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TEMA 3: LAS INSITUCIONES POLÍTICO-ADMINISTRATIVAS Y LA ADMINISTRACIÓN

TERRITORIAL DE LA ESPAÑA MUSULMANA.

EL SOBERANO Emir, Malik o Califa. En el año 756, el príncipe Omeya Abd al- Rahman, se
hizo proclamar Emir y tomó el apelativo de “Hijo de los Califas” (Ibn al Jala’if) sobre el que
apoyaba su autoridad. El Emir administraba los bienes, ingresos del fisco, acuñación de
moneda, designaba a los delegados en la Administración y escogía a los dignatarios de la Corte,
oficiales y jueces. En el estado islámico confluyen la idea de comunidad política y religiosa. El
poder soberano recae sobre el Califa, quien vela por la ley divina y el gobierno de la
comunidad. Abd al-Rahman III, tomó la denominación de príncipe de los creyentes y el
honorífico “al-Nasir li-Din Allah” (el que combate victoriosamente por la religión de Allah): fue
el primer Califa de la España Musulmana.

El Califa tenía el poder absoluto, era centro del Estado, concentraba el poder político,
la jefatura de Estado y de Gobierno, la Administración, el ejército y actuaba como juez
supremo. Encomendaba su potestad en delegados y oficiales responsables directos ante él.
Los símbolos del Califa eran el sello (anillo que llevaba grabada la divina del príncipe),
eltrono y el cetro de bambú con el extremo curvado. A partir del Abd al-Rahman III, los Califas
se presentaron llenos de pomposidad y majestuosidad. La sucesión era hereditaria (hijos o
hermanos) y se dejaba como sucesor en vida, aunque a veces la Corte aclamaba uno elegido
por ella. Todo esto, implicaba ser investido de los poderes políticos, financieros, jurídicos,
militares y religiosos. Con la caída del Califato de Córdoba y el surgimiento de los reinos de
taifas, aparecen reyes que reconocían unas veces la autoridad de los califas abasíes y otras de
los hafsíes. Al soberano absoluto se le titulaba malik (rey) o sultán.

LA ADMINISTRACIÓN CENTRAL Y LA SECCRETARÍA DE ESTADO  La Administración pública


(Diwan) estaba centralizada en la Corte al cuidado de distintos servidores. Los cargos
administrativos y judiciales (jutta), se ordenaban en una rigurosa jerarquía de las magistraturas
de gobierno, a la cabeza de cada una de las cuales se encontraba un wazir (visir). Sus
atribuciones fueron triples: administrativas, políticas y militares; en las Taifas adoptará una
nueva función, la de katib (secretario).

El primer lugar de la jerarquía de la jutta, correspondía a uno de los wazir más


próximos al soberano: el hayib, quien suplía al soberano en todos los servicios de la Corte, la
Administración central y provincial y del Ejército. Los grandes organismos del Estado eran la
Cancillería y la Secretaría de Estado (kitaba), depositaria del sello del soberano en el que se
depositaban los mandatos y la dirección de la Hacienda (Diwan al-jizana), encargada de las
cuentas de los ingresos y gastos del Estado. El jefe de la cancillería actuaba como Secretario
de Estado, aunque los soberanos contaban también con un secretario particular. A las órdenes
de los secretarios de Estado había diversos oficiales de segunda categoría y agentes
subalternos.

LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA En la España musulmana era atribución del príncipe.


Delegaba la función judicial en un Cadí o gran Cadí, juez de la comunidad. Es una de las
magistraturas más prestigiosas y tenía carácter religioso. El Cadí de Córdoba encomendaba
su función judicial a otros jueces repartidos entre los distritos territoriales. El Emir era quien
designaba a los jueces de las Coras, además de ser el juez supremo. Sus resoluciones se
basaban en los preceptos del Corán y la Sunna. El gran Caí residía en la capital califal, era un
magistrado religioso, juez de última instancia y se encargaba de los asuntos civiles
principalmente criminales, litigios sucesorios, repudios y divorcios; su dictamen se asentaba en
la ley divina. Los cadíes de las coras se ayudaban de jueces adjuntos y jueces menores de
pequeñas poblaciones. Estaban asesorados por una curia de alfaquíes (shura) formada por
dos o cuatro juristas que podían dictar sentencia. La organización judicial estaba constituida
por diferentes materias como la violación de los derechos de la persona (mazalim), el
magistrado era el Sahid al-mazalim, administraba justicia a las personas perjudicadas por
abusos oficiales públicos. Al juez del zoco se le llamó almotacén o Zalmedina de las ciudades.

LA HACIENDA La organización financiera estaba integrada en la dirección general de


Hacienda bajo la tutela del Príncipe, que delegaba en un secretario de Estado de Hacienda. El
tesoro público estaba custodiado por agentes públicos: tesoreros, intendentes y contadores.
Las rentas del Estado en Al-Andalus era conocidas como yibaya, formada por los impuestos
legales y por las tasas extraordinarias. Los impuestos legales seguían el modelo oriental. Los
musulmanes pagaban un impuesto legal o limosna (sadaqa) que consistía en el diezmo de los
bienes muebles e inmuebles. También los dispuestos por la ley a los creyentes suponían una
carga personal y un tributo territorial fijado cada año. Entre los tributarios del islam,
pertenecientes a una religión revelada, se pagaba una tasa personal (yizya), así como un
impuesto sobre la tierra de la que conservaba el usufructo (jaray).

Por otro lado, estaban las obligaciones de tipo extraordinario, derivados del quinto del botín
de guerra, de las herencias, de la acuñación de moneda y de la fabricación de tejidos
preciados, monopolios del príncipe. Los más conocidos eran el qati, tributo sobre cada uno de
los musulmanes pagado mensualmente, y la qabala sobre los productos de las mercancías. Se
podían abonar en dinero o en especie.
El tesoro estaba diferenciado en tesoro público y en tesoro privado. El primero procedía de los
ingresos del impuesto, de las cargas de los zocos y de la imposición de entrada de mercancía
en la ciudad. El soberano andaluz disponía de un tesoro privado para sufragar los gastos de
mantenimiento de su casa, para pagar a su personal doméstico y su guardia palatina, para
crear fundaciones de utilidad pública y ejercer el mecenazgo.

El tesoro de la comunidad distribuido por el gran Cadí procedía de las instituciones religiosas
que se distribuían entre las mezquitas y la caridad.

EL EJÉRCITO Organizado por el Emir del Estado cordobés al-Hakam I (796-822) quien formó
una milicia de mercenarios, una guardia de esclavos personales o mamelucos, procedentes de
varios países y desconocedores de la lengua árabe. Esta organización perduró hasta el 991.

El jefe del ejército era el Príncipe. El cuerpo del ejército lo formaban jinetes o caballeros, un
cuerpo de infantería pequeño dividido en unidades de 5.000 hombres con un jefe en cada
unidad, dividida en batallones de 1.000 hombres, dispuestos por un qa’id. Los batallones se
subdividían en grupos de 200 hombres y éstos en grupos de 40 que ordenaba un arif, los
escuadrones de 8 hombres los dirigía una nazir.

El entrenamiento militar para combatir al infiel tuvo efectividad tras la reforma iniciada por
Almanzor en el 991.El adiestramiento para la guerra santa se realizaba en cenobios militares
durante largos periodos de tiempo de vida ascética, eran los llamados monjes guerreros del
islam (ahl al-ribat), allí alternaban periodos de oración y ejercicios militares. Los almorávides
fueron ejercitados como agentes del ribat. En el periodo nazarí los combatientes estaban
formados por voluntarios de la fe procedente de las tribus bereberes de África.

La marina de guerra tomó su importancia con Abd al-Rahman II, quien construyó un astillero
en Sevilla al igual que el de Almería. Los barcos estaban formados por una tripulación marinera
ordenada por un ra’is.

EVOLUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA DE LA ESPAÑA


MUSULMANA.

LA EVOLUCIÓN TRAS LA INVASIÓN Y DURANTE EL EMIRATO INDEPENDIENTE  El Estado


cordobés fue el resultado de la adaptación de las instituciones del califato abasí, de las
instituciones persas sasánidas y del Imperio bizantino.
La administración del Estado musulmán la organizó Abd al-Rahman II. Instituyó nuevos
organismos y oficiales públicos, colocó al wazir como representante del Príncipe y el Diwan
(Administración Pública) amplió el significado.

Abd al-Rahman II centralizó todos los servicios del Diwan en la corte del Emir. La
cancillería guardaba el sello del Emir, símbolo del poder por el que se legitimaban cartas,
mandatos y demás documentos. La dirección general de Hacienda llevaba el control de
ingresos y gastos. A estos organismos se les asignaba unos oficiales públicos (ahl al-jidma). En
las magistraturas los cargos administrativos y judiciales (jutta), seguían en estricta jerarquía, el
orden comenzaba con un wazir, quien designaba a los consejeros del Emir. La dirección de la
jutta la encabezaba un Hachib (mayordomo de palacio), tras él están los wazir, dignatarios
como el mismo hayib y los secretarios de Estado encargados de Hacienda y la Cancillería.

La Secretaría de Estado (kitaba) estaba dirigida por un wazir secretario de la


Cancillería quien controla la correspondencia oficial, ordenaba gran número de oficiales
públicos y subalternos. Su poder fue de grandes proporciones.

Los servicios palatinos los desempeñaban gran número de servidores y esclavos


(saqaliba), eran eunucos dedicados al servicio de palacio, muchos esclavos eran europeos,
algunos los manumitía el Príncipe dándoles la condición de libertos. Los saqaliba podían llegar
a tener influencia en los dignatarios de la administración y en los cargos públicos. A los que
adquirieron un cargo oficial de superiores de palacio mayor se les llamaron fata. Los oficios
palatinos estaban clasificados en diversas funciones cuya dirección corría a cargo de los fatas,
como el despensero (sahib al-jayl), el jefe de las edificaciones y estancias palatinas (sahib al-
buyan), el jefe de emisarios y mensajeros (sahib al-burud), el halconero (sahib al-bayazira), el
jefe de los talleres textiles (sahib al-tiraz) o el orfebre (sahib al-saga).

ORGANIZACIÓN POLÍTICO ADMINISTRATIVA DEL CALIFATO DE CÓRDOBA  Abd al-Rahman III


restableció el cargo de háyib que eliminó el emir Abd Allah. Con al-Hakam II, el hayib fue el
delegado de la potestad civil del Príncipe, abriendo camino a la dictadura del hayib Ibn abí
Amir quien, con Hisham II, suplantó la autoridad califal hasta el punto de denominarse Malik
Karim (“Noble Rey”).

Los wazir no ostentaron la representación del Califa sino un grado jerárquico de la


Administración central. Eran visires el hayib y los secretarios del Estado al frente de la
Cancillería y Hacienda. Las atribuciones de la Secretaría de Estado califal fueron tantas que Abd
al Rahman III tuvo que reorganizar la Cancillería y encargar la dirección de esta a cuatro visires
con competencias especializadas.
ORGANIZACIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA DE LOS REINOS DE TAIFAS  El poder de los
principados independientes se fundamentaba en el dominio militar de cada taifa; el poder
estaba sustentado en el apoyo de milicias mercenarias mantenidas por los tributos. Los
soberanos de las Taifas no tomaron el nombre de califas sino el de Hachib o adoptaron un
sobrenombre honorífico. Algunos reyes de Taifas llegaron a tomar el título de Emir, Malik o
Sultán. La Taifa de Córdoba se rigió por una asamblea o consejo de notables hasta el 1070.

ORGANIZACIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA DE LA ESPAÑA ALMORÁVIDE Y ALMOHADE 


Los almorávides llegaron a la Península hacia el 1090, quedando la España islámica
incorporada al Imperio marroquí de Yusuf ben Tashufin, titulado Emir de los musulmanes. El
gobierno militar lo ejerció un Walí (gobernador del Emir almorávide), instaurado en cada
ciudad. Las segundas Taifas antes los almorávides y las Terceras Taifas contra los almohades
mantuvieron el modelo del Califato cordobés con las mismas circunscripciones geográficas.

ORGANIZACIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA DEL REINO NAZARÍ Durante el reino Nazarí, el


Príncipe era el soberano absoluto, llamado Malik o Sultán; guardaba la ostentación y la pompa
de la corte pública. Gobernaba ayudado por un Visir o Doble Visir. El reino granadino estaba
dividido en Coras regidas por un arraéz.

ADMINISTRACIÓN TERRITORIAL DE LA ESPAÑA MUSULMANA.

ORGANIZACIÓN TERRITORIAL Al-Ándalus es el nombre que los musulmanes dieron a


Hispania. Se constituyó en un primer momento como Emirato dependiente del Califato Omeya
de Damasco, con capital en Córdoba, pero desde el 750 se convirtió en Emirato Independiente
del Califato Abasí de Bagdad para, finalmente, transformarse en el Califato de Córdoba (929-
1031). Del 711 al 756, la Península quedó dividida en distritos administrativos y las zonas
fronterizas tenían carácter militar. Los musulmanes denominaron a estas demarcaciones
Coras, a su vez las Coras se subdividían en pequeños distritos llamados iqlim, al conjunto de
ellos se les denominaba alfoz. Estas demarcaciones perduraron después del 756 y eran
administradas por un vali.

Las fronteras eran: Frontera superior formada por los territorios de la cuenca del Ebro;
Frontera media en el valle del Duero y Frontera interior, que comprendía desde Sierra de Gata
hacia el Atlántico. Las coras más destacadas fueron las de Córdoba, Écija, Carmona, Sevilla,
Niebla, Elvira, Almería, Valencia, Xàtiva y Toledo.

En la organización territorial del Al-Ándalus califal podemos distinguir cuatro zonas:


1. Valle del Guadalquivir, con capital en Córdoba, también de Al-Ándalus. Se divide en 28
coras, que, según el profesor Levi Provenzal, se corresponden con las divisiones
condales de la época visigoda.
2. Marca Inferior, con capital en Mérida y luego en Badajoz, región militar para defender
Al-Ándalus de los ataques de gallegos y astures.
3. Marca Media, con capital en Toledo, para defenderse de los castellanos.
4. Marca Superior, con capital en Zaragoza, para hacer frente a aragoneses y catalanes.

Tras la caída del califato (1031), Al-Ándalus se divide en 32 reinos taifas que coincidían
con las marcas y las coras aproximadamente. Tras dos periodos de unificación bajo los
almorávides y los almohades, continuaron las terceras taifas. El avance cristiano fue tal
que a mediados del siglo XIII los musulmanes sólo conservaban el reino de Granada.

CARGOS DE LA ADMINISTRACIÓN TERRITORIAL Al frente de coras y fronteras en las etapas


del Emirato y el Califato había un walí (gobernador), asistido por un jefe militar llamado qa’id y
algunos distritos eran regidos por grandes señores árabes que los tenían en un feudo
(barachila). Es de suponer que la administración territorial califal se mantuvo en las capitales
de las Taifas. Las circunscripciones provinciales del emirato granadino se hallaban bajo la
autoridad de un gobernador llamado wali o ‘amil, con amplios poderes y residencia en la
alcazaba de la capital provincial.

ORGANIZACIÓN DE LAS CIUDADES HISPANOMUSULMANAS Abd al-Rahman II organizó los


servicios y la seguridad de las ciudades de la España musulmana e instaló funcionarios
delegados del Emir. Hasta mediados del siglo IX el señor del zoco fue juez e inspector de los
mercados, más tarde se impuso la figura del almotacén, interventor de la economía de la
ciudad. Este califa mantuvo la figura del señor del zoco y creó el cargo del Zalmedina con
atribuciones judiciales: Instauró una guardia policía urbana llamada Shurta y un magistrado
con asignaciones judiciales e instructivas. Durante el Califato, la prefectura del Sahid al-Surta
se dividió en tres cargos: el primero el señor de la Surta (Sahid al-Surta), a quien se le impuso la
jurisdicción de las clases superiores de la población, y otras dos Surta que se encargaban de
imponer orden y justicia en el resto de las clases sociales.

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