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FUNDAMENTAL
Mayo 2015
Año 1 Volumen 11
JURISPRUDENCIA
FUNDAMENTAL
Ejecución de títulos valores
Actualidad
Área JurisprudenciaFundamental:
Civil Jurisprudencial fundamentalEjecución de títulos valores
Contenido
No es necesario presentar el contrato (causal) de tarjeta de crédito para ejecutar un
casación N.º 1 413
título valor (letra de cambio a la vista) (Casación N.º 2760-2013-Arequipa)
No es posible oponer un convenio arbitral a la ejecución de un título valor (pretensión
casación N.º 2 418
no causal) (Casación N.° 288-2014-Lima)
Certificados de depósito aduanero son títulos endosables y acreditan el almacenamiento
casación N.º 3 423
del bien (Casación N.° 288-2014-Lima)
En ejecución de garantías no es relevante el cuestionamiento a un título valor (pagaré)
casación N.º 4 que no es el título de ejecución (documento que contiene garantía real) (Casación 431
N.° 2270–2013-La Libertad)
Al probar el ejecutado el pago parcial de la deuda con títulos valores debió establecerse
casación N.º 5 438
el monto total adeudado (Casación N.° 4411-2012-Lambayeque)
Presentación
Jurisprudencia fundamental
JURISPRUDENCIA FUNDAMENTAL
Casación
N.º 2760-2013-
No es necesario presentar el contrato
Arequipa (causal) de tarjeta de crédito para
ejecutar un título valor (letra de
cambio a la vista)*
Octavo.- Bajo este contexto normativo y doctrinario, se debe tener claro que la rela-
ción que se da en un título valor, es una relación independiente, totalmente distinta
de la relación causal; en ese sentido, solicitar la exhibición del contrato no solo viene
en contra de los principios que postula nuestra Ley número 27287 – Ley de títulos
valores (principio de literalidad), sino que contradice el sentido que la ley tiene, no
tendría sentido la existencia de los procesos únicos de ejecución en los cuales se trabaja
sobre una base cierta, esta es la existencia de un derecho cierto, exigible y líquido. Bajo
los argumentos expuestos y de conformidad con lo establecido en el artículo 18 de la
acotada Ley de Títulos Valores, este Supremo Tribunal concluye que no es requisito
indispensable que presente el contrato de Tarjeta de Crédito, por cuanto cada obliga-
ción se encuentra contenida per se en cada Título Valor presentado.
1 Montoya Mafredi, Ulises, Comentarios de la Ley de Títulos Valores, Grijley, octava edición, agosto
2012, página 54.
de los hechos y medios probatorios, lo cual es facultad de las instancias de mérito; razón por la
cual debe procederse a un reenvío excepcional.
DECISIÓN:
Estando a dichas consideraciones y en aplicación de lo previsto por el artículo 396 tercer pá-
rrafo, numeral 1 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, declararon:
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el Banco de Crédito del Perú, obrante a
folios ciento cincuenta; CASARON la resolución de vista de fojas ciento veinticinco, de fecha
veintiséis de abril de dos mil trece expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Jus-
ticia de Arequipa; en consecuencia NULA la misma e INSUBSISTENTE la apelada de fecha
veinticuatro de setiembre de dos mil doce, obrante a fojas sesenta y nueve; ORDENARON en
forma excepcional el reenvío de la causa a fin de que el Sexto Juzgado Civil de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa emita nueva resolución teniendo en cuenta las consideraciones expues-
tas por este Supremo Tribunal; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por el Banco de Crédito del
Perú con Máxima Zea de Medina, sobre Obligación de Dar Suma de Dinero; y los devolvieron.
Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema.-
SS. Valcárcel Saldaña, Cabello Matamala, Rodríguez Chávez, Cunya Celi, Calderón Puertas.
JURISPRUDENCIA FUNDAMENTAL
Casación
N.° 288-2014-
No es posible oponer un convenio
Lima* arbitral a la ejecución de un título
valor (pretensión no causal)
sores y Consultores S.A.C, con la finalidad que se ordene judicialmente el pago de la suma de
cuatrocientos veinticuatro mil ciento dieciséis nuevos soles (S/. 424 116.00), por el mérito
del título valor impago consistente en el cheque que se adjunta a la demanda. El demandante
fundamenta su pretensión en que en virtud a relaciones comerciales entre las partes, el deman-
dado giró el cheque N.° 00000457 2 de fecha treinta de abril de dos mil doce, que fue puesto
a cobro, pero fue devuelto no conforme por cuenta cancelada, según certificación del título
valor, emitida por funcionario del BBVA Banco Continental, siendo que el cheque impago
asciende a la suma demandada.
Excepción de convenio arbitral y contradicción. Según escrito de fojas noventa y nueve, el
demandado Estudio Pacheco Torres Abogados, Asesores y Consultores SAC formula excepción
de convenio arbitral y contesta la demanda argumentando, respecto a la excepción, que no
existe vinculación comercial entre las partes y que la obligación que se pretende ejecutar es
consecuencia del Contrato Privado de Desarrollo de Proyecto y Prestatario de Suma de Dinero
de fecha doce de abril de dos mil doce que vence en todos sus extremos el veinte de abril de
dos mil trece como se puede observar de la cláusula tercera, plazo del contrato. Señala además
que este contrato fue suscrito entre la Empresa Cooperativa de Trabajo y Fomento del Empleo
Santo Domingo Ltda y la Empresa LDV Inversiones y Servicios S.A.C, donde se establece que
la beneficiaria será la empresa Inversiones Lancaster SAC, representada por el demandante, la
que, por tanto, es parte integrante del contrato privado de desarrollo de proyecto y prestatario
de suma de dinero. En la cláusula décimo cuarta se ha establecido que en caso de controversias,
se resolverán mediante trato directo, de lo contrario serán sometidas a arbitraje de derecho a
cargo de un Tribunal Arbitral compuesto por tres árbitros. En cuanto a la contradicción, indica
que existe paralelamente una denuncia penal por comisión de ilícito de estafa y libramiento
indebido por el mismo cheque, la que se encuentra en proceso, por lo que no se puede ejercer
doble acción, siendo incorrecto que se pretenda demandar el pago y la ejecución de la obliga-
ción de dar suma de dinero, pese a que existe una denuncia penal.
Auto de primera instancia. Luego del trámite procesal correspondiente, el señor Juez del
Décimo Primer Juzgado Civil con Subespecialidad Comercial, emitió el auto final de fojas
ciento treinta y cinco, mediante el cual se declaró infundada la excepción de convenio arbitral
e infundada la contradicción, y que, en consecuencia, se ordenó llevar adelante la ejecución.
El A-Quo fundamenta que respecto a la excepción de convenio arbitral, no se advierte ni se ha
acreditado de forma alguna que la parte demandante haya formado parte de la relación jurídica
que se instauró en el mencionado contrato, siendo que la cláusula arbitral genera efectos única-
mente entre las partes que celebran el acuerdo, por lo que no puede ser opuesta a la ejecutante,
razón por la cual la excepción no merece ser amparada. Respecto a la contradicción se indica
que sólo se puede contradecir alegando la nulidad formal o falsedad del título, la inexigibilidad
o iliquidez de la obligación contenida en el título y la extinción de la obligación, lo que no se
presenta en este caso, toda vez que, en el proceso penal se busca sancionar al representante de
la ejecutada por la concurrencia de un ilícito penal, por lo que no existe identidad de petitorios
entre ambos procesos. Por otro lado, se menciona que la parte ejecutada no ha acreditado el
pago de la obligación, por lo que, su contradicción es manifiestamente infundada.
Auto de segunda instancia. La Segunda Sala Civil con SubEspecialidad Comercial de la Corte
Superior de Justicia de Lima emitió el auto de vista del veintiuno de noviembre de dos mil tre-
ce, de fojas ciento setenta y ocho, que revocando la apelada, la reforma declarando fundada la
excepción de convenio arbitral y, en consecuencia, nulo todo lo actuado y concluido el proceso.
y, de su tenor se advierte que fue celebrado entre la “Empresa LDV Inversiones y Servicios
SAC” y la “Cooperativa de Trabajo y Fomento del Empleo Santo Domingo Ltda.” Es evi-
dente entonces que ni la parte demandante, “Inversiones Lancaster S.A.C”, ni el demandado,
“Estudio Pacheco Torres Abogados, Asesores y Consultores” intervinieron en dicho contrato.
Sin embargo, el demandado considera que el convenio arbitral es aplicable a la demandante
porque si bien no interviene como parte en el contrato, se le consigna en la cláusula cuarta en
la que se indica que se le depositaría cierta suma de dinero en una cuenta bancaria aperturada
a su nombre.
4. Los contratos civiles son capaces de generar efectos entre sus partes, así lo entiende el artículo
1363 del Código Civil que reza: “Los contratos sólo producen efectos entre las partes que los
otorgan y sus herederos (...)”. Por tanto, los acuerdos contenidos en las cláusulas de un contrato
son vinculantes, necesariamente, para las partes que así lo convinieron, porque manifestaron
su voluntad para cumplir determinada prestación. En este orden de ideas, todas las cláusulas
del “Contrato Privado de Desarrollo de Proyecto y Prestatario de Suma de Dinero”, entre ellas
la del convenio arbitral, son exigibles única y exclusivamente a las partes que lo celebraron,
esto es, a LDV Inversiones y Servicios S.A.C y la “Cooperativa de Trabajo y Fomento del
Empleo Santo Domingo Limitada”. En otros términos, dichas cláusulas no son exigibles ni a
la demandante Inversiones Lancaster S.A.C ni al Estudio Pacheco Torres Abogados, Asesores
y Consultores S.A.C, por lo que, la excepción de convenio arbitral planteada carece de asidero,
y, por ende, debe ser declarada infundada.
5. Por otro lado, es cierto que nuestro ordenamiento jurídico ofrece la posibilidad de celebrar
contratos a favor de terceros, según prescribe el artículo 1457 de nuestro Código Civil. Sin
embargo, ello no convierte al tercero en estipulante sino que únicamente es aquella persona
sobre la que surtirán efecto las prestaciones establecidas, por otros, en un determinado con-
trato. Ello es así porque dicho tercero no prestó su consentimiento con la elaboración de las
cláusulas que forman parte del contrato, siendo que, conforme al artículo 1458 del Código
Civil, se hace necesaria la comunicación de su voluntad de hacer uso del derecho que surge a
su favor.
6. El análisis expuesto nos permite concluir claramente que el convenio arbitral suscrito
entre terceros ajenos a esta relación procesal no es aplicable a las partes implicadas en
este proceso, por lo que, la excepción propuesta es infundada. A mayor razonamien-
to, debe indicarse que no existe medio de prueba alguno que, de manera fehaciente
permita concluir válidamente que el título valor puesto a cobro sea consecuencia
directa del contrato citado, que, valga la redundancia, obliga a terceros y no a las
partes del presente proceso. Por otro lado, la pretensión postulada es ejecutiva pues
se busca hacer efectivo el mérito ejecutivo que presenta el cheque puesto a cobro.
Al pretenderse la ejecución de un título valor, es necesario indicar que no es posible
oponer un convenio arbitral a este tipo de pretensiones (no causales) porque la juris-
dicción arbitral no cuenta con algunas potestades propias de la jurisdicción estatal,
principalmente la executio, lo que impediría a un árbitro ordenar la plena ejecución
de un título ejecutivo.
7. Al haberse declarado la procedencia del recurso por una infracción material es necesario emitir
pronunciamiento respecto a la contradicción formulada por el ejecutado. En tal sentido, es
JURISPRUDENCIA FUNDAMENTAL
Casación
N.° 288-2014-
Certificados de depósito aduanero
Lima* son títulos endosables y acreditan el
almacenamiento del bien
Depósitos de la mercadería era el Banco de Crédito, que los títulos valores estaban endosados
a su favor y no se requerían las firmas de su representada conforme a la ley de la materia, por
lo que, independientemente de las instrucciones, recibidas o no, la demandada, Almacenes
Bocanegra S.A., sólo podía entregar la mercadería al tenedor de los señalados certificados de
depósito, y no a cualquiera como lo hizo, incurriendo en responsabilidad.
3. Puntos controvertidos: Se estableció como punto controvertido, determinar si la parte de-
mandada y/o denunciados civiles se encuentran obligadas a pagar a la demandante la cantidad
de US$ 44,000.00 (cuarenta y cuatro mil con 00/100 Dólares Americanos), más intereses
legales.
4. Sentencia de primera instancia: Culminado el trámite correspondiente, el Juez mediante
sentencia de fojas seiscientos cincuenta y tres, su fecha diez de setiembre de dos mil diez, declaró
fundada la demanda, en consecuencia, dispuso que la demandada pague a la demandante la
suma de US$ 44,000.00 (cuarenta y cuatro mil con 00/100 Dólares Americanos), más intereses
legales a partir de la fecha de interposición de la demanda; e infundada la demanda respecto de
los denunciados civiles Consorcio Aduanero San Remo Sociedad Anónima y Banco de Crédito
del Perú; considerando que en autos hay constancia de los Certificados de Depósito Aduanero
número 13181 del veintiuno de febrero de dos mil uno y número 13414 del veintisiete de
agosto de dos mil uno, que fueron expedidos encontrándose vigente la Ley 27287 - Ley de
Títulos Valores, apreciándose en el extremo inferior de los señalados títulos valores el endoso
de los mismos, conforme al artículo 36 de la Ley de Títulos Valores que permitía el endoso en
blanco, esto es, sin señalar el beneficiario del mismo. Que de los mencionados Certificados
de Depósito se corrobora el endoso que realiza Interlink del Perú SA a favor del Banco de
Crédito del Perú, con lo cual este último habría adquirido la propiedad de los mismos, ya que
de conformidad con el artículo 231.2 de la Ley de Títulos Valores, el endoso del Certificado
de Depósito separado del warrant no requiere ser registrado ante el Almacén General de De-
pósito, norma que no puede ser desconocida por la demandada. Que la mercancía indicada en
los Certificados de Depósito han tenido como titular al Banco de Crédito del Perú, debiendo
asumir la demandada como depósito aduanero autorizado la obligación señalada en el numeral
3.° del artículo 229 de la Ley de Títulos y Valores, que prescribe que el Almacén General de
Depósito entregará las mercaderías depositadas a la presentación de ambos títulos, salvo que se
haya limitado a emitir sólo el Certificado de Depósito o el warrant. Menciona que se evidencia
la relación contractual de la demandante con el Banco de Crédito del Perú, conforme la copia
de las cartas del treinta y uno de enero de dos mil uno y catorce de agosto de dos mil uno,
obrantes a fojas seis y siete, en que se indica que se solicite al depósito general autorizado la
emisión de un certificado de depósito y su endoso a favor del Banco, autorizándose al Banco
aceptar pagos parciales por dicha mercadería con la consiguiente liberación de la misma, lo
que se corrobora con las comunicaciones realizadas por el Banco obrantes a fojas nueve y trece.
Asimismo refiere que la demandada no entregó la mercadería al banco endosatario, apreciándose
de las liquidaciones de pago de fojas diez a trece, que Interlink del Perú SA cumplió sólo con
pagar US$ 26,000.00 (veintiséis mil con 00/100 Dólares Americanos), adeudando un saldo
de US$ 44,000.00 (cuarenta y cuatro mil con 00/100 Dólares Americanos).
5. Fundamentos de la apelación: Mediante escrito de fojas seiscientos noventa y ocho la empresa
demandada Almacenes Bocanegra S.A., interpone recurso de apelación contra la sentencia de
primera instancia, alegando que la sentencia impugnada declara fundada la demanda por con-
siderar que la suma ordenada a pagar proviene de los saldos deudores del contrato de depósito
Almacenes Aduaneros, en tanto la empresa arguye que no es y nunca fue una sociedad mercantil
constituida como un Almacén General de Depósito, sino que es una sociedad comercial consti-
tuida como Depósito Aduanero Autorizado, por lo que no está regulada por la Superintendencia
de Bancos y no podía emitir en ningún caso Certificados de Depósito, menos aún Warrants,
solamente podía expedir Certificados de Depósito Aduaneros aprobados por la Resolución de
Superintendencia de Aduanas número 00229 que se regulan por la Ley General de Aduanas. La
recurrente sostiene que la sentencia impugnada incurre en error de derecho, por cuanto todo su
razonamiento jurídico solamente resulta aplicable a los Almacenes Generales de Depósito, y que
además han sido autorizadas para operar como Depósitos Aduaneros Autorizados, en cuyo caso,
habiendo emitido un Certificado de Depósito (título valor), éste se regula por la Ley de Títulos
Valores y demás normas de naturaleza financiera. En el caso de un Depósito Aduanero Autoriza-
do como lo es la demandada, el Decreto Supremo número 008-95-EF señala en sus artículos 12
y 36 cuándo cesa su responsabilidad sobre las mercancías recepcionadas para su almacenamiento
y custodia, consignando además la documentación exigida para ser entregada al dueño o con-
signatario, entre las que no se encuentra el Certificado de Depósito Aduanero. De otro lado, de
manera excepcional se ha admitido la casación por la causal de infracción normativa del artículo
139, incisos 3.° y 5.° de la Constitución Política del Estado.
IV. MATERIAS CONTROVERTIDAS:
En el presente caso la controversia gira en determinar si se han infringido las reglas del debido
proceso y de motivación de las resoluciones judiciales, así como establecer los alcances de las
funciones de la recurrente.
V. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA:
Primero.- Que, se ha declarado procedente el recurso de casación por infracciones de orden
procesal y material; por tal motivo, corresponde realizar primero el análisis de las primeras pues
de ampararse acarrearía la nulidad de los actuados, conforme se desprende de lo prescrito en el
artículo 396 del Código Procesal Civil.
Segundo.- Que, de manera excepcional se menciona que se habría vulnerado las garantías del
debido proceso y la motivación de las resoluciones judiciales. Sobre el punto debe señalarse:
2.1. En cuanto a la justificación interna (que consiste en verificar que “el paso de las premi-
sas a la conclusión es lógicamente -deductivamente- válido” sin que interese la validez de las
propias premisas), se observa que el orden lógico propuesto por la Sala Superior ha sido el
siguiente: (i) premisas normativas: los artículos 17, 18 y 19 del Decreto Supremo N.° 008-95-
EF - Reglamento de Almacenes Aduaneros, regulan lo concerniente al Certificado de Depósito
Aduanero y establecen que las mercaderías pertenecen a quien posee el referido documento; (ii)
premisa fáctica: la mercadería se entregó a persona jurídica distinta a la que se había endosado
el documento; (iii) conclusión: la mercadería no debió haberse entregado y la demandada es
responsable por el daño causado. Tal como se advierte, la deducción lógica de la Sala es com-
patible formalmente con el silogismo que ha establecido, por lo que se puede concluir que su
resolución presenta una debida justificación interna. 2.2. En lo que concierne a la justificación
externa, ésta consiste en controlar la adecuación o solidez de las premisas1, lo que supone que
la(s) norma(s) contenida(s) en la premisa normativa sea(n) norma(s) aplicable(s) en el orde-
1 Atienza, Manuel, Las razones del derecho. Sobre la justificación de las decisiones judiciales, En: http://
razonamientojurídico.blogspot.com.
2 Moreso, Juan José y Vilajosana, Josep María, Introducción a la Teoría del Derecho, Madrid, Marcial
Pons, pág. 184
3 Sentencia del Tribunal Constitucional. Expediente 00037-2012-PA/TC.
4 Carocca Pérez, Alex, El debido proceso y la tutela judicial efectiva en España, Normas Legales, Octubre,
1997, pp. A 81 - A 104.
5 Ver: Bernardis, Luis Marcelo. La garantía procesal del debido proceso, Cultural Cuzco Editor, Lima
1995, pp. 392-414.
respetado los derechos antes mencionados, no siendo ellos además motivo de denuncia por
parte del recurrente.
Cuarto.- Que, a fin de precisar el asunto materia en cuestión, debe señalarse que Transco Food
Trading Inc. vendió a Interlink del Perú SA mercadería por hasta US$ 70,000.00 (setenta mil
con 00/100 Dólares Americanos), habiéndosele cancelado sólo la suma de US$ 26,000.00
(veintiséis mil con 00/100 Dólares Americanos), quedando un faltante de US$ 44,000.00
(cuarenta y cuatro mil con 00/100 Dólares Americanos). La demandante refiere que los pro-
ductos los internó en Almacenes Bocanegra SA y que dicha empresa, a pesar que el Certificado
de Depósito (que acreditaba la titularidad de los bienes) había sido endosado al Banco de
Crédito del Perú S.A., permitió a Interlink del Perú SA retirar toda la mercadería. El asunto
se reduce a determinar si la recurrente podía entregar las mercancías a Interlink del Perú S.A.,
o, si en cambio, sólo podía hacer efectiva esa entrega previa autorización del Banco de Crédito
del Perú.
Quinto.- Que, la recurrente, Almacenes Bocanegra S.A., señala que se le ha aplicado errónea-
mente los artículos 17 a 19 del Decreto Supremo número 08-95-EF - Reglamento de Almace-
nes Aduaneros, pues dicha norma regula la actividad de los Almacenes Generales de Depósito
y no la de los Depósitos Aduaneros Autorizados, como en su caso, quiénes sólo emiten Certi-
ficados de Depósitos Aduaneros (aprobados por la Resolución de Superintendencia Aduanas
número 00229 y regulados por la Ley General de Aduanas) y no Certificados de Depósitos,
regulados por la Ley de Títulos Valores.
Sexto.- Que, en lo que respecta a las funciones que desempeñaba la empresa demandante
debe señalarse lo que sigue: 6.1. A fojas setenta y siete obra la contestación de la demandada
realizada por Almacenes Bocanegra S.A., en la que se puede observar que en ningún momento
la referida empresa menciona lo que ha alegado en la presente casación, limitándose a indicar
que no recibió las cartas que le indicaban que debía entregar la mercadería a otra empresa. 6.2.
Asimismo, debe advertirse que a fojas sesenta y cuatro, le indica al Banco de Crédito del Perú
que no responde de la deuda, no porque los Certificados de Depósito números 13414 y 13181
no fueran endosables, sino porque no fueron informados del endose. 6.3. En la Audiencia
de Fijación de Puntos Controvertidos (fojas doscientos treinta y siete) tampoco hay alusión a
normas aduaneras. 6.4. Es sólo cuando presenta la apelación que la recurrente trae a debate
que su actividad se reduce a ser Depósito Aduanero Autorizado y no Almacén General de De-
pósito, reclamando para sí que se le aplique el régimen de la Ley de Aduanas, su Reglamento y
la Resolución de Aduanas número 0229-1996, publicada el veintiocho de marzo de mil nove-
cientos noventa y seis. 6.5. Hay, pues, una conducta errática de la defensa, la que sin embargo
no exonera a esta Sala de su obligación de examinar las infracciones normativas denunciadas.
Sétimo.- Que, siendo ello así, debe observarse, conforme se explica en los considerandos de
la Resolución de Aduanas número 0229-1996, que dicha norma fue elaborada teniendo en
cuenta el expediente número 024055, iniciado por la Asociación Peruana de Almacenes Gene-
rales de Depósito y Depósitos Aduaneros Autorizados. Allí expresamente se menciona: (i) que
estando a lo dispuesto en el artículo 126 del Decreto Supremo número 45-95-EF, para acre-
ditar el almacenamiento “los depositarios expedirán Certificados de Depósito, los que podrán
ser desdoblados y endosados”; (ii) que el artículo 19 del Decreto Supremo número 08-95-EF
regula los Certificados de Depósito que deben expedirse de acuerdo a las formalidades del
Texto Único Ordenado de la Ley General de Aduanas; y, (iii) se diseña el formato del referido
Certificado de Depósito Aduanero.
Octavo.- Que, por consiguiente, de la lectura del mismo dispositivo alegado por
la recurrente, se desprende que los Certificados de Depósito Aduanero son endo-
sables, que ellos acreditan el almacenamiento del bien y que le son aplicables las
normas del Decreto Supremo número 08-95-EF, precisamente las utilizadas por la
Sala Superior para emitir la sentencia respectiva.
JURISPRUDENCIA FUNDAMENTAL
Casación
N.° 2270–2013-
En ejecución de garantías no es
La Libertad* relevante el cuestionamiento a un
título valor (pagaré) que no es el
título de ejecución (documento que
contiene garantía real)
de los artículos 426 y 428 de Código Procesal Civil, aducen que el Juez, durante la tramitación
del proceso, le ordenó en varias oportunidades al banco ejecutante, la reformulación de su
estado de cuenta, e incluso lo ha instruido y pese a ello el ejecutante no cumplía con subsanar
los vicios señalados por el Juzgado, que en repetidas veces no hizo efectivo sus apercibimientos
decretados. Agregan, que la obligación en los estados de cuenta ha devenido en inexigible no
sólo porque los pagarés han prescrito, sino porque los montos contenidos en los estados de
cuenta son falsos; por lo que la contradicción debió ser declarada fundada. Se precisa, que las
denuncias contenidas en los acápites a) y b), como puede verificarse, contienen argumentos
en común, que las vinculan entre sí; lo que permite emitir un pronunciamiento en conjunto
respecto de ellas.
Cuarto.- Que, al subsumir las denuncias precedentes se debe tener presente que estas posibi-
litan por su carácter procesal fijar que el Tribunal Constitucional ha señalado en la sentencia
recaída en el expediente número 01412 - 2007- PA/TC que: “(...) 8.- Como ya lo ha expresado
el Tribunal Constitucional en abundante y sostenida jurisprudencia el debido proceso está
concebido como el cumplimiento de todas las garantías y normas de orden público que deben
aplicarse a todos los casos y procedimientos, en cuyo seno se alberga los actos administrativos,
a fin de que las personas estén en la posibilidad de defender adecuadamente sus derechos ante
cualquier acto del Estado o de los particulares que pueda afectarlos. (...)”.
Quinto.- Que, al subsumir las referidas denuncias, se debe tener presente que el artículo VII
del Código Procesal Civil, dispone: “El Juez debe aplicar el derecho que corresponda al pro-
ceso, aunque no haya sido invocado por las partes o lo haya sido erróneamente. Sin embargo,
no puede ir más allá del petitorio ni fundar su decisión en hechos diversos de los que han
sido alegados por las partes.”; asimismo los artículos 426 y 428 del Código Procesal Civil,
establecen, el primero: los requisitos de admisibilidad que deben ser controlados por el Juez:
“Inadmisibilidad de la demanda.- Artículo 426.- El Juez declarará inadmisible la demanda
cuando: 1. No tenga los requisitos legales; 2. No se acompañen los anexos exigidos por ley; 3.
El petitorio sea incompleto o impreciso; o, 4. La vía procedimental propuesta no corresponda
a la naturaleza del petitorio o al valor de éste, salvo que la ley permita su adaptación. En estos
casos el Juez ordenará al demandante subsane la omisión o defecto en un plazo no mayor de
diez días. Si el demandante no cumpliera con lo ordenado, el Juez rechazará la demanda y
ordenará el archivo del expediente.”. Y, el segundo la posibilidad de modificar o ampliar la
demanda: “Modificación y ampliación de la demanda.- Artículo 428.- El demandante puede
modificar la demanda antes que ésta sea notificada. Puede, también, ampliar la cuantía de lo
pretendido si antes de la sentencia vencieran nuevos plazos o cuotas originadas en la misma
relación obligacional, siempre que en la demanda se haya reservado tal derecho. A este efecto,
se consideran comunes a la ampliación los trámites precedentes y se tramitará únicamente con
un traslado a la otra parte. Iguales derechos de modificación y ampliación tiene el demandado
que formula reconvención.”
Sexto.- Que, conforme a las normas señaladas se verifica que las alegaciones de la denuncia
vertidas [en los epígrafes a) y b)] por los impugnantes no tienen base real por cuanto no se
constata la concurrencia de vicios que afecten el debido proceso o la tutela jurisdiccional,
pues una vez que los recurrentes formularon su contradicción, el Juez aplicó el derecho que
corresponde, tanto a la demanda como a la referida contradicción, para cuyo efecto controló
Sétimo.- Que, la denuncia contra los pagarés que se han aparejado a la demanda
para acreditar las obligaciones de los ejecutados, no son los títulos ejecutivos o de
ejecución. Pues el título ejecutivo o de ejecución está constituido por los documentos
que contienen la garantía real (y el estado de cuenta de saldo deudor) documentos
que los casacionistas no han cuestionado, por lo tanto este extremo del recurso
extraordinario es infundado.
Octavo.- Que, los casacionistas cuestionan los pagarés y consideran que las acciones cambiarias
derivadas de estos se encuentran prescritas y por consiguiente las obligaciones que se pretenden
cobrar devienen en inexigibles. Se precisa, que los pagarés, no son títulos ejecutivos o de ejecu-
ción, como si lo son los documentos que contienen la garantía real, es decir, la hipoteca materia
de ejecución, y en el presente proceso no han sido objeto de cuestionamiento. En concreto, se
verifica que la obligación contenida en el testimonio de escritura pública de constitución de
garantía hipotecaria y su ampliación (fojas seis a catorce y quince a diecisiete), constituyen el
título ejecutivo, que no se encuentra sujeto a condición, cargo ni plazo; además, respecto a la
excepción propuesta, en su oportunidad fue resuelta por el Juzgado, conforme a la resolución
número treinta (fojas trescientos veintiuno), y desestimada por la Sala Superior, conforme a
la resolución número treinta y siete (fojas cuatrocientos dos) contra la cual no se interpuso
el respectivo recurso impugnatorio. Por lo que no se ha incurrido en vicio procesal; lo cual
desestima la denuncia al comprobarse que no existe infracción normativa.
Noveno.- Que, en tal contexto fáctico y jurídico, al no configurarse el motivo de la infracción
normativa, el recurso de casación debe ser desestimado en todos sus extremos y procederse
conforme a lo dispuesto en el artículo 397 del Código Procesal Civil.
5.- DECISIÓN:
Por estos fundamentos: Declararon INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Walter Orlando Vásquez Gutiérrez y Martha Yrene Mendoza de Vásquez (fojas cuatrocientos
ochenta y tres); en consecuencia NO CASARON el auto de segunda instancia, del primero
de octubre de dos mil doce (fojas cuatrocientos sesenta y siete), expedido por la Tercera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por el
Banco Scotiabank Perú Sociedad Anónima Abierta contra Walter Orlando Vásquez Gutiérrez
y Martha Yrene Mendoza de Vásquez, sobre ejecución de garantía. Interviene como ponente
la Jueza Suprema señora Estrella Cama; y los devolvieron.
SS. Almenara Bryson, Tello Gilardi, Estrella Cama, Rodríguez Chávez, Calderón Puertas
JURISPRUDENCIA FUNDAMENTAL
Casación
N.° 4411-2012-
Al probar el ejecutado el pago parcial
Lambayeque* de la deuda con títulos valores debió
establecerse el monto total adeudado
Ejecución de Garantías
mil nuevos soles (S/.7,000.00); por lo que al reducirse este monto queda un saldo de veintisiete
mil cuatrocientos sesenta y ocho nuevos soles con tres céntimos (S/.27,468.03), por lo que no
existe correspondencia entre el saldo deudor que ha servido de base al mandato de ejecución,
con la suma adeudada por la ejecutada, en consecuencia no puede existir un pronunciamiento
válido sobre el fondo de la pretensión; que respecto al tiempo del pago conforme a la Escritura
Pública y su Aclaratoria, el acuerdo tomado entre la ejecutante y ejecutada es tiempo indeter-
minado una segunda hipoteca, como se advierte de la cláusula tercera y cuarta de la aclaratoria,
y la ejecutante faltando al acuerdo establecido pretende cobrar un monto inexistente de ciento
cincuenta mil nuevos soles (S/.150,000.00) lo que invalida su pretensión por no ser cierta.-
Cuarto.- Que, el A quo ha declarado fundada la contradicción, y deja sin efecto el mandato
de pago, con costas y costos, considerando que examinado el testimonio de escritura pública
de constitución de segunda garantía hipotecaria de fecha dieciséis de abril de dos mil nueve,
de fojas dos a cuatro, las partes convinieron en su cláusula segunda que: “la acreedora – ahora
ejecutante -. Ha convenido realizar préstamos a la deudora hipotecaria – ahora ejecutada – para
que pueda desarrollar sus labores comerciales”; asimismo, en la escritura pública de aclaración
de constitución de segunda garantía hipotecaria de fecha dieciocho de mayo de dos mil nueve,
de fojas cinco a siete, en su cláusula tercera se indica: “(...) la acreedora –ahora ejecutante– por
convenir a sus intereses empresariales, y para salvaguardar la cantidad de dinero, producto del
préstamo que ha realizado por la suma de ciento cincuenta mil nuevos soles (S/.150,000.00);
que corresponde a la parte ejecutante acreditar la existencia de otras operaciones realizadas entre
las partes, que bajo este contexto, puede concluirse que al dieciséis de abril de dos mil nueve, la
ejecutante otorgó a favor de la ejecutada un préstamo de dinero por la suma de ciento cincuen-
ta mil nuevos soles (S/.150,000.00), obligación que se encuentra garantizada con la hipoteca
cuya ejecución se solicita; que la ejecutada ha demostrado haber efectuado pagos a favor de la
ejecutante por la suma de noventa y tres mil novecientos treinta y un nuevos soles con setenta
céntimos (S/.93,931.70), posteriores al dieciséis de abril de dos mil nueve (fecha de suscripción
de la escritura pública de constitución de segunda garantía hipotecaria), según constancias de
depósitos bancarios de fojas cuarenta y tres a cuarenta y nueve; pagos que, además, han sido
reconocidos expresamente por la ejecutante en su escrito de absolución de la contradicción; por
lo que corresponde determinar, únicamente, si estos pagos fueron realizados a cuenta de la obli-
gación puesta a cobro o respecto de otras obligaciones como aduce la ejecutante y no si fueron
efectuados a favor de la ejecutante, hecho que como ya se ha señalado no ha sido alegado por
la ejecutante, que en este orden, si bien es cierto, al existir pagos con fechas anteriores al naci-
miento de la obligación puesta a cobro, es evidente que entre las partes ha existido relaciones
comerciales previas, sin embargo, con fecha dieciocho de mayo de dos mil nueve, se suscribe
la escritura pública de aclaración de constitución de segunda garantía hipotecaria, en donde se
deja constancia que el monto del préstamo otorgado a la ejecutada asciende a la suma de ciento
cincuenta mil nuevos soles (S/.150,000.00), por lo que, a criterio de este juzgador, lo expues-
to por la ejecutante en el sentido que estos pagos corresponde a otras obligaciones no crean
convicción, en tanto que no ha acreditado la existencia de estas otras obligaciones con poste-
rioridad al nacimiento de la obligación puesta a cobro, no siendo suficiente los cheques que se
adjuntan a fojas sesenta y nueve, en tanto que éstos tiene como fecha de emisión el veintiocho
de abril de dos mil nueve, por lo que, debe presumirse que fueron emitidos en virtud de este
mismo acto y no por otras relaciones comerciales, atendiendo a que sus montos son inferiores a
los pagos realizados por la ejecutante, lo contrario significaría suponer que la ejecutante habría
cancelado inclusive una suma mayor a la del importe de los cheques, en tanto que la ejecutante
en dicha entidad bancaria para que de esa manera pueda haber pagado a la ejecutante tenedora
del cheque y no en entidades financieras distintas como se sostiene en autos; finalmente, si
como sostiene la demandante los depósitos realizados por su deudora han servido para pagar
los cheques girados a su orden, al haber sido pagados como esta justiciable aduce, los títulos va-
lores por su especial naturaleza deben obrar en la entidad financiera pagadora y no en poder de
la acreedora por no tener la condición de entidad bancaria, por las razones anotadas permiten
concluir que los depósitos realizados por la ejecutada y que la actora reconoce como recibidos
no han servidor para pagar la supuesta obligación contenida en los referidos títulos valores sino
la obligación en cobranza; que la misma ejecutante en la carta notarial de fecha quince de se-
tiembre de dos mil diez, de fojas ochenta y tres, hace recordar a su deudora que en garantía de
la obligación respaldada con la hipoteca, además giró “títulos valores”, se arriba a la conclusión
que la única obligación que la demandada ha tenido con la accionante son los ciento cincuenta
mil nuevos soles (S/.150,000.00), respaldada con la hipoteca cuya realización demanda; que
los pagos realizados por la ejecutada antes de la inscripción de la hipoteca como los posteriores
han ido amortizando la única obligación existente entre las justiciables en un total de ciento
veintidós mil quinientos treinta y un nuevos soles con setenta céntimos (S/.122,531.70), en el
que se incluye el monto de los tres cheques de Liang Surt Sociedad Anónima Cerrada emitidos
a nombre de la empresa Papeadito Sociedad Anónima Cerrada y los tres depósitos efectuados a
través del Banco de Crédito del Perú que en total han seis mil nuevos soles (S/.6,000.00) en la
vista que la conducta de la ejecutante no contribuye a desvirtuar lo sostenido por su deudora;
que en consecuencia, atendiendo que el saldo deudor no refleja el estado de la deuda, en tales
consideraciones no amerita ejecución.
Sexto.- Que, constituye principio de la función jurisdiccional la observancia del debido proce-
so y la tutela jurisdiccional que consagra el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política
del Estado; en igual sentido, el artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil, esta-
blece el derecho de toda persona a la tutela jurisdiccional efectiva para el ejercicio o defensa de
sus derechos o intereses con sujeción de a un debido proceso.
Sétimo.- Que, la garantía del debido proceso comprende un conjunto de principios relativa-
mente heterogéneos pero absolutamente interdependientes, que conforman una unidad con
relación al tipo de proceso que exige el estado de derecho, principios que además han de de-
terminar el curso regular de la administración de justicia por parte de sus operadores y que se
instituyen como reglas y formas cuyo fin es la protección de los derechos individuales.
Octavo.- Que, en ese sentido, el debido proceso está calificado como un derecho humano o
fundamental que asiste a toda persona por el solo hecho de serlo, y que le faculta a exigir del Es-
tado un juzgamiento imparcial y justo ante un Juez responsable, competente e independiente,
toda vez que el Estado no solamente está en el deber de proveer la prestación jurisdiccional a las
partes del proceso o terceros legitimados, sino a proveerla con determinadas garantías mínimas
que le aseguren tal juzgamiento imparcial y justo, en tanto que el debido proceso sustantivo
no solo exige que la resolución sea razonable, sino esencialmente justa. Consecuentemente el
derecho al debido proceso es un conjunto de garantías de las cuales gozan los justiciables, que
incluyen, la tutela jurisdiccional efectiva, la observancia de la jurisdicción y de la competencia
predeterminada por Ley, la pluralidad de instancias, la motivación y la logicidad de las reso-
luciones, el respeto a los derechos procesales de las partes, tales como el derecho de acción, de
contradicción, entre otros.
Noveno.- Que, bajo ese contexto dogmático, se puede colegir que la causal denunciada se
configura cuando en el desarrollo del proceso, no se han respetado los derechos procesales de
Décimo Tercero.- Que, por las razones expuestas se debe amparar el presente recurso de casa-
ción por la causal de infracción normativa de carácter procesal, no correspondiendo pronun-
ciamiento alguno respecto a la causal de infracción normativa de carácter material. Por lo que
es de aplicación el inciso 3 del artículo 396 del Código Procesal Civil, DECLARARON: FUN-
DADO el recurso de casación interpuesto por Juana Laura Wu Loo Kung, de fojas doscientos
cuarenta y cinco a doscientos cincuenta y cinco; en consecuencia NULO la resolución de vista
de fecha veintiocho de setiembre de dos mil doce, que obra de fojas doscientos dieciocho a
doscientos veintidos, expedida por la Primera Sala Especializada Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lambayeque; e INSUBSISTENTE la resolución apelada de fecha veintiuno de
mayo de dos mil doce, que obra de fojas ciento sesenta y seis a ciento setenta; ORDENARON
que el juez de primera instancia expida nuevo fallo con arreglo a ley y conforme a lo señalado
precedentemente; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Ofi-
cial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Juana Laura Wu Loo Kung contra
Maria Enith Merino Ortiz, sobre Ejecución de Garantías; y los devolvieron. Ponente Señor
Ticona Postigo, Juez Supremo.-
SS. Ticona Postigo, Valcárcel Saldaña, Cabello Matamala, Cunya Celi, Calderón Puertas.