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DEUDAS DE LOS CÓNYUGES:

ARTÍCULO 467 - Responsabilidad:


En este artículo, se establece que cada uno de los cónyuges (es decir, las
personas casadas) es responsable frente a sus acreedores (las personas o
entidades a las que deben dinero) con todos sus bienes propios y los bienes
gananciales que hayan adquirido durante el matrimonio.}
- **Bienes Propios:** Estos son los bienes que cada cónyuge tenía antes del
matrimonio o los que ha adquirido de manera individual después del
matrimonio.
- **Bienes Gananciales:** Son los bienes que se obtienen durante el
matrimonio de forma conjunta, es decir, aquellos que ambos cónyuges
adquieren juntos durante el tiempo que están casados.
Además, el artículo establece que si uno de los cónyuges contrae deudas para
los gastos de conservación y reparación de los bienes gananciales, el otro
cónyuge también es responsable, pero solo con los bienes gananciales. Esto
significa que si uno de los cónyuges toma un préstamo para mantener o reparar
propiedades compartidas, ambos cónyuges comparten la responsabilidad de
pagar esa deuda utilizando los bienes adquiridos en común durante su
matrimonio.
ARTÍCULO 468 - Recompensa:
Este artículo se refiere a la compensación o reembolso que debe hacerse entre
los cónyuges en ciertas situaciones:
- Si un cónyuge tiene una deuda personal que es pagada con dinero de los
bienes gananciales (es decir, el dinero que pertenece a ambos cónyuges),
entonces ese cónyuge está obligado a recompensar a la comunidad con esos
fondos gananciales. En otras palabras, debe reponer el dinero que se utilizó de
los bienes compartidos para pagar su deuda personal.
- Por otro lado, si un cónyuge utiliza su propio dinero para pagar las deudas de
la comunidad (por ejemplo, deudas relacionadas con la vida en común o con
bienes compartidos), la comunidad (ambos cónyuges) está obligada a
compensar o recompensar a ese cónyuge por haber utilizado sus recursos
personales para resolver asuntos que beneficiaron a ambos.
GESTION DE LOS BIENES EN LA COMUNIDAD
Estos artículos se refieren a las disposiciones legales relacionadas con la
administración y disposición de los bienes dentro del matrimonio. A
continuación, se explica cada artículo en detalle:
ARTÍCULO 469 - Bienes propios:
Este artículo establece que cada cónyuge tiene el derecho de administrar y
disponer de sus propios bienes sin restricciones, a menos que haya
disposiciones específicas en otro artículo de la ley (se hace referencia al
"artículo 456"). Los "bienes propios" son aquellos que pertenecen
exclusivamente a un cónyuge, es decir, aquellos que tenían antes del
matrimonio o que han adquirido individualmente después de casarse.
ARTÍCULO 470 - Bienes gananciales:
Este artículo regula la administración y disposición de los "bienes gananciales".
Los "bienes gananciales" son aquellos que se adquieren durante el matrimonio
por cualquiera de los cónyuges. El artículo establece que el cónyuge que
adquiere estos bienes tiene el derecho de administrarlos y disponer de ellos. Sin
embargo, existen ciertas restricciones. Se requiere el consentimiento del otro
cónyuge para vender o gravar (poner cargas como hipotecas) los siguientes
tipos de bienes:
a) Bienes registrables.
b) Acciones nominativas no endosables y no cartulares, a menos que estén
autorizadas para la oferta pública (se refiere a la compra y venta de acciones).
c) Participaciones en sociedades que no estén exceptuadas en el inciso anterior.
d) Establecimientos comerciales, industriales o agropecuarios.
El artículo también establece que estas restricciones se rigen por las normas
detalladas en los artículos 456 a 459 en caso de consentimiento o falta de
consentimiento por parte del otro cónyuge.
ARTÍCULO 471 - Bienes adquiridos conjuntamente:
Este artículo aborda la administración y disposición de los bienes adquiridos
conjuntamente por los cónyuges, independientemente de la importancia de la
contribución de cada cónyuge a la adquisición. En caso de desacuerdo entre los
cónyuges sobre la administración o disposición de estos bienes, el cónyuge que
inicia la acción puede solicitar autorización judicial de acuerdo con el artículo
458. Este artículo también establece que las normas de los artículos anteriores
se aplican a las partes indivisas de dichos bienes y, en ausencia de reglas
específicas, se aplican las normas del condominio.
ARTÍCULO 472 - Ausencia de prueba:
Este artículo establece que si no se puede demostrar la propiedad exclusiva de
un bien por parte de ninguno de los cónyuges, se presume que pertenece a
ambos cónyuges en partes iguales, es decir, como una propiedad compartida.
ARTÍCULO 473 - Fraude:
Este artículo establece que los actos realizados por uno de los cónyuges dentro
de los límites de sus facultades, pero con el propósito de defraudar al otro
cónyuge, no son válidos y no pueden ser impuestos al cónyuge afectado.
ARTÍCULO 474 - Administración sin mandato expreso:
Si un cónyuge administra los bienes del otro cónyuge sin un mandato expreso
(sin una autorización específica), se aplican las normas del mandato o de la
gestión de negocios, según corresponda. Esto significa que se deben seguir las
reglas que rigen las relaciones donde una parte actúa en nombre de otra sin
una autorización explícita.
EXTINCIÓN DE LA COMUNIDAD
ARTÍCULO 475 - Causas de extinción de la comunidad de bienes:
Este artículo enumera las causas por las cuales la comunidad de bienes entre los
cónyuges puede extinguirse. Estas causas son:
a) La muerte comprobada o presunta de uno de los cónyuges.
b) La anulación del matrimonio putativo (matrimonio que se considera nulo
desde su inicio).
c) El divorcio.
d) La separación judicial de bienes.
e) La modificación del régimen matrimonial convenido (cambio en el acuerdo
sobre cómo se manejan los bienes matrimoniales).
ARTÍCULO 476 - Muerte real y presunta:
Este artículo establece que la comunidad de bienes se extingue
automáticamente cuando uno de los cónyuges muere. En el caso de una
presunción de fallecimiento (por ejemplo, si un cónyuge está desaparecido
durante un largo período de tiempo y se presume muerto), los efectos de la
extinción se aplican retroactivamente al día presuntivo del fallecimiento.
ARTÍCULO 477 - Separación judicial de bienes:
La separación judicial de bienes es un proceso legal en el que los cónyuges
dejan de compartir sus bienes y pasivos. Este artículo establece las
circunstancias en las que un cónyuge puede solicitar la separación judicial de
bienes. Estas circunstancias incluyen:
a) Cuando la mala administración de los bienes por parte del otro cónyuge pone
en peligro los derechos de uno de ellos sobre los bienes gananciales.
b) Si el otro cónyuge entra en concurso preventivo o quiebra (problemas
financieros graves).
c) Si los cónyuges están separados de hecho sin intención de reunirse.
d) Si uno de los cónyuges es incapaz o está bajo tutela, y se nombra a un tercero
como su curador.
ARTÍCULO 478 - Exclusión de la subrogación:
Este artículo prohíbe que los acreedores de un cónyuge intenten iniciar un
proceso de separación de bienes por vía de subrogación. Esto significa que los
acreedores no pueden utilizar la separación de bienes como una forma de
proteger sus propios intereses a expensas de los cónyuges.
ARTÍCULO 479 - Medidas cautelares:
Este artículo permite solicitar medidas cautelares (órdenes judiciales
temporales) en el proceso de separación de bienes, de acuerdo con lo
establecido en el artículo 483.
ARTÍCULO 480 - Momento de la extinción:
Este artículo detalla cuándo se produce la extinción de la comunidad de bienes
en el caso de anulación del matrimonio, divorcio o separación de bienes.
Establece que estos eventos retrotraen los efectos de la extinción al día de la
notificación de la demanda o de la petición conjunta de los cónyuges. Si la
separación de hecho sin intención de reunirse ocurrió antes de la anulación del
matrimonio o del divorcio, la sentencia retrocede al día de esa separación. Sin
embargo, el juez puede modificar el alcance del efecto retroactivo si se
demuestra fraude o abuso del derecho. Además, se garantizan los derechos de
terceros de buena fe que no hayan adquirido bienes de manera gratuita. Si la
separación judicial de bienes ocurre, se aplican reglas adicionales establecidas
en los artículos 505, 506, 507 y 508.
INDIVISIÓN POSTCOMUNITARIA
ARTÍCULO 481 - Reglas aplicables:
Este artículo establece las reglas que se aplican cuando la comunidad de bienes
entre los cónyuges se extingue. Si esta extinción ocurre debido a la muerte de
uno de los cónyuges, o si uno de los cónyuges fallece mientras la indivisión
postcomunitaria sigue vigente, se aplican las reglas de la indivisión hereditaria,
es decir, las reglas que se aplican a la herencia de un difunto. Si la extinción de
la comunidad de bienes ocurre en vida de ambos cónyuges, se aplican las reglas
establecidas en los artículos siguientes de esta sección.
ARTÍCULO 482 - Reglas de administración:
Este artículo se refiere a la administración de los bienes indivisos una vez que la
comunidad de bienes ha sido extinguida. Establece que, si los ex cónyuges no
llegan a un acuerdo sobre cómo administrar y disponer de los bienes indivisos,
se aplican las reglas que solían regir el régimen de comunidad de bienes, a
menos que estas reglas sean modificadas en otros artículos de esta sección.
Además, se establece que cada uno de los copartícipes (ex cónyuges) tiene la
obligación de informar al otro con anticipación sobre su intención de llevar a
cabo actos que superen la administración ordinaria de los bienes indivisos, y el
otro copartícipe puede oponerse si considera que estos actos vulneran sus
derechos.
ARTÍCULO 483 - Medidas protectorias:
En caso de que los intereses de los copartícipes se vean afectados, este artículo
permite solicitar medidas protectorias. Esto incluye la autorización para llevar a
cabo actos que normalmente requerirían el consentimiento del otro cónyuge si
se considera que la negativa es injustificada. También se permite la designación
de un administrador para gestionar los bienes indivisos de otro copartícipe, y las
facultades y obligaciones de este administrador son similares a las de un
administrador de una herencia.
ARTÍCULO 484 - Uso de los bienes indivisos:
Este artículo establece que cada copartícipe tiene derecho a usar y disfrutar de
los bienes indivisos de acuerdo con su destino, siempre que no viole los
derechos del otro. Si no hay acuerdo entre los copartícipes sobre el uso de estos
bienes, el juez regula su uso. El uso exclusivo de un bien en mayor medida o
calidad de la acordada solo da derecho a indemnizar al otro copartícipe después
de una oposición fehaciente y en beneficio del oponente.
ARTÍCULO 485 - Frutos y rentas:
En este artículo se establece que los frutos y rentas (ingresos y beneficios) de
los bienes indivisos se agregan a la indivisión. Si un copartícipe percibe estos
frutos y rentas, debe rendir cuentas a los demás copartícipes, y aquel que tiene
el uso exclusivo de un bien indiviso debe compensar a la masa (los otros
copartícipes) desde que otro copartícipe lo solicite.
ARTÍCULO 486 - Pasivo:
Este artículo regula las relaciones con terceros acreedores durante la indivisión
postcomunitaria. Establece que se aplican las normas de los artículos 461, 462 y
467, lo que significa que los bienes indivisos pueden responder por las deudas
que un cónyuge haya contraído, pero sin perjudicar los derechos de los terceros
acreedores. Estos terceros acreedores tienen el derecho de subrogarse en los
derechos de su deudor para solicitar la partición de la masa común.
ARTÍCULO 487 - Efectos frente a los acreedores:
Este artículo establece que la disolución del régimen de comunidad de bienes
no puede perjudicar los derechos de los acreedores que tenían reclamos sobre
la totalidad del patrimonio de un deudor (uno de los cónyuges) antes de la
disolución. En otras palabras, los derechos de los acreedores sobre los bienes
de un cónyuge no pueden verse afectados negativamente por la extinción de la
comunidad de bienes.

LIQUIDACIÓN DE LA COMUNIDAD
Estos artículos se refieren al proceso de liquidación de la comunidad de bienes
entre cónyuges, una vez que esta comunidad se ha extinguido, lo que suele
ocurrir en situaciones como la disolución del matrimonio, el divorcio o la
muerte de uno de los cónyuges. La liquidación es el proceso en el que se
determina quién debe qué a quién en términos financieros. A continuación, se
explica cada artículo de manera más detallada:
ARTÍCULO 488 - Recompensas:
Después de la extinción de la comunidad de bienes, se procede a la liquidación.
En este proceso, se establecen las cuentas de las recompensas que la
comunidad debe a cada cónyuge y las que cada cónyuge debe a la comunidad.
Las recompensas son ajustes financieros que se hacen para asegurarse de que
cada cónyuge sea tratado justamente en términos de los activos y pasivos
acumulados durante el matrimonio.
ARTÍCULO 489 - Cargas de la comunidad:
Este artículo establece las obligaciones financieras que deben ser satisfechas
por la comunidad de bienes. Estas obligaciones incluyen:
a) Las deudas contraídas durante el matrimonio, a menos que estén previstas
en el artículo siguiente.
b) Los gastos relacionados con el mantenimiento del hogar, los hijos comunes,
los hijos de cada cónyuge y los gastos de alimentos que cada cónyuge está
obligado a proporcionar.
c) Las donaciones de bienes gananciales realizadas a los hijos comunes, y a
veces incluso las donaciones de bienes propios si están destinadas a su
establecimiento o colocación.
d) Los gastos relacionados con la conservación y reparación de los bienes
propios y gananciales.
ARTÍCULO 490 - Obligaciones personales:
Este artículo establece las obligaciones financieras que son personales para
cada cónyuge y no son responsabilidad de la comunidad. Estas obligaciones
incluyen:
a) Deudas contraídas antes del inicio de la comunidad.
b) Deudas relacionadas con herencias, legados o donaciones recibidas por uno
de los cónyuges.
c) Deudas contraídas para adquirir o mejorar bienes propios.
d) Deudas resultantes de garantías personales o reales dadas por uno de los
cónyuges a un tercero, sin que ello beneficie al patrimonio ganancial.
e) Deudas derivadas de responsabilidad extracontractual y sanciones legales.
ARTÍCULO 491 - Casos de recompensas:
Este artículo describe situaciones en las que se aplican las recompensas. La
comunidad debe compensar a un cónyuge si se ha beneficiado a expensas de su
patrimonio propio, y el cónyuge debe compensar a la comunidad si se ha
beneficiado a expensas del patrimonio ganancial. Por ejemplo, si uno de los
cónyuges vendió bienes propios a un precio oneroso y no reinvierte ese dinero
en la comunidad, se presume que el dinero benefició a la comunidad a menos
que se demuestre lo contrario.
ARTÍCULO 492 - Prueba:
Este artículo establece que la carga de la prueba del derecho a una recompensa
recae en la persona que la reclama. La prueba puede realizarse a través de
cualquier medio probatorio.
ARTÍCULO 493 - Monto de las recompensas:
El monto de las recompensas se calcula como el menor de los valores que
representan la erogación (gasto) y el beneficio existente para el cónyuge o la
comunidad en el momento de la disolución de la comunidad. Si no hubo
beneficio de la erogación, se toma en cuenta el valor de esta erogación.
ARTÍCULO 494 - Valuación de las recompensas:
Este artículo establece cómo se deben valuar los bienes que originan
recompensas. Estos bienes se valoran según su estado al momento de la
disolución del régimen de comunidad y su valor en el momento de la
liquidación.
ARTÍCULO 495 - Liquidación:
Después de calcular las recompensas que se deben entre los cónyuges y la
comunidad, el saldo en favor de la comunidad se coloca en la masa común de
bienes, y el saldo en favor de un cónyuge se atribuye a ese cónyuge sobre la
masa común. Si la masa ganancial es insuficiente para cumplir con todas las
recompensas, se crea un crédito a favor de un cónyuge contra el otro, y esta
deuda se debe abordar en el proceso de partición de bienes.
PARTICIÓN DE LA COMUNIDAD
Estos artículos tratan sobre el proceso de partición de la comunidad de bienes
entre cónyuges después de la extinción de esa comunidad, que puede ocurrir
por diversas razones, como la disolución del matrimonio, el divorcio, la muerte
de uno de los cónyuges o por solicitud de partición en cualquier momento. Aquí
se explica cada artículo de manera más detallada:
ARTÍCULO 496 - Derecho de pedirla:
Después de la disolución de la comunidad de bienes, cualquier cónyuge tiene el
derecho de solicitar la partición en cualquier momento, a menos que exista una
disposición legal en contrario que restrinja este derecho.
ARTÍCULO 497 - Masa partible:
La masa común que se divide se compone de la suma de los activos gananciales
netos de ambos cónyuges. En otras palabras, se trata de la cantidad total de
bienes y activos que se acumularon durante la vigencia de la comunidad de
bienes.
ARTÍCULO 498 - División:
Cuando se procede a la partición de la comunidad de bienes, la masa común se
divide en partes iguales entre los cónyuges. Esto significa que cada cónyuge
recibe la mitad de los activos gananciales acumulados, sin tener en cuenta el
valor de los bienes propios de cada uno ni la contribución de cada cónyuge a la
adquisición de los activos gananciales. Si la partición se realiza debido a la
muerte de uno de los cónyuges, los herederos reciben la parte correspondiente
al difunto sobre la mitad de los activos gananciales que le hubieran
correspondido. Sin embargo, si todos los interesados son plenamente capaces y
están de acuerdo, pueden establecer un convenio libremente acordado para la
partición.
ARTÍCULO 499 - Atribución preferencial:
Este artículo establece que uno de los cónyuges puede solicitar la atribución
preferencial de ciertos bienes, como los relacionados con propiedad intelectual
o artística, los relacionados con su actividad profesional, establecimientos
comerciales, industriales o agropecuarios que hayan sido adquiridos o formados
por él y la vivienda que ocupaba al momento de la extinción de la comunidad.
Esto se puede hacer incluso si estos bienes superan la parte que le corresponde
en la comunidad. En este caso, el cónyuge que solicita la atribución preferencial
debe pagar la diferencia en dinero al otro cónyuge o a sus herederos si es
necesario. El juez puede conceder plazos para el pago si se ofrecen garantías
suficientes.
ARTÍCULO 500 - Forma de la partición:
La partición de la comunidad de bienes se realiza de acuerdo con las
formalidades y procedimientos establecidos para la partición de herencias.
ARTÍCULO 501 - Gastos:
Los gastos relacionados con el inventario y la partición de los bienes de la
comunidad de bienes son responsabilidad de los cónyuges, o del cónyuge
sobreviviente y los herederos del fallecido, y se distribuyen proporcionalmente
según su participación en los bienes.
ARTÍCULO 502 - Responsabilidad posterior a la partición por deudas anteriores:
Después de la partición, cada cónyuge es responsable ante sus propios
acreedores por las deudas que hayan sido contraídas con anterioridad, ya sean
con sus bienes propios o con la porción que se les adjudicó de los activos
gananciales en la partición.
ARTÍCULO 503 - Liquidación de dos o más comunidades:
Cuando se debe llevar a cabo la liquidación de dos o más comunidades de
bienes contraídas por una misma persona de manera simultánea, se pueden
presentar pruebas para determinar la participación de cada comunidad en la
propiedad de los bienes. En caso de duda, los bienes se atribuyen a cada
comunidad en proporción al tiempo que duró cada una.
ARTÍCULO 504 - Bigamia:
En caso de bigamia y si el segundo cónyuge actuó de buena fe, el primer
cónyuge tiene derecho a la mitad de los activos gananciales hasta la disolución
de su matrimonio, y el segundo cónyuge tiene derecho a la mitad de la masa
ganancial formada por él y el bígamo hasta la notificación de la demanda de
nulidad. En resumen, se trata de la división de los activos gananciales en caso de
matrimonio con más de una persona, protegiendo los derechos de las partes
involucradas.
REGIMEN DE SEPARACIÓN DE BIENES
ARTÍCULO 505 - Gestión de los bienes:
En el régimen de separación de bienes, cada uno de los cónyuges conserva la
libre administración y disposición de sus bienes personales. Esto significa que
cada cónyuge puede tomar decisiones independientes sobre sus propios bienes,
sin necesidad de consultar o contar con el consentimiento del otro cónyuge,
excepto en situaciones en las que existan restricciones específicas, como las
mencionadas en el artículo 456.
Cada cónyuge también es individualmente responsable por las deudas que
contraiga, lo que significa que las deudas personales de un cónyuge no recaen
automáticamente sobre el otro cónyuge, a menos que exista una disposición
específica que permita compartir ciertas deudas, como se establece en el
artículo 461.
ARTÍCULO 506 - Prueba de la propiedad:
En el régimen de separación de bienes, cada cónyuge tiene la capacidad de
demostrar la propiedad exclusiva de un bien a través de cualquier medio de
prueba. Esto significa que pueden mostrar que un bien les pertenece
individualmente sin necesidad de consultar al otro cónyuge o contar con su
consentimiento. Los bienes cuya propiedad exclusiva no se pueda demostrar se
presumen que pertenecen a ambos cónyuges en partes iguales. En otras
palabras, si no se puede demostrar la propiedad exclusiva de un bien, se asume
que es un bien compartido.
En caso de que uno de los cónyuges desee dividir una propiedad en condominio
entre ellos, el juez puede negar la división si considera que esto afecta el interés
familiar. Esto permite al juez considerar factores como el bienestar de los hijos
u otras circunstancias que puedan influir en la decisión.
ARTÍCULO 507 - Cese del régimen:
El régimen de separación de bienes cesa por varias razones:
- La disolución del matrimonio: Cuando el matrimonio se disuelve, ya sea por
divorcio, muerte de uno de los cónyuges o cualquier otra razón legal de
disolución, el régimen de separación de bienes se da por terminado.
- La modificación del régimen convenido entre los cónyuges: Si los cónyuges
deciden cambiar su régimen matrimonial de separación de bienes y acuerdan
adoptar otro régimen, el régimen de separación de bienes se modifica o cesa en
virtud de ese acuerdo.
ARTÍCULO 508 - Disolución del matrimonio:
Una vez que el matrimonio se disuelve, si los cónyuges separados de bienes o
sus herederos no llegan a un acuerdo sobre la partición de los bienes indivisos
que puedan tener, se utiliza el procedimiento prescrito para la partición de las
herencias. Esto significa que se seguirán las reglas y procesos legales
establecidos para dividir los bienes en un escenario de herencia si no hay
acuerdo entre las partes en el régimen de separación de bienes.

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