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La palabra autoestima se encuentra formada por el prefijo griego «αυτος», «autos», que significa

«por sí mismo» o, «hacia sí mismo», adicionado a la palabra estima, que proviene de latín «aestimar»,
que significa «valorar», «apreciar». Así, la autoestima no es otra cosa de la valoración o el aprecio
hacia sí mismo.

La psicología considera que todas las personas podemos tener 5 tipos de autoestima diferentes:
autoestima alta,
baja,
estable o inestable.
Autoestima inflada

Pero el tipo de autoestima que tengamos puede variar con el tiempo, dependiendo de cómo se relacione
y alimente del exterior.

Autoestima,
querernos a nosotros mismos,
valorarnos,
propia estima,
amor propio
y algunos otros términos relacionados son utilizados constantemente para hablar sobre nuestro
bienestar personal y nuestra actitud hacia la vida y hacia los demás.
Pero amarnos a nosotras mismas es una de las tareas más fáciles y difíciles al mismo tiempo. Una
manera de empezar es comprender de qué trata el valor propio y los 5 tipos de autoestima que
podemos tener para ubicarnos y emprender nuestro camino hacia el auto descubrimiento.

la autoestima
La autoestima es uno de los conceptos más utilizados y al mismo tiempo menos comprendidos. Cuando
hablamos de autoestima estamos hablando de la forma en la que nos valoramos a nosotros mismos.
Es un atributo que tenemos de manera innata y que se va transformando a lo largo de nuestras vidas.
Se trata de todo ese conjunto de creencias,
pensamientos,
percepciones que tenemos de nosotras mismas
y ,en definitiva, del respeto,
amor,
confianza,
aceptación,
seguridad
y satisfacción que cada uno de nosotros tiene a partir de la autoimagen o evaluación que realizamos
sobre todos los aspectos de nuestra vida:
nuestra forma de ser,
nuestro carácter y
los rasgos de nuestro cuerpo.
Pero nuestra autoestima no es un atributo que se mantiene igual durante nuestra vida, más bien es un
atributo que va evolucionando y se va desarrollando a partir de nuestra relación con el mundo y
específicamente con la sociedad.
En todo caso, el valor propio se relaciona directamente con nuestro bienestar y con que nos
relacionemos positivamente o no con nuestro entorno, y se alimenta precisamente de esta relación.

Sobre la autoimagen y la autoconfianza


Antes de continuar con los tipos de autoestima, queremos aclarar dos conceptos más que vamos a
emplear, que tienen que ver con el valor propio y que pueden confundirse con la autoestima:
la autoimagen y la autoconfianza.
En primer lugar, explicarte que la autoimagen es la imagen mental que nos hacemos de quiénes somos,
de nuestro aspecto, de nuestros puntos débiles y fuertes, de lo que hacemos bien y lo que no tanto. Esta
imagen mental se forma a partir de nuestras relaciones con otras personas y de nuestras
experiencias más relevantes y se ve reflejada en los 5 tipos de autoestima que existen.
En segundo lugar, aclarar que la autoconfianza y la autoestima no son la misma cosa. En realidad la
autoconfianza está relacionada con la seguridad que sentimos en nosotros mismos para lograr las metas
y objetivos que nos proponemos. Aunque no es lo mismo, es un aspecto que contribuye a la imagen
global de nosotros mismos, es decir, que la autoconfianza ayuda positivamente a construir nuestra
autoestima.

Los 5 tipos de autoestima que existen


La psicología considera que todas las personas podemos tener 5 tipos de autoestima diferentes:
autoestima alta,
baja,
estable o inestable.
Autoestima inflada.
el tipo de autoestima que tengamos puede variar con el tiempo, dependiendo de cómo se relacione y
alimente del exterior.
Sin embargo, debes saber que las bases del amor propio y nuestra auto imagen las construimos durante
nuestra infancia. Para definir los 5 tipos de autoestima existen 4 factores que influyen en nuestra auto
valoración:
• Nuestros triunfos y la posición que logramos en nuestro entorno a partir de ellos.
• Las áreas en las que conseguimos nuestros triunfos, mientras sean relevantes para nosotras.
• La aceptación, interés y atención que recibimos de las personas influyentes y que
consideramos importantes en nuestra vida.
• La forma en la que reaccionamos ante las situaciones o momentos negativos que atravesamos en
nuestras vidas, es decir, si atribuimos interna o externamente esos eventos negativos.
Teniendo en cuenta esos 4 factores, vamos ahora si a explicarte los diferentes tipos de autoestima.

1. Autoestima alta y estable


Cuando hemos construido esta forma de valor propio, a diferencia de los otros tipos de autoestima, las
circunstancias y situaciones que van pasando durante la vida tienen poca influencia en nuestra
autoimagen y por lo tanto en nuestra autoestima.
Las personas con este tipo de autoestima se aceptan a sí mismas por lo que las vemos actuar y ser
quienes son libremente, pues no sienten la necesidad de cuidar o defender su imagen. Además, son
personas que ante argumentos diferentes no tienen ningún problema en establecer su punto de vista sin
que las diferencias las desestabilicen.

2. Autoestima alta e inestable


Las personas que tienen la autoestima alta e inestable son personas que están satisfechas consigo
mismas, se aceptan y tienen una buena autoimagen; sin embargo, no lograr mantener su
autovaloración constante en la vida.
Por lo general, son personas que ante situaciones difíciles y competitivas pueden desestabilizarse
completamente. Les es complicado aceptar el fracaso y lo consideran una amenaza por lo que
responden ante él con una actitud crítica. No aceptan fácilmente otros puntos de vista y ante un debate
defienden con total convicción su punto de vista y hasta monopolizan la conversación.
Lo que sucede cuando tenemos estos tipos de autoestima es que convertimos nuestra autovaloración
en el centro de nuestras preocupaciones y la protegemos a toda costa, por lo que podemos tomar
actitudes agresivas para promoverla o más bien actitudes pasivas para justamente protegerla.

3. Autoestima baja y estable


Por el contrario de los tipos de autoestima alta, en este caso las personas se infravaloran y no se
preocupan por promover su imagen; como resultado, no se ven afectados en su autoestima por las
situaciones positivas o negativas de la vida que puedan atravesar.
Son personas que al no tener una buena autoimagen creen que no están a la altura, por lo que prefieren
no defender su punto de vista, son indecisos y les aterra equivocarse. Lo que sucede con estas
personas es que son pesimistas y no son capaces de percibir sus triunfos personales por lo que prefieren
pensar que son fruto de la casualidad o de la suerte.
El tipo de autoestima baja y estable es muy característico de personas con tendencias depresivas.

4. Autoestima baja e inestable


Este es de los tipos de autoestima más susceptibles a las fluctuaciones de la vida. Las personas con
autoestima baja e inestable son aquellas que son muy sensibles e influenciables por las situaciones
negativas o positivas con las que se encuentran en su camino.
En este sentido, cualquier evento por pequeño que sea, puede desestabilizar su autoestima pues sus
bases no son sólidas. Incluso con eventos que les afecten positivamente como el éxito, pueden tener un
subidón de amor propio importante, pero en el momento en el que la euforia se termina el amor propio
también.
Las personas que necesitan la aprobación de los demás o que viven de su imagen, por lo general
tienen una autoestima baja e inestable.
Lo importante es saber que en nuestro camino de autodescubrimiento, sea cual sea el tipo de autoestima
que tengamos en este momento, depende de nosotras aceptarnos, ver todo lo que nos hace las mujeres
maravillosas que somos y valorarnos de esa misma manera para reconocernos y amarnos enormemente.
La aparcion de una 5ta Autoestima

5. Autoestima inflada
Este tipo de autoestima puede a primera instancia ser confundida con una alta autoestima. Sin embargo,
la persona no se muestra hacia el resto como una persona segura que se quiere y se respeta, sino
muestra una actitud de prepotencia, incluso sintiéndose superior a los demás. Las personas con
autoestima inflada necesitan destacar sus logros y virtudes, con el objetivo de obtener reconocimiento y
buscan tener la razón en todo aquello que hacen y dicen, considerando siempre la opinión de los
demás como la errónea. Tienen tendencia a considerarse mejor que el resto en todo aquello que hacen y
les es difícil reconocer los errores y las críticas, de modo que optan por culpar al resto de ellos. No
obstante, aunque se muestren frente a los demás con un complejo de superioridad, estas actitudes
buscan esconder sus inseguridades y baja autoestima.

"no hay un camino hacia la felicidad, la felicidad es el camino".


27 fortalezas de una persona
Las fortalezas son aquellas cualidades, actitudes y habilidades deseables y sobresalientes de una
persona. Una cualidad se convierte en fortaleza cuando se manifiesta como un rasgo constante y
destacado de la persona, lo que le da ventaja respecto de los demás.
Las fortalezas son valoradas y demandadas en determinados contextos (el trabajo, la escuela, la casa).
Pueden basarse en los valores éticos de una persona, su capacidad para comunicarse, su carácter, sus
capacidades o su personalidad. Compartimos una lista de 27 fortalezas de una persona organizadas por
ámbito.

Fortalezas psicológicas
Son cualidades que describen la personalidad y la gestión de emociones.

1. Autoestima
Una sana autoestima se refleja en la estima y buen trato hacia los demás, lo que es fuente de éxito
personal y laboral. Cuando la persona reconoce, valora y acepta sus fortalezas y debilidades con base
en la realidad, transmite estabilidad emocional y confianza.

2. Resiliencia
Resiliencia es procesar las adversidades y los traumas de tal manera que la persona genere alternativas
superadoras. Una persona resiliente es capaz de convertir un trauma en una oportunidad de crecimiento
personal o en una motivación para desarrollar proyectos.
3. Autoconfianza
Tener confianza en sí mismo facilita el proceso de toma de decisiones, lo que influye en que los
conflictos se resuelvan de manera más eficiente. Además, genera confianza en los otros, ya que es leída
como signo de estabilidad emocional.

4. Autoexaminación
La autoexaminación es la capacidad de mirar hacia nuestro interior y reconocer los propios errores y
aciertos. Por medio de la autoexaminación se abren los caminos de la superación personal, sea en
cuanto al carácter o en cuanto a destrezas laborales. Quien reconoce sus fallas puede ponerles remedio.
Quien conoce sus fortalezas, puede sacarles provecho.

5. Empatía
Ser empático es ponerse en el lugar del otro, es decir, ser sensible a las necesidad y problemas de los
demás. La persona empática entiende las circunstancias que afectan el rendimiento o comportamiento
de una persona en un momento crítico. Esto facilita el diálogo y la superación de la crisis.

6. Inteligencia emocional
La inteligencia emocional se define como la capacidad para percibir, procesar, administrar y expresar
las emociones saludablemente. Implica comprensión, autocontrol, respeto y madurez. Las personas con
inteligencia emocional son más propensas a establecer relaciones sanas y duraderas, y a crear un
ambiente positivo y estimulante a su alrededor.

Fortalezas comunicativas
Son habilidades que nos facilitan la comunicación con otras personas.

7. Asertividad
Es la capacidad de comunicarse de forma elocuente y saludable en la defensa de los derechos y puntos
de vista. Las personas asertivas son capaces de reconocer situaciones de abusos y ponerles límite a
tiempo.

8. Sociabilidad
La sociabilidad facilita establecer buenas conexiones y relaciones personales, de las cuales se generan
oportunidades. Acompañada del respeto y la determinación personal, la sociabilidad permite captar la
atención de los demás, inspirar su confianza y motivación y facilitar negociaciones. Por ello, es crucial
en el mundo laboral.

9. Capacidad de persuasión
La capacidad de persuasión es una gran fortaleza, pues hace posible comunicar de manera efectiva el
valor de nuestras ideas, sugerencias y opiniones a los demás. Por ello, las personas persuasivas son
siempre muy valoradas en áreas laborales como las ventas y las negociaciones.
Fortalezas de carácter
Son cualidades que describen el modo de actuar frente a escenarios específicos.

10. Liderazgo
La capacidad de liderazgo permite convocar, motivar y coordinar a un equipo de manera saludable y
satisfactoria. Quien goza de esta fortaleza, puede liderar proyectos (propios o institucionales) y
llevarlos a buen término.

11. Perseverancia
La perseverancia suele ir de la mano con la paciencia y la disciplina. Quien logra ser perseverante, es
decir, quien no se da por vencido y es constante en sus esfuerzos a pesar de los obstáculos, es aquel que
logra el éxito o la fecundidad personal.

12. Versatilidad
Versatilidad es el nombre que le damos a la capacidad adaptarse a las situaciones retadoras de manera
activa, las cuales con frecuencia implican cambios estructurales o funcionales. Una persona versátil se
dispone a aprender y actuar cuando el entorno demanda cambios.

13. Entusiasmo
El entusiasmo surge de la alegría interior y el optimismo frente a los proyectos, tareas y actividades
pendientes. Influye positivamente en el ambiente circundante, pues contagia de buen ánimo a las
personas. Así, el entusiasmo también es una fuente de motivación en el equipo o la comunidad.

14. Proactividad o iniciativa


Una persona proactiva es una persona con iniciativa. La proactividad es una de las fortalezas más
valoradas en el ambiente laboral. Gracias a ella, se puede confiar en que la persona hará lo necesario
ante una necesidad imperante, sin esperar una situación de emergencia o la orden de un superior.

15. Curiosidad y disposición para aprender


Aprender no es solo una cuestión de capacidad sino de curiosidad y disposición. Quien tiene curiosidad
y disposición para aprender se desafía a sí mismo y es capaz de mejorar constantemente en
conocimiento y habilidades para beneficio de todas las partes.

16. Disposición para trabajar en equipo


Quien está dispuesto a trabajar en equipo tiene su mirada en el objetivo trazado y no en su imagen. Por
ello, acepta y confía en las fortalezas de los demás, al tiempo que comparte las suyas en beneficio de la
causa de manera respetuosa. Esto es expresión de compañerismo, integración y confianza.
17. Sentido del humor
Tener sentido del humor es una fortaleza muy valiosa. Por un lado, es una expresión concreta de la
capacidad de adaptación de las personas frente a circunstancias adversas. Por el otro, ayuda a
minimizar las reticencias de otras personas hacia nosotros y crea un ambiente favorable al diálogo y la
confianza.

18. Determinación
La determinación implica dos cosas. Primero, la claridad y constancia en los objetivos propuestos.
Segundo, la capacidad de tomar decisiones coherentes y oportunas. Las personas determinadas no solo
alcanzan sus objetivos con mayor rapidez, sino que ayudan a las personas de manera indirecta gracias a
su claridad y voluntad.

Fortalezas según las capacidades


Son habilidades que nos capacitan para determinados ámbitos, como el trabajo o el estudio.

19. Pensamiento analítico


La capacidad de análisis es una cualidad intelectual que permite registrar, describir, sintetizar e
interpretar la información disponible, así como hallar relaciones ocultas entre datos.
Esta capacidad permite construir criterios razonados para tomar decisiones. Es muy apreciada en el
trabajo, pero su aplicación es necesaria para todo aspecto de la vida.

20. Concentración mental


En el corto plazo, la capacidad permite aprovechar el tiempo para la conclusión de una tarea sin
distracciones, lo que redunda en eficiencia. En el largo plazo, o en un sentido estratégico, le permite a
la persona mantenerse enfocado en su propósito de vida.

21. Formación
La formación es fundamental para alcanzar el desarrollo personal, sea en el ámbito laboral, el
doméstico o en el autoconocimiento. Independientemente de nuestra elección de vida, aprender y
formarnos nos permite estar preparados para las situaciones que enfrentamos. Cuanto mejor formada
esté una persona, será más consciente y más fecunda.

22. Experiencia
La experiencia es una fuente de aprendizaje que nos permite analizar mejor la realidad. Cuando
tomamos conciencia de nuestras experiencias, las analizamos y ponderamos, logramos nuevos y
originales aprendizajes que pueden ayudar a nuestro entorno.
23. Creatividad
Es la capacidad para inventar objetos, herramientas, modos de expresión y toda clase de recursos, para
dar respuesta a las necesidades concretas y simbólicas del ser humano. Los actos creativos son siempre
una catapulta del desarrollo personal y social.

Fortalezas éticas
Son valores morales deseables en una persona, ya que promueven el bien propio y el bien común.

24. Honestidad
Ser honesto es actuar con integridad y responsabilidad en cualquier situación, en función del bien
común. Una persona honesta es transparente en sus intenciones y cuida a las personas de su entorno
tomando decisiones éticas. Por ello, la honestidad es una fortaleza destacada y deseable, tanto en el
orden personal como académico, laboral y ciudadano.

25. Compromiso
En tanto fortaleza, el compromiso es la capacidad de cumplir con los acuerdos establecidos y los
proyectos comunes. Más allá de la obligación, mostrar compromiso es expresión de sentido de
pertenencia, responsabilidad y respeto con quienes hemos establecido acuerdos.

26. Responsabilidad
Ser responsable es dar respuesta diligente y eficaz ante diversas situaciones que demandan solución.
Entraña sentido común, compromiso y solidaridad. Por esta razón, es una de las fortalezas más
buscadas tanto en el ambiente laboral como en la búsqueda de una pareja para formar familia.

27. Disciplina
La disciplina implica cumplir con diligencia las rutinas necesarias para alcanzar los objetivos
personales y comunitarios. En lo social, la falta de disciplina se riñe con el cumplimiento del deber, la
responsabilidad y el respeto. En lo personal, el talento sin disciplina se pierde. En cambio, una persona
sin condiciones naturales para algo puede adquirirlas a fuerza de disciplina.
Cosas que debes dejar de hacer para ser feliz
Somos artistas de la felicidad, todos aprendemos a partir de nuestra propia experiencia a pulir nuestras
imperfecciones para generar nuevas posibilidades. Y sin embargo, tenemos hábitos tan arraigados, que
romper estas rutinas no resulta sencillo. Pero existe algo que debe hacerte tomar conciencia de la
importancia de romper con ciertas dinámicas: la falta de resultados positivos. ¿Qué cosas debes dejar
de hacer para ser feliz?

Querer controlarlo todo


1. Criticar por criticar
2. Querer ser perfecto
3. Culparte por el pasado
4. Dar la espalda a tus emociones
5. Idealizar la felicidad

Querer controlarlo todo


Esta actitud es agotadora, puesto que cuando adoptamos este rol perdemos de vista la imposibilidad de
poder manejar todos los matices de realidad. Siempre hay cosas que trascienden a nuestras decisiones,
imprevistos que surgen sin que los hayas buscado. La actitud controladora produce ansiedad, ya que la
persona vive constantemente con la sensación de sentirse desbordada por unos acontecimientos que no
le gustan.
Criticar por criticar
La crítica no es negativa en sí misma, sin embargo, se convierte en un disco rayado cuando te
posicionas en el rol de víctima y te quejas por todo aquello que no te gusta como si fueses un niño
pequeño. En cada crítica que pronuncias o que piensas, envías una descarga de negatividad a tu
cuerpo. Por tanto, cambia este diálogo interior.

Querer ser perfecto


Lo importante no es ser perfecto sino buena persona. Que la obsesión por mejorar no se convierta en
una especie de competencia para llegar a ser más que nadie. Ya que cualquier relación se vive de igual
a igual. Olvídate de ser perfecto y busca ser feliz.

Culparte por el pasado


Por mucho que te culpes por un hecho del pasado ya no puedes hacer nada para modificarlo. Por tanto,
lo más importante es que te concentres en el ahora, que busques nuevas vivencias en el presente y que
luches por superarte a ti mismo siempre concentrando tu mente y tu corazón en el carpe diem.

Dar la espalda a tus emociones


Durante gran parte del periodo histórico, las emociones fueron un bien secundario respecto de la razón.
Afortunadamente, la integración de la inteligencia emocional en nuestra vida nos permite ser
conscientes de aquello que nos hace verdaderamente humanos. Tus emociones te aportan información
sobre ti mismo.
Dar la espalda a tus emociones significa racionalizarlo todo al extremo, dejando de lado el valor de la
intuición y de las corazonadas. No integrar el filtro del sentimiento en los juicios de valor sobre la
realidad.

Idealizar la felicidad
Otra cosa que debes dejar de hacer si quieres ser feliz es idealizar la felicidad al extremo de aspirar a
una plenitud que es imposible en la realidad si entiendes por felicidad estar en la nube de la emoción
constante como consecuencia de una película de color de rosa. La vida, como bien sabes, es otra
historia.
La felicidad no se mide en los términos cuantitativos del tener sino en valores esenciales más
profundos. No te obsesiones con tus objetivos y disfruta de cada plan de acción como un legado de
sabiduría práctica.
La felicidad es la escuela de la vida en sí misma.
Cómo afectan los colores al estado de ánimo
La psicología del color siempre ha sido algo muy interesante que no debe pasar desapercibido por
las personas, los colores influyen en nuestra vida más de lo que nos podemos pensar.
Interaccionan en la toma de decisiones, en el almacenamiento de recuerdos, en las emociones y en
nuestro estado mental en general. Es posible que tengamos preferencia hacia un color y que este
domine nuestras prendas por lo que nos haga sentir.
¿Alguna vez te has parado a pensar qué tipo de ropa te pones dependiendo de si estás alegre o triste? Es
posible que si estás contento te decantes por colores vivos como el amarillo, el rojo, el verde o el
naranja, en cambio, si te sientes decaído es posible que elijas colores tales como el gris, el marrón o el
negro. A continuación, en este artículo de Psicología-Online, conocerás los cómo afectan los colores al
estado de ánimo.
Índice

1. Cómo afectan los colores al cerebro


2. Colores que dan tranquilidad
3. Colores que transmiten alegría
4. Colores que transmiten ira
5. Colores tristes

Cómo afectan los colores al cerebro


La energía de los colores entra en nosotros a través del sentido de la vista y nos hace reaccionar de
manera inconsciente y casi sin darnos cuenta. Cada color produce una sensación distinta según su
tonalidad y la asociación que hacemos con algunos estímulos de nuestro medio ambiente.
Una gran parte de la relación entre colores y emociones se ve influenciada por nuestra educación y
experiencia. Si siempre hemos asociado un color concreto a una idea, al ver ese color nos transmitirá
siempre una sensación parecida. Cada uno de nosotros adquiere unos conocimientos concretos, estos
están modulados por las experiencias que, a su vez, influyen en nuestra peculiar forma de entender los
colores.
La cultura también toma un papel muy importante en la percepción del color. Por esa razón, existen
muchas coincidencias en los efectos psicológicos de los colores entre personas de una misma cultura.
Las emociones también interaccionan con los colores de forma inversa, cuando nos sentimos de una
forma concreta, solemos tener preferencia por aquellos colores que coinciden con nuestro estado de
ánimo. Por ejemplo, desde la psicología del color, resulta curioso analizar el modo en el que nos
vestimos según cómo nos sentimos.
Colores que dan tranquilidad
Hay una gama de tonalidades que están asociados a la tranquilidad y que nos transmiten calma. Estos
colores suelen ser los más recomendados para pintar las paredes de una casa o para generar un
ambiente más tranquilo.

Azul
El color azul es el color de la tranquilidad, la calma y la armonía por excelencia. Relaja la mente y
reduce los síntomas de estrés y ansiedad. El azul claro suele estar relacionado con la sabiduría y se
estudia su efecto sobre el ritmo cardíaco. Este color nos puede producir tales sensaciones al estar
relacionado con la calma del mar o del cielo tranquilo.

Verde
Los tonos verdes transportan a nuestra mente hacia la naturaleza, se dice que es el color más relajante
para el sistema nervioso de los seres humanos. El verde es un tranquilizante natural e incluso se
habla de un poder curativo ayudando a estabilizar las emociones. También es conocido como el color
de la esperanza.
Es importante mencionar que un verde más amarillento se asocia con la enfermedad, con la envidia y
con sensaciones desagradables.

Blanco
El color blanco es el color de la luz y el bienestar emocional. En la cultura cristiana se asocia este
color con los buenos actos y con la perfección. En la antigüedad, se utilizaba este color para la gran
mayoría de edificios puesto que les daba un efecto de soberbia y pureza.

Colores que transmiten alegría


Solemos asociar las tonalidades más cálidas a la alegría y energía. Esto puede ser porque las épocas del
año donde los humanos somos más activos y felices están bañadas de esos mismos colores.

Naranja
El naranja es el color del éxito porque da energía pero también se asocia a la ambición. Muchas
empresas que tienen por objetivo motivar al cliente a comprar utilizan este color en su estrategia de
marketing. Cuando se combina con otros colores como por ejemplo el azul, entonces se transmite
calma, serenidad y armonía.

Amarillo
Este color produce muchas sensaciones y se asocia a ideas muy distintas, se suele decir que es el color
del sol, el calor y la luz. Sin embargo, también influye en la intuición, la abundancia y el éxito. El
color amarillo potencia la concentración y hace que centremos mucho la atención en él, por esta
razón, decimos que es adecuado para estudiantes. Además transmite mucha energía.
Violeta
Originalmente era el color que utilizaban los reyes para adornar sus capas y mantos. Por esa razón, se
asocia con el poder y la ambición. También está relacionado con el misterio, el romance y la unión
femenina. El movimiento feminista utilizó este color para abanderar una lucha entera y, a día de hoy,
se sigue utilizando.

Rosa
El rosa es un color poco común en la naturaleza. Relacionamos este color con la amistad, el romance
y con el amor en general. El rosa interacciona con el sentido del gusto, produciendo un efecto de
sinestesia con el cual asociamos el sabor dulce a este tono.

Colores que transmiten ira


Existen unos tonos muy concretos que activan nuestro cerebro de manera excesiva y producen
sensaciones de ira y agresividad, se asocian con elementos de la naturaleza como el fuego o el veneno.
Los animales también utilizan este código de colores para indicar peligro ante sus oponentes.

Rojo
El color rojo anima a los sentidos dando pasión a nuestra vida. Está asociado a la energía, al poder y
a la vitalidad. Pero también tiene una parte negativa asociando este color con la agresividad o el
miedo, lo relacionamos con estas sensaciones por elementos de nuestra vida que están relacionados con
momentos de conflicto y pelea como la sangre o el fuego.

Verde
A pesar de que el verde se asocie originalmente con la calma, un tono demasiado chillón de este color
suele indicar envidia o rabia. En la cultura popular, todos los venenos y enfermedades se reflejan con
este color.

Colores tristes
Los efectos psicológicos de los colores también nos pueden transmitir emociones negativas o
deprimentes. Estos colores suelen tener tonalidades apagadas, sin luz y asociadas a acontecimientos
negativos.

Negro
El negro es el color del luto, casi siempre lo asociamos con acontecimientos tristes de pérdida y duelo.
Se caracteriza por el aislamiento, la soledad. Es posible que lo relacionemos con estas emociones por
ser el color que menos luz refleja. En la cultura popular, también se asocia a las enfermedades, el
peligro y la muerte.
Marrón
El color marrón es el color de la suciedad, de aquello que no es puro. Transmite sentimientos comunes
sin manifestar riegos, vitalidad ni problemas. También es el color de la tierra, podría llegar a asociarse
con la tranquilidad pero normalmente implica sentimientos negativos o tristes.

Gris
El gris es el color del cansancio, la desmotivación y de lo mediocre. Es un color sin vida y que refleja
poca luz. Tan solo se asocia a algo bueno cuando va acompañado de tonos brillantes, entonces se
vuelve un color de lujo y abundancia puesto que lo relacionamos con la plata.

QUÉ ES LA LEY DEL ESPEJO Y CUÁLES SON SUS BENEFICIOS

La ley del espejo afirma: “El mundo exterior actúa como un espejo, reflejando tanto nuestra luz como nuestra sombra, siendo
un retrato de nuestro mundo interior”.

¿Alguna vez te ha pasado que te ha molestado enormemente la forma de actuar de otra persona cuando hacía algo con lo que tú
no estabas de acuerdo? Un ejemplo fácil; la convivencia no es nada sencilla, una de las causas que suele desencadenar disputas
frecuentemente, es que hay personas que son sumamente ordenadas y limpias, y otras que no lo son tanto. Si eres de los/as que
necesitan tenerlo todo perfecto y vives con alguien desordenado, seguramente te asalte a menudo la rabia, al ver que la otra
persona lo deja todo por en medio.

Esta ley lo que pretende principalmente, es que a través de observarnos a nosotros mismos y ver qué es lo que nos molesta,
obtengamos más autoconciencia, proporcionándonos así una “guía” poderosa.

En este artículo vamos a explicar cómo beneficiarnos de ella, utilizando a nuestro favor los cuatro tipos de información que
podemos dilucidar. Enfocaremos la vida de una manera más positiva y adaptativa, mejorando la calidad de las relaciones con
los demás, empezando por la relación con nosotros mismos y extrayendo el máximo provecho a cualquier situación adversa.
Lo conseguiremos gracias a: descubrir nuestras sombras, haciendo consciente lo inconsciente, a través del autoconocimiento
personal, encontrando el equilibrio y alcanzando más momentos de calma y serenidad.
AUTOCONOCIMIENTO PERSONAL
Si alguien nos despierta emociones desagradables, aunque no lo sepamos, probablemente, es porque de algún modo refleja algo
de nosotros mismos que no queremos ver y tenemos que trabajar en ello, dándole espacio para permitirlo, sanarlo, o liberarlo.

No obstante, los problemas solo se solucionan de raíz si modificamos nuestro estado interno, porque si esperamos que cambien
los demás y las situaciones que nos envuelven, nunca nos sentiremos satisfechos. La actitud es lo que marca la diferencia y el
primer paso para mejorarla es la toma de conciencia.
Al hacerlo plenamente, nos damos cuenta de que no tenemos por qué sentirnos constantemente víctimas de nuestras
circunstancias. En gran medida, en nuestras manos está cambiar la realidad, adquiriendo la responsabilidad por nosotros, y
brindándonos la oportunidad para actuar y dejar de sentirnos indefensos y desprotegidos ante el resto del mundo.

Experimentaremos tal transformación interior que llegará a afectar al exterior, cambiando a mejor todo aquello que antes nos
disgustaba.
SEAMOS PRÁCTICOS: CÓMO UTILIZAR LA LEY DEL ESPEJO
Vamos a proponerte una serie de ejercicios prácticos. Necesitarás papel y boli. Gracias a ellos podrás extraer información muy
valiosa de lo que te sucede, para así poder utilizarla a tu favor.

Piensa en algún momento que te hayas descubierto a ti mismo/a sintiéndote mal por algo que te haya sucedido con otra
persona, por ejemplo, después de tener una discusión.

Primero, imagina que te encuentras delante de un espejo. De estas cuatro situaciones posibles trata de identificar en cuál de
ellas te ves reflejado/a.

Obsérvate y hazte la siguiente pregunta:

“¿Qué es lo que refleja este espejo de mí?”


1.EL LADO OPUESTO: te perturba tener delante una persona que es todo lo contrario a ti. Este caso nos daría respuesta al
ejemplo que hemos puesto al principio sobre el orden. Si eres una persona ordenada no soportas el desorden.
¿Cómo trabajarlo?:

•Busca el equilibrio.
Siendo muy rígido/a te situarás en un extremo y desequilibrarás la balanza, sin embargo, puedes equilibrarla siendo un poco
más comprensible y no tan duro/a contigo mismo/a, a la hora de querer tenerlo todo ordenado o bajo control. Al ser más
permisivo/a con tu persona, no te generarán tanta rabia las acciones de los demás.

Coge el papel y apunta:

¿Qué es lo que me estoy exigiendo? ¿Realmente es tan necesario? ¿Podría permitirme ser un poco más flexible conmigo
mismo/a? ¿Si no acabo lo que debía hacer, será terrible? ¿En una escala del 1 al 10 cuánto de terrible es?

Anota las respuestas y al acabar léelas en voz alta. Seguramente puedas encontrar un punto medio en el que te dejes algo más
de margen a ti, y al resto.

2.SIMILITUD: lo que te molesta es en realidad una parte tuya que no quieres ver. Es una parte oscura, como una sombra. Es
algo que no quieres aceptar, y lo que se resiste, persiste.
¿Cómo trabajarlo?:

•Arroja luz a tu sombra buscando los puntos en común.


Escribe qué es exactamente lo que te está doliendo de la otra persona y luego reflexiona si tú te comportas de igual modo en
otras situaciones, redactando los ejemplos al lado.

Al verlo claramente, esa parte de ti dejará de luchar contra tu propia sombra y precisamente eso será lo que te ayude a cambiar
lo que no te guste. Aunque parezca contradictorio, sin aceptación no hay transformación posible.

3.EXPECTATIVAS EGOÍSTAS: sucede cuando tenemos unas altas expectativas en una situación o con una persona y
empezamos a ver que no coinciden con la realidad. Es decir, hemos idealizado a alguien o a algo y al darnos cuenta de que no
es como queríamos lo intentamos controlar y manipular para que cambie y se adapte a la idea que nos habíamos formado en un
principio.
¿Cómo trabajarlo?

•Deja la visión egocéntrica de lado.


Da igual que des mil pataletas, te enfades, grites o llores. Hay una parte en esta vida que escapa de tu control, y esa es la que
está en manos de los demás y de los factores externos.
Anota qué es lo que esperabas de esa persona, relación o momento, y qué es lo que ha fallado. Después escribe en una columna
qué era lo que estaba en tu mano modificar y qué era lo que no dependía de ti.

Cuando te des cuenta de que de nada sirve intentar controlarlo todo, te quitarás un peso de encima, actuando solo cuando sea
necesario y dejando que las cosas fluyan a su manera.

•Responsabilizarte de ti mismo y hazte cargo de lo que esté bajo tu control.


Coge toda esa energía que estás desperdiciando en intentar cambiar al otro y dirígela hacia algo constructivo y que sí que esté
en tu poder, es decir, cambiarte a ti mismo y darte lo que necesitas.

Escribe las cosas que podrías hacer tú por ti para mejorar tu vida sin que dependas de los demás y cómo podrías darte lo que
esperas del otro, después, ponte manos a la obra. Es curioso, pero cuando tú mismo/a haces una transformación genuina en ti,
el resto lo percibe y cambian contigo.

4.CUANDO HACEMOS LO MISMO A LOS DEMÁS: Cuando te encuentras a ti mismo/a sintiéndote víctima de una persona
que te está haciendo daño, y no te das cuenta de que, aunque tú no le estés tratando igual a ella directamente, se lo estás
haciendo a otra persona.
¿Cómo trabajarlo?:

Redacta la lista de las cosas que te hacen sentir mal respecto a cómo te tratan y luego repásala con detenimiento pensando si tú
estás actuando de un modo similar con alguien distinto.

Por ejemplo, si no te contesta un mensaje un/a chico/a que para ti es importante y te ignora, es probable que te sientas
impotente al ver que no es claro/a contigo. Por lo tanto, cuando otro/a chico/a te escriba a ti y no quieras contestarle, date
cuenta de que es lo mismo que le pasaba al/la primero/a, y está en su derecho a contestarte más tarde o no hacerlo, como tú.

Si nos ponemos en la piel de los demás, como resultado les trataremos mejor y no haremos lo que no nos gustaría que nos
hicieran.
Estas son las cuatro situaciones de las que podemos aprender. Siempre existe la opción de verlas como impedimentos para
conseguir lo que queremos y sentirnos frustrados, o, por el contrario, elegir ver a esas personas y situaciones como maestros de
crecimiento, que nos dan la oportunidad para mejorar nuestra vida y la manera de afrontarla.

Si no extraemos la enseñanza, se repetirán constantemente hasta que decidamos arrojar claridad a nuestra oscuridad,
conociéndonos más a fondo, haciéndonos conscientes de todo lo que sucede y actuando en consecuencia.

Finalmente, lo esencial es el perdón. Si sentimos resentimiento hacia alguien y no lo conseguimos perdonar, difícilmente
podremos encontrar la calma y estabilidad emocional que tanto ansiamos. Cuando estás resentido te encuentras con dos
opciones: decidir perdonar o decidir no hacerlo.

Es una elección, y toma su tiempo, no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana, pero el escoger no hacerlo puede
significar quedarse anclado al pasado.

Sin embargo, es factible perdonar a distancia, sin mediar palabra con la persona, pero liberando el dolor acumulado y soltando
el rencor. Lo que está claro que el perdón aporta calma y liberación. Favorece a estar más preparado para afrontar nuevos retos
y dejar que entren las cosas buenas a tu vida.

¿CÓMO PERDONAMOS?
Yoshinori Noguchi, en su libro sobre la Ley del espejo, nos da los pasos a seguir para aprender a perdonar, y son los siguientes:
1.Perdónate a ti.
En psicología se utiliza el término <<auto-aceptación>>, que sería conocerte a ti mismo/a con tus defectos y virtudes y
aceptarte tal y como eres.
2.Haz una lista con las personas que no puedas perdonar.
Ayuda a ser consciente de las personas con las que tienes algo pendiente por resolver.

3.Expresa tus sentimientos en un papel.


No nos cansaremos de repetirlo, expresarse por escrito es una manera de liberar emociones guardadas, y ya sabes, “Emociones
expresadas, emociones superadas”.
4.Busca los motivos de ese acto.
Como hemos comentado anteriormente, la empatía es clave, saber el por qué y entenderlo ayuda aliviar la angustia generada.
5.Escribe aquello que puedas agradecerle.
El agradecimiento es una técnica muy poderosa. Puedes agradecer a quien te hizo daño en el pasado, por ejemplo, porqué te
enseñó a ser más fuerte y a sacar habilidades que ni si quiera habías descubierto en ti mismo/a.

6.Utiliza afirmaciones como: “Te libero y te perdono”.


Recitar en voz alta el perdón puede ayudar a hacerlo más real y que lo acabes interiorizando de verdad.

7.Escribe lo que has aprendido.


Es esencial ver lo que has podido aprender de esa situación adversa. Si has aprendido no ha sido en vano.

Por tanto, una vez expuesto lo anterior y resumiendo, ¿QUÉ BENEFICIOS CREES QUE NOS APORTA LA LEY DEL
ESPEJO? ¿Los enumeramos juntos?
1.Mayor autoconocimiento. Cuanto más conocimiento tienes de ti mismo/a más claro visualizas lo que quieres en tu vida,
dirigiendo así tus esfuerzos hacia el alcance de tus objetivos y tus metas.
2.Integración de tu sombra. Al reconocer tu lado oscuro, deja de ser un impedimento invisible constante.
3.Más empatía y compasión. En el momento que te pones en el lugar del otro, aceptas la imperfección “humana” ajena, puesto
que también la percibes en ti.
4.Mayor equilibrio. Lo externo te afecta en menor medida, te encuentras más conectado/a con tu paz interior.
5.Humildad. Aprendes a verte tal y como eres, sin máscaras, aceptando tus debilidades y desapegándote del ego.
6.Liberación de la actitud de víctima. Dejas de ceder tu poder personal a los otros para empezar a responsabilizarte de tu
persona.
7.Más sabiduría y libertad. Comprensión sobre las cosas y libertad de elección, puesto que estás menos condicionado/a por lo
exterior. Y, por último, el saber perdonar es de sabios, porque odiar a alguien es como beber veneno y esperar a que muera el
otro.
Merece la pena dedicar un tiempo a tal introspección, ¿te parece?

Espero que te haya gustado. Si quieres cuéntanos si te has visto identificado/a en alguna de las situaciones anteriores y si te
animas a trabajar en ellas para seguir evolucionando en el camino de la vida.

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