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Un agente activo realiza planes de acción para resolver sus problemas, es decir, para
lograr satisfacciones. A la satisfacción lograda por la ejecución de un plan de acción la
llamaremos eficacia de ese plan de acción. Es decir, el grado de eficacia de un plan
de acción no es más que el grado de satisfacción logrado por la persona al realizarlo
y, en consecuencia, expresa el valor de los resultados extrínsecos producidos por el
plan para el agente activo.
Motivaciones y Motivos
Juan Pérez López parte de que los agentes tienen un impulso, que llama motivación
potencial, hacia el logro de satisfacciones superiores. Esta motivación potencial se
transforma en motivación actual hacia una decisión concreta, a través de dos
mecanismos:
Es evidente que el logro del propio aprendizaje es un poderoso motivo impulsor de las
acciones humanas.
A la hora de tomar una decisión, el ser humano se encuentra muchas veces con lo que
se denomina un conflicto motivacional, es decir, hay acciones que le resultan más
atractivas desde un punto de vista y otras desde otro punto de vista. De estos
conflictos los más importantes son los llamados conflictos intermotivacionales. En este
tipo de conflictos ocurre que una acción es muy atractiva, la resolución de los
conflictos intermotivacionales es la que va configurando la calidad motivacional de una
persona. Es decir, si una persona no valora en sus decisiones los motivos
trascendentes, cada vez le irá siendo más difícil tenerlos en cuenta. Dicho de otro
modo: su impulso espontáneo cada vez será menos sensible a este tipo de motivos.
Conclusión
Empecemos por una obviedad: para hacer algo “difícil” se precisa “tener motivos
fuertes”. Si no se tienen, no se hace. Motivos fuertes de cualquier tipo: el reto de una
cosa difícil, el ansia de ayudar a alguien o el mero motivo económico. La importancia
que Juan Antonio Pérez López le daba a la motivación procedía de este hecho
elemental.
Además vemos que la acción de una persona, cuando le sirve para interaccionar con
otra u otras personas, tiene distintos tipos de resultados o consecuencias. Todos y
cada uno de esos resultados puede constituir una poderosa fuente de motivación, es
decir, pueden ser directamente buscados por la persona que actúa y ser, en
consecuencia, motivos para que realice la acción.