estados o fases de carácter cíclico que están en continuo flujo, en crecimiento o en declive. Se incluyen en este proceso motivacional todos aquellos factores cognitivos y afectivos que influyen en la elección, iniciación, dirección, magnitud y calidad de una acción que persigue alcanzar un fin determinado. También la motivación del alumno es un proceso interactivo, es decir, no depende exclusivamente del sujeto que aprende, sino que depende, como hemos visto, de la tarea, del contenido de ésta, de cómo ésta sea presentada, etc., y del contexto en el que ésta se produzca. Estos tres factores interactúan entre sí determinando la motivación del alumno. Podemos considerar que ese dinamismo motivacional dentro del sujeto está regulado y graduado por tres dimensiones o coordenadas:
Aproximación – evitación : estudiar motivación no es sólo estudiar nuestro deseos o
gustos apetecibles, sino también aquellos que queremos evitar.
Autorregulada (intrínseca) - Regulada externamente (extrínseca) una acción puede
surgir de intereses o necesidades personales de cada individuo o puede estar más o menos graduada por los dictados de la situación en la que nos encontramos.
Profundo (implícito) - Superficial (Auto-atribuído): según se trate de un proceso muy
amplio, de una tendencia general básica, muchas veces no consciente o se trate de un planteamiento consciente de intereses concretos. Problemas para el análisis y conceptualización de la motivación : 1.- ¿Cuántos motivos actúan en una persona?.
Ante un escenario cotidiano concreto aparece una gran variabilidad interindividual
de motivos y metas en las personas que participan en esa situación. En una clase, ¿todas las personas implicadas actúan según los mismos intereses?. Además, una misma persona en situaciones similares puede optar por acciones y metas distintas, según el momento, dependiendo de una serie de circunstancias muy difíciles de delimitar Cómo se combinan los motivos cuando actuamos?, ¿lo hacemos por una sólo razón o por varios intereses?.
Cuando estudiamos motivación nos enfrentamos con un proceso tan dinámico
que resulta difícil dar con los estados implicados y con sus relaciones en cada momento estudiado. Aspectos importantes de la acción motivada: los principales rasgos distintivos de estos fenómenos motivacionales:
Su carácter activo y voluntario: la acción motivada impulsa,
energetiza y no está regulado al completo por una imposición externa. Su Su persistencia en el tiempo: es algo que fluye, pero que permanece de alguna manera en el sujeto, eso sí adaptándose a cada circunstancia. Su vinculación con necesidades adaptativas. En último extremo su puesta en marcha persigue la consecución de un estado de mayor adaptación y equilibrio. La participación de componentes afectivo-emocionales. En línea con lo que acabamos de decir en el aspecto anterior, la activación motivacional suele estar cargada emocionalmente, su objetivo es algo más o menos querido o temido. Finalmente, una acción es acción motivada cuando se dirige a una meta, cuando se realizan para elegir, dirigir y persistir en la consecución de un objetivo, finalidad o propósito. Centrarse en lo motivacional significa enfatizar lo que se desea y su viabilidad; realizar una suerte de análisis, más o menos explícito, de los pros y contras de cada meta y de las expectativas de alcanzarla.
Conviene, por tanto, que intentemos agarrar de alguna
manera dos de los términos centrales en esta fase motivacional: el motivo y la meta. Metas y motivación
creamos una categoría teórica que engloba un conjunto de gustos
particulares con varios aspectos comunes, que nos permite agrupar la inmensa variabilidad de las querencias humanas. Un motivo refiere a un conjunto de pautas para la acción, emocionalmente cargadas, que implican la anticipación de una meta u objetivo preferido. Hablamos de tendencia porque un motivo nos mueve (a anticipar unas metas determinadas (ser eficaz, gustar, influir). Esta tendencia se ha formado y construido en la personalidad del individuo, no es algo estable ni permanente. Nuestros gustos varían, se forman y hasta se deforman. El concepto de meta . todo proceso motivacional tiene sentido porque siempre está dirigido a una meta, a un propósito preferido. El establecimiento de una meta dependerá entre otras cosas del significado social que se atribuya a esa situación, del valor que se le dé, de la dificultad que se perciba, de la complejidad de las acciones que conlleva satisfacerla, etc. en definitiva, no se puede concebir la existencia de metas puras o aisladas. Sería entonces más correcto hablar de las metas como si fuesen estados entrelazados en perpetuo flujo (Ortony, Clore y Collins, 1988). El control cognitivo o consciente de la acción El control cognitivo de la acción se encarga principalmente de la planificación del comportamiento, de establecer las acciones relevantes para conseguir lo deseado. Significa centrarse en el análisis de la información referida a la meta elegida y en procurarse los medios para su consecución. LA ORGANIZACIÓN JERÁRQUICA DE LOS MOTIVOS
no todos estos esquemas motivacionales tienen el mismo nivel de
profundidad ni el mismo tipo de concreción. Nos referíamos a que una de las dimensiones que ordenaría la motivación humana lo haría por criterios de generalidad o profundidad, desde los motivos más básicos a los más superficiales. De esta manera se podría establecer una cierta jerarquía de patrones motivacionales. Hablaríamos de unos esquemas motivacionales profundos, muy establecidos e internalizados en el sujeto, que predisponen hacia metas e interpretaciones muy generales y básicas. Unos los han llamado motivos directrices (D’Andrade, 1992), otros motivos implícitos (McClelland, 1992) y otros sólamente motivos sociales (Leontiev (1978). De cualquier manera, serían el caso de los motivos que adjetivan y caracterizan nuestras intenciones en las actividades básicas, en la estructura social y cultural del ser humano, al trabajar, al amar, al relacionarnos con otros, etc. en un nivel más superficial se encontrarían toda una serie de esquemas de acción que se refieren a metas más concretas, más determinadas por situaciones estándar. Seria el caso de los guiones que formamos y activamos cuando nos sometemos a determinadas acciones sociales típicas, estudiar un examen concreto, ejecutar un trabajo específico, convencer a otra persona, etc. Atribuciones y motivación Normalmente buscamos explicación a un determinado fenómeno cuando no coincide con nuestras expectativas. Este desacuerdo entre lo que esperamos y lo que sucede genera un estado de “incertidumbre cognitiva” que desencadena la búsqueda de explicaciones y la realización de atribuciones por parte del sujeto. Tres son las dimensiones que se han propuesto para describir las atribuciones que realizan los sujetos para explicar su éxito o fracaso en la tarea:
- Dimensión de estabilidad (atribuciones estables/inestables)
- Foco de dimensión de causalidad (atribuciones internas/externas). - Control de la situación (causas controlables por el sujeto/causas incontrolables por el sujeto). Weiner (1972) combina las dos primeras dimensiones del siguiente modo.
Las causas internas y estables producen atribuciones de habilidad.
Las causas internas, pero inestables producen atribuciones de esfuerzo. Las causas externas y estables producen atribuciones de dificultad de la tarea y finalmente, las causas externas e inestables producen atribuciones de suerte. .Motivación intrínseca y extrínseca La conducta intrínsecamente motivada es aquella que se realiza únicamente por el interés y placer de realizarla (Reeve,1994). debemos diferenciar actividades que nos resultan placenteras en sí mismas, de las conductas intrínsecamente motivadas. Estás últimas emergen de manera espontánea por tendencias internas y necesidades psicológicas sin necesidad de que haya recompensas extrínsecas. En otras palabras, la motivación intrínseca se refiere a aquellas acciones del sujeto que éste realiza por su propio interés y curiosidad y en donde no hay recompensas externas al sujeto de ningún tipo (refuerzos verbales por parte de otros individuos,premios,castigos,etc.). Por el contrario, la motivación extrínseca es aquella que lleva al individuo a realizar una determinada conducta para satisfacer otros motivos que no son la actividad en sí misma. un individuo que se esfuerza y estudia mucho para lograr muy buenas notas porque ello le reporta el refuerzo de sus padres, compañeros y profesores, sería un individuo motivado extrínsecamente: no estudia porque le interese aquello que estudia especialmente, sino por lograr algo que le permita conseguir su verdadera meta que, en este caso, serían las recompensas en términos de afecto y reconocimiento de padres, amigos e incluso profesores. A pesar de que esta distinción entre motivación intrínseca y extrínseca es clara y fácil de aplicar al contexto escolar (suponemos que pensará que obviamente sería deseable que en la escuela los alumnos aprendieran motivados intrínsecamente),las cosas no son tan sencillas en el contexto real. La motivación intrínseca y extrínseca están muchas veces muy ligadas y resulta difícil separarlas Las situaciones reales son complejas y no es fácil encontrar actividades que sólo sean motivadas intrínsecamente. A menudo,me atrevería incluso a decir que casi siempre, motivación intrínseca y extrínseca se combinan y se dan a la vez. Puede predominar una u otra, pero es muy difícil encontrar a alguien motivado sólo intrínsecamente. Lo que comienza siendo motivado intrínsecamente puede pasar a serlo intrínseca y extrínsecamente o bien sólo extrínsecamente. En ocasiones, el interés del alumno puede ser inicialmente intrínseco, pero las recompensas externas que todo proceso de aprendizaje conlleva en forma de refuerzos verbales -positivos o negativos- del profesor, de los padres o de los propios compañeros, o la evaluación expresada en las calificaciones que se le entregan, puede ir transformándolo en fundamentalmente extrínseco. Lo importante no es “saber más” sino aprobar, obtener la nota suficiente para poder olvidarse de todo aquello. Por supuesto, en este proceso, las metas -objetivos de aprendizaje- vienen determinadas e impuestas por agentes externos y la capacidad de control del aprendiz suele ser realmente reducida.