LAS COMPETENCIAS DEL DIRECTIVO EN LA GESTIÓN INSTITUCIONAL DEL SIGLO XXI.

Maturana & Vignolo (2001) afirma que “compartimos una visión epistemológica
“constructivista”. Es decir, ambos creemos que la realidad se construye al observarla y al
nombrarla”. Esa idea será el soporte sobre el cual buscare describir y argumentar como
observador las competencias del directivo en la gestión institucional del siglo XXI.

Se vive en un presente continuo cambiante (H. R. Maturana & Davila, 2008), de tal manera que
el hablar de la necesidad de ciertas competencias hace referencia a lo que hoy necesitamos que
tengan los directivos en las escuelas que gestionan.

Según Viviane Robinson (2008) un directivo con liderazgo: establece metas y genera
expectativas, usa estratégicamente los recursos, planea, coordina y evalúa la enseñanza y el
currículo, promociona la practica pedagógica de los maestros y genera un ambiente seguro y de
soporte para el aprendizaje. Por otro lado

Bolívar (2011) considera que “la literatura sobre la eficacia escolar es consistente en la
importancia que tiene un buen director en escuelas que funcionan bien. El “efecto-director” es,
normalmente, un efecto indirecto: no es él quien trabaja en las aulas, pero puede contribuir a
construir las condiciones para que se trabaje bien en ellas”.

Elmore citado por Bolívar afirma que: “El liderazgo es la práctica de mejora, entendida como un
incremento de calidad y resultados a lo largo del tiempo (p. 42)”. Asimismo, Hallinger y Heck
(1996), en el que se revisan más de 40 investigaciones que analizaban las relaciones entre
dirección y eficacia escolar se afirma que la actividad de los directivos incide, de una manera
medible aunque indirecta, sobre el rendimiento académico de los alumnos.

Gorrochotegui Martell (2015) encuentra “Algunos estudios en la región han arrojado que los
directores escolares tienen urgencia de desarrollar habilidades directivas ... En este trabajo, …
se ofrecen siete dimensiones que deberían tomarse en cuenta en la formación tanto. Entre estas
dimensiones tenemos: vocación de liderazgo, pasión y entusiasmo con el propio trabajo,
aprendizaje personal continuo, equilibrio entre lo pedagógico y lo administrativo, trabajo en
equipo, gestión de conflictos y gestión del tiempo. “

En el Perú el Ministerio de Educación ha publicado el Marco de Buen Desempeño Directivo en

el que se hace referencia a la necesidad de desarrollar seis competencias en los directivos del
país. Las primeras cuatro están relacionadas con la capacidad de generar condiciones para el
aprendizaje y las dos últimas con la capacidad para acompañar procesos pedagógicos en
comunidades de aprendizaje proactivos. Las seis competencias se explicitan a través de 21
desempeños deseables.(MINEDU - PERÚ, 2014)

Morin (1999) afirma que el ser humano “posee los recursos inagotados para crear, entonces
podemos avizorar para el tercer milenio la posibilidad de una nueva creación: la de una
ciudadanía terrestre” lo cual implica desarrollar una mirada holística en todo quehacer y
principalmente en la escuela.
Lo indicado anteriormente hace referencia a capacidades necesarias en un directivo, pero desde
un ángulo donde la realidad pre-existe como algo independiente al quehacer del observador. La
otra mirada, en la que la realidad se construye en él lenguaje, nos lleva a una acción-reflexión
ética en la que los seres humanos no pueden escapar de la conciencia y responsabilidad de sus
conductas (Dávila, & Maturana, 2007). Ellos plantean que una gestión coinspirativa requiere de
generar condiciones operacionales relacionales como: reflexión, ética, equidad, honestidad,
mutuo respeto, colaboración.

De tal manera que las habilidades vistas como conductas efectivas(H. R. Maturana & Varela,
1973) en un contexto como la escuela deseables para cualquier siglo XXI, XXII, etc. serian
aquellas que le permiten al adulto directivo vivir en el bienestar Maturana (2011) afirma que “El
bienestar es la sensación de estar en coherencia con las circunstancias. El buen vivir no es otra
cosa que el estar bien” , entonces la primera habilidad competencial del directivo de hoy es esa
lograr autonomía de acción y autonomía en el pensar. Eso requiere otra habilidad fundamental
“renunciar, … , a la pretensión de que yo veo con mis ojos y escucho con mis oídos. Y hay
que abandonar la creencia de que veo lo que está ahí con independencia de mí.(H. Maturana
& Vignolo, 2001). Dicho lo anterior podemos hacer un listado de tres conductas deseables
(competencias) en un directivo para escuelas de hoy y el devenir de hoy.

1.- Habilidad para reconocer que el mundo que vive, lo genera con los demás. Eso es vivir y
convivir en una dinámica de convivencia democrática.

2.- Adulto centrado en el generar las condiciones para que la transformación del niño o niña
se haga en una escuela que es la extensión de la casa.

3.- Reflexivo de su hacer, considerando que es la herramienta que lo lleva a reconocer que
son las emociones las que guían su hacer y por lo tanto su gestión.

BIBLIOGRAFIA.

Bolívar, A. (2011). Aprender a liderar líderes. Competencias para un liderazgo directivo que
promueva el liderazgo docente. Educar.
Gorrochotegui Martell, A. (2015). Hacia un mejor directivo escolar en la región. Interacción.
https://doi.org/10.18041/1657-7531/interaccion.0.2342
Dávila, X., & Maturana, Y. H. (2007). La Gerencia Co-Inspirativa. 101-124.
Maturana, H. R., & Davila, X. (2008). Habitar Humano.
Maturana, H. R., & Varela, F. (1973). DE MAQUINAS Y SERES VIVOS.
Maturana, H., & Vignolo, C. (2001). Conversando sobre educación. Revista perspectivas, vol 4,
no2.
MINEDU - PERÚ. (2014). Marco de Buen Desempeño del Directivo. 56. Recuperado de
http://www.minedu.gob.pe/DeInteres/xtras/marco_buen_desempeno_directivo.pdf
Morin, E. (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO.