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(Caratula: título del trabajo, subtitulo, cátedra, docentes a cargo, integrantes, FHyCS –

UNJu 2022)

Estigmatización y Violencia Simbólica en Educación Inicial.

La Pedagogía inclusiva invisibilizada en Instituciones educativas.

INTRODUCCIÓN

( Introducción: presentar el problema público elegido, fundamentar su relevancia (lo que lo


hace público) y justificar su elección desde la Sociología. )

A modo de introducción comentaremos sobre la formulación de nuestro trabajo, en


el cual estaremos desarrollando los conceptos y términos de pedagogía inclusiva,
violencia simbólica y estigmatización a niños en el ámbito escolar.
En el abordaje de este trabajo consideramos ciertas concepciones o teorizaciones
sobre la Pedagogía inclusiva como expectativa de cómo debería funcionar el
sistema educativo frente a una situación de inclusión de alumnos y alumnas con
discapacidades. A su vez, durante el recorrido bibliográfico se pretende ir
reflexionando sobre las dificultades que presentan los centros educativos y el rol
del docente frente a la inclusión, en la actualidad. El abordaje de la violencia y la
inclusión de lo/as alumno/as y sus familias que se advierte en el proceso
educativo.
En realidad, cuando se piensa en la palabra violencia, la mayoría de las veces lo
primero que nos imaginamos es la idea de la agresión física. Sin embargo, hay
formas más sutiles y no por ello, menos importantes de interpretar el sentido de la
violencia en el devenir social cotidiano. El estigma es una de estas
manifestaciones silenciosas que permiten comprender el entramado violento en
que se desarrollan los sujetos sociales en la actualidad. En primer lugar,
presentamos una problematización acerca de la violencia simbólica (definido por el
sociólogo Pierre Bourdieu), respecto de los docentes de nivel inicial para con lo/as
alumno/as con discapacidad. El retroceso que genera en la actualidad que no se
logre la inclusión de ellos y ellas en las aulas de las escuelas públicas del país. En
segundo lugar, de igual importancia identificamos que un sector de la sociedad
utiliza preconceptos o prejuicios de “estigma” (denominado por Erving Goffman)
sobre estos niños como constructo que opera en la configuración de sujetos. Estos
conceptos luego, los relacionaremos conjuntamente con las acciones
reconfiguradas de los actores sociales.
Estos estigmas sociales erróneos dificultan la inclusión de los/as alumnos/as con
discapacidades o aprendizajes diversos. Es por ello que también, aducimos a
ciertos dichos o expresiones verbales de docentes que se niegan a recibir y
educar “niños problemas” o “discapacitados”. Encasillando así, a esta pequeña
población a abandonar el derecho a educarse e integrarse en el ámbito educativo
inicial, primario, secundario y porque no, laboral.

DESARROLLO

(Desarrollo: análisis del problema público elegido a partir de los conceptos sociológicos
trabajados en la Cátedra. Los conceptos sociológicos nos permiten nombrar el problema,
analizar sus principales variables, relacionarlo con otros fenómenos sociales, identificar
dimensiones, hacernos preguntas, problematizar, etc.)

En la actualidad en el ámbito educativo, la escolarización de las personas con


discapacidad estuvo y está, en algunas instituciones, separada de los procesos
educativos de las demás personas. Mientras que, la propuesta actual, apunta al
desarrollo de espacios inclusivos de aprendizaje para todos los estudiantes, lo que
implicaría la eliminación de las barreras, como constructo social, existentes en
este ámbito. Que los estudiantes con discapacidad puedan acceder a trayectorias
escolares en las instituciones educativas, a las que no siempre acceden, debido a
la efectividad de una violencia simbólica instada por el arbitrario cultural que deja
latente que están impedidos de acceder a educarse.

Pedagogía Inclusiva

Así como, en el orden fundante había un intento de búsqueda de lo común, que la


crítica socio-política cuestionaba por “falsamente igualitaria”, por no ser lo
suficientemente igualadora y por no lograr realmente repartir bien “lo común”. La
que llamamos crítica cultural subjetiva cuestiona otra cosa, relacionada con lo
anterior, pero distinta. Sostiene que al buscar lo común a toda costa, se pierde lo
singular. Se pierde la oportunidad de que el encuentro educativo sea ese
acontecimiento único, irrepetible y sublime en el que se construye una búsqueda
ética, una curiosidad, una épica, una verdadera conversación.
Entonces, cuando hablamos de pedagogía incluida, hablamos acerca de pensar,
decir y hacer de la educación un espacio de inclusión.
La educación inclusiva supone un modelo de educación que pretende atender a
las necesidades de todos los niños y niñas, jóvenes y adultos considerando
especialmente aquellos casos en los que puede existir un riesgo de exclusión
social. No se trata solo de prestar atención a personas con discapacidad sino a
todo el alumnado sin distinguir por la raza, la condición social, la cultura o la
religión, entre otros aspectos.
Algunas de las diferencias entre el enfoque tradicional en la educación y la
educación inclusiva, son las siguientes:
 En el enfoque tradicional se diagnostica a cada alumno y alumna para
determinar una categoría y solucionar el déficit que existe. Sin embargo, en la
educación inclusiva simplemente se analizan las características de cada
estudiante para determinar los soportes que sean necesarios.
 El enfoque tradicional se centra en el estudiante, mientras que el inclusivo
lo hace en la clase.
En definitiva, en la educación inclusiva no se utilizan programas especiales para
determinados estudiantes, sino que en la misma aula se responde a las
necesidades de cada estudiante.
En este sentido la UNESCO entiende que en la educación inclusiva los
alumnos con necesidades especiales deben tener acceso a los colegios de
educación regular, donde deben ser acomodados con estrategias pedagógicas
centradas en el alumnado, de forma que se responda a sus necesidades.

¿Cuáles son los objetivos de la educación inclusiva?


Como consecuencia de lo que hemos visto en el apartado anterior, la educación
inclusiva tiene unos objetivos claros que son los siguientes:
 La Inclusión social y académica del alumnado puesto que se trata de incluir
a los alumnos no de marginarlos de la educación.
 El sistema educativo único, es decir, no deben existir programas especiales
para los alumnos o alumnas que tienen determinadas necesidades.
 La atención a todos los alumnos y alumnas en función de sus
características.
 El impulso de la igualdad de oportunidades en base a la solidaridad y al
fomento de la participación.
 La coordinación de todas las personas que participan en la educación:
padres, profesores, medios de comunicación etc.
 La promoción de la inclusión en todos los ámbitos sociales y laborales.

¿Cuáles son los obstáculos de la educación inclusiva?


La educación inclusiva también tiene una serie de retos y obstáculos a superar,
entre los que se pueden destacar los siguientes:
 Creencias erróneas que dificultan la integración de personas con
discapacidad o de personas de culturas diferentes.
 Barreras físicas puesto que algunas escuelas no están preparadas para
que puedan acceder alumnos o alumnas con discapacidad.
 Planes de estudio que son excesivamente rígidos y que no se plantean la
existencia de la necesidad de diversos tipos de aprendizaje.
 Profesores que no están suficientemente preparados para hacer frente a la
diversidad que se puede dar en el aula.
 Falta de financiación que afecta la posibilidad de las escuelas para
adaptarse a lo que necesitan los estudiantes.
 Legislación de cada país que supone una exclusión de la educación
inclusiva y que muchos alumnos queden fuera del sistema educativo.

Discriminación, exclusión y escuela


Bajo esta esta mirada de educación inclusiva la escuela hoy alberga niños/as con
discapacidad, lo que nos lleva a pensar si realmente existen prácticas educativas
que favorezcan esta inclusión.
Se señala que los prejuicios y la discriminación son grandes problemas en la
sociedad actual, a pesar de lo cual no se analiza de forma suficiente cómo se
manifiestan, reproducen y refuerzan en la escuela. Los prejuicios y la
discriminación que se toleran en las escuelas fortalecen el orden social normal y
enseñan a los estudiantes que discriminar a los demás es aceptable. Es
indispensable detectar cuáles son los estigmas que se reproducen en las escuelas
y cómo se llevan a las prácticas escolares concretas.
Los estudios muestran que hay muchos tipos de estigma, incluidos el racismo, el
sexismo, el estigma basado en la población LGBT, en la apariencia física, en la
discapacidad, en la pertenencia a una religión, etc. Los efectos de las experiencias
de discriminación afectan negativamente a quienes las padecen en áreas como la
salud mental, la salud física y el rendimiento académico. El estudio realizado por
Spurlock encontró que tanto los estudiantes, como los docentes y directores
juegan un papel en la reproducción del prejuicio. 
Efectivamente, las escuelas no son, por más que quisiéramos que así fuera,
pequeños oasis aislados de las culturas locales y globales. Para bien y para mal,
las escuelas son influidas por sus contextos. Una instrucción desde la más alta
autoridad, un programa o incluso un plan de estudios, como medidas aisladas e
inconexas, no pueden lograr los cambios sistémicos que requieren las escuelas. El
sistema educativo en su conjunto tiene que plantear medidas de fondo que, en el
corto plazo, normen las actuaciones frente al acoso y, en el mediano y largo plazo,
construyan culturas escolares inclusivas.

Nos faltaría bibliografía de la parte pedagógica, de donde se extrajo la info….

Concepción de Discapacidad
La discapacidad tiene un fuerte vínculo con lo social, ya que es el entorno el que
agudiza la discapacidad y las actitudes sociales hostiles hacia las personas con
deficiencias, pues se les excluye innecesariamente de la participación en la
sociedad. Para cambiar esto, se debe impulsar o implementar políticas que
permitan conocer y tener una nueva visión de las personas con discapacidad,
dejando atrás barreras que actúan negativamente en el individuo e impulsando la
igualdad de oportunidades.

La existencia de la violencia simbólica en el ámbito educativo.

Para involucrarnos en el tema de la violencia simbólica, partimos de que Bourdieu


y Passerón (2002: 48) sostienen que la violencia simbólica implica “La selección
de significados que define objetivamente la cultura de un grupo o de una clase
como sistema simbólico”. Es decir, que la selección de ciertos contenidos de la
cultura, en relación con otros posibles. Para las premisas que estamos abordando
en este trabajo, inferimos que la aceptación, en las instituciones escolares en el
nivel inicial, de un niño o niña con discapacidad sea motivo de exclusión o rechazo
por parte de algunos docentes. Es así, que dependen del modo en que los grupos
dominantes en una determinada cultura, imponen los significados que responden
a sus intereses. O sea, el docente entiende que queda a su voluntad decidir incluir
o no en la institución y/o clase a todo/as lo/as alumno/as con discapacidad. Esta
observación nos da cuenta que una parte del equipo docente que tiene la
responsabilidad de impartir educación, respeto e integrar al alumnado en general
no lo realiza.
¿Cómo sucede que, algunos docentes se imponen, con arbitrariedad, negando el
acceso a la educación, a lo/as niño/as con discapacidad? Podemos identificar que
ello se lleva a cabo mediante el mecanismo que P. Bourdieu denomina Violencia
Simbólica, que es la particular fuerza de la que disponen ciertos agentes que
ejercen violencia como autoridad pedagógica sobre un agente o grupo de agentes
dependientes. La estigmatización muchas veces lleva a este tipo de retroceso en
la aceptación y empatía por este grupo de alumno/as, y es socialmente aceptable,
desconocida como arbitraria y con ello reconocida, en la medida en que se basa
en el desconocimiento de los modos en que se ejerce.
Esto refiere a que la violencia simbólica, a diferencia de la violencia material que
impone cierto sector, no es percibida por la sociedad restante, que son objeto de
violencia. Porque se naturaliza y se justifica literalmente por la poca o nula
capacitación para afrontar ciertas situaciones en el aula, contrariamente a lo que
se considera como expectativa, mencionada anteriormente. Haciendo referencia a
“la complicidad” que el autor Bourdieu emite, deducimos que es el modo en que
los agentes sociales aceptan pasivamente los contenidos que se les imponen,
para el caso, la privación de la inclusión naturalizada, en el ámbito de la educación
pública y gratuita.
El ejercicio o uso de la violencia simbólica se plantea como que las estructuras
sociales internalizadas se complementan para su realización.

¿Es “natural” la violencia simbólica que se ejerce, mediante la negación a la


educación a los alumno/as con discapacidad?

Una apreciación de índole particular es, que nacemos y nos educamos en


sociedades que pueden sostener principios y valores, y mientras estos no sean
percibidos como impuestos, la violencia simbólica se observa efectiva. Esta
imposición arbitraria de ciertas modalidades de la cultura, que no recurre a la
fuerza física, sino al poder simbólico, es decir, la capacidad de producir modos de
actuar, percibir y pensar que el mundo es de una determinada manera. Una
especie de división y visión social que excluye a otras, y no se condice con la
educación inclusiva y los buenos valores familiares, sociales o escolar.

¿La educación es violencia simbólica?

Entendemos que la educación es la transmisión de los valores de la cultura. Para


que una cultura pueda seguir existiendo necesita reproducirse y eso significa
transmitir a sus nuevos integrantes sociales, lo/as niño/as, todas las pautas,
principios, valores, habilidades, creencias y hábitos que la conforman.
Sin embargo, cuando quienes se encargan de reproducir la cultura, lo realizan
desde la arbitrariedad cultural están transmitiendo una cultura dominante. Esa
cultura, entendida como cierto modo de concebir el mundo es arbitraria, en tanto
es la interpretación del mundo, realizada por una clase o grupo social subjetivo.
Entonces, podemos decir que la educación que se imparte en las escuelas no es
una práctica social, meramente donde se observe violencia simbólica, sino que
también se ejecuta en los ámbitos más internalizados socialmente, como la
familia.
Bourdieu y Passerón (2002: 45) sostienen que “Toda acción pedagógica es
objetivamente una violencia simbólica en tanto que imposición, por un poder
arbitrario, de una arbitrariedad cultural.” Porque la educación, en cuanto a la
transmisión de los valores de la cultura, que transfieren los arbitrarios culturales lo
hacen, en la mayoría de los casos, utilizando la violencia simbólica.
Pensando en la relación entre educación y violencia simbólica. Se trata de la
indagación sobre una manifestación de la violencia simbólica en alumnos y
alumnas con discapacidad, ya que desde la evaluación a niños con discapacidad
debe centrarse en examinar al niño y también el ambiente en que se desenvuelve.
Sin embargo, a pesar de estas propuestas actuales, es posible detectar que aún
se excluye al alumnado con discapacidad, sin tener en cuenta las expectativas
mencionadas.
También referenciamos sobre algunos comentarios rescatados en relación a la
evaluación y acreditación de los mismos por parte de los docentes, por ejemplo,
se suele escuchar adjetivos calificativos como: “¡Pobrecito/a!; declaraciones
excluyentes como: ¡No lo recibamos, porque no estamos capacitados para
atenderlos!; ¡Está discapacitado!; ¡Sus padres son muy problemáticos!; ¡Para
evitarme problemas, mejor no recibirlo/a!; ¡Aunque lo recibamos, de todas
maneras, ya no va a seguir estudiando!”
Entonces, estas declaraciones se convierten en una problemática, ya que las
formas de admisión, no se ajustan a las características y necesidades de lo/as
alumno/as con discapacidad, convirtiéndose en un limitante para su integración
educativa, causando deserción, reprobación y fracaso escolar. Evidenciando que
son “alumnos problema” en algunos casos y que, además, las actitudes y
percepciones que los docentes tienen hacia ellos manifiestan violencia simbólica.
O sea, según Bourdieu el poder simbólico que se encuentra en las prácticas
contemporáneas de nuestras sociedades: un poder invisible que no puede
ejecutarse, si no con la confabulación de los que no desean saber que lo padecen
e incluso que lo ejercen.
En este momento, es importante poder resaltar que el arbitrario cultural, que
denomina que “son discapacitados, pobrecitos y no pueden”, impide a los
docentes poner a estos/as niños/as en el lugar de sujetos con capacidad de
aprender. Y queda así, naturalizada la relación entre discapacidad e imposibilidad
de aprender. Bourdieu, también hace alusión a la metáfora de la “complicidad”
donde señala que se trata de “la confabulación de los que no desean saber que lo
padecen e incluso que lo ejercen.”
Es decir, que cuando asumimos que lo/as alumno/as con discapacidad no pueden
aprender y lo transmitimos y replicamos a los demás, estamos siendo cómplices
de esa violencia simbólica, aunque no lo sepamos, por el solo hecho de
reproducirlo. 

Disposiciones que permiten la estigmatización de niños y niñas con


discapacidad.

La condición física, metal o intelectual de cada niño o niña los condiciona de


alguna manera a ciertos accesos de la vida cotidiana. Por eso, remarcamos que la
escolaridad se convierte para ellos y ellas en una cuestión negativa, cuando sufren
o son víctimas de discriminación y falta de empatía por algunos actores sociales,
que deberían impartir educación sin distinción. Esta concepción negativa a lo largo
de su desenvolvimiento en la sociedad será un atenuante de desventaja social, no
solo por el limitado acceso a educación, luego a un buen empleo, sino para su
desarrollo normal como ciudadano/a.
El sistema ideológico social competitivo instala que los méritos individuales
determinan el éxito y la autorrealización de la vida. Exponiendo que los fracasos
son actos de irresponsabilidad y se naturaliza de que hay sujetos educables y
otros no.
Además, de ello otra cuestión negativa es el deterioro a la persona con estos
estigmas. Goffman señala que les quitamos humanidad, reducimos sus
posibilidades de vida y los interiorizamos.
Consideramos relevante la noción de Erving Goffman sobre el estigma y los
efectos que genera. Poque el estigma sería un atributo especial cuando produce
en los demás, a modo de efecto, un descrédito amplio; a veces recibe también el
nombre de defecto, falla o desventaja. El término estigma será utilizado, pues para
hacer referencia a un atributo profundamente desacreditado; pero lo que en
realidad se necesita es un lenguaje de relaciones, no de atributos. (Goffman,
2006: 12-13).

CONCLUSIONES

(Conclusiones: dar cuenta a través de una reflexión grupal, de nuevos


interrogantes, de resignificación de los aportes de la Sociología General a su
formación académica y personal. )

BIBLIOGRAFIA
ANEXOS

( fotografias, recortes periodisticos, cuadros estadisticos, etc. (si fuera necesario). 

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