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Elévase a rango de Ley el Código de Procedimiento Civil, aprobado por D.L. Nº 12760 de
6 de agosto de 1975, con las modificaciones establecidas en la presente Ley".
Después de 23 años, por fin el Poder Legislativo ha tenido el acierto de elevar al rango de
Ley el Decreto Ley de 6 de agosto de 1975, que promulga el Código de Procedimiento
Civil quedando pendiente de adquirir ese mismo rango el Código Civil vigente, que fue
aprobado y promulgado por el mismo Decreto Ley y, la vigencia de ambos comenzó el 2 de
abril de 1976.
Los jueces o magistrados durante ese tiempo, se han visto en duros aprietos en cuanto se
refiere a la aplicación de dichos decretos leyes, frente a lo establecido por el artículo 228 de
la C.P.E.
El órgano legislativo, cuanto antes debiera elevar a rango de Ley el Decreto Ley ya
indicado para la vigencia correcta del Código Civil. También debe estudiar y aprobar las
enmiendas al Código Civil, que fueron aprobadas previo estudio hecho por una Comisión
del H. Senado Nacional presidida por el entonces H. Senador de la República Dr. Mario
Rolón Anaya, juntamente con los delegados de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la
Nación, Drs. Hugo Galindo Decker y José Decker Morales.
Refórmase los Capítulos IV, V y VI del Título I del Libro Primero del Código de
Procedimiento Civil, sobre excusas y recusaciones, en los siguientes términos:"
1. El parentesco del juez con alguna de las partes, sus abogados, o mandatarios, hasta el
cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad o el derivado de los vínculos de
adopción.
2. El parentesco del juez o algún miembro del tribunal de segunda instancia con el juez que
hubiera dictado la sentencia o auto impugnado, dentro de los grados establecidos en el
numeral 1.
3. Tener el juez con alguna de las partes, relación de compadre, padrino o ahijado,
proveniente de matrimonio o bautismo.
4. Tener el juez amistad íntima con alguna de las partes, que se manifestaren por trato y
familiaridad constantes.
5. Tener el juez enemistad, odio o resentimiento con alguna de las partes, que se
manifestaren por hechos conocidos. En ningún caso procederá la recusación por ataques u
ofensas inferidas al juez después que hubiere comenzado a conocer el asunto.
6. Ser el juez acreedor, deudor o garante de alguna de las partes, excepto de las entidades
bancarias y financieras.
7. La existencia de un litigio pendiente del juez con algunas de las partes, siempre que no
hubiere sido promovido expresamente para inhabilitar al juez.
8. Haber sido el juez abogado, mandatario, testigo, perito o tutor en el proceso que debe
conocer.
9. Haber manifestado su opinión sobre la justicia o injusticia del litigio antes de asumir
conocimiento de él.
11. Ser o haber sido el juez denunciante o querellante contra una de las partes, o
denunciado o querellado por cualquiera de éstas con anterioridad a la iniciación del litigio."
Este artículo tiene el mismo sentido que el artículo 22 del Código de Procedimiento Civil,
con la diferencia de que sólo se reconoce la excusa de oficio y se prohibe a las partes pedir
excusa al juez o magistrado. Dicha medida es acertada, porque las más de las veces las
excusas que piden los sujetos del proceso son antojadizas y mentirosas, y con ellas sólo se
persigue que el proceso pase a conocimiento de otra autoridad judicial, en quien el
solicitante tiene alguna simpatía o confianza. Pero aquí viene lo más importante, o sea, el
juez no obstante de estar comprendido en una de las causas señaladas o enumeradas en el
articulo 3 de la Ley de referencia, no se excusa. Este silencio puede ser de buena o mala fe.
La primera se presume, la segunda hay que probarla. En presencia de este supuesto,
cualquiera de las partes interesadas puede hacer uso de la recusación contra el juez o
magistrado.
Cuando la excusa del juez o magistrado es de oficio, ella importa la abstención espontánea
cuando ocurre alguna de las circunstancias legales que hace dudosa la imparcialidad
consubstancial con la administración de justicia, en cuanto a las personas se refiere. De otro
lado, si es el Estado el que asume la tutela de los derechos privados organizando los
tribunales de justicia y designando a las autoridades que la integran, es también el Estado el
que tiene que garantizar la correcta administración de justicia, dictando para ese efecto las
normas procesales a las que el juez y los sujetos del proceso deben sujetarse en la
substanciación de los procesos. Por ello, la recusación sólo puede fundarse en las causas
numeradas en la norma procesal y no en otras.
II. El superior en grado dictará resolución en el plazo de seis días, sin recurso ulterior".
El artículo en examen es casi igual al texto del articulo 27 del Código de Procedimiento
Civil, con la diferencia de que la excusa pasará en el día ante el superior en grado. De
acuerdo a dicho articulo el superior en grado es la Corte Superior del Distrito Judicial al
que pertenece, siempre que la excusa sea de un juez de partido. Si se tratara de un juez de
instrucción, el superior en grado de éste, es el juez de partido. Además según este articulo
la consulta se hará sólo con copias de las piezas pertinentes y que estén autenticadas. Luego
de ello tiene competencia para proseguir los trámites de la causa.
I. Si la excusa fuere declarada ilegal, se impondrá multa al juez o magistrado que hubiere
formulado, debiendo el consultante proseguir el trámite de la causa hasta su conclusión.
II. Si la excusa fuere declarada legal, se impondrá multa al juez o magistrado consultante.
III. Las excusas declaradas ilegales en tres oportunidades durante un año darán lugar a la
exoneración del juez o magistrado".
Es indudable que hay jueces o magistrados que algunas veces pretenden escoger causas
fáciles de resolver y por esa razón, en presencia de procesos difíciles o que sean de varios
cuerpos, se excusan ilegalmente y, si ellas son declaradas ilegales, el juez o magistrado será
pasible de multa de conformidad con lo previsto en el parágrafo I del artículo en examen.
El parágrafo III del mismo artículo, castiga con exoneración del juez o magistrado cuyas
excusas fueren declaradas ilegales por tres veces durante el año. Esta medida fuera de ser
arbitraria es contraria a la Constitución Política del Estado que en el parágrafo VI del
artículo 116 preceptúa que "Los magistrados y jueces, no podrán ser destituidos de sus
funciones, sino previa sentencia ejecutoriada". Igual determinación contiene el artículo 24
de la Ley de Organización Judicial. Son éstas las razones para oponerme a la exoneración
del magistrado o juez por haberse excusado tres veces consecutivas durante el año y que
hayan sido declaradas ilegales.
En la práctica forense se presentan esos casos, de los que, los más son simples errores
cometidos con mala o buena fe. Esta ultima se presume; la primera hay que probar dentro
de un debido proceso y ante juez competente.
Si los jueces en general cumplen la función jurisdiccional del Estado y éste los inviste con
esa dignidad, la buena fe con que proceden debe ser aceptada y respetada por todos; lo
contrario es sancionar con una pena sin causa porque las tres excusas declaradas ilegales,
no lo señalan ni lo sindican como autor de un delito para que pudieran ser destituidos.
Nadie niega que existe un principio de responsabilidad, al que están sometidos todos los
jueces y magistrados, cuando éstos en el ejercicio de administrar justicia incurrieron en
hechos ilícitos castigados por el Código Penal y las leyes especiales, pero para imponer esa
sanción penal como ya se ha dicho, necesariamente debe organizarse un proceso penal.
Solo así damos cumplimiento al artículo 116 VI de la Carta Fundamental.
En caso de excusa de todos los vocales de una Corte de Distrito o todos los ministros de la
Corte Suprema de Justicia, el Presidente, no obstante haberse excusado convocará a los
conjueces para que resuelvan lo que corresponda".
II. La recusación podrá ser deducida por cualquiera de las partes, en la primera actuación
que realicen en el proceso. Si la causal fuere sobreviniente, deberá ser deducida dentro de
los tres días de tenerse conocimiento de su existencia y hasta antes de quedar la causa en
estado de sentencia".
El parágrafo II del articulo 21 del Código de Procedimiento Civil, contiene una redacción
casi igual a dicho parágrafo II del articulo 8 de la referida Ley que dice: "Si las causas
fueren sobrevinientes o no se los hubiera conocido en las oportunidades enumeradas en el
parágrafo anterior 21-I del Código de Procedimiento Civil, la recusación podrá plantearse
antes de sentencia con juramento de ser ciertas las causas".
Tenemos entendido que no existe diferencia de fondo en el sentido que tienen los artículos
8 de esta Ley y el 21-I del Código de Procedimiento Civil, pero éste último contiene el
requisito que debe prestar el recusante de ser ciertas las causas, cuando ellas sean
sobrevinientes. En consecuencia, ese acto (juramento) es de mucha importancia porque
mediante él se da más seriedad y autenticidad a la demanda recusatoria. Por ello, se sugiere
que sea agregado a la última parte del parágrafo II del artículo 8 en estudio.
II. En los casos de recusación de árbitros y amigables componedores, será competente para
conocer de la recusación el juez o tribunal que hubiere debido conocer la causa de no
mediar el arbitraje.
III. El juez o tribunal y en su caso los conjueces que conozcan de la recusación, son
irrecusables".
El parágrafo I de este artículo (9) ya ha sido comentado al pie del articulo 5 de la misma
Ley, en sentido de que en las demandas de recusación contra jueces de instrucción, el
superior en grado es el juez de partido. Asimismo, si la recusación es contra un juez de
partido, el superior en grado es la Corte Superior del Distrito en la Sala de la materia que
corresponda. En otros términos puede ser la Sala Civil Primera o Segunda, la Sala Penal y
finalmente la Sala Social. Si la recusación fuere contra un vocal de la Corte Superior del
Distrito, corresponderá su conocimiento por turno a una de las salas de las que no forme
parte el recusado y a la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia, cuando el recusado sea
ministro.
El artículo 46 del Código de Procedimiento Civil establecía que la recusación de uno o más
ministros de la Corte Suprema se hará ante el mismo tribunal y bastará que haya uno hábil
para formar sala llamando a conjueces.
Se forma sala con sólo tres ministros, los que eran designados por la Sala Plena. Sin
embargo de ello, la nueva Ley en examen determina que la recusación de un ministro debe
ser conocida y resuelta por la Sala Plena del Supremo Tribunal de Justicia.
Esta determinación es más amplia y, la justicia de la resolución estará mas garantizada. Por
ello estoy de acuerdo con la modificación.
El parágrafo III establece que el juez o tribunal y en su caso los conjueces que conozcan y
juzguen la recusación, son inexcusables.
I. La recusación se planteará como incidente ante el mismo juez o tribunal del magistrado
cuya recusación se pretenda, con descripción de la causal o causales en que se funda,
acompañando o proponiendo toda la prueba de la que el recusante intentare valerse.
Otros dan el valor de excepción previa, caso en el que la recusación deberá oponerse dentro
los cinco días fatales que preceptúa el artículo 337 del Código de Procedimiento Civil,
pasado ese plazo procesal no puede oponerse la recusación, como excepción previa, porque
se produce las caducidad de hacer uso de un acto procesal que lo autoriza en virtud de
haberse producido la preclusión procesal. Algunos piensan que podría oponerse como
excepción perentoria; hipótesis inaceptable porque ella se resuelve en sentencia juntamente
con la causa principal. En ese sentido no es procedente la recusación.
En el orden explicado si se considerase como excepción previa, ella deberá estar incluida
en el articulo 336 del ya citado y, como no lo está, de ninguna manera puede ser excepción
previa.
Si la recusación fuere considerada como perentoria, ella deberá ser opuesta a tiempo de
contestar la demanda y tendrá que ser juzgada juntamente con los puntos demandados.
Ahora bien, según el artículo 10 de la Ley de Abreviación Procesal, como ya se ha dicho,
usa los términos de "incidente" y "demanda", aspectos que requieren de una breve
aclaración.
El incidente se define como una cuestión accesoria que surge en relación con el objeto
principal de un litigio, se tramita por la vía incidental. El incidente deriva del latín incidens
que significa acontecer, interrumpir y en su acepción mas lata, lo que sobreviene
accesoriamente en algún asunto o negocio fuera de lo principal y jurídicamente es la
cuestión que sobreviene entre los litigantes durante el curso de la acción principal, tal como
lo dice Alsina.
Los incidentes son de dos especies: Unos tienen el carácter o naturaleza que
momentáneamente suspenden el pleito sin que previamente sea resuelto el incidente. Los
otros no suspenden el trámite como los artículos a los que hacia referencia la Compilación
de Leyes del Procedimiento Civil abrogado.
Sobre este punto citamos a De Santo, que en su libro "Diccionario de Derecho Procesal
citando a Couture anota:
"Se trata de una cuestión accesoria que se plantea dentro del proceso o con motivo de él,
pero siempre dentro del curso de la instancia".
"Entre otros se consideran incidentes típicos las excepciones dilatorias y las perentorias, las
medidas cautelares, los embargos y desembargos, las tachas en general, la citación de
saneamiento y evicción, la declaratoria de pobreza, la acumulación de autos, etc.".
Por su parte el malogrado escritor boliviano Dr. Carlos Morales Guillén, da la siguiente
opinión:
"La figura puede ser aplicada a todas las excepciones, a todas las contestaciones, a todos los
acontecimientos accesorios que se derivan del curso ordinario y regular de un negocio. Son
incidentes: la recusación, la acumulación de autos, la impugnación de nulidad de
actuaciones, la reposición de providencias o autos, la declinatoria de competencia, la
alegación de tachas, etc.. Pues, todas se derivan y traen su origen de la causa principal.
Pero, no todas las citadas y otras cuestiones que caben en la definición, están comprendidas
en las regulaciones del Capítulo, que reglamenta el procedimiento a seguirse en todos las
cuestiones que la Ley tiene como incidentales de la principal".
Las dos citas demuestran que la recusación es también un incidente, pero si entendemos
que éste es un asunto accesorio que surge de lo principal de las controversia entre los
sujetos del proceso, en la recusación no es así por mucho de que surgiere como
consecuencia del litigio, no es entre las partes controvertidas sino una cuestión que se dirige
al juez, o magistrado, vale decir constituye una demanda con todas sus características
porque la recusación se la deduce contra la autoridad judicial que habiendo causa no se
excusó. Por ello no estoy de acuerdo con las dos citas y sostengo que se trata de una
demanda formal.
El parágrafo III de este artículo (10), importa que el juez niega la causa demandada en la
recusación. En este caso lo correcto sería que el juez siga conociendo el proceso, mientras
no se dicte sentencia que declare probada o improbada la recusación. Si es lo primero, el
proceso debe pasar a otro juez y, si es el segundo seguirá con la substanciación del proceso.
Este parágrafo parece que no está bien logrado en su redacción y es por ello que hay que
mejorarlo.
I. Admitida la demanda por el juez o tribunal competente, señalara día y hora para
audiencia, que tendrá lugar en el plazo máximo de diez días computables desde la
recepción por aquél.
II. El recusante comparecerá a la audiencia en forma personal, salvo motivo fundado que
justificare la comparecencia por representante. El recusado lo hará personalmente.
La novedad en este artículo 11 es que se señala audiencia, hecho que significa pasar de un
procedimiento escrito a otro oral. Esta modificación en el caso comentado es perfectamente
aceptable porque en la práctica no hay sistemas procesales puros, o sea que, en algunos
casos el procedimiento escrito hace uso de la oralidad y ésta del escrito. En otros términos
ambos procedimientos se coadyuvan en ciertos casos. Corresponde a los parágrafos I y II.
El parágrafo III de este artículo (11) determina que la incomparecencia del recusante dará
lugar a la declaratoria de desistimiento de la demanda con expresa condenación en costas.
La del recusado (juez o magistrado) no impedirá la continuación de los procedimientos.
El desistimiento según establece el artículo 304, concordante con el 305 del Código de
Procedimiento Civil, es de dos clases: "Desistimiento del proceso y desistimiento del
derecho". ¿Cuál de ellos está comprendido en el parágrafo III del artículo 11?.
Como consecuencia del desistimiento quedan sin efecto los actos procesales cumplidos.
Pero las pruebas incorporadas al juicio que mediante él se extingue pueden ser utilizadas,
como en el caso de operarse la caducidad de la instancia, en el juicio posterior que se
entable.
El desistimiento del derecho, como su nombre lo indica, es el acto en cuya virtud el actor
abdica del derecho material invocado como fundamento de la pretensión.
"Como dueño de la acción, el actor tiene indiscutible derecho a renunciar o desistir de ella,
aunque no por eso ha de dejar de considerarse la situación del demandado, quien puede
exigir la satisfacción de las costas causadas, o puede rechazar el desistimiento porque su
interés le aconseja definir el derecho envuelto en la acción".
Así aclarada la naturaleza jurídica del desistimiento, considero que no debe usarse ese
término, sino simplemente la de abandono de la causa.
II. La resolución se dictará en forma oral y constará en acta. La resolución que declare
probada la recusación separará definitivamente al recusado del conocimiento de la causa y
la desestimatoria, condenará en costas y multa al recusante.
El parágrafo I es correcto porque la resolución debe dictarse en audiencia, sin más demora.
En la Corte Suprema, bajo el régimen anterior, la resolución se dictaba sin sorteo y solo por
semanería. No hay nada que observar ni añadir a este parágrafo.
I. En las Cortes Distritales, la recusación de uno o más vocales de sala, se planteará ante
ella misma, observando el procedimiento señalado en el articulo 10.
II. La recusación de todos los vocales de una Corte Superior de Distrito se planteará ante
ella misma. En tal caso, el Presidente de la Corte, no obstante de estar demandado, se
limitará a convocar a conjueces.
IV. La recusación de conjueces de las Cortes Suprema y de Distrito se regirá por las
disposiciones del Capítulo anterior.
Se podrá disponer la suspensión temporal del funcionario recusado en cualquier estado del
proceso, en consideración a la gravedad de los hechos.
VI. Los árbitros o amigables componedores son recusables por causas sobrevinientes al
convenio arbitral o que se ignoraren al tiempo de su nombramiento, observando el
procedimiento previsto en el Capítulo anterior".
El artículo 13 de la Ley de Abreviación Procesal Civil está bien logrado y no hay nada que
observar.
SECCION II NOTIFICACIONES
Modificase el parágrafo II del artículo 135 y agrégase como nuevo el parágrafo III":
III. El incumplimiento a las reglas señaladas por el artículo 14 de esta Ley modificatorio del
artículo 133 y parágrafo II que antecede, dentro del año, por parte de secretarios, actuarios
y oficiales de diligencia determinará la imposición de las siguientes sanciones:
2. En la segunda, multa del veinte por ciento del haber mensual: a requerimiento del juez
ante la respectiva Corte Superior;
II. El notario dará fe del acto realizado, labrando al pie del documento o en hoja adherida
una Constancia de Certificación de Firmas.
III. El notario llevará un Registro de Firmas en el que se agregará, numerada y fechada, una
copia del documento original, firmando juntamente con los comparecientes y estampando
su sello.
RECONOCIMIENTO JUDICIAL
Artículo 19.- "(RECONOCIMIENTO JUDICIAL DE FIRMAS Y RUBRICAS)
Si los herederos manifestaren que no les consta que la firma o la letra sean de su causante,
el juez, a solicitud de parte, ordenará la comprobación pericial observando el procedimiento
previsto en los incisos que siguen. Si no concurrieren a la citación, se tendrá la firma o el
documento por reconocidos.
1) Cuando la parte a quien se opone rehusa reconocerlo o comparecer sin justo motivo ante
el Juez competente.
De la norma legal citada, el numeral dos que precede es el más importante porque la
negativa de reconocimiento, puede ser declarado válido en juicio contradictorio, vale decir
en proceso ordinario o de conocimiento, pero no en la vía incidental.
No se pierda de vista que el numeral 2) del artículo 1298 y el art. 1299 del Código Civil son
normas sustantivas y, de ninguna manera pueden modificarse mucho menos por los incisos
d) y e) de la Ley en examen. No se olvide que las normas procesales que contiene el
Código de Procedimiento Civil, no tienen otra función que poner en movimiento a las
normas sustantivas. En otros términos el Código de Procedimiento Civil, no hace más que
reglamentar la aplicación de las normas del derecho objetivo, pero no puede modificar. De
ahí que, en el campo práctico de la aplicación de la ley, jueces y abogados deben aplicar lo
establecido en los artículos 1298 y 1299 no el articulo 19 de la Ley en estudio, para lo que
habrá que tener en cuenta la jerarquía de las normas legales dando estricto cumplimiento al
artículo 228 de la C.P.E. Quiérase o no la Ley 1760 de 28 de febrero de 1997, es secundaria
frente a las leyes del Código Civil.
Por lo dicho, los incisos d) y e) del artículo 19 en examen son inaplicables, porque un
reconocimiento de firmas y rúbricas negado por el emplazado, no debe someterse a la vía
incidental que no tiene más que seis días de término de prueba y como quiera que la pericia
a la que se refiere la misma Ley, tampoco se puede realizar dentro de ese término
incidental. Ese reconocimiento negado, en cumplimiento del numeral 2) del artículo 1298
del Código Civil, debe averiguarse por la vía ordinaria y solemne.
No hay que perder de vista que cuando se produce la negativa de reconocimiento, entre el
emplazado y el emplazante se encuentran en una situación contrapuesta, hecho que importa
la presencia de una litis o controversia, la que no puede discutirse en la vía incidental, por
las razones ya indicadas, como se pretende en la ley en examen. Dentro de la vía incidental,
el emplazante tiene derecho a designar a su perito, pero teniendo en cuenta el principio de
la bilateralidad, el emplazado también tiene derecho a designar el suyo. Los peritos puede
discrepar, el juez tendrá que nombrar un tercer perito, o se dejará a la sagacidad del juez de
instrucción?.
En nuestro país no hay peritos grafólogos especializados y los que actúan en tal calidad,
algunas veces son los de la Policía y, éstos cuantas veces han emitido dictámenes
contradictorios en el mismo proceso. Por ello, la comprobación debe tramitarse, como ya se
ha dicho, en proceso ordinario y en todas sus instancias, abreviando solamente el plazo
probatorio de cincuenta a veinte días.
Es, además, necesario dejar establecido que los peritos son designados por los sujetos del
proceso y pagados por ellos. En esa forma, el perito jamás dará un dictamen en contra de la
persona que lo ha nombrado y pagado.
Por las consideraciones que preceden, no estoy de acuerdo con los incisos d) y f) del
articulo 19 de la Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar.
"Tres son los efectos que produce la apelación: Suspensivo, devolutivo y diferido. El
primero suspende la competencia del juez, impidiendo la ejecución de la sentencia o auto
definitivo; el segundo le permite continuar la tramitación del proceso sin perjuicio del
recurso; y el tercero permite que sin perjuicio del cumplimiento de la resolución apelada, se
reserve la concesión de la alzada hasta el estado de una eventual apelación de la sentencia."
Agrégase al artículo 241, cuyo texto quedará como parágrafo I, los parágrafos II, III, y IV
que dirán:
II. En el señalamiento de piezas previsto por el parágrafo anterior y en los casos de los
artículos 242, 243, 244 y 245, referidos al testimonio para el trámite de la apelación en el
efecto devolutivo, el apelante, alternativamente, podrá pedir testimonio o fotocopias
legalizadas por el secretario o actuario del juzgado, de las piezas estrictamente necesarias,
que harán la misma fe que el documento original.
III. Si el apelante optare por fotocopias legalizadas, los gastos emergentes serán de su
cuenta.
IV. Si el apelante, no cumpliere la obligación de pagar los gastos de las fotocopias
legalizadas dentro del plazo mencionado, se estará a lo dispuesto en el artículo 243 in fine".
II. Si la sentencia definitiva fuere apelada, se correrá traslado de ambos recursos a la parte
apelada, con cuya contestación o sin ella, los recursos se concederán para que sean
resueltos en forma conjunta por el superior en grado.
La que resuelve excepciones previas se debe entender que ellas deben ser opuestas dentro
de los cinco días fatales desde la citación y antes de contestar la demanda tal como
determina el artículo 337 del Código de Procedimiento Civil. Las excepciones previas de
acuerdo con el articulo 336 del mismo ordenamiento legal son:
1) Incompetencia.
7) Cosa juzgada.
8) Transacción.
10) Conciliación.
Es de particular importancia dejar establecido que la resolución que declarare probadas las
excepciones previas de cosa juzgada, transacción, prescripción y desistimiento del derecho,
tiene carácter de sentencia. Claro está que en este caso la apelación no puede ser en el
efecto diferido, sino en el efecto suspensivo, ya que cortan todo el procedimiento. Las
demás citadas en el articulo 336 del Código de Procedimiento civil, son en realidad
defensas previas que sólo versan sobre el proceso y no sobre el derecho material alegado
por el actor o demandante. En otros términos a corregir errores que obstaculizan una fácil
decisión, por ejemplo la litispendencia (art. 336-3) del Código de Procedimiento Civil, la
falta de legitimidad en las personas, la incapacidad del actor o impersonería del
demandante, o de sus apoderados art. 336-4) citación al garante de evicción 336-5, son
excepciones previas, con las que sólo se trata de eliminar ciertas cuestiones que
embarazarían el desarrollo del proceso.
5) Cuando el recurso no se encuentra previsto en los casos señalados por el artículo 255".
Para demostrar que la incorporación del numeral 3) al artículo 262 del Cód. de
Procedimiento Civil, no es acertada ni oportuna, con carácter previo se deja establecido que
el artículo de referencia da competencia al tribunal o juez para negar la concesión del
recurso de casación, solo en los dos casos siguientes:
1) Cuando se hubiera interpuesto el recurso después de vencido el término de ocho días que
concede el artículo 257. En este caso, por solo el transcurso del plazo indicado y sin que
haya recurrido, el auto de vista, de pleno derecho se encuentra ejecutoriado.
2) Cuando pudiendo haber apelado no se hubiera hecho uso de este recurso ordinario. En
este segundo supuesto, la sentencia de primera instancia, también está ejecutoriada. Pero, si
en los dos casos, por error o ignorancia se concediere el recurso, el Tribunal Supremo,
jamás resolverá el fondo de la cuestión debatida porque no se abre su competencia para
ello. De ahí que en dichos casos, el Supremo Tribunal dando cumplimiento al artículo 271,
declarará la improcedencia del recurso, porque una vez concluida la actividad jurisdiccional
con las ejecutorias de referencia, lo único que debe hacer es ordenar la ejecución coactiva
de acuerdo a lo previsto por el artículo 517 del citado Código.
Sobre el particular, el Dr. Pastor Ortiz Mantos, haciendo referencia al art. 26 de la Ley Nº
1760 expresa: "hubiere sido oportuno si es que en ella, en lugar de remitirse al artículo 255
del Cód. de Pdto. Civ., hubiese dispuesto "Cuando el recurso de casación no está admitida
por la ley. Como vimos anteriormente, nuestro Código de Procedimiento Civil, en muchos
casos (todos los previstos en los artículos 185, 201, 371, 386, 519 y 595) establecen que
ciertas resoluciones sólo admiten el recurso de apelación en el efecto devolutivo, sin
recurso ulterior. En estos supuestos era legítimo se autorice al tribunal ad quem a rechazar
el recurso y no "cuando el recurso no se encuentra previsto en los casos señalados en el
articulo 255 del Código de Procedimiento Civil". Nosotros consideramos que al decidir
cuál es la naturaleza de la resolución recurrida, para declarar su procedencia o
improcedencia, corresponde al tribunal de casación. En todo caso, frente a regulación dada
por la Ley 1760, el tribunal ad quem debe decidir si la resolución recurrida se encuentra o
no comprendida en las previsiones del artículo 255 del Cód. de Pdto. Civil, para conceder o
negar el recurso".
Refórmase los Capítulos I, II, IV y V del Título I del Libro Tercero referidos al proceso
ejecutivo de la siguiente manera:
II.- Este proceso podrá promoverse por cualquiera de las partes una vez ejecutoriada la
sentencia, en el plazo de seis meses. Vencido este plazo, caducará el derecho a demandar la
revisión del fallo dictado en el proceso ejecutivo.
III.- El proceso ordinario promovido se tramitará por separado ante el juez de partido y no
podrá paralizar la ejecución de la sentencia dictada en el proceso ejecutivo.
IV.- El embargo y cualquier otra medida se ejecutarán antes de la citación con la demanda
al ejecutado".
CAPITULO IV EXCEPCIONES
En cuanto se refiere a la reforma del proceso ejecutivo, es aceptable porque en él, el trámite
es abreviado y no se persigue la declaratoria de derechos dudosos o controvertidos, vale
decir que no existe controversia, sino que es un simple procedimiento establecido para
conseguir hacer efectivo el cobro de un crédito o el cumplimiento de una obligación,
porque aquél y ésta están determinados en el título ejecutivo el que sirve de base a la
ejecución. Es por eso que ambos aspectos no son necesarios ni reconocidos por el juzgador,
porque el título ejecutivo supone cierta su existencia. En otros términos es un hecho real
firmado voluntariamente por el deudor u obligado.
Sin embargo de lo dicho al ejecutado no se le puede negar el derecho que tiene de plantear
demanda recusatoria y siempre que lo haga de buena fe y existan las causas que la ley
señala.
Claro está que al ejecutado no se le puede negar el derecho a la defensa, el que está
protegido por el II parágrafo del artículo 16 de la Constitución Política del Estado.
Es aceptable la modificación del artículo 490 del Código de Procedimiento Civil porque
dicha norma procesal, cuantas veces es usada de mala fe sólo para evitar la ejecución
coactiva de la sentencia. No obstante de ello el plazo de seis meses es demasiado largo y
contradice la brevedad que caracteriza al proceso ejecutivo. Mi criterio es que, debía
mantenerse los treinta días que reconocía el artículo 490 del código ya citado.
Cualquier otra reclamación que quisiera hacer el ejecutado, sobre aspectos que atañen al
derecho sustantivo, después de ejecutoriada la sentencia, deben ser salvados a la vía
ordinaria. Si pasados los seis meses de ejecutoriada la sentencia de subasta y remate, el
ejecutado pretendiere deducir el proceso ordinario de revisión del proceso ejecutivo, el juez
debe rechazar por haber caducado el derecho de ejercitar ese acto procesal, y el acreedor
puede oponer la excepción de prescripción y probada ella solo debe resolverse la opuesta
sin entrar a considerar los puntos de la revisión pretendida.
En cuanto se refiere al parágrafo III del artículo 28 de la Ley de Abreviación Procesal Civil
y de Asistencia Familiar, que determina que el proceso debe ser tramitado ante el Juez de
Partido sin que sea paralizado la ejecución de la sentencia, es una medida acertada, ya que
en nuestro medio es costumbre que los perdidosos deducen procesos ordinarios sólo con el
deseo de paralizar la ejecución coactiva de la resolución final. La razón fundamental es que
toda demanda en proceso ordinario, en el campo doctrinal y en la práctica, importa sólo una
pretensión jurídica que puede ser admitida en sentencia o rechazada en la misma.
Ya se ha dicho que el proceso ejecutivo es sumario, vale decir que existe prueba
documental preconstituida, razón por la que, citado el ejecutado con la intimación de pago
tiene dos alternativas: de comparecer a la substanciación del proceso ejecutivo, siempre que
silo desee, o dejar de comparecer, asumiendo todas las responsabilidades que emerjan de la
sentencia dictada en su contra. Si comparece debe oponer excepciones, siempre que haya
razón para ello. Las excepciones más oponibles son las procesales, porque si opone las
sustantivas debe acompañar prueba documental preconstituida que demuestre que la
obligación ha sido cumplida. Dichas pruebas deben ser de un valor probatorio igual o
superior al título ejecutivo que sirve de base a la ejecución.
El artículo 511 del Código de Procedimiento Civil establece que: Vencido el plazo
probatorio (10 días art. 510) del mismo Código, o cuando el ejecutado no hubiera opuesto
excepciones conforme al artículo 509 (modificado al presente), el juez sin necesidad de
instancia de parte y dentro del plazo legal (20 días art. 204 del Código de Procedimiento
Civil), pronunciará sentencia con imposición de costas.
CAPITULO V SENTENCIA
II. Contra la sentencia procede el recurso de apelación y el auto de vista no admitirá recurso
de casación."
La modificación del artículo 511 del Código de Procedimiento Civil, tiene la virtud de
finalizar rápidamente los procesos ejecutivos, en los cuales no existe controversia. Por el
contrario el título ejecutivo suscrito voluntariamente por el ejecutado es una prueba plena y
preconstituida que sobre su validez no se puede discutir en el proceso ejecutivo. Cualquier
reclamación de fondo o demandar la nulidad del fallo, debe remitirse siempre al proceso
ordinario.
Por ello los dos agregados son correctos, porque el uso abusivo del recurso de casación, no
tiene otro objeto que impedir la ejecución coactiva de la sentencia de subasta y remate de
los bienes propios del deudor.
DE LA EJECUCION DE LAS SENTENCIAS
Refórmase el Capítulo II, el Título II del Libro Tercero referido la forma de ejecutar las
sentencias, de la manera siguiente:"
II. Tratándose de obligaciones de dar alguna cosa que se halle en el patrimonio del deudor,
se librará mandamiento para desapoderar de ella al obligado y entregarla al actor, con el
auxilio, en su caso, de la fuerza pública.
El mandamiento para "desapoderar" alguna cosa que se halle en el patrimonio del deudor,
no es más que el secuestro o embargo. El primero legislado por el artículo 162 del Código
de Procedimiento Civil, incisos 1, 2 y 3. El segundo, o sea el embargo establecido por el
artículo 497 del Código adjetivo. Este desapoderamiento en casos en los que hay oposición
se debe hacer necesariamente con la ayuda de la fuerza pública, porque no hay que olvidar
que el derecho marcha con la coacción. Sin éste no hay derecho.
Con la aclaración hecha líneas arriba, estoy de acuerdo con la sustitución indicada del II
parágrafo del articulo 520 del Código de Procedimiento Civil.
IV. En todos los casos anteriormente previstos, los gastos que se causaren al acreedor serán
liquidados por vía incidental y su cobro, luego de aprobada la liquidación, se realizará de
acuerdo a lo establecido en el artículo 520 parágrafo I."
Según el artículo 521 del Código de Procedimiento Civil, substituido por el articulo 34 de
la Ley 1760 de 28 de febrero de 1997 y, el 33 de la misma Ley, demuestran que las
obligaciones de hacer, surgen como consecuencia de una sentencia y nosotros agregamos
que también puede presentarse como resultado de un contrato que haya dado lugar a la
organización de un proceso ordinario y cuya sentencia obliga el cumplimiento de una
obligación de hacer.
"En las sentencias que condenan a hacer, el incumplimiento del obligado se suple por el
cumplimiento sin su concurso, mandando que lo que hubiere que hacer se haga por otro a
su costa, a menos que se trate de un hecho personalísimo que sólo el obligado puede
realizar (obligaciones intuito personae), caso en el cual la obligación deviene en la de
resarcir los daños y perjuicios que ocasiona el incumplimiento, conforme a la regla del
artículo 1468 del Código Civil" que se refiere a la ejecución forzosa de la obligación de
hacer. Esta última norma sustantiva dice:
Artículo 1468 - II "En las obligaciones de hacer, que por su naturaleza solo pueden ser
ejecutadas por el deudor, su inejecución se resuelve en el resarcimiento del daño causado".
El artículo 1467, se refiere al caso de las obligaciones de entregar una cosa mueble o
inmueble determinada, el acreedor puede ser autorizado a entrar en posesión de ella.
La norma legal citada abre el camino a la ejecución forzosa que supone la condena al
deudor a entregar la cosa al acreedor, o en su defecto, la autorización a éste de entrar en
posesión de la cosa mueble o inmueble, por ministerio de la justicia. Para conseguir que esa
entrega y posesión sea efectiva y real, no hay otro camino legal que el señalado por el
articulo 596 del Código de Pdto. Civil.
Bien sabemos que las obligaciones de hacer, se basan en una sentencia, la que más tarde
debe ejecutarse conforme a las normas procesales establecidas en los artículos 33 y 34 de la
Ley Nº 1760 de 28 de febrero de 1997, con las aclaraciones hechas precedentemente.
La doctrina con referencia a las obligaciones de hacer, haciendo una comparación con las
obligaciones de dar afirma que "Entre unas y otras existe una diferencia capital, en lo que
atañe a sus efectos": "mientras el cumplimiento de las obligaciones de dar puede exigirse
por la fuerza pública, aún cuando para ello sea menester hacer violencia contra la persona
del deudor, el cumplimiento de las obligaciones de hacer no puede exigirse coactivamente
en ese caso. Así por ejemplo, si una persona ha vendido una propiedad con el compromiso
de entregarla libre de ocupantes, el comprador puede desalojaría y obligarle a que se
entregue en las condiciones pactadas. En cambio un obrero que no desea cumplir con el
trabajo que ha prometido, no puede ser obligado a hacerlo, resolviéndose la obligación en
daños y perjuicios".
Hechas las aclaraciones que preceden, estoy de acuerdo con la sustitución hecha por el art.
34 del art. 521 del Cód. de Pdto. Civil.
Incorpórase los parágrafos II y III al artículo 522, quedando el contenido de dicho articulo
como parágrafo I.
II. Para asegurar el cumplimiento de las sentencias, el juez, de oficio o a solicitud de parte,
podrá aplicar las sanciones pecuniarias compulsivas y progresivas a que se refiere el
artículo 184.
III. Estas sanciones pecuniarias será igualmente aplicadas en caso de incumplimiento de las
obligaciones de dar y hacer".
Las obligaciones de no hacer son las que constriñen a abstenerse de realizar algo o de
prestar algún servicio y también las que prohiben entregar una cosa. Su campo de acción es
muy extenso sobre todo en materia de servidumbres y también en ciertos negocios jurídicos
como el traspaso de establecimientos industriales o mercantiles donde suele ser explícita la
cláusula de no hacer.
Las obligaciones de hacer y no hacer de las que tratan los artículos 521 y 522 de éste
Código, son puramente personales que cuando no son cumplidas se traducen en el
resarcimiento de los daños causados.
Las medidas pecuniarias establecidas en la norma procesal citada, no han dado buen
resultado y, las sentencias dictadas por los jueces en las obligaciones de entregar no han
sido cumplidas. Si el juez tiene la obligación legal de dictar sentencia previa la
substanciación de un proceso, tiene también la misma obligación de hacer cumplir su
decisión final, y ese cumplimiento sólo se lo puede conseguir mediante el apremio o el
lanzamiento.
"En el artículo 1466 del Código Civil deberá agregarse la siguiente redacción:
Con excepción de las obligaciones indicadas en los parágrafos II y III del artículo 1467.
III. "En las obligaciones que ordenan la entrega de bienes muebles o especies, el
incumplimiento del obligado, dará lugar al apremio corporal".
Tenemos entendido que la función jurisdiccional se ejerce por los jueces, caso en que la
sentencia viene a ser el acto por el cual el Estado resuelve, con carácter definitivo una
controversia, y para ello esta investida entre otros caracteres de la autoridad de la cosa
juzgada y fuerza ejecutoria. La primera importa inamovilidad, coercibilidad, o sea que, la
sentencia no puede ser nuevamente discutida. La segunda, consiste en que el Estado pone el
auxilio de las fuerza pública a disposición del vencedor, para obligar al vencido al
cumplimiento de lo ordenado en la sentencia, ya sea mediante el lanzamiento o el apremio
corporal, según los casos. Son pues los únicos medios de coacción para hacer cumplir las
órdenes judiciales. Así en la forma indicada se salvaría la situación, dando lugar a la
positiva ejecución coactiva de la sentencia.
No es demás hacer constar que las relaciones de hecho entre las personas se transforman en
relaciones de derecho en cuanto están regidas por normas jurídicas, porque el derecho no es
sólo un orden normativo sino que atribuye a un sujeto de derecho una pretensión frente a
otro sujeto de igual calidad, al cual por esto mismo se le señala un deber jurídico. Por eso
afirmamos que toda norma jurídica contiene en primer término una regla a la que deben
sujetarse las conductas humanas. La regla no ha sido dada con criterio persuasivo o
doctrinario, sino que ha sido impuesta imperativamente, vale decir que constituye una
orden. Igualmente la orden supone la posibilidad de su cumplimiento aún contra la voluntad
del obligado. De lo dicho se deduce que la norma jurídica contiene también la garantía de
su eficacia. En consecuencia toda norma jurídica tiene tres elementos: regla, orden y
garantía.
Ahora bien, si la ley contiene regla, orden y garantía, en presencia de ésta última, los
agregados que sugerimos importan el lanzamiento o el apremio corporal.
Dichas sanciones a las que también se refieren los parágrafos II y III del artículo 35 de la
Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar Nº 176 del 28 de febrero de
1997, han sido incorporadas al artículo 522 del Cód. de Procedimiento Civil, si bien son
compulsivas y progresivas, en cambio dan lugar al incumplimiento de lo ordenado en la
sentencia. En el caso de la obligación de entregar especies, sólo el apremio puede
coaccionar al cumplimiento, porque las más de las veces el obligado prefiere pagar las
multas, pero sin cumplir la orden de entregar la cosa, como un anillo de oro de varios
kilates y brillantes costosísimos.
Por lo expuesto, no es muy acertada la medida pecuniaria que se incorpora al artículo 522
de este Código.
IV. La oponibilidad y por tanto la eficacia de los embargos frente a terceros, así como la
prelación entre los embargantes para el cobro de sus créditos, intereses y costas, se
determinarán por la fecha de inscripción si se tratare de bienes sujetos a registro y por la
fecha cierta de los documentos si se tratare de bienes no sujetos a registro."
I. "Ningún derecho real sobre inmuebles surte efectos jurídicos contra terceros sino desde el
momento en que se hace público según la forma prevista por este Código.
II.- La publicidad se adquiere mediante la inscripción del título que origina el derecho en el
registro de los Derechos Reales".
III.- Los actos por los que se constituyen, trasmiten, modifican o limitan los derechos reales
sobre bienes inmuebles, y en los cuales no se hubiesen llenado las formalidades de
inscripción, surten sus efectos sólo entre las partes contratantes con arreglo a las leyes, sin
perjudicar a terceros interesados".
La transcripción demuestra que la sustitución del artículo 523 del Código de Procedimiento
Civil, no tiene ninguna relevancia jurídica, porque todas las observaciones que se hace en la
Ley en examen, están legisladas por el Código Civil (art. 1538).
De conformidad con lo previsto por el articulo 156 del Código adjetivo, antes de presentar
la demanda o durante la sustanciación del proceso, el ejecutante o demandante puede pedir
las medidas precautorias siguientes:
1) Anotación preventiva.
2) Embargo preventivo
3) Secuestro
4) Intervención
La cita de la norma procesal que precede, demuestra que la substitución del artículo 523 del
Código de Procedimiento Civil, tampoco tiene importancia porque ya esta determinada en
la norma legal citada. Así el parágrafo II del artículo 36 de la Ley de Abreviación Procesal
Civil y de Asistencia Familiar, conlleva un error que se hace notar: La transferencia de
bienes inmuebles o la constitución de una segunda hipoteca, el juez no puede ordenar su
cancelación porque no tiene competencia para ello por lo mismo de que dichos contratos
son de carácter bilateral y sólo los contratantes pueden hacerlo. Si embargo la cancelación
en cuanto a la inscripción en derecho reales, es procedente.
I. Cuando el embargo o retención hubiera recaído sobre una suma de dinero, una vez firme
la sentencia o dada la fianza de resultas a que se refiere el artículo 550, el acreedor
presentará la liquidación de capital, intereses y costas. Puesta en conocimiento del
ejecutado, éste podrá observarla en el plazo de tres días.
Aprobada la liquidación fuere por conformidad o silencio del deudor, o porque el juez
hubiere rechazado las observaciones, se hará pago inmediato al acreedor del importe que
resultare.
II.- Cuando el embargo o retención hubiere recaído sobre un crédito del ejecutado, el
ejecutante quedará facultado, por ese solo hecho, a realizar las gestiones judiciales o
extrajudiciales para su cobro".
El artículo 524 del Código de Procedimiento Civil, substituido por el artículo 37 de la Ley
en examen, tiene la misma redacción que éste último. La única diferencia está en que se
agrega la retención de un crédito embargado correspondiente al ejecutado. Este agregado ya
se tenía entendido en la antigua norma procesal con el título de "dinero embargado", o se
que éste último se entendía también como crédito embargado. Si embargo tiene la virtud de
clarificar el contexto del articulo.
I.- Las Cortes Superiores de Distrito, abrirán, un registro, en el que podrán inscribirse como
martilleros quienes reúnan los requisitos de idoneidad que reglamente la Corte Suprema.
De dicho registro será sorteado el martillero que aceptará el cargo dentro de tercero día de
notificado, salvo si existiere acuerdo de partes para proponerlo y reuniere requisitos a
satisfacción del juez.
El martillero no podrá ser recusado, sin embargo la autoridad que procedió a la designación
podrá removerlo si mediaren circunstancias graves.
El acto de remate será realizado por el martillero designado que no podrá delegar sus
funciones, salvo autorización expresa de la autoridad judicial.
II.- El aviso de señalamiento de remate contendrá los nombres del ejecutante y martillero o
notario, los bienes a rematarse, la base de éstos y el lugar del remate.
III.- El aviso, a prudente criterio del juez según la importancia económica de los bienes, se
publicará una o dos veces con intervalo en este caso, de seis días en un órgano de prensa o a
falta de éste se difundirá en una radiodifusora o mediante televisión, nacional o local, en la
misma forma y con las mismas condiciones. Donde no existieren medios de difusión, el
aviso, se fijará en el tablero del tribunal y en otros sitios que a criterio del juez aseguren la
máxima publicidad del remate".
El artículo 526 del Código de Procedimiento Civil substituido por el articulo 38 de la Ley
de Abreviación Procesal, tiene también el mismo sentido, con la única novedad de la
apertura de libros de registro de martilleros en la Cortes Superiores de Distrito.
A mi entender el agregado era procedente, sólo el último acápite del parágrafo III del
artículo 38, porque los demás tienen la misma redacción, es por eso que concluimos que en
este caso, no hay abreviación procesal.
II. Los depósitos de los postores que no obtuvieren la adjudicación les serán devueltos
inmediatamente, salvo el caso previsto en el artículo 528 parágrafo III y el depósito del
adjudicatario pasará a una entidad bancaria a la orden del juez.
III. En los lugares donde no hubiere oficina bancaria, el depósito del adjudicatario quedará
en poder del martillero hasta que el juez determinará lo procedente".
I. El adjudicatario deberá pagar dentro de tercero día el saldo del importe correspondiente
al bien adjudicado.
Mientras no pague el saldo de precio, no podrá realizar actos jurídicos de disposición del
bien ni constituirlo como garantía para el cumplimiento de obligaciones.
El pago del precio dentro del plazo consolidará el derecho del adjudicatario, que surtirá
efectos con carácter retroactivo desde el momento de la adjudicación.
II. Si el adjudicatario no oblare el precio dentro del término señalado, se resolverá su
derecho retroactivamente basta el momento de la adjudicación y perderá el depósito
efectuado en el juzgado que se consolidará en favor del Tesoro Judicial con descuento de
las costas causadas al ejecutante, pudiendo el postor que ofertó el precio inmediatamente
inferior adjudicarse el bien por el valor de su oferta, siempre que no hubiere retirado su
depósito.
III. El segundo adjudicatario deberá oblar el precio dentro de los tres días siguientes al
vencimiento del plazo que tenía el primero. Si no oblare el precio, igualmente se resolverá
su derecho con carácter retroactivo y perderá el depósito en la forma señalada en el
parágrafo anterior".
El parágrafo II del artículo 40 que sustituye al artículo 528 del Código de Procedimiento
Civil, determina que el depósito de garantía de los postores que no obtuvieron la
adjudicación serán devueltos inmediatamente. Teniendo en cuenta este punto, no está bien
dar la buena pro al segundo postor que ofertó el precio inmediatamente inferior al primero,
porque aquél ya retiró su depósito del 20% que lo habilitaba para intervenir en el remate.
Esa situación se podría salvar ordenando al postor que ocupa el segundo lugar, a no retirar
su depósito de garantía, hasta que transcurra los tres días que el adjudicatario pague el saldo
de precio, caso contrario debe llamarse a nueva subasta con todas las formalidades que la
ley señala. Si el primer adjudicatario no paga el saldo en el plazo señalado por ley, el que
ocupó el segundo lugar si no recogió su depósito de garantía, sería el que reciba la buena
pro y consiguiente adjudicación del bien subastado. Querer aplicar este hecho hasta pasados
los tres días, no obstante de haber retirado su garantía el segundo postor, a éste no se le
puede adjudicar. En este caso debe llamarse a nueva subasta.
4) Las certificaciones que se refieren los numerales 1) y 2) deberán ser expedidas por quien
corresponda, bajo responsabilidad, en un plazo máximo de cinco días, vencido el cual, con
informes o sin ellos, se proseguirán los trámites de la subasta, de lo que se dejará constancia
en los avisos de remate."
Las medidas previas de conformidad con el artículo 536, deben ser ordenadas por el juez de
la causa. Esas medidas previas son:
2) Las deudas por expensas comunes, siempre que se tratare de un bien sujeto al régimen de
la propiedad horizontal (condominio).
3) Las hipotecas o gravámenes que pesaren sobre el bien. Las certificaciones o
informaciones que con carácter previo deben obtenerse, pueden ser pedidos por el
ejecutante o el ejecutado, o también ordenadas de oficio por el juez, para mejor proveer.
Los informes como las certificaciones pueden hacerse simultáneamente.
Finalmente el ejecutado, en este caso como vendedor, tiene la obligación de entregar los
comprobantes de los impuestos pagados al día, presentar el certificado alodial, igualmente
al día, o un certificado del estado hipotecario del bien inmueble motivo del remate. Puede
haber una tercería de dominio excluyente y la de derecho preferente en el pago, las que
pueden presentarse en primera o segunda instancia y también en ejecución de sentencia.
Prestadas las certificaciones o informes recién el juez puede ordenar el remate del bien
embargado o hipotecado. El plazo en el que debe presentarse dichas certificaciones deben
ser de cinco días, vencidos los cuales debe proseguirse con los trámites de la subasta.
Las ventas judiciales o sean aquéllas que se llevan a cabo en subasta pública, por emanar de
autoridad judicial, tienen prestigio en el foro y en el publico. Son ventas que no deben tener
ningún defecto substancial ni procesal. Así, se garantiza a las partes que intervinieren en el
proceso: ejecutante y ejecutado y aún a terceros que concurren en la subasta como postores
depositando el porcentaje de ley. Es esa la razón por la cual el artículo 536 de este Código,
determine y con carácter previo y antes del remate se cumplan con los requisitos o
"medidas previas".
Para la venta judicial de un inmueble es necesario que los impuestos estén pagados al día,
vale decir hasta el año en que se lleva a cabo la subasta. Entre esos impuestos están los de
la venta y el catastro urbano, luego se encuentran las deudas por expensas comunes,
siempre que se tratare de propiedad horizontal o condominio.
Existen tratadistas como Ayarragaray que opinan que los certificados e informes deben
intimarse al deudor. Esta opinión no la comparto porque el deudor si bien debe cumplir con
las ordenes del juez, no procederá con la rapidez que el plazo aconseja, sino a desgano y
con pérdida de tiempo. Lo aconsejable es que, de oficio debe requerirse los certificados e
informes al Registrador de Derechos Reales, a la Renta Interna y al Catastro Urbano.
Por su parte Horacio Bustos Berrondo al comentar el artículo 568 del Código Procesal
Argentino, norma legal que ha servido de modelo al 536 del Código de Procedimiento
Civil, expresa lo siguiente:
"La seriedad con que debe procederse en las subastas judiciales para mantener el prestigio
de que gozan, impone la necesidad de recabar toda la información posible relacionada con
el bien ofrecido en venta. Consecuentemente con este concepto –prosigue el tratadista
nombrado- pienso que hubiera sido de suma utilidad, aún mayor que conocer las deudas de
impuestos o de expensas comunes, establece con carácter ineludible el estado de ocupación
del inmueble, mediante una breve inspección por medio del oficial de justicia o del
secretario. Se evitarán así sorpresas desagradables luego de efectuado el remate.
Inciso 2.- Si se tratara de un bien sujeto al régimen de la propiedad horizontal, la deuda por
expensas comunes, expedida por el Administrador del edificio; a fin de poder cumplir con
lo dispuesto por el artículo 575 al publicarse los edictos de la venta.
Inciso 3.- Por último deberá requerirse el registro de la propiedad, la información sobre las
condiciones del inmueble a subastarse. No solamente con respecto a embargos, a
inhibiciones, hipotecas servidumbres, y en general todas las anotaciones que puedan
hacerse con el registro de la propiedad con relación a un dominio".
Teniendo en cuenta la transcripción anterior, sostengo que no se puede continuar con los
trámites de la subasta, mientras no se presten las certificaciones o informes, porque ellos
son tan necesarios y no se puede prescindir de los mismos, tal como erróneamente establece
la última parte del numeral 4) del artículo 41 de la Ley de Abreviación Procesal Civil que
ha sido incorporado como numeral 4) del artículo 536 del Código de Procedimiento Civil.
II. Si en la segunda subasta tampoco hubiere postor, el acreedor podrá adjudicarse el bien
en el ochenta por ciento de la última base. Si el acreedor no hiciere uso de esta facultad, se
ordenará la venta sin base y al mejor postor, en cuyo caso el depósito de garantía se
determinará sobre el porcentaje fijado en este parágrafo"
III. En todos los casos en que se realizare una nueva subasta, los avisos se publicarán por
una sola vez con cinco días de anticipación".
En la subasta de bienes inmuebles pueden suceder los siguientes casos: Que en el primer
remate no se presentaren postores o interesados, caso en el que se hace un nuevo
señalamiento para el segundo remate, y si en éste tampoco se presentaren postores, se hará
el tercer señalamiento para el verificativo del remate y si, en este último señalamiento
tampoco hay interesados, por el tercer parágrafo del artículo 542 de la Compilación
abrogada (redacción primitiva), el juez estaba facultado para entregar el bien al acreedor en
prenda pretoria, la que consiste en que el acreedor podía administrar el bien embargado o
hipotecado, dando cuenta de sus productos. Esta situación dura poco, porque a petición de
parte, el juez puede señalar nuevo día y hora para un nuevo remate.
Lo dicho anteriormente parece más aceptable que la nueva redacción determina sacar a
subasta sin base y al mejor postor. En esta última forma se defrauda los interese del
acreedor y también del deudor, quien en todo momento si se lleva a cabo la subasta piensa
que puede haber un remanente en su favor.
I. La resolución del derecho del adjudicatario será declarada por el juez de oficio o a
instancia de parte, por el solo hecho de incumplimiento de pago del saldo de precio. Esta
resolución será dictada dentro de las veinticuatro horas siguientes.
II. Resuelto el derecho se tendrá por inexistente la adjudicación efectuada en favor del
postor, correspondiendo procederse de acuerdo con lo previsto en el parágrafo III del
artículo 528".
El artículo 568 - I del Código Civil establece que en los contratos con prestaciones
recíprocas cuando una de las partes incumple por su voluntad la obligación, la parte que ha
cumplido puede pedir judicialmente el cumplimiento o la resolución del contrato, más el
resarcimiento del daño; o también puede pedir sólo el cumplimiento dentro de una plazo
razonable que fijará el juez, y no haciéndose efectiva la prestación dentro de ese plazo
quedará resuelto el contrato sin perjuicio en todo caso, de resarcir el daño.
Por las consideraciones que preceden, no estoy de acuerdo con dicha sustitución.
I. El juez podrá declarar la nulidad de la subasta por falta de las publicaciones previstas en
los artículos 526 y 539.
III. Sin embargo, la nulidad no procede si el acto aunque irregular, ha logrado el fin al que
estaba destinado, salvo que se hubiere provocado indefensión.
La segunda nulidad era por falta de publicación prevista por el artículo 539 de este Código.
La modificación del articulo 544 no es acertada. Era preferible que continué la redacción
original que es de trámite más corto, porque el incidente de nulidad puede dar lugar a otra
reclamación que lejos de abreviar lo hace más extenso.
I. Toda medida precautoria que hubiere recaído sobre el bien rematado se levantará una vez
aprobado el remate.
II. Pagado el precio, se hará entrega al adjudicatario del bien rematado, librándose al efecto
mandamiento de desapoderamiento, que se ejecutará con el auxilio de la fuerza pública si
fuere necesario. No se podrá alterar derechos de terceros emergentes de actos jurídicos
debidamente registrados con anterioridad al embargo o de aquellos documentos que tengan
fecha cierta, pudiendo los interesados deducir oposición por vía incidental dentro del plazo
de diez días de la notificación al ejecutado, ocupantes y poseedores."
En cuanto al II parágrafo del mismo articulo (45), sólo la primera parte es aceptable, o sea,
la entrega del bien rematado con ayuda de la fuerza pública, si fuere necesario, porque lo
referente a la oposición y su consiguiente trámite dentro del plazo de diez días es
inaceptable, porque una vez acabado el proceso ejecutivo con el remate del bien embargado
o hipotecado y entregado al rematador, con la aprobación del remate y escriturado el título
de propiedad, las posteriores reclamaciones sobre el inmueble motivo del proceso
ejecutivo, deben ser salvadas a la vía ordinaria. De ninguna manera se puede resolver por la
vía incidental cuestiones sustantivas como erróneamente establece el artículo 45 de la Ley
de Abreviación Procesal Civil, norma legal que como su titulo lo indica sólo se refiere a
cuestiones procesales. No se pierda de vista que el proceso ejecutivo ha concluido y ningún
otro trámite está permitido, ni debe permitirse, mucho más si dicho proceso es sumario,
independiente y autónomo de los demás procesos y se rige por normas propias
completamente distintas de las sustantivas.
De otro lado es importante dejar establecido que terminado el proceso ejecutivo, el juez ya
no tiene competencia para substanciar cuestiones ajenas al proceso ejecutivo.
Por lo expuesto, debe derogarse la última parte del parágrafo II de dicho artículo, o sea la
parte que permite a los interesados deducir oposición por vía incidental en el plazo de diez
días.
I. La comisión del martillero o notario, se pagará de acuerdo al arancel fijado por la Corte
Suprema de Justicia y en su defecto por el juez en consideración al trabajo realizado y la
importancia del asunto en un monto que no podrá ser mayor al 2% del valor de la cosa".
Si bien el martillero ha sido creado por la ley procesal, hasta ahora ese funcionario no
existe, y en su lugar actúa el Notario de Fe Pública, a quien para el remate designa el juez.
El señalamiento para la subasta hace el juez juntamente con la designación. De ahí que el
martillero o notario lo único que hace es instalar el acto y llevar adelante el remate, dando
la buena pro al mejor postor. Es por esa sola actuación que se debe remunerar al
funcionario nombrado (Notario) teniendo en cuenta el arancel fijado por la Corte Suprema
de Justicia. Ese arancel hasta el presente no existe y es por ello que al notario se le paga
sólo teniendo en cuenta el trabajo realizado y la importancia del bien rematado.
El artículo 549 ha sido tomado del artículo 565 del Código Procesal Argentino, en el que la
misión de martillero no se reduce a realizar el remate mismo y controla la puja de los
asistentes, sino que debe cumplir una importante tarea previa para preparar un buen
ambiente entre los interesados por las cosas que habrá de poner en subasta pública. Un buen
martillero tiene lista de posibles adquirentes según los bienes a rematarse a quienes debe
hacer llegar volantes y circulares con la propaganda respectiva. Hace una ordenada
distribución de carteles y la propaganda por los medios de publicidad a su alcance. Debe
preparar convenientemente los efectos, trasladarlos a veces a un lugar apropiado y si se
trata de inmuebles, debe inspeccionarlos para adoptar las diligencias consiguientes. En
resumen, desde que ha aceptado el cargo, el martillero cumple un cúmulo de tareas que de
ninguna manera pueden ser subestimadas por corta que haya sido su actuación.
1.- Crédito hipotecario inscrito, en cuyo título el deudor hubiera renunciado expresamente a
los trámites del proceso ejecutivo.
2.- Crédito prendario de bienes muebles sujetos a registro, igualmente inscrito, respecto a
cuya ejecución el deudor hubiere renunciado expresamente a los trámites del proceso
ejecutivo".
Si considerare que el documento carece de fuerza ejecutiva, declarará que no hay lugar a la
ejecución. La resolución es apelable en efecto suspensivo.
2.- Las que, correspondiendo a las mencionadas, no fueron opuestas con claridad y
precisión;
3.- Las que, estando vinculadas a cuestiones de hecho, no se justificaren con prueba literal o
indicación de los medios probatorios a utilizarse.
I. La resolución que rechace las excepciones y la que se dicte en los caso previstos por el
parágrafo IV del artículo anterior serán apelables en el efecto devolutivo.
III. Queda a salvo, para cualquiera de las partes, el derecho a promover demanda ordinaria
en la forma prevista por el artículo 490 y se tramitará por separado".
II. El procedimiento del remate, se sujetará a lo dispuesto por el Capítulo II, Titulo II, del
Libro III del Código de Procedimiento Civil, con las modificaciones establecidas en los
artículos 32 al 46 de la presente Ley".
I. "Las normas procesales son de orden público y, por tanto, de cumplimiento obligatorio,
salvo autorización expresa de la ley.
Las dos normas legales transcriptas demuestran que el deudor no puede renunciar a las
normas procesales que rigen el proceso ejecutivo y que han sido dictadas en favor del
deudor o deudores.
De otro lado, en presencia de esta clase de títulos ejecutivos o coactivos que contengan esas
renuncias a las normas procesales, el juez que conozca de ellos, debe rechazar esas
cláusulas.
Sobre el particular el articulo 541 del Código Procesal argentino establece: "Son
irrenunciables la intimación de pago para oponer excepciones y la sentencia. En este caso –
expresa Horacio Bustos Berrondo, en su libro Juicio Ejecutivo- : "Podría darse el caso de
que por cualquier circunstancia no se hubiere efectuado la intimación de pago previamente
a la citación de remate. En tal hipótesis –continúa Bustos Berrondo- el ejecutado podría de
acuerdo con el artículo 543 oponer la nulidad de la ejecución, por vía de excepción, aunque
en el mismo acto deberá depositar la suma fijada en el mandamiento u oponer
excepciones".
"La citación de remate indudablemente no puede ser renunciada por tratarse de un trámite
esencial del juicio ejecutivo, como que hace directamente a la defensa en juicio. Claro está
que no podría defenderse, ni bien ni mal, quien no ha sido citado para hacerlo. El carácter
de esencial de este trámite tiene pues jerarquía constitucional".
Continuando con Bustos Berrondo tenemos que "No se alcanza a percibir de qué manera
puede renunciar el demandado a que se dicte la sentencia y de qué manera puede perjudicar
sus intereses la falta de sentencia. La sentencia es un acto jurisdiccional necesario para el
actor, puesto que por ella se obtiene la ejecución del crédito y la venta de los bienes
embargados".
Habrá de entenderse que no se podrá disponer la venta del bien embargado o hipotecado o
prendado, sin haberse dictado sentencia en la ejecución correspondiente. Si es así, no hay
duda que el deudor no podrá renunciar a que se cumpla esa formalidad procesal.
Claro está que los procesos coactivos interesan más a las entidades bancarias, porque
cuando se firma el contrato de préstamo, al deudor lo amarran de pies y manos hasta el
extremo de hacerle renunciar a los trámites del proceso ejecutivo, inclusive de la sentencia,
caso contrario no hay dinero. Esos préstamos hipotecarios o prendarios que suscriben los
deudores, ya no constituyen el resultado de una convención bilateral libremente pactada,
sino contratos de adhesión. Si el que se presta el dinero no acepta dicha cláusulas, ya hemos
dicho que el Banco no da el dinero.
Refórmase el Capítulo IV Título VII del Libro Cuarto del Código de Procedimiento Civil,
en los siguientes términos:
1. Todo acto o resolución emanada de autoridad pública no judicial que usurpe funciones
que no le competen o que ejerza jurisdicción o potestad que no emane de la ley.
2. Actos o resoluciones dictadas por autoridad pública no judicial o judicial que hubiere
cesado en sus funciones o estuviere suspenso de ellas".
1.- Presentar directamente el recurso ante el tribunal o juez que tuviere la facultad de juzgar
en primera instancia a la autoridad que se hubiere excedido en el ejercicio de sus funciones,
acreditando su personería y acompañando testimonios, copias o fotocopias legalizadas de la
resolución que le cause agravios y otros antecedentes del proceso que estime pertinentes:
2.- Anunciar a la autoridad que realizó el acto o dictó la resolución, que hará uso del
recurso, solicitando al mismo tiempo testimonio, copia o fotocopia legalizadas de la
resolución pertinente, de las diligencias de notificación, de los antecedentes que demuestren
su personería y otras piezas, que le serán franqueadas sin reparos en el término máximo de
cuarenta y ocho horas".
II. La admisión será dispuesta previa verificación del cumplimiento de los siguientes
requisitos:
III.- El tribunal o juez podrá rechazar in limine el recurso cuando carezca manifiestamente
de contenido jurídico que dé mérito a una decisión sobre el fondo".
Elevado el expediente original ante el tribunal o juez, éste en el término de treinta días,
pronunciará sentencia que declare:
1. Infundado el recurso, cuando el tribunal o juez considere que la autoridad recurrida obró
con jurisdicción y competencia, con imposición de costas al recurrente, o
"Son nulos los que usurpen funciones que no les compete, así como los actos de los que
ejerzan jurisdicción que no emana de la ley".
El referido recurso fue incorporado en el artículo 822 del Procedimiento Civil Compilado,
al presente abrogado en función de la ley de 24 de septiembre de 1851. Posteriormente el
artículo primero de la Ley interpretativa de 13 de octubre de 1892, establece que aquella ley
sólo está circunscrita al resguardo del principio constitucional comprendido en el citado
artículo 31 de la Carta Fundamental.
En general, la reforma que hace dicha ley, con pequeñas diferencias en su contenido, es la
misma que la anterior comprendida en los artículos 768, 769, 770, 772, 773 y 774.
Modificase la Sección I del Capítulo VI, Título II Libro Cuarto del Código de Familia
referido a juicios sumarios de petición de asistencia familiar".
I.- La demanda de fijación de asistencia familiar, fuera del caso de divorcio, se presentará
ante el Juez Instructor de Familia, acreditando el titulo en cuya virtud se la solicita e
indicando la suma a la que la parte se creyere con derecho, cumpliendo los siguientes
requisitos:
2) La lista de testigos con designación de nombre y apellido, estado civil, profesión, oficio
u ocupación habitual, domicilio y número de cédula de identidad.
II. Si la asistencia es solicitada por quien no es cónyuge, o por quien no es hijo menor de
edad, deberá justificar, además, su situación de necesidad y la imposibilidad de procurarse
por sí mismo los medios propios de subsistencia.
III. Admitida la demanda, será corrida en traslado al demandado para que la conteste en el
plazo de cinco días.
Artículo 62.- "(FIJACION PROVISIONAL)
Si la asistencia familiar fuere solicitada por el cónyuge o hijo del demandado, el juez podrá
fijarle provisionalmente al proveer sobre la demanda".
I. Con la contestación a la demanda o sin ella, el juez señalará día y hora para audiencia
preliminar que tendrá lugar dentro de un plazo que no podrá exceder de quince días,
contados desde la contestación o el vencimiento del término.
II. Las partes deberán comparecer a la audiencia en forma personal, salvo motivo fundado
que justifique la comparecencia por representante".
II. Cuando quien no compareciere sin causa justificada fuere parte actora, el juez declarará
el desistimiento de la demanda.
III. Si la parte que no comparece justificare su inasistencia, la audiencia podrá diferirse solo
por una vez".
2. Contestación por la parte actora a las excepciones previas opuestas por el demandado y
recepción de las pruebas propuestas en apoyo de las excepciones.
3. Decisión de las excepciones previas opuestas y las nulidades planteadas o las que el juez
hubiere advertido. Resolución de oficio o a petición de parte, de todas las cuestiones que
correspondan para sanear el proceso.
4. Tentativa de conciliación instada por el juez, respecto de todos o algunos de los puntos
controvertidos. Si se llegare a un acuerdo total, éste será homologado en el mismo acto
poniendo fin al proceso. Si la conciliación fuere parcial, será aprobada en lo pertinente,
debiendo proseguir el proceso sobre los puntos no conciliados.
5. Fijación del objeto de la prueba, admitiendo la que fuere del caso y disponiendo su
recepción en la misma audiencia, o alternativamente, rechazando la inadmisible o la que
fuere manifiestamente impertinente".
Los artículos 61 y 62 de la Ley de Abreviación Procesal y de Asistencia Familiar y sus
consiguientes incisos, determinan la substanciación del proceso en procedimiento escrito,
pero a partir de la audiencia preliminar se convierte en procedimiento oral. De esa manera
los sujetos procesales como sus abogados, necesariamente deben someterse a este último
procedimiento. Esta forma de proceder no está reñida con el procedimiento escrito, porque
la doctrina no reconoce sistemas procesales puros; por el contrario la oralidad necesita de la
escritura y esta de la oralidad. No existe término de prueba tal como determina el artículo
431 del Código de Familia. Es por eso que el demandante en cumplimiento de los
numerales 1) y 2 debe acompañar la prueba documental que tiene en su poder, así como
toda otra prueba que quiere hacer valer y siempre que fuere pertinente a su derecho. Lo
impertinente debe ser rechazado. Igualmente, también debe presentar la lista de testigos
cumpliendo lo determinado por el numeral 2) del artículo 61 de la Ley en examen.
El artículo 62, se refiere a que la asistencia familiar debe ser fijada provisionalmente,
siempre que fuere solicitado por esposa o por el hijo del demandado o obligado y teniendo
en cuenta la prueba documental que así lo pruebe.
Sobre este punto, o sea, el desistimiento, léase el comentario que aparece al pie del artículo
11 de la Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar, que corresponde al
Capítulo V "Del procedimiento incidental de la recusación que se transcribe al Código de
Procedimiento Civil.
Con el parágrafo III del mismo artículo, estoy de acuerdo, pero solo por una vez.
En el uso del numeral 4 del artículo 65 se habla de tentativa de conciliación que debe instar
el juez a un arreglo amigable entre las partes y muy especialmente del cuántum de la
asistencia familiar. La conciliación en materia familiar debe ser total y no parcial.
II. Los testigos y peritos, permanecerán en sala a los efectos de eventuales declaraciones
complementarias o careos, excepto que el juez autorice su retiro.
Como esta audiencia es la última, de ninguna manera debe suspenderse caso contrario no
estaríamos abreviando el proceso.
II. Si se declarare probada la demanda, el juez fijará las pensiones de asistencia familiar en
un monto porcentual en relación a los ingresos del obligado, o bien en una cantidad fija, o
en prestaciones materiales concretas equivalentes a dicho monto, ordenando su pago a
partir de citación con la demanda".
Finalizadas las audiencias, el juez debe fijar la pensión de asistencia familiar, en proporción
a las necesidades de quién las pide y a los recursos de quién debe darla, como establece el
artículo 31 del Código de Familia.
Bien sabemos que los lazos sanguíneos de las relaciones de sangre o del matrimonio, traen
aparejados el deber de ayudar a quién necesita, mucho mas si se trata de los hijos y de la
esposa.
III. En segunda instancia, el fiscal expedirá dictamen de fondo en el plazo de cinco días, y
el juez pronunciará auto de vista en el de diez días, computable desde que el expediente
pase a despacho, con dictamen o sin él.
De conformidad con este artículo la sentencia a dictarse por el juez de asistencia familiar,
puede concluir de dos maneras: fijando la asistencia familiar o negando la misma. En el
primer caso la apelación se concede en el efecto devolutivo, o sea que ante el superior en
grado se eleva el original quedando en su lugar testimonio en el juzgado de origen para su
consiguiente ejecución. El juez que dictó mantiene su jurisdicción y competencia. En el
segundo caso la apelación es en el efecto suspensivo, vale decir que el juez pierde su
competencia y no puede seguir sustanciando el proceso de asistencia familiar.
El segundo parágrafo de este artículo (69) hace mención a que los recursos de apelación y
la adhesión a ella que no han sido debidamente fundadas, serán rechazadas de plano
teniendo por desiertos los recursos. La "deserción" estuvo legislada por el artículo 326 de la
Compilación abrogada, en el Código de Procedimiento Civil, dicho instituto procesal no
existe. Porque ella importa desamparo u olvido que la parte comete en contra de su
derecho, o de una acción deducida en juicio. Por ello, es preferible usar el término de
"improcedente", o declara dicha improcedencia mediante un auto motivado. Proceder en
esa forma es coordinar esta norma comentada con el contenido del artículo 226 del Código
de Procedimiento Civil, norma procesal que en los casos indicados será usado
correctamente y dando cumplimiento al artículo 383 del mismo ordenamiento legal.
Por lo dicho estoy de perfecto acuerdo con el punto que niega el recurso de casación,
porque no hay motivo para retardar el pago oportuno de la asistencia familiar.
Este artículo establece que deben embargarse los bienes del obligado. Pero aquí viene lo
imposible. Si éste no tiene bienes o los tiene a buen recaudo como hace cumplir la
asistencia familiar?.
Bien sabemos que el derecho marcha con la coacción, sin ella no hay derecho, el fenómeno
de la coacción es la síntesis del derecho en general, pero no debe olvidarse que las normas
jurídicas forman parte de un sistema esencialmente coactivo. El derecho se distingue de
otros ordenes normativos por el hecho de que vincula a conductas determinadas la
consecuencia de un acto de coacción. El Derecho aparece así, como la organización de la
fuerza (Hans Kelsen) Teoría pura del derecho. pag. 74.
Tanto la doctrina como la práctica demuestran que la única forma eficaz de hacer cumplir –
en este caso- el pago de la asistencia familiar es el apremio caso contrario las sentencias
judiciales no se cumplen.
La asistencia familiar no satisfecha, devengará el interés legal previsto por el artículo 414
del Código Civil, a partir del auto que aprueba la liquidación correspondiente."
De conformidad con lo previsto por el artículo 414 del Código Civil, el interés legal es del
6% anual, y esa es la norma aplicable en el caso legislado en el artículo 71 de la Ley de
Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar.
Bien sabemos que todo aumento o rebaja en la pensión de asistencia familiar debe pedirse
al juez de la causa, quien teniendo en cuenta el aumento de los sueldos y salarios
acreditados con prueba documental, aumentará la pensión de asistencia familiar. Igual
sucedería si hubiese rebaja.
Tratándose de aumento de la asistencia familiar, la nueva cantidad que el juez fije regirá
desde la notificación con la petición, conforme lo dispone el artículo 68 parágrafo II de la
presente Ley.
DISPOSICIONES ESPECIALES
Primera.- "(INAPLICABILIDAD)
Las disposiciones del proceso por audiencia para fijación de asistencia familiar, no son
aplicables a los procesos de divorcio y ruptura unilateral de las uniones conyugales libres o
de hecho".
La disposición que precede es acertada, porque si bien la asistencia familiar se tramita por
la vía sumaria, en cambio con las normas legales que preceden, dicha petición se tramita
por audiencia. El objetivo es conseguir la brevedad. Claro está que los procedimientos por
audiencia, no pueden aplicarse a los procesos de divorcio porque su trámite corresponde al
proceso ordinario y solemne.
Las uniones conyugales libres o de hecho, tienen otro trámite y el procedimiento por
audiencia no es aplicable.
I. Los jueces y tribunales tienen el deber de corregir los defectos y salvar las omisiones que
fueren advertidas en el curso de la causa, en los siguientes momentos procesales:
1. En procesos ordinarios, a tiempo del ingreso a la fase probatoria, en el mismo auto que
declare trabada la relación procesal y fije la vía de sustanciación de la causa.
El artículo 191 del Código de Procedimiento Civil establece: "Los jueces antes de dictar la
providencia de autos para sentencia, harán un prolijo examen del proceso para subsanar de
oficio o mandar se subsane cualquier defecto procesal reponiendo obrados, en su caso,
hasta el vicio más antiguo".
La norma procesal citada, necesariamente hay que concordaría con los artículos 251 y 252
del ordenamiento legal citado, sólo así se puede llegar a cumplir debidamente la disposición
que precede. Es por eso que el artículo 251 estatuye que: Ningún trámite o acto judicial será
declarado nulo si la nulidad no estuviere expresamente determinada por la ley. Igualmente
el artículo 252 del mismo Código establece que: "El juez o tribunal de casación anulará de
oficio todo proceso en el que encontrare infracciones que interesan al orden público".
La determinación del artículo 191 del citado Código, sirve cabalmente para sanear el
proceso, sólo en los casos en que se trate de simples errores del hecho o defectos que
pudieran aparecer en los procesos y que no afecten a la regular marcha del proceso.
De lo dicho se extrae que el saneamiento procesal determinado por el art. 191 ya citado, es
de preferente aplicación al establecido por la Ley de Abreviación Procesal Civil y de
Asistencia Familiar porque se trata de una ley de carácter general.
Es por ello también que no se puede entrar a ninguna nulidad, porque ella es procedente,
cuando así lo dispone una ley expresa, tal como sucede con los artículos 9, 123, 143, 275 y
757 del mismo Código. Si no existe una ley que autorice la nulidad, ésta no es procedente.
No hay nulidades o reposiciones por extensión y analogía.