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SEMANA 15

La autoestima: definición, componentes, fundamentos, grados, escalera e


indicadores. Raíces de la autoestima. Fuentes de la autoestima. Formación y
desarrollo de la autoestima. Autoestima y educación. Como mejorar la
autoestima.

1. La autoestima

Matthew, M. y Fanning, P. (1991): “la autoestima es aquello que nos impulsa hacia la
libertad, analizando objetivamente nuestras creencias básicas, modificando paso a
paso las más negativas y escapando así de una prisión autoimpuesta hacia una vida
más libre y satisfactoria.” (p.8) 

Craig, G. (1994):

Considera a la autoestima como verse a uno mismo con características


positivas. Los éxitos o fracasos personales bajo distintas situaciones
pueden conducir a que las personas se consideran a sí mismos como
perdedores o tontos. Es la fuerza innata que impulsa al organismo hacia
su desarrollo, que le dota de organización y direccionalidad en todas
sus funciones y procesos, ya sean estos cognitivos, emocionales o
motores. (p.12)

Yagosesky, R. (1990) menciona:

La autoestima es considerado como la capacidad de experimentar la


existencia, de ser conscientes de nuestro potencial y nuestras
necesidades reales, de amarnos incondicionalmente y confiar en
nosotros para lograr objetivos, independientemente de las limitaciones
que podamos tener o de las circunstancias externas generadas por los
distintos contextos en los que nos corresponda interactuar. (p.10)

Componentes

1. Autoconcepto: considero que este es el aspecto más importante sobre el cual se


fundamenta la autoestima. El autoconcepto se refiere a todas las creencias que tienes
de ti mismo(a), es lo que piensas de ti, sobre tu esencia, lo que eres, tus
características, tus capacidades, entre otras cosas. Nota que nos referimos a lo que
crees, no necesariamente lo que es. Por eso, el autoconcepto se define en términos
de creencias, paradigmas, juicios y pensamientos. En ocasiones tienen una base real,
pero en otros casos no. El autoconcepto es algo muy subjetivo, depende de ti y de lo
que piensas que eres.

2. Autoconocimiento: incluyo este componente en la autoestima ya que conocerse a


sí mismo(a) es vital para el amor propio. Es muy poco probable que alcancemos a
amar realmente algo sin conocerlo. El amor supone conocimiento. Podemos
emocionarnos y hasta enamorarnos de algo o alguien que no conocemos, pero nunca
sentir amor maduro como tal. Por esa razón, el autoconocimiento es el fundamento
para generar una evaluación y valoración objetiva de ti, y para que sepas quién eres y
de qué eres capaz. Además, la aceptación se basa también en el conocimiento.

3. Autoconfianza: este es otro pilar básico de la autoestima, y se refiere a creer en ti,


a saber que puedes lograr lo que te propones, que tienes lo necesario para cumplir tus
sueños y que estás en la actitud correcta. Sin embargo, la autoconfianza no se refiere
a la creencia irracional y fantasiosa que todo lo puedo, sino que se fundamenta en el
conocimiento a sí mismo(a), ya que sabes qué tienes, pero también cuáles son tus
limitaciones y qué aspectos de tu vida debes trabajar para poder cumplir tus metas.
Confiar en sí mismo implica que sepas qué eres y qué no eres, pero siempre
confiando que eres capaz de ser.

4. Autoimagen: un elemento fundamental para el amor propio es gustarse a sí


mismo(a). La autoimagen se refiere precisamente a esto, a cómo te ves a ti, qué tanto
te gustas y te agradas. La autoimagen se refiere a varios aspectos, el más inmediato
es el aspecto físico, donde tú te miras al espejo y sientes que estás ante una persona
con una belleza propia, así a los otros les guste o no. Lo segundo es la actitud.
Puedes ser una persona muy atractiva, pero si tu actitud es agria, puedes no valorar
eso, y no agradarás a otros tampoco. Pero si tu actitud es arrolladora, aun si no
cumples con los cánones de belleza impuestos arbitrariamente por la sociedad,
tendrás un atractivo que nadie podrá negar.

5. Autoaceptación: finalmente, el 5º pilar fundamental de la autoestima es la


aceptación de sí mismo(a). No basta con tener un concepto bueno de sí mismo(a),
conocerse muy bien, tener una buena autoconfianza y gustarse mucho, hay que
aceptar todos estos aspectos. Muchas personas son conscientes de sus tesoros, sus
logros, saben que tienen un atractivo, conocen sus talentos, y hasta sirven a otros,
pero no se aceptan. Sienten que lo que tienen no es suficiente, y que no son
merecedores de nada. La aceptación consiste en respetar y abrazar todo lo que eres,
tanto lo bueno como las limitaciones y defectos.
Fundamentos

La capacidad de desarrollar una confianza y un respeto saludables por uno mismo es


propia de la naturaleza de los seres humanos, ya que el solo hecho de
poder pensar constituye la base de su suficiencia, y el único hecho de estar vivos es la
base de su derecho a esforzarse por conseguir felicidad. Así pues, el estado natural
del ser humano debería corresponder a una autoestima alta. Sin embargo, la realidad
es que existen muchas personas que, lo reconozcan o no, lo admitan o no, tienen un
nivel de autoestima inferior al teóricamente natural.

Ello se debe a que, a lo largo del desarrollo, y a lo largo de la vida en sí, las personas
tienden a apartarse de la autoconceptualización [y conceptualización] positivas, o bien
a no acercarse nunca a ellas; los motivos por los que esto ocurre son diversos, y
pueden encontrarse en la influencia negativa de otras personas, en un autocastigo por
haber faltado a los valores propios [o a los valores de su grupo social], o en un déficit
de comprensión o de compasión por las acciones que uno realiza.

Grados

Autoestima baja

Tener una autoestima baja es cuando la persona no se siente en disposición para la


vida; sentirse equivocado como persona.

Las características de una persona con autoestima baja son diversas:

 Las personas con baja autoestima tienen una mayor tendencia a la


depresión y a sufrir ante las adversidades.

 Las personas con baja autoestima no se sienten seguras de sí mismas.

 Tienen miedo de expresar sus gustos u opiniones. Prefieren quedarse


callados antes que opinar ya que consideran que “no tienen derecho” o que
los demás consideraran que no lo tienen.

 Las personas con baja autoestima son mucho más vulnerables y suelen


tomarse a mal cualquier crítica o queja hacia su persona, debido a que
siempre tienen miedo sobre si serán o no aceptados por los demás.
Autoestima media

Tener un término medio de autoestima es oscilar entre los dos estados anteriores, es
decir, sentirse apto e inútil, acertado y equivocado como persona, y manifestar estas
incongruencias en la conducta actuar, unas veces, con sensatez, otras, con irreflexión,
reforzando, así, la inseguridad.

Según Nathaniel Branden, (1993):

Todas las personas son capaces de desarrollar la autoestima positiva,


al tiempo que nadie presenta una autoestima totalmente sin desarrollar.
Cuanto más flexible es la persona, tanto mejor resiste todo aquello que,
de otra forma, la haría caer en la derrota o la desesperación (p.7).

Autoestima alta 

Tener una autoestima alta equivale a sentirse confiadamente apto para la vida, o,


usando los términos de la definición inicial, sentirse capaz y valioso; o sentirse
aceptado como persona.

Características De Personas Con Autoestima Alta

 Saben qué cosas pueden hacer bien y qué pueden mejorar.

 Se sienten bien consigo mismas.

 Expresan su opinión ante los demás.

 No temen hablar con otras personas.

 Saben identificar y expresar sus emociones a otras personas.

 Participan en las actividades que se desarrollan en su entorno, centro de


estudio, de trabajo...

 Les gustan los retos y no les temen.

 Se valen por sí mismas ante las situaciones que se les presentan, implica dar y
pedir apoyo.

 Se interesan por los otros con sentido de ayuda y están dispuestos a colaborar
con las demás personas, sin críticas negativas.

 Son creativas y originales, inventan cosas, se interesan por realizar tareas


desconocidas, aprenden actividades nuevas, se implican en ello.
 Escalera de autoestima

1.-AUTOCONOCIMIENTO. Conocimiento de sí mismo, saber porque actúa de tal o


cual manera.

2.-AUTOCONCEPTO. Como creo que soy. Por ejemplo: “si uno se cree tonto, actúa
como tonto”.

3.-AUTOEVALUACIÓN. La capacidad de evaluarme en lo positivo o en lo negativo,


con base en mis propias experiencias y valores y no, con base en las experiencias y
valores de otros. Reconocer mis fortalezas y mis áreas de oportunidad, para poder
crecer como persona.

4.-AUTOACEPTACIÓN. Admitir, reconocer y experimentar como un hecho: Mi cuerpo,


mis emociones, mis deseos y mis ideas; me gusten o no. Pero tengo que reconocer
que todo esto soy yo.

5.-AUTORESPETO. Buscar y valorar todo aquello que nos hace sentirnos orgullosos
de nosotros mismos. Expresar y manejar las emociones y sentimientos de manera
adecuada sin hacerse daño ni culparse.

6.-AUTOESTIMA. Se basa en pensamientos, sentimientos, sensaciones y


experiencias que recogemos a lo largo de nuestra vida y nos dejan huella. Es el
concepto de nuestra propia valía. Como me valoro y como me valoran.

 Indicadores de autoestima

Indicios positivos de autoestima

La persona que se autoestima suficientemente:

1. Cree con firmeza en ciertos valores y principios, y está dispuesta a defenderlos


incluso aunque encuentre oposición. Además, se siente lo suficientemente
segura de sí misma como para modificarlos si la experiencia le demuestra que
estaba equivocada.

2. Es capaz de obrar según crea más acertado, confiando en su propio criterio, y


sin sentirse culpable cuando a otros no les parezca bien su proceder.

3. No pierde el tiempo preocupándose en exceso por lo que le haya ocurrido en el


pasado ni por lo que le pueda ocurrir en el futuro. Aprende del pasado y
proyecta para el futuro, pero vive con intensidad el presente.
4. Confía plenamente en su capacidad para resolver sus propios problemas, sin
dejarse acobardar fácilmente por fracasos y dificultades. Y, cuando realmente
lo necesita, está dispuesta a pedir la ayuda de otros.

5. Como persona, se considera y siente igual que cualquier otro; ni inferior, ni


superior; sencillamente, igual en dignidad; y reconoce diferencias en talentos
específicos, prestigio profesional o posición económica.

6. Da por sentado que es interesante y valiosa para otras personas, al menos


para aquellos con los que mantiene amistad.

7. No se deja manipular, aunque está dispuesta a colaborar si le parece


apropiado y conveniente.

8. Reconoce y acepta en sí misma diferentes sentimientos y pulsiones, tanto


positivas como negativas, y está dispuesta a revelárselos a otra persona, si le
parece que vale la pena y así lo desea.

9. Es capaz de disfrutar con una gran variedad de actividades.

10.  Es sensible a los sentimientos y necesidades de los demás; respeta las
normas sensatas de convivencia generalmente aceptadas, y entiende que no
tiene derecho ni lo desea a medrar o divertirse a costa de otros.

Indicios negativos de autoestima

La persona con autoestima deficiente suele manifestar algunos de los


siguientes síntomas:

 Autocrítica rigorista, tendente a crear un estado habitual de insatisfacción


consigo misma.
 Hipersensibilidad a la crítica, que la hace sentirse fácilmente atacada y a
experimentar resentimientos pertinaces contra sus críticos.
 Indecisión crónica, no tanto por falta de información, sino por miedo exagerado
a equivocarse.
 Deseo excesivo de complacer: no se atreve a decir «no», por temor a
desagradar y perder la benevolencia del peticionario.
 Perfeccionismo, o autoexigencia de hacer «perfectamente», sin un solo fallo,
casi todo cuanto intenta; lo cual puede llevarla a sentirse muy mal cuando las
cosas no salen con la perfección exigida.
 Culpabilidad neurótica: se condena por conductas que no siempre son
objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y/o los
lamenta indefinidamente, sin llegar a perdonarse por completo.
 Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aun por
cosas de poca importancia; propia del supercrítico a quien todo le sienta mal,
todo le disgusta, todo le decepciona, nada le satisface.
 Tendencias defensivas, un negativo generalizado (todo lo ve negro: su vida, su
futuro y, sobre todo, su sí mismo) y una inapetencia generalizada del gozo de
vivir y de la vida misma.
 Raíces de la autoestima

En torno a las raíces de la autoestima, el consenso es que las relaciones primarias


(con los padres y el entorno familiar) son las que proveen las primeras y más
importantes pautas de la propia valoración. Es así que, la confianza, la seguridad y la
estabilidad son experimentadas por el niño desde los primeros días de nacido.

Los factores como riqueza familiar, educación, la zona geográfica, la clase social, la
profesión del padre o el hecho que la madre estuviera todo el tiempo con el niño, no
eran suficientes para garantizar una adecuada autoestima en el niño. La familia es el
elemento más importante en la construcción personal de la autoestima pero no es
determinante: sólo ayuda o dificulta la construcción de la misma, porque quien tiene la
responsabilidad final eres tú mismo.La autoestima es el grado de autovaloración que
pone en juego el concepto que cada uno tiene de sí mismo. Solemos hablar con cierta
ligereza acerca del tema, pero pocos saben sobre las causas o las consecuencias de
tal valoración. Los niños nacen y van creciendo viéndose a sí mismos y a los demás
como lo más perfecto y maravilloso. Ellos no encuentran defectos en las personas a
las que aman ni creen que aún deben ser mejores que otro bebé y superarse.

 Fuente de la autoestima

La autoestima depende de dos fuentes:

 Lo que dicen los demás sobre una persona: Si la experiencia que una persona
ha tenido a lo largo de su vida habrá desarrollado una autoestima positiva pero
si hubiera sido al contrario su autoestima seria negativa.
 Observación de su propio comportamiento y sus consecuencias: Conforme se
mueve por la vida una persona empieza a pensar, sentir y a hablarse de una
forma determinada acerca de estas experiencias, bien de forma positiva o
negativa.
 FORMACIÓN Y DESARROLLO DE LA AUTOESTIMA

El punto de partida para que un niño disfrute de la vida, inicie y mantenga relaciones
positivas con los demás, sea autónomo y capaz de aprender, se encuentra en la valía
personal de sí mismo o autoestima. Hablar de autoestima es hablar de percepciones,
pero también de emociones fuertemente arraigadas en el individuo.

Rusekk (2007) dijo:

“La conformación de la autoestima se inicia con estos primeros esbozos que el niño
recibe, principalmente, de las figuras de apego, las más significativas a su temprana
edad” (p.8).

En forma muy rudimentaria el niño está consciente de poseer un determinado carácter


o personalidad y eso no pasa inadvertido. Inclusive, es más factible que él identifique
muy claramente el desagrado que le provoca el saberse "tímido", sin tener clara idea
de qué significa exactamente eso. Sólo sabe que no le gusta o que es malo. Sólo en la
adolescencia, a partir de los 11 años aproximadamente, con la instauración del
pensamiento formal, el joven podrá conceptualizar su sensación de placer o displacer,
adoptando una actitud de distancia respecto de lo que experimenta, testeando la
fidelidad de los rasgos que él mismo, sus padres o su familia le han conferido de su
imagen personal. Siendo la identidad un tema central de esta etapa, el adolescente
explorará quién es y querrá responderse en forma consciente a preguntas sobre su
futuro y su lugar en el mundo. La crisis emergente tendrá un efecto devastador si el
joven ha llegado hasta aquí con una deficiente o baja valoración personal. La
obtención de una valoración positiva de sí mismo, que opera en forma automática e
inconsciente, permite en el niño un desarrollo psicológico sano, en armonía con su
medio circundante y, en especial, en su relación con los demás. En la situación
contraria, el adolescente no hallará un terreno propicio el concerniente a su
afectividad- para aprender, enriquecer sus relaciones y asumir mayores
responsabilidades.

Conformarse una autoestima positiva va de la mano con las distintas tareas del
desarrollo que un individuo debe lograr a lo largo de su infancia, adolescencia y más
allá. Como en un proceso de engranaje, diversas piezas deben calzar y ajustarse para
conformar un todo armónico. Tales piezas no sólo las conforman las influencias
ambientales, sino que también, la salud física y la maduración del organismo. Para
cada fase evolutiva surgen en el niño distinto tipo de demandas, son necesidades
relacionadas con su instinto de exploración, el deseo de pertenecer a un grupo de
referencia, contar con el respeto de los demás, controlar su entorno inmediato, ser de
utilidad y trascender, entre otros. (Bean, 1998).

 Autoestima y educación

La urgencia de fomentar la autoestima es que, algunos alumnos llegan con tal


malestar emocional al aula que les resulta muy difícil centrarse en el aprendizaje.

Según Branden (1995):

“De todos los grupos profesionales, son los maestros los que han mostrado
receptividad a la importancia de la autoestima” (p.1)

 La autoestima influye directamente en la identidad del maestro y del alumno, como
expresión de las influencias históricas, sociológicas, psicológicas y culturales que le
dan forma a la identidad de ambos. La práctica pedagógica demuestra que el proceso
permanente de diagnóstico identifica los conocimientos y habilidades que posee el
alumno así como sus características personales y factores sociales de su entorno, sin
embargo, muy pocos diagnósticos conciben el estudio de la autoestima de los
alumnos, debido fundamentalmente a la falta de conocimiento teórico al respecto y a
falta de instrumentos que permitan medir el nivel de desarrollo de un proceso interno
como es la autoestima.

Mejía (2015) explicó:

“La autoeficacia hace referencia a la demostración, tanto intrínseca como extrínseca,


de la valía de uno mismo relacionado con diversas tareas, es decir, a la sensación de
sentirse mejor que otros y considerarse útil”

 COMO MEJORAR LA AUTOESTIMA

Usando métodos de eficacia probada, podemos construir y fortalecer nuestra


autoconfianza para que se mantenga estable y duradera.

Por eso, si quieres sentirte mejor contigo mismo, prueba algunas de estas cosas:

 Maneja tus críticas internas. Sé consciente de las críticas que te haces a ti


mismo. ¿Le hablarías así a tu mejor amigo? Una voz interna severa
simplemente nos puede demoler. Si tienes el hábito de pensar críticamente
sobre ti mismo, reentrénate y transforma estos pensamientos negativos y
desagradables en comentarios más constructivos.
 Concéntrate en lo que te está yendo bien. ¿Estás tan acostumbrado a
concentrarte en tus problemas que son lo único que ves? La próxima vez que
te encuentres fijándote en los problemas y las quejas que tienes de ti mismo o
de tu día, busca algo positivo para contrarrestarlo. Todos los días, escribe tres
cosas buenas acerca de ti mismo y/o tres cosas buenas que sucedieron ese
día debido a un acto o un esfuerzo tuyo.
 Apunta al esfuerzo más que a la perfección. Algunas personas se refrenan por
su propia presión para ser perfectas. No logran cosas porque no lo intentan. Si
piensas: "No voy a presentarme a la audición para la obra porque
probablemente no me den el papel principal", seguramente ese rol lo obtendrá
otra persona.
 Piensa en los errores como en oportunidades de aprendizaje. Acepta que
cometerás errores. Todos lo hacen. Forman parte del aprendizaje. En lugar de
pensar "Siempre hago las cosas mal", recuérdate a ti mismo que eso no ocurre
siempre, sino que es lo que ocurrió en esta situación específica. ¿Qué puedes
hacer de manera diferente la próxima vez?
 Modifica los pensamientos que te hacen sentir inferior. ¿Con frecuencia te
comparas con otros y terminas sintiéndote menos talentoso o realizado? Sé
consciente de lo que estás pensando. Algo como: "Es mucho mejor que yo. No
soy bueno en el basquetbol. Tendría que dejar de jugar", te llevará a sentirte
inferior y a no sentirte bien contigo mismo.
 Recuérdate que todos se destacan en diferentes cosas. Concéntrate en lo que
haces bien y celebra el éxito de los otros. Pensar algo más similar a "Ella es
una gran jugadora de basquetbol; pero la realidad es que yo soy mejor para la
música que para los deportes. Aun así, continuaré jugando porque lo disfruto"
te ayudará a aceptarte a ti mismo y a sacar lo mejor de la situación.
 Prueba nuevas cosas y date el crédito. Experimenta con diferentes actividades
que te ayuden a conectarte con tus talentos. Después, enorgullécete de tus
nuevas habilidades. Piensa en los buenos resultados. Por ejemplo: ¡Me anoté
en atletismo y descubrí que soy bastante rápido! Estos pensamientos positivos
se transforman en buenas opiniones de ti mismo y mejoran tu autoestima.
 Reconoce lo que puedes y lo que no puedes cambiar. Si te das cuenta de que
no estás feliz con algo de ti mismo, puedes cambiarlo (por ejemplo, tener un
peso saludable); comienza hoy mismo. Si se trata de algo que no puedes
modificar (como tu altura), trabaja para aceptarlo. Obsesionarte con las "fallas"
puede sesgar tu opinión de ti mismo y bajarte la autoestima. La mayoría de las
veces, ¡las demás personas ni siquiera notan esas cosas!
 Establece metas. Piensa en lo que te gustaría lograr. Después, haz un plan
para determinar cómo lograrlo. Respeta tu plan y lleva un registro de tus
avances. Entrena a la voz de tu conciencia para que te recuerde lo que estás
logrando. Por ejemplo: "He estado siguiendo mi plan de hacer ejercicio físico
todos los días durante 45 minutos. Me siento bien por haber cumplido la
promesa que me hice a mí mismo. Sé que puedo continuar así".
 Enorgullécete de tus opiniones y tus ideas. No tengas miedo de expresarlas. Si
alguien no está de acuerdo, no está haciendo una reflexión sobre lo que vales
o sobre tu inteligencia. Esa persona simplemente ve las cosas de otro modo.
 Acepta los elogios. Cuando tenemos la autoestima baja, es fácil pasar por alto
las cosas buenas que la gente dice de nosotros. Cuando alguien nos dice algo
agradable, no lo creemos. Al contrario, pensamos "... si, pero no soy tan
bueno..." y silenciamos el elogio. En lugar de eso, acepta un elogio, aprécialo y
tómatelo en serio. Haz elogios sinceros tú también.
 Ayuda a alguien. Ayuda a estudiar a un compañero de clase que tenga
problemas, ayuda a limpiar tu vecindario, participa de una recolección de
fondos para una buena causa u ofrécete como voluntario de alguna otra
manera. Cuando puedas ver que lo que haces marca una diferencia, tu opinión
positiva de ti mismo crecerá y te hará sentir bien. Eso es la autoestima.
 ¡Haz ejercicio físico! Estar activo y en forma bien con uno mismo. ¡Aliviarás el
estrés y, además, estarás más saludable!
 Relájate y diviértete. ¿Alguna vez piensas cosas como: "si fuese más atractivo,
tendría más amigos"? Los pensamientos de este tipo pueden abrir un camino
hacia la baja autoestima porque se centran en lo que no es perfecto en lugar
de sacar lo mejor de la realidad. Pasa tiempo con personas a las que quieras,
haz las cosas que amas y concéntrate en lo que está bien. Esto te ayudará a
sentirte bien contigo mismo, tal como eres. (kelsang, 2000, p.18).

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