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PSICOPATOLOGÍA II

RESUMEN UNIDAD 3
LAS CAUSA DE LA HISTERIA (FREUD):
Según la primera teoría freudiana, la neurosis histérica, como además cualquier
neurosis, es provocada por la acción patógena de una representación psíquica, de
una idea parásita no consciente y fuertemente cargada de afecto.
Freud luego se diferencia de la idea de Charcot y Janet e introduce modificaciones
como considerar la idea parásita, generadora del síntoma histérico, como una idea
de contenido esencialmente sexual. Además, al principio de su obra Freud
considera que el enfermo histérico sufrió en su infancia una experiencia
traumática. Es decir que el niño, tomado de improviso, fue víctima impotente de
una seducción sexual proveniente de un adulto. La violencia de este
acontecimiento reside en la irrupción intempestiva de una efusión sexual excesiva,
que inunda al niño y de la que no tiene menor conciencia. La violencia del trauma
consiste en el surgimiento de una demasía de afecto sexual, no sentido en la
conciencia sino recibido inconscientemente. Trauma quiere decir demasiado
afecto inconsciente en ausencia de la angustia necesaria que al producirse el
incidente, hubiese permitido al yo del niño amortiguar y soportar la tensión
excesiva. Si hubo trauma es justamente porque la angustia que debió surgir, faltó.
La excitación brutal provocada por el acto seductor del adulto introdujo en el seno
del yo una energía que, transferida de lo exterior a lo interior, se encierra aquí en
forma de una intensa tensión sexual a la deriva. De este modo comprendemos
que el trauma ya no es un acontecimiento exterior sino un violento desarreglo
interno, situado en el yo.
El trauma no es solo el exceso de tensión errante, es también una imagen sobre-
activada por la acumulación de este exceso de energía sexual. La huella psíquica
del trauma que ahora llamaremos “representación intolerable”, comprende dos
elementos inconscientes: una sobrecarga de afecto y una imagen sobreactivada.
El yo histérico es un cuerpo formado a la manera de un traje de arlequín, donde
cada rombo corresponde a la imagen deformada de un órgano particular, de un
miembro, de un orificio o cualquier parte anatómica. En el momento del trauma el
impacto de la seducción suelta uno de estos rombos, toca puntualmente una de
estas imágenes, precisamente la que corresponde a la parte corporal puesta en
juego en el accidente traumático. El excedente de tensión psíquica concentra
entonces en esta imagen y la inviste en tal medida que esta se desolidariza de las
demás imágenes del cuerpo imaginario.
El trauma que el niño sufre no es la agresión exterior, sino la huella psíquica que
queda en la agresión; lo importante no es la naturaleza del impacto, sino la señal
que deja impresa en la superficie del yo. Esta imagen altamente investida de
afecto aislada, penosa para el yo, debe ser considerada la fuente del síntoma
histérico e incluso, generalizando la fuente de cualquier síntoma neurótico, sea el
que fuere.
LA HISTERÍA ES PROVOCADA POR UNA DEFENSA INADECUADA DEL YO
(LA REPRESIÓN)
Para Freud la neurosis histérica es provocada por la torpeza con que el yo
pretende neutralizar ese parásito interno que es la representación sexual
intolerable. Esta representación ya había sido aislada por el peso de su
sobrecarga y el yo va a acentuar su aislamiento hasta llevar la tensión al
paroxismo. Cuanto más ataca el yo a la representación, más la aisla. Este
sobresalto defensivo del yo es la represión. Lo que hace a la representación
radicalmente intolerable es el hecho de haber quedado fundamentalmente
separada de las otras representaciones organizadas de la vida psíquica y
precisamente esto hace que conserve en el seno del yo, una actividad patógena
inextinguible. Mientras esta representación penosa permanezca apartada, el yo
conservará en sí un traumatismo psíquico interno y larvado.
Lo que enferma a un histérico no es tanto la huella psíquica del trauma como el
hecho de que esta huella, bajo la presión de la represión, esté sobrecargada de
una demasía de afecto que en vano quisiera fluir. La razón esencial de la histeria
es, por lo tanto, el conflicto entre una representación portadora de un exceso de
afecto, por un lado y por el otro, una defensa desafortunada (represión) que hace
aún más virulenta la representación, más la aisla y más peligrosa la vuelve.
LA HISTERIA ES PROVOCADA POR EL FRACASO DE LA REPRESIÓN:
(CONVERSIÓN)
Se trata de un desplazamiento de energía, precisamente se trata de una
transformación de la energía de un estado primero en un estado segundo. Con el
fin de poner fuera de juego a la represión, el exceso de energía pasa de su estado
primero (sobrecarga de una representación intolerable) a ese otro estado de carga
que es el sufrimiento corporal. La carga se transforma pero no por ella deja de ser
un exceso de energía generador de mórbidos efectos.
El desenlace del conflicto se decide de acuerdo con el esquema de transformación
de la energía, en dos estados distintos. El estado primero corresponde al
momento en que ella inviste a la representación intolerable (escena traumática), y
el estado segundo corresponde al momento en que inviste a una representación
cualquiera perteneciente al pensamiento (obsesión) al mundo exterior (fobia) o al
cuerpo (histeria). Así pues, la sobrecarga, conservando siempre su naturaleza de
exceso, puede movilizarse sorteando de tres maneras posibles la represión; o si
se quiere, provocando tres reveses de la represión que a la larga serán tres malas
soluciones, pues cad una de ellas dará lugar a un síntoma neurótico causante de
sufrimiento.
OBSESIÓN
El primer desenlace posible consiste en un desplazamiento de la carga, que
abandona la representación penosa, se instala en el pensamiento y sobreinviste
una idea consciente que ha pasado a invadir la vida del neurótico. Reconocemos
aquí el mecanismo de formación de la idea fija obsesiva.
FOBIA
El segundo desenlace corresponde al caso de la neurosis fóbica. La carga
abandona igualmente la representación pero, en vez de instalarse de inmediato en
un elemento del pensamiento, como sucede en la obsesión, en un primer
momento queda libre en el yo, desconectada, a la expectativa. La carga disponible
y flotante se proyecta luego al mundo exterior y se fija en un elemento definido (la
muchedumbre, un animal, un espacio cerrado, un túnel, etc), convertido ahora en
el objeto que el fóbico debe rehuir para evitar que aparezca la angustia.
EL SUFRIMIENTO DEL SÍNTOMA DE CONVERSIÓN ES EL EQUIVALENTE DE
UNA SATISFACCIÓN MASTURBATORIA
CONVERSIÓN
El tercer desenlace de la lucha con la represión, el que aquí nos interesa, consiste
en la transformación de la carga sexual excesiva en influjo nervioso igualmente
excesivo que, actuando como excitante o inhibidor provoca un sufrimiento
somático. Desde el punto de vista económico, como la transformación de un
exceso constante de energía que pasa del estado psíquico al estado somático.
Este salto podría describirse así: la sobrecarga energética se suelta del collar de la
representación intolerable, conserva su naturaleza de exceso y resurge
transformada en sufrimiento corporal, sea en forma de hipersensibilidad dolorosa o
por el contrario, en forma de inhibición sensorial o motriz. Puesto que en el paso
de lo psíquico a lo físico el exceso de energía permanece constante (siempre
desmedido). Podemos admitir que el sufrimiento de un síntoma somático es una
energía equivalente a la energía de excitación del trauma inicial.

NEUROSIS (BARRIONUEVO):
Respecto de la neurosis Freud decía que el ser humano cae en la neurosis o se
vuelve neurótico porque no logra soportar el grado de frustración que le impone la
sociedad en aras de sus ideales de cultura” mientras que en el comienzo del
escrito sobre el malestar en la cultura describe los métodos por el hombre para
eludir el sufrimiento.
A partir de sus ideas se puede pensar que la neurosis, como condición normal del
sujeto en la cultura, incluye la posición de aceptación de las condiciones que le
exige la misma y también expresiones sintomáticas del conflicto entre deseo y
prohibición, ambas cosas a la vez.
En “Neurosis y psicosis”, Freud plantea que la neurosis es resultado de un
conflicto entre el yo y el ello, en tanto la psicosis sería desenlace de una
perturbación en el vínculo entre el yo y el mundo exterior. Las neurosis de
transferencia se originarían al no querer aceptar el yo, ni dar trámite motor, a una
moción pulsional proveniente del ello o bien le impugna el objeto que tiene como
meta. En dichas circunstancias el yo se defiende mediante la represión.
Sintetizando el planteo se puede decir que las neurosis corresponderían al
conflicto que se plantea entre el yo y el ello.
Respecto de cómo se origina, Freud explica la existencia de dos pasos en la
formación de la neurosis.
 El yo emprende la represión de la moción pulsional.
 Hay resarcimiento a los sectores perjudicados del ello como reacción contra
la represión y desarrollo de la enfermedad propiamente dicha ante el
fracaso de la represión.
Identificando el mecanismo de defensa básico, propone luego diferencias entre las
neurosis:
 En la histeria la representación insoportable o inaceptable se torna
inofensiva por la transformación del afecto en una inervación somático o
conversión.
 En las representaciones de las neurosis obsesivas el afecto que deviene
libre por ser separado de la representación intolerable se adhiere a otras
representaciones no inquietantes. Así la representación debilitada queda
debilitada queda apartada de toda asociación en la conciencia, pero el
afecto libre se adhiere a otras representaciones que, a través del “falso
enlace” se convierten en representaciones obsesivas.
 Para las representaciones fóbicas el afecto de angustia inexplicable para el
paciente se enlaza a diferentes representaciones que producen miedo. Se
liga la angustia a una idea que produce temor.
Con el accionar de la represión y a través de “subrogación sustitutiva”, se
construye una vía de compromiso que es el síntoma, contra el cual el yo continúa
su lucha que amenaza y menoscaba su unicidad”. El yo se alía al superyó en su
conflicto con el ello y con la realidad. Se reprimen ciertas representaciones y el
síntoma es sustituto de la satisfacción no lograda.
Freud trata de dar cuenta de los síntomas y llega a la afirmación de que no es el
acontecimiento el que produce la formación de síntomas sino su recuerdo.
Respecto del síntoma Lacan dice: “El síntoma es, en primer lugar, el mutismo en
el sujeto que se supone que habla”.
Las neurosis tendrían relación con experiencias infantiles que no se pudieron
elaborar adecuadamente y que definen según Freud, puntos de fijación cuya
importancia está dada por ser puntos privilegiados de retorno vía regresión,
otorgando el matiz peculiar a cada una de las neurosis.
Ante las representaciones o ideas displacientes habría un intento de alejarlas, un
proceso que culmina en la producción del síntoma. Esta es la base de la idea de la
represión como defensa o mecanismo psíquico fundamental que tiene como
función debilitar la representación separándola del afecto y debilitándola de tal
forma en intento de quitarle el carácter de peligrosidad para el yo.
Freud identifica mecanismo psíquico y significación de los síntomas en los
diversos cuadros que queda de la siguiente manera:
 Neuropsicosis de defensa: histeria, obsesiones y fobias y amentía
alucinatoria (luego paranoia)
 Neurosis actuales: neurosis de angustia y neurastenia.
No es abandonad por Freud el concepto de trauma pero sí la teoría del trauma
que explica la aparición de una patología a partir de un acontecimiento.
En el “proyecto de una psicología para neurólogos” Freud plantea la existencia de
un doble acontecimiento o dos acontecimientos, donde uno resignifica al otro,
apareciendo el concepto de retroacción por lo cual se entiende que a partir del
segundo episodio puede significarse, se resignifica como sexual, el primero. Sería
ese segundo episodio el que hace que el primero tengo eficacia psíquica.
Freud aclara repetidamente que la formación de síntoma tiene que ver con
recuerdos, remarcando la importancia de la “realidad psíquica”, y no con
acontecimientos comprobables o no. Y si bien abandona la teoría del trauma,
sigue mantenindo la aseveración de que los denominados fenómenos de una
neurosis serían “consecuencia de determinadas vivencias e impresiones”
considerados como “traumas etiológicos” remontando la génesis de la neurosis
enlazándola a impresiones infantiles muy precoces.
Relaciona la neurosis con las exigencias que provienen de la cultura por la cual el
sujeto debe reprimir mociones inaceptables o improcedentes como condición para
vivir en el seno de la misma.
Es decir que la neurosis correspondería al conflicto entre el yo y el ello y
agregaríamos que proviene del superyó la exigencia para que el yo reprima una
pulsión.
Refiriéndose a la neurosis, Lacan sostiene: “El neurótico en efecto, histérico,
obsesivo o más radicalmente fóbico, es aquel que identifica la falta del Otro con su
demanda… Resulta de ello que la demanda del Otro toma función de objeto en su
fantasma.
Desde la perspectiva de Lacan las neurosis se definen como tres formas en que el
sujeto articula su relación con el objeto causa de deseo, por lo cual toda
interpretación del fantasma en juego en cada una de ellas deberá siempre
inscribirse en un registro:
 Para la fobia: El deseo prevenido.
 Para la histeria: El deseo insatisfecho.
 Para la neurosis obsesiva: El deseo imposible.
Así queda la clasificación de neurosis en el “Tratado de Psiquiatría”
 Neurosis indiferenciada: Neurosis de angustia.
 Neurosis grandemente diferenciadas: Fobia, histeria y neurosis obsesiva.

ANSIEDAD, ANGUSTIA Y NEUROSIS. ANTECEDENTES CONCEPTUALES E


HISTÓRICOS. SARUDIANSKY, MERCEDES:
LOS VOCABLOS “ANSIEDAD” Y “ANGUSTIA”
Desde un punto de vista etimológico, la palabra “ansiedad” tiene un antepasado
directo en latín, anxietas.
Este término latino proviene, a su vez, de la raíz indoeuropea angh de la cual se
deriva no sólo el vocablo anxietas, sino también la palabra ango, angustia. Ambos
términos, eran utilizados de manera indistinta para hacer referencia a diferentes
significados es justamente esta ambigüedad de significados y de términos
(ansiedad/angustia; constricción/sufrimiento) la que atravesará toda la historia del
concepto y que llegará hasta nuestros días.
LAS MANIFESTACIONES DE LA ANSIEDAD EN PSICOPATOLOGÍA
Desde los primeros textos atribuibles a la disciplina médica occidental, se hacía
referencia a estados de angustia o aflicción que acompañaban el curso de
distintas enfermedades físicas, aunque no necesariamente eran circunscriptos a
cuadros mórbidos específicos.
Algunos recorridos conceptuales históricos a continuación:
 En el siglo v a. C., en Aforismos y sentencias Hipócrates señalaba sobre un
enfermo: “En el [día] tercero estuvo muy caído, tuvo sed, congoja en el
estómago, mucha inquietud y aflicción con angustias, deliró”.
 En el siglo xix, Pinel incluía en distintos cuadros los síntomas que
actualmente se corresponderían con la ansiedad, tales como la epilepsia, la
melancolía o ciertas neurosis.
 Ey, en su introducción al estudio sobre la ansiedad mórbida, da cuenta de
ella como una “reacción afectiva patológica tan general que, lejos de
constituir un síntoma o un síndrome bien delimitado, se encuentra más o
menos en la estructura misma de todos los estados psicopatológicos
coloreándolos así de uno de los reflejos más específicos del alma humana,
la inquietud y el miedo” (Ey, 2008).
Esto nos da pie para relacionar de manera concreta a la ansiedad con el miedo y
la inquietud.
MIEDO, ANSIEDAD Y LA DISTINCIÓN ENTRE NORMALIDAD Y PATOLOGÍA
Cuando hablamos de miedo nos referimos a una emoción o una respuesta
psicológica, comportamental o fisiológica, respecto de un estímulo potencialmente
peligroso.
Desde el punto de vista Darwiniano, se puede decir que posibilitó a las distintas
especies hacer frente a predadores o amenazas y, por ende, a sobrevivir, puesto
que pone en movimiento mecanismos de huida, paralización o lucha.
De manera descriptiva, estas respuestas del organismo frente a las amenazas se
podrían ordenar en distintos niveles:
 En el fisiológico, la activación de ciertos mecanismos biológicos que
involucran al sistema nervioso central, cardiovascular, neuroendocrino,
inmunológico, digestivo, entre otros, los cuales serían responsables de
respuestas tales como el aumento del ritmo cardiaco, la vasoconstricción en
extremidades, la aceleración de la respiración, la sudoración y la dilatación
de las pupilas. Estas respuestas son coherentes con los comportamientos
que se asocian a la lucha o la fuga, como por ejemplo las necesidades
básicas implicadas en correr o combatir.
 En el nivel psicológico, el miedo se encuentra relacionado con una
sensación de aprensión, de inquietud, nerviosismo e incertidumbre. Existe
cierto consenso en considerar que este tipo de reacciones son universales,
esto es, están presentes en todos los seres humanos, e incluso en la
mayoría de las especies vertebradas.
De este modo, se tiene una emoción o reacción (el miedo) a la cual se le puede
atribuir cierto carácter universal, que involucra una activación en distintos niveles
del organismo a partir de la presencia de un peligro.
CLASIFICACIONES EN PSICOPATOLOGÍA SOBRE LA ANSIEDAD
En 1894, Freud ya hacía referencia a las distintas características de las neurosis
de angustia, entre las que incluye: irritabilidad general, expectativa angustiada, la
posible presencia de “ataques de angustia”, los cuales se caracterizan por
perturbaciones de la actividad cardiaca (palpitaciones, arritmia, taquicardia),
perturbaciones de la respiración (disnea nerviosa, ataques semejantes al asma,
etc.), oleadas de sudor, temblores y estremecimientos, ataques de hambre,
diarreas, terror nocturno, perturbaciones digestivas, vértigo, congestiones y
parestesias.
Ey se refiere a la ansiedad como un “modo de organización catastrófica, frente a
un peligro a veces presente e inminente, pero a veces ausente e incluso
imaginario”. Señala que para su descripción deben tomarse en cuenta,
fundamentalmente, tres aspectos: la amplificación peyorativa, que se refiere a la
exageración de las perspectivas pesimistas ligadas con la desgracia; la espera del
peligro futuro e inminente, que puede incluir el miedo a la muerte, al mal, al dolor,
a la tortura, etc.; y, por último, el desasosiego, el sentido agónico de la existencia.
Según los sistemas de clasificación vigentes (American Psychiatric Association,
2000; Organización Mundial de la Salud, 1992), los trastornos de ansiedad se
organizan en diferentes cuadros, que incluyen desde estados paroxísticos
ansiosos —los ataques de pánico ocrisis de angustia— hasta trastornos que se
definen por la presencia de temores irracionales o preocupaciones excesivas, que
no necesariamente incluyen la sintomatología aguda.
Otro de los puntos clave a la hora de definir la ansiedad tiene que ver con el hecho
de si ésta es un fenómeno circunstancial (es decir, agudo, transitorio) o
permanente (de carácter crónico).
ANSIEDAD Y NEUROSIS
El término fue introducido, formalmente, en la literatura médica occidental por el
médico escocés William Cullen en 1769, haciendo referencia a “enfermedades de
los sentidos y del movimiento, sin fiebre idiopática y sin afección local” (Cullen,
1783). De esta manera, la distinguía de otras clases de enfermedades agrupadas
bajo los nombres de fiebres o pirexias (entre las cuales se encontraban la
neumonía, gastroenteritis, hepatitis, malaria, urticaria), caquexias (que incluía
sífilis, escorbuto, tricoma), y locales (donde se agrupaban bulimia, polidipsia,
ninfomanía, anorexia, nostalgia, afonía, estrabismo). Este autor se basó en la
metodología propuesta por Sydenham para realizar su taxonomía de las
enfermedades. La justificación para la introducción de esta categoría se basó en la
necesidad de superar la inexactitud del concepto de “enfermedad nerviosa”,
puesto que “casi todas las alteraciones mórbidas del cuerpo, hasta donde se
puede entender, dependen de tal manera de las mociones del sistema nervioso,
que casi todas las enfermedades podrían, en este sentido, ser denominadas
nerviosas”. A su vez, dentro del grupo de las neurosis encontramos cuatro
categorías u órdenes principales: las “comatas”, que suponían una disminución de
los movimientos voluntarios, con sueño o una suspensión de los sentidos, las
cuales incluían a la apoplejía y las parálisis; las “adynamiae”, que implicaban una
disminución de los movimientos voluntarios, cuyos cuadros principales eran el
síncope, la dispepsia, la hipocondriasis y la clorosis; en tercer lugar los “spasmi” o
espasmos, esto es, movimientos irregulares de los músculos, entre los que se
encontraban el tétanos, las convulsiones, corea, epilepsia, palpitaciones, asma,
disnea, cólera, diarrea, diabetes, histeria e hidrofobia; y finalmente, las “vesaniae”,
un trastorno de las funciones de las facultades mentales de juicio, sin fiebre ni
somnolencia, donde se ubicaban la amentia, la melancolía, la manía y la
onirodinia.
DISPOSICIÓN A LA NEUROSIS OBSESIVA:
Solo se ha podido establecer un único principio: En las causas patológicas de la
neurosis distinguimos dos clases: aquellas que el hombre trae consigo a la vida
(causas constitucionales) y aquellas otras que la vida le aporta (causas
accidentales), siendo precisa, por lo general, la colaboración de ambos órdenes de
causas para que surja la neurosis.
Este principio afirma que la elección de la neurosis depende por completo de las
causas constitucionales, o sea de la naturaleza de las disposiciones, careciendo,
en cabio, de toda relación con los sucesos patógenos vividos por el individuo.
Se podrían buscar el origen de las disposiciones en la función sexual aunque
también en funciones importantes del yo en el que deben atravesar una larga y
complicada evolución hasta llegar a su estado característico en el adulto normal.
Dónde una parte de dicha función ha permanecido retrasada en un estado
anterior, queda creado lo que llamamos un “lugar de fijación” al cual puede
retroceder luego la función en caso de enfermedad por perturbación exterior.
Nuestras disposiciones son inhibiciones de la evolución.
El orden en el cual se exponen generalmente las formas principales de las
psiconeurosis (histeria, neurosis obsesiva, paranoia, demencia precoz)
corresponde (aunque no con absoluta exactitud) al orden temporal de estas
afecciones en la vida humana. Las formas patológicas histéricas pueden ser
observadas ya n la primera infancia; la neurosis obsesiva revela, por lo corriente,
sus primeros síntomas en el segundo período de la niñez (entre los seis y los ocho
años); y por último, las otras psiconeurosis, reunidos por el nombre común de
parafrenias, no emergen hasta después de la pubertad y en la edad adulta.
Parecía que la disposición a la histeria y a la neurosis obsesiva, las dos neurosis
de transferencia propiamente dichas, con temprana producción de síntomas, habrí
de buscarse en fases aún anteriores de la evolución de la líbido.
Luego abandona y se encuentra con una nueva paciente que poseía una neurosis
obsesiva grave en la que determina que; la neurosis obsesiva no era una nueva
reacción al mismo trauma que había provocado primero la histeria de angustia,
sino a un segundo suceso que había quitado al primero toda su importancia.
LOS ACTOS OBSESIVOS Y LAS PRÁCTICAS RELIGIOSAS (FREUD):
Las personas que realizan actos obsesivos o desarrollan un ceremonial
pertenecen, junto con aquellas que sufren de representaciones o impulsos
obsesivos, a una unidad clínica especial, designada habitualmente con el nombre
de (neurosis obsesiva).
El ceremonial neurótico consiste en pequeños manejos, adiciones, restricciones y
arreglos puestos en práctica, siempre en la misma forma o con modificaciones
regulares, en la ejecución de determinados actos de la vida cotidiana. Tales
manejos nos producen la impresión de meras «formalidades» y nos parecen faltos
de toda significación.
Veamos por ejemplo, un ceremonial concomitante con el acto de acostarse: el
sujeto ha de colocar la silla en una posición determinada al lado de la cama y ha
de poner encima de ella sus vestidos, doblados en determinada forma y según
cierto orden; tiene que remeter la colcha por la parte de los pies y estirar
perfectamente las sábanas; luego ha de colocar las almohadas en determinada
posición y adoptar él mismo, al echarse, una cierta postura; sólo entonces podrá
disponerse a conciliar el sueño. En los casos leves, el ceremonial parece tan sólo
la exageración de un orden habitual y justificado. Pero la extremada minuciosidad
de su ejecución y la angustia que trae consigo su omisión dan al ceremonial un
carácter de “acto sagrado”. Por lo general el sujeto soporta mal cualquier
postergación del mismo y excluye la presencia de otras personas durante su
ejecución. Toda actividad puede convertirse en acto obsesivo, en el más amplio
sentido, cuando resulta complicada por pequeñas adiciones o adquiere un ritmo
constante por medio de pausas y repeticiones. No se esperará hallar una
delimitación precisa entre el “ceremonial” y los “actos obsesivos”. En su mayor
parte, los actos obsesivos proceden de un ceremonial. Con ambos forman el
contenido de la enfermedad las prohibiciones y los impedimentos (abulias), que,
en realidad, no hacen más que continuar la obra de los actos obsesivos en cuanto
hay cosas que el paciente encuentra prohibitivo hacer y otras que sólo
ateniéndose a un ceremonial prescrito puede ejecutar.
Consiste en el temor que surge en la conciencia en caso de omisión, en la
exclusión total de toda otra actividad (prohibición de la perturbación) y en la
concienzuda minuciosidad de la ejecución el hecho de que los detalles del
ceremonial religioso tienen un sentido y una significación simbólica la diferencia de
los del ceremonial neurótico, que parecen insensatos y absurdos.
Este texto desvanece por completo la apariencia de que los actos obsesivos son
insensatos y absurdos y nos revela el fundamento de tal apariencia. Se hallan al
servicio de importantes intereses de la personalidad y dan expresión y vivencias
cuyo efecto perdura en la misma y a pensamientos cargados de afectos. Y esto de
dos maneras distintas: como representaciones directas o como representaciones
simbólicas, debiendo, por tanto, ser interpretadas históricamente en el primer caso
y simbólicamente en el segundo.
Puede decirse que el sujeto que padece obsesiones y prohibiciones se conduce
como si se hallara bajo la soberanía de una conciencia de culpabilidad, de la cual
no sabe, desde luego, lo más mínimo.

SIGMUND FREUD
OBSESIONES Y FOBIAS 1894 [1895]:
Es preciso afirmar: 1º. Que no forman parte de la neurastenia propiamente dicha,
puesto que los enfermos atacados de estos síntomas son unas veces
neurasténicos y otras no. 2º. Que no es exacto hacerlos depender de la
degeneración mental, pues los hallamos en personas no más degeneradas que la
mayoría de los neuróticos, y, además, suelen corregirse, e incluso en algunas
ocasiones curarse.
Es necesario distinguir lo siguiente: a) Las obsesiones propias; y b) las fobias. Su
diferencia esencial es la siguiente:
En toda obsesión hay dos elementos:
1º. Una idea que se impone al enfermo.
2º. Un estado emotivo asociado.
Ahora bien: en las fobias, este estado emotivo es siempre la angustia, mientras
que en las obsesiones propias puede ser igualmente cualquier otro, tal como la
duda, el remordimiento o la cólera.
En muchas obsesiones verdaderas es evidente que el estado emotivo es lo
principal, puesto que persiste inalterado, variando, en cambio, la idea a él
asociada. El estado emotivo permanece en estos casos invariable, mutándose, en
cambio, la idea.
Un escrupuloso análisis psicológico de estos casos muestra que el estado emotivo
como tal está siempre justificado. La muchacha número 1, que siente
remordimientos, tiene suficientes motivos para ello; las mujeres de la observación
número 3, que dudaban de su resistencia contra las tentaciones, sabían muy bien
por qué, y la muchacha número 4, que detestaba a las criadas, tenía perfecta
razón para quejarse de ellas. El sello patológico de estos casos consiste, pues,
únicamente en los dos singulares caracteres siguientes: 1º. Que el estado emotivo
se ha eternizado. 2º. Que la idea asociada no es ya la idea justa, la idea original,
relacionada con la etiología de la obsesión, sino una idea sustitutiva de la misma.
Prueba de ello es que en los antecedentes del enfermo, y en la época inicial de la
obsesión, puede hallarse siempre la idea original, después sustituida. Tales ideas
sustituidas tienen caracteres comunes, correspondiendo a impresiones
verdaderamente penosas de la vida sexual del individuo, que éste se ha forzado
en olvidar, sin conseguir más que reemplazar la idea inconciliable por otra, poco
apropiada para asociarse al estado emotivo, el cual, por su parte, ha permanecido
sin alteración. A esta forzosa conexión del estado emotivo y la idea asociada es a
la que se debe el carácter absurdo de las obsesiones.
A estos grupos de obsesiones propias se añade el de las fobias. Éstas se
diferencian de las obsesiones -según antes hubimos de indicar- en que el estado
emotivo a ellas concomitante es siempre la angustia. Añadiremos ahora que las
obsesiones son múltiples y más especializadas, y, en cambio, las fobias, más bien
monótonas y típicas. También en las fobias podemos distinguir dos grupos,
caracterizados por el objeto de la angustia: primero, fobias comunes: miedo
exagerado a aquellas cosas que todo el mundo teme algo, tales como la noche, la
soledad, la muerte, las enfermedades, las serpientes, los peligros en general, etc.;
y segundo, fobias ocasionales: angustia emergente en circunstancias especiales
que no inspiran temor al hombre sano. Así, la agorafobia y las demás fobias de la
locomoción. Es interesante observar que estas últimas fobias no son obsesivas,
como las obsesiones propias y las fobias comunes. El estado emotivo no surge en
estos casos, sino en circunstancias especiales, que el enfermo evita
cuidadosamente.
El mecanismo de las fobias es totalmente diferente del de las obsesiones. No se
trata ya de una sustitución, ni resulta posible descubrir, por medio del análisis
psíquico, una idea inconciliable sustituida. Sólo se encuentra un estado emotivo de
angustia, que por una especie de elección ha hecho resaltar todas las ideas
susceptibles de llegar a ser objeto de una fobia. En los casos de agorafobia, etc.,
se encuentra con frecuencia el recuerdo de un ataque de angustia, y en realidad lo
que el enfermo teme es la emergencia de tal ataque en aquellas circunstancias
especiales en las que cree no podrá escapar a él.
La angustia de este estado emotivo existente en el fondo de las fobias no se
deriva de ningún recuerdo. Habremos, pues, de preguntarnos cuál puede ser el
origen de esta potente condición del sistema nervioso.
En respuesta a esta interrogación espero poder demostrar otra vez que está
justificado establecer una neurosis especial, la neurosis de angustia, de la cual es
el síntoma principal dicho estado emotivo.
La neurosis de angustia es también de origen sexual, pero no se enlaza a ideas
tomadas de la vida sexual, ni en realidad posee un mecanismo psíquico. Su
etiología específica es la acumulación de la tensión genésica, provocada por la
abstinencia o la irritación genésica frustrada (por el efecto del coito reservado, de
la impotencia relativa del marido, de las excitaciones sin satisfacción ulterior de los
novios, de la abstinencia forzada, etc.).
Para concluir, indicaremos que las fobias y las obsesiones propiamente dichas
pueden combinarse y se combinan, efectivamente, con gran frecuencia. Así,
podemos hallar que en los comienzos de la enfermedad existía una fobia,
desarrollada como síntoma de la neurosis de angustia. La idea que constituye la
fobia y a la cual se encuentra asociado el miedo puede ser sustituida por otra idea
o más bien por el procedimiento protector que parece aliviar al miedo.
PERSPECTIVA DESCRIPTIVA (PSIQUIATRÍA): (EXTRAÍDO DE POWER POINT)
 Anxiete (Ansiedad)
 Angoisse (angustia)
Se define la angustia como un trastorno físico caracterizado por una sensación de
constricción, mientras que la ansiedad correspondía a un trastorno psíquico que
contiene sentimientos de inseguridad.
LAS MANIFESTACIONES DE LA ANSIEDAD EN PSICOPATOLOGÍA:
En la mayoría de los textos contemporáneos sobre ansiedad, hacen referencia a
su relación con el miedo.
El miedo es una emoción o respuesta psicológica, comportamental o fisiológica,
respecto a un estímulo peligroso, se asocia a una defensa, que posibilitó en el
pasado sobrevivir, puesto que pone en movimiento mecanismos de huida,
paralización o lucha, evitar lastimaduras graves, agudeza perceptiva e
hipervigilancia. Se encuentra relacionado con una sensación de aprensión,
inquietud, nerviosismo e incertidumbre.
CONCEPTO Y CATEGORIZACIÓN DE LOS TRASTORNOS DE LA ANSIEDAD:
La ansiedad se ha asociado con el: miedo, la fobia, la angustia y el estrés. Por eso
es necesario aclarar sus diferencias
1° Diferencia entre ansiedad y angustia: La ansiedad es el predominio de
componentes psíquicos, mientras que la angustia es el predominio de
componentes físicos.

2° Diferencia entre ansiedad y miedo: el miedo consiste en una alarma primitiva en


respuesta a un peligro presente, caracterizado por elevada activación y alto afecto
negativo. En cambio, la ansiedad es una combinación difusa de emociones
orientada hacia el futuro.
3° Diferencia entre miedo y fobia: las fobias deben cumplir los siguientes requisitos
para poder ser conceptuadas como tales:
1. Existencia de miedo desproporcionado en relación con el carácter
amenazante de la situación. Es decir, el miedo es claramente superior al
que cabría esperarse dadas las demandas situacionales.
2. El miedo conduce necesariamente a la evitación de la situación temida.
3. No existe una posible explicación lógica del fenómeno. Esto denota el
carácter irracional de las fobias (la persona es consciente de esta
irracionalidad).
4. Sobrepasan el posible control voluntario.
5. Producen cierto grado de malestar o sufrimiento.
ANSIEDAD:
El estado de ansiedad como una reacción emocional que consiste en sentimientos
de tensión, aprensión, nerviosismo y preocupación, así como activación o
descarga del sistema nervioso autónomo.
La ansiedad puede ser entendida bien como una respuesta normal y necesaria, o
bien como una respuesta desadaptativa (ansiedad patológica). Algunos autores
han indicado que la ansiedad patológica es una manifestación más frecuente, más
intensa y más persistente que la ansiedad normal.
COMPONENTES DE LA ANSIEDAD:
 Subjetivo-cognitivo: es el componente de la ansiedad relacionado con la
propia experiencia interna. La persona con ansiedad experimenta
subjetivamente un estado emocional desagradable, cualitativamente
diferente de la ira y tristeza y semejante a la experiencia conocida
comúnmente como miedo.
 Fisiológico-somático (componente biológico): consisten en un incremento
de la actividad del sistema nervioso autónomo, que puede reflejarse tanto
en cambios externos como internos Estos pueden ser voluntarios o
involuntarios.
 Motor-conductual: Corresponde a los componentes observables de
conducta, como la expresión facial y movimientos o posturas corporales a
las respuestas instrumentales de escape (huida) y evitación.
SÍNDROMES CLÍNICOS DE LA ANSIEDAD:
TRASTORNOS DE PÁNICO
ATAQUE DE PÁNICO:
Hace referencia a la experiencia de aparición brusca, de intenso miedo
acompañado de síntomas fisiológicos
El DMS IV: lo define como un episodio de intenso miedo o molestia, durante el
cual aparecen bruscamente y alcanzan el pico en los 10 minutos al menos cuatro
de los siguientes síntomas:
● Palpitaciones, sacudidas del corazón, o ritmo cardíaco acelerado.
● Sudoración.
● Temblor o sacudidas musculares.
● Sensación de respiración dificultosa o ahogo.
● Sensación de atragantarse.
● Dolor o molestias en el pecho.
● Náuseas o malestar abdominal.
● Sensación de vértigo, inestabilidad, mareo o desmayo.
TIPOS DE ATAQUES DE PÁNICO:
• Ataque de pánico inesperado (no señalado, espontáneo):
— No asociado a un disparador situacional
— Ocurre espontáneamente.
• Ataque de pánico situacional:
— Asociado a un disparador situacional
— Suele ocurrir casi siempre y de forma inmediata tras la exposición a la señal, o
por anticipación de ésta.
• Ataque de pánico predispuesto situacionalmente:
— Suele estar asociado a disparadores situacionales, pero puede ocurrir sin
asociarse a la señal.
— Puede no ocurrir inmediatamente tras la exposición a la señal.
A TENER EN CUENTA A LA HORA DEL DIAGNÓSTICO:
El diagnóstico del trastorno de pánico, según el DSM IV requiere que existan
ataques de pánico inesperados recurrentes y que al menos un ataque haya estado
seguido, durante un período mínimo de un mes, de:
1) Quejas recurrentes de tener nuevos ataques;
2) Preocupación sobre las implicaciones del ataque o sus consecuencias (por
ejemplo, tener un ataque cardíaco).
3) Un cambio significativo en la conducta relacionada con los ataques.
DOS CATEGORÍAS: SIN agorafobia- Con agorafobia:
Algunos pacientes con ataques de pánico desarrollan esta agorafobia como miedo
anticipatorio a nuevos ataques de pánico inesperados, la mayoría asocian la
ansiedad anticipatoria a estímulos externos , es decir, a situaciones o lugares
donde el escape es difícil o embarazoso o donde resultaría imposible recibir
asistencia en caso que ocurriese un ataque de pánico inesperado o predispuesto
situacionalmente o bien, que ocurriesen síntomas tipos de ataque de pánico, por
ejemplo desmayarse, sensación de ahogo ; estos últimos pacientes determinan
desarrollando conductas de evitación.
Situaciones típicas de AGORAFOBIA:
1) El estar solo fuera de casa.
2) Estar en lugares concurridos en general, tales como: teatros, 1) restaurantes,
centros comunitarios e iglesia.
3) Estar en lugares cerrados (por ejemplos ascensores, túneles). Viajar 3) en
trasporte públicos (autobuses, trenes, aviones).
4) Conducir en autopistas.
Etc.. Cada una de estas situaciones provoca mayor ansiedad cuando el sujeto no
está acompañado.
El miedo a tales estímulos acompañado de evitación es lo que se denomina
agorafobia, es decir, miedo a los lugares públicos, no significa miedo a los lugares
abiertos, como comúnmente se cree.
El DSM IV – R define el Diagnóstico de la agorafobia a través de los tres criterios
siguientes:
1. Ansiedad asociada estar en lugares cerrados.
2. Estas situaciones se evitan o bien se requiere la presencia de un
compañero.
3. La ansiedad o evitación fóbica
TRASTORNO DE PÁNICO SIN AGORAFOBIA
El trastorno de pánico sin agorafobia no debe producir excesiva perturbación, en el
paciente suele asumirse que el trastorno de pánico con agorafobia en cambio es el
cuadro que produce mayor malestar, desajuste e incapacitación entre todos los
trastornos de ansiedad.
Los principales efectos son la incapacidad laboral y restricciones sociales otros
problemas psicológicos personales (depresión, obsesiones, alcoholismo, etc)
TRASTORNO FÓBICO
La característica Central los trastornos fóbicos es que el miedo y evitación estén
asociados a estímulos específicos (objetos, personas, sensaciones, actividades,
situaciones) .
Actualmente se consideran tres tipos de fobias:
1º Agorafobia sin historia de trastorno de pánico:
La agorafobia implica un conjunto de fobias, como salir solo de casa, las
multitudes, viajar o lugares cerrados con muchas personas. son situaciones
idénticas a las referidas para el trastorno de pánico con agorafobia, se trata de
situaciones de las que resulta difícil o embarazoso escapar o donde la ayuda
puede no ser factible.
2ºFobia específica:
Está delimitado por un objeto o situación. La respuesta de ansiedad de tales
estímulos suele ser inmediatos como los ataques de pánico. Para que esta fobia
sea relevante clínicamente debe interferir su actividad habitual o ser fuente de
elevado malestar o sufrimiento.
El DSM-IV-TR por su parte, separa cuatro tipos de fobias específicas
denominadas: 1) tipo animal 2) tipo ambiental 3) tipo sangre-inyección-daño 4)
tipo situacional 5) otros.
3º Fobia social (trastorno de ansiedad social):
El miedo está asociado por situaciones sociales en las que las personas es
expuesta a desconocido o a la evaluación. como sufrir una situación embarazosa,
esta situación induce respuestas de intensa ansiedad que pueden provocar ataque
de pánico.
Estas fobias suelen acompañarse de baja autoestima y tendencia a presentar
miedo a la crítica.
Se han diferenciado varias formas de fobia social: fobias sociales restringidas,
circunscritas a situaciones específicas (por ejemplo, comer en presencia de otros,
hablar en público, relacionarse con el sexo opuesto, escribir ante otras personas,
etc.)
Por otra parte hay fobias sociales más difusas o generalizadas, que pueden
implicar casi todas las situaciones sociales fuera del contexto familiar Es un
trastorno escasamente investigado, a comparación con otros trastornos de
ansiedad. Principales dimensiones:
La primera dimensión en denominada, incluye dos subgrupos. Ser observados por
otro y hablar en público.
La segunda, interacción social, incluye situaciones de interacción con
desconocidos fiestas.
La tercera, interacción asertiva, expresión de desacuerdo o de desagrado.
Finalmente, comer y beber en público.
También existen:
Trastorno de la ansiedad generalizada
Trastorno asociado a factores biológicos
Síndrome de la ansiedad en la infancia: el trastorno de ansiedad de separación
Aspectos epistemológicos de los trastornos de la ansiedad
COMPARACIONES DE LOS CUADROS PSICOPATOLÓGICOS ANTERIORES
DEL DSM-IV Y DSM-V:
Trastorno de pánico:
Se modifica los tipos de ataque de pánico por término de: los esperados y los
inesperados. Los ataques de pánico esperados son aquellos en que existe una
señal obvia o desencadenante y los ataques de pánico inesperados son aquellos
para los que no hay ninguna señal obvia o desencadenante en el momento en que
aparecen (p. ej., al relajarse o al dormir [ataque de pánico nocturno]).
En caso de la agorafobia en el DSM V: se considera por separado del Trastorno
de Pánico.
Trastornos de Ansiedad Social (Fobia socia)l:
El término “generalizada” se ha eliminado y sustituido por “situaciones de
ejecución” (ejemplo, hablar en público).
Agorafobia:
Miedo o ansiedad intensa acerca de dos (o más) de las cinco situaciones
siguientes:
1. Uso del transporte público
2. Estar en espacios abiertos
3. Estar en sitios cerrados
4. Hacer cola o estar en medio de una multitud.
5. Estar fuera de casa solo.
Fobia ESPECÍFICA:
Si se encuentra modificaciones con respecto al DSM IV, los criterios diagnósticos:

Modificación significativa en:*Agorafobia, Fobia específica y Trastorno de


Ansiedad Social (Fobia Social)*
Primero, se elimina el requisito de que los mayores de 18 años reconozcan que su
ansiedad es excesiva o irracional. En cambio se especifica que la ansiedad debe
ser desproporcionada para el peligro o amenaza real de la situación, teniendo en
cuenta los factores culturales. Segundo, el criterio de 6 meses de duración se
aplica ahora a todas las edades, para reducir el sobre diagnóstico de miedos
transitorios.
Síndrome de ansiedad en la infancia: el trastorno de ansiedad de separación.
En el DSM IV estaba incluido en la sección “Trastornos en la infancia y
adolescencia”, y en el DSM V pasa a los Trastornos de Ansiedad. Se elimina el
criterio de inicio antes de los 18 años, se han especificado de forma más
adecuada los síntomas del trastorno en los adultos (por ejemplo, las conductas de
evitación pueden ocurrir en el trabajo) y se incluye un criterio de duración de al
menos 6 meses, para diferenciarlo de miedos transitorios.
Comparaciones de los cuadros psicopatológicos del DSM-IV y el CIE-10
TRASTORNO DE ANSIEDAD FÓBICA:
Agorafobia:
En comparación al DSM-IV si hay modificaciones con respecto a la división de la
sintomatología, se puede ver y a la clasificación:
Se considera la Agorafobia con o sin trastorno de pánico.
Síntomas autónomos: Sudoración, temblores sequedad de boca, palpitaciones,
etc.
Síntomas en el pecho y abdomen: dificultad para respirar, nauseas, malestar
abdominal, etc.
Síntomas relacionados con el estado de mental: Sensación de mareo, objetos
irreal·
Fobias sociales:
A nivel general no se encuentran mayores modificaciones respecto al DSM-IV,
pero si podemos verla en el Criterio de Fobia Social:
A. Presencia de cualquiera de los siguientes:
l. Miedo marcado a ser el foco de atención
2. Evitación notable de ser el centro de atención
B. dos síntomas de ansiedad ante la situación temida, como se definen, tienen que
presentarse conjuntamente en una ocasión al menos desde el inicio del trastorno,
y uno de los síntomas siguiente: 1. Ruborización. 2. Miedo a vomitar. 3. Necesidad
imperiosa o temor a orinar o defecar.
C. Malestar emocional significativo ocasionado por los síntomas o la conducta de
evitación, que el paciente reconoce excesivos o irrazonables.
Fobias especificas:
No hay modificaciones relevantes respecto al DSM-IV.
OTROS TRASTORNOS DE ANSIEDAD:
Trastorno de pánico (ansiedad paroxística episódica)
Se presenta modificación en:
 Los tipos de pánico: moderado (por lo menos cuatro ataques de pánico en
un período de cuatro semanas) grave (al menos cuatro ataques de pánico
por semana, en un período de unas cuatro semanas).
 Agorafobia con trastorno de pánico.

Trastorno de ansiedad generalizada:


No se presenta modificación relevante respecto al DSM-IV

TRASTORNO SOMATOFORMES:
Hoy denominados desordenes somatoformes provienen de un conjunto de
trastornos derivados del concepto de neurosis histérica..se caracterizan por la
presencia de síntomas físicos, tales como dolor, ceguera, parálisis, en los que no
es posible identificar una patología o disfunción orgánica aparente, aunque es
evidente su vinculación con factores psicológicos.
CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS SOMATOFORMES SEGÚN EL DSM-
IV:
TRASTORNO DE SOMATIZACIÓN: Es la presencia de un patrón de síntomas
somáticos múltiple. Se considera que estos síntomas dan lugar a la búsqueda de
atención médica y ocasionan una incapacitación importante en diversos ámbitos
de la vida de la persona.

TRASTORNO SOMATOFORME INDIFERENCIADO: Se considera como una


categoría en la que se incluyen aquellos cuadros clínicos que no reúnen los
criterios completos para el trastorno de somatización.
HIPOCONDRÍA: La sintomatología esencial radica en la preocupación, el miedo o
la creencia de tener una enfermedad grave a partir de la interpretación personal de
los signos o sensaciones físicas que se consideran pruebas de enfermedad
somática. La identificación de un error en el pensamiento es un aspecto clave en
el diagnóstico de la hipocondría.
TRASTORNO DE CONVERSIÓN: incluye los síntomas de conversión, tanto
aquellos de daño neurológico (parálisis, afonía, ceguera, convulsiones, etc.), como
los que afectan al sistema vegetativo (vómitos, desmayo) y al endocrino
(pseudociesis, es decir, embarazo fantasma). Cloninger ha recomendado que se
restrinja la etiqueta de trastorno de conversión solamente para los síntomas
neurológicos ya que estos son los únicos que se adjuntan a dicho trastorno.
TRASTORNO DISMÓRFICO CORPORAL: La característica esencial de este
trastorno es la preocupación excesiva por alguna anomalía física leve o
inexistente.Los criterios para el diagnóstico de este trastorno son los siguientes:
• Preocupación por algún defecto imaginado en la apariencia física. Si existe
una leve anomalía física, la preocupación de la persona es marcadamente
excesiva.
• La preocupación origina malestar o deterioro clínicamente significativo a nivel
social, laboral, u otras áreas importantes de funcionamiento del individuo.
La preocupación no se explica mejor por otro trastorno mental.
TRASTORNO DE DOLOR (O DOLOR SOMATOFORME): La sintomatología
esencial que caracteriza a este trastorno es la presencia de dolor en una o más
partes del cuerpo que constituye el aspecto central de la sintomatología clínica y
que alcanza un nivel de gravedad suficiente como para justificar la atención
clínica.
TRASTORNO SOMATOFORME NO ESPECIFICADO: Aquí se incluyen aquellos
trastornos con síntomas somatoformes que no reúnen los criterios de ninguno de
los trastornos somatoformes específicos.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL:
Se pone en juego el hecho de diferenciarse aquellas quejas físicas que pueden
pertenecer a otros trastornos de los trastornos somatoformes, es decir, cuadros
clínicos que pueden confundirse con un trastorno somatoforme y a los que el
clínico debe prestar especial atención para evitar posibles errores diagnósticos:
Los factores psicológicos que afectan al estado físico :existen factores
psicológicos que afectan negativamente a una determinada condición médica
general diagnosticada. En cambio, en los trastornos somatoformes está o no está
presente o es insuficiente para dar cuenta de los síntomas físicos.
La presencia de enfermedad física Especial cautela hay que tener con las
enfermedades con base orgánica que manifiestan síntomas somáticos vagos y
múltiples que al inicio de su evolución pueden ser diagnosticados como síntomas
somatoformes.
En los trastornos facticios el único propósito de la persona es el de asumir el rol de
enfermo y someterse a las exploraciones y tratamientos
La aparición de cambios físicos es bastante habitual en los trastornos del estado
de ánimo (depresión), puede presentarse la pérdida del sueño, la fatiga, la pérdida
de apetito, la disminución de la actividad y deseos sexuales y molestias corporales
a diferencia del trastorno por somatización, los síntomas físicos en los trastornos
depresivos se limitan a los episodios de estado de ánimo deprimido.
Los trastornos de ansiedad. Los pacientes ansiosos en ocasiones vigilan en
exceso pequeñas disfunciones corporales, temen poder sufrir alguna enfermedad
grave y tienen síntomas somáticos procedentes de la hiperventilación y del arousal
autónomo.
Los trastornos psicóticos se van a diferenciar de la hipocondría en que en ésta la
creencia del individuo no llega a tener una magnitud delirante, puesto que el sujeto
puede reconocer la posibilidad de que realmente no sufre la enfermedad que teme
o cree tener
Las disfunciones sexuales suelen presentar áreas de solapamiento diagnóstico
con los trastornos somatoformes. En el DSM-IV los síntomas de conversión que
afectan al funcionamiento sexual no se consideran como trastorno de conversión,
sino como disfunción sexual.
Trastorno de síntomas somáticos y trastornos relacionados (cambios del DSM-IV y
el DSM V)
Desaparece la hipocondría y aparece el trastorno de ansiedad hacia la
enfermedad que la engloba.
• El trastorno somatomorfo no especificado del DSM- IV encaja con el nuevo
denominado otros síntomas somáticos específicos y trastornos relacionados.
• Los trastornos facticios antes ubicados fuera de los trastornos somatomorfos,
son incluidos aquí en el DSM-V, diferenciando si el fingimiento se hace sobre uno
mismo o sobre otro, e incluyendo así el anterior trastorno facticio no especificado.
• Desaparición del trastorno dismórfico corporal y el trastorno por dolor, que como
se ha comentado, se menciona en la categoría principal de trastorno de síntomas
somáticos.
• el DSM- V propone una categoría de síntomas somáticos no específicos y
trastornos relacionados, donde se busca cabida a los trastornos que no caben en
otro lugar.
• Modificación del trastorno de conversión al trastorno de conversión (trastorno
neurológico funcional sintomático): Para el DSM-IV los factores psicológicos son
determinantes puesto que están asociados a la ocurrencia de los síntomas,
precediendo a su ocurrencia o exacerbación. El nuevo trastorno de conversión no
considera que los factores psicólogos deben estar asociados al síntoma, sino que
pueden estarlo o no.
NEUROSIS. RECORRIDO FREUDIANO: (EXTRAÍDO DE GENIALLY)
LAS NEUROPSICOSIS DE DEFENSA (1894):
Plantea que el factor característico de la histeria no era la disociación de
conciencia (Janet, Breuer) sino la conversión. Mecanismo por el cual el estímulo
se transforma en excitaciones somáticas.
Aparecen “momentos traumáticos auxiliares” que empujan a la conversión como
defensa.
La vida sexual causa la representación penosa; el paciente intenta
voluntariamente rechazarla. El yo debe debilitar al hecho traumático separando la
representación del afecto.
ESTUDIOS SOBRE LA HISTERIA (1895):
“Cualquier afecto que provoque los afectos penosos del miedo, la angustia, la
vergüenza o el dolor psíquico puede actuar como trauma. De la sensibilidad del
sujeto (y de otra condición que nombra más adelante) depende de que el suceso
adquiera o no importancia traumática”.
“El histérico padecía de reminiscencias” (accedía a ellas en estado de hipnosis y
desaparecía el síntoma al evocar el recuerdo traumático que lo produjo).
“El trauma es aquel que no ha logrado la descarga por reacción del afecto”
APARTADO G: DESCARTA LA HIPNOSIS Y LA REEMPLAZA POR EL MÉTODO
CATÁRTICO.
AFIRMA QUE LA ETIOLOGÍA DE LAS NEUROSIS SON LOS FACTORES
SEXUALES.
LA HERENCIA Y LA ETIOLOGÍA DE LAS NEUROSIS (1896):
DESCARTA LA HERENCIA COMO EL ÚNICO FACTOR ETIOLÓGICO DE LAS
NEUROSIS (EN OPOSICIÓN A CHARCOT).
“La etiología específica de la histeria está constituida por una experiencia de
pasividad sexual anterior a la pubertad. En 13 casos de histeria analizados, en la
mayoría era entre 4 y 5 años”.
LA HUELLA PSÍQUICA PERDURA Y SE REEDITA EN LA PUBERTAD.
DIFERENCIA HISTERIA DE NEUROSIS OBSESIVA (EN RELACIÓN AL
HECHO).
NUEVAS OBSERVACIONES DE LAS PSICONEUROSIS DE DEFENSA:
EXPLICA LA NEUROSIS OBSESIVA.
INCLUYE A LA PARANOIA COMO UNA PSICONEUROSIS DE DEFENSA
(ANALIZA UN CASO).
LAS COMPARA Y DIFERENCIA.
LA ETIOLOGÍA DE LA HISTERIA:
PLANTEA UNA RELACIÓN DIRECTA ENTRE LAS ESCENAS TRAUMÁTICAS
COMO INFLUENCIAS QUE GENERAN LOS SÍNTOMAS HISTÉRICOS EN
TODAS SUS FORMAS.
PARA LA FORMACIÓN DE UN SÍNTOMA CONVERSIVO NO BASTA CON UN
RECUERDO DE LA INFANCIA, SE REQUIERE UNA SEGUNDA ESCENA
TRAUMÁTICA QUE RESIGNIFIQUE LA PRIMERA.
ASOCIACIONES COMO ESTRUCTURA ARBÓREA Y NO COMO PERLAS DE
COLLAR.
MENCIONA LA HUELLA MNÉMICA.
HABLA DE ETIOLOGÍA ESPECÍFICA Y AUXILIAR. HAY QUE TENER EN
CUENTA FACTORES: LA CONSTITUCIÓN HEREDITARIA Y PERSONAL, LA
IMPORTANCIA INTERNA DE LOS SUCESOS SEXUALES INFANTILES Y, POR
SOBRE TODO, SU ACUMULACIÓN.
LOS SÍNTOMAS HISTÉRICOS SON DERIVADOS DE RECUERDOS
INCONSCIENTES ACTIVOS.
CARTA 69 A FLIESS (1897):
"NO CREO MÁS EN MIS NEURÓTICAS".
TODOS LOS PADRES NO PUEDEN SER PERVERSOS.
DUDA DE LA TEORÍA DEL TRAUMA COMO LA QUE ORIGINA LA NEUROSIS.
LA SEXUALIDAD EN LA ETIOLOGÍA DE LA NEUROSIS (1898):
DIFERENCIA NEURASTENIA DE PSICONEUROSIS.
DESARROLLA EL MÉTODO CATÁRTICO.
SE DIRIGE A LOS MÉDICOS RESALTANDO EL TRATO HACIA ESTOS
PACIENTES.
MIS OPINIONES ACERCA DEL ROL DE LA SEXUALIDAD EN LA ETIOLOGÍA
DE LAS NEUROSIS (1905):
INTRODUCE EL TÉRMINO FANTASÍAS MNÉMICAS DE LOS ENFERMOS:
RECUERDOS IMAGINARIOS, FANTASEADOS POR LO GENERAL EN LA
PUBERTAD, CON BASE Y MATERIALES DE RECUERDOS INFANTILES. SE
CONVIERTEN EN SÍNTOMAS.
REEMPLAZA EL TÉRMINO DEFENSA POR EL DE REPRESIÓN. LO
IMPORTANTE NO ES LA EXCITACIÓN EXPERIMENTADA EN LA INFANCIA
SINO SU REACCIÓN A ELLAS (REPRESIÓN) O NO.

LECCIONES INTRODUCTORIAS AL PSICOANÁLISIS PARTE III: TEORÍA


GENERAL DE LAS NEUROSIS (1915-1917):
PLANTEA EL CONCEPTO DE SERIES COMPLEMENTARIAS: DISPOSICIÓN
HEREDITARIA, DISPOSICIÓN ADQUIRIDA EN LOS PRIMEROS 5 AÑOS DE
VIDA Y FACTOR DESENCADENANTE.
PONE EL ACENTO EN EL CONCEPTO DE REALIDAD PSÍQUICA COMO LA
QUE TIENE UN FACTOR PREDOMINANTE EN LAS NEUROSIS.
LECCIÓN XVII: EL SENTIDO DE LOS SÍNTOMAS.
“Los síntomas neuróticos posee (como los actos fallidos y los sueños) un sentido
propio y una íntima relación con la vida de las personas en las que surgen”.
HABLA DE LOS ACTOS OBSESIVOS.
LECCIÓN XVIII: LA FIJACIÓN AL TRAUMA, LO INCONSCIENTE.
EL SENTIDO DE LOS SÍNTOMAS ES INCONSCIENTE. EL SÍNTOMA SE
FORMA COMO UNA SUSTITUCIÓN DE ALGO QUE NO HA CONSEGUIDO
MANIFESTARSE AL EXTERIOR.
LECCIÓN XIX: RESISTENCIA Y REPRESIÓN
EXPLICA LA RESISTENCIA CON LA RESPUESTA DEL PACIENTE FRENTE A
LA ASOCIACIÓN LIBRE: “no se me ocurre nada”.
EXPLICA EL CONCEPTO DE REPRESIÓN, LOS SISTEMAS PSÍQUICOS
(ICc/PCc y Cc), Y LA NEUROSIS DE TRASFERENCIA.
LECCIÓN XXIII: VÍAS DE FORMACIÓN DE SÍNTOMAS
“Todos somos neuróticos puesto llevamos en nosotros las condiciones de la
formación de síntomas”.
LOS SÍNTOMA NEURÓTICOS SON EFECTO DE UN CONFLICTO SURGIDO EN
TORNO DE UN NUEVO MODO D SATISFACCIÓN DE LA LIBIDO. ÉSTA BUSCA
SU SATISFACCIÓN Y SE SEPARA DEL YO, SE APOYA EN FIJACIONES QUE
FUE DEJANDO EN SU DESARROLLO Y DE LAS CUALES EL YO SE
PROTEGIÓ A TRAVÉS DE LA REPRESIÓN.
PSICOSIS Y NEUROSIS (1923-1924):
EXPLICA LA NEUROSIS EN TÉRMINOS DE CONFLICTOS ENTRE EL YO Y
ELLO Y LA DIFERENCIA DE LA PSICOSIS DONDE EXISTE UN CONFLICTO
ENTRE EL YO Y EL MUNDO EXTERIOR.

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