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«por sí mismo» o, «hacia sí mismo», adicionado a la palabra estima, que proviene de latín «aestimar»,
que significa «valorar», «apreciar». Así, la autoestima no es otra cosa de la valoración o el aprecio
hacia sí mismo.
La psicología considera que todas las personas podemos tener 5 tipos de autoestima diferentes:
autoestima alta,
baja,
estable o inestable.
Autoestima inflada
Pero el tipo de autoestima que tengamos puede variar con el tiempo, dependiendo de cómo se relacione
y alimente del exterior.
Autoestima,
querernos a nosotros mismos,
valorarnos,
propia estima,
amor propio
y algunos otros términos relacionados son utilizados constantemente para hablar sobre nuestro
bienestar personal y nuestra actitud hacia la vida y hacia los demás.
Pero amarnos a nosotras mismas es una de las tareas más fáciles y difíciles al mismo tiempo. Una
manera de empezar es comprender de qué trata el valor propio y los 5 tipos de autoestima que
podemos tener para ubicarnos y emprender nuestro camino hacia el auto descubrimiento.
la autoestima
La autoestima es uno de los conceptos más utilizados y al mismo tiempo menos comprendidos. Cuando
hablamos de autoestima estamos hablando de la forma en la que nos valoramos a nosotros mismos.
Es un atributo que tenemos de manera innata y que se va transformando a lo largo de nuestras vidas.
Se trata de todo ese conjunto de creencias,
pensamientos,
percepciones que tenemos de nosotras mismas
y ,en definitiva, del respeto,
amor,
confianza,
aceptación,
seguridad
y satisfacción que cada uno de nosotros tiene a partir de la autoimagen o evaluación que realizamos
sobre todos los aspectos de nuestra vida:
nuestra forma de ser,
nuestro carácter y
los rasgos de nuestro cuerpo.
Pero nuestra autoestima no es un atributo que se mantiene igual durante nuestra vida, más bien es un
atributo que va evolucionando y se va desarrollando a partir de nuestra relación con el mundo y
específicamente con la sociedad.
En todo caso, el valor propio se relaciona directamente con nuestro bienestar y con que nos
relacionemos positivamente o no con nuestro entorno, y se alimenta precisamente de esta relación.
5. Autoestima inflada
Este tipo de autoestima puede a primera instancia ser confundida con una alta autoestima. Sin embargo,
la persona no se muestra hacia el resto como una persona segura que se quiere y se respeta, sino
muestra una actitud de prepotencia, incluso sintiéndose superior a los demás. Las personas con
autoestima inflada necesitan destacar sus logros y virtudes, con el objetivo de obtener reconocimiento y
buscan tener la razón en todo aquello que hacen y dicen, considerando siempre la opinión de los
demás como la errónea. Tienen tendencia a considerarse mejor que el resto en todo aquello que hacen y
les es difícil reconocer los errores y las críticas, de modo que optan por culpar al resto de ellos. No
obstante, aunque se muestren frente a los demás con un complejo de superioridad, estas actitudes
buscan esconder sus inseguridades y baja autoestima.
Fortalezas psicológicas
Son cualidades que describen la personalidad y la gestión de emociones.
1. Autoestima
Una sana autoestima se refleja en la estima y buen trato hacia los demás, lo que es fuente de éxito
personal y laboral. Cuando la persona reconoce, valora y acepta sus fortalezas y debilidades con base
en la realidad, transmite estabilidad emocional y confianza.
2. Resiliencia
Resiliencia es procesar las adversidades y los traumas de tal manera que la persona genere alternativas
superadoras. Una persona resiliente es capaz de convertir un trauma en una oportunidad de crecimiento
personal o en una motivación para desarrollar proyectos.
3. Autoconfianza
Tener confianza en sí mismo facilita el proceso de toma de decisiones, lo que influye en que los
conflictos se resuelvan de manera más eficiente. Además, genera confianza en los otros, ya que es leída
como signo de estabilidad emocional.
4. Autoexaminación
La autoexaminación es la capacidad de mirar hacia nuestro interior y reconocer los propios errores y
aciertos. Por medio de la autoexaminación se abren los caminos de la superación personal, sea en
cuanto al carácter o en cuanto a destrezas laborales. Quien reconoce sus fallas puede ponerles remedio.
Quien conoce sus fortalezas, puede sacarles provecho.
5. Empatía
Ser empático es ponerse en el lugar del otro, es decir, ser sensible a las necesidad y problemas de los
demás. La persona empática entiende las circunstancias que afectan el rendimiento o comportamiento
de una persona en un momento crítico. Esto facilita el diálogo y la superación de la crisis.
6. Inteligencia emocional
La inteligencia emocional se define como la capacidad para percibir, procesar, administrar y expresar
las emociones saludablemente. Implica comprensión, autocontrol, respeto y madurez. Las personas con
inteligencia emocional son más propensas a establecer relaciones sanas y duraderas, y a crear un
ambiente positivo y estimulante a su alrededor.
Fortalezas comunicativas
Son habilidades que nos facilitan la comunicación con otras personas.
7. Asertividad
Es la capacidad de comunicarse de forma elocuente y saludable en la defensa de los derechos y puntos
de vista. Las personas asertivas son capaces de reconocer situaciones de abusos y ponerles límite a
tiempo.
8. Sociabilidad
La sociabilidad facilita establecer buenas conexiones y relaciones personales, de las cuales se generan
oportunidades. Acompañada del respeto y la determinación personal, la sociabilidad permite captar la
atención de los demás, inspirar su confianza y motivación y facilitar negociaciones. Por ello, es crucial
en el mundo laboral.
9. Capacidad de persuasión
La capacidad de persuasión es una gran fortaleza, pues hace posible comunicar de manera efectiva el
valor de nuestras ideas, sugerencias y opiniones a los demás. Por ello, las personas persuasivas son
siempre muy valoradas en áreas laborales como las ventas y las negociaciones.
Fortalezas de carácter
Son cualidades que describen el modo de actuar frente a escenarios específicos.
10. Liderazgo
La capacidad de liderazgo permite convocar, motivar y coordinar a un equipo de manera saludable y
satisfactoria. Quien goza de esta fortaleza, puede liderar proyectos (propios o institucionales) y
llevarlos a buen término.
11. Perseverancia
La perseverancia suele ir de la mano con la paciencia y la disciplina. Quien logra ser perseverante, es
decir, quien no se da por vencido y es constante en sus esfuerzos a pesar de los obstáculos, es aquel que
logra el éxito o la fecundidad personal.
12. Versatilidad
Versatilidad es el nombre que le damos a la capacidad adaptarse a las situaciones retadoras de manera
activa, las cuales con frecuencia implican cambios estructurales o funcionales. Una persona versátil se
dispone a aprender y actuar cuando el entorno demanda cambios.
13. Entusiasmo
El entusiasmo surge de la alegría interior y el optimismo frente a los proyectos, tareas y actividades
pendientes. Influye positivamente en el ambiente circundante, pues contagia de buen ánimo a las
personas. Así, el entusiasmo también es una fuente de motivación en el equipo o la comunidad.
18. Determinación
La determinación implica dos cosas. Primero, la claridad y constancia en los objetivos propuestos.
Segundo, la capacidad de tomar decisiones coherentes y oportunas. Las personas determinadas no solo
alcanzan sus objetivos con mayor rapidez, sino que ayudan a las personas de manera indirecta gracias a
su claridad y voluntad.
21. Formación
La formación es fundamental para alcanzar el desarrollo personal, sea en el ámbito laboral, el
doméstico o en el autoconocimiento. Independientemente de nuestra elección de vida, aprender y
formarnos nos permite estar preparados para las situaciones que enfrentamos. Cuanto mejor formada
esté una persona, será más consciente y más fecunda.
22. Experiencia
La experiencia es una fuente de aprendizaje que nos permite analizar mejor la realidad. Cuando
tomamos conciencia de nuestras experiencias, las analizamos y ponderamos, logramos nuevos y
originales aprendizajes que pueden ayudar a nuestro entorno.
23. Creatividad
Es la capacidad para inventar objetos, herramientas, modos de expresión y toda clase de recursos, para
dar respuesta a las necesidades concretas y simbólicas del ser humano. Los actos creativos son siempre
una catapulta del desarrollo personal y social.
Fortalezas éticas
Son valores morales deseables en una persona, ya que promueven el bien propio y el bien común.
24. Honestidad
Ser honesto es actuar con integridad y responsabilidad en cualquier situación, en función del bien
común. Una persona honesta es transparente en sus intenciones y cuida a las personas de su entorno
tomando decisiones éticas. Por ello, la honestidad es una fortaleza destacada y deseable, tanto en el
orden personal como académico, laboral y ciudadano.
25. Compromiso
En tanto fortaleza, el compromiso es la capacidad de cumplir con los acuerdos establecidos y los
proyectos comunes. Más allá de la obligación, mostrar compromiso es expresión de sentido de
pertenencia, responsabilidad y respeto con quienes hemos establecido acuerdos.
26. Responsabilidad
Ser responsable es dar respuesta diligente y eficaz ante diversas situaciones que demandan solución.
Entraña sentido común, compromiso y solidaridad. Por esta razón, es una de las fortalezas más
buscadas tanto en el ambiente laboral como en la búsqueda de una pareja para formar familia.
27. Disciplina
La disciplina implica cumplir con diligencia las rutinas necesarias para alcanzar los objetivos
personales y comunitarios. En lo social, la falta de disciplina se riñe con el cumplimiento del deber, la
responsabilidad y el respeto. En lo personal, el talento sin disciplina se pierde. En cambio, una persona
sin condiciones naturales para algo puede adquirirlas a fuerza de disciplina.
Cosas que debes dejar de hacer para ser feliz
Somos artistas de la felicidad, todos aprendemos a partir de nuestra propia experiencia a pulir nuestras
imperfecciones para generar nuevas posibilidades. Y sin embargo, tenemos hábitos tan arraigados, que
romper estas rutinas no resulta sencillo. Pero existe algo que debe hacerte tomar conciencia de la
importancia de romper con ciertas dinámicas: la falta de resultados positivos. ¿Qué cosas debes dejar
de hacer para ser feliz?
Idealizar la felicidad
Otra cosa que debes dejar de hacer si quieres ser feliz es idealizar la felicidad al extremo de aspirar a
una plenitud que es imposible en la realidad si entiendes por felicidad estar en la nube de la emoción
constante como consecuencia de una película de color de rosa. La vida, como bien sabes, es otra
historia.
La felicidad no se mide en los términos cuantitativos del tener sino en valores esenciales más
profundos. No te obsesiones con tus objetivos y disfruta de cada plan de acción como un legado de
sabiduría práctica.
La felicidad es la escuela de la vida en sí misma.
Cómo afectan los colores al estado de ánimo
La psicología del color siempre ha sido algo muy interesante que no debe pasar desapercibido por
las personas, los colores influyen en nuestra vida más de lo que nos podemos pensar.
Interaccionan en la toma de decisiones, en el almacenamiento de recuerdos, en las emociones y en
nuestro estado mental en general. Es posible que tengamos preferencia hacia un color y que este
domine nuestras prendas por lo que nos haga sentir.
¿Alguna vez te has parado a pensar qué tipo de ropa te pones dependiendo de si estás alegre o triste? Es
posible que si estás contento te decantes por colores vivos como el amarillo, el rojo, el verde o el
naranja, en cambio, si te sientes decaído es posible que elijas colores tales como el gris, el marrón o el
negro. A continuación, en este artículo de Psicología-Online, conocerás los cómo afectan los colores al
estado de ánimo.
Índice
Azul
El color azul es el color de la tranquilidad, la calma y la armonía por excelencia. Relaja la mente y
reduce los síntomas de estrés y ansiedad. El azul claro suele estar relacionado con la sabiduría y se
estudia su efecto sobre el ritmo cardíaco. Este color nos puede producir tales sensaciones al estar
relacionado con la calma del mar o del cielo tranquilo.
Verde
Los tonos verdes transportan a nuestra mente hacia la naturaleza, se dice que es el color más relajante
para el sistema nervioso de los seres humanos. El verde es un tranquilizante natural e incluso se
habla de un poder curativo ayudando a estabilizar las emociones. También es conocido como el color
de la esperanza.
Es importante mencionar que un verde más amarillento se asocia con la enfermedad, con la envidia y
con sensaciones desagradables.
Blanco
El color blanco es el color de la luz y el bienestar emocional. En la cultura cristiana se asocia este
color con los buenos actos y con la perfección. En la antigüedad, se utilizaba este color para la gran
mayoría de edificios puesto que les daba un efecto de soberbia y pureza.
Naranja
El naranja es el color del éxito porque da energía pero también se asocia a la ambición. Muchas
empresas que tienen por objetivo motivar al cliente a comprar utilizan este color en su estrategia de
marketing. Cuando se combina con otros colores como por ejemplo el azul, entonces se transmite
calma, serenidad y armonía.
Amarillo
Este color produce muchas sensaciones y se asocia a ideas muy distintas, se suele decir que es el color
del sol, el calor y la luz. Sin embargo, también influye en la intuición, la abundancia y el éxito. El
color amarillo potencia la concentración y hace que centremos mucho la atención en él, por esta
razón, decimos que es adecuado para estudiantes. Además transmite mucha energía.
Violeta
Originalmente era el color que utilizaban los reyes para adornar sus capas y mantos. Por esa razón, se
asocia con el poder y la ambición. También está relacionado con el misterio, el romance y la unión
femenina. El movimiento feminista utilizó este color para abanderar una lucha entera y, a día de hoy,
se sigue utilizando.
Rosa
El rosa es un color poco común en la naturaleza. Relacionamos este color con la amistad, el romance
y con el amor en general. El rosa interacciona con el sentido del gusto, produciendo un efecto de
sinestesia con el cual asociamos el sabor dulce a este tono.
Rojo
El color rojo anima a los sentidos dando pasión a nuestra vida. Está asociado a la energía, al poder y
a la vitalidad. Pero también tiene una parte negativa asociando este color con la agresividad o el
miedo, lo relacionamos con estas sensaciones por elementos de nuestra vida que están relacionados con
momentos de conflicto y pelea como la sangre o el fuego.
Verde
A pesar de que el verde se asocie originalmente con la calma, un tono demasiado chillón de este color
suele indicar envidia o rabia. En la cultura popular, todos los venenos y enfermedades se reflejan con
este color.
Colores tristes
Los efectos psicológicos de los colores también nos pueden transmitir emociones negativas o
deprimentes. Estos colores suelen tener tonalidades apagadas, sin luz y asociadas a acontecimientos
negativos.
Negro
El negro es el color del luto, casi siempre lo asociamos con acontecimientos tristes de pérdida y duelo.
Se caracteriza por el aislamiento, la soledad. Es posible que lo relacionemos con estas emociones por
ser el color que menos luz refleja. En la cultura popular, también se asocia a las enfermedades, el
peligro y la muerte.
Marrón
El color marrón es el color de la suciedad, de aquello que no es puro. Transmite sentimientos comunes
sin manifestar riegos, vitalidad ni problemas. También es el color de la tierra, podría llegar a asociarse
con la tranquilidad pero normalmente implica sentimientos negativos o tristes.
Gris
El gris es el color del cansancio, la desmotivación y de lo mediocre. Es un color sin vida y que refleja
poca luz. Tan solo se asocia a algo bueno cuando va acompañado de tonos brillantes, entonces se
vuelve un color de lujo y abundancia puesto que lo relacionamos con la plata.
La ley del espejo afirma: “El mundo exterior actúa como un espejo, reflejando tanto nuestra luz como nuestra sombra, siendo
un retrato de nuestro mundo interior”.
¿Alguna vez te ha pasado que te ha molestado enormemente la forma de actuar de otra persona cuando hacía algo con lo que tú
no estabas de acuerdo? Un ejemplo fácil; la convivencia no es nada sencilla, una de las causas que suele desencadenar disputas
frecuentemente, es que hay personas que son sumamente ordenadas y limpias, y otras que no lo son tanto. Si eres de los/as que
necesitan tenerlo todo perfecto y vives con alguien desordenado, seguramente te asalte a menudo la rabia, al ver que la otra
persona lo deja todo por en medio.
Esta ley lo que pretende principalmente, es que a través de observarnos a nosotros mismos y ver qué es lo que nos molesta,
obtengamos más autoconciencia, proporcionándonos así una “guía” poderosa.
En este artículo vamos a explicar cómo beneficiarnos de ella, utilizando a nuestro favor los cuatro tipos de información que
podemos dilucidar. Enfocaremos la vida de una manera más positiva y adaptativa, mejorando la calidad de las relaciones con
los demás, empezando por la relación con nosotros mismos y extrayendo el máximo provecho a cualquier situación adversa.
Lo conseguiremos gracias a: descubrir nuestras sombras, haciendo consciente lo inconsciente, a través del autoconocimiento
personal, encontrando el equilibrio y alcanzando más momentos de calma y serenidad.
AUTOCONOCIMIENTO PERSONAL
Si alguien nos despierta emociones desagradables, aunque no lo sepamos, probablemente, es porque de algún modo refleja algo
de nosotros mismos que no queremos ver y tenemos que trabajar en ello, dándole espacio para permitirlo, sanarlo, o liberarlo.
No obstante, los problemas solo se solucionan de raíz si modificamos nuestro estado interno, porque si esperamos que cambien
los demás y las situaciones que nos envuelven, nunca nos sentiremos satisfechos. La actitud es lo que marca la diferencia y el
primer paso para mejorarla es la toma de conciencia.
Al hacerlo plenamente, nos damos cuenta de que no tenemos por qué sentirnos constantemente víctimas de nuestras
circunstancias. En gran medida, en nuestras manos está cambiar la realidad, adquiriendo la responsabilidad por nosotros, y
brindándonos la oportunidad para actuar y dejar de sentirnos indefensos y desprotegidos ante el resto del mundo.
Experimentaremos tal transformación interior que llegará a afectar al exterior, cambiando a mejor todo aquello que antes nos
disgustaba.
SEAMOS PRÁCTICOS: CÓMO UTILIZAR LA LEY DEL ESPEJO
Vamos a proponerte una serie de ejercicios prácticos. Necesitarás papel y boli. Gracias a ellos podrás extraer información muy
valiosa de lo que te sucede, para así poder utilizarla a tu favor.
Piensa en algún momento que te hayas descubierto a ti mismo/a sintiéndote mal por algo que te haya sucedido con otra
persona, por ejemplo, después de tener una discusión.
Primero, imagina que te encuentras delante de un espejo. De estas cuatro situaciones posibles trata de identificar en cuál de
ellas te ves reflejado/a.
•Busca el equilibrio.
Siendo muy rígido/a te situarás en un extremo y desequilibrarás la balanza, sin embargo, puedes equilibrarla siendo un poco
más comprensible y no tan duro/a contigo mismo/a, a la hora de querer tenerlo todo ordenado o bajo control. Al ser más
permisivo/a con tu persona, no te generarán tanta rabia las acciones de los demás.
¿Qué es lo que me estoy exigiendo? ¿Realmente es tan necesario? ¿Podría permitirme ser un poco más flexible conmigo
mismo/a? ¿Si no acabo lo que debía hacer, será terrible? ¿En una escala del 1 al 10 cuánto de terrible es?
Anota las respuestas y al acabar léelas en voz alta. Seguramente puedas encontrar un punto medio en el que te dejes algo más
de margen a ti, y al resto.
2.SIMILITUD: lo que te molesta es en realidad una parte tuya que no quieres ver. Es una parte oscura, como una sombra. Es
algo que no quieres aceptar, y lo que se resiste, persiste.
¿Cómo trabajarlo?:
Al verlo claramente, esa parte de ti dejará de luchar contra tu propia sombra y precisamente eso será lo que te ayude a cambiar
lo que no te guste. Aunque parezca contradictorio, sin aceptación no hay transformación posible.
3.EXPECTATIVAS EGOÍSTAS: sucede cuando tenemos unas altas expectativas en una situación o con una persona y
empezamos a ver que no coinciden con la realidad. Es decir, hemos idealizado a alguien o a algo y al darnos cuenta de que no
es como queríamos lo intentamos controlar y manipular para que cambie y se adapte a la idea que nos habíamos formado en un
principio.
¿Cómo trabajarlo?
Cuando te des cuenta de que de nada sirve intentar controlarlo todo, te quitarás un peso de encima, actuando solo cuando sea
necesario y dejando que las cosas fluyan a su manera.
Escribe las cosas que podrías hacer tú por ti para mejorar tu vida sin que dependas de los demás y cómo podrías darte lo que
esperas del otro, después, ponte manos a la obra. Es curioso, pero cuando tú mismo/a haces una transformación genuina en ti,
el resto lo percibe y cambian contigo.
4.CUANDO HACEMOS LO MISMO A LOS DEMÁS: Cuando te encuentras a ti mismo/a sintiéndote víctima de una persona
que te está haciendo daño, y no te das cuenta de que, aunque tú no le estés tratando igual a ella directamente, se lo estás
haciendo a otra persona.
¿Cómo trabajarlo?:
Redacta la lista de las cosas que te hacen sentir mal respecto a cómo te tratan y luego repásala con detenimiento pensando si tú
estás actuando de un modo similar con alguien distinto.
Por ejemplo, si no te contesta un mensaje un/a chico/a que para ti es importante y te ignora, es probable que te sientas
impotente al ver que no es claro/a contigo. Por lo tanto, cuando otro/a chico/a te escriba a ti y no quieras contestarle, date
cuenta de que es lo mismo que le pasaba al/la primero/a, y está en su derecho a contestarte más tarde o no hacerlo, como tú.
Si nos ponemos en la piel de los demás, como resultado les trataremos mejor y no haremos lo que no nos gustaría que nos
hicieran.
Estas son las cuatro situaciones de las que podemos aprender. Siempre existe la opción de verlas como impedimentos para
conseguir lo que queremos y sentirnos frustrados, o, por el contrario, elegir ver a esas personas y situaciones como maestros de
crecimiento, que nos dan la oportunidad para mejorar nuestra vida y la manera de afrontarla.
Si no extraemos la enseñanza, se repetirán constantemente hasta que decidamos arrojar claridad a nuestra oscuridad,
conociéndonos más a fondo, haciéndonos conscientes de todo lo que sucede y actuando en consecuencia.
Finalmente, lo esencial es el perdón. Si sentimos resentimiento hacia alguien y no lo conseguimos perdonar, difícilmente
podremos encontrar la calma y estabilidad emocional que tanto ansiamos. Cuando estás resentido te encuentras con dos
opciones: decidir perdonar o decidir no hacerlo.
Es una elección, y toma su tiempo, no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana, pero el escoger no hacerlo puede
significar quedarse anclado al pasado.
Sin embargo, es factible perdonar a distancia, sin mediar palabra con la persona, pero liberando el dolor acumulado y soltando
el rencor. Lo que está claro que el perdón aporta calma y liberación. Favorece a estar más preparado para afrontar nuevos retos
y dejar que entren las cosas buenas a tu vida.
¿CÓMO PERDONAMOS?
Yoshinori Noguchi, en su libro sobre la Ley del espejo, nos da los pasos a seguir para aprender a perdonar, y son los siguientes:
1.Perdónate a ti.
En psicología se utiliza el término <<auto-aceptación>>, que sería conocerte a ti mismo/a con tus defectos y virtudes y
aceptarte tal y como eres.
2.Haz una lista con las personas que no puedas perdonar.
Ayuda a ser consciente de las personas con las que tienes algo pendiente por resolver.
Por tanto, una vez expuesto lo anterior y resumiendo, ¿QUÉ BENEFICIOS CREES QUE NOS APORTA LA LEY DEL
ESPEJO? ¿Los enumeramos juntos?
1.Mayor autoconocimiento. Cuanto más conocimiento tienes de ti mismo/a más claro visualizas lo que quieres en tu vida,
dirigiendo así tus esfuerzos hacia el alcance de tus objetivos y tus metas.
2.Integración de tu sombra. Al reconocer tu lado oscuro, deja de ser un impedimento invisible constante.
3.Más empatía y compasión. En el momento que te pones en el lugar del otro, aceptas la imperfección “humana” ajena, puesto
que también la percibes en ti.
4.Mayor equilibrio. Lo externo te afecta en menor medida, te encuentras más conectado/a con tu paz interior.
5.Humildad. Aprendes a verte tal y como eres, sin máscaras, aceptando tus debilidades y desapegándote del ego.
6.Liberación de la actitud de víctima. Dejas de ceder tu poder personal a los otros para empezar a responsabilizarte de tu
persona.
7.Más sabiduría y libertad. Comprensión sobre las cosas y libertad de elección, puesto que estás menos condicionado/a por lo
exterior. Y, por último, el saber perdonar es de sabios, porque odiar a alguien es como beber veneno y esperar a que muera el
otro.
Merece la pena dedicar un tiempo a tal introspección, ¿te parece?
Espero que te haya gustado. Si quieres cuéntanos si te has visto identificado/a en alguna de las situaciones anteriores y si te
animas a trabajar en ellas para seguir evolucionando en el camino de la vida.