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Año 1 Volumen 12
JURISPRUDENCIA RELEVANTE:
Reparación civil y el delito
de peligro
Actualidad
Área
Penal JURISPRUDENCIA
JURISPRUDENCIARELEVANTE: LaLa
RELEVANTE: Reparación civil
reparación y ely delito
civil de peligro
el delito de peligro
Contenido
Responsabilidad penal, civil; daños patrimoniales y no patrimoniales, y el delito
1.a Sentencia 362
de peligro
2.a Sentencia Concepto de reparación civil 367
3.a Sentencia El monto de la reparación civil en delito tributario 371
El principio de suficiencia y de razonabilidad o proporcionalidad en la reparación
4.a Sentencia 376
civil
5.a Sentencia El principio de proporcionalidad y de razonabilidad en la reparación civil 378
ACUERDO PLENARIO
I. ANTECEDENTES
1. Las Salas Penales Permanente y Transitorias de la Corte Suprema de Justicia
de la República, con la autorización del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial,
acordaron realizar un Pleno Jurisdiccional de los Vocales de lo Penal, a fin de
dar cumplimiento a lo dispuesto por los artículos 22 y 116 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
2. Para estos efectos, con carácter preparatorio, se delimitó el ámbito de las Eje-
cutorias Supremas que correspondían analizar y se aprobó revisar las decisiones
dictadas en el segundo semestre del presente año. A continuación, el Equipo de
Trabajo designado al efecto, bajo la coordinación del Señor San Martín Castro,
presentó a cada Sala un conjunto de Ejecutorias que podían cumplir ese co-
metido. Las Salas Permanente y Primera Transitoria –de donde emanaron las
Ejecutorias analizadas–, en sesiones preliminares, resolvieron presentar al Pleno
las Ejecutorias que estimaron procedentes.
3. En el presente caso, el Pleno decidió tomar como base de la discusión los
problemas que plantea la reparación civil respecto de los delitos de peligro.
En no pocos casos ha llegado a conocimiento de la Corte Suprema de Justicia
supuestos en los que se recurría del objeto civil de la condena penal porque las
Salas Penales Superiores estimaban que en esa clase de delitos, por ejemplo, el
de tenencia ilícita de armas de fuego, no existía daño que resarcir.
4. En tal virtud, se resolvió invocar el artículo 116 del Texto Único Ordenado de
la Ley Orgánica del Poder Judicial que, en esencia, faculta a las Salas Especiali-
zadas del Poder Judicial dictar Acuerdos Plenarios con la finalidad de concordar
jurisprudencia de su especialidad. Dada la complejidad y amplitud del tema
abordado, que rebasa los aspectos tratados en aisladas Ejecutorias Supremas, se
decidió redactar un Acuerdo Plenario incorporando los fundamentos jurídicos
correspondientes necesarios para configurar una doctrina legal y disponer su
carácter de precedente vinculante.
5. La deliberación y votación se realizó el día de la fecha. Como resultado del de-
bate y en virtud de la votación efectuada, por unanimidad, se emitió el presente
Acuerdo Plenario. Se designaron como ponentes a los señores San Martín Castro
y Vega Vega, quienes expresan el parecer del Pleno.
ricamente el artículo 92 del Código Penal, y su satisfacción, más allá del interés
de la víctima –que no ostenta la titularidad del derecho de penar, pero tiene el
derecho a ser reparada por los daños y perjuicios que produzca la comisión del
delito–, debe ser instado por el Ministerio Público, tal como prevé el artículo
1° de su Ley Orgánica. El objeto civil se rige por los artículos 54 al 58, 225.4,
227 y 285 del Código de Procedimientos Penales y los artículos 92 al 101 del
Código Penal –este último precepto remite, en lo pertinente, a la disposiciones
del Código Civil–.
A partir de esas normas, nuestro proceso penal cumple con una de sus funciones
primordiales: la protección de la víctima y aseguramiento de la reparación de
los derechos afectados por la comisión del delito, en cuya virtud garantiza “...la
satisfacción de intereses que el Estado no puede dejar sin protección” (ASENCIO
MELLADO, JOSÉ MARÍA: Derecho Procesal Penal, Editorial Tirant lo Blanch,
Valencia, 2004, página 27).
7. La reparación civil, que legalmente define el ámbito del objeto civil del proceso
penal y está regulada por el artículo 93 del Código Penal, desde luego, presenta
elementos diferenciadores de la sanción penal; existen notas propias, finalidades
y criterios de imputación distintos entre responsabilidad penal y responsabilidad
civil, aun cuando comparten un mismo presupuesto: el acto ilícito causado
por un hecho antijurídico, a partir del cual surgen las diferencias respecto de
su regulación jurídica y contenido entre el ilícito penal y el ilícito civil. Así las
cosas, se tiene que el fundamento de la responsabilidad civil, que origina la obli-
gación de reparar, es la existencia de un daño civil causado por un ilícito penal,
el que obviamente no puede identificarse con ‘ofensa penal’ –lesión o puesta
en peligro de un jurídico protegido–, cuya base se encuentra en la culpabilidad
del agente- [la causa inmediata de la responsabilidad penal y la civil ex delicio,
infracción /daño, es distinta]; el resultado dañoso y el objeto sobre el que recae
la lesión son distintos.
8. Desde esta perspectiva el daño civil debe entenderse como aquellos efectos nega-
tivos que derivan de la lesión de un interés protegido, lesión que puede originar
consecuencias patrimoniales y no patrimoniales. Una concreta conducta puede
ocasionar tanto (1) daños patrimoniales, que consisten en la lesión de derechos
de naturaleza económica, que debe ser reparada, radicada en la disminución
de la esfera patrimonial del dañado y en el no incremento en el patrimonio del
dañado o ganancia patrimonial neta dejada de percibir –menoscabo patrimo-
nial–; cuanto (2) daños no patrimoniales, circunscrita a la lesión de derechos
o legítimos intereses existenciales –no patrimoniales– tanto de las personas
naturales como de las personas jurídicas –se afectan, como acota ALASTUEY
DOBÓN, bienes inmateriales del perjudicado, que no tienen reflejo patrimonial
III. DECISIÓN
11. En atención lo expuesto, las Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte
Suprema de Justicia de la República, reunidas en Pleno Jurisdiccional, y de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 116 del Texto Único Ordenado
de la Ley Orgánica del Poder Judicial; por unanimidad;
ACORDÓ
12. ESTABLECER como reglas de interpretación para la determinación de la res-
ponsabilidad civil en los delitos de peligro las que se describen en los párrafos 7 al
10 del presente Acuerdo Plenario. En consecuencia, dichos párrafos constituyen
precedentes vinculantes.
13. PRECISAR que los principios jurisprudenciales antes mencionados deben ser
invocados por los magistrados de las instancias correspondientes, sin prejuicio
de la excepción que estipula el segundo párrafo del artículo 22° del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
14. PUBLICAR este Acuerdo Plenario en el Diario Oficial El Peruano. Hágase
saber.
SS.
SALAS GAMBOA / SIVINA HURTADO / GONZÁLES CAMPOS / SAN
MARTÍN CASTRO / VALDÉZ ROCA / BARRIENTOS PEÑA / VEGA VEGA
/ LECAROS CORNEJO / MOLINA ORDÓÑEZ / PEIRANO SÁNCHEZ /
VINATEA MEDINA / PRÍNCIPE TRUJILLO / CALDERÓN CASTILLO /
URBINA GAMBINI
Jurisprudencia relevante
CIVIL Y EL DELITO DE PELIGRO
CONSIDERANDO
PRIMERO: SUSTENTO NORMATIVO
1.1. El artículo uno de la Constitución Política del Perú, en tanto declara que la de-
fensa de la persona humana y el respeto de su dignidad como fines de la Sociedad.
1.2. El numeral cinco del artículo ciento treinta y nueve de la Constitución Política,
el cual establece que las decisiones judiciales deben ser motivadas.
1.3. El artículo doscientos ochenta del Código de Procedimientos Penales señala
que en la sentencia debe evaluarse el conjunto probatorio.
1.4. El artículo doscientos ochenta y cinco del mismo Código regula el contenido
de la sentencia condenatoria.
1.5. El artículo ciento ochenta y ocho, concordado con los incisos dos, cuatro y
cinco del primer párrafo del artículo ciento ochenta y nueve del Código Penal
sanciona al robo agravado con pena de privación de libertad no menor de doce
ni mayor de veinte años.
1.6. Los artículos VII y VIII del Título Preliminar del Código acotado, que señalan
los principios de proporcionalidad de la pena y fines de esta.
1.7. Los artículos cuarenta y cinco y cuarenta y seis del citado Código, que prevén
los criterios para la determinación e individualización de la pena.
1.8. El artículo noventa y tres del Código Penal estipula que la reparación civil
comprende la restitución del bien, de no ser posible el pago de su valor; y la
indemnización de los daños y perjuicios.
DECISIÓN
Por ello, administrando justicia a nombre del Pueblo, los miembros integrantes
de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República
ACORDARON
Declarar NO HABER NULIDAD en la sentencia conformada de veintiocho
de junio de dos mil doce emitida por la Segunda Sala Penal para Procesos con Reos
en Cárcel, Colegiado “B”, de la Corte Superior de Justicia de Lima (folios trescientos
cincuenta y cuatro) en el extremo que impuso a don Luis Enrique Carlos Huamán
cuatro años de pena privativa de libertad efectiva como autor del delito contra el
patrimonio, en la modalidad de robo agravado, en perjuicio de don Jesús Walter
Salas Guillén y don Leoncio Huancahuari Carreón, y fijó en quinientos nuevos
soles el monto que por concepto de reparación civil deberá abonar a favor de cada
uno de los citados agraviados; y los devolvieron. Hágase saber y archívese. Inter-
vienen los señores Jueces Supremos Neyra Flores y Príncipe Trujillo por licencia y
periodo vacacional de los señores jueces Supremos Villa Stein y Barrios Alvarado,
respectivamente.
SS:
PARIONA PASTRANA / SALAS ARENAS / TELLO GILARDI / PRÍNCIPE
TRUJILLO / NEYRA FLORES
Jurisprudencia relevante
CIVIL Y EL DELITO DE PELIGRO
CONSIDERANDO
Primero. La defensa técnica de la Parte Civil, en su recurso formalizado de fojas
mil novecientos diez, tomo IV, sostiene: i) Que el Colegiado Superior, al momento
de imponer la sanción a los encausados, no tomó en cuenta la pena mínima que con-
mina la Ley Penal Tributaria. ii) Que tampoco valoró que la defraudación tributaria
importa una disminución de ingresos al Tesoro Público, lo que afecta a la sociedad
peruana. iii) Respecto a la reparación civil, manifiesta que debe ser fijada en función
al perjuicio fiscal irrogado al Estado peruano, criterio que fue recogido en el recurso
de nulidad número trescientos cincuenta y cuatro-dos mil cinco-Lima, monto que
debe abonarse en un plazo perentorio bajo apercibimiento de revocar el mandato de
suspensión de la pena.
Segundo. La defensa técnica del encausado Molina Fano, en su recurso for-
malizado de fojas mil novecientos catorce, tomo IV, alega: i) Inexistencia de me-
dios probatorios para acreditar la responsabilidad de su patrocinado; en todo caso,
considera que debe absolvérsele por duda razonable, ii) Carencia de motivación en
la sentencia recurrida, ausencia de la actividad probatoria que propuso e inexisten-
Agropecuaria Don Mariano S.A.C quien mediante carta de fojas setecientos doce,
informó que con lo empresa fiscalizada no tenía ninguna relación comercial.
Séptimo. Tales afirmaciones se condicen con la manifestación de Alfredo Conilla
Medina —fojas ochocientos dos, tomo III—; quien en su condición de representante
de la Empresa Negociaciones Comerciales Santa Olga Sociedad Anónima Cerra-
da, aseguró que nunca realizó venta alguna a la Empresa Expreso Molina Unión,
porque las supuestas ventas realizadas eran por diez mil, hasta veinte mil galones;
sin embargo, la capacidad del tanque de su empresa solo era de dos mil galones.
Octavo. A mayor abundamiento, obra en autos el testimonio de Raúl Unocc
Dávila, quien manifestó que nunca tuvo vínculo laboral alguno con la Empresa
Expreso Molina Unión; y a raíz de los hechos tomó conocimiento de que el acu-
sado Meza Hinojo aprovechó la amistad que les unía para tomar el número de su
colegiatura y consignarla en el Programa de Declaración Telemática [PDT], como si
el deponente autorizara su contenido (ver testimonio de fojas ochocientos ochenta
y tres, tomo III).
Noveno. Que pese a la tesis de culpabilidad existe la negativa de los encausa-
dos —véanse fojas ochocientos setenta y dos, ochocientos setenta y seis, mil ciento
noventa y dos, mil ciento noventa y seis, mil trescientos sesenta y mil trescientos
setenta, tomo III—, así como los argumentos expresados en sus recursos impugna-
torios; no obstante, los mismos son insuficientes para desvirtuar la tesis de culpa-
bilidad; en la medida que las pruebas de cargo citadas precedentemente, también
se fortalecen con el dictamen contable —ver fojas mil trescientos setenta y seis,
tomo III—, que confirmó las infracciones en que incurrió la empresa en mención,
ratificado por la contadora pública colegiada Rosa Cornejo Gómez, quien a nivel
de juicio oral, reiteró que luego del cruce de información obtuvo como resultado
que los supuestos proveedores no tuvieron ninguna transacción comercial con la
Empresa Expreso Molina Unión.
Décimo. En lo demás, se advierte que durante el desarrollo del juicio oral, se
actuaron las pruebas propuestas por la defensa técnica del encausado Molina Fano e,
incluso, se dio lectura a las instrumentales solicitadas en el acto procesal correspon-
diente; también se detallaron todos los alegatos que emitió durante el proceso. De
otro lado, ha quedado establecido que el acusado Meza Hinojo ejercía la función de
contador de la citada institución, y es por esta labor que se encuentra procesado, por
lo que resultan irrelevantes sus explicaciones de haber laborado solo como contador
externo, pues como quedó demostrado era el jefe del área de contabilidad de dicha
entidad y, como tal, en contubernio con su coacusado Molina Jano, actuaron en
forma dolosa con el fin de obtener un beneficio patrimonial a costas del perjuicio
de la administración tributaria; en consecuencia, los agravios que esgrimen en sus
recursos impugnatorios, carecen de fundamento para merecer amparo.
Décimo primero. Con relación a los agravios de la Parte Civil [cuestiona pena
y reparación civil]; debe indicarse, respecto al primer cuestionamiento, que no le
está permitido recurrir en el extremo de la sanción penal, de conformidad con el
inciso dos, del artículo cincuenta y siete, del Código de Procedimientos Penales.
En cuanto al segundo extremo, se advierte que la sentencia recurrida, en su
fundamento jurídico décimo, consideró que en el caso de autos no corresponde
fijar un monto de reparación civil; en la medida que la SUNAT, mediante oficio
de fojas mil trescientos cuarenta, tomo III, informó que la deuda vinculada a la
Empresa Expreso Molina Unión, correspondiente al periodo dos mil dos se en-
cuentra cancelada, por ello aplicó lo dispuesto en el artículo ciento noventa y uno
del Código Tributario; criterio que asume este Supremo Tribunal, por cuanto, el
propio fiscal superior en su requisitoria oral, también reconoció tal situación y, por
ello, formuló una nueva pretensión de diez mil nuevos soles; monto que tampoco
procede fijar como el concepto materia de análisis ya que la deuda cancelada por la
citada empresa, incluía monto insoluto, intereses, multas y otros conceptos propios
de la reparación civil. Sin perjuicio de ello, debe considerarse que la defensa técnica
de la Parte Civil, no presentó pretensión indemnizatoria alternativa, conforme lo
exige el artículo doscientos veintisiete del Código de Procedimientos Penales y, en
sus alegatos finales, no precisó el monto exacto como concepto de reparación civil;
omisión que reiteró en su recurso impugnatorio; pues tampoco precisó una cifra
concreta de la misma. En consecuencia, concluimos que este extremo impugnado
también se encuentra conforme a Ley.
DECISIÓN
Por estos fundamentos, declararon NO HABER NULIDAD en la sentencia de
fojas mil ochocientos ochenta y tres, tomo IV, del doce de octubre de dos mil doce;
que condenó a Mauro Molina Fano y Carlos Amarildo Meza Hinojo como autores
del delito de defraudación tributaria agravada, en la modalidad de crédito fiscal falso,
en perjuicio del Estado peruano, representado por la SUNAT; como tal les impu-
sieron cuatro años de pena privativa de libertad, suspendida en su ejecución por el
plazo de tres años, sometida al cumplimiento de determinadas reglas de conducta;
impusieron setecientos treinta días multa, a razón del veinticinco por ciento de su
haber diario; y los inhabilitaron por el término de la pena principal, para ejercer por
cuenta, propia o por intermedio de terceros, comercio e industria relacionados con
el servicio de transporte. Con lo demás que contiene. Y los devolvieron.
S. S.
SAN MARTIN CASTRO / PRADO SALDARRIAGA / SALAS ARENAS
PRÍNCIPE TRUJJLLO / MORALES PARRAGUEZ
CONSIDERANDO
Primero. La PARTE CIVIL, en su recurso formalizado de fojas doscientos
sesenta y uno, alega que el monto que se impuso por concepto de reparación ci-
vil es ínfimo y no se consideró que esta actividad ilícita constituye un problema
importante en la salud pública. Asimismo, el Estado invierte grandes cantidades
de dinero para su prevención, tratamiento y erradicación. Añade que, en el caso
concreto, la droga iba a ser comercializada en el extranjero; por tanto, solicita que
se incremente sustancialmente.
Segundo. Según la acusación de fojas doscientos, el acusado CARLOS FELIPE
RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ —ciudadano español—, fue intervenido por los
efectivos policiales, en la garita de control de Ancón, cuando se encontraba en el
ómnibus de transportes de la empresa ITTSA. Al efectuarse el registro personal,
se le encontraron cuatro frascos de champú, que contenían cuatro kilos con tres-
cientos treinta y dos gramos de clorhidrato de cocaína; hecho ocurrido el cuatro de
noviembre de dos mil diez.
CONSIDERANDO
PRIMERO: FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE NULIDAD
1.1. La defensa técnica de la parte civil, en su recurso de nulidad peticiona se
incremente la reparación civil impuesta a la suma de diez mil nuevos soles, funda-
mentado lo siguiente: a) que no se ha tomado en cuenta el lucro cesante, pues la
agraviada ha dejado de percibir remuneraciones pues antes de los hechos laboraba
como empleada en un restaurante; b) no se ha evaluado el daño emergente, al no
tomarse en cuenta las gastos incurridos por la agraviada en su recuperación; y,
c) no se ha analizado el daño moral causado a la agraviada generado por el impacto
psicoemocional que padeció por los hechos acaecidos.
SEGUNDO: IMPUTACIÓN FÁCTICA
El veintiocho de junio del dos mil doce, a las nueve y treinta de la mañana la
agraviada fue víctima de intento de feminicidio por parte del sentenciado, cuando se
encontraba en el interior de su domicilio, ello a raíz una discusión que sostuvieron
donde terminó agrediéndola con un arma punzocortante ocasionándole las lesiones