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Año 1 Volumen 3
DERECHO PENAL
PARTE ESPECIAL
Actualidad
Área
Penal Derecho
Derecho penalpenal
- Parte -especial
Parte especial
Contenido
EDUARDO ORÉ SOSA: ¿Se encuentra el Protocolo del Aborto Terapéutico “en el
DOCTRINA PRÁCTICA 186
marco de lo dispuesto en el artículo 119° del Código Penal”?
SERGIO JIMÉNEZ NIÑO: El delito de cohecho pasivo: Modalidades, consumación
DOCTRINA PRÁCTICA 204
y flagrancia
ANÁLISIS ALONSO R. PEÑA CABRERA FREYRE: La subsunción típica al delito de apropiación
JURISPRUDENCIAL ilícita, la ilícita actuación del comisionista
222
CONSULTA Nº 1: ¿Cuál es la naturaleza jurídica del delito de colaboración con
236
NOS PREGUNTAN Y el terrorismo, previsto en el artículo 4 del Decreto Ley N.° 25475?
CONTESTAMOS CONSULTA Nº 2: En relación al delito de robo agravado, ¿en qué caso procede
237
la pena de cadena perpetua?
RESEÑA DE El ejercicio de la violencia en el marco del delito de usurpación [Casación
JURISPRUDENCIA
238
N.º 273-2012-Ica]
RESEÑA DE
JURISPRUDENCIA
El delito de colusión como un delito de encuentro [R.N. N.º 1565-2012-Ica] 243
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
1. Naturaleza jurídica
SUMARIO
14 CARO JOHN, José Antonio, “El aborto terapéutico y 18 GARCÍA CAVERO, Percy, “El derecho a la vida del
la relevancia del protocolo médico para la concreción concebido en los casos de aborto terapéutico”, cit.,
del riesgo permitido”, cit., p. 87. p. 201. En el mismo sentido, BRAMONT-ARIAS TO-
15 CASTILLO ALVA, José Luis, Derecho penal. Parte especial RRES, Luis Alberto, y GARCÍA CANTIZANO, María del
I, cit., pp. 1048-1049. Carmen, Manual de Derecho penal. Parte especial, Lima,
16 Existen casos en los que el consentimiento impide la San Marcos, 2010, p. 92, quienes señalan “Respecto
configuración de un injusto típico por falta de impu- a la posibilidad de admitir este supuesto como un
tación objetiva o porque la conducta no supone una caso de estado de necesidad exculpante, no habría
lesión o puesta en peligro del bien jurídico protegido. inconveniente si, como aquí sostenemos, se equiparan
Ejm: el invitado que ingresa a nuestro domicilio no en una misma escala de valores la importancia de la
realiza el supuesto de hecho previsto por el tipo vida y salud de la madre con la del feto o embrión.
penal de violación de domicilio (art. 159 CP); quien El requisito del consentimiento que debe emitir la
mantiene relaciones sexuales consentidas con persona gestante habría que interpretarlo como la forma que
mayor de edad tampoco realiza el supuesto de hecho articula nuestro legislador para permitir a la misma
del tipo penal de violación sexual (art. 170 CP). mujer que decida sobre el futuro de bienes tan per-
17 GONZÁLEZ RUS, Juan José, “El aborto. Lesiones al sonales y que le afectan a ella tan directamente”.
feto”, en Manuel Cobo del Rosal (coord.), Derecho 19 GÁLVEZ ALADINO, Tomás y ROJAS LEÓN, Ricardo,
penal español. Parte especial, Madrid, Dykinson, 2005, Derecho penal. Parte especial. Tomo I, Lima, Jurista
2ª ed., p. 126. editores, 2011, p. 622.
ducir a que los derechos de la mujer [v. gr. al conserven su identidad e indemnidad. Ergo,
libre desarrollo de su personalidad e, incluso, ninguno debe ser objeto de ‘inmolación’”.
“los derechos sexuales y reproductivos”] se
impongan siempre al derecho fundamental a CONCLUSIÓN MÁS IMPORTANTE
la vida humana [del concebido]; esto supone,
en los hechos, conceder un valor superlativo
“(...) este protocolo (…) es inne-
–cuando no absoluto– a aquellos, al tiempo
cesario desde el punto de vista
que se infravalora –cuando no desconoce– el
médico y jurídico; (…) está abso-
derecho a la vida.
lutamente sesgado; (…) genera
Esto no se condice con lo postulado por el una grave inseguridad jurídica al
propio Tribunal Constitucional en sentencia contemplar disposiciones genéricas
recaída en el Exp. N.° 05854-2005-PA/TC que, favoreciendo abiertamente el
(Caso Pedro Lizana Puelles) cuando reniega fraude a la ley y, consiguientemen-
de la exclusión de un derecho fundamental: te, la práctica de abortos fuera de
“El principio de concordancia práctica: En virtud del
los estrictos supuestos previstos en
cual toda aparente tensión entre las propias disposi- nuestro ordenamiento jurídico, su-
ciones constitucionales debe ser resuelta ‛optimizan- ponen una merma en la protección
do’ su interpretación, es decir, sin ‛sacrificar’ ninguno del derecho fundamental a la vida
de los valores, derechos o principios concernidos, del concebido”.
y teniendo presente que, en última instancia, todo
precepto constitucional, incluso aquellos pertene-
cientes a la denominada ‛Constitución orgánica’ A eso conduce, sin embargo, la “Guía Técnica
se encuentran reconducidos a la protección de los
derechos fundamentales, como manifestaciones Nacional para la estandarización del procedi-
del principio-derecho de dignidad humana, cuya miento de Atención Integral de la gestante en
defensa y respeto es el fin supremo de la sociedad la Interrupción Voluntaria por Indicación Tera-
y el Estado (artículo 1º de la Constitución).”
péutica del Embarazo menor de 22 semanas
Con lo cual, como señala García Toma50, no con consentimiento informado en el marco de
cabe la exclusión o inmolación de ningún lo dispuesto en el artículo 119° del Código
derecho fundamental: “los bienes jurídicos Penal”, a la exclusión o sacrificio del derecho
consignados en la Constitución deben ser a la vida, incluso fuera de los casos previstos
objeto de protección y defensa de manera por el artículo 119° del Código Penal porque
concomitante, de modo tal que en la solu- este protocolo –como se ha puesto de mani-
ción de un problema político-jurídico todos fiesto en este trabajo– es innecesario desde el
punto de vista médico y jurídico; dado que
que tienden a expandirse ilimitadamente, sino que este protocolo está absolutamente sesgado;
ostentan un contenido limitado que debe convivir ya que este protocolo, sobre todo, genera
con las exigencias no solo de los derechos de los una grave inseguridad jurídica al contemplar
demás, sino también con aquellos bienes o valores disposiciones genéricas que, favoreciendo
proclamados constitucionalmente como principios
de la organización social. Los derechos, vistos así, no abiertamente el fraude a la ley y, consiguien-
entran en conflicto, sino que conviven armoniosa- temente, la práctica de abortos fuera de los
mente. Vid. CASTILLO CÓRDOVA, Luis, Los derechos estrictos supuestos previstos en nuestro orde-
constitucionales. Elementos para una teoría general,
Lima, Palestra, 2005, 2ª ed., pp. 405-416.
namiento jurídico, suponen una merma en la
50 GARCÍA TOMA, Víctor, Derechos fundamentales, 2ª ed., protección del derecho fundamental a la vida
Arequipa, Adrus, 2013, p. 95. del concebido.
SOBRE LA OBRA
La presente obra analiza el fenómeno
ficcional como generador de efectos
fiscales, efectuando pruebas de constitu-
cionalidad a la luz de los grandes princi-
pios del sistema jurídico. A partir de este
enfoque, trata específicamente la
problemática de las ficciones jurídicas en
el derecho tributario. Se estudia también
las presunciones jurídicas tributarias,
una figura asociada a las ficciones.
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DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
A Danna
11 De distinto parecer PEÑA-CABRERA FREYRE, Alonso, Caso N° 2: En el día “x”, el funcionario “F”
Derecho penal. Parte especial, cit., p. 474, el mismo solicita la suma de dos mil nuevos soles, a
que refiere que “aceptar” está referido tanto a la fin de entregar una licencia de conducir a un
entrega inmediata de un bien como a la promesa de
un cumplimiento futuro.
administrado “A” (que no cumple con los re-
12 Lo cual dicho coincide con la tendencia de la doctrina quisitos); a los dos días de la solicitud, “A” en-
nacional; recepción = entrega material. trega la suma referida a “F”. (solicitar–recibir)
13 Cfr. ROJAS VARGAS, Fidel, Delitos contra la Adminis- Las promesas se aceptan; las dádi-
tración pública, cit. pp. 670-671; SALINAS SICCHA, vas, ventajas y beneficios se reci-
Ramiro, Delitos contra la administración pública, cit.,
p. 445 y 447; REÁTEGUI SÁNCHEZ, James, Delitos
ben.
cometidos por funcionarios en contra de la Administración
pública, cit, p. 399 y ss.
14 ROJAS VARGAS, Fidel, Delitos contra la Administración 15 SAN MARTÍN CASTRO, César, Derecho procesal penal,
pública, cit. pp. 670-671 Vol. II, Grijley, Lima, 1999, p. 807.
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COMENTARIO DE JURISPRUDENCIA
Comentario de jurisprudencia
Comentario a
la Casación N.°
La subsunción típica al delito de
301-2011-Lamba-
yeque
apropiación ilícita, la ilícita actuación
del comisionista
Alonso R. Peña Cabrera Freyre*
Profesor de la Maestría en Ciencias Penales de la UNMSM, Docente de la AMAG
Fiscal Adjunto Superior adscrito en la Primera Fiscalía Suprema Penal
1. Apuntes preliminares
SUMARIO
TEXTO DE LA CASACIÓN
SENTENCIA casatoria
VISTOS; el recurso de casación interpuesto por la señora Fiscal de la Tercera Fiscalía Superior
Penal de Lambayeque, con los recaudos que se adjuntan al principal; decisión que se adopta
bajo la ponencia del señor Juez Supremo Salas Arenas.
1. Decisión cuestionada
La sentencia de vista de veintitrés de agosto de dos mil once, emitida por la Primera Sala
Penal Superior de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, obrante en
los folios sesenta y dos a sesenta y siete del cuaderno acompañado, que revocó la sentencia
emitida por el señor Juez del Sexto Juzgado Penal Unipersonal de Chiclayo, que condenó a
doña Jalli Jannan Villarreal López como autora del delito de apropiación ilícita, en agravio de
la empresa Rinti Sociedad Anónima y reformándola, la absolvió de los cargos formulados en
su contra.
2. Fundamentos de la casación
La recurrente solicita que la Instancia Suprema declare nula la sentencia de vista cuestionada y
en sede de instancia proceda a condenar a la procesada como autora del delito imputado y se
establezca doctrina jurisprudencial al respecto; sustentando su planteamiento en las siguientes
consideraciones:
2.1 La decisión efectuó una errónea interpretación de la norma penal contenida en el artículo
ciento noventa del Código Penal que regula el delito de apropiación ilícita.
2.2 Que la reacción penal debe ser la sanción de aquellos comportamientos tendientes
a menoscabar intereses jurídicos protegidos, como el caso concreto en que el agente
aprovechándose de la condición especial conferida por una persona determinada se
aprovecha de la misma, luego de realizar cobros en su nombre, no colocando o entre-
gando el bien fungible dentro de la esfera de disponibilidad del titular, apropiándose
de lo cobrado.
2.3 Los argumentos esbozados en la sentencia de vista cuestionada contradicen los desarrollos
dogmáticos efectuados respecto a la configuración del delito de apropiación ilícita, por
lo que se debe establecer un criterio en salvaguarda de los derechos de los justiciables y
del irrestricto derecho de propiedad, de aquel que si bien no entrega materialmente la
cosa, es el que concede la condición especial al agente.
2.4 La imputación criminal referida a la apropiación por parte de la procesada de la suma
de quince mil setenta y un nuevos soles con nueve céntimos producto del cobro a
varios clientes de la empresa agraviada que no fueron reportados, configura el de-
lito de apropiación ilícita por cuanto la encausada haciendo uso de las facultades o
condición especial conferida, recibió dinero, firmando las respectivas facturas, y no
obstante que la citada entrega de dinero generaba la obligación de darle un destino
final a los bienes fungibles, dispuso de los mismos, cuando su condición no le permitía
tal conducta.
2.5 No resulta adecuado afirmar que el sujeto pasivo del delito sea siempre la persona
que entrega el bien mueble ya que en muchas ocasiones dicho acto no se condice con
el nacimiento de la condición especial en el agente, la misma que es conferida por el
sujeto como titular del derecho de propiedad afectado, con el acto de apoderamiento
perpetrado.
2.6 Finalmente sostiene que: “[l]os magistrados de la Sala Penal indican que cuando los clientes
cancelaron el dinero, no lo hicieron con la intención de que la imputada entregara el dinero a
su principal, porque para ellos se efectuó a la empresa misma, por lo que no habría apropiación
ilícita, debido a que los entregantes del dinero lo hicieron a la empresa, ello determinaría en
todo caso, que la transferencia de dinero efectuada a la imputada fue realmente realizada a la
empresa misma, lo que, en un supuesto negado (ya aceptando la incorrecta tesis propuesta
por el tribunal superior) supondría un acto, sino de apoderamiento, de sustracción del dinero
por parte de la imputada, asumiendo la ficción jurídica que el dinero ya se encontraba en
disponibilidad de la empresa (en atención al estado de dependencia de la empleada y confor-
me lo plantea la Sala Penal de Apelaciones), por lo que el acto de apoderamiento del dinero
por parte de la imputada importaría (también por ficción jurídica) un acto de sustracción,
configurando, por inferencia de dichas afirmaciones de la Sala Penal, el delito de hurto; lo que
implicaría (para no dejar impune el hecho) que en todo caso se debió proceder conforme a
las facultades conferidas por el inciso uno del artículo cuatrocientos veinticuatro del Código
Procesal Penal en concordancia con el contenido del inciso uno del artículo trescientos setenta
y cuatro del mismo texto adjetivo y haber sugerido una nueva calificación jurídica, para poder
aplicar la excepción contenida en el inciso dos del artículo trescientos noventa y siete del ya
acotado Código Procesal, ya que el no hacerlo viene generando impunidad e indefensión” (sic).
3. Iter procesal
3.1 El recurso de casación fue calificado por el Colegiado Supremo mediante resolución de
veinticinco de noviembre de dos mil once (folios trece a quince del cuaderno de casa-
ción), declarándose bien concedido el recurso por la causa de errónea interpretación de
la norma penal, a fin de establecer doctrina jurisprudencial respecto a si para subsumir o
no una conducta dentro de los alcances del delito previsto en el artículo ciento noventa
del Código Penal, se ha de tener en cuenta el aspecto objetivo del delito de apropiación
ilícita, la relación existente entre sujeto activo, sujeto pasivo y justo título -condición
cualificante del agente- y su aplicación al caso en concreto.
3.2 Cumpliéndose con lo estipulado por el artículo cuatrocientos treinta y uno del Código
Procesal Penal, se llevó a cabo la audiencia de casación escuchándose los alegatos de la
Fiscalía Suprema en lo Penal; deliberada la causa en sesión secreta y producida la vota-
ción, corresponde dictar resolución de fondo, que se leerá el día catorce de noviembre
de dos mil doce.
CONSIDERANDO
PRIMERO: Sustento normativo
1.1 El numeral tres del artículo cuatrocientos veintinueve del Código Procesal Penal establece
como causa para interponer el recurso de casación cuando la sentencia importa una
errónea interpretación de la Ley Penal.
1.2 El inciso cuatro del artículo cuatrocientos veintisiete del Código Procesal Penal estipula
que la Corte Suprema discrecionalmente establecerá doctrina jurisprudencial.
1.3 El artículo cuatrocientos treinta y tres del citado Código regula el contenido de la sentencia
de casación y sus efectos.
1.4 El primer párrafo del artículo ciento noventa del Código Penal sanciona la conducta del
que, en su provecho o de un tercero, se apropia indebidamente de un bien mueble,
una suma de dinero o un valor que ha recibido en depósito, comisión, administración
u otro título semejante que produzca obligación de entregar, devolver, o hacer un uso
determinado.
1.5 La Ejecutoria Suprema recaída en el recurso de nulidad número mil doscientos noventa
y seis guión dos mil diez, Lambayeque, tramitó el delito de apropiación ilícita teniendo
como factum que los trabajadores de un grifo se apropiaron ilícitamente de los ingresos
de las ventas diarias de combustible no reportado.
1.6 La Ejecutoria Suprema recaída en el recurso de queja número veinte guión dos mil ocho
guión Lima de veintitrés de marzo de dos mil nueve vinculada con Ejecutoria Suprema
expedida en el recurso de nulidad número mil cuarenta y nueve guión dos mil ocho
de diez de marzo de dos mil nueve, estableció la configuración del tipo de apropiación
ilícita por la indebida apropiación efectuada por el encausado de libros contables de la
empresa agraviada.
1 MOLINS RAICH, Marc: “Consideraciones acerca del delito de apropiación indebida”, http://www.rocajunyent.com.
entregarla) que resultan más graves que los anteriores, al implicar la vulneración, como
consecuencia de la conducta apropiatoria, de una obligación de custodia y aplicación a
un fin, que imprime a la dinámica comisiva una especial naturaleza fraudulenta: en ellos
el autor se aprovecha de que tiene la posesión de la cosa, orientada al cumplimiento de
esas obligaciones, para apropiarse de ella2.
4.3 Lo que caracterizó a la posesión que da lugar a la apropiación indebida es que el sujeto
tiene la cosa con conciencia de que aún siendo ajena, le corresponde alguna facultad
sobre ella, siquiera sea delegada por otro (posesión por otro), con el que tiene un vínculo
jurídico, como ocurre con el mandatario, el administrador, el representante legal entre
otros3.
QUINTO: Criterio doctrinal respecto a la configuración del delito de apropiación ilícita
desde la perspectiva del bien jurídico propiedad
5.1 Al respecto cabe indicar que en la dinámica del delito de apropiación ilícita hay que
distinguir dos momentos, uno consistente en la transmisión legítima de la posesión de la
cosa con título que produzca la obligación de entregarla o devolverla, y otro de apropia-
ción antijurídica por parte del poseedor legítimo, acaeciendo la infracción penal en este
segundo momento. Es decir, que lo que se sanciona en el delito de apropiación ¡lícita
en principio, es la transmutación que efectúa el sujeto activo de una posesión legítima
al ejercicio de facultades inherentes a la propiedad del bien.
5.2 Por ello, existe en la conducta ¡lícita el incumplimiento de una obligación futura nacida
de una relación legal o contractual. Este ilícito requiere necesariamente la preexistencia
del poder de custodia sobre un bien por un título que produzca la obligación de entregar
devolver o hacer un uso determinado.
5.3 Lo que fundamenta la mayor gravedad de la apropiación indebida es la ruptura de una
obligación jurídica de devolución o entrega del objeto4. La conducta típica descrita tiene
como significado el disponer de la cosa como si fuera propia de manera que ello implica
incumplimiento definitivo de la obligación de entrega o devolución5.
5.4 La existencia de una relación entre el autor y el objeto material del delito determina su
connotación especial, en tanto solo puede ser sujeto activo aquél que ostente la relación
jurídica exigida por el tipo penal6, esto es haber recibido el objeto de manera lícita en
depósito, comisión, administración u otro título semejante que produzca obligación de
entregar, devolver o hacer un uso determinado con el mismo.
5.5 La conducta esencial que debe desarrollar el agente está constituida por la apropiación,
es decir, por el apoderamiento o adjudicación a su favor de un bien mueble que no
le pertenece legalmente. Eso implica que el agente en forma ilegal, ilícita o indebida
coloca dentro de la esfera de su patrimonio -bajo su dominio- un bien mueble que sabe
perfectamente que es ajeno, dado que le pertenece a otro, en su forma clásica, ese otro
es quien por título lícito, le confió el bien por un tiempo y con un fin determinado.
5.6 La obligación de entregar debe cumplirse respecto a una tercera persona, es decir, dis-
tinta al sujeto de quien se recibió el bien mueble7. Con la apropiación ilícita se lesiona el
derecho de propiedad que permite al propietario usar, disfrutar o disponer de sus bienes,
dinero o valores8.
2 SIMONS VALLEJO, Rafael: Sobre el contenido injusto de los delitos de apropiación indebida (reflexiones a propósito
de los arts. 252 y siguientes del Código Penal español), extraído de http://www.uhu.es.
3 GONZÁLEZ RUS, J.J. Delitos contra el patrimonio, citado por PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl: Derecho penal
parte especial: tomo II, 3ra reimpresión, Lima, 2011, p. 286
4 PÉREZ MANZANO, Mercedes: Las defraudaciones (II). Apropiación indebida y defraudaciones del fluido eléctrico
y análogas en Compendio de derecho penal parte especial, Volumen II Coor. Bajo Fernández Miguel, Ed. Centro
de estudios Ramón Areces S.A. Madrid, 1998, p. 478.
5 Ibídem, p. 481.
6 Ibídem, p 484
7 SALINAS SICCHA, Ramiro: Derecho Penal Parte Especial, Vol. II, 4ta edición, Ed. Grijley, Lima, 2010, p. 1020.
8 Ibídem, p. 1022.
5.7 Víctima o sujeto del delito de apropiación ilícita será cualquier persona natural o jurídica
con la única condición de ser la propietaria del bien mueble, dinero o valor entregado por
título legítimo al agente, para después ser devuelto o entregado a una tercera persona
o hacer un uso determinado del bien9.
SEXTO: Criterio doctrinal respecto a la configuración del delito de apropiación ilícita
desde la perspectiva del bien jurídico patrimonio
Frente al criterio doctrinal anterior se halla un segundo grupo de especialistas, ciertamente mi-
noritario, que consideran que el delito de apropiación indebida no solamente castiga los actos
de expolio o de expropiación en estado puro, caracterizados por la privación ‘definitiva de la
propiedad, sino que el bien jurídico protegido por este delito también incluye determinadas
lesiones del patrimonio de modo que no solamente es la propiedad lo que se protege sino
también el derecho de los acreedores a ver satisfecho su crédito de modo que las deslealtades
o irregularidades más graves del acreedor, unidos a su insolvencia, colmarán el plus de desva-
lor material que justifican la tipificación y la sanción de tales conductas.
SÉPTIMO: Antecedente doctrinal
7.1 En esencia, la distinción entre la postura en pro de la propiedad y la postura en favor
del patrimonio radica en que, mientras que en la primera solamente se consideran
típicas las conductas que cristalicen en una apropiación definitiva por la integración del
bien en la esfera de dominio del sujeto activo, en la segunda, esto es, en la postura que
defiende la tipicidad de determinadas formas de lesión del patrimonio se considera que
el referido precepto contempla dos infracciones penales de distinta naturaleza: las que
atentan directamente contra la noción de propiedad y las que eventualmente puedan
atentar contra el patrimonio criminalizando determinadas lesiones del derecho de crédito
que por sus circunstancias puedan considerarse especialmente reprochables10.
7.2 Con el Código de Procedimientos Penales y el Decreto Legislativo numero ciento veinti-
cuatro, las causas por delito de apropiación ilícita se tramitaban como procesos sumarios,
de modo que no eran conocidas de manera común por la Suprema Corte. No obstante,
la Corte Suprema se ha pronunciado, así, en la Ejecutoria recaída en el recurso de nulidad
número mil doscientos noventa y seis guión dos mil seis, Lambayeque, de dieciocho de
abril de dos mil once, ya referida, no obstante no existir pronunciamiento de fondo, no se
cuestiona que los griferos que se apoderan del dinero recibido por pago de combustible
desplegaran conducta de apropiación, en agravio del Grupo Empresarial propietario del
grifo.
OCTAVO: Adopción de postura jurisprudencial
8.1 Es claro que cuando una persona entrega a otra un bien mueble con un encargo espe-
cífico, y éste último queda en calidad de depositario, (en custodia legítima del bien), lo
expolia y lo agrega a su dominio patrimonial, la víctima o sujeto pasivo resulta siendo
quien entregó la cosa.
8.2 Cuando la cosa mueble se entrega en pago al autorizado de facto o formalmente (con
conocimiento del acreedor conforme a las reglas del Código Civil), el que paga se desliga
del bien entregado y éste se incorpora a la esfera del patrimonio (en propiedad) del
antes acreedor, en cuyo nombre el agente cobrador o recaudador lo recibió.
8.3 Es preciso distinguir entre el cajero que opera en la sede o domicilio del acreedor, del
recaudador que cobra en el domicilio del deudor o recibe en su propio y particular
domicilio el bien en pago total o parcial del crédito.
8.4 En los dos últimos casos, no es factible asumir que el recaudador sustrae los bienes recibidos
para apropiárselos -lo que es característico del hurto-, sino que, simplemente decide quedár-
selos para sí, incumpliendo el deber de entrega al propietario, cuya confianza defrauda.
8.5 A mayor abundamiento, el legislador nacional ha previsto el delito de apropiación ilícita
irregular en el artículo ciento noventa y dos del Código Penal, que sanciona a quien se
apropia de un bien perdido, de un tesoro, o de un bien ajeno en cuya tenencia entró el
9 Ibídem, p. 1024.
10 MOLINS RAICH, Marc: Op.cit. http://www.rocajunyent.com.
agente por error, caso fortuito u otra causa independiente de su voluntad. Siguiendo la
línea de la regla jurídica interpretativa “ad maioris ad minus”, si quien se apropia de un
bien que carece de dueño, merece sanción penal por delito de apropiación indebida
irregular, con mayor motivo, tiene que serlo quien se apropia de bienes ajenos que
pertenecen a dueño cierto.
8.6 No hay por tanto en el asunto sub judice, ni vacío legal ni posibilidad de aplicación del
tipo de hurto, en cuyo caso extraordinario, tampoco cabría -como lo señala el Ministerio
Público en el presente proceso penal- una absolución; ocurre que el tipo de apropiación
indebida o ilícita, comprende como agraviado, en principio, al dueño de la cosa apropia-
da, cuando éste fuera quien entrega, al acreedor insatisfecho, en cuyo nombre el sujeto
activo no recibe el bien, en los casos de recibo de pago total o parcial, situación que la
doctrina jurisprudencial de la Corte Suprema de Justicia del Perú ha adoptado.
8.7 Es probable que en determinados casos concurra alguna falsedad o falsificación con la
conducta apropiatoria, hecho que se debe evaluar como corresponde.
8.8 No es posible para este Colegiado Supremo definir el fondo de la materia, dado que no
se cuenta con los actuados del proceso, de modo que corresponde reenviar al Órgano
Jurisdiccional llamado por ley, para que efectúe el juicio de apelación, definiendo si se
produjo o no una apropiación lícita considerando sus particularidades y efectos.
DECISIÓN
Por todo ello, administrando justicia a nombre del Pueblo, los integrantes de la Sala Penal
Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República ACORDAMOS:
I. DECLARAR FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la señora Fiscal de la Tercera
Fiscalía Superior Penal de Lambayeque, en consecuencia NULA la sentencia de vista de vein-
titrés de agosto de dos mil once emitida por la Primera Sala Superior Penal de Apelaciones
de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, obrante en los folios sesenta y dos a sesenta
y siete del cuaderno acompañado, que revocó la sentencia emitida por el Juez del Sexto Juz-
gado Penal Unipersonal de Chiclayo que condenó a doña Jalli Jannan Villarreal López como
autora del delito de apropiación ilícita, en agravio de la empresa Rinti Sociedad Anónima y
reformándola, la absolvió de los cargos formulados en su contra.
II. DISPONER: que se devuelva el proceso al Órgano Jurisdiccional de origen, y se lleve a cabo
el juicio de apelación conforme a ley.
III. MANDAR: que la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque
y las demás Cortes Superiores de los Distritos Judiciales en los que se encuentra en vigencia el
Código Procesal Penal, consideren como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en los
acápites 8.1 a 8.6 del considerando octavo de la presente Ejecutoria Suprema, de conformidad
con el inciso cuatro del artículo cuatrocientos veintisiete del Código Procesal Penal.
IV. ORDENAR la transcripción de la presente Ejecutoria a las Cortes Superiores en las que rige
el Código Procesal Penal para su conocimiento y fines, y se publique en el diario oficial “El
Peruano”. Interviene el señor Juez Supremo Santa María Morillo por el periodo vacacional
del señor Juez Supremo Villa Stein.
S.S.
Rodríguez Tineo / Parion Pastrana / Salas Arenas / Neyra Flores / Santa María Morillo
Contenido
CONSULTA n° 1
¿Cuál es la naturaleza jurídica del delito de colaboración con el terrorismo, previsto en el artículo
4 del Decreto Ley N.° 25475?
CONSULTA n° 2 En relación al delito de robo agravado, ¿en qué caso procede la pena de cadena perpetua?
CONSULTA N° 1
¿Cuál es la naturaleza jurídica del delito de colaboración con el terrorismo,
previsto en el artículo 4 del Decreto Ley N.° 25475?*
El Decreto Legislativo N.° 985 (22-07-07) de política criminal el legislador ha visto por
modificó al Decreto Ley N.º 25475, norma conveniente autonomizar dichas conductas
que establece la penalidad para los delitos de para sancionarlos como autoría, precisa-
terrorismo y los procedimientos para la inves- mente porque se debe entender que los que
tigación, la instrucción y el juicio. Conforme a colaboran no son propiamente personas que
dicha modificación el artículo 4° del Decreto se encuentran en la organización terrorista,
Ley N.º 25475 quedaba así: “Será reprimido sino personas ajenas a ello, pero que realizan
con pena privativa de libertad no menor de ciertas actividades de apoyo a la organización
veinte años, el que de manera voluntaria criminal.
obtiene, recaba, reúne o facilita cualquier Pero debemos de dejar en claro que estos ca-
tipo de bienes o medios o realiza actos de sos habrá que analizarlos con mucho cuidado
colaboración de cualquier modo favorecien- pues, la mayoría de los cuales pueden tener
do la comisión de delitos comprendidos en un sentido de riesgo permitido, prohibición
este Decreto Ley o la realización de los fines de de regreso, causas de justificación o de ex-
un grupo terrorista”. En este artículo además culpación.
se señalan varias conductas que contienen el
significado de “actos de colaboración”. En Como quiera que la norma sanciona y el delito
principio; dichas conductas son precisamen- se consuma con el solo acto de colaboración
te actos de colaboración y como tal habría voluntaria nos encontramos en delitos de
sido suficiente atribuirle como complicidad mera actividad, pues el tipo penal no espera
de actos de terrorismo, pero por cuestiones un determinado resultado, así por ejemplo el
ceder el uso de un inmueble para que puedan
ser usados como centros de depósito de he-
* Corresponde a la pregunta N.º 106 del Balotario for- rramientas propias de las acciones terroristas,
mulada por el CNM, por motivo de las convocatorias
001, 002 y 003-2014-SN/CNM, cuya evaluación se trasladar a grupos terroristas, realizar ayudas
realizó el 25 de abril de 2014. económicas, etc.
CONSULTA N° 2
En relación al delito de robo agravado, ¿en qué caso procede la pena de
cadena perpetua?*
Los contenidos agravantes del delito de robo, más tarde sufrió modificación (D. Leg. N.°
permanentemente han ido cambiando, y 896, 24-05-98), aún permaneciendo la pena:
la complicación se genera más cuando hay “La pena será de cadena perpetua cuando
varios párrafos con sus propios incisos, y el agente actúe en calidad de integrante de
entre cada párrafo la escala de pena se va una organización delictiva o banda, o si como
incrementando progresivamente. Así en el consecuencia del hecho se produce la muerte
artículo 189°, en su último párrafo de Código de la víctima o se le causa lesiones graves a
penal de 1991 primigenia, se sancionaba que su integridad física o mental”. Después hubo
“En los casos de concurso con delitos contra otra ley que modificó el resto de los párrafos
la vida, el cuerpo, y la salud, la pena se aplica como la (Ley Nº 27472, el 05-06-2001, Ley
sin perjuicio de otra más grave que pudiera N° 28982 de 03-03-2007, Ley Nº 29407 de
corresponder en cada caso”. Posteriormente 18-09-2009. Finalmente se emitió la Ley N.º
fue modificado mediante la Ley N.º 26319 30076, publicada el 19 agosto 2013, que
(01-06-1994), y quedaría del siguiente modo: prescribe, como sigue: “La pena será de ca-
“La pena será no menor de quince ni mayor dena perpetua cuando el agente en calidad
de veinticinco años cuando el agente actúa de integrante de una organización criminal,
en calidad de jefe, cabecilla o dirigente de como consecuencia del hecho, produce la
una organización destinada a perpetrar estos muerte de la víctima o le causa lesiones
delitos. En los casos de concurso con delitos graves a su integridad física o mental”, este
contra la vida, el cuerpo y la salud, la pena párrafo se modificó y se estableció su vacatio
se aplica sin perjuicio de otra más grave que hasta el 1 de julio de este año mediante la
pudiera corresponder en cada caso”, con la Ley N.° 30077 (20 agosto 2013), quedan-
ley indicada, además de estos últimos párra- do finalmente, el mismo, pero con algunas
fos se añadieron otras agravantes. También correcciones: “La pena será de cadena
estas no tuvieron mucha vigencia como tales, perpetua cuando el agente actúe en calidad
fueron reformulados y cambiados por la Ley de integrante de una organización criminal, o
N.º 26630 (21-06-96), que introduce por si, como consecuencia del hecho, se produce
primera vez la pena de cadena perpetua en el la muerte de la víctima o se le causa lesiones
delito de robo, así: “La pena será de cadena graves a su integridad física o mental”.
perpetua cuando el agente actúa en calidad
Por tanto, con respecto a la pregunta se puede
de integrante de una organización destinada
sostener que el delito de robo agravado pres-
a perpetrar estos delitos o con empleo de ar-
cribe en su último párrafo una sanción que
mamentos, materiales o artefactos explosivos
corresponde con la cadena perpetua, y se da
o con crueldad”. También esta prescripción
básicamente en tres supuestos: (1) cuando el
no tuvo mucha permanente pues dos años
agente pertenece a una organización crimi-
nal, se ha eliminado la equiparación que se le
daba con bandas criminales, (2) cuando como
* Corresponde a la pregunta N.º 300 del Balotario for- consecuencia del delito de robo se causa la
mulada por el CNM, por motivo de las convocatorias
001, 002 y 003-2014-SN/CNM, cuya evaluación se muerte de la víctima, o (3) se le causa lesiones
realizó el 25 de abril de 2014. graves.
RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia
TEXTO DE LA CASACIÓN
condenatorio al acusado Juan Gustavo Rojo García como autor del delito contra el patrimonio,
en la modalidad de usurpación, subtipo de turbación posesoria, en agravio de Nora Mónica
Rojo Iglesias, y reformándola lo absolvieron de la acusación fiscal por el referido delito y la
citada agraviada; interviene como ponente el señor juez supremo Cevallos Vegas.
PRIMERO: FUNDAMENTOS DE HECHO:
I. ITINERARIO DEL PROCESO EN PRIMERA INSTANCIA
1.1. Que, el señor Fiscal Provincial de la Segunda Fiscalía Provincial Corporativa de Parcona, a
fojas dos, con fecha ocho de junio de dos mil once, realizó requerimiento de apertura a juicio
(acusación) en contra de Juan Gustavo Rojo García, como autor del delito contra el patrimonio
-usurpación, en la modalidad de turbación posesoria, en agravio de Nora Mónica Rojo Iglesias.
1.2. Con fecha veintiséis de septiembre de dos mil once, el Juzgado de Investigación Preparatoria
MBJ Parcona dictó el auto de enjuiciamiento contra Juan Gustavo Rojo García por el delito
de usurpación en la modalidad de turbación posesoria, teniendo por constituida en actor
civil a la agraviada Nora Mónica Rojo Iglesias; y posteriormente, con fecha diecinueve de
diciembre de dos mil once, el Juzgado Mixto Unipersonal- Sede MBJ Parcona emitió el auto
de citación a juicio.
1.3. Tras la realización del juicio oral, el siete de febrero de dos mil doce, el juez del Juzgado Mixto
Unipersonal de Parcona dictó sentencia en la que resuelve reservar el fallo condenatorio
contra el encausado Juan Gustavo Rojo García como autor de delito contra el patrimonio -
usurpación en la modalidad de turbación posesoria en agravio de Nora Mónica Rojo Iglesias;
fijando como periodo de prueba el término de un año sujeto a reglas de conducta; y fijó como
por concepto de reparación civil la suma de dos mil nuevos soles.
1.4. Contra la mencionada sentencia de primera instancia, la actora civil impugna el extremo de
la reparación civil, objetando que el juzgador de primera instancia no se ha pronunciado sobre
el pago de costas, lo cual incrementaría el monto de la reparación. Por su parte, el encausado
impugna la sentencia en el extremo de la reserva del fallo condenatorio, pues considera que
no se ha probado la realización del tipo penal.
II. DEL TRÁMITE RECURSAL EN SEGUNDA INSTANCIA
2.1. El Tribunal Superior por resolución del catorce de abril de dos mil doce, de fojas ciento
setenta, señaló fecha para la audiencia de apelación de sentencia, la que se concretó confor-
me al acta del veintiuno de mayo de dos mil doce, de fojas doscientos veinticuatro, con la
intervención del representante del Ministerio Público y abogado defensor de Juan Gustavo
Rojo García, audiencia que continuó el día veinticinco de mayo conforme al acta obrante
a fojas doscientos treinta; posteriormente, la Primera Sala Penal de Apelaciones de la Corte
Superior de Justicia de Ica, procedió a dictar sentencia de vista el siete de junio de dos mil
doce, de fojas doscientos treinta y seis, que revocó la sentencia apelada argumentando que
no se ha probado la configuración de los elementos del tipo penal imputado (medios comi-
sivos violencia o amenaza) ni la participación del encausado en el mismo; y reformándola lo
absolvieron de la acusación fiscal por el delito contra el patrimonio -usurpación tipificado en
el artículo doscientos dos inciso tres del Código Penal.
2.2. Estando a ello, la actora civil interpuso recurso de casación, mediante escrito de fojas
doscientos cuarenta y ocho, contra la resolución antes aludida, invocando como causal la
errónea interpretación de la ley penal; sosteniendo que existen dos corrientes doctrinales
que se aplican y que causan contradicción de criterios al momento de interpretar la violencia
a la que se refiere el artículo doscientos dos inciso tres del Código Penal: la primera que
considera que para materializarse el delito de turbación debe ejercerse violencia o amenaza
contra la persona y la segunda que sostiene que la violencia puede ser contra la persona, el
bien o la cosa. De este modo, la sala superior incurre en error cuando absuelve al encausado
interpretando que para consumarse el delito de usurpación por turbación posesoria, debió
probarse que se haya ejercido violencia o amenaza contra aquel que ejercía la posesión, lo
cual se colige de las páginas nueve y diez de la sentencia de vista, toda vez que sí se sabe
que se rompió el candado y la cadena que permitían el acceso al inmueble por orden del
encausado de acuerdo a las testimoniales actuadas en el proceso.
III. DEL TRÁMITE DEL RECURSO DE CASACIÓN INTERPUESTO POR LA PARTE AGRAVIADA
3.1. El Tribunal Superior por resolución de fecha veinticinco de junio de dos mil doce, de fojas
doscientos cincuenta y dos, concedió el recurso de casación respecto a la causal de errónea
interpretación de la Ley Penal, siendo de trascendencia por ser necesaria para el desarrollo
de la doctrina jurisprudencial de la suprema corte.
3.2. Cumplido el trámite de traslado a las partes procesales, este Tribunal Supremo mediante
Ejecutoria Suprema del diecinueve de octubre de dos mil doce, de fojas veintiséis -del cua-
dernillo de casación-, en uso de sus facultades, declaró bien concedido el recurso de casación
interpuesto por la actora civil, por la causal de desarrollo de la doctrina jurisprudencial e
indebida aplicación, una errónea interpretación o falta de aplicación de la ley penal o de
otras normas necesarias para su aplicación.
3.3. Deliberada la causa en secreto y votada el día veintinueve de mayo de dos mil catorce,
esta Suprema Sala cumplió con pronunciar la presente sentencia de casación, cuya lectura
en audiencia pública -con las partes que asisten- se realizará por la Secretaria de Sala el día
diecisiete de junio de dos mil catorce.
IV. FUNDAMENTOS DE DERECHO
4.1. Del ámbito de la casación: Conforme se ha señalado líneas arriba, mediante Ejecutoria
Suprema del diecinueve de octubre de dos mil doce, de fojas veintiséis -del cuadernillo de
casación-, admitió a trámite el recurso de casación para el desarrollo de doctrina jurispruden-
cial y errónea interpretación de la Ley Penal o falta de aplicación de la ley penal o de otras
normas necesarias para su aplicación.
4.2. Los agravios admitidos que invoca son: i) que se ha incurrido en una indebida inter-
pretación del artículo doscientos dos del Código Penal -delito de usurpación por turbación
posesoria-, debiendo establecerse si la violencia a la que hace mención el mencionado tipo
penal, se configura únicamente cuando recae sobre personas o si se configura cuando recae
tanto sobre personas como sobre bienes o cosas.
MOTIVO CASACIONAL: ERRÓNEA INTERPRETACIÓN DE LA LEY PENAL NECESARIA PARA
SU APLICACIÓN Y NECESIDAD DE DESARROLLO DE DOCTRINA JURISPRUDENCIAL
4.3. En el presente caso, se le imputa a Juan Gustavo Rojo García, que con fecha veintidós de
octubre del dos mil nueve, siendo las veintidós horas aproximadamente, el imputado por
medio de su empleado Víctor Wilfredo Vargas Hernández, aprovechando la ausencia de la
agraviada que había viajado a la ciudad de Nazca, ordenó que se cambiara el portón antiguo
de dos hojas que se encontraba en la parte principal del inmueble y que era la única entrada
de acceso al predio ubicado en Prolongación Grau N° doscientos - Parcona, colocando en su
lugar otro portón de metal de color azul con un candado de seguridad e incluso soldadura
metálica en la unión de ambas hojas, impidiendo el acceso a la agraviada, quien señala ser
copropietaria del bien conjuntamente con el imputado y el resto de la masa hereditaria, la
misma que mantiene la posesión de dicho predio en un área menor ocupando una vivienda
de material noble de un piso, donde tiene sus bienes personales y menajes del hogar y que el
día de los hechos estaba al cuidado de doña María Elena Espinoza Anco quien se encontraba
al interior del inmueble, sin poder salir al haberse quedado encerrada con la clausura del
único portón de ingreso y salida, obligando al esposo de la agraviada, a conseguir maquinaria
pesada y derrumbar parte de la pared posterior que circula el predio a fin de liberar a su
cuidadora y superar los actos perturbatorios.
4.4. Conducta que es subsumida por la parte acusadora en el inciso tres del artículo doscientos dos
del Código Penal, que al momento de la realización de los hechos materia de imputación rezaba:
“Artículo 202.- Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de tres
años:
1. El que, para apropiarse de todo o parte de un inmueble, destruye o altera los linderos del
mismo.
2. El que, por violencia, amenaza, engaño o abuso de confianza, despoja a otro, total o parcial-
mente, de la posesión o tenencia de un inmueble o del ejercicio de un derecho real.
3. El que, con violencia o amenaza, turba la posesión de un inmueble”.
4.5. En el presente caso, debemos establecer si el tipo penal reseñado, contempla como medio
comisivo la violencia ejercida sobre los bienes o cosas además de las personas, o si por el
contrario únicamente contempla a las personas como pasibles de recibir la violencia como
medio comisivo del delito de usurpación.
4.6. Ciertamente, si de lo que versará el ejercicio de la función nomofiláctica1 de este tribunal de
casación, es un medio comisivo contemplado en la descripción de la conducta que el agente
debe desplegar para que se subsuma en la norma penal, nos encontraremos en el campo de la
tipicidad objetiva del delito usurpación por turbación posesoria, específicamente ante el deber
de analizar a la violencia como elemento descriptivo del tipo2 a fin de verificar si la norma
cubre como pasivos de la misma a los bienes o cosas y a las personas, o sólo a las personas.
4.7. Si conforme al principio de lesividad, el derecho penal legitima su intervención ante la lesión
efectiva o puesta en peligro de al menos un bien jurídico tutelado3, entonces los elementos
del tipo tendrán que ser interpretados a la luz de la finalidad del ordenamiento al penalizar
una conducta4. En el caso del delito de usurpación, ese bien jurídico tutelado es “el pacífico
y tranquilo disfrute de un bien inmueble, entendido como ausencia de perturbación en el
ejercicio de la posesión o de cualquier otro derecho real sobre el mismo, en este último
caso, siempre que la víctima esté en posesión del inmueble”5, de modo que la posesión
“se ve mermada y atacada cuando la víctima es desocupada del bien inmueble, mediante
la alteración de linderos o la turbación de la posesión”6. En el supuesto del inciso tres del
artículo doscientos dos de nuestro catálogo punitivo, el medio comisivo violencia “[c]onsiste
en una energía física”7. La pregunta que nos ocupa y que es sobre lo que versa esta sentencia
casatoria, es si esa violencia configura el tipo penal objetivo en aquellos supuestos en los que
se despliega sobre un objeto o cosa, pues nos queda claro que cuando sea ejercida contra el
poseedor, como persona física, estaremos ante la conducta típica.
4.8. A la fecha en que esta ejecutoria es redactada, la violencia ejercida sobre los objetos o cosas
definitivamente configuran el tipo penal sin lugar a dudas gracias a la modificatoria del artículo
doscientos dos del Código Penal8. No obstante, en atención a la incógnita que nos ocupa,
será menester determinar si esta variación legislativa amplió el margen de punibilidad de la
norma o si simplemente declara algo consustancial a ella a fin de evitar claroscuros como el
del presente caso.
4.9. En este orden de ideas, si lo que se busca criminalizar mediante la tipificación del artículo
doscientos dos del Código Penal son conductas violentas que turben la posesión, el restringir
el medio comisivo a la persona física que posee el bien inmueble no se condeciría con la
1 Que a decir de Cubas Villanueva “implica la competencia del Tribunal Supremo de efectuar un control de legalidad,
a fin de verificar que las instancias de mérito han aplicado las normas pertinentes para resolver el conflicto y la
aplicación de las mismas ha respondido a una correcta interpretación de su sentido”. Cubas Villanueva, Víctor. El
nuevo proceso penal peruano. Lima: Palestra, 2009, p. 525.
2 Cfr. Villa Stein, Javier. Derecho Penal. Parte general. Lima: Grijley, 2008, p. 214.
3 Cfr. García Cavero, Percy. Derecho Penal parte general. Segunda. Lima: Jurista Editores, 2012, p. 219.
4 Es decir que se tendrá que emplear la interpretación teleológica que a decir de Villa Stein ocurre “cuando se busca
el sentido o finalidad de la norma”. Villa Stein, Javier. Derecho Penal..., ob. cit., p. 137.
5 Salinas Siccha, Ramiro. Derecho Penal parte especial. Segunda. Lima: Grijley, 2007, p. 1137.
6 Peña Cabrera Freyre, Alonso Raúl. Derecho Penal. Parte especial. Lima: IDEMSA, 2009, p. 433.
7 Salinas Siccha, Ramiro. Derecho Penal..., ob. cit., p. 1145.
8 “Artículo 202. Usurpación
Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cinco años:
1. El que, para apropiarse de todo o en parte de un inmueble, destruye o altera los linderos del mismo.
2. El que, con violencia, amenaza, engaño o abuso de confianza, despoja a otro, total o parcialmente, de la
posesión o tenencia de un inmueble o del ejercicio de un derecho real.
3. El que, con violencia o amenaza, turba la posesión de un inmueble.
4. El que, ilegítimamente, ingresa a un inmueble, mediante actos ocultos, en ausencia del poseedor o con pre-
cauciones para asegurarse el desconocimiento de quienes tengan derecho a oponerse.
La violencia a la que se hace referencia en los numerales 2 y 3 se ejerce tanto sobre las personas como sobre los
bienes.”
finalidad de la norma pues permitiría que aquel que destruye los accesos o seguros para el
acceso del inmueble para turbar la posesión del mismo quede fuera del alcance punitivo de la
norma penal, cayendo en el absurdo de no considerar como turbador de la posesión a quien
destruye la puerta de ingreso, el candado, las cerraduras, etc. So pretexto de que la violencia
que turba la posesión sólo puede ser ejercida contra las personas. Consecuentemente, debe
entenderse que aún antes de la modificatoria por vía legislativa, la violencia a la que hace
referencia el inciso tres del artículo doscientos dos del Código Penal puede ser ejercida tanto
contra personas como contra objetos o cosas integrantes del inmueble de modo que se turbe
la posesión del mismo.
4.10. En el caso que nos ocupa, el tribunal de apelación afirma que no se ha especificado qué
medio comisivo se ha empleado para que el hecho resulta típico. En la página nueve de la
sentencia cuestionada, el juzgador señala que ni la agraviada Rojo Iglesias, ni su esposo de
la agraviada Cáceres Sotelo, ni María Elena Espinoza Anco han señalado si la turbación de la
posesión se dio mediante el ejercicio de la violencia o de la amenaza, o que esta se realizó
contra la cuidadora del inmueble María Elena Espinoza Anco. Es decir, que la sala superior
absolvió al encausado pues no se logró probar que haya existido violencia o amenaza como
medio para turbar la posesión. Ello implica que el juzgador de segunda instancia, no consi-
deró como violencia empleada para turbar la posesión del inmueble el que por orden del
encausado se rompiera la cadena y se sacara el candado del inmueble, lo cual importa una
errónea interpretación del inciso tres del artículo doscientos dos del Código Penal, resultando
necesario casar la sentencia recurrida.
DECISIÓN
Por estos fundamentos:
I. Declararon FUNDADO el recurso de casación por la causal de desarrollo de doctrina juris-
prudencial justificado en una errónea interpretación necesaria para su aplicación, interpuesto
por el actor civil; en consecuencia CASARON la sentencia del siete de junio de dos mil doce,
obrante a fojas ciento setenta y dos, que revocó la sentencia del siete de febrero de dos mil
doce, obrante a fojas ciento cuarenta y nueve, que reservó el fallo condenatorio al acusado
Juan Gustavo Rojo García como autor del delito contra el patrimonio, en la modalidad de
usurpación, sub tipo de turbación posesoria, en agravio de Nora Mónica Rojo Iglesias, refor-
mándola lo absolvieron de la acusación fiscal por el referido delito y la citada agraviada.
II. Actuando como órgano de instancia y emitiendo pronunciamiento sobre el fondo, CONFIR-
MARON la sentencia de primera instancia de fecha siete de febrero de dos mil doce que
reservó el fallo condenatorio a Juan Gustavo Rojo García como autor del delito contra el pa-
trimonio – Usurpación en la modalidad de turbación posesoria, en agravio de Nora Mónica
Rojo Iglesias; fijándose como periodo de prueba el término de un año bajo la observancia de
las siguientes reglas de conducta: 1. Prohibición de ausentarse de su residencia sin la autori-
zación del juzgado; 2. Comparecer cada 60 días al local del juzgado a fin de firmar e informar
sobre sus actividades lícitas; 3. Resarcir el daño ocasionado pagando la reparación civil en el
lapso de dos meses contados a partir de la fecha; todo bajo apercibimiento de aplicársele lo
previsto en el artículo sesenta y cinco del Código Penal.
III. MANDARON Que, la Sala de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Ica y las demás
Cortes Superiores de los Distritos Judiciales que aplican el Código Procesal Penal, consideren
ineludiblemente como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en el considerando
cuatro punto nueve (Del motivo casacional: Para el desarrollo de doctrina jurisprudencial) de
la presente Ejecutoria Suprema, de conformidad con el inciso cuatro, del artículo cuatrocientos
veintisiete del Código Procesal Penal; y se publique en el diario oficial “El Peruano”.
IV. ORDENARON que cumplidos estos trámites se devuelva el proceso al órgano de origen; y se
archive el cuaderno de casación en esta Corte Suprema; notifíquese.-
SS.
Villa Stein / Pariona Pastrana / Barrios Alvarado / Neyraflores / Cevallos Vegas
RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia
R.N. N.º 1565-2012-
Ica
El delito de colusión como un delito
de encuentro
R.N. N.º 1565-2012-ICA
TEMA El delito de colusión como un delito de encuentro
FECHA DE EMISIÓN y/o 19-11-2013 / 04-04-2014
PUBLICACIÓN
NORMAS APLICADAS Código Penal (D. Leg. N.° 635): Arts. 384°
CONTEXTO FÁCTICO La Contraloría General de la República dispuso una acción de control al Consejo Tran-
sitorio de Administración Regional – Ica y El Gobierno Regional de Ica. Encontrando
que en la formulación de los presupuestos de las obras “Conformación de Talud Puente
Los Maestros”. “Encimado, Conformación y protección de muro de concreto, sector
Pimentel”, se consignaron partidas sobreestimadas y otras que no fueron necesarias
para el objeto del proyecto, lo que ocasionó una sobrevaluación del valor referencial
ascendente a S/.898,281.5.
EXTREMOS DE LA PRE- El procurador público fundamenta su recurso de nulidad, alegando que la Sala
TENSIÓN IMPUGNA- Superior no merituó ni debidamente las pruebas aportadas que acreditan que los
TORIA encausados actuaron en perjuicio del Estado. Así, las conclusiones arribadas en el
Informe N° 016-2005-CG/ZN, que determinó varias irregularidades respecto de las
obras del Contrato de Obra N° 006-2001 - CTAR-ICA, desde el otorgamiento de la
buena pro hasta la ejecución del mismo, conclusiones respaldadas por los Técnicos de
la Contraloría; además, en la suscripción de los contratos no se exigió a las empresas
ganadoras la entrega de la garantía de fiel cumplimiento.
CRITERIOS DE LA SALA El delito de colusión es un delito de participación necesaria, concretamente de encuen-
CASATORIA tro, que requiere de la intervención de un particular o extraneus, esto es, exige que el
agente público -intraneus- se ponga ilícitamente de acuerdo con las partes implicadas
en un contrato o acto -los interesados- que se quiere celebrar o que se ha celebrado
en perjuicio de los intereses de la Administración Pública -ambos sujetos apuntan
a una misma finalidad típica. El carácter fraudulento del acuerdo colusorio reside,
pues, en la “privatización” de la actividad funcional que realiza el funcionario público
que, como tal, debe tender a representar y cautelar los intereses de la Administración
Pública y no, por el contrario, a beneficiar a los particulares.
VISTOS: el recurso de nulidad interpuesto por el Procurador Público contra la sentencia del
trece de diciembre de dos mil once, obrante a fojas novecientos treinta y seis; interviniendo
como ponente el señor Juez Supremo Pariona Pastrana, de conformidad con lo opinado por
el señor Fiscal Supremo en lo Penal; y
CONSIDERANDO
PRIMERO: AGRAVIOS PLANTEADOS POR EL PROCURADOR PÚBLICO
1.1. El procurador público fundamenta su recurso de nulidad a fojas novecientos sesenta y siete,
alegando que la Sala Penal no merituó ni compulsó debidamente las pruebas aportadas que
acreditan que los encausados actuaron en perjuicio del Estado; así, las conclusiones arribadas
en el Informe N° 016-2005-CG/ZN, que determinó varias irregularidades respecto de las
obras del Contrato de Obra N° 006-2001 - CTAR-ICA, desde el otorgamiento de la buena
pro hasta la ejecución del mismo, conclusiones respaldadas por los Técnicos de la Contraloría;
además, en la suscripción de los contratos no se exigió a las empresas ganadoras la entrega
de la garantía de fiel cumplimiento.
SEGUNDO: DELIMITACIÓN DE LA ACUSACIÓN FISCAL
2.1. Conforme a la acusación de fojas cuatrocientos ochenta, se advierte el Informe Especial N°
016-2005-CG/ZN, que en cumplimiento del plan anual para el año 2003, la Contraloría Ge-
neral dispuso una acción de control al Consejo Transitorio de Administración Regional — Ica
y Gobierno Regional de lea, orientado a determinar si los recursos financieros y patrimoniales
fueron utilizados adecuadamente de acuerdo a la normatividad vigente, pero es el caso que
la comisión auditora determinó una muestra selectiva de obras irregularmente ejecutadas en
el año 2001.
2.2. En la formulación de los presupuestos de las obras “Conformación del Talud Puente Los
Maestros”, “Encimado, Conformación y protección de Talud margen izquierdo del Rio lea,
Sector Tacaraca” y “Reforzamiento de muro de concreto, Sector Pimentel”, se consignaron
partidas sobreestimadas y otras que no fueron necesarias para el objeto del proyecto, lo que
ocasionó una sobrevaluación del valor referencial ascendente a S/. 89,281.5 nuevos soles.
2.3. De otro lado, antes que se recepcionen las propuestas de la convocatoria de los procesos de
adjudicación directa de menor cuantía de las obras, la administración de la entidad efectuó
el compromiso presupuestal de las obligaciones correspondientes - de las obras declaradas en
situación de emergencia en el año 2001 - en el SIAF, consignando para tal efecto el nombre
de las empresas contratistas y las obras a ejecutar, siendo que posteriormente a estas empresas
se les otorgó la buena pro; asimismo, los miembros del Comité Especial establecieron en las
bases plazos menores entre la convocatoria y la presentación de propuestas al margen de la
normatividad vigente, así como el otorgamiento de la buena pro.
2.4. En la suscripción de los contratos de la obra la administración del ex CTAR no exigió a las
empresas contratistas la entrega de la garantía de Fiel Cumplimiento, ocasionando que durante
la ejecución de las obras, estas no estuvieran cubiertas ante deficiencias e incumplimientos
contractuales, como en efecto sucedió.
2.5. De la revisión documental, como de la visita in situ de las obras “Encimado, Conformación y
Protección de Talud Margen Izquierdo, Sector Tacaraca” y “Resana de Losa de Concreto Mar-
gen Derecha, Sector Botijeria Angulo Sur” no se exigió al contratista que cumpla con ejecutar
las obras de acuerdo a lo señalado en el expediente técnico, dado que en la primera obra
referida el contratista ejecutó el enrocado del Talud con un espesor inferior a lo estipulado
en el Expediente Técnico, ocasionando con ello un pago irregular de S/. 58,205.39 nuevos
soles; y, en el caso de la segunda obra mencionada se ejecutó sin cumplir con las dimensiones
determinadas en el expediente técnico, ocasionando que irregularmente se pague a la empresa
contratista la suma de S/. 7241.77 nuevos soles, lo que aunado al hecho de que no se exigió
a la empresa la formulación de las planillas de metrados valorizados, planos y/o croquis que
sustenten las valoraciones, ocasionó un perjuicio económico por los montos señalados.
2.6. Como consecuencia de ello se formuló acusación fiscal contra Gerardo Villagomez Garibay,
Juan Alberto Ore Legua, José Hernán Oliveira Gallardo y José Raúl Muños Gonzales por delito
de corrupción de funcionarios, en la modalidad de negociación incompatible, en agravio del
Estado. Además, se formuló acusación fiscal contra Walter Suarez Gallegos y Samuel Raúl Arias
Mejía por la comisión del delito de concusión, en la modalidad de colusión ilegal.
TERCERO: PRESUPUESTOS A TENER EN CUENTA EN EL CONTEXTO DE UN DEBIDO PROCESO
3.1. El derecho a la presunción de inocencia se configura en tanto que regla de juicio y desde la
perspectiva constitucional, como el derecho a no ser condenado sin pruebas de cargo válidas,
lo que implica que exista mínima actividad probatoria, realizada con las garantías necesarias,
referida a todos los elementos esenciales del delito y que de la misma quepa inferir razona-
blemente los hechos y la participación del acusado en ellos, conforme lo recalco la doctrina
consolidada de esta Suprema Instancia, mediante el Acuerdo Plenario número dos guión dos
mil cinco oblicua CJ guión ciento dieciséis, del treinta de setiembre de dos mil cinco. Expuestas
estas consideraciones, la cuestión que se nos presenta es la relativa a que se ha de entender
por prueba de cargo para desvirtuar la presunción de inocencia, debiéndose recordar que la
sentencia y condenatoria ha de fundarse en auténticos actos de prueba, y que la prueba haya
sido obtenida y practicada en la forma que regula la ley procesal penal, y que esta actividad y
comportamiento sea suficiente para erradicar cualquier duda razonable, quedando, en suma,
desvirtuada la presunción de inocencia.
CUARTO: PRESUPUESTOS DE LA PRESCRIPCIÓN EN EL DELITO DE NEGOCIACIÓN IN-
COMPATIBLE
4.1. Previo a resolver el fondo de la controversia es necesario establecer si los hechos materia
de acusación son aún perseguibles por el lus Puniendi o si por el contrario la acción penal
para dichos hechos ha prescrito por el paso del tiempo. Debe precisarse que el Instituto de la
prescripción es la caducidad del derecho que le asiste al Estado de perseguir y sancionar las
conductas delictivas por haber vencido el plazo para ejercer su poder punitivo conforme a las
leyes penales; debe tenerse en cuenta para los efectos del cómputo del plazo de prescripción
lo establecido en el artículo ochenta del Código Penal, esto es, que haya transcurrido un plazo
igual al máximo de la pena correspondiente al delito; sin embargo, cuando el – plazo ordinario
de prescripción de la acción penal es interrumpido por actuaciones del Ministerio Público u
órgano judicial, la acción penal prescribe de modo extraordinario, al cumplirse cronológica-
mente el plazo de prescripción ordinario más la adición de la mitad de dicho plazo, tal , como
lo dispone el párrafo in fine del artículo ochenta y tres del Código Penal.
4.2. Lo expuesto en los considerandos precedentes permite afirmar que la prescripción de la
acción penal para el delito de corrupción de funcionarios, en la modalidad de negociación
incompatible -tipificado al momento de los hechos en el artículo trescientos noventa y siete
del Código Penal, el cual tenía previsto una pena no mayor de cinco años; no siendo aplicable
la modificatoria introducida por la Ley N° 28355, de fecha 6 de octubre de 2004; puesto
que resulta posterior y desfavorable al procesado-, de manera extraordinaria, opera a los
siete años con seis meses; en ese sentido, toda vez que el ilícito imputado se habría efectuado
entre los años dos mil uno y dos mil dos, es de concluirse que la acción penal se extinguió
por el paso del tiempo a mediados del año dos mil nueve, en ese sentido, el ilícito imputado
a los encausados Gerardo Villagomez Garibay, Juan Alberto Ore Legua, José Hernán Oliveira
Gallardo y José Raúl Muños Gonzales, dejó de ser perseguible por el paso del tiempo desde
la referida data, estos es, con anterioridad a la emisión de la sentencia recurrida -la cual se
emitió el trece de diciembre de dos mil once- por tanto, debe declararse fundada de oficio la
excepción de prescripción a favor de los citados encausados en el proceso seguido en su contra
por delito de corrupción de funcionarios, en la modalidad de negociación incompatible, en
agravio del Estado; además, al haberse dictado la sentencia recurrida el trece de diciembre de
dos mil once -fojas novecientos treinta y seis-, cuando los plazos, ordinario y extraordinario,
de prescripción habían transcurrido en exceso, es del caso declarar la nulidad de la citada
sentencia en los extremos referidos a los citados encausados.
DECISIÓN
Por estos fundamentos: declararon: 1. NULO el extremo de la sentencia del trece de diciem-
bre de dos mil once, obrante a fojas novecientos treinta y seis, que absolvió a Juan Alberto
Ore Legua, José Hernán Oliveira Gallardo, José Raúl Muñoz Gonzales y Gerardo Villagomez
Garibay, de la acusación fiscal por delito de negociación incompatible, en agravio del Esta-
do. 2. FUNDADA de oficio la excepción de prescripción a favor de Juan Alberto Ore Legua,
José Hernán Oliveira Gallardo, José Raúl Muñoz Gonzales y Gerardo Villagomez Garibay, en
consecuencia EXTINGUIDA LA ACCIÓN PENAL incoada en su contra por delito de corrup-
ción de funcionarios, en la modalidad de negociación incompatible, en agravio del Estado;
por tanto, ORDENARON la anulación de sus antecedentes penales y judiciales generados a
consecuencia del presente proceso y el archivo definitivo de la causa en dicho extremo. 3.
NO HABER NULIDAD en el extremo de la sentencia del trece de diciembre de dos mil once,
obrante a fojas novecientos treinta y seis, que absolvió a Walter Suarez Gallegos y Samuel Raúl
Arias Mejía de la acusación fiscal por delito de colusión en agravio del Estado; con lo demás
que contiene, y los devolvieron.-
S.S.
Villa Stein / Pariona Pastrana / Barrios Alvarado / Tello Giraldi / Neyra Flores
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