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TEÓRICOS
1. Explique los tres referentes clínicos que llevan a Freud a formular el tercer modelo
pulsional en el texto “Más allá del principio de placer”.
En el año 1920, con la publicación de Mas allá del principio de placer, Freud genera una ruptura
conceptual, un momento bisagra en su teoría. Hasta este momento, el aparato psíquico estaba
gobernado por el Principio de Placer-Displacer, que postula que ante una tensión displacentera,
el aparato psíquico busca su disminución por medio de producciones placenteras.
Sin embargo, a partir de este vuelco teórico, y desde su trabajo en clínica, Freud entiende que
no toda la regulación del aparato está inclinada a la búsqueda de satisfacción; hay una
satisfacción en el dolor, en producir y producirse dolor. En palabras de Freud: “Los individuos
no están gobernados por el bien, sino que están gobernados por el mal”. Hay “algo” que está
más allá del principio del placer.
Esta nueva concepción teórica es fundamentada con 3 referentes: 2 clínicos y 1 juego infantil.
1 - Sueños traumáticos de guerra (Neurosis de guerra)
2 - Compulsión de repetición en transferencia (Agieren)
3 – Juego infantil FORT-DA
1 – En el caso de los pacientes de la postguerra, se vuelve recurrente sus relatos, la descripción
de un sueño terrorífico que se repite. El paciente sueña una y otra vez con un episodio
traumático vivido durante la guerra: la explosión de una bomba, ser herido por una bala o el
momento de la mutilación de alguna parte del cuerpo. En estos sueños no se percibía el
mecanismo de cumplimiento de deseo como parte de la formación del inconciente (proceso
primario), sino que el paciente soñaba la acción misma de batalla en donde había sufrido el
trauma, la acción que le produjo dolor, angustia y casi la muerte.
2 – Freud toma como referente la compulsión a la repetición en acto (agieren) de situaciones
penosas de la vida en transferencia. Dice Freud: “los neuróticos repiten en transferencia
ocasiones indeseadas y situaciones afectivas dolorosas, reanimándolas con gran habilidad...”
“...se repiten a pesar de todo; una compulsión esfuerza a ello...”
3 – En el juego infantil, Freud observa a su nieto jugar al FORT-DA, en consiste en lanzar (Fort =
se fue) un carretel atado a una cuerda, para luego, tirando del hilo, recuperar (Da = volvió) el
carretel. El niño jugaba este juego mayormente cuando su madre “se iba”, “salía”, “se
ausentaba” y dejaba al niño al cuidado de alguien más. En el juego, el niño construye una
alternancia simbólica, como un modo de superar la ausencia de la madre (Fort=se fue mamá /
Da=ya va a volver). Sin embargo, Freud observa que el niño repite una y otra vez la parte del
Fort, la parte del “se fue”, lo que equivale a jugar solo a la parte que representa lo doloroso y
angustiante; juega solo a “mamá se fue”
¿Por qué se repite una y otra vez el sueño terrorífico?, ¿Por qué los pacientes insisten en repetir
afectos penosos en la figura del terapeuta? ¿Por qué el niño insiste en jugar solo la parte
dolorosa del juego, Fort? A partir de estos conceptos, Freud reformula el dualismo pulsional,
introduciendo la Pulsión de Muerte, como “eso” que está más allá del principio del placer, y
que es más originario aun que la vivencia de satisfacción. En la búsqueda del equilibrio del
aparato psíquico, la Pulsión de muerte intenta volver al estado anterior a la vida, al estado
originario, que es el de mayor equilibrio.
2. Desarrolle la segunda tópica que Freud introduce en “El yo y el ello”. Caracterice cada una
de las instancias psíquicas.
3. En “Pegan a un niño” Freud sostiene que la segunda fase es “la más importante y grávida
en consecuencias”. A partir de esta afirmación desarrolle las tres fases de esta fantasía.
Las fantasías van al lugar del trauma como acontecimiento real. La frase que sostiene Freud
acerca de la 2da fase como “la más importante (…)” se debe a que esta 2da fase es una
construcción del análisis no ha tenido nunca existencia real, ni es recordada, ni ha tenido
acceso a la conciencia. Esta fase es el fantasma masoquista fundamental de los neuróticos,
funciona como un velo ante lo real. De la fantasía hay un plus que sacan los sujetos, es una
satisfacción pulsional masoquista. La fantasía como fantasma transforma el “más allá…” en
ganancia de placer, ser golpeado se transforma en la fantasía en un “hacerse hacer”: placer en
el displacer.
Por lo general la 1ra fase se infiere y la 3ra es la que habitualmente los pacientes hablan en
análisis, aunque ambas pueden ser conscientemente recordadas. En la fantasía de pegan a un
niño Freud destaca que nunca es el propio sujeto el que es maltratado (conscientemente), sino
otro niño (por lo general un hermano o hermana) y el autor de los maltratos es un adulto: el
padre.
Los elementos que varían en el desarrollo prehistórico de la fantasía son: sujeto, objeto,
contenido y significación.
La inhibición tiene un nexo particular con la función yoica, sin embargo, no designa algo
patológico. Vale decir, que las inhibiciones son limitaciones funcionales al YO. Ciertas
actividades van a tener dificultades para desarrollarse de forma satisfactoria. Entre las
funciones orgánicas más comunes de ver inhibidas se encuentran la sexualidad, la alimentación,
la motilidad y el trabajo. Podemos decir que la inhibición se contrapone a la satisfacción del
síntoma, quedando del lado de la prevención, de evitar un conflicto con el ELLO que llevaría a la
represión. Dicho de otra manera, el YO inhibe funciones orgánicas, para evitar un conflicto con
el ELLO que daría lugar a la represión, y su resultante en angustia. La inhibición busca evitar
angustia. (Ejemplo HANS – Juanito – Fobia los caballos. Para evitar encontrarse con caballos, no
sale a la calle = inhibición motora del YO)
Dice Freud “la función yoica de un órgano se deteriora cuando aumenta su erogeneidad, su
significación sexual” Si el Yo no inhibiese la función de órgano, cierta parte de este se verían
atravesados por la significación simbólica de una acción sexual “prohibida”, y por consiguiente
tendría que emprender una nueva represión, para evitar vérselas con el ELLO.
Otras inhibiciones se encuentran al servicio del autocastigo. Esta renuncia tiene la finalidad de
no entrar en conflicto con el SUPERYO. Sin embargo, en este caso, la renuncia en sí, procura la
satisfacción pulsional del SUPERYO.
El síntoma por su lado es el indicio de un proceso patológico, es el sustituto de la
satisfacción pulsional interceptado, indicando un mecanismo psíquico, en tanto tal, se entiende
al síntoma como un cuerpo extraño para el YO. El síntoma ya no puede describirse como un
proceso que suceda dentro del YO o que le suceda al YO.
Freud en su texto sobre la sexualidad femenina (1931) desarrolla sobre como se da el complejo
de castración en la niña, diferente al niño el cual a partir del complejo de castración saldrá del
complejo de edipo. En el niño ocurre mediante la amenaza de castración el generará un menos
precio por la madre la cual considera castrada, saliendo así del complejo de edipo, huyendo de
esa amenaza para conservar su miembro. En la niña nos dice Freud que es diferente. La niña
reconoce el hecho de su castración y con esto la superioridad del hombre y su propia
inferioridad, pero se revela a si misma contra este desagradable estado de las cosas y de esto se
disparan 3 caminos en el desarrollo. El primer camino lleva al universal extrañamiento respecto
de la sexualidad, en este la niña se ve invadida por el hecho de la comparación con el varón y se
entorna insatisfecha con su clitoris, renuncia a su actividad falica y con esto a su actividad
sexual general. El segundo camino, la masculinidad amenazada, la niña conserva hasta una
edad insospechada la esperanza de que, a pesar de todo, llegara a tener un pene en algún
momento, convirtiendo esto en su finalidad cardinal de su vida, al punto que la fantasia de ser
realmente un hombre domina largos periodos de su existencia. Este complejo de masculinidad
puede a su ves desembocar en una elección de objeto manifestando una homosexualidad. El
tercer camino, el más complejo, conduce en definitiva a la actitud femenina “normal”, en la
cual la niña tomara al padre como objeto, alcanzando así la forma femenina del complejo de
edipo, el cual distinto del niño que resuelve saliendo de el luego del complejo de castración, la
niña entrara en el para ser resuelto más tarde con la aparición de un sustituto del padre, cómo
una pareja o en un hijo.
En el texto “Inhibición, síntoma y angustia” del año 1926 sostiene que el motor de la represión
es la angustia de castración. Es decir que la tercer teoria es inversa de la segunda: primero se
genera angustia en el yo y como consecuencia se produce la represión.
La inhibición y la formación de síntoma, son concebidas como respuestas a la angustia, definida
a su vez como “el fenómeno fundamental y el principal problema de la neurosis”
La inhibición expresa una limitación funcional del yo. Ciertas actividades, como la sexualidad,
por ejemplo, van a tener dificultades para desarrollarse satisfactoriamente. La limitación se da
porque el ejercicio de esas funciones provocaría la angustia.
El síntoma es el indicio y sustituto de una satisfacción pulsional interceptada, ya no puede
describirse como un proceso que suceda dentro del yo o que le suceda al yo.
La angustia es un estado displacentero particular con acciones de descarga que siguen
determinadas vías. Se generó como reacción frente a un estado de peligro; en lo sucesivo se la
reproducirá regularmente cuando un estado semejante vuelva a presentarse.
La angustia es reacción frente al peligro. De aquí se desprenden dos concepciones de angustia,
una como reacción directa y automática frente a un trauma (angustia traumática) y otra como
señal de peligro que anuncia la inminencia de un trauma (angustia como señal).
El factor determinante de la angustia automática es una situación traumática, una vivencia de
desvalimiento del yo frente a una acumulación de excitación, sea de origen interno o externo,
que aquel no puede tramitar. La angustia señal es la respuesta del yo ante una amenaza de una
situación traumática, que constituye una situación de peligro. Los peligros internos tienen la
particularidad de implicar la separación o pérdida del objeto amado la pérdida de su amor esta
separación puede conducir a una acumulación de deseos insatisfechos y por ende a una
situación de desvalimiento. El yo da la señal de emprender una defensa frente a ese peligro. La
angustia es en pequeña cantidad para inhibir el avance de este. En ambos aspectos como
fenómeno automático y como señal la angustia demuestra ser producto del desvalimiento
psíquico
9. Caracterice los tres problemas para la finalización de la cura que Freud encuentra en
“Análisis terminable e interminable”.
10. Desarrolle cómo fundamenta Freud que los mecanismos de defensa se constituyen en
resistencias contra el análisis, tal como lo refiere en “Análisis terminable e interminable”.
En el análisis, son los mecanismos de defensa los que actúan como obstáculos en la cura
porque son un modo de satisfacción del sujeto. El paciente se niega a abonarlos, se satisface al
defenderse.
Los mecanismos de defensa son herramientas de protección del yo y del aparato psíquico, son
operaciones psíquicas que se instrumentan para evitar angustia en el yo. El yo es capaz de
hacer cualquier cosa por evitar angustia. Cuando estas herramientas comienzan a ser utilizadas
precozmente, en las primeras épocas de la vida en el yo del niño, se instalan y el yo, aun en
ausencia de peligro, las instrumenta. Esto acaba por moldear al yo. Se asimilan como rasgos de
carácter (cuando no hacen síntoma).
Si el yo fue muy dañado en los primeros tiempos, se debió hacer uso y abuso de los
mecanismos de defensa. Se instrumentaron de tal manera que se hace en demasía y esto va
alterando al yo.
El yo se acostumbra a dominar el peligro interior antes de que haya devenido peligro exterior.
Los procedimientos de los que se vale para esta lucha son los mecanismos de defensa.
Mecanismos de defensa: represión (mecanismo por excelencia), negación, proyección,
conversión, desplazamiento, evitación, formación reactiva, aislamiento, síntoma en dos
tiempos (anulación retroactiva), escisión del yo, etc.
Ante una señal de angustia se activan los mecanismos de defensa. Los mecanismos de defensa
requieren de un gran gasto dinámico para solventarlos y conllevan a limitaciones en el yo. Cada
persona dispone de un número restringido de mecanismos de defensa y con esos se defiende
de lo que sea. Estos se fijan en el interior del yo. Hay algo de “heredado” en el uso y abuso de
los mecanismos de defensa. En conclusión, los mecanismos de defensa frente a antiguos
peligros retornan en la cura como resistencias al restablecimiento. Es decir, que la curación
misma es tratada por el yo como un peligro nuevo. Y mientras el yo del analizado se aferre a
defender lo anterior, sin resignar las resistencias, todas las interpretaciones y construcciones
realizadas serán para el analista no para el analizado.
Los mecanismos de defensa son resistencias no solo contra hacer consciente los contenidos,
sino también contra el análisis en general, y por ende, contra la curación.
SEMINARIOS
Ver pregunta siguiente para concluir relación entre construcción y complejo paterno
5. A partir del historial del Hombre de las Ratas, desarrolle la operación de construcción que
Freud produce y sus consecuencias en la cura.
La prohibición del incesto ha sido construida socioculturalmente. F plantea esto debido a que
en sus estudios de la sexualidad infantil observa que los niños durante el complejo de Edipo
tienen un objeto de amor incestuoso.
Con el mito de la horda primitiva Freud explica la prohibición del incesto y el parricidio. Se basa
en la teoría de la evolución de Darwin, cuando entre los seres humanos no había ningún tipo de
ley. La horda primitiva tenia lazos sanguíneos y entre ellos el líder del grupo se posiciona por
sus cualidades físicas por encima del resto ejerciendo así el dominio de la horda. Ese “macho”
se reserva a todas las hembras con la que mantiene el comercio sexual y no permite que sus
hermanos puedan tener a alguna mujer de la horda.
Es de esta conciencia de culpa por el asesinato del padre por parte de los hijos varones nacieron
las dos prohibiciones totémicas (tabúes):
a) No matarás al animal totémico: no repetirás el asesinato del padre, porque si otro macho
ocupa el lugar del padre entonces hay que matarlo por ser el macho dominante.
b) Prohibición del incesto: no gozarás de las mujeres del clan (ya que era lo que el padre
originalmente prohibía), las mismas se reparten y existe una que es prohibida (exogamia)
Esta es la inscripción de una cultura incipiente, un grado más en la organización social y que se
establece como paralelismo en el complejo de Edipo que dejara inscripto en el aparato
psíquicos dos deseos reprimidos (incesto y parricidio).
7. Según el texto “Duelo y melancolía”, en qué consiste el trabajo de duelo. Diferencie duelo
normal y duelo patológico.
Freud en su texto duelo y melancolía (tomo 14. 1914-1916) nos habla de las distintas maneras
que tiene el sujeto de tramitar una pérdida. En palabras de él, el duelo es por regla general, la
reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una abstracción como la patria, la
libertad, un ideal, etc. Este no es patológico, no necesita medicación, solamente
acompañamiento y tiempo. Se necesita tiempo para reelaborar que ese objeto amado no existe
más y de él emana ahora la exhortación de quitar toda libido de sus enlaces con el objeto.
Freud menciona que universalmente el hombre no abandona de buen grado una posición
libidinal aun cuando un sustituto se asoma. Es acá donde él yo trabaja pieza por pieza para
ejecutar una operación de compromiso y así quedar libre y desinhibido de nuevo. Ahora bien,
en el duelo normal el retiro de la libido se desplaza con el tiempo a otro objeto, esto dura un
tiempo determinado. Si este tiempo se extiende más de lo debido pasa a ser un duelo
patológico en donde la libido que se ha desprendido del objeto perdido se disemina en el
conjunto del yo, y se mezcla bajo la forma de una identificación fundida con la imagen del
objeto perdido. Cuando el duelo llega a una cierta intensidad, puede producir extrañamiento de
la realidad y una retención del objeto por vía alucinatoria, a esto Freud lo diferenció como
duelo patológico.
9. Caracterice la escisión del yo según el texto “La escisión del yo en el proceso defensivo”.
Freud en su texto de 1938 “La escisión del yo” ( tomo 23) habla de los tiempos de la
constitución subjetiva en el modo en que se enfrenta el trauma psíquico en la neurosis y la
perversión. Nos dice que el yo del niño se encuentra al servicio de una poderosa exigencia
pulsional, una excitación que busca ser satisfecha, mediante la masturbación. Cuando recibe la
prohibición de continuar con esa satisfacción, de pronto se siente aterrorizado, existe una
amenaza sobre la integridad de su pene, y eso es algo difícil de soportar. Se establece, por lo
tanto, un conflicto entre la exigencia de la pulsión que busca satisfacción y la renuncia exigida.
Entonces o bien reconoce el peligro y asume la angustia ante él como un síntoma por el cual
sufre y luego busca defenderse de él, quedan así del lado de la estructura neurótica o bien
rechaza la realidad objetiva que coloca la prohibición y no se deja prohibir, formando de este
modo una estructura perversa. Cualquiera de las opciones es una solución de la dificultad a
expensas de una desgarradura del yo que nunca se va a reparar.
10. Desarrolle las consideraciones de Freud sobre lo que llama la “la roca de base”: el límite
fálico y la desautorización de lo femenino como problemática de la finalización de los análisis.
Hay 2 temas que se destacan en el análisis terapéutico y dan guerra al analista en medida
desacostumbrada. Ambos están ligados a la diferencia de los sexos, uno es tan característico del
hombre como lo es el otro de la mujer. A pesar de la diversidad de su contenido, ambos son
correspondientes manifiestos. Esos 2 temas en recíproca correspondencia son, para la mujer la
envidia del pene y para el hombre la revuelta contra su actitud pasiva o femenina hacia otro
hombre. Esa es la conducta de ambos frente al complejo de castración. La roca base es la
resistencia que está en la base y tiene que ver justamente con la diferencia de los sexos. Si bien
la castración está en ambos, se presenta de diferente manera. En la trasferencia se presenta
como obstáculos. En la mujer la envidia del pene en la transferencia aparece como renegación,
esto se manifiesta en modo de reclamo porque se busca en el otro, y en la trasferencia se
presenta como reclamo de amor al analista.
En el varón, la aspiración de masculinidad aparece desde el comienzo mismo y es por entero
acorde al yo. La actitud pasiva, puesto que presupone la castración, es enérgicamente
reprimida, y muchas veces sólo unas sobrecompensaciones excesivas señalan su presencia. En
el caso de la mujer, el querer alcanzar la masculinidad es acorde con el yo en cierta época (fase
fálica) antes del desarrollo hacia la feminidad. Pero luego sucumbe a aquel sustantivo proceso
de represión, de cuyo desenlace dependen los destinos de la feminidad. Lo que en ambos casos
cae bajo la represión es lo propio del sexo contrario. En ningún momento del trabajo analítico
se padece más bajo el sentimiento opresivo de un empeño que se repite infructuosamente,
bajo la sospecha de predicar en el vacío, que cuando se requiere mover a las mujeres a resignar
su deseo del pene por irrealizable, y cuando se pretende convencer a los hombres de que una
actitud pasiva frente al varón no siempre tiene que ver con la castración y es indispensable en
muchos vínculos de la vida. De la sobrecompensación desafiante del varón deriva una de las
más fuertes resistencias transferenciales. El hombre no quiere someterse a un sustituto del
padre, no quiere estar obligado a agradecerle y por eso no quiere aceptar del médico la
curación. No puede establecerse una transferencia análoga desde el deseo del pene de la
mujer, en cambio, de esa fuente provienen estallidos de depresión grave, por la certeza interior
de que la cura analítica no servirá para nada y de que no es posible obtener remedio.
Lo decisivo es que la resistencia no permite que se produzca cambio alguno, que todo
permanece como es. A menudo se tiene la impresión de haber atravesado todos los estratos
psicológicos y llegado, con el deseo del pene y la protesta masculina, a la roca base y, de este
modo, al término de su actividad. Y así tiene que ser, pues para lo psíquico lo biológico
desempeña realmente el papel del basamento rocoso subyacente, es decir, es un hecho
biológico con consecuencias psíquicas. Encontrarse con la roca base es el no querer saber, es la
manera en que el neurótico no quiere enfrentar la diferencia de los sexos. El punto es que el
sujeto cambie la manera de ver la situación y no que domine el complejo de castración mismo.
PRÁCTICOS
1. Explique las tres figuras del masoquismo situando sus índices clínicos.
Freud en su texto inhibición, síntoma y angustia ( 1926, tomo 20) describe cómo se pone en
juego la defensa utilizando como referente las zoofobias infantiles. Hasta el momento la fobia
era considerada carácter de una proyección donde se sustituye un peligro interior por uno
exterior, este era el modo de actuar de la defensa. Esta definición no le fue suficiente. A partir
de acá comienza por describir qué forma toma la castración en los casos clínicos.
Toda situación de falta vivenciada resulta ser traumática. La angustia es la reacción originaria
frente a la falta en el trauma. Describe que Cada edad tiene cierta condición de angustia: en el
lactante, el peligro ya no es la falta frente al incremento de excitación, sino el de la pérdida del
objeto-madre (ya que ésta es quien satisface sus necesidades, frente al peligro de su pérdida y
antes de que sobrevenga el incremento de excitación en espera de tramitación, éste desarrolla
la angustia-señal). Posteriormente, en la fase fálica, la angustia se produce frente al peligro de
castración. La amenaza de castración implica una pérdida o separación real, objetiva de algo
(que es representado, gracias a la ecuación simbólica, por el pene), peligro de perderlo. Es la
angustia de castración la que resignifica todas las anteriores y posteriores condiciones de
angustia. Durante el Complejo de Edipo (en el niño), sobreviene un incremento de excitación
sexual, que encuentra su descarga en el onanismo infantil. La angustia de castración es el único
motor de los procesos defensivos que llevan a la neurosis, y éstos recaen sobre las aspiraciones
libidinosas del Complejo de Edipo. Los síntomas, entonces, son creados para evitar la situación
de peligro que es señalada mediante el desarrollo de angustia. Entonces el complejo de
castración es el motor de la defensa y la defensa recae sobre las aspiraciones del complejo de
Edipo. El yo debe proceder contra una investidura de objeto libidinal del ello por qué ceder a
ella “arreglaría” el peligro de castración. En términos más ordenados la fórmula propuesta por
Freud sería que frente a una exigencia de la libido del ello, un peligro, es leído por el aparato
como angustia de castración la cual desencadena una señal motora que despierta a la defensa,
provocando un síntoma que evite el desarrollo de la angustia. Si esto sucede es porque la
defensa tuvo éxito.
Freud en su texto Moisés y la religión monoteísta (1938 tomo 23) propone un nuevo
ordenamiento de la conformación de un trauma que se da en 3 tiempos. El primer tiempo
corresponde a la temprana infancia, hasta los 5 años aproximadamente. El segundo tiempo se
da por regla general que las vivencias infantiles serán olvidadas (amnesia infantil) y no serán
accesibles al recuerdo. Es característico de este segundo tiempo que este periodo sea
penetrado por restos mnémicos, los llamados recuerdos encubridores. El tercer tiempo se
refiere a impresiones de índole sexual y agresiva. Estos tres están íntimamente relacionados
entre sí. Consisten en experiencias somáticas o percepciones sensoriales (visuales o auditivas).
Resumiendo, Freud considera algo traumático a aquellas vivencias de la primera infancia que
tuvo tal grado de efecto que no permite una tramitación “normal”. Estos efectos son de dos
clases, positivos y negativos. Los efectos positivos son aquellos que representan esfuerzos por
reanimar el trauma, o sea, para recordar la vivencia olvidada o para tornarla real, permiten
vivenciar nuevamente una réplica del mismo. Estas tendencias se dan comprendidas bajo la
fijación al trauma e impulso de repetición. Los efectos negativos perciben la finalidad opuesta a
los positivos, se empeñan en que nada se recuerde ni se repita de los traumas olvidados. Estos
se ven bajo las reacciones defensivas, su expresión se da como evitaciones. Se pueden ver
tornadas también en inhibiciones y fobias.
4) Desarrolle las dos técnicas auxiliares a la represión que Freud introduce cuando
amplía el concepto de defensa en la neurosis obsesiva.
Freud en su texto “inhibición, síntoma y angustia”( tomo 20) amplía el concepto de la defensa
en las neurosis obsesivas y nos dice que durante esta lucha podemos observar dos actividades
del yo dedicadas a la formación de síntomas. Estas las llamo técnicas auxiliares y sustitutivas. La
aparición de ellas podemos interpretarlas como una prueba de que la represión propiamente
dicha se encuentra con dificultades en su funcionamiento. Estas técnicas son la anulación y el
aislamiento. La anulación tiene un amplio campo de acción y alcanza en el tiempo mucho más
atrás. Freud la caracteriza como una “magia negativa” que tiende a suprimir, por medio del
simbolismo motor, las consecuencias de un suceso o también el suceso mismo. En las neurosis
obsesivas esta técnica de deshacer la hallamos entre los síntomas de dos tiempos, en donde el
segundo acto deshace el primero, como si este no hubiera sucedido. Lo ceremonial de la
neurosis obsesiva tiene la intención de suprimir lo sucedido con esta segunda raíz. Por otro
lado, la técnica de aislamiento, la cual también ronda en la esfera motora, consiste en que
después de un suceso desagradable (importante desde la neurosis), interviene una pausa, en
donde nada debe suceder. Este suceso no es olvidado, sino despojado de su afecto e
interrumpidas sus relaciones asociativas, quedando así aislado. El efecto de este aislamiento es
entonces igual al de la represión con amnesia.
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Estas técnicas merecen particular intereses para Freud porque se presentan como subrogados
de la represión, son técnicas auxiliares y sustitutivas de la represión que utiliza el yo de los
neuróticos obsesivos cuando falla la represión para la formación de síntoma.
La primera, Freud la llamar “magia negativa”, mediante un simbolismo motor quiere “hacer
desaparecer”, no a las consecuencias de un suceso (impresión, vivencia) sino al suceso mismo.
En la neurosis obsesiva, esta técnica se encuentra sobre todo en los síntomas de dos tiempos,
donde el segundo acto cancela al primero como si nada hubiera acontecido, aunque en la
realidad efectiva acontecieron ambos. El ceremonial de la neurosis obsesiva tiene como
propósito en el anular lo acontecido una segunda raíz, anula algo acontecido y además toma
medidas precautorias para que algo determinado no acontezca, no se repita. Esta técnica se
revela como una de las principales fuerzas motrices de la formación de síntoma.
La otra de estas técnicas es la del “aislamiento”, recae también sobre la esfera motriz y
consiste en que, tras un suceso desagradable, así como tras una actividad significativa realizada
por el enfermo en el sentido de la neurosis, se interpola una pausa en la que no está permitido
que acontezca nada, no se hace ninguna percepción ni se ejecuta acción alguna. La vivencia no
es olvidada, pero se la despoja de su afecto y sus vínculos asociativos son sofocados o
suspendidos, de suerte que permanece como aislada y ni siquiera se la reproduce en el circuito
de la actividad del pensamiento. En tanto procura impedir asociaciones, conexiones de
pensamiento, obedece a unos de los más antiguos mandamientos de la neurosis obsesiva: el
tabú del contacto, el contacto físico es la meta inmediata tanto de la investidura tierna como de
la agresiva. Eros quiere el contacto porque pugna por alcanzar la unión, cancelación de los
limites espaciales entre el yo y el objeto amado, pero también la destrucción tiene como
premisa para poder lograse el contacto corporal, así mismo, no tocar el miembro es el texto de
la prohibición de la satisfacción autoerótica. El aislamiento es una cancelación de la posibilidad
de contacto, un recurso para sustraer a una cosa del mundo de todo contacto, y cuando el
neurótico aísla también una impresión o una actividad mediante una pausa, nos a entender
simbólicamente que no quiere dejar que los pensamientos referidos a ella entren en contacto
asociativo con otros.
5. Explique la ampliación del concepto de defensa a partir del desarrollo que hace Freud de la
neurosis obsesiva en “Inhibición, síntoma y angustia”.
En 1920, Freud introduce en el texto Inhibición, Síntoma y Angustia una visión ampliada del
concepto defensa, el cual se lo debe utilizar como la designación general de todas las técnicas
de las que el yo se vale en sus conflictos que eventualmente llevan a la neurosis. En este texto
toma a la neurosis obsesiva para lo que respecta al final del tratamiento; así como la histeria le
permitió descubrir el inconciente, ahora la neurosis obsesiva le permite elaborar los modos de
satisfacción que complican el final de tratamiento. Freud justifica lo que él llama su
“restauración del antiguo concepto de defensa” con la necesidad de tener un concepto global
que incluya, además de la represión otros métodos de defensa que utiliza el yo. El síntoma en
la neurosis obsesiva se presenta bajo dos clases: las prohibiciones, penitencias, medidas
protectoras, por un lado, y las satisfacciones sustitutivas por el otro, y cuando la enfermedad se
prolonga prevalece la satisfacción. Así Freud retoma el concepto de defensa de los primeros
tiempos y a la represión le suma las formaciones reactivas y la regresión; Freud considera a la
regresión como el modo de defensa propio de la neurosis obsesiva, es la regresión a la etapa
sádico-anal, se produce la desmezcla pulsional al caer los componentes de la etapa fálica y la
pulsión de muerte queda al servicio del superyó hipersevero azotando al yo que desarrolla las
formaciones reactivas de la conciencia moral para velar lo sádico-anal, este es el fracaso de la
defensa por la compulsión del síntoma.
El síntoma en la neurosis obsesiva está dado en dos tiempos, un tiempo de acción y un segundo
tiempo de cancelación que cancela la actividad realizada con determinado interés, esto ocurre
en los ceremoniales que tienen el propósito de anular lo acontecido primero que fue prevenir,
tomar precaución para que no acontezca algo determinado; encontramos ejemplo de esto en el
Hombre de las Ratas quien quitaba la piedra del camino para que su amada no se lastimara en
caso de pasar su carruaje por allí y luego la volvía a colocar en su lugar porque lo consideraba
una locura. La función del síntoma en la neurosis obsesiva es no tener que vérselas con la
castración. Respecto de esto desarrolla dos técnicas auxiliares del yo en la formación de
síntoma la anulación y el aislamiento.
La anulación quiere hacer desaparecer no las consecuencias del suceso sino el suceso mismo y
al anularlo lo aísla, en el aislamiento la vivencia no es olvidado pero se la despoja de su afecto y
sus vínculos asociativos son sofocados, permanece aislada, ni siquiera se la reproduce en el
pensamiento.
7. Desarrolle y explique las diferencias entre síntoma y carácter; y describa las características
de los que delinquen por conciencia de culpa.
Síntoma: Es una formación del inconsciente. Esto quiere decir que el síntoma está sujeto a la
represión. Por lo tanto, tiene un sentido, un significado, puede ser leído como un mensaje. El
síntoma es lo cifrado que puede ser descifrado. El síntoma es objeto de interpretación
Carácter: No es una formación del inconsciente. El paciente sabe que tiene ese rasgo de
carácter, lo sabe él y lo saben muchos de los que lo rodean. Sin embargo, se presenta en el
tratamiento como una resistencia porque es un objeto de satisfacción pulsional mudo. Por lo
que es un obstáculo mudo. No es algo que se preste al desciframiento, por lo que no va a poder
ser interpretado. Lo que el analista debe hacer con él es una construcción. Es el modo de
tramitación de una marca que queda a partir del relevo de una elección de objeto. Es la cicatriz
que queda en el YO por este relevo.
Ambos son modalidades diversas de satisfacción pulsional.
- Los que delinquen por concienciade culpa: Dice Freud que esta conciencia de culpa se
presenta antes que el delito, y es el argumento de la necesidad de castigo. La conciencia de
culpa es tan excesiva que preexiste al delito, y al ser tan excesiva, envía como mandato, a un
pasaje al acto criminal; pequeños delitos infantiles, para poder producir una falta, y así aliviar la
conciencia de culpa. Esta conciencia de culpa es lo imposible de soportar, y lleva a la necesidad
de sentirse culpable para ser castigado. Freud ubica la culpa en mociones que se despliegan del
complejo de Edipo. El sujeto no sabe esto, y se manifiesta enfermo en clínica expresando una
necesidad de castigo.
Esta necesidad de castigo, está relacionada con el masoquismo femenino, y con el segundo
tiempo de pegan a un niño. A su vez, también tiene relación con el masoquismo moral, porque
el sentimiento inconciente de culpa, se manifiesta como una compulsión a repetición
9. Explique a partir del texto “El problema económico del masoquismo”, cómo desarrolla
Freud “mezcla” y “desmezcla” pulsional.
A esta altura del texto (pag 170), habiendo explicado el desarrollo del masoquismo
primario, y dando cuenta del domeñamiento que la libido (pulsión de vida) ejerce sobre la
pulsión de muerte, Freud nos habla del encuadre fisiológico de este domeñamiento, dentro del
círculo de ideas del psicoanálisis, y dice que se produce una mezcla de proporciones variables
entre las dos clases de pulsión, y que nunca se encontrará una pulsión en estado puro, sino
siempre contaminada, impregnada una de otra. A mayor desmezcla, mayores posibilidades
tiene la pulsión de muerte de dirigirse en forma directa en busca de lo inorgánico.
10. Explique y desarrolle la siguiente afirmación freudiana: “los síntomas son creados para
evitar la situación de peligro que es señalada mediante el desarrollo de angustia”.
Freud en su texto inhibición, síntoma y angustia ( 1925 tomo 20) postula al nacimiento como
arquetipo del trauma, y como primera condición de angustia. Si bien el nacimiento es,
objetivamente, una separación (de la madre), el niño todavía es narcisista y no distingue a la
madre como objeto, por lo que para él el peligro es la gran perturbación, el displacer, que
producen en él las grandes magnitudes de excitación que irrumpen, frente a las cuales se
encuentra desvalido, tanto psíquica como físicamente. Toda situación de falta vivenciada
resulta ser traumática. La situación de peligro es la situación de falta discernida, recordada,
esperada. La angustia es la reacción originaria frente a la falta en el trauma, que más tarde es
reproducida como señal de socorro en la situación de peligro. Cada edad tiene cierta condición
de angustia: en el lactante, el peligro ya no es la falta frente al incremento de excitación, sino el
de la pérdida del objeto-madre, posteriormente, en la fase fálica, la angustia se produce frente
al peligro de castración. La amenaza de castración implica una pérdida o separación real,
objetiva de algo (que es representado, gracias a la ecuación simbólica, por el pene). Si el pene
es separable del cuerpo, como antes lo fue la columna de heces, entonces se está frente al
peligro de perderlo. Es la angustia de castración la que resignifica todas las anteriores y
posteriores condiciones de angustia, ya no frente a una falta frente al incremento de excitación
sino frente al peligro de la pérdida, la separación. Durante el Complejo de Edipo (en el niño),
sobreviene un incremento de excitación sexual, que encuentra su descarga en el onanismo
infantil. Posteriormente, se le impone al niño la amenaza de castración, el cual puede
desmentirla por un tiempo pero finalmente, tras la visión de los genitales femeninos, es que el
niño concibe a ésta como un peligro objetivo. La alta estima narcisista por el pene proviene del
hecho de que éste garantiza la unión en el coito con la madre y sin él se estaría frente a una
nueva separación de ella, quedando nuevamente desvalido a una tensión displacentera de la
necesidad. Es entonces que se genera un conflicto entre la alta estima narcisista por el pene y el
proceso de investidura (del objeto edípico) amenazador -si se satisface- en el ello, en el que
generalmente prevalece la primera. No obstante, la angustia de castración es el único motor de
los procesos defensivos que llevan a la neurosis, y éstos recaen sobre las aspiraciones
libidinosas del Complejo de Edipo. Los síntomas, entonces, son creados para evitar la situación
de peligro que es señalada mediante el desarrollo de angustia.
11. Desarrolle la comparación que Freud establece en “Inhibición, síntoma y angustia” entre
las zoofobias infantiles de Hans y el Hombre de los Lobos. Explique de qué manera dan
cuenta de la tercera teoría de la angustia.
El pequeño Hans se rehúsa a andar por la calle por su angustia al caballo. Esta angustia
incomprensible es el síntoma; la incapacidad para andar por la calle, un fenómeno de
inhibición, una limitación que el yo se pone para no provocar el síntoma-angustia.
Se trata de una determinada expectativa angustiada: el caballo lo morderá. Este contenido
procura sustraerse de la conciencia y sustituirse mediante la fobia indeterminada.
Hans se encuentra en un conflicto se ambivalencia de amor y odio, dirigidos hacia su padre. Su
fobia tiene que ser un intento de solucionar ese conflicto. La moción pulsional que sufre la
represión es un impulso hostil hacia su padre.
Hans vio rodar y caer a un caballo, lastimando así a un compañerito de juego.
Así, dio derecho a construir en Hans una moción de deseo, la que ojalá el padre se cayese y se
hiciera daño de la misma forma. Un deseo así tiene el mismo valor que el propósito de
eliminarlo el mismo (equivale a la moción asesina del CDE)
Lo que la convierte en un ns es la sustitución del padre por el caballo. Es este desplazamiento lo
que se hace acreedor al nombre de síntoma. Dicho mecanismo permite tramitar el conflicto de
ambivalencia sin la ayuda de la formación reactiva.
El conflicto no se tramita en la persona misma, se lo esquiva deslizando una de sus mociones
hacia otra persona como objeto sustitutivo.
La moción reprimida en esta fobia (caso Hans y hombre de los lobos) es una moción hostil hacia
el padre. Esta es reprimida por el proceso de mudanza hacia la parte contraria, en lugar de la
agresión hacia el padre se presenta la agresión hacia la persona propia. En lugar de una solo
represión, hay una acumulación de ellas y también hay regresión.
El miedo al lobo (caso h de los lobos), que tanto angustiaba a Pankejeff, era, según Freud, una
advertencia del yo contra el secreto deseo de adoptar el papel de la madre, un papel
sexualmente pasivo, homosexual y, por tanto, castrante.
En ambos casos el motor de la represión es la angustia de castración, los contenidos
angustiantes (SER MORDIDO POR EL CABALLO Y SER DEVORADO POR EL LOBO) son sustituidos
desfigurados del contenido ser castrado por el padre. Este último es el que realmente
experimentó la represión.
Aquí la angustia crea a la represión, no como se creía antes que la represión a la angustia. La
angustia de la zoofobia es la angustia de castración inmutada, angustia frente a un peligro
considerado real.
RELACIÓN
1. Articule la resistencia del ello con el fantasma “pegan a un niño” y el masoquismo
femenino.
( Teorco 3 - Practico 1)
Masoquismo Femenino: Es la satisfacción de golpeado, atado, degradado, humillado y todas las
figuras y todas las figuras que indiquen el ser denigrado. Esta forma de masoquismo, no es una
alusión al sexo femenino, sino al ser denigrado. El masoquismo femenino son fantasías que
ubican al sujeto en posición pasiva; es una actividad, al servicio de una pasividad (hacerse
pegar). Este momento se ubica en la segunda fase de Pegan a un Niño - “soy pegado por el
padre”: alude a la implicancia que ha tomado cada uno como argumento en la vida. Esta
elección de dónde pararse frente a estas circunstancias de la vida, es una elección al servicio de
una meta pasiva. Esta figura tiene una doble veta: 1 - Sentimiento inconciente de culpa, por la
satisfacción que me produce (el padre pega al niño odiado por mi) y 2 – Sentimiento
inconciente de culpa porque entonces el padre de ama a mi, ergo, soy golpeado. Regresión a la
etapa sádico/anal.
El masoquismo femenino se expresa en las resistencias del ELLO. Es una de las instancias del
Ap.Psi., el inconciente no reprimido, que a su vez sostiene la compulsión a la repetición. Ante el
peligro de irrupción pulsional el YO busca defenderse, y en esa defensa hay satisfacción. Los
mecanismos de defensa del YO son las resistencias del ELLO. Esto se juega en el masoquismo
femenino, y se manifiesta en la conexión transferencia-resistencia y la detención de la cadena
asociativa.
Los 2 argumentos de la satisfacción masoquista:
Como se obtuvo satisfacción sádica en la 1ra fase debo ser castigado, por la conciencia
moral. Por tanto, será masoquista porque el padre que golpea al niño es el padre a
quien el fantaseador ama y que, en la fase anterior, al pegar a otro niño, quedó
traducida como amor exclusivo hacia el fantaseador.
Hay satisfacción en “ser golpeado”: castigo con valor erótico. En el complejo de Edipo
los deseos incestuosos caen bajo amnesia infantil, pero actúan desde lo inconsciente
generando la conciencia de culpa. La persona, que no recuerda los deseos incestuosos
hacia sus padres, tiene sentimientos de culpa. Por tanto, la fantasía muta, hay una
conjunción entre la conciencia de culpa y el erotismo, y viene investida de placer
intenso. Hay una regresión sádica-anal en el “me ama” y por ello deviene en el “ser
golpeado”
3. Defina y articule la resistencia del superyó con el masoquismo moral tal como Freud lo
define en “El problema económico del masoquismo” y su problemática con el fin de análisis.
En el m moral el padecer como tal es lo que importa; no interesa que lo inflija la persona amada
o una indiferente, el verdadero masoquista ofrece su mejilla toda vez que se le presenta la
oportunidad de recibir una bofetada. En la clínica se expresa como reacción terapéutica
negativa: la satisfacción de este sentimiento inconsciente de culpa es quizás el rubro más fuerte
de la ganancia de la enfermedad. Cambia el nombre de sentimiento inconsciente de culpa por
“necesidad de castigo”.
Se ha atribuido al superyó la función de la consciencia moral, y reconocido en el sentimiento de
culpa la expresión de una tensión entre el yo y el superyó. El masoquismo moral pasa a ser el
testimonio clásico de la existencia de la mezcla de pulsiones. Se producen una mezcla y una
combinación muy vastas, y de proporciones variables, entre las dos clases de pulsión; no
debemos contar con una pulsión de muerte y una de vida pura, sino sólo con contaminación de
ellas. A una mezcla de pulsiones puede corresponderle una desmezcla.
El yo encuentra su función en conciliar entre sí las exigencias de las instancias a las que sirve,
para esto tiene en el superyó el arquetipo a que puede aspirar. Este superyó es el subrogado
tanto del ello como del mundo exterior. Debe su génesis a que los primeros objetos de las
mociones libidinosas del ello, la pareja parental, fueron introyectados en el yo, a raíz de lo cual
el vínculo con ellos fue desexualizado, experimentó un desvío de las metas sexuales directas.
La forma extrema de este masoquismo se presenta en el tratamiento analítico, en el
sentimiento icc de culpa (necesidad de castigo) y se presenta en el paciente frente a la
influencia de la cura. Se reconoce a esas personas mediante la reacción terapéutica negativa,
que es la resistencia mas grave y el mayor peligro para el éxito del tratamiento. Lo que le
interesa a este masoquismo es retener cierto grado de padecimiento.
4. Relacione y diferencie la escisión del yo con la alteración del yo, y la ventajosa alteración
del yo.
Las alteraciones del yo son; la escisión del yo (estructural y constitutiva), la alteración del yo
adquirida en la temprana infancia a causa de los mecanismos de defensa y la ventajosa
alteración del yo lograda en el análisis.
La escisión del yo: El yo se encuentra frente a un conflicto entre su exigencia pulsional que
demanda satisfacción (ello) y la realidad objetiva, la amenaza de castración (Superyó).
Entonces el yo debe decidirse, debe reconocer el peligro real, y renunciar a la satisfacción
pulsional o desmentir la realidad objetiva y así llevar a cabo la satisfacción. La solución que
encuentra el niño consiste en ambas simultáneamente o a ninguna, es decir, si responde al
conflicto lo hace con dos reacciones contrapuestas. Por un lado, rechaza la realidad objetiva y
no se deja prohibir nada, por el otro reconoce el peligro de la realidad objetiva, asume angustia
en él como un síntoma de padecer y luego busca defenderse del síntoma mediante mecanismos
de defensa. Esas acciones a la larga generan la escisión del yo, su desgarradura. Freud dice que’’
el yo va perdiendo coherencia y que paga el precio por realizar los mecanismos de defensa’’.
Lo ejemplifica bien en un texto donde habla de un chico que frente a una satisfacción pulsional
(masturbación) le ocurre algo en la realidad objetiva que le advierte de no continuar con esa
satisfacción porque sino le puede pasar algo muy malo (castración). Frente a esto utiliza el
mecanismo de la desmentida (dos acciones en simultáneo), donde una de esas acciones por
ejemplo es acatar lo que le advierte larealidad objetiva (Amenaza de castración) y reemplazar al
pene por un [fetiche
La alteración yo: La alteración del yo tiene que ver con los mecanismos de defensa. Pero
cuando hablamos de mecanismos de defensa nos estamos refiriendo al modo de satisfacción
que se juega en ellos, es decir de la conjunción entre defensa y resistencia. Alteración adquirida
en la temprana infancia a causa de los mecanismos de defensa. Esto se debe a que todas las
represiones se dan en la
primera infancia, como medidas de defensa del yo. Estas represiones dejaran un resto, es decir,
sus fijaciones libidinales.
La ventajosa alteración del yo: Es un estado neo creado por el dispositivo creado durante el
análisis. Se trata de la remoción de los puntos de fijación para lograr otra relación con el ello y
con el superyó. Una operación que implica una nueva relación con el saber icc y un cambio en la
economía libidinal.
5. Explique cómo amplía Freud el concepto de defensa en 1925, y establezca las diferencias
entre: métodos de defensa y mecanismos de defensa.
En un primer momento represión y defensa eran sinónimos. Freud introduce en este texto una
visión ampliada del concepto defensa. Defensa se lo debe utilizar como la designación general
de todas las técnicas de que el yo se vale en sus conflictos que eventualmente llevan a la
neurosis. En inhibición, síntoma y angustia Freud justifica lo que él llama su “restauración del
antiguo concepto de defensa” por la necesidad de poner un concepto global que incluya,
además de la represión otros métodos de defensa que utiliza el yo. En la neurosis obsesiva los
tipos de defensa son: represión, regresión y formaciones reactivas.
Los métodos de defensa son todas las técnicas que utiliza el yo para resolver sus conflictos.
Estos están en relación con los tipos clínicos.
Los mecanismos de defensa son aquellos mecanismos, principalmente inconscientes, que los
individuos emplean para defenderse de emociones o pensamientos que producirían ansiedad,
sentimientos depresivos o una herida en la autoestima si llegasen a la consciencia.
Son una parte íntegra del funcionamiento psíquico de todo individuo y sólo se les considera
patológicos cuando se abusa de ellos o cuando son demasiado rígidos.
7. Relacione el masoquismo moral con los desarrollos de Freud en el texto “Algunos tipos de
carácter dilucidados por el trabajo psicoanalítico”.
Freud dice que las resistencias que el paciente opone en el análisis deben ser atribuidas a
las resistencias de carácter mismo. Pero lo que resiste no siempre son aquellos rasgos de
carácter que el sujeto reconoce como suyos, sino que son mas bien esos rasgos de carácter que
el enfermo desconoce como propios.
El carácter no es icc, se reconoce como un rasgo propio, se construye, es un obstáculo mudo,
no se presta al desciframiento.