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1.1 Sociedad y economía en el Paleolítico y Neolítico. La pintura rupestre.

La prehistoria es el periodo que abarca desde el origen del homo hasta la aparición de los primeros documentos escritos. Es la etapa
más larga de la historia y sus dos fases más destacadas son: el Paleolítico comienza con la hominización, iniciada en África hace
aproximadamente 5 millones de años, y finaliza en el año 9000 a.C. La hominización es el desarrollo de la especie homo hasta llegar al
homo sapiens. El primer homo que encontramos en Europa es el homo antecessor. En este periodo practicaban una economía
depredadora, cazaban y recolectaban, y eran nómadas. El Neolítico dura desde el 5000 a.C. hasta el 2500 a.C. En esta aumenta la
población y disminuye la caza, lo que obliga a pasar de una economía depredadora a una de producción, basada en la agricultura y
ganadería. Se produce la sedentarización y diferentes cambios como la especialización, la jerarquización y la práctica de la cerámica.
Las pinturas rupestres eran probablemente para fomentar la caza o con función mágico-litúrgica. En el Paleolítico suelen ser
representaciones animales individualizadas y con policromía. Se concentran en el sureste de Francia y en Cantabria, siendo las
Cuevas de Altamira uno de sus máximos exponentes. Las pinturas levantinas ya no se encuentran en el interior de las cuevas. Son
figuras humanas, monocromas, esquemáticas y narrativas que describen actividad. Estás pinturas son del Mesolítico y Neolítico,
destacando Cogull.

1.2 Los pueblos prerromanos. Las colonizaciones históricas: fenicios y griegos. Tartesos
Los pueblos prerromanos son aquellos que se encontraban asentados en la Península Ibérica antes de la llegada de los romanos, se
asentaron durante la Edad de Hierro. Los Tartessos, ubicados al suroeste, fueron la primera cultura oficial. El palacio de Cancho
Roano fue incendiado, lo que provocó su desaparición en el siglo V a.C. y recuperando su conocimiento en el siglo XX a.C. Su
religión se desarrolla por una mezcla de la fenicia y la propia. Estos aprendieron a cómo tratar el hierro gracias a su contacto con los
fenicios. Tenían una economía agrícola y ganadera con un comercio poco desarrollado. Los íberos, situados al este, fueron la
evolución de los pueblos que estaban en la península. Tenían una economía agrícola, vivían en pequeñas ciudades-estado y tenían
una sociedad jerarquizada gobernada por reyezuelo (ausones e indigetes). Los indoeuropeos son el producto de una migración de
zonas orientales que se movieron al sur de la península, dónde se asentaron, dando lugar por un lado a los celtas, caracterizados por
tener una economía agrícola y ganadera además de la práctica del comercio. Tenían una organización tribal por parentesco. Por otro
lado, encontramos los pueblos del norte, muy atrasados y con una economía basada en la ganadería, recolección y pesca.
Los colonizadores serán pueblos desarrollados que trajeron avances técnicos y produjeron una evolución en los autóctonos, vivían en
una sociedad jerarquizada y con ellos dio paso la Edad de Bronce. Estos llegaron buscando materias primas por intereses comerciales
a lo largo del primer milenio. Destacaron los fenicios, que eran pueblos mercantiles que traían manufacturas y copiaban productos
de otras culturas. Establecieron sus colonias en zonas con abundantes materias primas. Fundaron Gadir. Los cartagineses, con capital
en Cartago, siguieron una política de colonización y compitieron con los griegos por el dominio del Mediterráneo, pudiendo ser los
causantes del fin de los Tartesos. Dejaron el legado de la acuñación de la moneda, los cultivos de vid, olivo…

1.3 Conquista y romanización de la Península Ibérica. Principales aportaciones romanas en el ámbito social,
cultural y económico.
Los romanos comenzaron la expansión por el Mediterráneo llegando a la Península Ibérica en el marco de la segunda guerra púnica
después del ataque de los cartagineses a Sagunto. La primera etapa en la zona este y sur ( 218 - 154 a.C. ) la conquista romana fue
bastante rápida hasta que se generaron abusos y exigencias hacia la población, por lo que surgieron varias revueltas entre los
autóctonos y Roma envió a Catón dominando a este pueblo a través de la fuerza. La segunda etapa, en la parte central y oeste ( 154 -
29 a.C. encontramos las guerras celtíbero-lusitanas, que fueron marcadas por una fuerte hostilidad, dónde destacan figuras como
Viriato o campañas como Numancia. La tercera etapa fue en el norte ( 29 - 19 a.C. ) donde el propio emperador Augusto se puso al
frente de las tropas romanas y en 10 años culminó la conquista de la Península Ibérica y sometió a la esclavitud a los pueblos
conquistados.
Reproduce igualmente la romanización, asimilación de la cultura y las formas de vida romana por parte de los pueblos y se produce
de varias formas: la extensión de la vida pública, el papel del Ejército, la fundación de colonias y la concesión de ciudadanía.
El principal legado fue en latín, el latín, el derecho romano ( base sustancial de nuestra legislación ), el arte dónde encontramos el
Acueducto de Segovia y la religión, que aunque en un principio era obligado a dar culto a la triada capitolina, a partir del siglo III
d.C. se convirtió al cristianismo con Constantino I y siendo religión oficial prohibiendo otros cultos con Teodosio en el siglo IV
d.C. Hispania fue lugar de nacimiento de emperadores como Adriano y Trajano y de importantes filósofos cómo Séneca y escritores
como Quintiliano y Marcial.
1.4 El reino visigodo: origen y organización política. Los concilios.
A inicios del siglo V diversos pueblos germánicos procedentes del río Rhin ( vándalos, suevos y alanos ) irrumpieron en la península
cruzando las fronteras romanas. Los romanos, ante tal suceso, firmaron el Pacto de Foedus con los visigodos, dejándoles así a sentarse
en el sur de Francia con capital en Toulouse a cambio de frenar la amenaza que suponían los pueblos germánicos.
En el 476 se produjo la caída del Imperio Romano Occidental debido a los ostrogodos y tras la derrota de Vouillé en el 507 donde los
francos derrotaron a los visigodos, estos se vieron obligados a trasladarse a la Península Ibérica, estableciendo la capital en Toledo.
La monarquía visigoda era electiva y carecía de unidad jurídica y religiosa, haciéndola una monarquía débil. Tenían una economía
cerrada, latifundista y ruralizada y con una sociedad con dependencia por patrocinio y gardingos, leales al monarca que obtuvieron
tierras. La administración se organizaba en provincias dirigidas por un duque y subdivisiones de estas controladas por condes.
Las instituciones más importantes eran el Aula Regia qué es el Consejo Asesor del monarca cuyo núcleo es el Officium Palatium,
dónde se encuentran los magnates más leales al monarca; y los concilios, qué son asambleas mixtas de civiles y eclesiásticos que
controlaban al monarca. Destacamos el III Concilio de Toledo donde Recaredo se convirtió al cristianismo, dando lugar a la
unificación religiosa.
Destacan monarcas como Recesvinto y Leovigildo, que lograron la unificación jurídica y territorial.
En cuanto al mundo cultural presentan grandes piezas de orfebrería como el tesoro de Guarrazar y “Las Etimologías”, escritas por
San Isidoro.
2.1 Al-Ándalus: la conquista musulmana de la Península Ibérica. Emirato y califato de Córdoba.
Los musulmanes llegan a la península por una crisis visigoda donde el rey Witiza vincula a su hijo Agila al trono y Roderico se opone.
Witiza pide ayuda al gobernador del norte de África, Musa, y este envía a Tarik que vence a Roderico en la batalla de Guadalete en el
711. Al ver la debilidad y el vacío de poder de la zona, Musa decide conquistar la península. La expansión del Islam ( 711 - 714 )
triunfo gracias al desinterés de la población por defender la monarquía visigoda. Los musulmanes se extendieron hasta la batalla de
Poitiers, donde los francos les pararon. Lograron expandirse tanto gracias a las capitulaciones (rendiciones pactadas) y rendiciones
incondicionales. Encontramos dos pueblos invasores: los árabes, con origen en la Península Arábiga, que integraron la aristocracia y
se quedaron con las tierras más fértiles; y los bereberes, con origen en el norte de África, que se quedaron el resto de tierra. En el 741
los sirios se asientan en la península por un enfrentamiento entre árabes y bereberes.
Podemos dividir las etapas políticas y administrativas en dos: El Emirato (s. VIII - X): A su vez, lo podemos dividir en el emirato
dependiente ( 711 - 756 ) se trata de la provincia dependiente del Califato de Damasco. Con una gran inestabilidad política que llevó
a una revolución interna donde los abasíes se rebelaron contra los Omeyas, siendo el único superviviente Abd-al Rahmán I. Abd-al
Rahmán I consiguió hacerse con el poder, logrando la consolidación y organización política, y convirtiendo Al-Ándalus en un
emirato independiente políticamente de Bagdad ( 756 - 929 ). El Califato ( s. X - XI ): Abd-al Rahmán III constituye el califato
autoproclamadose califa y establece la independencia religiosa. Se trata de un periodo de máximo esplendor dónde hay un dominio
sobre los reinos cristianos. Tras la muerte de Almanzor en el 1002 se produce el declive del califato dando lugar al final de este
periodo en el 1031, surgiendo los reinos taifas.

2.2 Al-Ándalus: reinos de taifas. Reino nazarí.


Tras la muerte de Almanzor en el 1002 y la disolución del califato en el 1031 se formaron 27 reinos taifas, es decir, pequeños reinos
como resultado de la desintegración política. Hubo una reducción y ocupación paulatina unido a una gran debilidad debido a la
ocupación cristiana, llegando incluso a pagar parias para evitar enfrentamientos. Los reinos más importantes serán Zaragoza, Toledo,
Sevilla o Granada. En el 1085 se produce la caída de Toledo, lo que hizo que los reinos de taifas más importantes decidieron pedir
ayuda al exterior, a un pueblo del norte de África: los almorávides ( 1090 - 1145 ). Se trata de tribus bereberes establecidas en el norte
de África dedicadas a la ganadería y con un fuerte rigor religioso que unificaron el poder político y ayudaron a contener a los
cristianos. La falta de apoyo llevó a la disgregación y surgieron los segundos reinos de taifas. Los almohades ( 1146 - 1232 ) también
tribus bereberes. Consiguieron la unificación y el control del avance en victorias como en Alarcos en el 1195 aunque también hubo
fracasos como en Navas de Tolosa en el 1212, lo que llevó a los terceros reinos de taifas.
El reino Nazarí ( 1248 - 1492 ) en la ofensiva cristiana del siglo XIII sólo logra vivir Muhammad I que controla Málaga, Granada y
Almería. Fernando III le admite como vasallo y acepta su soberanía en el Reino de Granada. Esto le permite cobrar tributos y enviar
a ese reino población musulmana de las zonas conquistadas. Hasta el 1492 por la reconquista de los Reyes Católicos.

2.3 Al-Ándalus: economía, sociedad y cultura


Fuerte economía: en cuanto a la agricultura vemos mejoras técnicas vinculadas al cultivo de regadío, nuevos cultivos ( cítricos ) y
grandes latifundios ( propietarios de las ciudades ). En la ganadería descendió la producción del porcino y aumentó la del ovino y
equino, además de desarrollar la crianza de los gusanos de seda. Además, tenían una artesanía basada en el textil, la cerámica, armas,
papel, vidrio… caracterizada por un lujo extenso. Por último, en cuanto al comercio, lo practicaban con el uso de las monedas ( dinar,
en oro y dirhem, en plata ). Había un comercio interno entre las ciudades y externo con los reinos cristianos y Extremo Oriente.
Las ciudades musulmanas fueron muy importantes ya que se produjo una revitalización de estas, convirtiéndose en el epicentro de la
sociedad, poniendo fin a la ruralización anterior, siendo el centro cultural, religioso, administrativo… Las zonas más destacables de las
ciudades son la medina, la alcaicería, las alhóndigas, los arrabales y el zoco. La sociedad del mundo musulmán estaba estructurada por
criterio religioso. Los árabes, bereberes y muladíes ( hispanos conversos ) entraban dentro del grupo de los musulmanes. Los no
musulmanes, que eran judíos y mozárabes ( cristianos que residían en tierras musulmanas ) y los esclavos.
El legado musulmán es muy amplio. En cuanto a literario encontramos a Ibn-Hazem (poeta de “El collar de la paloma”). En la
filosofía tenemos a Averroes ( escritor de comentarios sobre la filosofía aristotélica ). En la ciencia destacaban ya que estaban a un
nivel superior que los cristianos y difundieron el sistema de numeración ( de origen indio ). En cuanto a medicina, publicaron la
enciclopedia médico-quirúrgica ( Abulcasis ). Por último, encontramos el importantísimo legado artístico con “la Mezquita de
Córdoba” y “La Alhambra”.
2.4 Los primeros núcleos de resistencia cristiana. Principales etapas de la Reconquista. Modelos de
repoblación.
Tras la supremacía de Al-Andalus surgirán varios núcleos cristianos: Núcleo Astur ( 722 ): Pelayo lleva a cabo la derrota de
Covadonga. Alfonso III logra la expansión a León, surgiendo así el reino asturleonés. En el siglo X se produce la independencia del
condado de Castilla por Fernán González. Núcleo Navarro: anteriormente reino de Pamplona. Constituido en el siglo IX tras la
batalla de Roncesvalles en el 778. El momento de gran esplendor fue durante Sancho III, que uno diversos reinos. Núcleo aragonés:
parte de montañeses. Salen peor en la reconquista por la fuerza de los musulmanes en el valle del Ebro. En el siglo X se une al reino de
Pamplona. Ramiro I hereda Aragón y logra la independencia en el 1035. Núcleo catalán: parte de la “Marca Hispánica'' por los
carolingios. Consiguen independizarse definitivamente con Borrell II en el 988.
Se produce la reconquista de los cristianos sobre el pueblo musulmán en las siguientes etapas: Siglo XIII - X: diversos núcleos de
resistencia se limitaron a ocupar tierras deshabilitadas ( no controladas ) del valle del Duero, de Galicia y del piedemonte de los
Pirineos. Siglo XI - XIII: ciclos de la expansión: siglo XI - el avance cristiano fue inexistente a causa de los conflictos internos de los
reinos, pero la caída del Califato ( 1031 ) permitirá la conquista del valle del Tajo y del Ebro de la mano de personajes como el Cid.
siglo XII - se producen los tratados de reparto entre cristianos, Tudilén y Cazorla. siglo XIII - en Navas de Tolosa ( 1212 ) se produce
la conquista de Extremadura, valle del Guadalquivir y Murcia y la zona oriental de Valencia y Baleares gracias a Fernando III y Jaime
el Conquistador. Siglo XIV - XV: reproduce la guerra y conquista de Granada ( 1492 ) con los Reyes Católicos.
Los modelos de repoblación fueron varios según el territorio y la demografía: Presura: en el valle del Duero dónde campesinos no
siempre dirigidos comienzan a ocupar tierras; luego las sanciones reales. Concejil: en el valle del Ebro y del Tajo. Se crean concejos y
ciudades dotadas de “cartas pueblas'' para atraer pobladores a zonas peligrosas. Órdenes militares: en los valles altos de Turia, Júcar y
Guadiana. Se dedicarán a la ganadería y presentarán grandes fortalezas. Repartimientos: en Levante, el valle del Guadalquivir y
Extremadura. Las propiedades se reparten por mérito de conquista ( donarios y heredamientos ).

2.5 Los reinos cristianos en la Edad Media: organización política, régimen señorial y sociedad estamental.
El organismo más importante de la administración estatal era la Curia Real, Consejo integrado por el alto clero y la nobleza, con el
cometido de asesorar al rey. Desde 1188, en el Reino de León, y durante el siglo XIII en el resto de los reinos, se convocó a la Curia
también a los burgueses, en representación de las ciudades más importantes, así nacieron las Cortes. Los de Castilla y León se
fusionaron tras la unión de ambos reinos, mientras que en la Corona de Aragón se mantuvieron separadas ( Aragón, Cataluña y
Valencia ). Eran convocados por el rey y sus integrantes se repartían estamentalmente. Aunque existían diferencias entre unos reinos
y otros en todos ellos las funciones de las Cortes eran esencialmente dos: atender a las consultas del Rey en asuntos importantes y
votar los subsidios o impuestos extraordinarios para cubrir los gastos de la monarquía.
Pese a estos diferentes modelos de repoblación, el modelo de sociedad feudal se consolidó a lo largo de toda la península con sus
instituciones típicas como el vasallaje y los señoríos territoriales y jurisdiccionales. Los señoríos eran territorios concedidos por el rey
a un particular o una institución como pago por algún servicio prestado y los territoriales fueron característicos de las zonas de
repoblación por presura, ya que previamente a su ocupación carecían de dueño. Los jurisdiccionales daban a sus beneficiarios el
privilegio de la inmunidad, es decir, que el rey se inmiscuye en sus asuntos, y sus dueños ejercían su autoridad con total
independencia. La sociedad estaba jerarquizada y organizada en estamentos: La nobleza: grandes propietarios de la tierra. Grupo
privilegiado pero heterogéneo ( alta nobleza, hidalgos, caballeros villanos ). Clero: también poseen tierra y señoríos. También es un
estamento heterogéneo. Campesinado: normalmente no son propietarios y están sujetos a la dependencia de sus señores.
Desde el siglo XI, el desarrollo urbano propiciará el desarrollo de las ciudades y de un nuevo grupo social: la burguesía. Aunque
pertenecían al grupo no privilegiado ( pagaban impuestos ) consiguieron una cierta autonomía en el gobierno de las urbes y
participaron en Cortes. También nos encontramos con minorías religiosas y étnicas marginadas: los judíos, mayoritariamente
urbanos, y los mudéjares, que viven preferentemente en el campo.

2.6 Organización política de la Corona de Castilla, de la Corona de Aragón y del Reino de Navarra al final de
la Edad Media.

El reino de Castilla: la monarquía va recuperando el poder aunque a esto se opondrá la nobleza señorial, qué debilitada por la crisis
no va a permitir que les resten privilegios. El fortalecimiento real se aprecia en las instituciones: a) Estatales: la Audiencia, nace como
órgano de justicia dependiente del Rey en 1371. Itinerante fijó su sede en el XV en Valladolid y se llamó Chancillería. Las Cortes de
León y Castilla que se unen en la segunda mitad del siglo XIV en una: las de Castilla, y se someten a la autoridad del monarca. El
Consejo Real, 1385, heredero de la Curia real, era el máximo órgano de la Administración. b)Locales: los Regimientos en los que los
regidores serán nombrados por el Rey y el Corregidor, instrumento de control de la monarquía en los municipios.
La Corona de Aragón: era una confederación de reinos con leyes e instituciones propias con la relación feudal de pacto.
Instituciones: a) Estatales: los virreinatos; autoridad del Rey en los territorios donde no residía. Las Cortes: independientes en cada
reino, eran estamentales y controlaban al monarca. Diputaciones: comisiones temporales para controlar subsidios: en Cataluña a
mediados del siglo XIV se creó la Generalitat, organismo permanente que vela por los intereses del reino frente al rey. Justicia de
Aragón: recaída en una familia nobiliaria y defendía fueros frente al rey.
b) Locales: los Municipios no cayeron bajo la autoridad de la monarquía y estaban controlados por la oligarquía local, surgen los
Consellers, magistrados con funciones ejecutivas, y el Consell de Cent, Concejo Municipal como órgano asesor.
La corona de Navarra: estaba bajo dominio francés desde finales del siglo XIII, pero a mediados del siglo XIV se produjo un
acercamiento a Castilla. Durante el siglo XV el reino se debilita. Instituciones: Consejo Real, las Cortes, que promulgaban leyes,
Diputación de los Tres Estados, gestionaban la recaudación de subsidios votados en las Cortes. Tras la incorporación a Castilla está
conservaba su condición de reino ( virrey ) y sus instituciones.
3.1 Los reyes católicos: unión dinástica e instituciones de gobierno
El matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón fue muy importante. Fernando obtuvo la corona de su padre Juan II.
Isabel fue nombrada sucesora por Enrique IV en el “Tratado de Toros de Guisando”, tras su boda con Fernado y la muerte de
Enrique IV se produce una guerra civil, apoyada por un sector de la nobleza, las ciudades y Aragón, contra Juana la Beltraneja,
apoyada por otra parte de la nobleza, Francia y Portugal. Tras la victoria de Isabel en la Batalla de Toro se firmó el Tratado de
Alçacovas, que reconocía a Isabel como reina de Castilla, a cambio de que ésta no interviniera en África atlántica a excepción de las
Canarias.
Planificaron la consolidación de una Monarquía autoritaria, con dos objetivos principales: Pacificación Social: se creó la Santa
Hermandad, organismo judicial y policial que ejerció una importante labor en la recaudación de impuestos y en la restauración de la
paz y el orden en el reino. Se solucionan también las Remensas Catalanas con la “Sentencia arbitral de Guadalupe”. Refuerzo de la
monarquía con instrumentos de control: Limitaron el poder político de la nobleza (nobleza especializada), y se consolida su
preeminencia social y económica mediante Mayorazgos, evitando la disgregación de las fortunas. El poder real se reforzó con la
generalización de los corregidores, delegados del poder real en villas y ciudades, con funciones judiciales y policiales, y limitando el
poder de las Cortes, sobre todo de las de Aragón.
Establecen el control sobre las órdenes militares nombrando a Fernando gran maestre de todas ellas. Con los bienes procedentes de
las conquistas, los reyes financian un ejército permanente siempre movilizado, no sólo en casos de guerra. Además, establecieron una
importante política religiosa, mediante el Tribunal de la Inquisición, la expulsión de los judíos o su conversión, como pasará
posteriormente con los musulmanes tras la actuación del Cardenal Cisneros, y el derecho de Patronato mediante el que los reyes
proponían candidatos a altos cargos eclesiásticos.
Los Reyes Católicos sientan las bases del Estado moderno y controlan la Administración Central a través de la creación de diversas
instituciones: El Consejo Real, organización del Gobierno. El más importante fue “El Consejo de Castilla”. Los Consejos
especializados (la Inquisición, órdenes militares, Aragón, etc.). En cuanto a la justicia, en Valladolid y Granada existían Chancillerías,
y en Santiago y Sevilla, Audiencias. Los fueros en Aragón dificultan la jurisdicción real.

3.2 El significado de 1492. La guerra de Granada y el descubrimiento de América


Este año tiene gran importancia por los acontecimientos qué se producen:
El reino nazarí se formó tras los terceros reinos taifas y Navas de Tolosa. Las motivaciones para la conquista fueron: el carácter
belicista de la nobleza, el miedo a la invasión musulmana, asegurar el flanco sur ( política exterior ) y la primera empresa común;
logrando consolidar la monarquía y obteniendo el prestigio de Reyes Católicos. Destacan el poderío militar cristiano y los conflictos
internos de los musulmanes. Encontramos tres etapas ( 1481 - 1492 ): la conquista de Alhama ( 1481 - 1484 ), la toma de Málaga (
1485- 1487 ) y la rendición de Granada ( 1488 - 1492). Tras esta rendición, se firman las Capitulaciones de Santa Fe con Boabdil y se
logra la unificación territorial salvo de Navarra, además de la expulsión de los judíos. El descubrimiento de América fue posible
gracias a las nuevas técnicas. Las motivaciones fueron: el agotamiento de oro y plata, la búsqueda de productos como especias, la
apertura de una ruta alternativa las Indias Orientales y el dominio de los turcos en el Mediterráneo.
Cristóbal Colón firmó las Capitulaciones de Santa Fe ( 17 de abril ) dónde exigía el 10% de lo obtenido y el virreinato de las tierras
obtenidas. Salió del puerto de Palas el 3 de agosto de 1492 y el 12 de octubre llegó a la isla de San Salvador, Cuba… Tras la llegada de
Colón se realizaron tres viajes más donde Américo Vespucci confirmó que se trataba de unas nuevas tierras. El tratado de Alcaçovas (
1479 ) fue sustituido por las Bulas Inter Coetera y más adelante por el Tratado de Tordesillas ( 1492 ), modificando así la línea de
influencia entre Portugal y Castilla a 370 leguas al oeste de Cabo Verde.

3.3 El Imperio de los Austrias: España bajo Carlos I. Política interior y conflictos europeos
En cuanto a política interior, con Carlos I, nieto de los RRCC, la corona española quedó en manos de la dinastía de los Austrias
(1517). El nombramiento de nobles extranjeros como el de Adriano de Utrecht de regente, y la utilización de fondos para ser
coronado emperador, provocaron la sublevación de ciudades castellanas con Toledo a la cabeza. El poder municipal fue sustituido
por comunas, integradas por diferentes extractos sociales. Sus reclamaciones: el regreso de Carlos a España, la exclusión de
extranjeros de cargos políticos, mayor protagonismo de las cortes, reducción de impuestos… El conflicto se convirtió en rebelión
antiseñorial, por lo que la nobleza unió sus fuerzas a las del rey y los comuneros derrotados en Villalar y sus líderes ( Padilla, Bravo y
Maldonado ) ajusticiados. Carlos se deshizo de la camarilla de flamencos y prestó más atención a los asuntos castellanos. El
movimiento de las Germanías se inició en Valencia y se extendió. El rey había confirmado a los artesanos el permiso para formar una
milicia en caso de ataque de los piratas berberiscos. El conflicto se radicaliza cuando muchos nobles abandonan las ciudades ante la
un brote de peste y las germanías se hacen con el poder municipal. En ambos procesos el Ejército imperial, con el apoyo de la nobleza
acabó con la rebelión reforzando la alianza entre monarquía y nobleza.
En cuanto a política exterior encontramos las guerras con Francia en Italia. Francisco I pretendió hacerse con el predominio en Italia.
La lucha condujo a cuatro guerras en Italia. Carlos I incorporó Milán a sus dominios. La lucha contra los turcos por la defensa de la
Cristiandad. El Mediterráneo musulmán se convirtió en permanente escenario de conflictos durante todo el reinado, se alternaron
triunfos (conquista de Túnez) y fracasos (Argel).
Los conflictos religiosos en el Imperio Germánico: en Alemania la defensa de la ortodoxia católica empujó a Carlos V a luchar contra
los protestantes (Mühlberg). Carlos V reconoció la vigencia de las dos religiones en el Imperio, aunque se obligaba a los súbditos a
profesar la religión de su príncipe.

3.5 Exploración y colonización de América. Consecuencias de los descubrimientos en España, Europa y


América
Durante el reinado de Carlos I se procedió a la exploración y colonización del continente americano. La conquista se realizó
mediante expediciones particulares en las que los conquistadores firmaban capitulaciones con la Corona, en las que se fijaban los
objetivos y el reparto del botín. La conquista de los imperios Inca y Azteca con características comunes: población indígena
acostumbrada a la obediencia, la colaboración de los indígenas a veces en guerra civil, el factor sorpresa ( los creen dioses ),
superioridad tecnológica ( armas de fuego ). Se lleva a cabo por hombres ambiciosos: Hernán Cortés ( México ) y Pizarro y Almagro (
Perú ). Otras expediciones fueron las de Álvar Nuñez Cabeza de Vaca hacia la Florida en el norte. Los vascos Miguel Núñez de
Legazpi y Andrés de Urdaneta conquistan Filipinas, llamadas así en honor de Felipe II.
El descubrimiento y colonización, acarreó consecuencias en España, Europa y América en distintos ámbitos: Económicas:
intercambio comercial, a través de la Casa de Contratación de Sevilla; llegando nuevos productos (patata, cacao, tabaco) y Castilla
suministraba ( vid, aceite, ganado, trigo ). La afluencia de oro y plata hizo aumentar los precios en Castilla; y una inflación en Europa,
conocida como revolución de los precios, la corona empezó a pagar los préstamos con la plata americana. El rápido aumento de la
cantidad de metal en circulación, tanto en España como en Europa, ante una oferta de productos que crecía más lentamente,
fomentó el aumento de los precios dando lugar a un fenómeno conocido como la revolución de los precios. Explotación indígena:
Los colonos recibían tierras y se les entregaba un grupo de indios ( encomendación ) teóricamente para ser evangelizados e instruidos,
pero que en la práctica fueron obligados a trabajos forzosos. Las minas eran propiedad real y ésta concedió su explotación a
particulares a cambio de la entrega de la quinta parte de todo el mineral extraído. En ambos casos, el trabajo se basó en la explotación
de la mano de obra indígena. Las disposiciones de la Corona para evitar los abusos sobre la población fueron incumplidas de forma
sistemática, a pesar de las continuas
denuncias del padre Bartolomé de las Casas sobre la explotación a que se estaba sometiendo a los indios, esto condujo a la Corona a
aprobar las Leyes Nuevas de 1542 que no se cumplieron Políticas: La monarquía hispana fue la primera potencia mundial, pero se
encontraba endeudada con los banqueros europeos. Demográficas: se calcula que apenas unos 150.000 castellanos emigraron a
América a lo largo del siglo. Expansión de la cultura europea, en detrimento de la autóctona; surgiendo una mentalidad colonial.

3.4 La Monarquía Hispánica de Felipe II. Gobierno y administración. Los problemas internos. Guerras y
sublevación en Europa
Felipe II sólo recibió una parte de la herencia paterna pues Carlos, dejó el título imperial y la corona de Austria a su hermano
Fernando.
El modelo político de los Austrias debía gobernar territorios con diferentes leyes, instituciones y tradiciones. Van a continuar la
política de los RRCC. Las Cortes dejarán de reunirse a medida que se dispone de la plata de América. El gobierno está constituido
por consejos: el Consejo de Estado, se ocupa de política exterior y cuestiones de estado, los Consejos territoriales, Castilla, Aragón,
Indias… los Consejos asesores: Estado, Hacienda o Inquisición, órdenes Militares y el de guerra. En el ámbito territorial: los virreyes y
las Audiencias, que funcionaban como tribunales de justicia y las Chancillerías, tribunales superiores de justicia. Política interna: su
política se inspiró en la Contrarreforma católica. Los dos hechos más relevantes fueron: la represión de los moriscos, los moriscos de
las Alpujarras se rebelaron y fueron dispersados por Castilla y las Alpujarras repobladas por cristianos viejos y las alteraciones de
Aragón, provocadas por el caso de Antonio Pérez, secretario de Estado de Felipe II acusado de asesinato. Política Exterior: se produce
la unidad ibérica. Tras la muerte de Sebastián I, sin descendientes, el trono de Portugal pasa al Cardenal Enrique que murió también
sin descendientes. El heredero legítimo era Felipe II, apoyado por parte de la nobleza y los grandes comerciantes, las clases populares
en contra. Felipe II decidió la invasión de Portugal. Las tropas llegaron a Lisboa sin encontrar apenas resistencia. Proclaman rey a
Felipe II en 1581.
Continuó con la defensa del catolicismo contra los turcos (Lepanto). Nuevos problemas como la sublevación de los Países Bajos no
pudo acabar tampoco con el conflicto político y religioso. La rebelión llevará finalmente en el s XVII a la independencia y la rivalidad
con Inglaterra que condujo a la derrota de la Armada Invencible. El escaso éxito de esta política y su alto coste llevaron a Felipe II a la
bancarrota en tres ocasiones.

3.6 Los austrias del siglo XVII: el gobierno de validos. La crisis de 1640
La principal innovación en el sistema político español en el siglo XVII fueron los validos. Era miembros de la aristocracia en los que
el rey depositaba su total confianza. El monarca se desentendía de las labores del gobierno y el valido tomaba las principales
decisiones. Dos razones explican su aparición: las labores de gobierno eran cada vez más complejas y los Austrias Menores no
destacaron por su espíritu laborioso. Significó un aumento de la corrupción ya que fue aprovechado para conseguir ventajas para sus
familiares y partidarios.
Validos: Felipe III: duque de Lerma y duque de Uceda. Se realizó el traslado de la Corte a Valladolid y se decretó la expulsión de los
moriscos. Felipe IV: conde-duque de Olivares. El primer hombre inteligente que hizo reformas apoyándose en la idea de recuperar la
tradición imperial. Trato de que los demás reinos peninsulares colaborarán al mismo nivel que Castilla en el esfuerzo bélico; proyecto
conocido como la Unión de Armas, qué desencadenó la crisis más grande del siglo XVII, la crisis de 16 40. Carlos II: Duque de
Medinaceli y conde de Oropesa, validos oportunistas, en un clima de creciente inestabilidad política.
El enorme esfuerzo militar que para la monarquía suponía las continuas guerras europeas y la unión de armas propuesta por el
Conde-Duque de Olivares en 1632 evitar una crisis de 1640 con dos escenarios principales:
Cataluña: el fracaso de Olivares para que las instituciones catalanas aceptaran la unión de armas no le impidió mandar tropas al
Principado al estallar la guerra con Francia. La presencia de tropas castellanas precipitó el estallido de revueltas entre el campesinado
catalán. Finalmente el día del Corpus Christi de 1640, grupos de campesinos atacaron Barcelona, asesinaron al virrey y precipitaron
la huida de las autoridades.
Asesinado el lugarteniente del Rey, la Generalitat presidida por Pau Claris se puso al frente de la rebelión. Ante el avance de las tropas
castellanas, los rebeldes aceptaron la soberanía de Francia. El dominio de Francia acabó con la reconquista del Principado y la caída
de Barcelona en 1652. Sin embargo, la Corona española perdió el Rosellón y la Cerdaña en la Paz de los Pirineos en 1659.
Portugal: aprovechando la crisis catalana, en diciembre de 1640 se inició la rebelión en Portugal. La falta de ayuda castellana ante los
ataques holandeses contra las posesiones portuguesas en Asia y la presencia de castellanos en el gobierno del reino provocó que las
clases dirigentes dejaran de ver ventajas en su unión a la Corona española. La rebelión se extendió rápidamente. El apoyo de Francia e
Inglaterra, ansiosas de debilitar a España, llevó a que finalmente, María de Austria cabra reconociendo la independencia de Portugal
en 1668.
También hubo levantamientos separatistas en Andalucía, Aragón y Nápoles. Pese a ser aplastados todos los movimientos, Felipe IV
mantuvo los fueros de los diversos reinos.

3.8 Principales factores de la crisis demográfica y económica del siglo XVII y sus consecuencias
El siglo XVII fue un siglo de crisis económica en Europa en general, muy especialmente, en la Península Ibérica, fue más temprana y
más profunda que en el resto de Europa.
Ya en la primera mitad del siglo aparecen serios problemas demográficos. Crueles epidemias, entre las que destacan las de peste, se
repitieron periódicamente, coincidiendo con épocas de carestía y hambre. Otros factores que ayudaron a la crisis demográfica: la
expulsión de los moriscos en 1609 supuso la pérdida del tres por ciento de la población del reino, siendo especialmente grave en
Valencia y Aragón; las frecuentes guerras exteriores y el incremento de los miembros del clero supuso el descenso de la tasa de
natalidad. La crisis golpeó con más fuerza a Castilla que a los reinos periféricos.
En la segunda mitad del siglo, la crisis continuó y se agudizó. A la decadencia de la agricultura, agravada por la expulsión de los
moriscos, se le unió la de la ganadería lanar, que encontró graves dificultades para la exportación, y la de la industria, incapaz de
competir con las producciones extranjeras. El comercio también entró en una fase recesiva. La competencia francesa en el
Mediterráneo y la competencia inglesa y holandesa en el Atlántico, agravaron un creciente autoabastecimiento de las Indias y el
agotamiento de las minas americanas con la disminución de la circulación monetaria. La situación fue empeorada por la incorrecta
política económica de los gobiernos, que agravaron los problemas: envilecimiento de la moneda, devaluación monetaria, aumento
impositivo… Endeudamiento de la Hacienda Real por el esfuerzo bélico.
En este marco de crisis económica, la sociedad estamental española vivió un proceso de polarización marcada por el
empobrecimiento de un campesinado que constituía la mayor parte de la población que perdían sus tierras y tenían que emigrar a las
ciudades engrosando el número de marginados, la debilidad de la burguesía y las clases medias que invertían sus beneficios en rentas ,
y el crecimiento numérico de los grupos sociales improductivos como la nobleza y el clero en un extremo y los marginados pícaros,
vagos y mendigos en otro. La mentalidad social imperante, marcada por el desprecio al trabajo agravó la crisis social y económica. El
hidalgo ocioso y el pícaro se convirtieron en arquetipos sociales de las España del Barroco.

3.9 Crisis y decadencia de la Monarquía Hispánica: el reinado de Carlos II y el problema sucesorio


A la muerte de Felipe IV, ante la minoría de Carlos II comenzó la Regencia de Mariana de Austria (1665-1675) hasta la mayoría de
edad de su hijo. La reina depositó su confianza en el jesuita Nithard, como valido. La Corte se convirtió en un foco de intrigas y
luchas entre facciones nobiliarias por el poder.
Ya con Carlos II al frente de la corona (1675-1700), la delegación del poder siguió en manos de validos como Juan José de Austria y el
duque de Medinaceli. La inestabilidad política fue en aumento, privatizándose muchas funciones, situación aprovechada por la
nobleza y la Iglesia.
A pesar de la decadencia política, la situación económica y demográfica mejoró las últimas décadas del siglo; ello no evitaría el tener
que hacer frente a conflictos como la revuelta de los Barretines en Cataluña (1688-1689), la Segunda Germanía en Valencia (1693) y
el Motín de las Gatos en Madrid (1699). El reconocimiento de la independencia de Portugal y las guerras en las que se vio
involucrada por la política agresiva de Luis XIV.
Pero el problema sucesorio fue el más importante. Hacia 1697, se intuía la muerte próxima del rey, y como este no tenía
descendencia, se barajaron dos posibles sucesores: Felipe de Borbón, duque de Anjou, buscando el apoyo francés, y Carlos de
Austria, de la rama austriaca de los Habsburgo. Carlos II se decantaría por el primero dejándolo como heredero al trono; el temor de
algunas potencias a un bloque hispano-francés, provocó a la muerte del rey, la Guerra de Sucesión Española.

3.7 La guerra de los treinta años y la pérdida de la hegemonía española en Europa


El siglo XVII supuso el fin de la hegemonía española en Europa. La política exterior de Felipe III estuvo presidida por la pacificación,
firma la paz con Inglaterra (1604), la Tregua de los Doce Años con los Países Bajos (1609), y paz con Francia al morir Enrique IV;
pero en 1618 estalló la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), entre los príncipes protestantes alemanes y el emperador católico
Fernando II, donde España participó al lado del Emperador. Así este conflicto local se convirtió en europeo, la cuestión religiosa
acabó siendo un pretexto, ya que lo que se jugaba era el orden internacional, y todos los conflictos fueron integrados en esta
contienda. En el reinado de Felipe IV expiró la Tregua de los Doce Años, reanudando la guerra. Francia entra en la Guerra de los
Treinta Años a favor de Suecia y Países Bajos. La sublevación de Cataluña y Portugal en 1640 merma las fuerzas españolas.
España no pudo mantener la guerra abierta en tantos frentes, así que solicitó la paz. Se firma la Paz de Westfalia, 1648, por la que
España debe reconocer la independencia de Holanda. Continúa la guerra en solitario con Francia para conseguir una paz más justa:
se llegará a la Paz de los Pirineos, 1659, por la que se pierde: el Rosellón, Cerdaña, Artois y otras plazas de la frontera, supuso la
confirmación de la hegemonía francesa en el ámbito europeo y el declive de la Monarquía Hispánica. El llamado ocaso de la
hegemonía de los Habsburgo.
El acoso francés siguió en el reinado de Carlos II. Forma la liga de los Augsburgo junto a los Habsburgo alemanes, Inglaterra y
Holanda, deteniendo el expansionismo francés.

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