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Informe 1.

Historia Medieval de España

Ana Payés Martínez

La Historia de la España medieval recorre una cronología que arranca en la Tardo


antigüedad y llega hasta la época de los Reyes Católicos, abarcando así el periodo
histórico desde el 400 al 1500 aproximadamente.

Si hay algo que he aprendido tras la lectura de los textos que se muestran en la
bibliografía es la dificultad que existe a la hora de dar definiciones concretas y fechas
exactas y este asunto se agrava, todavía más, si hablamos de una edad ya que tratar de
definir en unas cuantas palabras toda una Edad o Tiempo Histórico que puede
identificarse casi con un milenio tan pleno de acontecimientos, es sumamente tedioso.
Encontramos multitud de definiciones, de características y rasgos que tratan de hacernos
entender qué es la España medieval, no obstante, al mismo tiempo carecemos de
información a diferencia de otras etapas históricas.

La Edad Media española (o mejor dicho de la Península Ibérica) se desarrolla de


modo análogo al contenido de ese tiempo en los demás países de la Europa Occidental.
Dicho de otro modo, los países ibéricos (reinos, estados) forman parte en su historia de la
Edad Media euroccidental. El Occidente cuenta entre sus componentes con el elemento
hispánico.

• La Edad Media española, ante la política y la ideología

Para entender la Edad Media es fundamental centrarnos en un momento histórico


de tal envergadura como es la Reconquista, que consistió en una serie de campañas
militares llevadas a cabo principalmente en los siglos XI y XIII para liberar los territorios
meridionales de España y Portugal, conocidos como Al-Ándalus, de los moros
musulmanes que los habían conquistado en el siglo VIII. Con el apoyo de los papas y los
caballeros cristianos de toda Europa estas campañas ibéricas terminaron con éxito hacia
finales del siglo XIII cuando ya solo quedaba en manos de los musulmanes Granada.

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El proceso de conquista se acaba llamando Reconquista a modo engañoso por una
reivindicación de “reconquistar” lo que los visigodos habían perdido 400 años atrás.
Incluso el papa Urbano II era defensor de la idea de reconquista.

Sin embargo, el historiador C. Tyreman afirma que: “En España y el Báltico,


fueron la expansión política y los asentamientos lo que impulsaron las cruzadas, no como
en Oriente Próximo. En España el conflicto entre los gobernantes musulmanes y
cristianos existía mucho antes que la llegada de las indulgencias de las cruzadas”. Es
por ello por lo que sigue habiendo un debate entre los historiadores acerca de cuándo se
tornó la motivación religiosa en los conflictos de España.

La victoria de las Navas de Tolosa en 1212 supuso un golpe para los musulmanes
del que nunca se recuperarían. A esta batalla le siguieron una serie de triunfos, tales como
la captura de Córdoba en 1236, Valencia en 1238 y Sevilla tras un largo asedio en 1248.

Para mediados del siglo XIII, tan solo Granada restaba en manos de los musulmanes, el
emirato que tenía que pagar tributos para siquiera existir, y que duró hasta 1492. Nunca
se produjo ningún intento serio de invadir el territorio musulmán en el norte de África,
con lo que la reconquista nunca se convirtió en conquista, aunque más adelante se
producirían ataques en la costa marroquí, principalmente en Tánger y en Arcila. Serán
pocos los musulmanes que se convertirán al cristianismo, a la mayoría se les permite
quedarse y practicar su religión como una minoría protegida.

• De Roma a los visigodos

En 476 tiene lugar la caída del imperio romano de occidente con la entrada de los
hérulos en Roma y la pérdida de poder imperial. Este es uno de los momentos más
importantes de toda la historia debido al antes y después que supuso especialmente para
la sociedad europea y occidental.

Como es lógico, la caída del imperio romano tuvo numerosas consecuencias como
por ejemplo la evolución de las distintas sociedades, la decadencia de las ciudades, la
desaparición del comercio Mediterráneo, la división de Europa a manos de los pueblos
germánicos, la desaparición de la cultura occidental grecorromana y de los esclavos y el
nacimiento de las primeras personas unidas a la tierra.

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Hubo muchos pueblos que contribuyeron a la caída del imperio romano, pero uno
de los más importantes fue el visigodo sobre todo desde nuestra visión española debido a
que fueron los pueblos que tomaron la región hispánica.

Se trata de un pueblo bárbaro que venía de la zona oriental de Europa, desde donde
entran en contacto con los romanos e inician su camino a la zona occidental comenzando
la conquista. La primera oleada en Hispania tuvo lugar en el año 415 con la llegada de
los visigodos que se encontraron con que la zona ya estaba ocupada por otros pueblos, ya
que los suevos, vándalos y alanos se habían adelantado.

Los visigodos llegaron a un acuerdo con los romanos, prometiéndoles protección


si les daban unas tierras en el sur de la Galia, zona relevante. La región fundada en la zona
gala recibe el nombre de Reino de Toulouse, siendo el primer gobierno visigodo que
conocemos. Desde esta zona iniciaron su conquista de la Península Ibérica librando
muchas batallas contra los pueblos germánicos. En el 507 fueron derrotados por los
francos en la batalla de Vouillé, obligando a los visigodos a abandonar la Galia y
desplazarse completamente a Hispania.

Colocaron su capital en Toledo, desde donde iniciaron un largo proceso de


conquista y asentamiento por toda la zona. Durante siglos fueron conquistando toda la
región, formando un poderoso reino. Su poder se mantuvo durante más de 200 años, hasta
que fueron derrotados por los musulmanes del norte africano. Los pueblos cristianos, que
aparecieron más tarde para iniciar la reconquista contra los musulmanes, fueron los
sucesores de los visigodos, manteniendo muchos de sus elementos.

• La España musulmana (o Al-Ándalus)

Lo primero que he aprendido con la lectura de este punto es la gran controversia


que existe entre los que hablan de conquista y los que hablan de invasión. En pocas
palabras, en el año 711, aprovechando la debilidad de los visigodos en la batalla de
Guadalete (Cádiz), los árabes y bereberes entran en la península ocupando en un corto
periodo de tiempo casi toda esta y estableciendo su capital en Córdoba.

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Convivieron musulmanes, judíos y cristianos, es decir grupos sociales con
distintas religiones que consiguieron convivir gracias a que cada uno mantuvo sus
costumbres y creencias.

La mayor parte de la población se dedicaba a la agricultura y esto supuso que las


ciudades cobraran una enorme importancia en este periodo ya que se llegaron a convertir
en el centro de la vida económica, religiosa y cultural.

La presencia musulmana será larga pero también tendrá numerosas aportaciones


culturales llegando a reflejar su influencia en el refinamiento de la cultura, siendo un buen
ejemplo de esto la Escuela de Traductores de Toledo, en la cual colaboraron los cristianos,
los musulmanes y los judíos.

Se desarrolla a partir del siglo X una cultura excepcional, convirtiéndose en uno


de los grades focos del mundo europeo. Dejaron una huella imborrable hasta nuestros
días en el arte, la arquitectura, la gastronomía, la toponimia e incluso en la lengua.

• Los primeros núcleos cristianos

Los territorios del norte de la península ibérica habían quedado fuera del dominio
musulmán, en estas zonas vivían galaicos, astures, cántabros y vascones a los que se
unieron los visigodos. Desde mediados del siglo VIII fueron surgiendo en dichas
comarcas diversos núcleos políticos desde el reino astur, al oeste (el primero en crearse)
hasta los condados de la futura Cataluña, al este, pasando por el reino de Pamplona y el
condado de Aragón. Estos núcleos formaron la principal resistencia cristiana frente a Al-
Ándalus. No obstante, la España cristiana de esta época jugaba con una terrible desventaja
debido a que era una zona muy ruralizada y en el terreno cultural había una distancia aun
mayor que la que existía entre el territorio cristiano y el musulmán.

El reino astur fue el primero de los núcleos políticos de la península no dominado


por los musulmanes y bajo el reinado de Alfonso II se asume la herencia visigótica
además de que se descubren los restos del apóstol Santiago en Galicia, un emblema de la
resistencia cristiana.

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En la segunda mitad del siglo IX se produce el avance de los astures por la cuenca
del Duero y en tiempos de Ordoño I los cristianos recuperaron muchos núcleos como
Astorga y León. El progreso más notable el reino astur lo protagonizó Alfonso III, en
cuyo reinado los cristianos llegaron a la línea del río Duero.

El siglo X será el testigo de los avances cristianos, de ahí que desde comienzos de
este siglo se hable del reino astur-leonés. Los cristianos con esfuerzo lograron resistir en
la línea del Duero y Ramiro II tuvo un gran éxito militar, sin embargo, la segunda mitad
del siglo X fue la que conoció un declive mayor con continuas pugnas internas. A esto
debemos sumar que el hachib Almanzor lanzó ataques sobre los cristianos.

En el siglo X, el reino astur-leonés se extenderá desde el mar Cantábrico hasta el


río Duero y desde Galicia hasta el Alto Ebro. Gobernar un territorio de tanta amplitud era
difícil y por ello surgen tendencias centrífugas en algunas zonas de la cuenca del Duero,
en particular en las comarcas orientales, estas estaban articuladas en torno a diversos
condados.

A comienzos del siglo X había condados en Latarón, de Álava, de Burgos y de


Castilla. Unos años después, gracias a Fernán González, estos condados se convertirán en
uno solo, el condado de Castilla logrando una fuerte autonomía política. Según Salvador
de Moxó La Castilla de tiempos de Fernán González era una especie de principado feudal,
semejante en su funcionamiento político a los condados del Imperio carolingio.

La zona donde surge Pamplona estaba ocupada por pueblos que tenían fuertes
lazos tribales, se trataba de los vascones. En la segunda mitad del siglo VIII este territorio
estaba sometido a una doble influencia: la de los francos al norte y la de los musulmanes
al sur.

El condado de Aragón surgió en la zona pirenaica y su origen se remonta al interés


de los francos de proteger sus fronteras meridionales de un posible ataque musulmán. A
comienzos del siglo IX aparece un rey llamado Aureolo.

Con poco fundamento hablamos de Marca Hispánica para referirnos a los


territorios de la península ibérica del nordeste de la península ibérica, los cuales, durante
los siglos IX y X constituyeron una de las fronteras del imperio carolingio.

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En el año 801 se ocupa Barcelona convirtiéndose en el centro de un condado
gracias a la unión de la población hispano visigoda de la antigua Tarraconense con los
ejércitos francos, a cuyo frente se hallaba Ludovico Pío, o Luis el Piadoso, hijo de
Carlomagno.

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BIBLIOGRAFÍA

• Antón, M. J. M. (2019). Historia de la España Medieval (Estudios


históricos y geográficos) (Spanish Edition) (1.). Ediciones Universidad de
Salamanca (págs. 1-96)
• Igual, D. (2009). Los primeros núcleos de resistencia al islam. Liceus.
https://www.liceus.com/producto/los-primeros-nucleos-resistencia-al-
islam/
• Phillips, Jonathan. The Crusades, 1095-1204. Routledge, 2014.
• Ruano, E. B. (1995). La España medieval. Militaria. Revista de cultura
militar, 7, 53-58. https://doi.org/10.5209/rev_milt.1995.n7.4261

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