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LEY GENERAL DE SOCIEDADES LEY N.

º 26887

TRANSFORMACION

Artículo 333.- Casos de transformación Las sociedades reguladas por esta ley pueden
transformarse en cualquier otra clase de sociedad o persona jurídica contemplada en
las leyes del Perú. Cuando la ley no lo impida, cualquier persona jurídica constituida en
el Perú puede transformarse en alguna de las sociedades reguladas por esta ley. La
transformación no entraña cambio de la personalidad jurídica.

Artículo 334.- Cambio en la responsabilidad de los socios Los socios que en virtud de la
nueva forma societaria adoptada asumen responsabilidad ilimitada por las deudas
sociales, responden en la misma forma por las deudas contraídas antes de la
transformación. La transformación a una sociedad en que la responsabilidad de los
socios es limitada, no afecta la responsabilidad ilimitada que corresponde a éstos por
las deudas sociales contraídas antes de la transformación, salvo en el caso de aquellas
deudas cuyo acreedor la acepte expresamente.

Artículo 335.- Modificación de participaciones o derechos La transformación no


modifica la participación porcentual de los socios en el capital de la sociedad, sin su
consentimiento expreso, salvo los cambios que se produzcan como consecuencia del
ejercicio del derecho de separación. Tampoco afecta los derechos de terceros emanados
de título distinto de las acciones o participaciones en el capital, a no ser que sea
aceptado expresamente por su titular.

Artículo 336.- Requisitos del acuerdo de transformación La transformación se acuerda


con los requisitos establecidos por la ley y el estatuto de la sociedad o de la persona
jurídica para la modificación de su pacto social y estatuto.

Artículo 337.- Publicación del acuerdo El acuerdo de transformación se publica por tres
veces, con cinco días de intervalo entre cada aviso. El plazo para el ejercicio del derecho
de separación empieza a contarse a partir del último aviso.

Artículo 338.- Derecho de separación El acuerdo de transformación da lugar al ejercicio


del derecho de separación regulado por el artículo 200. El ejercicio del derecho de
separación no libera al socio de la responsabilidad personal que le corresponda por las
obligaciones sociales contraídas antes de la transformación.

Artículo 339.- Balance de transformación La sociedad está obligada a formular un


balance de transformación al día anterior a la fecha de la escritura pública
correspondiente. No se requiere insertar el balance de transformación en la escritura
pública, pero la sociedad debe ponerlo a disposición de los socios y de los terceros
interesados, en el domicilio social, en un plazo no mayor de treinta días contados a partir
de la fecha de la referida escritura pública.
Artículo 340.- Escritura pública de transformación Verificada la separación de aquellos
socios que ejerciten su derecho o transcurrido el plazo prescrito sin que hagan uso de
ese derecho, la transformación se formaliza por escritura pública que contendrá la
constancia de la publicación de los avisos referidos en el artículo 337.

Artículo 341.- Fecha de vigencia La transformación entra en vigencia al día siguiente de


la fecha de la escritura pública respectiva. La eficacia de esta disposición está supeditada
a la inscripción de la transformación en el Registro.

Artículo 342.- Transformación de sociedades en liquidación Si la liquidación no es


consecuencia de la declaración de nulidad del pacto social o del estatuto, o del
vencimiento de su plazo de duración, la sociedad en liquidación puede transformarse
revocando previamente el acuerdo de disolución y siempre que no se haya iniciado el
reparto del haber social entre sus socios.

Artículo 343.- Pretensión de nulidad de la transformación La pretensión judicial de


nulidad contra una transformación inscrita en el Registro sólo puede basarse en la
nulidad de los acuerdos de la junta general o asamblea de socios de la sociedad que se
transforma. La pretensión debe dirigirse contra la sociedad transformada.

La pretensión se deberá tramitar en el proceso abreviado El plazo para el ejercicio de la


pretensión de nulidad de una transformación caduca a los seis meses contados a partir
de la fecha de inscripción en el Registro de la escritura pública de transformación.

La transformación de sociedades es la capacidad que tiene una compañía de cambiar su


tipo societario por otro completamente distinto, pero sin la necesidad de cambiar su
personalidad jurídica. Es decir, una compañía puede pasar de ser una sociedad
limitada a sociedad anónima, si su crecimiento lo requiere. Pero ello, no requiere que
esta tenga que adoptar un nuevo nombre, domicilio, así como la nacionalidad, capacidad
o patrimonio.

La ley que permite la transformación de sociedades nace con la intención de que, aquella
compañía o sociedad que lo requiera, pueda adoptar un nuevo tipo societario que se
ajuste mejor a su estructura empresarial. Sin embargo, sin que esto requiera hacer una
modificación total en la sociedad o la necesidad de crear una sociedad de nueva
creación.

Para la transformación de sociedades, si se compone de varios socios, todos deben estar


de acuerdo y conformes en la transformación para que esta se produzca.

«Artículo 334.- (...) La transformación a una sociedad en que la responsabilidad de los


socios es limitada, no afecta la responsabilidad ilimitada que corresponde a estos por
las deudas sociales contraídas antes de la transformación, salvo en el caso de aquellas
deudas cuyo acreedor lo acepte expresamente.» Este acuerdo puede consistir en un
pacto de pago anticipado, en el otorgamiento de garantías o simplemente en el
establecimiento de mejores condiciones en la relación crediticia. De otro lado, la Ley
General de Sociedades dispone que, si la sociedad contaba con «responsabilidad
limitada y se transforma en un modelo con responsabilidad personal e ilimitada» para
los socios, éstos responderán de la misma manera respecto de las deudas sociales
anteriores. Es decir, al adoptarse un tipo social más exigente con el patrimonio personal
del socio, su responsabilidad incluirá deudas anteriores contraídas bajo el antiguo
régimen (de responsabilidad limitada). Ello, además, no desvirtúa el modelo societario
que se está adoptando, todo lo cual obliga a los socios a evaluar detenidamente su
decisión de transformación.

La transformación de sociedades no afecta los derechos de terceros emanados de título


distinto a las acciones o participaciones en el capital, ya se hallen representados por
«bonos», por «certificados de suscripción preferente» o por «títulos de participación en
las utilidades». Es decir, que los titulares de los derechos señalados mantendrán una
situación equivalente salvo que medie variación por aceptación expresa de los mismos.
Sin embargo, cabe resaltar que es necesario que los socios adopten una posición y
lleguen a un acuerdo con los terceros respecto a los «certificados de suscripción
preferente», pues obviamente no se puede mantener tal cual el derecho en un tipo
societario distinto a la sociedad anónima; por ejemplo, en el caso de la transformación
de una sociedad anónima a una sociedad colectiva o a una sociedad comercial de
responsabilidad limitada.

¿POR QUÉ SE PRODUCE LA TRANSFORMACIÓN DE SOCIEDADES?

El entorno político, social y económico es un entorno muy cambiante. Como sabemos,


el entorno no se muestra constante. Por ello, las empresas, al igual que los individuos,
precisan de una adaptación continua al entorno que garantice de la mejor forma sus
intereses. De este modo, esta adaptación permitirá la sostenibilidad de la empresa y la
continuidad de su actividad.

Por esto se produce la transformación de sociedades. En momentos donde la regulación,


por ejemplo, sufre cambios que producen variaciones que perjudican a una compañía o
sus accionistas, la transformación de sociedades permite la adaptación de la compañía
al nuevo entorno regulatorio. Hablamos de un proceso de gestión mediante el que los
socios transforman su tipo societario, con el fin de que este se adapte al nuevo entorno,
sin que este pueda perjudicar a la actividad de la compañía y los propios socios
y accionistas.

De esta forma, por ejemplo, podemos transformar la sociedad para limitar la


responsabilidad de los accionistas o socios. Podemos transformar la sociedad para
cambiar el sistema estatutario si se produce un cambio en la directiva. A la vez que
podemos transformar la sociedad para la propia adaptación, como decíamos
anteriormente, a un nuevo entorno regulatorio. Transformaciones que, a su vez,
permiten la adaptación y, de acuerdo a la ley, no precisan de una disolución de la
compañía para crear otra nuevamente.
CLASES DE TRANSFORMACIÓN DE SOCIEDADES

Con lo establecido en la ley, las clases de transformación de sociedades


estarán determinadas por las combinaciones que permita el Código Civil de Comercio y
en leyes especiales.

De esta forma, de acuerdo con lo establecido, las clases de transformación habilitadas


para producirse de acuerdo con la ley son las siguientes, establecidas en la siguiente
tabla. En la columna de la izquierda se encuentra la sociedad inicial, mientras que en la
columna derecha se encuentra la sociedad transformada:
LEY GENERAL DE SOCIEDADES LEY N.º 26887

TITULO I DISOLUCION

Artículo 407.- Causas de disolución La sociedad se disuelve por las siguientes causas:

1. Vencimiento del plazo de duración, que opera de pleno derecho, salvo si previamente
se aprueba e inscribe la prórroga en el Registro;

2. Conclusión de su objeto, no realización de su objeto durante un período prolongado


o imposibilidad manifiesta de realizarlo;

3. Continuada inactividad de la junta general;

4. Pérdidas que reduzcan el patrimonio neto a cantidad inferior a la tercera parte del
capital pagado, salvo que sean resarcidas o que el capital pagado sea aumentado o
reducido en cuantía suficiente;

5. Acuerdo de la junta de acreedores, adoptado de conformidad con la ley de la materia,


o quiebra;

6. Falta de pluralidad de socios, si en el término de seis meses dicha pluralidad no es


reconstituida;

7. Resolución adoptada por la Corte Suprema, conforme al artículo 410;

8. Acuerdo de la junta general, sin mediar causa legal o estatutaria; y,

9. Cualquier otra causa establecida en la ley o prevista en el pacto social, en el estatuto


o en convenio de los socios registrado ante la sociedad.

Artículo 408.- Causales específicas de disolución de sociedades colectivas o en


comandita La sociedad colectiva se disuelve también por muerte o incapacidad
sobreviniente de uno de los socios, salvo que el pacto social contemple que la sociedad
pueda continuar con los herederos del socio fallecido o incapacitado o entre los demás
socios.

En caso de que la sociedad continúe entre los demás socios, reducirá su capital y
devolverá la participación correspondiente a quienes tengan derecho a ella, de acuerdo
con las normas que regulan el derecho de separación.

La sociedad en comandita simple se disuelve también cuando no queda ningún socio


comanditario o ningún socio colectivo, salvo que dentro del plazo de seis meses haya
sido sustituido el socio que falta. Si faltan todos los socios colectivos, los socios
comanditarios nombran un administrador provisional para el cumplimiento de los actos
de administración ordinaria durante el período referido en el párrafo anterior.
El administrador provisional no asume la calidad de socio colectivo. La sociedad en
comandita por acciones se disuelve también si cesan en su cargo todos los
administradores y dentro de los seis meses no se ha designado sustituto o si los
designados no han aceptado el cargo.

Artículo 409.- Convocatoria y acuerdo de disolución En los casos previstos en los


artículos anteriores, el directorio, o cuando éste no exista cualquier socio, administrador
o gerente, convoca para que en un plazo máximo de treinta días se realice una junta
general, a fin de adoptar el acuerdo de disolución o las medidas que correspondan.
Cualquier socio, director, o gerente puede requerir al directorio para que convoque a la
junta general si, a su juicio, existe alguna de las causales de disolución establecidas en la
ley.

De no efectuarse la convocatoria, ella se hará por el juez del domicilio social. Si la junta
general no se reúne o si reunida no adopta el acuerdo de disolución o las medidas que
correspondan, cualquier socio, administrador, director o el gerente puede solicitar al
juez del domicilio social que declare la disolución de la sociedad. Cuando se recurra al
juez la solicitud se tramita conforme a las normas del proceso sumarísimo.

Artículo 410.- Disolución a solicitud del Poder Ejecutivo El Poder Ejecutivo mediante
Resolución Suprema expedida con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros,
solicitará a la Corte Suprema la disolución de sociedades cuyos fines o actividades sean
contrarios a las leyes que interesan al orden público o a las buenas costumbres.

La Corte Suprema resuelve, en ambas instancias, la disolución o subsistencia de la


sociedad.

La sociedad puede acompañar las pruebas de descargo que juzgue pertinentes en el


término de treinta días, más el término de la distancia si su sede social se encuentra
fuera de Lima o del Callao.

Producida la resolución de disolución y salvo que la Corte haya dispuesto otra cosa, el
directorio, el gerente o los administradores bajo responsabilidad, convocan a la junta
general para que dentro de los diez días designe a los liquidadores y se dé inicio al
proceso de liquidación. Si la convocatoria no se realiza o si la junta general no se reúne
o no adopta los acuerdos que le competen, cualquier socio, accionista o tercero puede
solicitar al juez de la sede social que designe a los liquidadores y dé inicio al proceso de
liquidación, por el proceso sumarísimo.

Artículo 411.- Continuación forzosa de la sociedad anónima No obstante mediar


acuerdo de disolución de la sociedad anónima, el Estado puede ordenar su continuación
forzosa si la considera de seguridad nacional o necesidad pública, declarada por ley. En
la respectiva resolución se establece la forma cómo habrá de continuar la sociedad y se
disponen los recursos para que los accionistas reciban, en efectivo y de inmediato, la
indemnización justipreciada que les corresponde.
En todo caso, los accionistas tienen el derecho de acordar continuar con las actividades
de la sociedad, siempre que así lo resuelvan dentro de los diez días siguientes, contados
desde la publicación de la resolución.

Artículo 412.- Publicidad e inscripción del acuerdo de disolución El acuerdo de


disolución debe publicarse dentro de los diez días de adoptado, por tres veces
consecutivas. La solicitud de inscripción se presenta al Registro dentro de los diez días
de efectuada la última publicación, bastando para ello copia certificada notarial del acta
que decide la disolución.

La disolución de la sociedad produce la cesación del contrato y al mismo tiempo la


extinción de la relación social, en el sentido que los socios ya no están obligados a
perseguir el fin común con medios comunes, sino que están autorizados a pretender la
restitución en dinero o en especies de sus respectivas aportaciones. Además, por la
disolución la sociedad queda imposibilitada de realizar nuevas operaciones, salvo que
sean estrictamente necesarias para el proceso liquidatario, y la totalidad de su
patrimonio no puede disponerse sino hasta que se concluya con el pago a los
acreedores, surgiendo así el derecho preferencial de éstos frente a los socios. Los socios
tendrán derecho a la cuota parte del remanente social, sólo y únicamente cuando se
haya cumplido con pagar a la totalidad de acreedores.
Cuando se presentan o configuran las causales de disolución previstas en la ley,
corresponde al directorio, a cualquier socio, administrador o gerente convocar a junta
general, a fin que se adopte el acuerdo de disolución. En el caso de la Sociedad Anónima,
cualquier socio, director o gerente puede solicitar al Directorio la convocatoria de la
junta general. En el supuesto que la junta general no se reúna, o si reunida, ésta no
adopta el acuerdo de disolución o lo que corresponda, según sea el caso, cualquier socio,
administrador, director o gerente puede solicitar al juez del domicilio social que declare
la disolución de la sociedad.
Declarada la disolución, conforme al mecanismo antes expuesto, el acuerdo de
disolución deberá publicarse, dentro de los diez días siguientes, por tres veces
consecutivas, y posteriormente, inscribirse en los Registros Públicos.

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