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Los 4 tipos de autoestima

Como hemos comentado, la autoestima necesita ser alimentada, en


grados diversos, desde el exterior. Aunque las bases se construyen durante
la infancia, la autoestima no es inalterable en otras etapas de la vida.

Es importante destacar que no es lo mismo autoestima que


la autoconfianza. La autoconfianza (también llamada autoeficacia) está
relacionada con los objetivos y metas específicas que nos proponemos,
mientras que la autoestima se refiere a la valoración global que hacemos
de nosotros mismos.

Ya que la autoeficacia se refiere a la confianza en la capacidad de uno


mismo por una meta tarea específica, alguien puede pensar que es muy
bueno practicando el tenis, sin embargo puede tener una autoestima baja:
igual le gustaría ser más alto o tener mejor físico, por el contrario, confía en
su habilidad para batir a sus rivales en un campo de tenis. La autoeficacia
podría afectar de manera positiva a la autoestima del individuo si
considera que es una prioridad en su vida.

 Para saber más sobre la autoconfianza, podéis visitar nuestro

artículo “La Autoeficacia de Albert Bandura: ¿crees en ti


mismo?”.

Factores que explican una buena (o mala) autoestima


Parece ser que existen 4 factores relevantes que afectan a la autoestima,
son los siguientes:

 La historia de triunfos y la posición alcanzada a través del

reconocimiento que los triunfos brindan.


 Las áreas asociadas a los distintos triunfos, siempre y cuando sean
significativos para la persona.
 El respeto, aceptación e interés que el individuo recibe de las

personas que considera importantes en su vida.


 El control y la defensa ante consecuencias e implicaciones

negativas. Es decir, la atribución interna o externa que hace la


persona de los eventos negativos.

En su libro Autoestima e identidad. Narcisismo y Valores sociales, Luis


Hornstein propone 4 tipos de autoestima. Según el autor, los tipos de
autoestima varían debido a que la valoración de uno mismo puede ser más
o menos alta y más o menos estable.

A continuación os presentamos cuáles son los cuatro tipos de


autoestima que existen, y sus características.

1. Autoestima alta y estable


Las circunstancias externas y los acontecimientos de vida tienen poca
influencia sobre la autoestima. Las personas con este tipo de autoestima se
desenvuelven de manera abierta ya que no necesitan defender su
imagen, se defiende sola. Además, la persona es capaz de defender su
punto de vista sin desestabilizarse.

2. Autoestima alta e inestable


Las personas con este tipo de autoestima, tienen una elevada autoestima
pero son incapaces de mantenerla constante. Los contextos competitivos
pueden tener un efecto desestabilizador. Responden con actitud crítica
ante el fracaso, ya que estos son percibidos como amenazas. El individuo
mostrará convicción al defender su punto de vista, pero no aceptará otros
puntos de vista y tenderá a monopolizar la palabra en una discusión.

3. Autoestima baja y estable


En los casos en los que hay una autoestima baja y estable, los eventos
externos (sean favorables o no) no alteran la autoestima del sujeto, que no
se esfuerza por promover su imagen personal y se infravalora.

Los individuos con este tipo de autoestima son indecisos y tienen un gran
temor a equivocarse. Estas personas no defienden sus puntos de vista ya
que la valoración de sí mismos es siempre negativa, creen que no están a la
altura.

Este tipo de autoestima es muy frecuente en personas con tendencias


depresivas, que a causa de su mentalidad pesimista no suelen percibir sus
logros personales como tal, asumiendo que son fruto de la suerte o la
casualidad.

4. Autoestima baja e inestable


Las personas con este tipo de autoestima suelen ser sensibles e
influenciables por eventos externos. En cuanto se enfrentan a un evento
exitoso, su autoestima sube, pero en cuanto termina la euforia del
momento, su nivel de autoestima vuelve a bajar.

Es decir, que este tipo de autoestima está definido por su falta de solidez
y la inestabilidad que presenta, la cual hace que se altamente sensible a
todo tipo de eventos, por irrelevantes que puedan parecer desde un punto
de vista racional.

Ciertas clases de personas narcisistas, por ejemplo, se caracterizan entre


otras cosas por tener una autoestima baja y muy dependiente de la opinión
que perciben de los demás.

 Para saber más sobre esta clase de autoestima, te recomiendo que

leas este artículo: "¿Autoestima baja? Cuando te conviertes en


tu peor enemigo"

Bonus: Autoestima inflada


Otros autores también hablan de un tipo de autoestima perjudicial para el
bienestar, la autoestima inflada. Pero, ¿qué es la autoestima inflada?

La persona con la autoestima inflada es incapaz de escuchar a los demás,


mucho menos de aceptar o reconocer un error. La percepción de sí mismos
está tan inflada que se creen mejor que el resto. Cuando las cosas se
complican, no reconocer los errores y enseguida culpan a los demás. Este
tipo de actitud genera conductas negativas ya que no son capaces de
hacer autocrítica y corregir los errores. En general, estos individuos
menosprecian a los demás y adoptan un comportamiento hostil hacia
ellos.

Referencias bibliográficas:

 Branden, N. (2001). The psychology of self-esteem: a revolutionary

approach to self-understanding that launched a new era in


modern psychology. San Francisco: Jossey-Bass.
 Coopersmith, S. (1967). The Antecedents of Self-Esteem, New York,

W. H. Freeman.
 Hill, S.E. & Buss, D.M. (2006). "The Evolution of Self-Esteem." In

Michael Kernis, (Ed.), Self Esteem: Issues and Answers: A


Sourcebook of Current Perspectives..
 Mruk, C. (2006). Self-Esteem research, theory, and practice: Toward a

positive psychology of self-esteem (3rd ed.). New York: Springer.


 Twenge, Jean M. (2007). Generation Me: Why Today's Young

Americans Are More Confident, Assertive, Entitled — and More


Miserable Than Ever Before. Free Press.

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