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INSTITUCIÒN ECUCATIVA “LUCILA SANTOS DE AROSEMENA” CICLO LECTIVO

“EXCELENCIA EDUCATIVA Y SÓLIDA FORMACIÓN INTEGRAL” 2019 -2020

Semana: 17 de Agosto al 22 de Agosto


Docente: Lic. Christian Yanez Ficha Pedagógica:
2020
Asignatura: Filosofía Oferta: 1 ero Fase: VI Paralelo: A y B
Ejes transversales:
Emociones/Valores:
Tema: Filosofía Romana
Orientaciones metodológicas

Sociedad esclavista de la Roma Antigua

Sociedad esclavista romana

Con una sociedad basada desde tiempos remotos en el agro, el desarrollo de las
relaciones esclavistas en Roma resultó estrechamente entroncado con el
crecimiento del Estado como poderosa potencia militar y con la propagación del
dominio romano hacia el sur y el este. Tal expansión hizo aumentar el número de
esclavos y las riquezas de los esclavistas y, a mismo tiempo, permitió que, en el
período que va de las postrimerías del siglo II a. de. ne hasta el siglo II a. de. ne,
la sociedad romana conociera los frutos del progreso artístico, científico y
filosófico de Grecia.

En la sociedad romana despierta el interés de vivir al día la cultura griega.


Comienzan a llegar a Roma científicos, oradores, pintores y filósofos griegos. En
este período empiezan a desarrollarse en Roma el estoicismo y el epicureísmo,
que con el paso del tiempo adquieren características específicas.

Materialismo de Lucrecio

Lucrecio

El logra más eminente de la filosofía antigua romana es el materialismo de


Lucrecio (Titus Lucrecius Carus cerca 99-55 a. de. ne), autor del poema “De la
naturaleza de las cosas”, genial obra filosófica. Lucrecio vivió tiempos difíciles y
rigurosos: los de la dictadura del jefe de la nobleza reaccionariaLucio Cornelio
Sila, de las luchas entre este y Mario, de la derrota de la clase de los caballeros y
la sublevación de los esclavos dirigidos por Espartaco (74-71 a. de. ne).
En estos sucesos se concentraban las contradicciones clasistas de la época: el
antagonismo fundamental entre esclavos y libres; entre pequeños campesinos y
grandes terratenientes; en fin, la contradicción dentro de la clase esclavista; las
luchas entre la antigua aristocracia y los mercaderes y usureros.

Su atomismo
Lucrecio es un intérprete del materialismo atomístico de Epicuro. Como este trata
de fundar una filosofía que proporcione la imperturbabilidad y la ataraxia, tan
difícilmente alcanzable. El temor al infierno, el temor a la injerencia de los dioses
en la vida de los hombres es el gran enemigo de la felicidad humana. Para
Lucrecio es función de su filosofía combatir ese enemigo.

Los temores a la muerte y a los dioses dominaban al hombre mientras ignora su


posición en el mundo. Estos temores pueden y deben ser vencidos por la
enseñanza, el saber, la filosofía. Condición cardinal para liberar al hombre de los
temores que le oprimen es el conocimiento verdadero de la naturaleza. Este
conocimiento no es valiosos por sí mismo, sino en virtud de su capacidad para
aproximar al hombre a un estado impermeable al temor, a un estado de ataraxia.

Por ello parecen a Lucrecio de particular importancia dos ideas de Epicuro que
liberan al alma humana de las sombras atemorizadoras:

1. el alma es mortal, no hay posibilidad de una vida de ultratumba;


2. los dioses son incapaces de influir sobre la vida de los hombres.

Lucrecio no niega la existencia de los dioses. Como Epicuro los instala en las
regiones vacías entre los mundos. Allí, lejos de los acontecimientos de nuestra
vida, viven en la buenaventuranza, pero no tienen la aptitud de actuar. No
pueden socorrer, ni dañar, ni amenazar, ni seducir con la promesa de su
protección. La naturaleza no es obra de los dioses ni su voluntad la gobierna.

De la nada, nada adviene; todas las cosas nacen de semillas. Estas semillas son
eternas. Si fueran destructibles, en el período transcurrido hasta la actualidad
hace mucho que se habría diluido toda la materia en la infinitud de los tiempos.
Todos los mundos surgen del movimiento de partículas de materia innúmeras,
invisibles e impalpables.

Estas partículas son el principio o la semilla de todas las cosas. De ellas se


componen todos los cuerpos y todas las almas y aparecen por necesidad
natural. El alma, como el cuerpo, se compone de átomos. A diferencia de los
átomos que forman el cuerpo, los átomos del alma son más pequeños,
redondos, lisos y móviles. La cohesión de estos átomos existe sólo hasta el
momento en que existe la trabazón de los átomos del cuerpo. Al morir el hombre
se dispersan también los átomos del alma.

Según Lucrecio, al debatir una hipótesis surgida en la ciencia no hay más que
observar el principio general de la explicación materialista: todo debe deducirse
de causas naturales sin admitir nada sobre natural. Dentro de los límites de este
postulado materialista caben todas las hipótesis posibles para cada fenómeno.
Por ejemplo, es igualmente posible el nacimiento diario de un nuevo sol y el
retorno diario de un mismo sol a la bóveda celesta. No significa esto que a
Lucrecio no le interese el contenido de las hipótesis que dilucida. Antes bien
entiende que, en muchos casos, por el nivel de los conocimientos existentes a la
sazón, la ciencia no tiene posibilidad de optar. Esta doctrina se correspondía con
un estado de la ciencia en que el experimento estaba insuficientemente
desarrollado para, entre todas las hipótesis posibles, rechazar las erróneas y
detenerse en la cierta.

Aportes
Entusiasta de la doctrina epicúrea, Lucrecio es independiente en el punto de
vista a las concepciones sobre la vida social. Epicuro recomienda no ocuparse
de la vida política, llevar una existencia que pase “inadvertida”. Lucrecio por el
contrario, reacciona ante los sucesos de la tumultuosa vida social que discurre
ante él, condena la decadencia moral entre la aristocracia de la sociedad
romana.

Papel de la religión
Condiciones socioeconómicas
La orientación y el carácter que la filosofía de la sociedad esclavista toma en sus
últimos siglos sólo pueden se explicadas a la luz de la influencia que el régimen
social de Roma ejerce sobre ella. La formación del dilatado Imperio Romano es
acompañada de profundos cambios en la conciencia de las masas oprimidas y
de la parte culta de la población.

Es la época del hundimiento de los antiguos Estados que son absorbidos por
Roma y pierden su independencia política, la época del empobrecimiento de las
masas y de la aparición en Roma de un considerable sector de elementos
parasitarios. En los rápidos cambios políticos que se suceden, la suerte personal
es cada vez más precaria. Se ahondan las contradicciones sociales, las
adversidades y desastres en la vida social se hacen cotidianos. A tono con ello,
cunde entre las gentes desamparadas y frustradas la proclividad religiosa.

A comienzo de nuestra era se acentúa entre las clases más diversas de la


sociedad romana la tendencia a buscar olvido y consuelo en el seno de la
religión. Contribuye a ello la acción cultural recíproca entre las partes orientales
del Imperio y Roma. Del este al oeste penetra y se propaga una oleada de
doctrinas religiosas y misterios, que encuentran un terreno abonado en el
Imperio. Respondiendo a las demandas de la época, la propia filosofía se vuelve
religiosa.

A tenor de las nuevas condiciones sociales se adensa el colorido religioso en el


neoplatonismo y el neopitagorismo. Ninguna de estas doctrinas son continuación
directa del platonismo y el pitagorismo del siglo IV a. de. ne. Como escuelas
científicas, ambas perdieron su significación e influencia al poco de ser criticadas
por Aristóteles y tras haber recuperado su influencia el materialismo en la forma
de epicureísmo y, en parte, de la física materialista de los antiguos estoicos.

En las concepciones teóricas de los neopitagóricos, la religiosidad se expresa en


un extremado dualismo. Dios se concibe como la base única del mundo, como el
ser netamente espiritual que se halla por encima de todas las contraposiciones y
de todas las propiedades positivas pensables. Pero Dios es también la causa de
todas las cosas existentes en el mundo y de todas sus propiedades.

Para explicar la índole contradictoria de Dios, que se halla por encima de todas
sus propiedades y es, a la par, causa de cada propiedad, se ideó la existencia de
un mediador e incluso de toda una serie de principios o eslabones mediadores
entre Dios y el mundo. Los intentos de escapar de tal modo a las dificultades
aparecidas ente la filosofía dieron pie, de un lado a la doctrina de Filón de
Alejandría (siglo I de .ne), para quien el “Logo” es el intermediario entre Dios y el
mundo y de otro, al neoplatonismo, que constituye toda una escuela en los siglos
IV y V de. ne.

Neoplatonismo

Plotino

En el neoplatonismo son las figuras de más talla Plotino y Porfirio, en el siglo III,
el sirio Jámblico, en el siglo IV, y Proclo, en el siglo V, jefe de la escuela
ateniense. Extraño a la ideología del cristianismo contemporáneo a él, tiene el
neoplatonismo una base común con el cristianismo: la crisis espiritual de la
sociedad esclavista antigua. De ahí que comparta algunos rasgos del
cristianismo, aunque influyera a su vez sobre las doctrinas filosóficas del mismo.
Punto de partida del neoplatonismo fue la llamada teología negativa, según la
cual Dios es un ente acerca de cuya naturaleza es imposible todo juicio
afirmativo y todo saber positivo.

La doctrina de Plotino concierne a la procesión o descenso, desde el ser uno,


primero e inefable, a través de los eslabones inferiores intermediarios (el
entendimiento, el alma del mundo, las almas de las personas) hasta el no ser o
materia, así como la conversión o reversión del alma humana, que se eleva a
Dios y alcanza la comunidad con él en el éxtasis después de largos ejercicios. La
purificación necesaria para lograr la perfección suprema permite, según el
neoplatonismo, salvar al hombre de la esclavitud de la carne. Plotino es el
neoplatónico mejor dotado, Porfirio es el lógico y Proclo, el sistematizador y
comentarista: expuso la doctrina plotiniana en forma de diálogo.

A inicio del siglo VI de. ne, el emperador Justiniano promulga un decreto con el
que se clausura la escuela platónica de Atenas. Pero ya antes y sin que este
decreto contara para nada, el núcleo fundamental de ideas y doctrinas de la
filosofía antigua había culminado su desarrollo. Respecto a Platón y Aristóteles,
así como las últimas grandes doctrinas de la antigüedad (el epicureísmo y el
estoicismo griego, el neoplatonismo es una aparición de la decadencia.
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Rubrica de calificación
Criterios Indicadores
10 7 4 1
Dominio del tema al Demuestra un Demuestra que Comenta a su No comprende el tema, por lo
desarrollar la actividad dominio comprende modo la tanto no desarrolla la
excelente del parcialmente actividad, pero actividad como fue solicitada
tema del tema no demuestra
compresión de
lo que explica
Reflexión Nivel alto de Nivel medio de Nivel limitado No existe nivel de reflexión
reflexión del reflexión del de reflexión del del estudiante en el
estudiante en el estudiante en el estudiante en el desarrollo de la actividad
desarrollo de la desarrollo de la desarrollo de la
actividad actividad actividad
Ortografía Se evidencia En la actividad En la actividad En la actividad se evidencia
una redacción se evidencia una se evidencia una una redacción
comprensible y redacción redacción poco incomprensible y el uso
el uso correcto medianamente comprensible y deficiente de la ortografía
de la ortografía comprensible y el uso escaso de
el uso regular la ortografía
de la ortografía
Presentación La tarea es El 75% de la El 50% de la Presenta la tarea sin orden
presentada de tarea es tarea es
manera ordenada ordenada
ordenada
Total /40

Elaborado por: Lic. Christian Yanez Director: MSc Luis Romero


Coordinador EBJA: Msc. Flavio Andino
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