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La crítica feminista a Marx se arrticuló por primera vez dentro del discurso de las activistas
de la campaña Salario para Trabajo Doméstico. El eje central de esta crítica se basa en el
análisis que Marx hizo al capitalismo y su ceguera sobre la importancia del trabajo no
asalariado de las mujeres en el proceso de acumulación capitalista.
Obviar este trabajo limitó la comprensión de Marx del verdadero alcance de la explotación
capitalista del trabajo y de la función que el salario desempeña en la creación de divisiones
dentro de la clase trabajadora entre mujeres y hombres.
Debemos desafiar la asunción de la necesidad y progresía del capitalismo al menos por 3
razones:
1. Cinco siglos de desarrollo capitalista han esquilmado los recursos del planeta más
que creado las “condiciones materiales”para la transición al comunismo mediante la
expansión de las “fuerzas productivas” en la forma de la industrialización a gran
escala
2. El capitalismo parece aumentar la cooperación entre los trabajadores en la
organización de la producción de mercancías, en realidad los divide de muchos
modos: mediante una división desigual del trabajo, por medio del uso del salario que
proporciona poder a los asalariados sobre los no asalariados, mediante la
institucionalización del sexismo y el racismo
3. Porque las luchas antisistémicas del último siglo tuvieron protagonistas que no eran
única o mayoritariamente los sujetos revolucionarios previstos por Marx, los
trabajadores industriales asalariados, sino que batallaron desde los movimientos
campesinos, indígenas, anticoloniales, antiapartheid y feministas.
Si la teoría marxista debe influir en los movimientos anticapitalistas del siglo XXI, tiene que
replantearse la cuestión de la reproducción desde una perspectiva planetaria mostrando
que el principal obstáculo para la revolución no es la falta de conocimiento tecnológico sino
las divisiones que el desarrollo capitalista ocasiona en la clase trabajadora.
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pero a principios del siglo XIX, el trabajo doméstico emergió como elemento clave en la
reproducción de la fuerza de trabajo industrial, organizada por el capital y para el capital.
En 1845, la clase obrera era incapaz de reproducirse, su esperanza de vida era de 20 años.
A finales del siglo XIX la clase capitalista empezó a invertir en la reproducción del trabajo al
pasar de la industria ligera a la pesada, que requería que el trabajador estuviese menos
consumido. En términos marxistas, podemos decir que el desarrollo del trabajo reproductivo
y el papel del ama de casa a tiempo completo fueron producto de la transición de la
extracción de valor “absoluto” al “relativo” como modelo de explotación laboral.
Marx ignoraba el trabajo reproductivo de las mujeres porque seguía anclado en una visión
“tecnologicista” de la revolución por la que la libertad se consigue a través de la
maquinaria y se asume que el aumento de la productividad laboral supone el cimiento
material para el comunismo. Desde esta perspectiva, la organización capitalista del trabajo
se contempla como el más alto estadio de racionalidad humana. Marx creía en el trabajo
industrial asalariado como el estadio en el que se desarrollaría la batalla por la
emancipación de la humanidad.
Los seguidores de Marx han idealizado a la ciencia y la tecnología como fuerzas
liberadoras. Durante los años 60, bajo el impacto de las luchas anticolonialistas y de las
luchas contra el apartheid, la consideración de MArx del capitalismo y de las relaciones de
clase se vio sujeta a una crítica radical por parte de los teóricos tercermundistas como
Samir Amin quien criticó su eurocentrismo y su priorización del proletariado industrial como
principal productor de la acumulación capitalista y sujeto revolucionario.
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porque se han reducido los subsidios en sanidad, educación, pensiones y transporte
público.
4. La apropiación empresarial y destrucción de bosques, océanos, especies
vegetales y animales (bienes naturales) Inmensas áreas agrícolas u costeras han
sido privatizadas y hechas accesibles para la agroindustria, la extracción mineral o la
pesca industrial. Entonces la naturaleza se convierte en un objeto para el hombre,
en cosa puramente útil.
5. El centro estratégico de la acumulación primitiva los ha conformado el mundo
colonial, mundo de plantaciones y esclavismo. Este es el centro estratégico porque
su reestructuración proporcionó los cimientos y condiciones necesarias para la
reorganización global del mercado de trabajo. Ha sido aquí donde hemos sido
testigos de los primeros y más radicales procesos de expropiación y pauperización y
de la desinversión del Estado en la fuerza de trabajo.
Mediante la deuda y el ajuste estructural, los países del “Tercer mundo” se han visto
obligados a desviar la producción alimentaria del mercado doméstico al mercado de
exportación, convertir tierras y cultivables para el consumo humano en terrenos de
extracción mineral, deforestar tierras y convertirse en vertederos de todo tipo d e desechos.
La migración no es sólo una necesidad sino también un éxodo hacia niveles más altos de
resistencia, un camino hacia la reapropiación de la riqueza robada. Pero si millones de
personas abandonan su país hacia un destino incierto es porque no pueden reproducirse
por sí mismas. Esto es evidente cuando consideramos que la mitad de los migrantes son
mujeres, muchas con hijos que deben dejar atrás.
El capitalismo promueve una crisis reproductiva permanente. Si esto no ha sido más visible
es porque las catástrofes humanas han sido confinadas a las colonias y racionalizadas
como un efecto de una cultura retrógrada.
añadamos a esto que la introducción de la tecnología diseñada para ahorrar tiempo, lejos
de reducir la duración de la jornada laboral la ha extendido hasta el punto de que en
algunos países como Japón se han vuelto a ver personas muriendo por exceso de trabajo.
También se ha producido un incremento de la criminalización de la clase trabajadora,
mediante una política de encarcelamiento.
Especialmente crudo ha sido el ataque producido sobre la juventud, particularmente sobre
la de la clase trabajadora negra, muchos jóvenes de clase media su futuro está en duda. La
educación se consigue a un alto precio, provoca endeudamiento. La competición por
empleo es dura.
La financiarización de todos los aspectos de la vida cotidiana mediante el uso de las tarjetas
de crédito, préstamos, endeudamiento, debe plantearse como una respuesta al declive de
los salarios y a un rechazo a la austeridad impuesta
FIN