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persona dominante?

Te contradice. ...

Piensa que siempre tiene la razón. ...

Le gusta controlar todo. ...

Sabe manipular a quienes le rodean. ...

Elegirá por ti. ...

Dará su opinión, incluso si nadie se la pidió ...

Buscará sacar provecho de cada situación. ...

Necesita tener control sobre las situaciones.

¿Cómo son las personas dominantes? Identifica


sus características y aprende a tratarlas sin ser
perjudicado
En el entorno laboral, es común encontrar una persona dominante que puede tener un impacto
significativo en el dinamismo y la dinámica del equipo. Aunque pueden ser vistos como líderes efectivos,
también pueden crear tensión y fricción entre los trabajadores y afectar negativamente su moral y
motivación. 
Cuando una personalidad dominante entra a una reunión, sea virtual o presencial, su presencia se nota
inmediatamente. Y, dado que habitualmente sus actitudes generan incomodidad entre los presentes, para
evitar ese mal momento, es importante aprender cómo tratar a una persona dominante.
Por ello, en este artículo, te contaremos cuáles son las características de una persona dominante, cómo leer
su lenguaje corporal y, lo más importante, cómo aprender a tratar con ellos, entre otros temas importantes.  

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¿Cuáles son las características de una persona dominante?

Identificar a una persona dominante en el entorno laboral puede ser crucial para entender cómo se
desarrollan las dinámicas de equipo y para prepararse para trabajar con ellos de manera efectiva. 

Aquí hay algunas señales que pueden indicar la presencia de una personalidad dominante en una empresa:

1. Te contradice
Uno de los rasgos de una persona dominante, es que buscará llevar la contraria: si tú estás proponiendo una
idea o plan, una persona autoritaria buscará los puntos más débiles para desacreditarte.
Claro que, dependiendo de la intensidad con la que se manifieste esta característica, la interrupción será
breve y aislada o, en un caso extremo, te hará perder todo el interés de hablar con la persona dominante. 

2. Piensa que siempre tiene la razón

Así le muestres con evidencias irrefutables que su idea está completamente errónea, alguien que tiene
actitudes dominantes no aceptará su error hasta que se le dé la razón; por ende, buscará dar el tema por
cerrado o terminará convenciendo a los otros de que no está equivocado.
Entonces, lo que más le importa a una persona dominante es imponer su perspectiva, sin importarle si está
en lo correcto o no, y lo hará a través de cualquier medio o herramienta que tenga a su disposición. .Es ahí
donde entra en juego saber cómo utilizar la inteligencia emocional a tu favor.
3. Le gusta controlar todo

Siguiendo con el punto anterior, para poder tener siempre la razón, una persona dominante buscará tener el
control de cada elemento que le rodea, desde las circunstancias hasta las personas con las que convive. 
Y si las situaciones no salen como quisiera, intentará redirigir todo de acuerdo a sus planes u objetivos, lo
que de igual manera sería egoísta de su parte. Con esta característica del perfil dominante, un mal momento
está garantizado. 

4. Sabe manipular a quienes le rodean

Una persona dominante sabe “leer” a las personas, o cree que las conoce, lo que le permite manipularlas
para que apoyen sus ideas. Claro que logrará cumplir su meta si la otra persona se lo permite, por eso, en la
mayoría de los casos, lo consigue. 
Por otro lado, también es importante tener en cuenta que su única estrategia de manipulación no son las
palabras, ya que, si la inteligencia se combina con su actitud dominante, contará con otras herramientas: 

 Promesas

 Recompensas 

 Halagos

 Argumentos convincentes y emotivos

¿Cómo funciona la mente de una persona dominante?

Entender cómo funciona la mente de una persona dominante puede ayudar a trabajar con ellos de manera
más efectiva y a mitigar posibles conflictos en el entorno laboral. Aquí hay algunos aspectos clave que
pueden ayudar a comprender la perspectiva de una persona dominante:
1. Necesita tener control sobre las situaciones
Las personas dominantes de una empresa pueden sentir una fuerte necesidad de controlar su entorno y las
situaciones que les rodean. Esta necesidad de control puede ser percibida por los demás como autoritarismo
o micromanagement.

Por ello, es muy importante que tú también conozcas tus fortalezas y debilidades para evitar caer en el
juego de cualquier tipo de persona dominante que encuentres en tu vida.
2. Tiene un complejo de superioridad

Este tipo de individuo, que es una persona dominante, se siente superior a los demás, por lo que cree que
es mejor y más inteligente que el resto. Y, como si esto fuera poco, esa actitud dominante no da un espacio
para diferentes puntos de vista, a menos que, después de todo, se le dé la razón. 
3. Quiere competir

Un tipo de persona dominante constantemente necesita sentir que es mejor que todos, lo cual hace que
siempre se muestre con una actitud competitiva, incluso si no existe motivo para un enfrentamiento.
Frecuentemente, presumirá sus logros o buscará menospreciar a otros, con el único fin de sentirse superior y
hacerse notar, lo que nos lleva al siguiente punto.

4. Es egocéntrico e insensible

Esto se debe a que las personas dominantes no toman en consideración ni las necesidades ni perspectivas
de los otros, pues sólo tienen en mente su propio interés.
Entonces, si te cruzas con un hombre o una mujer dominante, ten en cuenta que las posibilidades de recibir
un buen trato o que te escuchen, son prácticamente nulas. 

5. Es agresivo y exigente

Dentro de las características de un perfil dominante, no podemos olvidar la agresividad y la exigencia, ya


que, al ser personas centradas en sí mismas, dejan de lado las necesidades de los otros. Entonces, bajo estas
condiciones, no piden ayuda, sino que obligan a otras personas a ayudarles, es decir, exigen el apoyo.
También es importante señalar que las personas dominantes esperan un trato especial, y si no ocurre de esa
forma, es cuando dan a relucir las características de una personalidad agresiva. 
En conclusión, compartir cualquier espacio con este tipo de personas dominantes, es muy complejo. Pero,
para ayudarte, dejamos a disposición nuestra guía de cómo tratar con personas difíciles. 
¿Cómo es el lenguaje corporal de una persona dominante?

Con el objetivo de que entiendas la gravedad de una personalidad dominante, sus rasgos no solo se observan
en su forma de pensar o en comportamientos inquietantes, sino también es visible a través del lenguaje
corporal. 
Si bien es un factor fundamental a la hora de analizar el lenguaje de cualquier tipo de personalidad
dominante, es difícil de percibirlo porque, a diferencia de los temas tratados en los párrafos anteriores,
deberás compartir mucho tiempo con la persona para notarlo. 

Sin embargo, para que aprendas cómo identificar y tratar a una persona dominante, a continuación, te
contaremos algunos de los gestos presentes en casi todas las personas dominantes: 
 Expresan una cierta rigidez en su cuerpo, debido a la tensión de sus músculos. 

 Realizan movimientos rápidos e imprecisos. 

 Suelen tener una mirada intensa, que se fija en los ojos de la otra persona.

 Adoptan posturas particulares, con la intención de tener una apariencia física


más grande de la real. 

 Simulan tener una voz grave, para intimidar a la hora de hablar. 

 Entrelazan los dedos a la hora de hablar, como símbolo de autoridad. 

¿Cuáles son los beneficios de trabajar con una persona dominante?

Aunque puede ser desafiante trabajar con una personalidad dominante en el equipo, también puede
haber algunos beneficios. Estas son algunas de las posibles ventajas de tener un líder o compañero
dominante:
1. Liderazgo fuerte

Un jefe con personalidad dominante puede proporcionar un liderazgo fuerte y claro, lo que puede ser
especialmente valioso en situaciones de incertidumbre o de cambio.

2. Toma de decisiones efectiva

Las personas dominantes suelen ser decididas y confiadas, lo que puede ser útil para tomar decisiones
rápidas y efectivas en situaciones de presión.

3. Enfoque en los resultados

Aquellas personas con actitud dominante suelen ser muy resultado-orientadas y pueden ser muy eficaces a la
hora de motivar a otros a alcanzar objetivos.

4. Visión clara
Sin dudas, una persona dominante suele tener una visión clara y definida de lo que quiere lograr, lo que
puede ser valioso para el equipo en términos de dirección y motivación.

5. Poder de negociación

Las personas dominantes suelen tener una presencia fuerte y ser muy persuasivas, lo que puede ser valioso
en situaciones de negociación y resolución de conflictos. Sin embargo, es importante saber separar la
habilidad para persuadir y negociar, que la manipulación. 

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¿Cómo tratar con una persona dominante?

Para sacar provecho de los beneficios de trabajar con personas dominantes, es importante saber cómo
tratarlas. 
Tratar con una persona dominante en el trabajo requiere paciencia, comunicación clara y respeto. A
continuación te dejamos algunos de los consejos más importantes para lograrlo: 

1. Evita ponerte a la defensiva

Si lo haces, sólo empeorarás el problema, ya que la persona dominante con la que estés, intentará darle un
giro a la conversación de manera que pueda mantener su posición de superioridad, por lo que, al final, sólo
te sentirás peor.

En cambio, si quieres mantener un diálogo en paz con una persona autoritaria, necesitas mantenerte
tranquilo y calmado, en tanto que la otra persona se encuentra en un estado de irracionalidad. 
2. Presta atención a sus exigencias, pero no cedas

Un punto fundamental para aprender a tratar con los rasgos de una persona dominante, es el hecho
de mantener siempre el respeto. Puede ser que la otra persona no lo haga, pero eso no significa que tú
tengas que actuar igual.
Por eso, es necesario escuchar lo que tiene que decir. De esta manera, las demás personas del equipo serán
capaces de brindarle una propuesta de solución a la persona dominante con la que se encuentran y dirigir la
conversación.

Posteriormente, serán capaces de mantener un diálogo más tranquilo y la tensión del ambiente laboral se
reducirá visiblemente.

3. Conoce tus fortalezas y debilidades


Un hombre o una mujer dominante saben cuáles son sus defectos y cuáles son sus virtudes, y saben a la
perfección cómo utilizarlos al máximo.

Entonces, si demostrara su liderazgo o su nivel de persuasión, las demás personas también deben explotar
todas sus habilidades y talentos para no perder el tiempo en conversaciones o disgustos sin sentido. 
4. No siempre les de la razón

Cuando estás frente a una persona dominante, esta buscará convencerte de que sus ideas son mejores que las
tuyas o que son las correctas, pero una vez que has escuchado lo que tienen que decir, te puedes dar cuenta
que no siempre tendrán la razón, y es ahí donde tú puedes hacerte escuchar. 
5. Establece límites

Otro de los puntos clave para aprender cómo tratar a una persona dominante en una empresa, es el hecho
de poner límites claros y hacerle ver que tú también tienes algo que aportar.
6. Fomenta la comunicación

Mejorar la comunicación con una persona dominante requiere un enfoque consciente y una actitud abierta y
respetuosa. Esto incluye: 

 Escuchar atentamente

 Establecer límites claros

 Buscar oportunidades para aportar ideas y opiniones

 Mantener una comunicación abierta y sincera. 

Es importante también ser consciente de los propios patrones de comportamiento y trabajar en una


dinámica más equilibrada en el equipo. Al mejorar la comunicación, es posible fomentar un ambiente de
trabajo más colaborativo y positivo para todos, incluso para la persona dominante.

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