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FEDERICI “La reproducción de la fuerza de trabajo en la economía global”

La crítica feminista a Marx se arrticuló por primera vez dentro del discurso de las activistas
de la campaña Salario para Trabajo Doméstico. El eje central de esta crítica se basa en el
análisis que Marx hizo al capitalismo y su ceguera sobre la importancia del trabajo no
asalariado de las mujeres en el proceso de acumulación capitalista.
Obviar este trabajo limitó la comprensión de Marx del verdadero alcance de la explotación
capitalista del trabajo y de la función que el salario desempeña en la creación de divisiones
dentro de la clase trabajadora entre mujeres y hombres.
Debemos desafiar la asunción de la necesidad y progresía del capitalismo al menos por 3
razones:
1. Cinco siglos de desarrollo capitalista han esquilmado los recursos del planeta más
que creado las “condiciones materiales”para la transición al comunismo mediante la
expansión de las “fuerzas productivas” en la forma de la industrialización a gran
escala
2. El capitalismo parece aumentar la cooperación entre los trabajadores en la
organización de la producción de mercancías, en realidad los divide de muchos
modos: mediante una división desigual del trabajo, por medio del uso del salario que
proporciona poder a los asalariados sobre los no asalariados, mediante la
institucionalización del sexismo y el racismo
3. Porque las luchas antisistémicas del último siglo tuvieron protagonistas que no eran
única o mayoritariamente los sujetos revolucionarios previstos por Marx, los
trabajadores industriales asalariados, sino que batallaron desde los movimientos
campesinos, indígenas, anticoloniales, antiapartheid y feministas.
Si la teoría marxista debe influir en los movimientos anticapitalistas del siglo XXI, tiene que
replantearse la cuestión de la reproducción desde una perspectiva planetaria mostrando
que el principal obstáculo para la revolución no es la falta de conocimiento tecnológico sino
las divisiones que el desarrollo capitalista ocasiona en la clase trabajadora.

Marx y la reproducción de la fuerza de trabajo


Marx ignoró el trabajo reproductivo de las mujeres. Él reconocía que, como cualquier otra
mercancía, la fuerza de trabajo debe ser producida y tener un valor económico, lo que
representa “una determinada cantidad de trabajo social medio materializado en ella”. Para
Marx ningún otro trabajo interviene en la puesta a punto de los bienes que consumen los
trabajadores o en la restauración física y emocional de su capacidad de trabajo. Por
consiguientes, el valor de la fuerza de trabajo se mide en función del valor de las
mercancías (alimento, vestido, vivienda)
Cuando Marx trata el tema de la reproducción de los trabajadores dice que los salarios
deben ser suficientemente altos como para asegurar “los medios de vida de los sustitutos”,
sus hijos, para que la fuerza de trabajo pueda perpetuar su presencia en el mercado.
¿Por qué Marx obvió el trabajo reproductivo de las mujeres? Mi reflexión es que las
condiciones de la clase trabajadora en Inglaterra (el punto de referencia de Marx y Engels)
tuvieron que ver con esta omisión. Marx describió la condición del proletariado industrial de
su tiempo tal y como lo veía y difícilmente el trabajo doméstico de la mujer entraba en esta
visión. Pero en lo relativo a la clase proletaria industrial, dentro del marco histórico político
de Marx, el trabajo doméstico sí que se reconocía como una rama específica de la
producción capitalista. Desde la 1era fase de desarrollo del capitalismo, y en el período
mercantilista, el trabajo doméstico se subsumió formalmente en la acumulación capitalista,

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pero a principios del siglo XIX, el trabajo doméstico emergió como elemento clave en la
reproducción de la fuerza de trabajo industrial, organizada por el capital y para el capital.

En 1845, la clase obrera era incapaz de reproducirse, su esperanza de vida era de 20 años.
A finales del siglo XIX la clase capitalista empezó a invertir en la reproducción del trabajo al
pasar de la industria ligera a la pesada, que requería que el trabajador estuviese menos
consumido. En términos marxistas, podemos decir que el desarrollo del trabajo reproductivo
y el papel del ama de casa a tiempo completo fueron producto de la transición de la
extracción de valor “absoluto” al “relativo” como modelo de explotación laboral.

Marx ignoraba el trabajo reproductivo de las mujeres porque seguía anclado en una visión
“tecnologicista” de la revolución por la que la libertad se consigue a través de la
maquinaria y se asume que el aumento de la productividad laboral supone el cimiento
material para el comunismo. Desde esta perspectiva, la organización capitalista del trabajo
se contempla como el más alto estadio de racionalidad humana. Marx creía en el trabajo
industrial asalariado como el estadio en el que se desarrollaría la batalla por la
emancipación de la humanidad.
Los seguidores de Marx han idealizado a la ciencia y la tecnología como fuerzas
liberadoras. Durante los años 60, bajo el impacto de las luchas anticolonialistas y de las
luchas contra el apartheid, la consideración de MArx del capitalismo y de las relaciones de
clase se vio sujeta a una crítica radical por parte de los teóricos tercermundistas como
Samir Amin quien criticó su eurocentrismo y su priorización del proletariado industrial como
principal productor de la acumulación capitalista y sujeto revolucionario.

Nombrar lo intolerable: la acumulación primitiva y la reestructuración de la


reproducción
La reestructuración de la economía mundial ha adoptado 5 estrategias básicas para dar
respuesta al ciclo de luchas sociales que entre los años 60 y 70 transformaron la
organización de la reproducción y las relaciones de clase:
1. Se ha producido una expansión del mercado de trabajo. La globalización ha
producido un salto en el tamaño del mundo proletario, tanto provocado por la
separación de millones de personas de sus tierras, sus trabajos, como mediante el
aumento del empleo de las mujeres. La globalización se nos aparece como un
proceso de acumulación primitiva, que ha asumido formas variadas.
Mediante la destrucción de las economías de subsistencia y la separación de los
productores de los medios de subsistencia, al provocar la dependencia de ingresos
monetarios a millones de personas, la clase capitalista ha relanzado el proceso de
acumulación y recortado los costes de la producción laboral.
2. La desterritorialización del capital y la financiarización de las actividades
económicas posibilitadas por la “revolución informática”que han creado las
condiciones económicas por las que la acumulación primitiva se ha convertido en un
proceso permanente, mediante el movimiento casi instantáneo del capital a lo largo
del planeta.
3. Desinversión sistemática del Estado en la reproducción de la fuerza de trabajo
implementada mediante programas de ajuste y desmantelamiento del Estado de
bienestar. Surgen políticas y una ideología que resignifica a los trabajadores como
microemprendedores responsables de la inversión en ellos mismos. Los
trabajadores se ven obligados a hacerse cargo de los costes de su reproducción

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porque se han reducido los subsidios en sanidad, educación, pensiones y transporte
público.
4. La apropiación empresarial y destrucción de bosques, océanos, especies
vegetales y animales (bienes naturales) Inmensas áreas agrícolas u costeras han
sido privatizadas y hechas accesibles para la agroindustria, la extracción mineral o la
pesca industrial. Entonces la naturaleza se convierte en un objeto para el hombre,
en cosa puramente útil.
5. El centro estratégico de la acumulación primitiva los ha conformado el mundo
colonial, mundo de plantaciones y esclavismo. Este es el centro estratégico porque
su reestructuración proporcionó los cimientos y condiciones necesarias para la
reorganización global del mercado de trabajo. Ha sido aquí donde hemos sido
testigos de los primeros y más radicales procesos de expropiación y pauperización y
de la desinversión del Estado en la fuerza de trabajo.
Mediante la deuda y el ajuste estructural, los países del “Tercer mundo” se han visto
obligados a desviar la producción alimentaria del mercado doméstico al mercado de
exportación, convertir tierras y cultivables para el consumo humano en terrenos de
extracción mineral, deforestar tierras y convertirse en vertederos de todo tipo d e desechos.

La migración no es sólo una necesidad sino también un éxodo hacia niveles más altos de
resistencia, un camino hacia la reapropiación de la riqueza robada. Pero si millones de
personas abandonan su país hacia un destino incierto es porque no pueden reproducirse
por sí mismas. Esto es evidente cuando consideramos que la mitad de los migrantes son
mujeres, muchas con hijos que deben dejar atrás.

El capitalismo promueve una crisis reproductiva permanente. Si esto no ha sido más visible
es porque las catástrofes humanas han sido confinadas a las colonias y racionalizadas
como un efecto de una cultura retrógrada.
añadamos a esto que la introducción de la tecnología diseñada para ahorrar tiempo, lejos
de reducir la duración de la jornada laboral la ha extendido hasta el punto de que en
algunos países como Japón se han vuelto a ver personas muriendo por exceso de trabajo.
También se ha producido un incremento de la criminalización de la clase trabajadora,
mediante una política de encarcelamiento.
Especialmente crudo ha sido el ataque producido sobre la juventud, particularmente sobre
la de la clase trabajadora negra, muchos jóvenes de clase media su futuro está en duda. La
educación se consigue a un alto precio, provoca endeudamiento. La competición por
empleo es dura.

La financiarización de todos los aspectos de la vida cotidiana mediante el uso de las tarjetas
de crédito, préstamos, endeudamiento, debe plantearse como una respuesta al declive de
los salarios y a un rechazo a la austeridad impuesta

FIN

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