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IFDCC

HISTORIA DE LA EDUCAIÓN
Profesora Retamales Natalia
Integrantes: Romina Casanova, Belén Soto, Claudia Painenao, Paola Pagano, Katherine..

MUJERES EN LA EDUCACION. Género y docencia en Argentina: 1870-1930


Morgade-Bellucci.
Capítulo 1

Introducción.
Hasta la actualidad, en todo debate en torno al papel jugado por Sarmiento, aparece una constante repetición de argumentos que sirven para enaltecer lo o
denigrarlo. Su pensamiento fue definido como bricoleur: mezcla de ideas sin consistencia en su conjunto. Escribir su historia en sentido unidireccional es
querer diseñar un estereotipo que no concuerda con su naturaleza, ni respeta su idea de generar un mundo combinado de ideas.
Sarmiento denuncia el maltrato doméstico y la conducta patriarcal de los hombres en la vida conyugal, visualiza el surgimiento de la clase obrera fabril,
entiende el laicismo y la secularizada como corrientes abiertas que posibilitan y favorecen la elevación cultural de las mujeres, fomenta los arrebatos creativos
de ciertas damas porteñas, tiene amigas y mantiene con ellas un intenso diálogo a los largo de su carrera política, perfila la docencia como óptima salida
laboral femenina, y por último, contempla con una mirada Aguada los usos y costumbres de las damas de entonces. De hecho, reflexionar sobre la
discriminación en torno a las mujeres es también ponerse a la altura de las grandes cuestiones que asoman las sociedades modernas.
Pero también es su historia personal lo que estimula a Sarmiento a revelar y observar acontecimientos significativos del nuevo orden social. No resulta
sorprendente que la carencia de su vida (falta de capital económico, social y cultural) provoque en él una necesidad de repararlos en los otros aspectos, con un
estilo protector, patriarcal y filántropo. Es este proceso el que lo llevará a insistir en los avances de las mujeres y en las oportunidades que les otorgan a ellas.
Ello modelará un estilo no sexista de personalidad pública encarnada en su figura.
Situación internacional de la mujeres
Las primeras décadas del siglo pasado encuentran un importante contingente femenino que asumirá como propios los emblemas de libertad, igualdad y
fraternidad que estimulan la formulación del feminismo liberal. Las mujeres están familiarizadas con el manejo de ideas y debate intelectual con el
movimiento de las preciosistas, fenómeno europeo (francés) constituido por una élite de mujeres de excelencia espiritual. Apelarán al cultivo de la retórica
como arte intentando recuperar el don de la conversación. Surge entonces el concepto de “preciosas “preciosas ridículas" o “preciosistas” que denomina la
presencia de mujeres ilustradas en el mundo de la cultura.
A la largo del siglo XIX la modernidad provoca manifestaciones rupturistas en la lucha tanto de hombres como de mujeres. Saint Simón, Charles fourier y
Flora Tristán, Proudhon, Kropotkin y Blanqui, así como Marx y Engels, son los principales pensadores que proyectan una sociedad futura fundada en la
equidad humana. Ya para esta época había aparecido el Manifiesto comunista, uno de los principales efectos teórico-propagandísticos de los estallidos
populares producidos en toda Europa en 1848.
Ese año en New York se reúnen 300 mujeres y aprueban lo que podría considerarse como las bases de un nuevo enfoque sobre las relaciones humanas. Se trata
de la Declaración de Sentimientos. Sus doce puntos hablan de derechos civiles, de desigualdad jurídica entre los sexos y de la exclusión femenina de la vida
pública. También aparece La voz de la mujer -dirigido por Eugene Niboyet-, primer periódico de corte feminista en aquellos lares.
En esos momentos, las francesas se colocan a la vanguardia al participar en la revolución de 1848. Circulan en los clubes de mujeres o salones culturales
publican periódicos organizan cooperativas de trabajo, escuelas profesional y campañas que enfrentan la desigualdad política y social; sin soslayar su
participación en la Comuna de París, en 1871, el primer ensayo de gobierno de los trabajadores en la historia universal.
Mientras tanto, las inglesas logran importantes avances en el campo laboral, un progresivo incremento de su presencia en los sindicatos, y el desarrollo de las
campañas en defensa de sus derechos políticos.
Por otra parte, el movimiento feminista norteamericano brega por alcanzar condiciones de vidas igualitarias, tanto en los planos civiles y político como en el
familiar. Estas mujeres tendrán una participación relevante durante la lucha del movimiento abolicionista, en la guerra civil (1864-1866), en el surgimiento del
sufragismo organizado, también en el divorcio vincular y la igualdad de salarios.
Estos nuevos horizontes de libertad femenina influirán en la clarificación de ideas y necesidades de lucha de mujeres argentinas.
Permanece bajo la tutela de su padre hasta su casamiento o hasta los 22 años
Soltera Si trabajan, depositan su salario en manos de progenitor o tutor.

No pueden involucrarse en asuntos comerciales o legales sin consentimiento de


sus esposos.

Busca empleo (con expreso consentimiento de su esposo.)

Casada Si trabajan, depositan su salario en manos de su esposo.

Estructura familiar = impedidas de ejercer patria potestad sobre sus hijos, al menos que sea
1850 P viuda o abuela. En caso de segundo matrimonio, pierden sus derechos a la patria potestad
adquirida. Sujetas a sus maridos, quien decide su ocupación y sitio de residencia.

Oficios manuales: - Realizados en el hogar, de manera unipersonal o familiar.


P Estacionales: regulados por las estaciones del año, por ej. escarmenado y
ovillado de lanas.
Trabajo Femenino Ocasionales: Según da demanda de trabajo en el mercado. Ej. Venta de
productos elaborados manualmente, artesanales, bordados, pinturas.
(Negras, mulatas, criollas e indígenas) De dependencia: en casa de familias. Ej. Servicios domésticos, cama
Mujeres dentro, donde en muchos casos solo se les pagaba con techo y comida
Argentinas De tareas mixtas y superpuestas: actividades entre el campo y la ciudad.
de siglo XIX. 1870 Ingreso de la mujer a Inmigrante: compite con las nativas pobres: (+) eficiencia productiva; estilo de familias legales y

duraderas; alto reconocimiento social.

EPICENTRO
CONTEXTO:
BS.AS.
 Ingreso de masa masculina Atrae organizaciones de trata de blanca.

 Aumento de formas organizacionales más capitalistas.

EL
8 NUEVO ORDEN Profesionales ingreso a la Docencia. Vendedoras.
REDEFINIO LA 1880 Cajeras.
RELACIÓN
ESTADO/FAMILIA 1890 No Profesionales. Empleadas tercearizadas (talleres textiles, fábricas)
. Mano de obra no calificada=mujeres y niños x =.
CONTEXTO:
 Constantes luchas internas entre federales y unitarios, junto con G. Triple alianza.
 Aumento de viudas, madres solteras, huérfanos y niños en situación de abandono.
 Falta de un Estado regulador de conflictos sociales, de unidad territorial, carencia de un desarrollo moderno en la economía, y dominio de juegos políticos de la
democracia liberal.
Ingreso de las mujeres a ámbitos masculinos en argentina.

En el transcurso del S XIX se evidencia en la aldea porteña la irrupción de un grupo de mujeres en la palabra escrita a través del periodismo y la literatura, el epistolario y
los diarios íntimos.
Esta movida cultural es propia al espíritu de los feminismos liberales de la época, aunque se manifiesta más tibia que al de Europa.
Estás mujeres disponen de un Rango social y cultural más elevado que el resto, con cierto grado de instrucción envían artículos a los periódicos exaltando el rol tradicional
de las mujeres: el ser esposa, madre y administradora del hogar, también lo hacen con publicaciones para señalar la educación como medio de elevación de la mujer.
Este grupo de mujeres de la aristocracia porteña que se lanza a la escritura pública lo hace en secreto, ocultando su identidad y utilizando seudónimos para sus firmas.
Algunas de ellas fueron:
Mariquita Sánchez, Rosa Guerra, Juana Manso, Petrona Rosende, Mercedes de Rosas, Juana Manuela Gorritti, Eduarda Mansilla, ellas provienen de un sector social
acomodado. Su situación de clase les permite incursionar en la escritura a través de la cual le dan sentido y testimonian la vida cultural y cotidiana de su comunidad,
además de dar cuenta de su propia condición de sometimiento.
Algunas manifestaciones periodísticas de un número reducido de escritoras argentinas a partir de 1830 fueron:
La Argentina (1830) Petrona Rosende y Rosa Guerra
La Aljaba (1830) Petrona Rosende
Misceláneas de Damas (1831)
La Camelia (1852) Rosa Guerra
Álbum de Señoritas (1854) Juana Manso.
Estás responden más a inquietudes individuales de estas mujeres que a una sociedad democratizada y comprensiva con necesidad de integración.

Mujeres Innovadoras del ámbito público que rodean a Sarmiento

Sarmiento supo comprender la fuerza activa de las mujeres, como ningún otro hombre público en la historia de la Argentina, así también pudo ver con nitidez
la estrecha relación que existe entre el avance de una sociedad y el lugar que ocupan las mujeres en ellas. Diciendo “puede juzgarse el grado de civilización de
un pueblo, por la posición social de las mujeres”.
Desde su perspectiva inquieta y novedosa, sarmiento se percata de la necesidad de la participación de las mujeres en el proyecto educativo de la época. Esto lo
intuye en su estadía en Estados Unidos, al percibir el clima de inserción y reivindicación de los derechos femeninos en relación al saber y con el mundo del
trabajo. La decisión gubernamental de implementar políticas públicas educativas tuvo una respuesta favorable, que integraran un amplio movimiento conocido
como normalistas.
Sin embargo, en argentina la feminización de la docencia primaria se produce de forma acelerada a fines del siglo pasado y durante la primera década del
presente. La realidad para sarmiento era que la escuela pública y el ejercicio del magisterio con ideas pedagógicas modernas se convertirían en herramientas
más apropiadas para superar el papel pasivo tradicional de las mujeres como para brindar educación a las masas bárbaras y nacionalizar a los extranjeros
inmigrantes.
No logran reparar el desenvolvimiento de las luchas feministas por la obtención del derecho al voto en el país, ya que en cierto horizonte mental no existen
situaciones de marginalidad femenina ni de desigualdad entre ambos sexos.
En el transcurso de su quehacer político, Sarmiento se rodea de precursoras aisladas e independientes, quienes debieron sortear distintos tipos de dificultades
para ser reconocidas y respetadas: Mariquita Sánchez, Juana Manso, Aurelia Vélez, Mary Mann, 65 maestras y un grupo de pintoras sanjuaninas. Estas
representaban un modelo alternativo femenino que no encuadra con la época y que no pertenecen a ningún movimiento. Sin embargo, es Sarmiento con su
accionar, funcionando como un disparador e impulsa esta movilidad creativa femenina, siendo así en algún punto convergente de todas ellas.
Al salir del mundo doméstico y luchar por una profesión, trasladarse del país de origen a otro totalmente desconocido, modelan un estilo innovador y
transgresor de mujer. Hablamos entonces de Mariquita Sánchez y de Juana Manso, la educación y la literatura. Sus voces esgrimen ideales de igualdad y
emancipación.
En los albores de la gestión de Bernardino Rivadavia, Marquita se vincula con la Sociedad de Beneficencia que opera como un especio libre para la
participación femenina acorde al momento histórico: sus responsabilidades serán: dirigir e inspeccionar las escuelas de niñas (la casa de expósitos, hospital y
cárcel de mujeres, el colegio de huérfanos y todo establecimiento de mujeres).
Sus principales acciones se centran en fundar establecimientos educacionales y también impulsar el sistema mixto de la enseñanza pública. La educación no va
más allá de la capacitación de las mujeres en sus tareas relacionadas a la unidad doméstica. Es influida por la Iglesia Católica, no fomenta la práctica de
novedosos métodos de aprendizaje ni la incorporación de nuevos contenidos de educación.
Una carta de Marquita dirigida a Sarmiento da cuenta de la guerra destacada. Ella define “el estilo innovador como una preciosa ingenuidad de su parte” ya
que cuando el fue el encargado de la Escuela Modelo hubo un amplio abandono estudiantil mientras que en la Sociedad de Beneficencia no paso lo mismo.
Juana Manso, es una de las primeras voces feministas que se oyen en el país a mitad del siglo XIX. Desde los primeros números establece el objetivo de la
“emancipación de la mujer para conquistar el pleno goce de todos sus derechos que el brutal egoísmo de los hombres le roba y de que una vez por todos estos
deberán dejar de considerarlas como de su propiedad. En 1853 decide regresar a Argentina, trayendo una gran experiencia docente y de lucha por los derechos
femeninos.
Alrededor de los 1858, el poeta José Mármol, es quien la presenta a Sarmiento, en donde ambos se retroalimentan. Sarmiento genera una experiencia novedosa
en materia educativa oficial: la escuela mixta y en 1859, Manso acepta el desafío y dirige un establecimiento público con características de escuelas mixtas, sin
embargo, no persiste por mucho tiempo.
Juana manso es acusada a términos injuriosos por sus posiciones vanguardistas en el campo educativo y, sobre todo, por su visión emancipadora de la mujer.
No es aventurado señalar que es la primera mujer que asume en la Argentina un cargo púbico.
Aurelia Vélez, hija de Dalmasio Vélez, poseía una notable inteligencia y un amplio conocimiento poco comunes en las mujeres de la época. Ella simboliza un
estilo atípico de la sociedad porteña del siglo pasado. Su sólida formación cultural le permite moverse con suma fluidez en los vínculos vanguardistas de la
época que, naturalmente, se circunscriben al mundo masculino.
De la historia de vida de Rosa Pavlosky es interesante destacar su decisión irreversible de venir a trabajar a un país aun sumergido en luchas internas. Así
también como la confianza depositada por Sarmiento, en una mujer joven para que cumpla la tamaña empresa de cubrir una epidemia.
Mary Peabody de Mann, en 1847 Sarmiento quien se encuentra en Estados Unidos comisionado por el gobierno de Chile, para estudiar nuevos métodos de la
enseñanza primaria. Desde 1836 se ha establecido la instrucción pública y gratuita, merced a la iniciativa del pedagogo Horace Mann, quien introduce a la
misma en la enseñanza y funda la primera escuela normal en América. Ambos educadores se conocen y estrechan una sólida relación personal.
En 1865 Horacio Mann muere, pero vive su mujer, una intelectual muy activa que se propone continuar con la obra de su marido. Mary de Mann proviene de
una familia acomodada y con una vasta ilustración lo cual le permite moverse con naturalidad en ambientes intelectuales masculinos.
La hermana de la señora Mann es Elisabeth Peabody, una educadora consustanciada con el sistema preescolar. Juntas fundan un grupo feminista que lucha por
conquistar la paridad política entre ambos sexos.
Las pedagogas inmigrantes como Virginia, Michigan, Indiana, Missouri, entre otras, serán las más aptas para integrarse al sistema educativo local.
Sarmiento quedo convencido de que las escuelas públicas gratuitas sostenidas por el gobierno transformarían a Argentina en una nación prospera y civilizada.
Estas comprendían desde Jardines de Infantes hasta la educación secundaria y maestros que tuvieran la preparación de las escuelas normales.
Sarmiento lucho contra una oposición fuerte por parte de la clase inmigrante, para implementar una educación laica, popular y gratuita. Esta lucha es apoyada
por tres mujeres, Juana Manso, y dos norteamericanas, Mary de Mann y la botánica Kate Newall de Doggett.
Pese a lo que significa ser maestra en Estados Unidos y el dominio protagónico que este país tiene en el panorama educativo internacional, la selección
definitiva es muy estricta y está a cargo del mismo Sarmiento. El impone ciertos requisitos como el ser maestra normal, poseer una experiencia acumulada en
la enseñanza, proceder de buena familia, ser joven atractiva y desafiante, y en lo posible que tengan un parecido físico entre ellas.
Ingresan a una sociedad con tradición católica e hispana que resiste el arribo de la población extranjera con diferentes costumbres y asume posiciones
ambiguas frente al estilo que ellas representan. El Obispo de Córdoba que, desde la llegada de las maestras a Argentina, decide excluir a todo niño que
concurriera a escuelas dirigidas por protestantes. De 150 solo quedaron 50 alumnos.
En realidad, se resiste en contra de las docentes norteamericanas. Cabe suponer que él había previsto cierto roce entre la población criolla y estas mujeres.
Puede suponerse que estas medidas habrán sido tomadas por deliberación, para contrarrestar la influencia de la iglesia sobre la enseñanza y en especial sobre la
educación de las mujeres.
Sarmiento cuestiona las congregaciones católicas que toman es sus manos la responsabilidad de la instrucción femenina. Diciendo que “Enseñar a leer,
escribir. Contar, Geografia es hoy función del Estado, Cuidar enfermos o ejercer la caridad en cualquier otra forma no es función del Estado, es un acto de
caridad cristiana.
La visión novedosa de Sarmiento sobre la problemática femenina:

1) Denuncia el maltrato doméstico hacia las mujeres: cuestiona las formas patriarcales del mundo familiar de entonces.
2) Acerca del surgimiento de la obrera fabril: su viaje por Europa y Estados Unidos en 1845, le permite descubrir la participación femenina en estas sociedades
modernas, en especial su ingreso al mundo fabril. Si bien el proceso de desarrollo industrial en Argentina a partir de 1870 se encuentra en un estado embrionario,
los conceptos morales de la época aluden a un clima pernicioso en la fábrica, que corrompe a los sujetos. El censo municipal de Buenos Aires de 1887 refuerza lo
expresado relatando que los hijos del país, es su mayoría, miran con desprecio el trabajo en la industria, Sarmiento por supuesto, no escapa a esta regla
generalizada de desconfianza y temor el trabajo mecanizado.
Por otra parte, el ingreso de la máquina de coser en Argentina, en 1853, produce un rechazo mayoritario de nuestras costureras por temor de que peligre su
fuente laboral. La competencia desigual entre la producción manual y la mecanizada genera una franja de desocupación ostensible.
Sarmiento intenta proyectar guarderías para el cuidado de niños, mientras sus madres trabajan en las fábricas.
3) Ausencia y participación de las mujeres en la sociedad: las reflexiones sarmientinas en torno de la ausencia y relegamiento de las mujeres son producto de su
aguda observación de la realidad, ya que estas cuestiones no son frecuentes aun en los salones y corillos de los medios intelectuales hacia 1840.
En el periódico El Progreso, de 1842, en pleno exilio chileno, escribe un artículo denominado “Al oído de las lectoras”, que con ingenio critico desnuda los
privilegios de los hombres en una sociedad hecha por y para hombres.
4) Protección y ayuda a las mujeres innovadoras: con su estilo omnipotente, toda personalidad femenina ingeniosa que se cruza por su camino es promovida. Así,
atento a los avances de las mujeres, alienta a nuestras luchadoras. La escritora Eduarda Mansilla es un claro ejemplo, sus cuentos y artículos periodísticos son
elogiados, en forma desinteresada por Sarmiento.
5) Su observación sobre usos y costumbres de las mujeres de la época: a lo largo de su vida pública, ya sea como escritor o periodista- Sarmiento se presenta a los
ojos de sus lectores, con sus detalladas observaciones, como un excelente retratista de costumbres colectivas.
La libertad y el manejo sin ataduras de las estadounidenses lo marcan decididamente para estimular a nuestras mujeres a que imiten estos dignos ejemplos. Verlas
trabajar, estudiar, luchar por sus derechos y franquear las vallas morales de la pacatería social, es un placer para Sarmiento.
Un detalle que Sarmiento no pasa por alto es la modificación de las costumbres en las vestimentas femeninas, frente a la salida de las mujeres del mundo
domestico para incorporarse a otras esferas públicas. Manejarse con soltura en la gimnasia y en otras prácticas físicas les permite a las norteamericanas incorporar
el uso de los pantalones.

Conclusión: de la misma manera en que existe una falta de reconocimiento social sobre la participación de las mujeres en los procesos históricos social, se silencia
la visión esclarecida de Sarmiento en torno de las grandes cuestiones femeninas de su época. Para la historia oficial, solamente son rescatables aquellas mujeres
excepcionales y las otras, carentes de acción y de palabra, que sirvieran de apuntalamiento a las epopeyas masculinas.
La promulgación de la ley 1420, en 1884 aseguro tanto a hombres como a mujeres el acceso a la educación primaria, gratuita, laica, popular y obligatoria,
constituyéndose en el triunfo de las preocupaciones democráticas que Sarmiento perfilo para la enseñanza Argentina.
Después de una relectura de su correspondencia y discursos realizados desde una visión no androcéntrica de la historia, se pueden plantear algunas proposiciones
tentativas, a saber:
1) A la discriminación femenina, Sarmiento respondió con la instrucción primaria y con la carrera de maestras; ambas surgen como salida educativa y laboral. A
las mujeres de los sectores populares les brindo la posibilidad de alfabetizarse y a aquellas de las clases medias, ingresar al mercado de trabajo, mediante la
docencia.
2) Este avance educativo y laboral de las mujeres de antaño, posiblemente permitió a las actuales llegar a ocupar los espacios de reconocimiento que hoy
sustentan.

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