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alérgica e irritativa
Dr. Miguel Chavez Mancilla
UPAO
•Los términos “eccema” y “dermatitis” se emplean habitualmente como
sinónimos para definir un estado inflamatorio cutáneo, clínicamente
polimorfo, que varía desde el eritema y vesiculación en las fases agudas,
hasta la liquenificación,fisuración y sequedad, características de fases
más crónicas.
•La dermatitis de contacto (DC) hace referencia a la aparición de
patrones inflamatorios de dermatitis o eccema como respuesta a la
interacción con agentes externos, tanto por efecto irritativo directo, como
por la estimulación de una respuesta inmunomediada.
•La dermatitis de contacto es una condición inflamatoria de la piel
inducida por la exposición frente a un agente ambiental. Suele ser
alérgica en un 20% de los casos e irritativa en un 80%
aproximadamente. La morfología, gravedad y localización viene
determinada por la alergenicidad propia del alérgeno o el grado de
irritación, el lugar y nivel del contacto, la integridad de la piel
expuesta, el tiempo de exposición, la propia inmunocompetencia del
sujeto y las condiciones ambientales.
•Los datos acerca de la incidencia de la DIC son limitados, muchos
estudios no realizan una exhaustiva diferencia entre DIC y dermatitis
alérgica por contacto (DAC) y, en general, se refieren a investigaciones de
clínicas de contacto, casos de eccemas o estudios de enfermedad cutánea
ocupacional (ECO).
•Se considera que aproximadamente entre el 70 y el 80% de los casos de
dermatitis por contacto corresponden a DIC. Asimismo, DIC es
probablemente la dermatosis ocupacional más frecuente.
Dermatitis de contacto irritativa
•Un irritante es aquella sustancia que provoca daño en la piel
por acción directa a través de mecanismos constituidos por
mediadores liberados por células T activadas
“inespecíficamente”, no inmunes. Los factores que influyen en la
DIC son variados y engloban tanto los procedentes del medio
(humedad, temperatura, tipo de sustancia, etc.) como por parte
del individuo (localización anatómica, edad, sexo, etc.).
Etiología
•Los irritantes pueden ser de tipo químico, mecánico o biológico, pero
generalmente los trabajos publicados se refieren a sustancias químicas. La
incidencia de las DIC es muy alta, pero no puede concretarse, ya que muchos
casos no se recopilan, y de este modo se pierde una información de gran
valor epidemiológico. Las lesiones cutáneas que se producen por acción de
sustancias irritantes suelen localizarse en las manos, puesto que es la
manipulación de diversos productos, tanto en el medio doméstico como
laboral, la responsable de este tipo de patología.
•La patogénesis de la DCI y sus manifestaciones clínicas secundarias difieren radicalmente en
función de la duración del proceso.
•En las DCI agudas, el mecanismo patogénico se inicia mediante la penetración de la sustancia irritante a
través de la barrera, con posterior daño de los queratinocitos y producción de mediadores inflamatorios
como TNF-alfa, IL-6 y 1b, que potencian la expresión de moléculas de adhesión intercelular como el ICAM-
1. Todo ello conduce a una activación de las células T que puede persistir a pesar del cese del contacto con
el antígeno exógeno.
•En las fases crónicas de las DCI se produce una disrupción del estrato córneo por daño en su capa lipídica y
por pérdida de la cohesión de los corneocitos. Esto se traducirá en un aumento de la pérdida
transepidérmica de agua, aumento de la descamación y evolución a una fase eccematosa crónica.
Patología DIC
•Prueba epicutánea
•Cuando deseamos distinguir entre una dermatitis de contacto alérgica e irritativa, practicamos
habitualmente unas pruebas epicutáneas. La prueba epicutánea es un método bien establecido para
diagnosticar la dermatitis de contacto alérgica, que corresponde a una reacción de hipersensibilidad
retardada.
•Esta prueba pretende re exponer a los pacientes con historia sugestiva y clínica compatible de
dermatitis por contacto a los alérgenos sospechosos bajo unas condiciones controladas.
•De manera rutinaria se aplica una serie estándar compuesta por los alérgenos estandarizados más
frecuentes. Esta batería puede verse modificada cuando sea preciso. Cada alérgeno posee su
vehículo óptimo, siendo la vaselina el más utilizado.
•La colocación de los parches suele localizarse en la parte superior de la
espalda, procurando que estén bien adheridos y que permanezcan de este
modo durante 48 horas. Al cabo de este período de tiempo se retiran y se
señalan para poder evaluarlos pasadas 48 horas más. En ocasiones
especiales se debe realizar una lectura tardía al cabo de 7 días, como es el
caso de los corticoides. La batería estándar proporciona un amplio abanico
de detección de la posible alergia por contacto. Se considera que un 60% de
las alergias por contacto se detectan con su empleo.
Fotodermatitis de contacto
•En este tipo de reacciones, en la piel existe una interacción entre la sustancia química exógena con
la radiación lumínica. De igual modo que en la dermatitis de contacto, en este apartado puede
subdividirse la fotodermatitis de contacto en fototóxica (irritativa) y fotoalérgica.
•En la dermatitis fotoalérgica por contacto la reacción suele ser de tipo eccematoso, pasando por las
fases de eritema, edema, vesiculación y descamación. Acostumbra a ser muy pruriginosa y rebasar la
zona irradiada, permaneciendo durante varios días o semanas a pesar de eliminar el agente
fotosensibilizante.
•El estudio de este tipo de reactividad se realiza con la prueba del fotoparche, de modo similar a la
epicutánea clásica, pero con los alérgenos por duplicado, e irradiando con UVA uno de los grupos a
las 48 horas, mediante una dosis de 5-10 J/cm2
Tratamiento y protección
•El tratamiento óptimo de las dermatitis de contacto requiere la identificación del agente
causal y su eliminación del ambiente cercano al paciente. En el momento agudo, puede
tratarse al paciente con fomentos astringentes como el permanganato potásico 1/10.000,
corticoides tópicos en solución o crema, esteroides orales si el proceso es muy extenso o
intenso, fotoquimioterapia PUVA e inmunosupresores tópicos. Los antihistamínicos orales
poseen poco valor en el tratamiento, utilizándose principalmente para disminuir el prurito del
paciente.
•En los cuadros crónicos, pueden utilizarse corticoides en forma de pomada o ungüento,
reductores, y emolientes. En pacientes con eccema crónico de las manos se ha utilizado
tratamiento físico con UVB o con PUVA, siendo este último más eficaz.
•La protección de la piel en el lugar de trabajo consiste en la
administración de cremas barrera antes de iniciar la exposición, el uso de
limpiadores suaves y la aplicación de productos de cuidado post
exposición tales como emolientes y suavizantes.
•Los guantes protectores representan una recomendación altamente
indicada, pero, en ocasiones, pueden contribuir a incrementar el riesgo
de dermatitis por contacto. Debido a ello se aconseja el uso de nitrilo o
vinilo en los casos de precisar.