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Ideas clave 4
1.1. Introducción y objetivos 4
1.2. El papel del docente y desarrollo de las
competencias docentes 5
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
A fondo 29
Test 33
Esquema
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De esta forma, los objetivos que se pretenden conseguir con el estudio de este tema
son:
Conocer cuáles son los principales ámbitos de actuación del profesor de Ciencias
Naturales.
Entender las competencias que debe desarrollar un profesor para impartir clases
de Ciencias Naturales a alumnos de Educación Primaria.
Conocer qué formación necesita adquirir el profesor de Ciencias Naturales.
Concienciar sobre la necesidad de aprendizaje permanente y la colaboración con
el resto de componentes de la comunidad educativa.
Adquirir conocimientos relacionados con el liderazgo y la motivación.
Saber cuáles son las fases del desarrollo cognitivo de los alumnos a lo largo de la
etapa de Educación Primaria y cómo afecta a la adquisición de conocimientos de
Ciencias Naturales.
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Ámbitos de actuación
Es evidente que, dentro del aula, donde conviven en torno a 25-30 alumnos
diferentes, surgen conflictos que pueden alterar la sana convivencia. Estos conflictos
no solo son peleas o alumnos disruptivos, sino todas aquellas situaciones en las que
se presentan disparidad de opinión o de objetivos. Las ciencias naturales propician
los trabajos grupales por su carácter interdisciplinar (biología, química, física,
geología, etc.) y también por el tipo de actividades (prácticas de laboratorio, salidas,
investigaciones, etc.) y por ello el profesor debe de actuar como gestor de la
convivencia. Es necesario trabajar las habilidades emocionales y sociales para
desarrollar la inteligencia emocional, estrategias de resolución de conflictos,
autocontrol, respeto por las reglas, empatía y cuidado de los otros.
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«El profesor ideal de este nuevo siglo tendrá que ser capaz de enseñar la aritmética
del corazón y la gramática de las relaciones sociales. Si la escuela y la administración
Por otro lado, el profesor ha de crear un clima de aula que estimule la curiosidad, la
reflexión, la libre expresión y el debate de ideas, experiencias, dudas, argumentos e
iniciativas personales, así como la colaboración y el trabajo en equipo.
Los docentes tienen que poder colaborar de forma activa con otros docentes para
trabajar de forma interdisciplinar (relacionando las ciencias naturales con otras áreas
del conocimiento). Pero a su vez ayudar a otros docentes de ciencias, compartiendo
su saber sobre esta área (puesta en práctica en el aula, innovación, recursos,
experiencias, etc.).
A su vez, tal y como afirma Romera (2019), el profesor debe conocer a su grupo clase
y para ello necesita de la ayuda de la familia, por lo que la escuela y el aula deberán
estar abiertas a la participación activa de las mismas. La educación debe ser
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Competencia científica: En este caso seguimos a Pedrinaci et al. (2012), que afirma
que el profesor debe tener un nivel de competencia científica superior al de sus
alumnos, a nivel tanto conceptual, procedimental como actitudinal, mostrando:
aprendizaje son dos procesos diferentes, que para saber cómo se enseña hay que
sabe cómo se aprende» (2017, p. 7).
Un docente debe de tener tal y como afirma Fernández (2017): vocación, escuchar
en relación a entender por qué un alumno hace lo que hace o dice lo que dice, el
porqué de sus acciones y de sus respuestas, entender sus necesidades. Por ello es
importante que el profesor actué como investigador, como motivador y adoptando
un rol asertivo-democrático.
«Cuando los alumnos están motivados para aprender, adquieren de forma natural
las destrezas que necesitan para llevar a cabo lo que se proponen. Y su dominio de
ellas es cada vez mayor a medida que sus ambiciones creativas se expanden». Ken
Robinson. Por lo tanto, el profesor debe hacer querer aprender a sus alumnos,
recordando que el «contenido es lo que se enseña y, conocimiento es lo que se
aprende» (Fernández, 2017, p.16).
¿Cómo conseguimos motivar a nuestros alumnos para que aprendan ciencias? Hay
una serie de factores, que se describen a continuación:
De esta forma:
«La manera en la que nos miraban cuando éramos niños define todavía hoy la
manera en la que nos miramos a nosotros mismos. Y es por eso que no habrá paz
en la Tierra hasta que no estemos en paz con la infancia» (Stern, 2017, p. 174).
Podría pensarse que el azar o la suerte tienen algo que ver, pero la realidad es que si
uno sigue el método científico e interroga a la naturaleza tiene que tener la capacidad
de detectar esos errores y poder interpretar qué significan. Si Flemming hubiera
tirado la placa Petri con las bacterias muertas a la basura, sin indagar qué ocurrió,
En este caso vamos a seguir a Piaget y Rafael (2007) por un lado, y a Jara et al. (2015)
por el otro, en la descripción de la evolución del desarrollo cognitivo del niño, para
diseñar actividades acordes al mismo.
Son los niños más pequeños que cursan la etapa de Educación Primaria y se
encuentran todavía en la etapa preoperacional, según Piaget. Las características que
presentan son:
Emplean símbolos como medio para reflexionar sobre su ambiente. Por ejemplo,
están acostumbrados a representar su mundo mediante dibujos, que enriquecen
con detalles según crecen. Así si estudiamos las estaciones, la primavera vendrá
marcada por la presencia de flores y lluvia, el verano por dibujos de playas y
vestimenta adecuada para el calor, el otoño por las hojas caídas de los árboles y el
invierno por la nieve y prendas como el gorro, el abrigo y la bufanda. No es tan
importante que esté bien dibujado o que los colores sean los exactos, sino más
bien, lo que representan.
Fijan su atención en una sola característica del objeto o fenómeno a estudiar, sin
importar el resto de las características. De esta forma presentan problemas con el
concepto de conservación. Piaget realizó varios experimentos, entre ellos el
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En una secuencia de pasos, los niños se quedan con el primer y último paso, pero
no con las etapas intermedias. Por ello, explicar un proceso como es el horneado
del pan, ellos entienden que mezclamos ingredientes y que metemos en un horno
y tenemos el producto final, pero no entienden lo que ocurre entre medias
(fermentación producida por la levadura, que es un ser vivo y necesita oxígeno).
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Otro ejemplo muy común es la formación de un arco iris, en el que el alumno solo
ve que llueve cuando hace sol y lo que tenemos es un arco iris, pero no se entiende
el paso intermedio.
De esta forma las actividades más adecuadas para esta franja de edad son
actividades que impliquen colaboración entre iguales y que, aunque sean todavía
cotidianas, pueden añadir elementos más abstractos, como son los contenidos
relacionados con meteorología o localización espacial. También son interesantes
actividades donde tengan que observar, comparar, ordenar, clasificar e identificar,
de tal forma que puedan establecer relaciones causa-efecto. El cuidado de plantas
y animales sencillos como los gusanos de seda, además de ser sencillas, añaden
un elemento de responsabilidad. Por otro lado, actividades en las que tengan que
experimentar con diferentes materiales y sobre todo manejar diferentes
magnitudes les ayudará a trabajar la medición y la estimación y estimular su
creatividad e imaginación. Otro ejemplo de actividad útil en esta etapa es la
construcción de maquetas, que ayuden a entender procesos más abstractos, como
por ejemplo una maqueta de una célula o del cuerpo humano.
Beatriz Muñoz va a contar cómo aplicar la disciplina positiva al aula y así ser un
profesor asertivo-democrático.
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En este artículo se describe cómo hay que aprovechar la curiosidad innata de los
niños para enseñar ciencia y promover actitudes positivas, ayudando al alumno a
hacer preguntas, no quedándose tan solo con lo que ve (intuitivo) y empezando así a
desarrollar su pensamiento formal (abstracto).
Neurociencia y educación
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9. Relaciona:
10. ¿Con qué niños de Educación Primaria podemos trabajar el método científico
completo?
A. Con los niños de 6-7 años.
B. Con los niños de 8-9 años.
C. Con los niños de 10-11 años.
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