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1.1.

Teorías relacionadas al tema


1.1.1. Génesis del concepto de inteligencia emocional
Evolución del constructo
En concordancia por lo señalado por Sánchez (2012) la génesis de este constructo posee
una elevada carga cultural. Especialmente en los países occidentales, se ha vinculado la
inteligencia con competencias de orientación intelectual. Esta categoría ha evolucionado
progresivamente existiendo una dispersión conceptual muy acusada en la actualidad.
De ello se colige que engloba un conglomerado de dimensiones y habilidades
vinculadas con la creatividad y la personalidad. Las diversos descubrimientos en el campo
de la neuropsicología este campo exigen una reconceptualización multidimensional y
holística del referido constructo.

Gardner (1993) se constituye en el precursor de ampliar el alcance de la inteligencia al


nivel emocional, en función a sus sustentos teoréticos expuestos en el libro
estructuras de la mente, enfatizando en el hecho que si bien no existe evidencia para
establecer correlaciones entre dichas inteligencias, se admite que están
interconectadas, incluyendo no solo inteligencias racionales sino también sociales y
afectivas, que comprenden a los sentimientos, emociones y pasiones.

Lo señalado anteriormente, se refrenda por lo establecido por Carter (1998), quien a


partir de experimentos para registrar las acciones cerebrales mediante la captura e
imágenes, realizadas en los últimos años, establece que se está corroborando la
naturaleza modular de la mente; es decir que funciona por “módulos” o “partes”,
reforzando la tesis que si bien son interdependientes bajo determinadas situaciones,
evidencian un marcado índice de independencia.

Es importante precisar que Goleman (2005) refuta la tradicional primacía del


coeficiente de desarrollo intelectual, para clasificar a las personas como exitosas o
talentosas, puesto que existe mucha evidencia que permite establecer que existen
otras capacidades como la autoconciencia, la autorregulación o un conjunto de
aptitudes sociales que permiten explicar potencialmente no solo el éxito personal
sino que incluso pueden arrojar medidas cuantificables para medir la felicidad o
madurez emocional.

Definición de inteligencia emocional


Existe una marcada polisemia del constructo de inteligencia emocional, dependiendo del
paradigma que subyaga a su configuración teórica. La revisión de literatura científica
permite establecer que muchas definiciones coinciden en conceptualizarla como una
capacidad humana de manejo o gestión de información con sustrato emocional con
exactitud y eficacia, comprendiendo fundamentalmente las capacidades para percibir,
gestionar y regular las emociones. De lo postulado, según Mehrabian (1996) la
inteligencia emocional comporta las competencias que se puntualizan luego:
- Percepción de la ocurrencia de manifestaciones emocionales internas y de los demás
personas.
- Tomar parte activa para fortalecer vínculos interpersonales manifestando consideración
y respeto.
- Trabajar y adaptarse a diferentes ámbitos con una estabilidad emocional.
- Armonizar adecuadamente diferente tipos de actividades para obtener un equilibrio
emocional.
- Capacidad autorregulativa de carácter emocional de uno mismo y de reaccionar
convenientemente a los estímulos del contexto.

Asimismo, Bar-On (1997) incide en precisar el rasgo multidimensional del mencionado


constructo que son indispensables para enfrentar y afrontar los desafíos de la vida
real, sobre todo para obtener resultados exitosos

Finalmente debemos citar a Goleman (1998) quien define el constructo de inteligencia


emocional como aquella capacidad humana que nos permite ser plenamente
conscientes de nuestro mundo sentimental y poseer la automotivación para ampliar
y fortalecer el caudal de relaciones interpersonales”.

1.1.2. La inteligencia emocional y las emociones


Las emociones
a. Definición de emoción
En base a los indicado por Bisquerra (2002), las emociones constituyen respuestas
reactivas al influjo del entorno. La intensidad con la que manifiesta la reacción
depende en gran medida de las evaluaciones subjetivas que realizamos acerca del
impacto que la información recibida va a originar en nuestra percepción de equilibrio o
bienestar. Los juicios realizados con una marcada impronta subjetiva explican entonces
la relación entre rango de importancia de la información e intensidad de la emoción, lo
cual a su vez explica la gama de trastornos emocionales ante una débil respuesta a
emociones muy intensas, las cuales terminan desbordando un estado de bienestar
equilibrado.

b. Elementos constitutivos de la emoción


Destacan fundamentalmente los siguientes:
- Manifestación vívida y experiencial que el ser humano siente ante esa situación.
- Manifestación reactiva
- La manifestación expresiva de las emociones.
- Un evento desencadenante de emociones.
- Sensibilidad ante acciones o eventos desencadenantes con la capacidad perceptiva y
reactiva al estímulo.
- La capacidad interpretativa al evento a través de sistemas simbólicos,
especialmente del lenguaje hablado o escrito. (Bisquerra , 2002)

El cerebro emocional
a) El desarrollo del cerebro
Es importante precisar las implicancias de las emociones en la inteligencia racional, lo
cual puede establecerse a partir de la manera cómo ha evolucionado desde nuestros
antecesores más primigenios.
De acuerdo a Goleman (2005) desde los primates no humanos y a lo largo de un
prolongado periodo temporal el cerebro ha sufrido un desarrollo de zonas
inferiores a regiones superiores; es decir su progreso evolutivo ha sido constante e
invariablemente hacia la parte superior de la cabeza, lo que explica que la evolución
y especialización de los centros superiores proceden de estructuras básicas o
inferiores.
Los descubrimientos científicos en este campo permiten sostener que el tallo
encefálico ejerce un control pleno de los esquemas y funciones básicas vitales, para
garantizar un adecuado funcionamiento de nuestro cuerpo y la supervivencia de los
individuos.

Es importante señalar que todas las especies animales, incluso las que poseen un
elemental sistema nerviosos poseen el tallo encefálico la medula espinal, el cual
opera como el cerebro más rudimentario encargado de controlar las funciones básicas
que aseguran la vida. A partir de este cerebro conocido como tallo encefálico, surgió
un cerebro más evolucionado a lo largo de un periodo que comprendió millones de
años llamado cerebro racional o neo córtex, representando un desarrollo cualitativo
del desarrollo cerebral, gestor del vínculo entre los procesos de pensar y sentir.

Goleman (2005) enfatiza en la importancia del lóbulo olfatorio, puesto que constituyo
el sentido que se desarrolló más rápido en comparación con los demás sentidos,
implicando dicha evolución una condición fundamental para asegurar la
supervivencia. Sin embargo, evolucionaron los estratos cerebrales para recubrir al
tallo encefálico, generando el sistema límbico que en esencia alojan los mecanismos
de respuestas cerebrales de carácter emocional. En ese proceso evolutivo se logró
desarrollar el neo córtex que nos caracteriza como una especie altamente
evolucionada y cultural.

El neocórtex no sólo amplifica la evolución emocional sino que genera un red


sumamente compleja de conexiones con el sistema límbico, potenciando el desarrollo
emocional; sin embargo y aunque parezca paradójico no toma el control emocional
pleno del ser humano, puesto que en circunstancias altamente complicadas es el
sistema límbico el cual asume el control emocional.

b) Estructura del cerebro emocional


Los primeros estudios acerca del cerebro emocional lo encontramos en las
investigaciones de Sperry y MacLean (1981), quienes determinaron a partir de sendos
descubrimientos la incidencia de ambos hemisferios cerebrales en el progreso
inteligible. Un estudio concomitante lo constituye el de MacLean (1980), quien
determino que el cerebro está constituido por tres componentes completamente
diferenciados: neocortical, límbico y reptil. Cabe señalar que los mencionados sistemas
son física y químicamente diferentes, pero que se encuentran imbricados configurando
el denominado cerebro triuno, destacando el hecho que en la región límbica se gestan
las emociones.

Goleman (2005) ha logrado descubrir que el flujo entre el neocórtex y el órgano de la


amígdala desencadenan la aparición de las emociones así como de los sentimientos.
Explica inclusive la velocidad de la respuesta que procede de la amígdala en lo referido
a la manifestación emocional, la cual es más rápida que la respuesta racional y que
justificaría las respuesta erráticas ante situaciones donde debe prevalecer el equilibrio
o autocontrol

c) La amígdala es el núcleo del cerebro que genera las emociones


Un rasgo distintivo de los seres humanos en su desarrollo evolutivo, lo constituye la
mayor proporción del tamaño de la amígdala, la cual en realidad se divide en dos
regiones amigdalares, localizadas en la parte superior del tallo encefálico.

Los hallazgos científicos permiten sostener que la amígdala así como el hipocampo
son los dos elementos que constituyeron el incipiente cerebro olfativo y que tras
una secuencia de episodios evolutivos genero las estructura altamente complejas y
especializadas denominadas córtex y neo córtex. Con respecto a la amígdala se ha
descubierto que es un regulador de carácter emocional y que además como
componente de la estructura cerebral límbica forma parte activa en los procesos
psicológicos de la memoria y también del aprendizaje.
Sin embargo otro hallazgo científico vinculado con la amígdala ha permitido establecer
que desarrolla funciones a nivel del plano afectivo y también pasional.
Experimentos realizados en la especie animal (mamíferos) han permitido arribar a la
conclusión que procedimientos de extracción o de seccionamiento de la amígdala a
través de procedimientos médicos, han ocasionado respuestas nulas al miedo e
incluso a la ira, lo cual lógicamente origino que las funciones de competencia así
como de actuaciones de cooperación dentro de una estructura social sean irritas y
más concretamente ausentes.(Goleman, 2005)

d) Relación amigdalar y neocórtico para desarrollar la inteligencio emocional


Es bueno precisar que aun cuando el estudio científico del cerebro y de sus
componentes constitutivas es relativamente reciente, se ha avanzado rápidamente a
nivel cualitativo en desentrañar las funciones por el realizadas, destacando el rol
sumamente importante que cumple la amígdala en los sentimientos caracterizados
por un elevado grado de impulsividad y que consecuentemente superan la
capacidad de respuestas racionales. Al respecto, en situaciones de mucha tensión
sentimental, la amígdala activa la función de auscultamiento de las percepciones para
detectar algún indicio de amenaza. Es así que, la amígdala asume un rol protagónico
como vigía de la vida mental. (Goleman, 2005)

En concomitancia con lo señalado anteriormente, la amígdala constituye una especie de


sensor sumamente especializado para estar siempre atentos ante cualquier amenaza
o posibilidad de peligro, articulando procesos que involucran acciones locomotoras y
hormonales para generar acciones de enfrentamiento o en caso contrario de
carácter escapista; incluso es capaz de alterar los niveles de secreción de la
noradrenalina para irrigar y permitir que determinadas regiones del cerebro
potencien su capacidad de rspuesta y atención ante la amenaza , optimizando el
papel desempeñado por los órganos sensoriales .

Es tan compleja la secuencia de acciones llevadas a cabo en la memoria de carácter


cortical que incluso permiten controlar roles atribuidos esencialmente a las funciones
del pensamiento, proveyendo de información y de evocación de comportamientos y
respuestas ya aprendidas, que puedan utilizarse en situaciones de emergencia, lo
cual permite establecer no solo la íntima relación entre los procesos emocionales y
racionales. (Goleman, 2005)

1.1.3. Clasificación de modelos que explican la inteligencia emocional


Coexisten en la actualidad diversas taxonomías, sin embargo destacan por la solidez de su
soporte teórico las siguientes clasificaciones.

a) Modelos de orientación mixta.


Encontramos fundamentalmente dos modelos que han emergido hace tres décadas y que
se caracterizan por la robustez de su consistencia teorética. Goleman en el año de 1995
fundamento la evolución emocional mediante los rasgos de personalidad, mientras que
Bar – On dos años más tarde vinculaba a dicho desarrollo en base a la capacidad de
controlar los impulsos, insertándose en ambos modelos funciones psicológicas reguladores
como la destreza en el manejo de habilidades sociales y de dominio del estrés, por citar
algunas.

Propuesta modélica de Goleman.


Este investigador, advierte que no solo existe el cociente racional sino también admite la
existencia de un Cociente Emocional (CE), el cual no entra en conflicto con el Cociente
Intelectual (CI) clásico sino que ambos son complementarios. Enfatiza que este rango de
complementriedad se puede advertir en las correlaciones existentes entre los diferentes
niveles de desarrollo de ambas formas de inteligencia. Con relación a los componentes
que constituyen los elementos constitutivos esenciales de la inteligencia emocional, de
acuerdo a lo estipulado por Goleman (1995) se plasman en:

Modelo de Bar-On.
Este modelo también engloba un carácter multidimensional: engloba dimensiones
vinculadas con las inteligencias personales, así como dimensiones anímicas y de
adaptación. Un rasgo esencial de esta propuesta radica en su capacidad de feedback,
permitiendo reformulaciones y mejoras permanentes.

Dimensión intrapersonal:
- Comprensión emocional de sí mismo: habilidad para comprender sentimientos y
emociones, diferenciarlos y, conocer el porqué de los mismos.
- Asertividad: habilidad para expresar sentimientos, creencias, sin dañar los sentimientos de
los demás y, defender nuestros derechos de una manera no destructiva.
- Autoconcepto: capacidad para comprender, aceptar y respetarse a sí mismo, aceptando
los aspectos positivos y negativos, así como las limitaciones.
- Autorrealización: habilidad para realizar lo que realmente podemos, deseamos y se
disfruta.
- Independencia: capacidad para autodirigirse, sentirse seguro de sí mismo en nuestros
pensamientos, acciones y, ser independientes emocionalmente para tomar decisiones.

Dimensión interpersonal:
- Empatía: habilidad para sentir, comprender y apreciar los sentimientos de los demás.
- Relaciones interpersonales: capacidad para establecer y mantener relaciones
satisfactorias, caracterizadas por una cercanía emocional.
- Responsabilidad social: habilidad para mostrarse como una persona cooperante, que
contribuye, que es un miembro constructivo, del grupo social.

Dimensión de adaptabilidad:
- Solución de problemas: capacidad para identificar y definir los problemas y, generar e
implementar soluciones efectivas.
- Prueba de la realidad: habilidad para evaluar la correspondencia entre los que
experimentamos y lo que en realidad existe.
- Flexibilidad: habilidad para realizar u ajuste adecuado de nuestras emociones,
pensamientos y conductas a situaciones y condiciones cambiantes.

Dimensión del manejo del estrés:


- Tolerancia al estrés: capacidad para soportar eventos adversos, situaciones estresantes y
fuertes emociones.
- Control de los impulsos: habilidad para resistir y controlar emociones.
- Componente del estado de ánimo en general:
- Felicidad: capacidad para sentir satisfacción con nuestra vida.
- Optimismo: habilidad para ver el aspecto más positivo de la vida.

b) El modelo de habilidades.
Fundamentado en la propensión a la percepción y a percibir, utilizar y gestionar la
información de connotación emocional. Atendiendo a este rasgo, los modelos vinculados con
esta orientación desestiman las dimensiones factoriales características de la personalidad.
Estos modelos se centran en la caracterización de habilidades de orientación cognitiva de la
zona cortical, ejecutadas por los lóbulos ubicados en la región prefrontal.

Propuesta modélica de Salovey y Mayer.


Esta propuesta modélica aquilata una serie de modificaciones y mejoras progresivas a partir del
año de 1990. En base a los descubrimientos de las habilidades que explican la evolución
emocional se destacan las explicitadas en los siguientes acápites:

1.1.4 Dimensiones de la inteligencia emocional


En concordancia al sustento teórico planteado propuesto por Goleman (2005), la inteligencia
emocional contempla cinco dimensiones o componentes, que se explican a continuación:
Autoconciencia (Selfawareness). Es la conciencia que se tiene de los propios estados internos,
los recursos e intuiciones. Es la capacidad de reconocer un sentimiento o emoción en el
momento de sus manifestación. Es vital para la introvisión psicológica y para la comprensión
de uno mismo. Perciben la relación entre pensamiento, sentimiento acción y expresión.
Comprende a la conciencia emocional que permite el reconocimiento de las propias
emociones y sus implicancias. La autoevaluación precisa que permite conocer las propias
fuerzas y sus límites. La confianza en uno mismo denota la certeza sobre el propio valor y
sus facultades.
Autorregulación (Self-management). Es el control de nuestros estados, impulsos internos y
recursos internos. Esta dimensión alude al control que la propia persona posee para manejar
apropiada y eficientemente los sentimientos uno mismo, concebida como una destreza
elemental de autocontrol interno del plano sentimental. Permitiéndonos lidiar con
tensiones de carácter emocional y con estados anímicos que tienden a desequilibrar un
estado emocional relativamente estable.

Comprende el autocontrol que permite manejar los estados emocionales e impulsivos


dañinos, es decir mantenerlos bajo control. La confiabilidad que permite cultivar y
mantener normas de honestidad mediante actuaciones éticas y principistas, además honran
sus promesas. La escrupulosidad que es la capacidad de aceptar responsabilidades.
Adaptabilidad que es la flexibilidad de manejo del cambio. La innovación que es la
mentalidad abierta a lo novedoso, asumiendo los riesgos.

Motivación (Motivation). Se explican cómo tendencias emocionales que guían o que facilitan el
logro de objetivos. Esta es una dimensión que forma parte activa para lograr mantener la
atención permanentemente del autocontrol emocional, enfocado a una superación
permanente y lograr niveles de productividad sumamente altos
Comprende la motivación de logro, que es la propensión hacia el éxito, implicando el
esfuerzo para acceder a normas de excelencia. Compromiso para trabjar en la consecusion
de objetivos mancomunados. Iniciativa que es la disposición para obtener ventajas de las
oportunidades. El optimismo que denota la tenacidad para superar los problemas y la
capacidad de movilizar a los demás.

Empatía (Social-awareness). Se entiende como la conciencia de los sentimientos, necesidades y


preocupaciones ajenas. constituye el soporte de la conciencia emocional, puesto que
genera una red de acciones apropiada para armonizar con la dinámica interactiva en las
relaciones interpersonales, cerciorándose certeramente de las necesidades de los demás.
Comprende la comprensión de los demás, mediante la percepción e interés por los estados
emocionales de los otros. La orientación hacia el servicio, entendida como el reconocimiento
y satisfacción de las necesidades ajenas. El aprovechamiento de la diversidad permite
potenciar oportunidades a través de las cualidades particulares de cada persona.
Conciencia política que es la interpretación de las corrientes emocionales de un grupo y sus
relaciones de poder.
Habilidades sociales (Relationship management). Es la capacidad para inducir respuestas
deseables en los demás pero no entendidas como capacidades de control sobre otro individuo.
Comprende la influencia que implica la aplicación de tácticas efectivas para la persuasión,
convencimiento y consensos. La comunicación que es la capacidad de escuchar y emitir
mensajes claros y convincentes. El liderazgo que es la capacidad de guiar para canalizar el
entusiasmo de objetivos mancomunados . Catalizador de cambios que es la capacidad de
gestionar cambios para cambiar el statu quo. La resolución de conflictos que es la aptitud
para manejar situaciones tensas y discordias. Colaboración y cooperación que consiste en la
disposición para compartir diversos recursos. Habilidades de equipo que es la aptitud para
crear sinergia grupal para alcanzar metas

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