UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE LA MIXTECA

ENSAYO “Inteligencia Emocional”

| NOMBRE: Olga Ibáñez Álvarez

Lic. en Ciencias Empresariales

Decimo semestre

Grupo 1005-A
Inteligencia emocional
Daniel Goleman
2002
Editorial Kairos

El libro de inteligencia emocional rompe el paradigma de pensar que el

coeficiente intelectual es el parámetro que define el intelecto del ser humano.
Este libro presenta ejemplos para comprender mejor cómo funciona el cerebro
humano ya que este es un órgano muy complejo, el cual comprende
principalmente por el neo-córtex cerebral y el sistema límbico. El córtex es el
que determina el coeficiente intelectual y el sistema límbico determina la
inteligencia en el control de las emociones. La inteligencia emocional
comprende habilidades como el autoconocimiento, el autocontrol, la
perseverancia, el entusiasmo, la automotivación, etc. Aunque la genética nos
proporcione un bagaje emocional que determina nuestro temperamento, los
circuitos cerebrales implicados en la actividad emocional son tan
extraordinariamente maleables; es decir, se pueden moldear en las primeras
etapas de vida.

Cabe destacar que el cerebro primitivo o tallo encefálico llamado así por ser la
primera parte del cerebro humano y a partir del cual emergieron o se
desarrollaron otras partes como lo es el cerebro pensante o neo-córtex, siendo
este último un bulbo de tejidos. El cerebro racional es una derivación del
cerebro emocional y hasta ahora se interrelacionan; existe un gran número de
interconexiones neuronales que crean una gama de variedad de respuestas
posibles, un abanico más amplio de reacciones ante las emociones. El neo-
córtex permite tener sentimientos sobre nuestros sentimientos; es decir,
permite tener una mayor conciencia de nuestras emociones.

El cerebro ha ido creciendo desde abajo hacia arriba; es decir, los centros
superiores constituyen derivaciones de los centros inferiores más antiguos. El
tallo encefálico es la parte más primitiva del ser humano cuya raíz proviene del
sentido del olfato; precisamente en el lóbulo olfatorio que se encarga de
registrar y analizar los olores. A partir de este lóbulo olfatorio comenzaron a
desarrollarse los centros más primitivos que fueron evolucionando hasta

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recubrir el tallo encefálico. A esta parte que envuelve el tallo encefálico se le
denomino sistema límbico, que en latín significa anillo. Este sistema límbico
nos ofrece dos herramientas, la primera es el aprendizaje y la segunda es la
memoria. Estas herramientas permitieron ir más allá de las reacciones
automáticas favoreciendo así la toma de decisiones ya que en la época
primitiva solo se contaba con el cerebro rudimentario que era el tallo encefálico
que realmente funciona como un regulador programado para mantener el
funcionamiento del cuerpo, se centra regular las funciones vitales básicas como
la respiración, el metabolismo, las reacciones y los movimientos automáticos.

Una parte muy importante del sistema límbico es la amígdala ya que podemos
ser desbordados por nuestras emociones como la ira o la alegría. La amígdala
está muy ligada a los procesos de aprendizaje y memoria. Constituye una
especie de depósito de la memoria emocional. Un rasgo emocional como el
llanto es activado por la amígdala. La amigada tiene un gran poder o influencia
en las decisiones ya que si el cerebro pensante o neo-córtex todavía no ha
tomado una decisión, la amígdala asume el control.

La inteligencia emocional en un individuo se consigue cuando se logra una

adecuada interrelación entre la amígdala y el neo-córtex. Ambos centros
neuronales si trabajan conjuntamente de manera correcta el individuo podrá
tener un mayor control de sus emociones. Estas interconexiones neuronales
entre estos dos centros tienen por finalidad evitar la irracionalidad en la toma
de decisiones ante las circunstancias que se puedan presentar. La amígdala
trabaja bajo un método asociativo que consiste en comparar situaciones
presentes con las pasadas y con base a esta comparación actúa.

Por otra parte el hipocampo es el que registra los hechos puros de las
situaciones y la amígdala registra la carga emocional que se presentó en
dichas situaciones. Esto significa, en efecto, que el cerebro dispone de dos
sistemas de registro.

Es importante destacar que dentro de las habilidades emocionales, el

autoconocimiento constituye la piedra angular de la inteligencia emocional ya
que tener consciencia de los sentimientos es fundamental. Distinguiendo entre

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cognición y meta-estado, se puede decir que la cognición es para referirse a la
conciencia de los procesos del pensamiento mientras que meta-estado es para
referirse a la conciencia de las propias emociones. La toma de conciencia de
las emociones constituye la habilidad emocional fundamental, el pilar sobre el
que se edifican otras habilidades de este tipo, como el autocontrol.

Conclusión

El libro nos permite comprender la importancia de la inteligencia emocional en

la toma de decisiones ya que nuestras decisiones como acciones dependen de
nuestras emociones o pensamientos. Actualmente se ha sobrevalorado esta
parte de la inteligencia racional. Aunque realmente en situaciones muy difíciles
o críticas son las emociones las que intervienen rápidamente en nuestras
reacciones o decisiones para afrontar una situación.

El sistema educativo se ha enfocado en desarrollar la inteligencia racional en

los estudiantes sin darle la prioridad adecuada al desarrollo de la inteligencia
emocional. Ya que es en la infancia y adolescencia en la que se facilita adquirir
hábitos emocionales, por lo que es en estas etapas de la vida en la que se
tiene una autentica oportunidad para asimilar estos hábitos emocionales para
que así en la vida adulta se evite un descontrol de las emociones. Una muestra
patente de que se deja al azar la educación emocional de los jóvenes es la
manifestación de las deficiencias de la inteligencia emocional acarrean riesgos
que van desde la depresión hasta la violencia.

Es por eso que el autor recomienda que el sistema educativo integre la

educación emocional y la educación racional, todo esto con la finalidad de
lograr una educación integral más satisfactoria para la toma de decisiones del
individuo.

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