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Nutrición en la diabetes gestacional

INTRODUCCIÓN

La diabetes es una de las alteraciones metabólicas más comunes que supone graves
consecuencias en la salud y que, actualmente su prevalencia ha incrementado en la población
adulta. La diabetes gestacional (DG) se define como la alteración del metabolismo de los
hidratos de carbono que es detectada por primera vez o se inicia durante el embarazo. Se
produce generalmente a partir de las 20 semanas de gestación por una condición denominada
resistencia a la insulina, que consiste en el bloqueo de la insulina producida por efectos de
otras hormonas. Los factores que contribuyen al aumento de la resistencia insulínica son la
elevación de los ácidos grasos libres provenientes de la lipólisis y un ineficiente acoplamiento
entre la activación del receptor de insulina y la traslocación de los GLUT 4 a la superficie
celular. Estas alteraciones producen la hiperglucemia, lipolisis e hipercetonemia. Por ello, el
cuidado de la madre y del feto resultan indispensables para prevenir las complicaciones en el
parto y el recién nacido. El 12% de las mujeres embarazadas presentarán DG en el transcurso
del embarazo, y supone en torno al 87% de las diabetes atendidas en las unidades de control
gestacional.

La importancia de la DG radica, fundamentalmente, en tratarse de un factor de riesgo para el


desarrollo de complicaciones tanto en la madre como en la descendencia (macrosomía,
estados hipertensivos, entre otros). El tratamiento intensivo y eficaz de la DG ha demostrado
la mejoría en la mayor parte parámetros de morbimortalidad materno-fetales. Por ello, dada la
importante repercusión materno-fetal y el aumento de su prevalencia, urge la toma de
medidas adecuadas que aseguren el mejor tratamiento posible de las mujeres con DG y sus
descendientes durante todo el embarazo e incluso en el futuro, debido a su relación con el
desarrollo de diabetes tipo 2 y síndrome metabólico.

En este sentido, el tratamiento dietético y nutricional es sin duda la terapia de primera línea,
incluso en aquellas pacientes que requieren farmacoterapia adicional y es independiente de
los criterios diagnósticos utilizados, a pesar de que en determinadas circunstancias puede
llegar a ser necesario el tratamiento farmacológico (esencialmente con insulina).

FACTORES DE RIESGO

Entre los factores de riesgo asociados con la diabetes gestacional se encuentran:

 Diabetes gestacional en embarazos previos.

 Edad materna mayor de 30 años.

 Sobrepeso y obesidad central IMC >30.

 Historia familiar de diabetes especialmente entre los familiares de 1º grado 3.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de DG quedaría restringido, senso estricto a aquellas mujeres embarazadas que


cumplen con los criterios de glucemia de DG menos elevados. Este no es el único cambio
propuesto en el diagnóstico de DG en los últimos años. De hecho, al contrario que los criterios
para la población general consolidados por todas las Sociedades Científicas, el diagnóstico y los
test de cribado en DG difieren de manera importante entre ellas. En este sentido, la
publicación de los criterios HAPO (hiperglucemia y resultados adversos del embarazo) en 2008
posteriormente adoptados por la OMS, promulgo la utilización de sistemas de cribado más
sencillos (realización de un solo test), más estrictos (dinteles de glucemia patológica menores),
y con el consiguiente aumento del diagnóstico de DG. El método más utilizado de cribado fue
el creado por O´Sullivan y Mahan en 1973 que consiste en la valoración de la concentración
sérica o plasmática de glucosa una hora después de la ingesta de 50 g de glucosa, entre las 24 y
28 semanas de gestación (y de la semana 13 a 23 en pacientes con factores de riesgo). Si la
prueba es positiva: ≥140 mg/dl, deberá practicarse prueba de la curva de tolerancia oral a la
glucosa; si la prueba resulta ≥200 mg/dl, se establece el diagnóstico de diabetes mellitus
gestacional (Anexo 1). El diagnóstico temprano permitirá indicar medidas preventivas que se
reflejan en menor morbilidad materna y fetal.

TRATAMIENTO DIETÉTICO Y NUTRICIONAL DE LA DG

Para su tratamiento van a ser fundamentales cuatro pilares: un plan de alimentación como la
dieta baja en carbohidratos, de preferencia con índice glucémico bajo, la educación sobre la
diabetes, un tratamiento farmacológico y la actividad física. Para establecer un plan de
alimentación, se debe respetar las necesidades energéticas del embarazo, sin ser muy
restrictivo en las mujeres con obesidad, siendo el VCT de 55% de HC, 15-20% de proteínas y
30% de lípidos. Es de relevancia que la paciente tenga conocimientos sobre la diabetes, la
importancia de su adhesión al tratamiento y las complicaciones posibles. Debido a la capacidad
que tiene el ejercicio de reducir la resistencia insulínica, existe un beneficio metabólico 3. Esta
actividad física deberá ser adaptada a la fisiología materna de acuerdo con la edad gestacional.
El tratamiento farmacológico se administra si la paciente no consigue presentar
concentraciones de glucosa menores de 95 mg/dl o menos de 120 mg/dl a las dos horas
pospandrial. Actualmente, la insulina sigue siendo la opción de excelencia debido a su eficacia
y porque no se conoce la existencia de ningún efecto teratogénico. La insulina recomendada es
la humana con el fin de disminuir la posibilidad de efectos en relación a la creación de
anticuerpos antiinsulina. Las pacientes deberán asistir con frecuencia a consulta para
evaluaciones clínicas. En conclusión, mediante el control adecuado de las concentraciones
maternas de la glucosa materna, la dieta adecuada y el tratamiento con insulina se refleja en
menores complicaciones perinatales y en mejores salud y calidad de vida.

COMPLICACIONES

Existen una serie de complicaciones de la DG en función de si afectan a la madre o al feto, que


son:

 Maternas:

 Descompensación metabólica aguda.

 Preclampsia/Eclampsia.

 Diabetes gestacional en posteriores embarazos y diabetes mellitus tipo 2. Hasta un


30%-40% de las mujeres con DG desarrollan una diabetes tipo 2 manifestada a los
años.

 Fetales:

 Macrosomía: un peso excesivo para la edad gestacional, es el atributo más frecuente


de la DG.
 Problemas respiratorios.

 Hiperbilirrubinemia3.

CONTROL POSTPARTO

En el posparto inmediato, la sensibilidad a la insulina se incrementa y regresa a la normalidad


en una a dos semanas, por lo que se debe suspender la administración de insulina en pacientes
que con DG. Según el Fifth International Workshop on Gestacional Diabetes, es muy
importante al finalizar el embarazo, realizar una nueva evaluación del metabolismo de HC,
mediante una prueba de sobrecarga oral de la glucosa a las 6 semanas postparto.
La Asociación Americana de Diabetes (ADA) recomienda repetir la prueba cada 3 años en las
mujeres con diabetes gestacional con resultados posparto normales.

CONCLUSIONES

La diabetes gestacional es una complicación frecuente del embarazo, que cada año se
incrementa debido al retraso de la maternidad a edades más adultas y al aumento de obesidad
en las edades reproductivas.

Puede traer como consecuencia una serie de complicaciones como las obstétricas y fetales, e
incluso, pueden extenderse posteriormente a la vida materna y a la pediátrica. Por ello, es
importante conocer los factores de riesgo para realizar un rápido diagnóstico y así, instaurar el
tratamiento de la mujer embarazada, con el fin de disminuir la morbimortalidad materna y
perinatal.

El tratamiento se basará en aspectos nutricionales, ejercicio y vigilancia de la glucosa capilar. Si


no se logran las cifras establecidas, se debe plantear el tratamiento farmacológico.

En el posparto, la paciente deberá someterse a un seguimiento y una reevaluación de las


glucemias dada la predisposición que existe de poder desarrollar una diabetes mellitus tipo 2.

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