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Mi realidad en la educación especial

Erika Badillo Pérez

Doctorado en Educación Especial, Universidad Iexpro

I2 Políticas Educativas de la Educación Especial

Dra. Virginia Ortíz Bujaidar

09 de octubre de 2021
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Mi realidad en la educación especial

Introducción:

Sin duda la educación especial tiene una historia interesante, desde los años 540 A.C.

hasta la actualidad las personas que nacen con alguna diferencia, están en desventaja, las

practicas, políticas y culturas, han limitado el máximo alcance de la educación especial, pero

cuando se hace un análisis de la trayectoria que ha recorrido, podemos hacernos el ejercicio, que

se planteo en la presente asignación, posicionar nuestra realidad en un punto de la historia, yo la

ubicaría en los inicios de la USAER alrededor de 1992, cuando realicé la lectura identifiqué

perfectamente el funcionar de mi servicio en las líneas del texto de Romero y García (2013),

existen propuestas metodológicas con un sustento epistemológico claro para la intervención, pero

la principal barrera es desde mi perspectiva la actitud de los docentes que no logran un trabajo

colaborativo, pero también la visión social que marque y etiqueta a la diferencia como

minusvalía.

La educación especial:

Generalmente no doy relevancia a la historia y oriento mi hacer educativo en las

perspectivas actuales, sin embargo, con la revisión bibliográfica y el recurso multimedia,

sugerido por la materia, reenfoco mi concepción de la educación especial.

Logro visualizar que, desde la antigüedad, las personas con discapacidad o alguna

condición han sufrido discriminación, segregación e incluso agresión, prueba de ello la

encontramos en el transcurso de la historia, pasando por las diversas etapas como Mesopotamia,
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Egipto, Grecia, un momento relevante es la Edad Media, la Ilustración, la Revolución Industrial

y la actualidad, has sido un camino complicado, ya que se representa al sector en desventaja,

pero con todo ese andar se ha logrado definir de acuerdo a lo propuesto por Torres (2011) y

Vásquez (2020) como una ciencia, con sus aportaciones podemos establecer que “la

educación especial es una ciencia aplicada, considerada una actividad practica humanista, que

brinda atención educativa a la población escolar con discapacidad o dificultades severas de

aprendizaje, su objeto de estudio es la diversidad y su relación con los contextos”, esta

concepción también la refuerza Vergara (2002) con la siguiente afirmación “la educación

especial es una disciplina y saber practico insoslayable en el cuadro general de las Ciencias de la

Educación y en el marco de los saberes educativos en general.”, el trayecto histórico le ha dado

el carácter de ciencia logrando establecer un marco epistemológico de sustento.

Desafortunadamente pocas personas que se encuentran en las labores docentes de

educación especial dan la relevancia a su función, esto lo sustentan Romero y García (2013), al

enlistar incluso las razones de porque aun no logramos transitar de educación integradora a un

modelo de inclusión, en la particularidad, en mi experiencia como maestra de comunicación en

USAER con trece años de servicio, puedo mencionar que la organización permanece igual que

en 1992, como rescatan Romero y García (2013), mi servicio, al menos hasta el ciclo escolar

anterior, atiendia a cinco escuelas de manera itinerante, con excepción del maestro de apoyo,

quien permanece en la misma escuela toda la semana, la modificación en este ciclo escolar

consiste en incrementar el numero de escuelas en atención incrmentando a ocho, sin embargo las

principales funciones son las mismas, aunque con mombre diferentes, el contenido, la forma de

intervención es exactamente la misma, realizar las evaluaciones psicopedagógicas, a partir de


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test psicometricos y pruebas estandarizadas, con la información obtenida, se elabora el plan de

intervención que es lo que anteriormente se denominaba Propuesta Curricular Adaptada y se

continua brindadndo orientaciones a los padres de familia, esto se da al inicio del ciclo escolar,

pero en el resto de la intervención es como la describen Romero y García (2013), en mi servicio

y me atrevo a decir que en mi zona escolar se prioriza tener un diagnostico de los alumnos, los

maestros de apoyo difícilmente trabajan de manera colaborativa con los docentes de grupo,

persiste el modelo integrador en le que se saca a los alumnos del salón se les lleva al aula de

recursos a realizar actividades remediales compensatorias, con lo que los niños se sienten

discriminados, ya que no logran cubrir los requerimientos del docente de grupo.

A pesar de que una o dos personas promovamos estrategias distintas en la intervención,

enfocadas a dar una atención a todos los alumnos considerando a la diversidad, los maestros de

grupo en su mayoría tienen una actitud de rechazo y apatía lo que limita transitar hacia la

educación inclusiva, es relevante mencionar, que esta experiencia solo se presenta en las escuelas

publicas, en donde incluso a los alumnos se les dice “alumno USAER”, que aunque pareciera no

ser una agresión si es una etiqueta que marca a los alumnos desfavorablemente.

En este punto rescato mi experiencia como maestra en una escuela particular, en la que

fui invitada a participar para brindar asesorías a los docentes de grupo de preescolar, primaria y

secundaría, inicialmente trabajaba talleres, y asesorías, pero actualmente se creo el departamento

de inclusión, que de primer momento, intentó acercarse a la función de la USAER, pero sin las

restricciones administrativas y las erróneas concepciones de algunas autoridades educativas, se

creó desde las necesidades de los docentes, actualmente se acompaña a los docentes de grupo, se
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crean ajustes metodológicos y se trabaja a partir del aprendizaje basado en proyectos, aprendizaje

basado en problemas y el aula invertida, dando apoyos adicionales a los alumnos que los

requieren, los apoyos consisten en segmentar las instrucciones, diversificar la evidencia de

aprendizaje, simplificar y enriquecer contenidos en los casos necesarios, tal vez no sea lo mejor,

pero desde mi perspectiva trabajo la filosofía de la educación inclusiva, manteniendo la

participación constante de toda la comunidad escolar desde el portero, la trabajadora manual, el

chofer, hasta los padres de familia, docentes, directivos y alumnos, me parece significativo

mencionar que, como una materia para todos los alumnos, se integra la lengua de señas mexicana

y existen alumnos con discapacidad y condición neurológica especifica, pero los alumnos no

saben que sus compañeros cursan con ello, ya que en el hacer cotidiano no se evidencia, otro

proyecto que se maneja son los club de talentos específicos en los que los grupos están formados

por gustos y preferencias y no por edad, así que convergen alumnos de primaria y secundaria de

todos los grados, ese es mi intento por caminar hacia la educación inclusiva, en ese lugar no hay

políticas que me digan que no puedo hacerlo o que así no se hace, pero cada acción se realiza

siempre con un sustento metodológico y bibliográfico.

Conclusión:

Creo que en las escuelas publicas, estamos como menciona Guajardo (2010), citado por

Romero y García (2013), viviendo la “desprofesionalización docente”, que se trata de docentes

que “ya no pueden aplicar sus conocimientos derivados del modelo médico ni han aprendido los

del modelo educativo”, pero que tampoco tienen la disposición de ser acompañados para transitar

a nuevas practicas, que atiendan a las características de aprendizaje de los alumnos de la


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actualidad, que ya no son los misnos de hace algunos años, han evolucionado y por ello la

educación debe evolucionar.

Creo en la afirmación de Romero y García (2013) de acuerdo con el contexto que planteo

en las líneas anteriores, me parece apropiada “la educación inclusiva es un derecho de los

alumnos, no un favor que se hace a los más desprotegidos”.

Referencia:

Vergara, Javier (2002), Marco histórico de la educación especial a nivel internacional. Estudios,

ESE Nº002.

Romero, S. y García, I. (2013), Educación especial en México. Desafíos de la Educación

inclusiva. Revista Latinoamericana de Educación Inclusiva. ISSN0718-5480 Vol.7, Nº 2

Torres, G. José Antonio. (2011). La identidad científica de la educación especial: marcando el

sendero de la inclusión educativa. Rev. Int. Investig.Cienc. Vol. 7, (nº1)

Vásquez-Burgos, K (2020). El saber pedagógico y epistémico en educación especial y su reto

migratorio hacia la educación inclusiva. Special issue: Democracy: Education, Values,

Governance and Interculturality. Vol. 8

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