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De la educación

especial a la
educación inclusiva
Desde la Reforma Educativa de 1970, en México se empezó a plantear la idea de la
educación especial. Esto no significa que no existiera la necesidad de atender a estos
niños, sino que culturalmente no se contemplaba como tal. Hasta que se vieron los
avances en otros países en el tema de la legislación sobre la educación especial,
México empezó a realizar algunos cambios.

Sin embargo, es hasta la modernización educativa de 1992 que en México se legisló


para que todos los niños —sin importar que tengan algún impedimento físico,
intelectual o emocional—tengan derecho a la educación pública y privada. Con esta
acción comenzó un largo caminar que hasta ahora sigue en pie, modificando
instalaciones físicas de las escuelas, adecuando materiales —como es el caso de los
libros de texto—, brindando asesoría, terapias especializadas intramuros,
investigando y poniendo en práctica las medidas para que esta legislación pueda ser
una realidad.
En forma práctica y directa, en México, la Ley General de Educación
respalda el derecho a la educación y la no discriminación en sus
artículos 32, 39 y 41. Esta ley establece “la efectiva igualdad para
garantizar el acceso y la permanencia en los servicios a niños que
presentan alguna discapacidad”. En el artículo 41 establece: “La
educación especial está destinada a personas con discapacidad,
transitoria o definitiva, así como a aquellas con aptitudes
sobresalientes. Atenderá a los educandos de manera adecuada a sus
propias condiciones, con equidad social incluyente y con perspectiva
de género (Ley Federal de Educación, 2014).
En el 2018 la Secretaría de Educación Pública emitió un documento
que, sustentado en diversos convenios internacionales, describe y
reglamenta diversas medidas encaminadas a asegurar los principios y
obligatoriedad del estado para lograr la equidad e inclusión en la
educación (SEP, 2018). En el documento se explica que el concepto de
educación inclusiva no se refiere de manera exclusiva a la educación
que deben recibir las personas con discapacidad, con aptitudes
sobresalientes, la población indígena o pertenecientes a un grupo
vulnerado por el contexto, sino que señala la necesidad de fomentar
comunidades educativas en donde la diversidad sea valorada y
apreciada.
Asimismo, reconoce que todas las niñas, niños y adolescentes tienen
los mismos derechos, por lo que busca generar igualdad de
oportunidades para todos mediante la eliminación de las barreras
arquitectónicas, sociales, normativas o culturales que limitan su
aprendizaje en el sistema educativo. Se señalan pautas que abarcan
desde el lenguaje apropiado hasta la implementación de estrategias
encaminadas a favorecer el reconocimiento, respeto y aceptación de
las diferencias individuales de los alumnos.
Una educación
equitativa:
adecuaciones
curriculares
Para Vygotsky, existen cinco aspectos sobre este tema; si existe la
voluntad para comprenderlos y aplicarlos, cualquier plantel puede
brindar una verdadera educación para todos (Mitjáns, 2009).

1. Los conceptos de defecto primario y defecto secundario:


El defecto primario es con el que nace la persona; el secundario es el
que se deriva de las inadecuaciones de la institución.

Por ejemplo, una persona con vista débil debe ubicarse al frente del
salón y contar con libros que posean letras más grandes. Con estas dos
adecuaciones, aumentan las posibilidades de éxito de este alumno.
2. El enfoque social de la deficiencia:
Tiene que ver con la discriminación de los demás ante la discapacidad
de la persona. Generalmente, si los niños se habitúan a convivir con
personas diferentes desde pequeños, en una atmósfera de respeto y
colaboración, esta discriminación no se da.

3. El énfasis en la persona y no en la deficiencia:


El enfoque es muy sencillo: se trata de ver lo que el niño sí puede
hacer, lo que es y no lo que no puede hacer. Es decir, si un niño tiene
como condición el síndrome de Down, deben aprovecharse las
habilidades sociales que puede desarrollar y no centrarse en su retraso
mental para realizar operaciones abstractas.
4. El concepto de compensación:
Los niños, generalmente, al saberse y sentirse con alguna desventaja,
desarrollan otras habilidades que compensan este aspecto negativo.

Por ejemplo, es muy común que las personas con déficit de atención
pasen desapercibidas por años, pues sus habilidades sociales les
permiten hacer creer al maestro y a sus padres que saben las
respuestas. Y no es que siempre las sepan, sino que tienen la habilidad
para preguntarlas discretamente o imitan a sus compañeros.
5. La creatividad asociada a la deficiencia:
Asociado al punto anterior, la persona con alguna necesidad especial,
usualmente encuentra formas de expresarse o de solucionar los
problemas de una forma creativa. Por eso se estimula a estos niños
hacia la práctica de las artes; ya sea la música, la literatura, la danza,
artes plásticas, etc. A través del arte, los alumnos pueden representar
pensamientos y sentimientos que tal vez les sea difícil expresar por los
canales convencionales.
La intención del docente no es diversificar todos los
contenidos para cada alumno durante todos los días. Eso,
además de ser imposible, destruiría el sentimiento de unidad
dentro de la clase. Por lo tanto, la diversificación en la
instrucción es una respuesta del docente a las necesidades de
los estudiantes guiados por los principios generales de la
diversificación, como tareas adecuadas, grupos flexibles y
evaluación continua con ajustes.
Los docentes pueden diversificar los contenidos, los
procesos o los productos de acuerdo con las aptitudes, los
intereses y el perfil del aprendizaje, mediante una serie de
estrategias organizativas y docentes, como:

● Rompecabezas o enigmas.
● Materiales grabados.
● Actividades de descanso.
● Diversidad de esquemas.
● Variedad de textos.
● Círculos literarios.
● Lecciones de progreso gradual.
Aunque se requiere de un estudio profundo sobre la educación especial, hay algunas
ideas que funcionan al momento de tener en clase a alguna persona con cierta
deficiencia:

● Pedir que se proporcione un diagnóstico profesional sobre su condición,


padecimiento, problema o trastorno.
● Contactar al especialista que le brinda la terapia y a sus padres (si es un niño),
para conocer sus recomendaciones respecto a la manera de aprender del alumno.
● Conseguir el material necesario para que la persona pueda seguir la clase.
● Adecuar el D. I. si es necesario. Esto significa plantear objetivos, actividades y
mecanismos de evaluación personalizados para dicho estudiante. Se trata de dar
una educación equitativa; esto no es sinónimo de igual.
● Reportar sus calificaciones, de acuerdo con la clasificación que realiza la SEP en
lo que respecta a personas con capacidades diferentes.
Y ante todo, ser flexible. Las personas con necesidades especiales
requieren de apoyo, pero pueden aprender a su ritmo y con las
condiciones óptimas; es su derecho. En un salón incluyente, todos se
favorecen, pues el niño que tiene una deficiencia auditiva, posee una
gran destreza para hacer dibujos y por esto es elegido en los equipos
de trabajo. La niña que tiene parálisis cerebral escribe hermosos
cuentos con la ayuda de un teclado, y los demás pueden disfrutarlos e
inspirarse para redactar los suyos. En fin, es una decisión, una tarea
que sí se puede y se debe realizar.
El diseño
instruccional
Las teorías de aprendizaje han evolucionado a través de los años; las
tendencias educativas actuales apuntan hacia una forma de aprender
más vivencial, inclusiva y, al mismo tiempo, virtual y atemporal.

• ¿Cómo se diseña una clase?


• ¿En qué momento se definen objetivos?
• ¿Qué criterios utilizar para definir las actividades?
• ¿Cuáles teorías debes tomar en cuenta?
• ¿Cómo deben ser las evaluaciones?
EVOLUCIÓN DEL DISEÑO
INSTRUCCIONAL
Su surgimiento normalmente se asocia con los teóricos del conductismo. Algunas
fuentes lo relacionan con Thordinke a inicios del siglo pasado. Recordemos que el
sentido de “instrucción” es afín a la concepción de “aprendizaje” de esa época,
aunque más adelante se reconoce el vínculo sociedad-educación.

Ya en 1930, Tyler (citado por Parra, 2012) especificaba objetivos generales y


conductuales. En 1940, la Segunda Guerra Mundial resultó un detonante de
desarrollo al requerirse capacitación para las fuerzas armadas. Se inicia la utilización
de películas como herramienta de instrucción.
Para la década de 1960 el diseño instruccional ya mostraba
influencia del cognoscitivismo y los 70 se distinguieron por
el desarrollo de la evaluación del aprendizaje. En los 80 se
inicia la relación tecnología-aprendizaje y a partir de los 90
se inicia el desarrollo de los modelos con enfoque
constructivista y se acentúa la relación con las TIC´s (Parra,
2012).
EL DISEÑO
INSTRUCCIONAL SE
VISUALIZA DESDE
DIFERENTES
PERSPECTIVAS:
1. Como un proceso: es el desarrollo sistemático de los elementos
instruccionales, utilizando teorías del aprendizaje para garantizar la
calidad de la instrucción.

2. El diseño instruccional también se puede definir como una


disciplina: la rama del conocimiento relacionada con la investigación
y la teoría sobre estrategias instruccionales y el proceso de desarrollar
e implementar dichas estrategias.

3. El diseño instruccional como ciencia: es la ciencia de crear


especificaciones detalladas para la implementación, evaluación y
mantenimiento de situaciones que facilitan el aprendizaje de pequeñas
y grandes unidades de contenidos en diferentes niveles de
complejidad.
DISEÑO INSTRUCCIONAL:

es un proceso sistemático que utiliza las teorías


de aprendizaje y de instrucción para planear
las actividades, los materiales educativos y la
evaluación, asegurándose de mantener la
calidad de la enseñanza.
Un buen diseño instruccional implica la especificación
cuidadosa de los requisitos y los objetivos, buscar la
forma de alcanzar los objetivos, el desarrollo de una
metodología para lograr los objetivos y la evaluación de
su ejecución.

Un elemento sumamente importante en el diseño


instruccional es hacer una cuidadosa planeación
sistemática de la instrucción. Esta planeación debe ser
suficientemente flexible para que se acomode a las
necesidades específicas de los alumnos
El diseñador instruccional debe proporcionar un juego
de herramientas o técnicas que se puedan elegir de
acuerdo a la situación en la que se encuentra, es decir,
no se debe tratar al diseño instruccional como si fuera
la única forma de impartir el curso, en el que sólo hay
una secuencia fija y una sucesión de pasos. Se debe de
considerar como un modelo óptimo, pero flexible.
El diseñador instruccional es la persona responsable de
elegir las metas del sistema de aprendizaje para que, a
su vez, se puedan formular las estrategias y el plan
instruccional. El diseñador instruccional deberá analizar
el contexto en el que se pretende aplicar el diseño, al
igual que a los aprendices, a los que se les presentará la
instrucción. Para poder elaborar las metas del sistema,
es importante hacer un análisis en el que se determinen
las necesidades instruccionales y hacer una descripción
del ambiente de aprendizaje.
De igual forma, el diseñador instruccional deberá
conocer las características de los aprendices, tanto las
similitudes como las diferencias, ya sean estables o
cambiantes. Es importante que conozca las diferentes
teorías de desarrollo, cognoscitivas, psicosociales,
motivacionales y morales para poder estar al tanto del
momento evolutivo en el que se encuentran los
aprendices.
Este diseño sirve para que los alumnos tengan claro lo que van a
aprender en el curso, y para que el docente pueda visualizar el qué, el
cómo, cuándo y para qué de lo que deben lograr sus alumnos al
término de su clase. De tal forma que el D. I. es una herramienta útil
para los involucrados en el proceso de enseñanza-aprendizaje, pues
permite conocer desde los objetivos hasta la manera en la que van a
ser evaluados.
De acuerdo con las tendencias más actuales en educación, los modelos
constructivistas establecen al D. I. como un recurso para que los
alumnos desarrollen las siguientes habilidades (Bandura, 1986; citado
en Christensen, 2008):

-Capacidad para solucionar conflictos en una variedad de ambientes.


-Capacidad para aprender por sí mismos (definición de problemas,
identificación de soluciones, estrategias y evaluación de resultados).
Al desarrollar DI para ambientes virtuales, Montoya (2018) señala que
es necesario considerar:

- La dimensión tecnológica: que implica el análisis y selección de las


más adecuadas herramientas tecnológicas para la situación.

La dimensión pedagógica: en la que deben considerarse los objetivos


de aprendizaje, las características de los alumnos, contenidos,
actividades y evaluación de resultados.
Aplicación del diseño
instruccional según los
paradigmas
Existe una amplia variedad de modelos de diseño instruccional,
algunos de los tradicionales son la taxonomía de Bloom, la teoría
instruccional de Gagné y Briggs, el modelo de Davis y el modelo de
Dick, Carey y Carey. Sin embargo, en las últimas décadas, la manera
de diseñar cursos ha cambiado: se parte por definir la naturaleza del
problema, para después elegir uno o algunos de los paradigmas de la
educación y realizar el diseño acorde con estos.
Paradigma Se emplea para Ejemplos de diseño instruccional

• Cocinar un platillo siguiendo una


Entrenamiento específico de
Conductismo receta.
alguna conducta.
• Manejar un paquete computacional.

• Conocer los tipos de plantas


medicinales, para dedicarse a la
Teoría de
Realizar análisis del medicina alternativa.
procesamiento de
contenido. • Saber la resistencia de los diferentes
información
materiales, para realizar obras de
ingeniería civil.

Tareas cognitivas de
• Diagnosticar las causas de los
solución de problemas
problemas en una empresa o escuela.
Cognoscitivismo múltiples.
• Emplear conceptos de la psicología
social y
educativa para diseñar e implementar
constructivismo Transferencia de
un plan de acción para un alumno con
aprendizaje, análisis activo
problemas de atención.
de conceptos.
Para cada tema o problema planteado, existe un modelo de D. I. que se adecua más e
incrementa la probabilidad de éxito en los resultados.

Para aplicar los diferentes modelos de D. I., es primordial:

● Tener un dominio teórico de los paradigmas de la educación que se van a tomar


en cuenta. Esto requiere de una revisión de la literatura especializada, y del
análisis de los fundamentos, características y aplicaciones educativas de cada
corriente.
● Conocer la filosofía educativa y las políticas acerca del D. I. de la institución en
la cual se labora. Si una escuela lleva a cabo prácticas conductistas, en la mayoría
de sus procedimientos, es poco probable que se acepte y que funcione un diseño
con estrategias constructivistas.
● Analizar el tipo de formato que, de acuerdo a la institución, puede emplearse
para el D. I., y tomarlo en cuenta en el momento de planear el diseño.
Modelo conductista

● El conocimiento es brindado por el profesor


o por el texto y debe demostrarse.
● Requiere de la supervisión del maestro todo
el tiempo.
● El maestro define objetivos y actividades,
corrige, premia y castiga.
Modelo
cognoscitivista / constructivista
• El conocimiento se construye mediante la interacción
entre alumno, sus compañeros, su profesor y el medio
ambiente.
• Existen las actividades individuales, en equipo, en grupo,
con o sin maestro.
Estas son generadas por los alumnos y por el maestro.
• El maestro provoca desequilibrios, hace preguntas que
retan el pensamiento del estudiante, y lo lleva a planear
soluciones para los diferentes problemas

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