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Habilidades Blandas

Qué es el desarrollo personal

El desarrollo personal es un proceso interior que refleja el movimiento necesario


para recorrer la distancia que separa el estado actual de ese horizonte deseado.
Un horizonte de aprendizaje por medio de la consecución de nuevos objetivos de
autoestima, inteligencia emocional, motivación o superación de dificultades.

Evolución personal

 De este modo, una persona puede proyectar su imagen en el espejo de la
vida desde una visión de crecimiento definida por la evolución. Si echas la vista al
pasado podrás observar este recorrido vital por medio de tu propia historia.

El desarrollo personal es ese potencial que conecta con el rol protagonista que
cada persona debe asumir en su propia vida.

Autoconocimiento

Así como cuando inicias un lazo de amistad con otra persona compartes
momentos de conversación para descubrir intereses comunes y conocer al otro
como otro, en el viaje de la introspección adoptas un posicionamiento en el que te
concedes la importancia que mereces en tu vida. Este autoconocimiento
personal te ayuda a saber quién eres y a recordarlo con más frecuencia.

Autoestima

  Al hablar de autoestima nos encontramos con otros temas relacionados:

 • Imagen de sí mismo – la percepción que una persona tiene de sí – quién ES


(emoción interna).

 • Autoestima – la valoración del comportamiento de la persona– lo que HACE

(reacción externa y visible a los otros).

 • Valía propia – el aprecio que una persona da a su propia persona

Podríamos decir que la valía propia es la suma de la imagen de sí mismo + la


autoestima. Si las dos son positivas, la valía propia es positiva, y si alguna de
estas es débil, la otra se necesita más para mantener el equilibrio.

La imagen de sí mismo debe ser desarrollada por la misma persona, mientras que
la autoestima puede ser influenciada por otras personas.

Su valía propia y su imagen de sí misma están influenciando sus actitudes, cómo


ve la vida, a sí misma y a otras personas, por consiguiente también a su
comportamiento. De manera que al final, su calidad de vida está basada en su
percepción de sí misma.

Su autoestima crece cuando siente que es lo que quiere ser (identidad) y cuando
hace las cosas que son importantes para usted (significado).

 Pasos para formar y mantener una autoestima saludable

Emplear conscientemente actitudes y comportamiento de apreciación, puede


influenciar no solamente su propia autoestima; lo que le rodea automáticamente
reconocerá y, con frecuencia, copiará su comportamiento.

1.    Recuérdese a sí misma que es un ser único, con un sentido de valor único.

2.    Comience a tratar los errores que usted cometa (¡y todos los demás!) como
oportunidades para aprender y crecer.

3.    Emplee afirmaciones positivas como una manera de elevar su autoestima.


Trate de programar tu mente para pensar y declarar afirmaciones positivas sobre ti
misma. Utilízelas como una técnica de meditación, así como durante cada día
repitiéndoselas a sí misma. Más abajo encontrará ejemplos de afirmaciones
positivas.

4.    Acepte los elogios con gentileza. No los ignore o eche por la borda ya que
esto afianza la creencia de que no los merece o es digna de elogio.

5.    Relaciónese con gente positiva y que da apoyo. La gente con la que nos
juntamos tiene gran influencia sobre nuestras, acciones y comportamiento. No es
de gran ayuda pasar tiempo con gente que no nos hace sentir bien con nosotros
mismos. Es vital para la autoestima elegir activamente el no estar con gente que
promueve la negatividad, y rodearnos de aquellos que nos hacen sentir bien con
nosotros mismos gracias a sus actitudes positivas y de apoyo.

6.    Reconozca sus cualidades y destrezas positivas. Aprenda a identificar y


afirmar con regularidad los muchos atributos positivos que posee.

7.    Haga comentarios positivos a los demás, al hacerlo, se sentirá con más valor,
esto incrementa su sentido de valía propia y aumenta su autoestima.

8.    Involúcrese con el trabajo y las actividades que le gustan. Con frecuencia, la


gente con baja autoestima deja de hacer las actividades que más disfruta.
Asegúrese de que realmente disfruta de su papel en el Guidismo/Escultismo
Femenino y de que le proporciona muchas oportunidades para reafirmar su valía
propia mediante sus valores y procesos únicos.

Libertad

 La libertad es una capacidad que se manifiesta en la toma de decisiones. El


desarrollo personal es inseparable de esta capacidad. Sin embargo, a veces
ocurre que la persona se siente determinada por las circunstancias externas y
necesita recordar que siempre puede influir en lo exterior a través de su poder
interior: su actitud.

Presencia consciente

 Es posible llegar al pasado o al futuro por medio del recuerdo o la anticipación, sin
embargo, es fundamental que estas experiencias sean temporales y tengan un
punto de retorno para aterrizar en el presente. El desarrollo personal está ligado
con la presencia consciente porque solo en ese tiempo es posible generar cambios
con sentido (nadie puede modificar el pasado ni puede predecir el futuro en todos
los detalles).

Búsqueda de la alegría

 Existen emociones agradables y desagradables. La alegría manifiesta un estado


de ánimo marcado por la vitalidad y la energía positiva. El desarrollo personal da
espacio a todas las emociones y sentimientos. De hecho, es importante no juzgar
una emoción. Tienes derecho de sentirte como te sientes en torno a un asunto
determinado. Pero la búsqueda de la alegría es la meta de autoamor que te
recuerda que mereces ser feliz a pesar de todo.

                               Qué es el desarrollo social

El desarrollo y la evolución no solo puede observarse de manera individual, sino


también, en su perspectiva grupal. En ese caso, el desarrollo social remite al
progreso humano visto como un todo. Es decir, a la búsqueda del bien común. De
este modo, el progreso social nutre el propio potencial de desarrollo individual ya
que quien forma parte de una sociedad que promueve valores, recursos y medios
orientados a afianzar la felicidad de sus protagonistas, dispone de oportunidades a
las que tal vez no tendría acceso en otras condiciones.

El desarrollo social parte de la búsqueda de igualdad de oportunidades, de la


aplicación del humanismo y los valores centrados en la práctica del bien, de la
promoción de la salud como principio de bienestar, de la creación de empleo de
calidad, del acceso a la cultura, del cuidado de la naturaleza y de la integración
social.

Reflexiones sobre qué es el desarrollo personal y social

-  Por tanto, desarrollo social e individual se retroalimentan constantemente puesto


que el avance de una comunidad es más fuerte cuando se pone en el centro a la
persona y se respetan sus necesidades, derechos y libertades.

 - El desarrollo personal y social es una experiencia de evolución, progreso y


crecimiento que te implica como protagonista en aquellas acciones que dependen
de ti.

             La Adaptabilidad

Adaptación al cambio: Una competencia necesaria para crecer profesionalmente.


Como se ha abordado en ocasiones anteriores, el cambio dentro de las
organizaciones es uno de los procesos que se da con más frecuencia, sin
embargo, la manera de proceder determinará en gran medida cómo los
colaboradores asuman estas modificaciones. Las reacciones pueden ser desde
generar resistencia hasta externar un alto deseo por involucrarse y ser parte del
cambio.

La adaptabilidad se concibe como la capacidad para asumir los cambios sin que
esto altere el alcance objetivos que se han propuesto con antelación. Lo cual está
estrechamente vinculado con la capacidad de concebir como válidas perspectivas
y situaciones diferentes a las que se está acostumbrado.

¿Qué es adaptarse?

 Es poseer o adquirir la capacidad para acomodarse a los cambios con flexibilidad,
sin que ello suponga una merma de la eficacia en la nueva forma de actuar  ante
las  necesidades o exigencias  de cada momento,  y sin crear fricciones ni
conflictos. La estrategia adaptativa se compone de las pautas de comportamiento
que un individuo, o un equipo de gestión pone en práctica para superar los
problemas o cambios inevitables originados por situaciones nuevas o inesperadas,
y obtener buenos resultados.

La realidad muestra que la agilidad de una empresa para adaptarse a los cambios
está en razón directa de la capacidad de adaptación de cada uno de sus
empleados. El eslabón clave siempre es el individuo.

En el ámbito  empresarial del siglo XXI, el cambio es un elemento constante y


omnipresente, y en todos los lugares de trabajo se buscan empleados polivalentes,
capaces de responder con agilidad, eficacia y creatividad a cualquier situación
imprevista o novedosa.

Pero esta competencia o habilidad personal no es innata, es preciso aprenderla y


desarrollarla.

¿Dónde, Cómo, Cuándo…?

En los acontecimientos de la vida cotidiana, en el trabajo, en la calle, en casa, en


todo lo que nos toca vivir. No se aprende en libros ni en escuelas.

Adaptarse significa aceptar  al 100% la nueva situación, y al mismo tiempo 


implica dejar algo de lo que uno es o sabe, para hacer algo distinto, caminar por un
territorio nuevo no bien conocido, pero de paso obligado, y estar predispuesto a
considerar el cambio como una oportunidad de progreso y no como una amenaza.

Aprender a adaptarse equivale a confiar en los propios recursos, ante la


inseguridad y la incertidumbre de las circunstancias,  y a descubrir las
oportunidades que puede traer el cambio adoptando lo antes posible aquellos
hábitos de gestión que permitan transformar el temor en confianza, audacia y
optimismo.

 Una enseñanza Zen nos advierte:


“Si entiendes las cosas, son así…

Si no entiendes las cosas, son así»

Resistirse a la tendencia imparable de un proceso, o un cambio es colocarse en el


lado de la desventaja y la derrota.

Lo que ayer agradaba a todos y generaba beneficios, no garantiza que mañana


siga siendo así, por eso es necesario tener siempre desplegadas las antenas
receptoras de noticias, tendencias, novedades o necesidades.

 La persona que posee una buena adaptabilidad no tiene miedo a los cambios,
porque sabe o intuye que cada cambio trae nuevas oportunidades

No es fácil ni posible controlar todos los procesos que conllevan los cambios, ni
controlar a los competidores, a los proveedores, o a los clientes, pero lo que sí
está en nuestras manos es decidir con qué actitud  abordaremos los
acontecimientos que nos afecten.

Fases del cambio

Primera fase del cambio: precontemplación.


Podríamos decir que esta es la fase de no cambio. En esta fase ni siquiera
advertimos ni somos conscientes de qué hay algo que debemos cambiar. En esta
etapa consideramos que nuestros hábitos o comportamientos están dentro de la
normalidad, minimizando incluso el impacto real que estos comportamientos tienen
en nuestra vida.

Es posible que en esta fase, las personas de nuestro alrededor sean más
conscientes que nosotros mismos de aquellos comportamientos que sería
interesante cambiar. En esta fase podemos oír comentarios del tipo: "te convendría
dejar de fumar", "tienes que aprender a gestionar tu agresividad", etc. Pero en esta
fase hacemos "oídos sordos" a estos comentarios.

De esta misma manera, nosotros podemos ser concientes de comportamientos y


hábitos que nuestros allegados podrían cambiar para mejorar algunas condiciones
de su vida, ya sea la salud, algún aspecto laboral, personal o social. Pero ellos
estando en esta fase de precontemplacion no valoran estas posibilidades.

Dentro de esta fase podemos encontrar dos fenómenos, uno el que


llamamos acontemplación, y es el proceso por el cual no somos conscientes de la
importancia que tiene cambiar ciertos habitos. Esto se debe a que no vemos la
asociación que se produce entre nuestra conducta y las consecuencias que se
derivan de ella, por ejemplo puede ser que mi forma de expresar el enfado sea
agresiva y que por tanto las personas cercanas tiendan a evitar interactuar
conmigo pero que yo no sea consciente de que me evitan para no ser objeto de mi
agresividad y por tanto al no ser consciente de las consecuencias negativas que
acarrea, no considero que sea algo que deba ser cambiado.

El otro fenómeno es la anti contemplación que es oponer una resistencia al


cambio. En este caso lo que ocurre es que asociamos ventajas al mantenimiento
del hábito y por tanto nos resistimos a cambiarlo. En el ejemplo anterior sería
mantener el hábito de la agresividad porque siendo agresivos conseguimos que los
demás hagan lo que nosotros queremos aunque sea en base a la amenaza y al
conflicto.

Si alguien te ha sugerido que debes cambiar algo que podría ser beneficioso para
ti, no te cierres a los comentarios y preguntáte porque esa persona ha llegado a
esa conclusión.

Pídele información de porque cree que podría ser bueno cambiar en algo, cual
cree que son los perjuicios que actualmente te está trayendo mantener el
comportamiento y cuales cree que podrías ser los beneficios del cambio de
conducta, hábito o comportamiento.

Segunda fase del cambio: contemplación.


 

En esta fase, ya empezamos a cuestionarnos la posibilidad de realizar cambios.


Empezamos a analizar los pros y los contras que podría tener cambiar e instaurar
un nuevo hábito aunque no hemos pasado del análisis y por tanto no nos hemos
planteado formalmente cambiar.

Puede ser que hayamos llegado a esa etapa desde la precontemplacion porque
hemos empezado a observar la relación que tiene nuestro hábito con las
consecuencias del mismo. Tambien puede deberse a una recomendación hecha
por alguien de nuestro entorno y que nos ha hecho ver que cambiar podría tener
algunas ventajas. Incluso puede deberse a que hemos observado que otras
personas en las mismas situaciones ponen en marcha otros recursos y estrategias
de gestión y los resultados que obtienen son más adecuados que los nuestros. En
cualquier caso esta es una etapa de mero análisis y no tiene porqué desembocar
en la siguiente fase, pues habiendo hecho este análisis decidamos que no sea el
momento para cambiar.

Si estás contemplando cambiar alguna conducta o hábito pero no te decides a


llevarlo a cabo, te ayudará el hacer una relación de ventajas que obtendrás si
llevas a cabo el proceso de cambio. También puedes fijarte en otras personas que
gestionan las situaciones de otra manera para ver que resultados obtienen.

Tercera fase del cambio:preparación.


 
En esta etapa ya hemos tomado la decisión firme de cambiar el hábito o el
comportamiento nocivo y por tanto existe una intención clara de empezar el
cambio en un periodo de tiempo relativamente corto. Durante este tiempo
evaluamos cuales son nuestras fortalezas y debilidades para alcanzar el objetivo
de manera satisfactoria.

También se produce la planificación de la acción. Aqui es importante distinguir lo


que es un "proposito de año nuevo" que es algo así como "voy a dejar de fumar",
"voy a perder esos kilos que me sobran" o "voy a aprender inglés", ésto no dejan
de ser deseos que aunque nos dicen cuales son los objetivos sino tenemos un
plan de acción que nos encamine al dichos objetivos difícilmente podremos
alcanzarlos. Es en esta fase donde planteamos nuestros deseos como planes de
acción, es decir, el propósito o deseo de cambio toma forma. Se desarrollan una
serie de estrategias que componen el plan de acción que debemos seguir para la
consecución del objetivo, en él detallamos cuales son los subojbetivos a conseguir
en cada etapa del proceso así como las estrategias a seguir para ello. Esta es una
fase de gran motivación para el cambio.

Si estás en esta etapa del cambio, prepárate correctamente. Verifica cuales son
tus puntos fuertes que te ayudarán a seguir tus estrategias y cuales consideras
que pueden ser tus debilidades. Contempla todos los escenarios en los que se
manifiestan esas conductas que quieres cambiar y diseña estrategias para cada
uno de ellos. Habla con personas que hayan hecho el cambio que tu quieres hacer
y recoge información de como ellos llevaron a cabo su cambio para ver que
estrategias puedes incluir en tu plan.

Cuarta fase del cambio: acción.


 

En esta fase es en la que desarrollamos el plan de acción que hemos diseñado en


la anterior etapa. Nos centramos en poner en práctica aquellas estrategias que
pensamos que nos van a acercar al objetivo y también realizamos una verificación
de consecución de objetivos, es decir, evaluamos si nuestras estrategias nos
acercan a nuestros objetivos cumpliendo las expectativas que tenemos.

En esta fase nos podemos encontrar diferentes situaciones que hagan saltar por
los aires los progresos que vamos obteniendo haciendo que el proceso termine de
forma abrupta, lo que nos llevará a un sentimiento de frustración y de percepción
de nosotros mismos como incapaces para generar el cambio. Cuando hacemos
esta verificación podemos llegar a diferentes conclusiones sobre cómo evoluciona
nuestro cambio:

Si no cumplimos las expectativas que nos habíamos planteado, podemos llegar a


la conclusión de que es demasiado difícil hacer el cambio y que es mucho el
esfuerzo para los beneficios que estamos obteniendo. Estas conclusiones pueden
llevarnos a tomar la decisión de abandonar el proceso, bien de forma temporal o
definitivamente.
Por otro lado, se puede dar la situación de que estemos cumpliendo nuestras
expectativas y “confiarnos”, en que lo tenemos controlado y volvernos “despitados”
a la hora de seguir con las estrategias y el mantenimiento del esfuerzo que supone
el cambio. Esto tiene el peligro de volver sin darnos cuenta y de forma paulatina a
los comportamientos anteriores que queremos cambiar. Esto también conllevará
ese sentimiento de frustración y de decepcion con nosotros mismos. 

Si estás en este punto del proceso, refuerza aquellos progresos que vayas
consiguiendo, prémiate por ellos por pequeños que sean, esto aumentará tu
percepción de autoeficacia y por tanto tu seguridad para conseguir el
cambio. Cuando hagas la verificación del resultado y concluyas que no está siendo
satisfactorio, analiza si tus expectativas han sido demasiado elevadas y por tanto
difíciles de conseguir, en ese caso rebaja la expectativa y ves aumentándola poco
a poco en la medida en que vayas alcanzando el objetivo. Más vale empezar con
objetivos “humildes” y realistas que frustrarse y abandonar.

Si por el contrario al evaluar los objetivos, éstos son satisfactorios, no te relajes ni


te confíes, premiate por ello y continúa poniendo en marcha todas las estrategias
que están funcionando sin bajar la guardia.

Quinta fase del cambio: mantenimiento.


Esta etapa se produce la consolidación del cambio que se ha dado a traves de la
anterior fase. Aqui el objetivo es ajustar la precisión de las conductas que hemos
instaurado para que se automaticen y que de esta manera formen parte de nuestro
repertorio de conductuas de modo que minimicemos la probabilidad de que el
anterior comportamiento que queremos eliminar vuelva a hacer aparición. Si estás
en esta fase, como en la fase anterior refuerza y premiate por la consecuención de
objetivos. 

Sexta fase del cambio: recaída.


 

Esta fase, puede hacer acto de presencia o no, dependiendo de como hayamos


realizado la anterior etapa. Si nos hemos mantenido firmes y hemos hecho el
trabajo de forma constante, la aparición de esta fase tiene menos probabilidad de
ocurrencia. 

Ahora bien, podemos hacer una diferencia entre dos conceptos, uno es el
concepto de caída. Aqui podemos presentar ciertas conductas que teníamos antes
del proceso de cambio, pero reconducimos la situación poniendo en marcha
nuevamente las estrategias del plan y por tanto retomamos la fase de acción. El
concepto de recaída hace referencia al abandono del proceso de cambio y la
aparición de las conductas y los comportamientos que teníamos previamente al
proceso del cambio.
Como veíamos anteriormente esta fase de recaida puede darse en la fase de
acción o en la fase de manteniento. Si has llegado seguido tu proceso de cambio y
te enfrentas a una caída verifica cual puede haber sido el detonante que provocó la
recaida y que puedes hacer para evitar que estos desencadenantes aparezcan en
el futuro.

En cualquier caso, si hubieras tenido una caida o recaida no te juzgues duramente


por ello y emplea esa energia en verificar que es lo que ha podido fallar, revisa las
estrategias que has utilizado y verifica si has contemplado todos los escenarios en
los que quieres que se produzca el cambio. Por otro lado revisa las motivaciones
que realizaste en la fase de contemplación para aumentar la motivación hacia el
cambio.

Conductas asociadas a un perfil predispuesto al cambio 

 Existen una serie de comportamientos que identificamos con aquellos perfiles más
propensos a encajar los cambios con mayor flexibilidad:

 Actitud positiva: cuando ocurren cambios en el trabajo, la persona


reacciona positivamente ante ellos e intenta adaptarse con naturalidad a la
nueva situación.
 Escucha activa: la capacidad de escuchar atentamente tanto a sus
responsables como a sus compañeros de equipo. De esta manera, cuando
le advierten de un cambio y de la necesidad de abrazarlo, lo interpreta
como una oportunidad de crecimiento profesional.
 Capacidad resolutiva: es capaz de solucionar rápida y efectivamente
cualquier incidente que pueda surgir durante el desempeño de sus
funciones.
 Flexibilidad: demuestra una mente abierta y encaja en su rutina con
rapidez nuevos procedimientos o herramientas de trabajo. Tiempos de
cambios: los seis ejes de          transformación de nuestra época 

Charles Darwin lo definió muy bien cuando dijo aquello de que no es la especie
más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al
cambio. 

Esta misma frase podemos aplicarla a las empresas: solo aquellas que sean
capaces de adaptarse a las características del entorno conseguirán sobrevivir en el
mercado. 

A grandes rasgos, existen seis ejes que están transformando el entorno laboral tal
y como lo conocíamos hasta ahora. Su importancia nos está empujando a
modificar no solo las herramientas que utilizamos o los espacios de trabajo, sino
también nuestras actitudes. Por ello, conviene tenerlos presentes:

1. Automatización de procesos

Tecnología como la robótica, la inteligencia artificial o la realidad virtual


introducirán aún más cambios en los procesos de trabajo. Seguramente sustituirán
muchos empleos con tareas repetitivas que hasta ahora recaían en personas. 
Por ejemplo, en algunas empresas la primera criba de currículums ya la dejan en
manos de softwares desarrollados con inteligencia artificial que discriminan los
perfiles que se ajustan a la oferta de los que no en cuestión de segundos.
Imaginémonos lo que pueden llegar a evolucionar este tipo de procesos.

2. Profesiones emergentes

En contrapunto con el apartado anterior, también se crearán nuevas profesiones.


No solamente en el ámbito tecnológico, como aquellas derivadas de la analítica de
datos, la inteligencia artificial o la ciberseguridad, sino también en el ámbito
sanitario o de hostelería, por ejemplo. Es posible que surjan nuevas especialidades
médicas a raíz de la pandemia y es evidente que el sector turístico deberá ajustar
su modelo de negocio si quiere sobrevivir en un escenario marcado por la
volatilidad e incertidumbre.

3. Ecologismo

La sostenibilidad está en el centro del debate. Por un lado, se acentuará la


tendencia de usar procesos ecológicos en la producción de bienes, situando la
transparencia como uno de los aspectos más valorados en las organizaciones. En
este sentido, empresas del sector textil o del packaging están experimentando
grandes transformaciones.

Además, abrazar el ecologismo puede tener repercusiones directas en el


urbanismo de las ciudades (y, consecuentemente, en las oficinas), donde es
posible que veamos una redistribución de los espacios en la que prime la
colaboración y la cercanía con la naturaleza. También las casas experimentarán
cambios en su diseño para adaptarse a la expansión del teletrabajo. Así pues, en
los próximos años el paisaje urbano podría teñirse de zonas verdes y propensas a
la comunidad. 

4. Nuevos modelos de trabajo

Aunque el teletrabajo era una tendencia al alza desde hace años, no fue hasta la
llegada de la COVID-19 que se generalizó. De ahí que el Ministerio de Trabajo
dictase una ley en septiembre de 2020 para dotarlo de un marco jurídico
apropiado. 

Asimismo, es muy probable que otras formas de trabajar surjan en las próximas
décadas. Una de la que más se habla últimamente es la de la jornada laboral de
cuatro días. Empresas como Perpetual Guardian en Australia o la compañía de
software DELSOL en España ya han implementado pruebas pilotos con resultados
notables.

5. Creciente envejecimiento de la población

Europa tiene uno de los índices más altos de población envejecida. Esta
propensión a una vida más larga y en mejores condiciones irá al alza en las
próximas décadas. ¿Qué implicaciones puede tener esto en el mercado laboral? A
grandes rasgos, una mayor longevidad supondrá un alargamiento de la vida
profesional. Así pues, las empresas deben encontrar fórmulas para potenciar al
máximo el talento sénior de sus plantillas de manera que sus años de experiencia
sean percibidos como un activo de gran valor y un referente para los jóvenes 

6. Salud mental y bienestar emocional

La llegada de la COVID-19 ha demostrado la importancia de cuidar la salud


mental de los profesionales. En el último año la población ha convivido con el
miedo a la muerte, el dolor de la pérdida y el estrés por ver las libertades
individuales coartadas por sucesivos confinamientos. 

Este malestar tiene una incidencia directa en el ámbito laboral, no solo en términos
de productividad, sino también de creatividad, concentración o trabajo en equipo.
Por ello, en los próximos tiempos las organizaciones deberán considerar estos
factores condicionantes a la hora de construir y cuidar a sus equipos. 

                               Inteligencia Emocional

La inteligencia emocional es el conjunto de capacidades que tiene una


persona para desarrollarse y relacionarse con ella misma y con las demás
personas de una manera exitosa. Estas características son por ejemplo, la
capacidad de motivarse a ella misma, de perseverar en una tarea u objetivo a
pesar de las posibles frustraciones, controlar los impulsos, diferir las
gratificaciones, regular sus propios estados de ánimo, evitar que la angustia
interfiera en sus facultades racionales y la capacidad de empatizar y confiar en los
demás.

 Las personas emocionalmente desarrolladas, es decir, las personas que


gobiernan apropiadamente sus sentimientos y al mismo tiempo saben interpretar y
relacionarse afectivamente con los sentimientos de los demás, disfrutan de una
situación ventajosa en todos los dominios de la vida, tanto en las relaciones
íntimas como en la comprensión de las reglas tácitas que gobiernan el éxito en el
seno de una organización. Las personas que han desarrollado de una manera
adecuada las habilidades emocionales acostumbran a sentirse más satisfechas,
son más eficaces y más capaces de dominar los hábitos mentales que determinan
la productividad. Por otro lado, las personas que no pueden controlar su vida
emocional, se debaten en constantes luchas internas que interfieren en su
capacidad laboral y en su capacidad para poder pensar con la suficiente claridad.

La inteligencia emocional puede organizarse en cinco competencias principales:

ü  El conocimiento de las propias emociones. El conocimiento de uno mismo, es


decir, la capacidad de reconocer un sentimiento en el mismo momento en que éste
aparece.

ü  La capacidad de controlar las emociones. La conciencia de uno mismo es una


habilidad básica que nos permite controlar nuestros sentimientos y adecuarlos al
momento.

ü  La capacidad de motivarnos a nosotros mismos. El control de la vida emocional


y su subordinación a un objetivo resulta esencial para reforzar y mantener la
atención, la motivación y la creatividad.El autocontrol emocional, la capacidad de
diferir la gratificación y sofocar la impulsividad, constituye un imponderable que es
la base de cualquier objetivo.

ü  El reconocimiento de las emociones ajenas. La empatia, las personas empáticas


acostumbran a sintonizar con las señales sociales sutiles que indican que
necesitan o que quieren las otras personas.

ü  El control de las relaciones. La habilidad para relacionarnos apropiadamente con


las emociones de las otras personas.

Las personas que tienen una elevada inteligencia emocional acostumbran a


ser:

ü  Socialmente equilibrados, extrovertidos, alegres, con poca predisposición a la


timidez y a dar vueltas a sus preocupaciones.

ü  Demuestran estar dotados de una notable capacidad para comprometerse con


las causas y las personas, acostumbran a asumir responsabilidades, mantienen
una visión ética de la vida y son afables y afectuosos en sus relaciones.

ü  Su vida emocional es rica y apropiada; se sienten a gusto consigo mismos, con
los demás y con el universo social en que viven.

ü  Acostumbran a ser abiertas y sociables, expresan de una manera apropiada sus


sentimientos y soportan bien la tensión.

ü  Su equilibrio social les permite hacer rápidamente nuevas amistades; se sienten
suficientemente a gusto consigo mismas, lo que les permite mostrarse alegres,
espontáneas y abiertas a las experiencias sensuales.

ü  Acostumbran a conseguir los objetivos que se proponen.

                    Bibliografía:

 https://www.mckinsey.com/business-functions/mckinsey-accelerate/our-
insights/accelerate-blog/adaptability-and-how-to-future-proof-your-skill-set-
for-the-decade-ahead
 https://www.mckinsey.com/business-functions/mckinsey-accelerate/our-
insights/accelerate-blog/buckle-up-its-time-to-future-proof-your-skill-set-for-
the-decade-ahead
 https://www.futureforwork.com/un-ano-despues-que-ha-cambiado-en-el-
trabajo-y-los-trabajadores/

 
Última modificación: lunes, 5 de junio de 2023, 10:58

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