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TRANSFORMACIÓN, FUSIÓN Y ESCISIÓN

8.1. LOS CAMBIOS ESTRUCTURALES EN EL CONTRATO SOCIAL

El contrato social es un instrumento fundamental para organizar la actividad económica de la


sociedad. Sin embargo, debe ser adaptable a las circunstancias que afectan a la organización
productiva. La legislación societaria permite modificar el contrato social siguiendo reglas
establecidas en él y en la ley.

Los cambios pueden ser tan significativos que alteren la estructura jurídica de la sociedad, como
ocurre en casos de transformación, fusión o escisión de la sociedad. Para proteger los intereses de
los afectados por estos cambios estructurales, como socios, acreedores, empleados y el Estado, la
legislación societaria establece requisitos especiales.

Estos requisitos incluyen:

1. Garantizar una toma de decisión adecuada para llevar a cabo el cambio estructural.

2. Procedimientos especiales para gestionar la transformación, fusión o escisión.

3. Otorgar el derecho de receso a los socios disidentes, permitiéndoles retirarse de la sociedad si no


están de acuerdo con el cambio.

4. Brindar la posibilidad de oposición por parte de los acreedores.

En resumen, la legislación societaria regula la adaptabilidad del contrato social y establece medidas
para proteger los intereses de socios, acreedores, empleados y el Estado ante cambios estructurales
significativos en la sociedad.

8.2. TRANSFORMACIÓN DE SOCIEDADES

8.2.1. Introducción

La transformación de sociedades implica un cambio en el tipo al que pertenece la sociedad, sin


disolverse ni liquidarse, manteniendo su identidad y personalidad jurídica. El artículo 74 de la ley
19550 establece que hay transformación cuando una sociedad adopta otro tipo previsto.

Este tema ha generado debates sobre la posibilidad jurídica de la transformación. Algunos


argumentan que modificar el tipo societario puede alterar las reglas que rigen la sociedad,
especialmente si algunos socios se oponen al cambio. Sin embargo, la ley 19550 favorece la
flexibilidad y adaptación de las estructuras societarias, otorgando a los socios disidentes el derecho
de receso.

Desde un punto de vista conceptual, la identidad y personalidad jurídica de la sociedad pueden


continuar, ya que el tipo se refiere a características específicas de la sociedad, no a su identidad
como persona jurídica. La ley respalda la transformación de sociedades como una forma de
adaptarse a nuevas circunstancias sin perder su existencia legal.

8.2.2. Aspectos generales de las transformaciones

8.2.2.1. Distinción respecto de otras figuras

La transformación de sociedades se diferencia de otras figuras legales:

1. No implica cambio de titularidad de activos y pasivos, ya que la sociedad transformada sigue


siendo la misma persona jurídica.
2. A diferencia de la fusión, que involucra a dos o más sociedades, la transformación se refiere a una
sola sociedad.

3. No tiene similitudes con la conversión de un negocio jurídico, ya que no busca superar la nulidad o
validez de un negocio, sino modificar el tipo al que pertenece la sociedad.

4. Es una especie de modificación del contrato social, pero se caracteriza por afectar el tipo de
sociedad sin disolverla ni liquidarla.

8.2.2.2. Naturaleza jurídica de la transformación

La transformación de una sociedad es un acto complejo que involucra varios actos de naturaleza
diversa. Estos actos colectivos implican la adopción de decisiones por parte del órgano de gobierno
para llevar a cabo la transformación.

Desde la perspectiva del contrato social, la transformación implica una modificación de dicho
contrato. Además del cambio del tipo societario, puede estar acompañada de otras modificaciones
que los socios decidan adoptar en el contrato social.

8.2.2.3. Transformaciones voluntarias, automáticas y obligatorias

Las transformaciones de sociedades son generalmente voluntarias, decididas por los socios en el
órgano de gobierno. Sin embargo, también pueden ser automáticas cuando la ley impone cambios
de tipo societario en ciertas circunstancias.

Las transformaciones automáticas pueden tener diferentes efectos según si la sociedad se adapta o
no al nuevo tipo societario impuesto por ley.

Además, existen transformaciones obligatorias o forzosas cuando el tipo societario vigente es


incompatible con ciertas características de la sociedad. En estos casos, el incumplimiento puede
acarrear consecuencias negativas, como la disolución de la sociedad.

8.2.2.4. Transformaciones prohibidas

Algunas transformaciones de sociedades pueden ser antijurídicas al entrar en conflicto con reglas y
principios del régimen societario.

Conceptualmente, es posible transformar una entidad societaria en otra no societaria o viceversa,


pero ciertas transformaciones de esta naturaleza pueden ser ilícitas. Por ejemplo, la transformación
de sociedades en fundaciones puede ser considerada ilícita debido a un cambio radical en el
propósito original de la sociedad. Asimismo, la transformación de sociedades de garantía recíproca
en otros tipos de sociedades puede vulnerar el régimen impositivo propio de aquellas.

Una transformación también puede ser ilícita si el contrato social resultante es incompatible con el
nuevo tipo societario adoptado o si presenta otros elementos antijurídicos, como un objeto
incompatible. En tales casos, la transformación no se perfecciona, y la sociedad sigue perteneciendo
al tipo anterior.

Existen prohibiciones expresas de transformación, como el caso de las sociedades del Estado que no
pueden transformarse en sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria, según lo
establecido en el artículo 9 de la ley 20705.

8.2.2.5. Transformaciones puras e impuras


La transformación de sociedades puede ser pura o impura. La transformación pura implica solo la
modificación del tipo societario, mientras que la transformación impura conlleva cambios en otros
aspectos del contrato social además del tipo. Generalmente, las transformaciones son impuras, ya
que el contrato social debe adaptarse en su totalidad al nuevo tipo societario adoptado.

8.2.3. El procedimiento de transformación

La ley 19550 establece un conjunto de requisitos de procedimientos internos y externos, que la


sociedad debe cumplir para que la transformación tenga efecto.

8.2.3.1. Balance de transformación

Para realizar una transformación de sociedades, según el artículo 77, inciso 2, de la ley 19550, se
debe confeccionar un balance especial. Este balance debe cerrarse máximo un mes antes del
acuerdo de transformación y ponerse a disposición en la sede social con al menos quince días de
antelación al acuerdo. La aprobación del balance requiere las mismas mayorías que se establecen
para la aprobación de los balances de ejercicio.

Aunque el balance de transformación se confecciona siguiendo reglas similares al balance de


ejercicio, tiene efectos diferentes. Su función principal es ser un elemento necesario para la validez
de la transformación en su conjunto y proporcionar información esencial sobre la transformación y
la sociedad involucrada tanto a los socios como a terceros.

8.2.3.2. Acuerdo de transformación

El término "acuerdo de transformación" se refiere al acto mediante el cual los socios de una
sociedad aprueban su transformación. No es un acto contractual, sino una decisión del órgano de
gobierno conformado por los socios, que debe cumplir con requisitos formales y de fondo propios
de dicho órgano. Generalmente, se requiere una aprobación unánime de los socios, a menos que el
contrato social establezca una mayoría menor. El acuerdo de transformación incluye la decisión de
transformar la sociedad, así como las medidas necesarias para implementar la transformación, como
la incorporación de nuevos socios, la aprobación de un nuevo contrato social y la designación de
nuevas autoridades según el nuevo tipo societario elegido.

8.2.3.3. Instrumentación de la transformación

El artículo 77, apartado 3, de la ley 19550 establece requisitos para la transformación de sociedades.
Además del acto mediante el cual el órgano de gobierno aprueba la transformación, se requiere un
instrumento adicional que documente la transformación de manera definitiva.

Este instrumento debe reflejar no solo la aprobación de la transformación, sino también otras
modificaciones que ocurren en la sociedad, como la incorporación de nuevos socios y la salida de
socios anteriores debido al ejercicio del derecho de receso.

El contenido esencial del instrumento de transformación es la modificación del contrato social, ya


que la transformación conlleva necesariamente esta modificación. Es en este instrumento donde se
da forma al nuevo contrato social que regirá a la sociedad bajo su nuevo tipo societario.

8.2.3.4. Publicaciones

El procedimiento de transformación requiere la publicación por un día, en el diario de publicaciones


legales, de un aviso conteniendo la información que prevé el art. 77, apartado 4, de la ley 19550.

8.2.3.5. Inscripción registral


El paso final del procedimiento de transformación de sociedades implica la inscripción del
instrumento de transformación, junto con una copia del balance firmado, en el Registro Público y
otros registros correspondientes al tipo de sociedad y la naturaleza de sus bienes y gravámenes. Esta
inscripción debe ser ordenada y ejecutada por el juez o autoridad a cargo del Registro Público,
después de cumplir con la publicidad requerida.

Es importante destacar que la falta de inscripción de la transformación conlleva que la sociedad


continúe existiendo bajo el tipo que tenía antes de la transformación. En este caso, la sociedad se
considerará constituida regularmente bajo ese tipo, sin haber cumplido con los requisitos necesarios
para el cambio. La inscripción es un paso esencial para que la transformación tenga efectos legales y
la sociedad opere bajo el nuevo tipo societario adoptado.

8.2.3.6. Rescisión de la transformación

Según el artículo 80 de la ley 19550, el acuerdo social de transformación puede ser anulado antes de
su inscripción. Si ya se había realizado una publicación, se debe realizar una nueva comunicando la
rescisión. La anulación del acuerdo requiere el acuerdo unánime de los socios, a menos que haya un
pacto en contrario o disposiciones específicas para ciertos tipos societarios. En los casos donde la
transformación es adoptada por un órgano de gobierno específico, como en las sociedades
anónimas, será este órgano el que decidirá la rescisión.

8.2.3.7. Caducidad del acuerdo de transformación

El acuerdo de transformación de una sociedad caduca si, tres meses después de su celebración, no
se ha inscrito el instrumento correspondiente en el Registro Público, a menos que el plazo se haya
excedido debido a trámites normales ante la autoridad competente. Si se han realizado las
publicaciones requeridas por el artículo 77, apartado 4, de la ley 19550, se debe hacer una nueva
publicación anunciando la caducidad de la transformación. Los administradores son responsables
solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados por el incumplimiento de la inscripción o la
publicación. Es esencial realizar la inscripción a tiempo para que la transformación sea válida y tenga
efectos legales adecuados.

8.2.4. Efectos de la transformación

8.2.4.1. Personalidad jurídica

El efecto central de la transformación de una sociedad es la modificación del tipo al que pertenece.
Esto implica necesariamente la modificación del contrato social, que debe cumplir con las
condiciones del nuevo tipo adoptado. La sociedad conserva su personalidad jurídica, lo que significa
que sus derechos y obligaciones frente a terceros en principio no cambian, excepto en aspectos
relacionados con el nuevo tipo, como la responsabilidad de los socios por las deudas de la sociedad.
La sociedad no se disuelve ni liquida como resultado de la transformación.

8.2.4.2. Responsabilidad de los socios

La transformación de una sociedad no modifica la responsabilidad solidaria e ilimitada de los socios


anterior a la adopción del nuevo tipo, incluso para las obligaciones que surjan después, a menos que
los acreedores lo autoricen expresamente. El nuevo régimen de responsabilidad más favorable del
nuevo tipo solo se aplica a las obligaciones que surjan después de la transformación.

Sin embargo, si algunos socios asumen responsabilidad ilimitada debido a la transformación, esta
responsabilidad no se extiende a las obligaciones sociales anteriores a la transformación, a menos
que los socios acepten expresamente esa responsabilidad adicional.
8.2.4.3. Derecho de receso

Cuando no se requiere unanimidad para la decisión de transformación, los socios que votaron en
contra o estuvieron ausentes tienen derecho a ejercer el receso. Este derecho no afecta su
responsabilidad hacia terceros por las obligaciones contraídas hasta que la transformación se
inscriba en el Registro Público. El receso debe ejercerse dentro de los quince días del acuerdo social,
a menos que el contrato social establezca un plazo diferente o haya disposiciones específicas para
ciertos tipos societarios.

El reembolso de los socios que ejercen el receso se basará en el balance de transformación. La


sociedad, los socios con responsabilidad limitada y los administradores garantizan solidaria e
ilimitadamente a los socios que se retiran por las obligaciones sociales contraídas desde el ejercicio
del receso hasta su inscripción en el Registro Público.

8.2.4.4. Preferencia de los socios

El artículo 79 de la ley 19550 establece que la transformación de una sociedad no afectará las
preferencias de los socios, a menos que exista un pacto en contrario. Esta norma se basa en el
principio de que los derechos y posición de los socios no deben sufrir cambios más allá de los
inherentes a la transformación.

Por ejemplo, si una sociedad pasa de ser una colectiva a una anónima, las participaciones de los
socios se convertirán en acciones, y los socios perderán el derecho a participar en la administración,
que podría ser exclusivo de la sociedad colectiva. Sin embargo, aspectos como la participación
proporcional en el capital social, independientes del tipo societario, deben permanecer inalterados,
a menos que los socios afectados acepten voluntariamente y expresamente su modificación. La idea
es preservar los derechos fundamentales de los socios durante la transformación, a menos que estos
decidan lo contrario de forma expresa.

8.3. FUSIÓN DE SOCIEDADES

8.3.1. Noción. Tipos

El artículo 82 de la ley 19550 define la fusión como el proceso en el cual dos o más sociedades se
disuelven sin liquidarse para formar una nueva sociedad o una de ellas incorpora a las demás sin
liquidarlas.

La fusión puede ser de dos tipos: propia, cuando se crea una nueva sociedad como resultado de la
combinación, o por absorción, cuando una sociedad existente absorbe a otras sin liquidarlas.

En términos empresariales y económicos, la fusión es un acto de concentración societaria que


permite que varias organizaciones empresariales queden sujetas a la misma estructura societaria y
dirección, unificando sus patrimonios en una sola entidad.

8.3.2. Aspectos generales de las fusiones

8.3.2.1. Distinción respecto de otras figuras

La fusión se diferencia de la transferencia de fondos de comercio y de la constitución original de una


sociedad. En la fusión, las sociedades fusionantes experimentan una alteración en sus identidades y
personalidades societarias. Puede formarse una nueva sociedad o una de las existentes absorbe a las
demás.
En comparación con la formación de grupos societarios, en la fusión las sociedades participantes
pierden su identidad y patrimonio, excepto la resultante de la fusión. En los grupos societarios, cada
sociedad mantiene su personalidad y el control se ejerce a través de participaciones societarias en
las controladas, en lugar de transferir activos y pasivos a la sociedad resultante de la fusión.

8.3.2.2. Naturaleza jurídica de la fusión

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