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Planteamiento del problema

Antecedentes.

Es indispensable iniciar desde la cuestión fundamental de ¿Qué es familia? Y se puede

definir primero en un sentido lingüístico como “grupo de personas emparentadas entre sí que

viven juntas.” Real Academia Española, (2014) Diccionario de la Lengua Española,

https://dle.rae.es/familia

Segundo en sentido social según la Declaración Universal de los Derechos Humanos “la

familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la

sociedad y del Estado” Naciones Unidas, (s.f.) La Declaración Universal de Derechos Humanos,

https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights

Definiciones actuales que nos dan la base para iniciar a indagar sobre las dinámicas de las

agrupaciones familiares.

Entrando en un contexto histórico Gonzalvo Aizpuru menciona que “cuando los cronistas

se referían a la vida familiar en Mesoamérica era frecuente la mención de la "parentela", término

algo ambiguo en el que quedaban incorporados parientes consanguíneos o políticos e incluso

allegados sin lazos familiares reconocidos, ya fueran o no corresidentes.” Gonzalbo-Aizpuru,

(2011) La familia en México en la época colonial, H Mexico,

http://www.h-mexico.unam.mx/node/6550

definición de familia se ha transformado con los cambios históricos que ha sufrido el

país, iniciando con la familia prehispánica que según documentos provenientes de Tenochtitlán

del siglo XVI, encontrados en el Archivo General de la Nación de México, se referían a familia

como asociaciones residenciales llamadas compounds que consistía en varias familias nucleares
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emparentadas, en donde el jefe de familia procuraba traer a sus yernos para colaborar en las

actividades agrícolas, que servían como medio para pagar el tributo, dando a la familia un

sentido económico y de participación activa en la sociedad. El sentido de pertenecía o

monogamia no estaba presente en estas comunidades por lo que las mujeres eran tomadas por el

líder de la comunidad, lo que ocasionó molestia a los varones que pertenecían a la tribu,

ocasionando conflicto incluso guerras aunado a estos primeros conflictos patriarcales, la

necesidad de la subsistencia familiar dio lugar a la división del trabajo de acuerdo al sexo, las

mujeres realizaban el trabajo textil que les permitía estar pendientes del hogar y así poder

realizar todas las tareas relacionadas al mismo; los hombres desempañaban el agrícola, sin

embargo ambos padres participaban en la crianza y educación de los hijos, sentando así las bases

la monogamia.

En el año 1521, con la llegada de los españoles y la caída de Tenochtitlan, las familias

adoptaron a través de la evangelización el modelo cristiano de “La Sagrada Familia”. Integrada

solamente por padre, madre e hijos, rompiendo así con la tradicional comunidad económica,

propiciando también la propiedad privada.

La Revolución Industrial en 1870 produjo un cambio familiar importante, pues el hombre

mexicano de clase media ya no se dedicaba a las actividades del campo, realizaba un trabajo más

profesional, lo que le generó para él un rol de autoritarismo y poder en la familia, pues la mujer

era sometida a las actividades domésticas y el cuidado de los hijos.

Limitando en ella su participación en la economía y a él en la crianza.

Esta época marco las bases de la familia tradicional mexicana que en la actualidad se

intenta preservar principalmente por las instituciones católicas.


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Fue hasta el año de 1948 que la Declaración Universal de los Derechos Humanos, definió

que “La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la

protección de la sociedad y del Estado.” Art. 16 p.3.

González Pérez, M. A., (2017). LA FAMILIA MEXICANA: SU TRAYECTORIA

HASTA LA POSMODERNIDAD. CRISIS Y CAMBIO SOCIAL.

Psicología Iberoamericana, 25(1), 21-29.

OBJETIVO.

Analizar los cambios en las familias mexicanas del siglo XVI al siglo XIX. Es

interesante encontrar las motivaciones del pueblo mexicano para adoptar el colonialismo y dejar

de lado sus dinámicas familiares y permitir un nuevo régimen familiar basado en su

sometimiento a la iglesia.

Describir los retos de la crianza y educación de los hijos mientras los padres se

desarrollan laboralmente. Desde el inicio de la historia de México hasta la actualidad, la familia

ha sido el elemento indispensable para el desarrollo de las personas, dentro de ella los individuos

más vulnerables son los niños y ancianos ya que su sobrevivencia depende al cien por ciento de

otro integrante de la familia con mayor fuerza e ingresos económicos que los provea de alimento,

higiene, ropa, educación, cuidados médicos y emocionales. Por tanto es fundamental saber cómo

esta evolución familiar ha permeado o beneficiado a la sociedad mexicana.

Examinar la legislación mexicana, reformas que beneficiaron o perjudicaron el desarrollo

integral de las familias. El derecho mexicano tardo muchos años en legislar los derechos
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laborales, durante el colonialismo se evidenciaron la pobreza y desigualdad de clases sociales,

siendo la clase obrera y agrícola quienes sufrieron esta falta de derechos.

JUSTIFICACION.

Las familias mexicanas en la actualidad están conformadas de manera diversa. Según los

resultados de la Encuesta Nacional de los Hogares (ENH), INEGI 2017. El 53.8% de los

hogares mexicanos son biparentales, 18.0 % monoparentales y el 28.1% están compuestos por

otra combinación familiar, ya sea abuelos o tíos a cargo de la educación y subsistencia de los

menores de edad, entre otras situaciones.

Tanto los hogares monoparentales y los compuestos presentan dificultades económicas,

emocionales, psicológicas y académicas. Por tanto es necesario comprender ¿Cómo llegaron las

familias mexicanas a esta desorganización? ¿El Estado ha procurado la protección del núcleo de

la sociedad? Y ¿Cuáles han sido las consecuencias de estos cambios?

MARCO TEORICO.

Edith Couturier en su publicación “La mujer y la familia en el México del siglo XVIII:

legislación y práctica” narra la dinámica económica y familiar de algunas mujeres de clase alta, a

quienes en razón de la moral y el mandato de sometimiento al varón ya fuera padre o esposo, se

les prohibía tomar posesión de herencias y dotes. Couturier señala que los primeros registros de

un derecho patrimonial en las mujeres están asentados en cartas notariales. Las mujeres de la

época encontraban tranquilidad al saber que su esposo tomaría todas las decisiones, lo que les

permitiría a ellas disfrutar de su rol de cuidadoras. La escritora destaca a varias mujeres viudas
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de la época a quienes al no tener esposo se les reconocía patrimonio, propiedad y actividades

laborales; sin embargo al momento de iniciar un nuevo matrimonio, la dinámica familiar volvía a

lo tradicional, el hombre debía tomar el control de la economía, salir a trabajar y encomendar las

tareas del hogar exclusivamente a la nueva esposa. Destaca a las viudas acaudaladas como

mujeres privilegiadas quienes no deseaban ser proveedoras y cuidadoras, si no que las

circunstancias las obligaron a tomar ambos roles; muchas de ellas prepararon a sus hijos varones

para que tomaran las decisiones como “hombre de la casa” para así ellas continuar en sus labores

del hogar.

Dirección de Estudios Históricos, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Revistas

Históricas. Edith Couturier

“La mujer y la familia en el México del siglo XVIII: legislación y práctica”

Las circunstancias familiares cambiaron a medida que los matrimonios dejaron de ser

arreglados entre familias y los varones elegían por afecto a su esposa y no por conveniencia

económica; esta nueva dinámica en las familias tuvo como consecuencia la desaparición del dote

haciendo evidente la disminución de los recursos patrimoniales de las nuevas familias,

acentuando los niveles de pobreza en el nuevo México Colonial.

No obstante el desarrollo industrial favoreció a estas nuevas relaciones familiares,

hombres y mujeres eran contratados por empresas nacientes, ya sea en trabajos industriales o

agrícolas.
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En la razón de concepto anterior, se puede resaltar la expresión del ex gobernador de

Durango Pastor Roaux, quien de su infancia y adolescencia recuerda y escribe:

“También supe entonces que el peón indígena que trabajaba entonces en las haciendas

entonaba el canto de «El Alabado» a las cuatro de la mañana, como el toque de diana que

marcaba la hora de su salida al campo para comenzar el trabajo que regresaba al caer la tarde,

jornada de catorce horas que era retribuida con un mísero jornal.”

(Citado por Jorge Madrazo, en el libro La Constitución Mexicana de 1917. Ideólogos, el

núcleo fundador y otros constituyentes, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la

Universidad Autónoma de México).

El sentido de justicia social que manifiesta Roux en sus autobiografías nace de su trabajo

como topógrafo, al estar tan cercano a las comunidades agrícolas observa las desigualdades

sociales y la explotación que obliga a las familias mexicanas a descuidar la crianza de los hijos

en búsqueda del sustento, pues las hijas alimentan a los hermanos menores, mientras que los

hijos varones son motivados por su padre a salir del hogar a trabajar a muy tempana edad.

Estas circunstancias de los inicios del siglo XIX fundamentaron el derecho laboral

mexicano, la búsqueda de bienestar familiar y seguridad; un salario digno y el derecho al

desarrollo familiar sentaron las bases del actual artículo 123 constitucional.

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