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SALA TERCERA
Expediente: 01979-2012-04-AAC
Departamento: Potosí
En revisión la Resolución 08/2012 de 19 de octubre, cursante de fs. 118 vta. a 120 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Anselmo Mamani Challapa contra
Julio Miranda Martínez y Nelma Teresa Tito Araujo, ambos Vocales de la Sala Penal Segunda
del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí.
Por memorial presentado el 4 octubre de 2012, cursante de fs. 75 a 82, el accionante alega que:
Dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión de los delitos de peculado y
otros, después de la anulación de actuados procesales, la autoridad jurisdiccional dispuso se
considere en audiencia conclusiva una objeción a la querella a su juicio pendiente.
Considerada en audiencia la objeción, dio lugar a la emisión del Auto Interlocutorio de 19 de julio de
2012, que resalta el hecho de que existen dos notificaciones con la querella del municipio de
Chayanta interpuesta el 30 de mayo de 2008; una de ellas, del 25 de junio de ese año y la segunda de
5 de marzo de 2010; estimó la autoridad que como no estaba legislado el tema de dos notificaciones
con la querella, la objeción a la querella presentada por su parte el 10 de marzo de 2010, estaba fuera
de plazo con el argumento de que la primera diligencia fuera valida en función a que un examen
grafo técnico había establecido la autenticidad de su firma en dicha diligencia ya que no medió
impugnación de su parte; en los hechos desconocía una resolución del Tribunal de Sentencia de
Uncía que anulo obrados hasta que se le notificara nuevamente con la querella.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 1 de marzo de 2010, según consta en acta cursante de fs. 113 a 118
vta., se produjeron los siguientes actuados:
El accionante, por medio de su abogado, ratificó íntegramente los términos de la acción interpuesta.
Los Vocales de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia, Julio Miranda Martínez
y Nelma Teresa Tito Araujo, mediante informe escrito presentado el 19 de octubre de 2012, cursante
de fs. 111 a 112, señalaron lo siguiente: 1) La apelación restringida (sic) no se encuentra dentro del
catálogo del art. 403 y más concretamente del inc. 5) relativo a un auto que resuelva la objeción a la
querella, además que la interposición del recurso se la realizó fuera de plazo y conforme al art. 130
del CPP, los plazos son improrrogables y perentorios y no consigna el procedimiento penal plazo de
distancia y no es aplicable como se manifestó por supletoriedad o analogía; y, 2) Nunca se ha
tramitado ni resuelto un incidente de objeción a la querella, que no cuestionó ni podría cuestionar la
objeción a la admisibilidad a la querella porque nunca se tramitó el incidente, siendo esto así, como
se puede apelar de algo que no existe y que no le causo agravio alguno ya que no se resolvió.
I.2.3. Resolución
La Sala Civil y Comercial del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí, constituida en Tribunal de
garantías, mediante Resolución 08/2012 de 19 de octubre, cursante de fs. 118 vta. a 120 vta.,
concedió la acción, dejando sin efecto el Auto de Vista 27 de 3 de septiembre de 2012, ordenando
que las autoridades demandadas, pronuncien nueva resolución y “… sea en el fondo del recurso de
apelación incidental a los antecedentes del proceso y la normativa procedimental penal”; en base a
los siguientes fundamentos: i) Los Vocales de la referida Sala, debieron haber analizado sobre la
primera y la segunda notificación con la querella, máxime si el Juez a quo analiza y toma en cuenta la
primera notificación para no admitir la objeción como se evidencia en el Auto Interlocutorio de 19 de
julio de 2012; ii) El Tribunal de alzada para pronunciar el Auto de Vista en su considerando segundo
analiza la segunda notificación al indicar que “ …la querella ha sido presentada el 30 de mayo de
2008 y ésta ha sido notificada el 25 de junio de 2008 estableciendo que la pericia sobre la firma en la
notificación confirmó que efectivamente se trata de su firma y que el imputado fue notificado con la
querella el 10 de marzo, encontrándose fuera del plazo legal previsto por el art. 291 del CPP que la
referida notificación se constituye una segunda notificación con la querella no estando previsto
legalmente que la objeción a la querella deba ser planteada a través de una segunda notificación
para ser admitida” (sic.), por lo que, por seguridad jurídica debieron haber sido analizadas las dos
notificaciones y su respectiva validez a una de ellas; iii) No existe fundamentación sobre si
efectivamente aún tenía plazo para presentar la objeción y además, adolece el citado Auto de Vista
de incongruencia por cuanto se cita el art. 304 inc. 5) del CPP, norma legal inexistente y luego se
fundamenta en la previsión del art. 403 inc. 5) del mismo cuerpo legal , es decir no están aclaradas las
razones porque se utiliza la previsión del art. 304 antes referido; y, iv) Se dispone que la Resolución
de rechazo a la objeción a la querella decretada mediante Auto Interlocutorio de 19 de julio de 2012,
es una Resolución apelable conforme el art. 403 inc.5) del CPP, y por otro lado, el recurso de
apelación incidental contra la Resolución de rechazo a la objeción a la querella por extemporaneidad
se encuentra dentro de plazo previsto por la ley, consiguientemente, dicho recurso es admisible por
lo que no existe congruencia entre la fundamentación y la parte resolutiva del Auto de Vista 27.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Dentro de la audiencia conclusiva respectiva, mediante Auto de 10 de julio de 2012, el Juez de
Instrucción Mixto y cautelar de Uncía, señalo audiencia previa para considerar la objeción de la
querella interpuesta por el imputado, ahora accionante, a efectos de garantizar el debido proceso y el
derecho a la defensa de este (fs. 21 a 23).
II.2. Por Auto de 19 de julio de 2012, el Juez de Instrucción Mixto y cautelar de Uncía, determinó no
admitir la objeción de la querella presentada por el imputado, por encontrarse fuera del plazo legal
previsto por los arts. 130 y 291 del CPP (fs. 26 a 30).
II.3. Mediante memorial presentado el 23 de julio de 2012, Anselmo Mamani Challapa, en su calidad
de imputado, formula apelación incidental contra la Resolución de 19 de julio de 2012. (fs. 32 a 36);
Por Auto de Vista 27 de 3 de septiembre de 2012, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental
de Potosí, declaró inadmisible el recurso de apelación (fs. 37 a 38 vta.).
El accionante alega la vulneración a sus derechos a la defensa, al debido proceso y al principio de
seguridad jurídica, dado que: a) El Auto de Vista 27 de 3 de septiembre de 2012, es incongruente y
carece de fundamentación al no pronunciarse sobre la razón del porque consideran la validez de la
segunda notificación para declarar la extemporaneidad y no de la primera como así lo hace el Juez a
quo; y, b) Declara inadmisible el recurso porque la Resolución de inadmisibilidad de la objeción a la
querella, no se encuentra dentro del catálogo previsto por el art. 403 inc.5) del CPP. Corresponde
analizar, si en el presente caso, se debe conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Configuración de la acción de amparo constitucional
La SCP 002/2012 de 13 de marzo ha señalado: “El orden constitucional boliviano, dentro de las
acciones de defensa, instituye en el art. 128 la acción de amparo constitucional como un mecanismo de
defensa que tendrá lugar contra los 'actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o
de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los
derechos reconocidos por la Constitución y la ley'.
Del contenido del texto constitucional de referencia puede inferirse que la acción de amparo
constitucional es un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato de protección de
los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de protección se circunscribe
respecto de aquellos derechos fundamentales y garantías que no se encuentran resguardados por los
otros mecanismos de protección especializada que el mismo orden constitucional brinda a los
bolivianos, como la acción de libertad, de protección de privacidad, popular, de cumplimiento, etc.
Asimismo, desde el ámbito de los actos contra los que procede, esta acción se dirige contra aquellos
actos y omisiones ilegales o indebidos provenientes no sólo de los servidores públicos sino también de
las personas individuales o colectivas que restrinjan o amenacen restringir los derechos y garantías
objeto de su protección.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no incide en
su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata, oportuna y eficaz
para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías fundamentales, y dada su
configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso constitucional, de carácter
autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del proceso ordinario o por lo menos
con una postura procesal distinta, con un objeto específico y diferente, cual es la protección y
restitución de derechos fundamentales y con una causa distinta a la proveniente del proceso ordinario,
esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos fundamentales a raíz actos y omisiones
ilegales o indebidos y con un régimen jurídico procesal propio.
En este orden de ideas, la acción de amparo constitucional adquiere las características de sumariedad e
inmediatez en la protección, por ser un procedimiento rápido, sencillo y sin ritualismos dilatorios. A
estas características se añade la de generalidad, a través de la cual la acción puede ser presentada sin
excepción contra todo servidor público o persona individual o colectiva.
Finalmente cabe señalar que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo I del
art. 129 de la Constitución que esta acción '(…) se interpondrá siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados'.
Lo señalado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de constitucionalidad o
control tutelar de los derechos y garantías al constituirse en un mecanismo constitucional inmediato de
carácter preventivo y reparador destinado a lograr la vigencia y respeto de los derechos fundamentales
y garantías constitucionales, siempre que no exista otro medio de protección o cuando las vías idóneas
pertinentes una vez agotadas no han restablecido el derecho lesionado, lo que significa que de no
cumplirse con este requisito, no se puede analizar el fondo del problema planteado y, por tanto,
tampoco otorgar la tutela“.
La Constitución Política del Estado en su art. 180.II, garantiza el principio de impugnación en los
procesos judiciales y el art. 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, más conocida
como “Pacto de San José de Costa Rica”, lo incluye como un derecho fundamental.
En este sentido, bajo una interpretación extensiva y progresiva de estas normas, debemos
desentrañar si efectivamente la inadmisibilidad de la objeción a la querella por extemporaneidad en
su presentación, es susceptible de apelación incidental conforme establece el art. 403 inc.5), del CPP.
Así el art. 291 del CPP, establece: (Objeción) “El fiscal o el imputado podrán objetar la admisibilidad
de la querella y la personería del querellante. La objeción se formulará ante el juez, en el plazo de tres
días computables a partir de su notificación.
El juez convocará a las partes a una audiencia oral que deberá realizarse dentro de los tres días de
presentada la objeción y la resolverá inmediatamente de finalizada la audiencia.
Cuando se funde en la omisión o defecto de los requisitos formales de admisibilidad, el juez ordenará
su corrección en el plazo de tres días, caso contrario se la tendrá por no presentada.
La norma prevé que se puede objetar la querella únicamente en dos supuestos, por una parte,
por incumplimiento de los requisitos formales y por otra, por la personería del querellante, en el
primer caso, el juez ordenara se subsane dentro de los tres días, bajo sanción de considerarla como
no presentada.
Ahora bien, el art. 403 del CPP, establece que: “El recurso de apelación incidental procederá
contra las siguientes resoluciones:
(…)
Asimismo, debe considerarse que la objeción a la querella es planteada incidentalmente bajo
un procedimiento especial y por ende, tratándose de un incidente sea cualquiera su resultado, la
parte que se considera afectada con el pronunciamiento judicial tiene el derecho de recurrir ante la
instancia superior y de esta forma garantizar un debido proceso conforme a lo previsto por el art.
115.II de la CPE.
Los alcances de la garantía del debido proceso, fueron desarrollados ampliamente por la
jurisprudencia constitucional, así la SC 0800/2010-R de 2 de agosto, que reiterando la SC 0160/2010-
R de 17 de mayo, señaló que fue “… entendido por este Tribunal como el derecho de toda persona a
un proceso justo y equitativo, en el que sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones
jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar; es decir,
comprende el conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales, a fin de que las
personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que
pueda afectar esos derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado así como los Convenios
y Tratados Internacionales'.
En ese sentido, el debido proceso, consagrado por los arts. 115.II de la CPE, 8 del Pacto de San José
de Costa Rica; 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), como en la
jurisprudencia constitucional, es entendido como: “… el derecho de toda persona a un proceso justo y
equitativo en el que sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales
aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar' (...) comprende 'el conjunto de
requisitos que deben observarse en las instancias procesales', a fin de que 'las personas puedan
defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus
derechos…" (SC 0418/2000-R y 1276/2001-R).
Así también, la SC 1674/2003-R de 24 de noviembre, entre otras, define al debido proceso como: "…
el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en el que sus derechos se acomoden a lo
establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una
situación similar; comprende la potestad de ser escuchado presentando las pruebas que estime
convenientes en su descargo (derecho a la defensa) y la observancia del conjunto de requisitos de cada
instancia procesal, a fin de que las personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de
acto emanado del Estado que pueda afectar sus derechos. Se entiende que el derecho al debido proceso
es de aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales o administrativas y constituye una
garantía de legalidad procesal que ha previsto el Constituyente para proteger la libertad, la seguridad
jurídica…". Debido proceso que conforme se tiene definido adquiere una triple dimensión: principio,
derecho y garantía constitucional.
En sentido más restringido, el debido proceso es todo ese conjunto de garantías que protegen al
ciudadano sometido al proceso penal, que le aseguran a lo largo del mismo, recta, pronta y cumplida
administración de justicia; que le posibilitan la libertad y la seguridad jurídicas, la racionalidad y la
fundamentación de los pronunciamientos judiciales y su decisión conforme a Derecho. (GÓMEZ
CASTRO, Yasmin Andrea, El Principio de Presunción de Inocencia, Academia Colombiana de
Abogacía, 2004. páginas 55 ss) (SCP 0593/2012).
Sobre la fundamentación y motivación de las resoluciones emitidas tanto por el juez como los
tribunales de alzada, en la SC 1684/2010-R entre otras, señalo que: “La exigencia de fundamentación
y motivación de las resoluciones, implica que todas las autoridades que conozcan de un reclamo,
solicitud o dicten una resolución, dictaminando una situación jurídica, deben exponer los motivos que
sustentan su decisión. En este contexto, corresponde recordar la jurisprudencia establecida en cuanto a
la motivación de las resoluciones emitidas en general y por los tribunales de alzada en particular; la SC
0577/2004-R de 15 de abril, señala: “…este Tribunal en la SC 0752/2002-R, recogiendo lo señalado en
la SC 1369/2001-R «que el derecho al debido proceso, en el ámbito de presupuestos exige que toda
resolución sea debidamente fundamentada. Es decir, que cada autoridad que dicte una resolución debe
imprescindiblemente exponer los hechos, realizar la fundamentación legal y citar las normas que
sustenta la parte dispositiva de la misma. Que, consecuentemente cuando un juez omite la motivación
de una resolución, no sólo suprime una parte estructural de la misma, sino también en los hechos toma
una decisión de hecho no de derecho que vulnera de manera flagrante el citado derecho que permite a
las partes conocer cuáles son las razones para que se declare en tal o cual sentido; o lo que es lo mismo
cuál es la ratio decidendi que llevó al juez a tomar la decisión».
Esta exigencia de fundamentar las decisiones, se torna aún más relevante cuando el juez o tribunal
debe resolver en apelación la impugnación de las resoluciones pronunciadas por las autoridades de
primera instancia; (…), es imprescindible que dichas resoluciones sean suficientemente motivadas y
expongan con claridad las razones y fundamentos legales que las sustentan y que permitan concluir,
que la determinación sobre la existencia o inexistencia del agravio sufrido fue el resultado de una
correcta y objetiva valoración de las pruebas, del mismo modo que se exige al apelante cumplir con la
obligación de fundamentar los agravios; por cuanto, en la medida en que las resoluciones contengan,
los fundamentos de hecho y de derecho, el demandado tendrá la certeza de que la decisión adoptada
es justa; por lo que no le está permito a un juez o tribunal, reemplazar la fundamentación por la
relación de antecedentes, la mención de los requerimientos de las partes o hacer alusión de que el juez
de instancia obró conforme a derecho…; con mayor razón, si se tiene en cuenta que el contar con una
resolución debidamente fundamentada y motivada es un derecho fundamental de la persona y forma
parte del debido proceso…”.
En ese sentido, los tribunales de apelación, al igual que los jueces de primera instancia, deben
garantizar el respeto al debido proceso en todas las etapas y actuados que sean de su conocimiento, lo
cual implica también el respeto a la igualdad, traducido en la emisión de sus resoluciones debidamente
fundamentadas y motivadas, respondiendo a los agravios impugnados por quien recurre en apelación,
puesto que se trata de resoluciones que conocen y resuelven las decisiones asumidas por los tribunales
de instancia. Cabe aclarar, no obstante, que no se puede exigir como fundamentación una
argumentación retórica intrascendente, sino más bien la adecuación de los hechos a la norma jurídica,
como consta y se expone en las resoluciones de las autoridades demandadas, por lo que la motivación
no implica la exposición ampulosa de consideraciones y citas legales, sino más bien, exige una
estructura de forma y de fondo que permita a las partes conocer cuáles son las razones que llevaron al
juzgador a tomar la decisión”.
Por su parte, la SC 0937/2006-R de 25 de septiembre, señaló que: "…las resoluciones que emiten las
autoridades judiciales, deben exponer los hechos, realizar la fundamentación legal y citar las normas
que sustentan la parte dispositiva de esas resoluciones, exigencia que se torna aún más relevante
cuando el Juez o Tribunal debe resolver en apelación o casación la impugnación de las resoluciones
pronunciadas por las autoridades inferiores. Este deber de fundamentación de las resoluciones
judiciales, se vincula tanto con la garantía del debido proceso como con el derecho a la seguridad
jurídica. Así la SC 0752/2002-R de 25 de junio, recogiendo el entendimiento contenido en la SC
1369/2001-R de 19 de diciembre, señaló que toda Resolución '…debe imprescindiblemente exponer los
hechos, realizar la fundamentación legal y citar las normas que sustenta la parte dispositiva de la
misma. Que, consecuentemente cuando un Juez omite la motivación de una Resolución, no sólo
suprime una parte estructural de la misma, sino también en los hechos toma una decisión de hecho no
de derecho que vulnera de manera flagrante el citado derecho [debido proceso] que permite a las
partes conocer cuáles son las razones para que se declare en tal o cual sentido; o lo que es lo mismo
cuál es la ratio decidendi que llevó al Juez a tomar la decisión".
En sentido similar, pero refiriéndose de manera específica a las resoluciones emitidas respecto a
impugnaciones efectuadas, la SC 0577/2004-R de 15 de abril, ya había indicado: "Esta exigencia de
fundamentar las decisiones, se torna aún más relevante cuando el Juez o Tribunal debe resolver en
apelación la impugnación de las resoluciones pronunciadas por las autoridades de primera instancia;
(…), es imprescindible que dichas Resoluciones sean suficientemente motivadas y expongan con
claridad las razones y fundamentos legales que las sustentan y que permitan concluir, que la
determinación sobre la existencia o inexistencia del agravio sufrido fue el resultado de una correcta y
objetiva valoración de las pruebas, del mismo modo que se exige al apelante cumplir con la obligación
de fundamentar los agravios; por cuanto, en la medida en que las resoluciones contengan, los
fundamentos de hecho y de derecho, el demandado tendrá la certeza de que la decisión adoptada es
justa; por lo que no le esta permito a un Juez o Tribunal, reemplazar la fundamentación por la relación
de antecedentes, la mención de los requerimientos de las partes o hacer alusión de que el Juez de
instancia obró conforme a derecho, (…); con mayor razón, si se tiene en cuenta que el contar con una
Resolución debidamente fundamentada y motivada es un derecho fundamental de la persona y forma
parte del debido proceso…".
Según informan los datos del proceso, las autoridades demandadas mediante Auto de Vista 27 de 3
de septiembre de 2012, declararon inadmisible el recurso de apelación interpuesto por el imputado,
al encontrarse fuera del marco procesal establecido por el art. 403 inc.5) del CPP.
Sin embargo y conforme se ha determinado en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, la interpretación que debe realizarse del art. 403 inc.5) del CPP, debe
efectuarse desde y conforme a la Constitución; en concordancia con ello, se tiene que el imputado
interpuso apelación incidental contra el Auto de 19 de julio de 2012, que determina “…no admitir la
objeción de la querella por encontrarse fuera del plazo legal previsto”, resolución que
efectivamente es recurrible como correctamente el propio Juez cautelar en la Resolución referida
señalo: “En virtud al art. 123 con relación al art. 403 inc.5) del CPP, se advierte a las partes que tienen
el plazo de 3 días para interponer el recurso de apelación contra la resolución pronunciada” (sic.).
Por otra parte, el accionante alega que el Auto de Vista impugnado vía constitucional, es
incongruente y carece de fundamentación al no pronunciarse sobre la razón del porque consideran la
validez de la segunda notificación para declarar la extemporaneidad y no de la primera como así lo
hace el Juez a quo.
Ahora bien, según informan los datos del proceso, previamente debemos referirnos a la
incongruencia del Auto de Vista 27 de 3 de septiembre de 2012, pues se constata que una de las
bases de argumentación para declarar inadmisible la apelación incidental es justamente que la misma
se encuentra fuera del marco legal o alcance previsto por el art. 403 inc.5) del CPP; o sea, si las
autoridades demandadas consideraban que el Auto de 19 de julio de 2012 que declara inadmisible la
objeción, no es susceptible de apelación, menos podían haber ingresado al fondo respecto a las
notificaciones y plazos como contradictoriamente lo hacen; en todo caso y como se ha establecido
en los Fundamentos Jurídicos que anteceden, la referida Resolución efectivamente es recurrible; por
lo que a continuación corresponde analizar si el Auto de Vista se encuentra fundamentado o carece
de motivación.
En este sentido, de la referida Resolución se constata que las autoridades demandadas pese a que
señalan que la resolución no es apelable, sin embargo, se pronuncian sobre las notificaciones al
indicar: “… la notificación de la querella conforme consta a fs. 83 del legajo de alzada, fue
diligenciada por parte del Ministerio Público a Anselmo Mamani Challapa en fecha 5 de marzo, a fs.
90 cursa memorial de objeción de querella planteada por Anselmo Mamani con cargo de recepción
de fecha 10 de marzo de lo que se extrae que la querella fue presentada fuera del margen previsto
por el art. 291 que prescribe tres días para su presentación habiendo transcurrido más de cuatro días
hábiles y se tiene claramente establecido que no se activó el procedimiento para substanciar y
resolver el incidente de objeción…”.
En este sentido, se constata que las autoridades ahora demandadas, independientemente de omitir
sobre el deber de especificar correcta y completamente las fechas y las normas legales aplicables,
realiza una supuesta argumentación carente de motivación y fundamentación, pues simplemente
analiza para llegar a una decisión y conclusión, la segunda notificación con la querella, sin embargo,
no desarrolla en absoluto, la causa o motivo por el cual, considera que esta segunda notificación es
válida y la primera no; por tanto, necesariamente debe fundamentar y motivar sobre la situación de
cada una de las notificación y su valor respectivo.
Es oportuno considerar que, según los datos del proceso, antes de que se anule obrados hasta la
audiencia conclusiva, las partes se encontraban en juicio oral, lo que significa que ya existía en su
momento acusación formal contra el imputado ahora accionante, por ello, los jueces en materia
penal, deben considerar antes de emitir una decisión, más aún encontrándose en la fase de audiencia
conclusiva, que existen actuaciones que fueron convalidadas por el simple hecho de la pasividad del
imputado en ejercer en su momento procesal, los incidentes o peticiones que la norma le faculta,
más tratándose de actos iniciales como “generalmente” se constituye la presentación de la querella,
pues por la naturaleza de la persecución penal y del propio proceso penal (principio procesal de
celeridad y continuidad) no se puede retrotraer toda una investigación, recolección de elementos
probatorios y un juicio oral, por la falta de notificación al imputado con la querella, peor aún como
sucede en el presente caso, de que la primera notificación con la querella trata de 25 de junio de
2008 para ahora pretender revisar un actuado que pudo haber sido reclamado durante dos años;
pues esta situación contradice el espíritu del proceso penal y puede conllevar a actuados procesales
negativos para la víctima y por ende para la sociedad, justamente por los efectos establecidos por el
legislador cuando ha previsto la duración máxima de la etapa preparatoria y del proceso penal. Por
tanto, no debemos olvidar que la notificación se tiene por válida cuando ha cumplido su objetivo
efectivamente, inclusive aún sea defectuosa; situación contraria en delitos de acción privada, existe
un procedimiento especial donde la querella se constituye en una acusación particular, por tanto su
notificación de la misma es fundamental y su omisión se constituye en un defecto absoluto no
susceptible de convalidación; que en delitos de acción pública la querella no siempre se constituye en
un actuado procesal que da inicio a la investigación, pero que en su caso, puede ser reclamada en su
momento procesal, más aún, si el imputado tiene el derecho de ejercer defensa de sus derechos y
garantías constitucionales desde el inicio de la investigación, no siendo admisible que la audiencia de
la objeción a la querella no resuelta en su oportunidad, recién sea reclamada luego de haber
culminado la etapa preparatoria.
POR TANTO
1º CONFIRMAR la Resolución 08/2012 de 19 de octubre, cursante de fs. 118 vta. a 120 vta.,
pronunciada por la Sala Civil y Comercial del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí, y en
consecuencia CONCEDER la tutela solicitada;
2º Disponer que por Secretaría General de este Tribunal, se remita una copia a las presidencias de
los Tribunales Departamentales de Justicia, a efectos de que por su intermedio, se haga conocer a los
tribunales y jueces en materia penal sobre el alcance de la apelación incidental establecida en el art.
403 inc.5) del Código de Procedimiento Penal.
MAGISTRADA
MAGISTRADA