

7. Desarrolle y explique las diferencias entre síntoma y carácter; y describa las


características de los que delinquen por conciencia de culpa.
Respuesta:
el sintoma freudiano se caracteriza por ser una formacion del inconciente efecto de la
represión y el retorno de lo reprimido, ajeno al yo que debe ser interpretado. Por otro lado,
el caracter es sabido por el yo, del neurótico.
En “Algunos tipos de dilucidados psicoanalítico” Freud desarrolla tres tipos de caracter: las
excepciones, los que fracasan al triunfar y los que delinquen por conciencia de culpa. estos
últimos son invadidos por un sentimiento de culpa provenientes de un origen desconocido,
lo cual moviliza al sujeto para cometer un acto delictivo con el fin de aliviarse de aquel
sentimiento, en un principio inmotivado. el trabajo en la clínica le permitió describir a Freud
que este sentimiento de culpa brota desde el complejo de Edipo.

8. En el texto “Algunos tipos de carácter dilucidados por el trabajo psicoanalítico”, Freud


trabaja los rasgos de carácter como resistencias que se oponen al tratamiento
psicoanalítico. Desarrolle los tres tipos presentados en el texto.
Respuesta:
Las excepciones: los individuos con este rasgo argumentan que ya han sufrido mucho y se
han privado bastante, por ende tienen derecho a que se los excuse de ulteriores
requerimientos, y que no se someten más a ninguna necesidad desagradable pues ellos
son excepciones y piensan seguir siéndolo. la neurosis de estos pacientes está anudada a
una vivencia de la primera infancia de la que se sabían inocentes y pudieron estimar un
injusto prejuicio inferido a su persona. (Resistencia a modificar esa posición,"yo soy asi", "ya
sufrí mucho, quiero resarcimiento".
los que fracasan al triunfar: Freud da cuenta que ciertos sujetos contraen la enfermedad
inmediatamente después de lograr el cumplimiento del deseo, que no le permite gozar de la
satisfacción que este le prevee. el trabajo analitico le permitió demostrar que aquello que
actúa es la conciencia moral (superyó), que le prohíbe al yo satisfacerse y lo somete a un
castigo. Paradójicamente, esta renuncia a la satisfacción como castigo, también produce
satisfacción por eso cada vez que el sujeto consigue un logro cae enfermo. RTN
los que delinquen por conciencia de culpa: Freud explica que estos pacientes, en primer
lugar, sienten culpa pero desonocen el origen del sentimiento. Luego comenten el acto
delictivo para al final sentir alivio. El trabajo analitico permitio descifrar que el sentimiento de
culpa proviene del complejo de Edipo .RTN.
9. Explique a partir del texto “El problema económico del masoquismo”, cómo desarrolla
Freud “mezcla” y “desmezcla” pulsional.
Respuesta: ” Freud desarrolla que el dolor y el displacer son metas, por lo tanto hay algo
mas allá del principio de placer en el aparato. esto modificaría la idea del principio de
constancia que se rige bajo la idea de mantener al aparato lo menos tensionado posible.
Así, mediante la mezcla y desmezcla de pulsion se origina el masoquismo erogeno primario
(encontrar satisfaccion en el dolor) que serviria de base para el masoquismo femenino
donde el sujeto toma posicion pasiva ante el dolor y se expresa en la compulsion de
repetición (Freud lo desarrolla en “Pegan a un niño”); y el masoquismo moral que
representa a la resistencia del superyo y da lugar a la necesidad de castigo .

10. Explique y desarrolle la siguiente afirmación freudiana: “los síntomas son creados
para evitar la situación de peligro que es señalada mediante el desarrollo de angustia”.
Respuesta:
Para poder explicar la génesis de los síntomas Freud toma como referencia la fobia en
Hans, en la que desarrolla que ante el peligro de castración el yo da la señal de angustia e
inhibe el proceso de investidura amenazador en el ello, al mismo tiempo se consuma la
formación de la fobia. La angustia de castración recibe otro objeto y una expresión
expresión desfigurada: ser mordido por el caballo en vez de ser castrado por el padre. La
formación sustitutiva, el síntoma, tiene dos manifiestas ventajas; la primera es que esquiva
un conflicto de ambivalencia, pues el padre es simultáneamente un objeto amado; dos,
permite al yo suspender el desarrollo de angustia. En efecto, la angustia de la fobia es
facultativa, sólo emerge cuando su objeto es asunto de la percepción. No se puede remover
al padre, aparece siempre, pero si se lo sustituye por un animal no hace falta más que evitar
la visión, para quedar exento del peligro y de angustia. Por lo tanto, el pequeño Hans
impone a su yo una limitación, produce la inhibición de salir para no encontrarse con
caballos.
La exigencia pulsional no es un peligro en sí misma, lo es porque conlleva un auténtico
peligro exterior, el de castración. En la fobia, tiene un carácter de proyección, sustituye un
peligro pulsional del interior por un peligro de concepción exterior. El hecho de que el yo
pueda sustraerse de la angustia por medio de una evitación o de un síntoma-inhibición ( el
yo puede protegerse del peligro exterior mediante la huida y la evitación) armoniza con la
concepción de que esa angustia es solo una señal afecto y de que nada ha cambiado en la
situación económica. La angustia de las zoofobias es entonces una reacción afectiva del yo
frente al peligro de castración; he aquí la única diferencia respecto de la angustia realista
que el yo exterioriza normalmente en situaciones de peligro. El contenido de la angustia
permanece inconsciente y solo deviene consciente en una desfiguración a raíz de este
desarrollo.
Freud llega a la conclusión de que la angustia es la reacción frente a la situación de peligro,
se se ahorra si el yo hace algo para evitar la situación, aclara que es correcto decir que los
síntomas son creados para evitar la situación de peligro, que es señalada mediante el
desarrollo de angustia, ese peligro era el de la castración o el de algo derivado de ella.
Como en la neurosis obsesiva que tiene relación con el superyó
El sujeto en su desarrollo libidinal experimenta en sus distintas fases distintas pérdidas o
separaciones ,por ejemplo, en la fase oral pérdida del pecho materno por el destete; en la
fase sadico anal separación del contenido del intestino, mediante esta última puntualización
el yo se pondría sobre aviso de la castración por repetidas pérdidas de objeto. Sin dejar de
mencionar la primer vivencia de angustia al menos del ser humano es la del nacimiento la
separación de la madre podría compararse una castración de la madre (si tenemos en
cuenta la ecuación hijo = pene) está primer vivencia angustia está en relación a lo que
Freud habla en el texto proyecto de psicología para neurólogos la experiencia de dolor.
Está angustia constituye el núcleo Genuino del peligro de desvalimiento psíquico, irrupción
de cantidades, hay un desplazamiento del contenido del peligro a la condición, es decir el
bebé aprende que la mamá puede calmar Entonces se pasa de la reacción automática de
angustia frente a un desvalimiento a la expectativa frente a la situación de peligro.

11. Desarrolle la comparación que Freud establece en “Inhibición, síntoma y angustia”


entre las zoofobias infantiles de Hans y el Hombre de los Lobos. Explique de qué manera
dan cuenta de la tercera teoría de la angustia.
Respuesta:
Freud, en el capítulo 4 y 7 de “Inhibición, síntoma y angustia” introduce la última
modificación a su teoría de la angustia.
Para ese fin, toma como referencia a Hans; un historial clínico de un caso de zoofobia
histérica infantil, una fobia a los caballos.
La angustia frente al caballo es el síntoma; la incapacidad para andar por la calle, un
fenómeno de inhibición, una limitación que el yo se impone para no provocar el
síntoma-angustia. Se trata de una determinada expectativa angustiada; el caballo lo va a
morder.
La clave para su entendimiento es la represión del Complejo de Edipo. En Hans hallamos
un Complejo de Edipo normal, positivo (enamoramiento de la madre, amor/odio al padre),
en donde se presenta un conflicto de ambivalencia con el padre, determinado por las dos
prohibiciones universales (incesto/parricidio). Tiene una actitud edípica de celos y hostilidad
hacia él, mientras lo ama de corazón. Entonces lo que sucede es que se reprime tanto la
moción pulsional que supone el impulso hostil como la moción tierna hacia el padre (ambas,
amor/odio) a la vez que la moción tierna frente a la madre (amor), y a partir de ello se
convierte en neurosis debido a la sustitución que se da entre el padre y el caballo. Este
desplazamiento es lo que da el carácter de síntoma.Su angustia de que el caballo lo muerda
puede completarse como: angustia de que el caballo de un mordisco le arranque los
genitales, lo castre. ¿por qué de un mordisco? Porque el desarrollo del Complejo de Edipo
se da en la fase fálica, y se genera una degradación regresiva al estadio oral.
De manera paralela y comparativa, también expone el caso de el Hombre de los lobos. Se
trata de otro caso de zoofobia, en que era el lobo el animal objeto de angustia, oovoo al
mismo tiempo tenía el significado de un sustituto del padre. A raíz de un sueño se desarrolló
una angustia de ser devorado por el lobo como uno de los siete cabritos del cuento. Hans
presentaba un Complejo de Edipo invertido, que se caracteriza por poseer una moción
pasiva, tierna, de ser amado por el padre. Entonces, al sufrir su represión, dicha moción
tierna y pasiva se convirtió en la representación de ser devorado por el padre, como
apetencia de ser amado por el padre como objeto, en el sentido del erotismo genital. Como
vemos, también en este caso hubo una degradación regresiva al estadio oral (ser
deborado), y se produjo a su vez el desplazamiento característico del síntoma: del padre al
lobo.
La angustia de la zoofobia presente en estos casos es la angustia de castración, una
angustia realista que se presenta frente a un peligro que amenaza efectivamente o es
considerado real. La angustia crea la represión, y no la represión a la angustia; por tanto, el
Yo es el terreno en donde crece la angustia (su almácigo) y por el único que puede ser
registrado, ya que no es la moción pulsional reprimida la que se muda en angustia. (3er
teoría)
La angustia de la castración, por esto, es el único motor de los procesos defensivos que
llevan a la neurosis. En la mujer, el equivalente de la amenaza de castración es la pérdida
del amor, dejar de ser amada. Por esto, podemos dar cuenta de que la amenaza de
castración remite a una cuestión estructural, ya que va más allá de las figuras (como perder
el instrumento fálico).

RELACIÓN
1. Articule la resistencia del ello con el fantasma “pegan a un niño” y el masoquismo
femenino.
Respuesta:
El fantasma pegan a un niño es una fantasía masoquista neurótica con la que Freud se
encuentra en la clínica. Consta de tres fases:
la primer fase ocurre bajo el enunciado “Padre pega a un niño odiado por mi”, donde hay
una satisfaccion sadica en el sujeto, y que por una regresion a la fase sadico-anal esa frase
deviene en “soy golpeado por el padre” y se encuentra con una satisfaccion en el hacerse
pegar, lo que daria cuenta del masoquismo femenino ya que el niño se presenta de forma
pasiva en el enunciado. Por último, la tercera fase se da bajo el enunciado “niños son
golpeados por sustitutos del padre” donde el niño ve esa escena como un espectador, pero
se ve a sí mismo representado en los otros niños por lo tanto se puede apreciar una
satisfacción masoquista.
2. Desarrolle el masoquismo femenino y el masoquismo moral y relacione con las
resistencias estructurales.
Respuesta:
el sujeto está escindido en tres instancias: yo, ello y superyo. el yo es el representante de la
razón, y en su núcleo se encuentra el ello que es la sede de las pulsiones de muerte y
donde yace la compulsión de repetición, de la cual nace la enigmática tendencia masoquista
del yo. Por su parte, el superyó es el heredero del complejo de Edipo, hunde sus raíces en
el ello, es hipermoral y muy severo con el yo. Gracias a la enigmática tendencia masoquista
del yo y la compulsión de repetición se concluyó en que hay satisfacción en el
padecimiento. El masoquismo moral (resistencia del superyó) y el masoquismo femenino
(resistencia del ello) derivan del masoquismo erógeno (satisfacción en el dolor), que a su
vez es producto de la mezcla y desmezcla de las pulsiones de vida y de muerte. Ambas
resistencias se anudan en la fantasía “pegan a un niño”
3. Defina y articule la resistencia del superyó con el masoquismo moral tal como Freud lo
define en “El problema económico del masoquismo” y su problemática con el fin de
análisis.
Respuesta:

En “El problema económico del masoquismo” Freud advierte que el superyó es el heredero
del complejo de Edipo y le atribuyó la función de conciencia moral, una conciencia moral
que es muy cruel y eficaz para con el yo. Mientras el yo siente culpa, el superyó encuentra
satisfacción en eso. Así el sadismo del superyó y el yo se complementan ya que la
enigmática tendencia masoquista del yo refiere a que el yo quiere ser golpeado, y el
superyó es quien le pega. A la hora del fin de análisis esto representa un problema porque
el yo se rehúsa a abandonar ese padecimiento por la satisfacción inconsciente que le
brinda, y a la hora de acercarnos a la cura el paciente recae (reacción terapéutica negativa)

4. Relacione y diferencie la escisión del yo con la alteración del yo, y la ventajosa


alteración del yo.
Respuesta:
la escisión del yo:el yo se encuentra al servicio de la exigencia pulsional que está
acostumbrado a satisfacer (ello), y por otro lado es aterrorizado por una exigencia que le
enseña que de proseguir con esa satisfacción le tratara por resultado un peligro
real-objetivo (superyó).Entonces el yo debe decidirse, debe reconocer el peligro real y
renunciar a la satisfacción pulsional, o desmentir la realidad objetiva y así llevar a cabo la
satisfacción. La solución que encuentra el niño consiste en ambas simultáneamente o
ninguna, es decir, si responde al conflicto lo hace con dos reacciones contrapuestas. Por
una parte rechaza la realidad objetiva y no se deja prohibir nada, y por el otro reconoce el
peligro de la realidad objetiva, asume angustia en él como un síntoma de padecer y luego
busca defenderse del síntoma mediante los mecanismos de defensa. Esas acciones
generan la escisión del yo, su desgarradura.
La alteración del yo tiene que ver con los mecanismos de defensa y el modo de satisfacción
que se juega en ellos, es decir la conjunción entre la defensa y la resistencia. Esta
alteración es adquirida en la temprana infancia a causa de los mecanismos de defensa.
Esto se debe a que todas las represiones se dan en la primera infancia y deja como resto
fijaciones libidinales.
La ventajosa alteración del yo es un estado neo creado por el dispositivo en el análisis.
Trata de remover los puntos de fijación para lograr otra relación con el ello y el superyo, una
operación que implica una nueva relación con el saber inconsciente y un cambio en la
economía libidinal.
—------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Freud en la escisión del Yo en el proceso defensivo (1938) va a decir que hay una
desgarradura estructural constitutiva, que se da por la primera inscripción del trauma, esta
desgarradura surge a partir del conflicto con la castración de la madre y una exigencia de
una renuncia pulsional.
En cambio, la alteración es la defensa del Yo frente a una exigencia pulsional, es el efecto
de la puesta en marcha de los mecanismos de defensa, lucha defensiva en contra del
ELLO. Cuando hay una cancelación de la alteración del Yo se la llama alteración terapéutica
del Yo y es efecto del análisis.
Y, por último, la ventajosa alteración del Yo tiene relación con la idea del fin de análisis, solo
se puede tener acceso atravesando un análisis, por un exhaustivo trabajo sobre los puntos
de fijación y las resistencias estructurales
El final de los análisis se trata de respetar la escisión del yo como lo incurable y de rectificar
la alteración del yo por los mecanismos de defensa para producir una ventajosa alteración
del yo.

5. Explique cómo amplía Freud el concepto de defensa en 1925, y establezca las


diferencias entre: métodos de defensa y mecanismos de defensa.
Analisis terminable e interminable - ISA.

6. En “Análisis terminable e interminable” Freud conceptualiza las resistencias de otra


índole y dice que: ya no se podrá “sustentar la creencia de que el acontecer anímico es
gobernado exclusivamente por el afán de placer”. Relacione con el tercer modelo
pulsional.
7. Relacione el masoquismo moral con los desarrollos de Freud en el texto “Algunos tipos
de carácter dilucidados por el trabajo psicoanalítico”.
Respuesta:
Freud plantea en el texto “Algunos tipos de carácter dilucidados por el trabajo psicoanalítico”
que el masoquismo, se ofrece a la observación en tres formas distintas: como condicionante
de la excitación sexual, como manifestación de la feminidad y como una norma de la
conducta vital; es decir, masoquismo erógeno, femenino y moral. La tercera forma del
masoquismo, el moral, resulta ser singular, debido a su relación con la sexualidad. Lo que
importa aquí es el sufrimiento mismo, que provenga de personas indiferentes o
circunstancias especiales; distinto de los otros tipos de masoquismo que tienen una relación
de que el sufrimiento debe provenir de la persona amada.
Freud dice que se podría afirmar que la pulsión de muerte es orientada nuevamente hacia el
interior actuando contra el propio Yo, pero sin abandonar la relación con la pulsión de vida y
definirlo, así como un masoquismo. En cuanto a la forma externa, patológica, de este
masoquismo, Freud dice que está relacionado con la reacción terapéutica negativa y el
sentimiento de culpabilidad. La satisfacción de este sentimiento de culpabilidad actúa como
una ventaja de la enfermedad, es decir, como suma de energía que se rebela contra la
curación y no quiere abandonar la enfermedad. El sentimiento inconsciente de culpabilidad
es imperceptible para los enfermos que lo padecen, ya que, análogo a éste presenta
sentimientos conscientes de culpabilidad representados como remordimientos frente a
diversas situaciones. Freud dice que ese sentimiento inconsciente de culpabilidad es
percibido por los enfermos como una necesidad de castigo; pero marcando siempre su
estructura inconsciente.
Ya sabemos que la conciencia moral es la función del Superyó, y sabemos ahora que, en la
conciencia de culpabilidad se manifiesta una tensión entre el Yo y el Superyó. Así, el Yo
reacciona con sentimientos de angustia frente a la percepción de haber permanecido por
debajo de las exigencias de su ideal, es decir, su Superyó. El Yo encuentra en el Superyó
un modelo al cual aspirar. A su vez, el Superyó es el representante del Ello y del mundo
exterior. Nace por la introyección en el Yo de los primeros objetos libidinales del Ello, padre
y madre, pero desexualizados y desviados de los fines sexuales directos. Conserva así, el
Superyó, el poder, rigor, y castigo de las personas introyectadas. Antes de la formación del
Superyó, los objetos introyectados eran provenientes del mundo exterior. Luego, por la
caída del Complejo de Edipo y la aparición del Superyó, el cual toma el poder de esos
objetos exteriores, le termina dando un lugar al Superyó como representante del mundo
exterior real, como prototipo de las aspiraciones del Yo. El masoquismo moral presenta una
diferencia clave con los sentimientos inconscientes de culpabilidad. En el último, se
presenta un intenso sadismo del Superyó, al cual se somete el Yo; mientras que, en el
primero, la importancia recae sobre el propio masoquismo del Yo, que demanda castigo, por
el mismo Superyó o los poderes paternales externos. Así, se concluye que el sadismo del
Superyó se haga consciente, mientras que la tendencia masoquista del Yo permanezca
inconsciente, siendo visible solamente en la conducta del sujeto. La conciencia moral y la
moral han nacido por la superación y la desexualizacion del Complejo de Edipo; el
masoquismo moral sexualiza de nuevo la moral, reanima el Complejo de Edipo y provoca
una regresión desde la moral al Complejo de Edipo. Por otro lado, el masoquismo crea la
tentación de cometer actos pecaminosos, que luego habrán de ser castigados con los
reproches de la conciencia moral sádica.
Dice que ese sentimiento inconsciente de culpabilidad es percibido por los enfermos como
una necesidad de castigo, pero marcando siempre su estructura inconsciente. Ya sabemos
que la conciencia moral es la función del Superyó, y sabemos ahora que, en la conciencia
de culpabilidad se manifiesta una tensión entre el Yo y el Superyo. Así, el Yo reacciona con
sentimientos de angustia frente a la percepción de haber permanecido por debajo de las
exigencias de su ideal, es decir, su Superyó

8. Desarrolle la diferencia entre complejo de castración y castración estructural.


ISA [pág 123]
ATI [Pág 194.] Esquema.

9. Explique la relación entre sentimiento inconsciente de culpa y necesidad de castigo.


Respuesta:
El masoquismo, dice Freud, se ofrece a la observación en tres formas distintas: como
condicionante de la excitación sexual, como manifestación de la feminidad y como una
norma de la conducta vital; es decir, masoquismo erógeno, femenino y moral. La tercera
forma del masoquismo, el moral, resulta ser singular, debido a su relación con la sexualidad.
Lo que importa aquí es el sufrimiento mismo, que provenga de personas indiferentes o
circunstancias especiales; distinto de los otros tipos de masoquismo que tienen una relación
de que el sufrimiento debe provenir de la persona amada. Freud dice que se podría afirmar
que la pulsión de muerte es orientada nuevamente hacia el interior actuando contra el
propio Yo, pero sin abandonar la relación con la pulsión de vida y definirlo, así como un
masoquismo. En cuanto a la forma externa, patológica, de este masoquismo, Freud dice
que está relacionado con la reacción terapéutica negativa y el sentimiento de culpabilidad.
La satisfacción de este sentimiento de culpabilidad actúa como una ventaja de la
enfermedad, es decir, como suma de energía que se rebela contra la curación y no quiere
abandonar la enfermedad. El sentimiento inconsciente de culpabilidad es imperceptible para
los enfermos que lo padecen, ya que, análogo a éste presenta sentimientos conscientes de
culpabilidad representados como remordimientos frente a diversas situaciones.
Freud dice que ese sentimiento inconsciente de culpabilidad es percibido por los enfermos
como una necesidad de castigo; pero marcando siempre su estructura inconsciente. Ya
sabemos que la conciencia moral es la función del Superyó, y sabemos ahora que, en la
conciencia de culpabilidad se manifiesta una tensión entre el Yo y el Superyó. Así, el Yo
reacciona con sentimientos de angustia frente a la percepción de haber permanecido por
debajo de las exigencias de su ideal, es decir, su Superyó. El Yo encuentra en el Superyó
un modelo al cual aspirar. A su vez, el Superyó es el representante del Ello y del mundo
exterior. Nace por la introyección en el Yo de los primeros objetos libidinales del Ello, padre
y madre, pero desexualizados y desviados de los fines sexuales directos. Conserva así, el
Superyó, el poder, rigor, y castigo de las personas introyectadas. Antes de la formación del
Superyó, los objetos introyectados eran provenientes del mundo exterior. Luego, por la
caída del Complejo de Edipo y la aparición del Superyó, el cual toma el poder de esos
objetos exteriores, le termina dando un lugar al Superyó como representante del mundo
exterior real, como prototipo de las aspiraciones del Yo. El masoquismo moral presenta una
diferencia clave con los sentimientos inconscientes de culpabilidad. En el último, se
presenta un intenso sadismo del Superyó, al cual se somete el Yo; mientras que, en el
primero, la importancia recae sobre el propio masoquismo del Yo, que demanda castigo, por
el mismo Superyó o los poderes paternales externos. Así, se concluye que el sadismo del
Superyó se haga consciente, mientras que la tendencia masoquista del Yo permanezca
inconsciente, siendo visible solamente en la conducta del sujeto. La conciencia moral y la
moral han nacido por la superación y la desexualizacion del Complejo de Edipo; el
masoquismo moral sexualiza de nuevo la moral, reanima el Complejo de Edipo y provoca
una regresión desde la moral al Complejo de Edipo. Por otro lado, el masoquismo crea la
tentación de cometer actos pecaminosos, que luego habrán de ser castigados con los
reproches de la conciencia moral sádica.

También podría gustarte