Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
de autoestima
+Universo social y material que te rodea: el contacto con otras personas es una de las
fuentes más importantes que tenemos para poder crear nuestra propia visión del
mundo. La relación que tienes con cada una de las personas de tu entorno
(amigos, familia, pareja) va a ser la responsable de desarrollar tu idea de cómo crees
que eres.
+Creencias negativas: es muy complicado cambiar las creencias y pilares que hemos
ido asumiendo a lo largo de la vida, pero esto no quiere decir que sea imposible. Por lo
general, las personas somos muy reacias a los cambios, mucho menos a aquellos que
afecten a creencias muy arraigadas de las que nos hemos ido autoconvenciendo con el
paso de los años. Por ejemplo, si en tu interior siempre has creído que eres una
persona fea o que no sirves para hacer cierta actividad, a día de hoy será muy difícil
que cambies esos pensamientos y comiences a valorarte como realmente mereces.
Por eso, para subir y fortalecer la autoestima, es fundamental tratar el problema de
raíz, es decir, desde tus convicciones más internas.
+La teoría que has elaborado sobre ti mismo: todos y cada uno de los calificativos con
los que nos definimos a nosotros mismos (independientemente de que estos sean
buenos o malos) forman una teoría sobre quién creemos que somos. Cuando estos
calificativos son en su mayor parte negativos, inevitablemente y tarde o temprano,
tendremos una autoestima baja. Empezar a definirnos con palabras más bonitas y
reales nos ayudará a comenzar a querernos un poquito más a nosotras mismas.
Por ejemplo, ante un éxito, su autoestima sube, pero la euforia se termina rápido y
entonces vuelven los niveles bajos de autoestima.
En este sentido, la inestabilidad que presentan también puede aparecer en otras
facetas de su vida, y sobre todo, en su bienestar emocional. Este tipo de autoestima es
típica de personas con trastorno límite de la personalidad (TLP), por ejemplo.
También, en personas narcisistas, que aunque parezca que gozan de una gran
autoestima, la realidad es que sus rasgos narcisistas a menudo son una “máscara”
para tapar sus grandes carencias de amor propio.
- Autoestima inflada
En general, si una persona tiene una autoestima estable, sus diferentes tipos de
autoestima en este sentido son altos. Sin embargo, también es cierto que podemos
tener una muy buena autoestima laboral y una muy mala autoestima social, por
ejemplo. Es decir, son conceptos bastante independientes, aunque en algunas
ocasiones puedan influenciarse mutuamente.
- Autoestima personal
La autoestima personal es aquella que tiene que ver con nuestro propio bienestar;
sería la autoestima “general”, la que se relaciona con cómo nos tratamos y con el
amor que nos dedicamos a nosotras mismas.
- Autoestima social
La autoestima social hace referencia a cómo de seguras nos sentimos en nuestras
relaciones personales, relacionándonos con los demás, haciendo amigos, etc. Es una
autoestima que toma relevancia en la adolescencia, por ejemplo, cuando formar parte
de un grupo se convierte en un aspecto esencial para la identidad de la persona.
Tiene que ver, también, con el reconocimiento de nuestros logros en esta área y con la
capacidad que tenemos de reconocerlos como propios y como fruto de nuestro
esfuerzo y/o talento. Implica reconocer las fortalezas en nuestra forma de trabajar o
estudiar.
Como hemos visto, no existe un único tipo de autoestima sino muchos. Además, la
autoestima no es algo 100% estable en el tiempo (aunque haya personas que no
presenten grandes oscilaciones en ella). Esto hace que podamos tener un determinado
tipo de autoestima (alta y estable) durante una determinada época, pero que esta
pueda disminuir, sobre todo cuando es inestable.
Por otro lado, como la autoestima es un concepto que engloba muchas facetas de
nuestra vida, podemos tener una buena autoestima en un área (por ejemplo, el
trabajo) y una autoestima un poco más frágil en otra (en las relaciones personales, por
ejemplo).
Sea como sea, cuidar (y fomentar) nuestra autoestima pasa por cuidar cómo nos
dirigimos a nosotras mismas (cuidar nuestro lenguaje o diálogo interno), conocer qué
nos gusta y qué no, poner límites, escoger personas que nos aporten algo como
acompañantes de vida (huir de las personas tóxicas), etc. Y sobre todo, pedir ayuda
profesional si sentimos que la necesitamos, porque esta es otra forma de cultivar una
buena autoestima.