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Sociedad Familia y Educación
Sociedad Familia y Educación
Orientación y Educación
Índice
Esquema 3
Ideas clave 4
1.1. Introducción y objetivos 4
1.2. Orientación y su desarrollo normativo en el
Sistema Educativo Español 5
1.3. Evolución del concepto de orientación y su
relación con la Educación 8
1.4. Orientación y Formación Profesional en la
actualidad 10
1.5. Principios de la orientación e implicación
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educativa 13
1.6. Aplicación práctica. Percepción y enfoque
integral en Educación 15
1.7. Referencias bibliográficas 21
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O R I E N TA C I Ó N Y E D U C A C I Ó N
N O R M AT I VA : H I T O S E N L A I N C O R P O R A C I Ó N A L S I S T E M A E S C O L A R
3
Ideas clave
Este tema coincide con el bloque de aprender a mirar, puesto que al igual que el
enfoque en educación ha ido variando hasta el actual, nuestra manera de entender
la práctica docente también ha de hacerlo. En la correspondiente parte de aplicación
práctica, explicaremos la importancia de la mirada consciente en educación.
En tu opinión, ¿cuáles serían hoy en día los ideales en educación? Quizá en muchos casos
pensaríamos en conceptos como educación personalizada, atención a la diversidad,
desarrollo integral…. todos ellos podrían considerarse propósitos afines en los actuales
contextos educativos, sin embargo, no de manera inmediata aparecerían en el escenario
de la Formación Profesional, aunque como veremos no tendría por qué ser así.
Desde sus inicios hasta hoy, los cambios sociales, económicos y culturales han guiado en
estos años el desarrollo del concepto de la orientación. Como veremos, esta evolución
ha acompañado en mayor o menor medida todos los niveles educativos, aunque en la
actualidad, la Formación Profesional es uno de los que más requiere de su definición y
desarrollo.
Educativo (Bisquerra y Álvarez, 2012), sin embargo, este proceso en la actualidad, exige
de un constante y progresivo desarrollo todavía.
A partir de los años veinte empieza a generalizarse el uso de los términos orientación
educativa y profesional y, aunque estos términos en ocasiones han ido en paralelo,
en la actualidad coinciden en su dimensión de desarrollo integral de la persona.
manifiesta Echeverría (2008), una doble consideración para poder avanzar en este
sentido:
Dificultades en la accesibilidad
Este tema se corresponde con el bloque de aprender a mirar, que debería ser, en
nuestra humilde opinión, el pilar de toda práctica docente.
En primer lugar, hay que darse cuenta de que poco va a importar lo buenos que
seamos en didáctica, lo bien que nos expresemos, el dominio de nuestra asignatura,
si no tenemos muy presente que la educación es cosa de dos y dejamos de mirarnos
a nosotros mismos, nuestros intereses y nuestras intenciones por muy buenas que
sean, así el acto educativo no llegará a su plenitud, pues se necesita contar con el
otro.
Parece una tarea compleja ¿Por dónde empezamos? Por el principio, la percepción.
Los elementos que una persona pone en juego para ordenar y estructurar las
sensaciones provienen de su propia estructura mental, no de los objetos, y esta idea
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es fundamental.
En ella, varios sabios están seguros de saber lo que tienen delante simplemente
tocando una parte del todo y, dado que están tan absolutamente seguros de su juicio,
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Al igual que hemos girado la cabeza una y otra vez intentando ver la imagen
de la joven y la señora mayor, igual habremos de esforzarnos por entender,
profundizar y no quedarnos en aquello que primero salta a la vista.
Hemos de tener siempre muy presente el enfoque integral para superar la atención
selectiva que, como hemos visto, está guiada por procesos de los que no siempre
somos conscientes.
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Probablemente, según leas estas líneas te aparecerán más ideas, genial, ese es el
propósito. ¿Qué hipótesis es la correcta? Por ahora no es tan importante, como lo
que nos ocupa, desarrollar la capacidad de valorar alternativas y potenciar la
autorreflexión.
En primer lugar, aprender a mirar desde los ojos del otro, querer
comprender, no juzgar. Los juicios no sirven para cambiar nada,
comprender los hechos sí.
En segundo lugar, practicar la autorreflexión, si somos conscientes de
que nuestra primera sensación puede ser incorrecta e incompleta
reflexionaremos sobre esa primera impresión y valoraremos
alternativas.
En tercer lugar, es importante ser conscientes de que nuestras
percepciones generan actitudes que derivan en comportamientos
que tienen consecuencias. Un ejemplo claro de ello es lo que se llama
el efecto Pigmalión, muy estudiado en Educación y que hace
referencia a la capacidad de influencia que tienen las expectativas de
una persona respecto a otra, en definitiva, la influencia de nuestras
miradas, como se aprecia en el siguiente vídeo.
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En este artículo podremos encontrar las claves para ver más allá en nuestras aulas y
alumnos, permitiendo comprender un poco más la realidad educativa, activando
palancas de cambio desde la comprensión y no el juicio.
BBVA Aprendemos Juntos. (21 de enero de 2019). Todo lo que me enseñaron los niños.
José Antonio Fernández Bravo, maestro [vídeo]. YouTube.
https://www.youtube.com/watch?v=6E4ct50dPKs
A. Planificación.
B. Accesibilidad.
C. Desarrollo de competencias.
D. Ninguna de las opciones es correcta.
7. El principio de diagnóstico:
A. Se basa en adaptar las actuaciones al momento evolutivo de cada persona.
B. Tiene en cuenta los contextos e interrelaciones entre las diferentes personas.
C. Analiza rigurosamente las necesidades de cada persona o grupo.
D. Orienta a las personas en la toma de decisiones a lo largo de su vida.
8. La percepción siempre:
A. Depende de nosotros y no del objeto que percibimos.
B. Es subjetiva y selectiva.
C. Depende del objeto que observemos.
D. A y B son correctas.
Formación Profesional y
acción tutorial
Índice
Esquema 3
Ideas clave 4
2.1. Introducción y objetivos 4
2.2. Acción tutorial y acción docente 5
2.3. Objetivos y líneas de actuación de la acción
tutorial 7
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Ideas clave
Estudiaremos los objetivos que guían esta labor, apreciando los detalles
significativos que los enuncian y concretándose a su vez en las principales líneas de
actuación para el desarrollo de la acción tutorial. Contextualizamos esta visión dentro
de la orientación profesional, más próxima a la etapa de Formación Profesional que
nos ocupa.
Para que la acción tutorial sea compartida, real y coherente es necesario realizar una
planificación de la misma, que se configura desde el Plan de Acción Tutorial (PAT).
Conoceremos los detalles de su naturaleza, así como aspectos importantes para su
desarrollo.
Esta interdependencia no solo es referida por muchos autores, sino que se encuentra
fundamentada en el marco legislativo, como vimos con anterioridad.
Este aspecto se reafirma con la Ley Orgánica de Educación de 2006 (LOE), en la que indica
entre otras funciones del profesorado:
La tutoría de los alumnos, la dirección y la orientación de su aprendizaje y el apoyo en
su proceso educativo, en colaboración con las familias.
La orientación educativa, académica y profesional de los alumnos, en colaboración,
en su caso, con los servicios o departamentos especializados. (Ley 2/2006, art. 91 c y
d)
Una vez expuesto el concepto de acción tutorial, es necesario entender cómo se concreta
este proceso, tanto en estructura como en organización, en el sistema educativo y
concretamente en la etapa de Formación Profesional. Existen tres niveles con funciones
y figuras orientadoras específicas según nivel. Así, distinguimos la acción tutorial:
la vida— atendiendo al contexto real en el que viven los alumnos, al futuro que les
vida».
falta, de negociador ante los conflictos o problemas que puedan plantearse entre
Es por ello la importancia que tiene la presencia de la acción tutorial a lo largo del
todo el sistema educativo, puesto que, aunque se va modificando por las
características propias del ciclo vital de cada individuo y de cada grupo, su
continuidad es imprescindible para el pleno desarrollo del alumnado y la ciudadanía.
El área cognitiva toma forma en la línea de enseñar a pensar. En este sentido, se pone
en valor el hecho de que no basta con proporcionar información, sino que se debe
enseñar a seleccionar, identificar y procesar la información en todas sus vertientes,
desarrollando la conducta de aprender a aprender. Respondería a la pregunta:
¿Cómo pienso?
El área conativa debe ayudar a valorar las capacidades y los hábitos que uno posee,
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no solo a nivel real, sino también el potencial que aún queda por desarrollar. Enseñar
a estructurarse implica para el alumnado ser consciente de sus propias estrategias
de estudio y/o de trabajo y de su potencial de desarrollo, por ejemplo, con
metodologías tan interesantes como el uso de portafolios, que veremos en la parte
práctica del tema. Respondería a la pregunta: ¿Qué sé hacer?
«El Plan de Acción Tutorial forma parte del Proyecto Educativo de Centro (PEC) y en
él se marcan los objetivos generales, las grandes líneas de actuación, los contenidos,
la organización y los recursos de la tutoría. Incluye también las programaciones de la
acción tutorial de ciclo y de nivel, en las que se adecuan los planteamientos generales
de la etapa a cada ciclo o nivel educativo». (Torrego, 2014, p. 195).
Con este plan se pretende que el alumnado llegue al máximo de sus posibilidades y
contribuya a que exista una mayor concordancia entre sus intereses, expectativas y
capacidades y las características que presenta el mundo profesional y laboral.
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De lo contrario, más que unos documentos que sirvan de guía para la acción tutorial,
lo que tal vez tengamos sea una serie de actividades inconexas que no llegan a
constituir un todo coherente y no construyan ningún tipo de aprendizaje.
Una excelente actividad que os proponemos para ver de primera mano un Plan de
Acción Tutorial, ya diseñado y contextualizado, es que recordéis vuestro instituto en
el caso de que desarrollara la etapa de Formación Profesional o un centro cercano en
el que tengáis certeza de que se desarrolla.
El ser empático supone salirse de nuestra posición egocentrista y pensar que no solo
sentimos y opinamos nosotros, sino que la persona que tenemos enfrente también
experimenta sensaciones y sentimientos.
La empatía más profunda es la emocional, pero se puede llegar a ella desde rasgos
visibles. Observar.
La razón es también un buen vehículo para desarrollar la empatía. Pensar como el
otro.
El último nivel es el emocional y se puede desarrollar. Sentir como el otro.
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En este sentido queremos destacar el papel que puede ocupar el portafolios como
estrategia clave no solo de aprendizaje, sino también de evaluación, para mejorar la
propia efectividad y autoestima, progresando en el aprendizaje y el desarrollo
personal y profesional.
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«...una colección de trabajos del estudiante que nos cuenta la historia de sus
esfuerzos, su progreso y logros en un área determinada.
Esta definición reconoce los aspectos básicos por los que entendemos que en sí
misma es una gran herramienta de motivación, implicación activa del alumnado,
autorreflexión sobre su desarrollo y reflejo de los propios logros.
Torrego, J. C. (coord.) (2014). 8 ideas clave: la tutoría en los centros educativos. Graó.
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Marzo, L. y Sala, J. (2014). Emociones y procesos educativos: los estilos educativos y las
emociones. En P. Darder (Coord.), Aprender y educar con bienestar y empatía. La
formación emocional del profesorado (pp. 103-120). Ediciones Octaedro. Disponible en
la Biblioteca Virtual de UNIR.
Este capítulo comienza con una reflexión sobre cómo la relación entre profesor y
alumno está llena de emociones que mueven al alumno ante su deseo de aprender o
lo desmotivan y veremos cómo los estilos atribucionales contribuyen a ello.
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Picos, J. (20 de julio de 2014). Las 89 películas sobre educación preferidas por los
profesores [Mensaje en un blog]. Recuperado de:
https://www.unir.net/educacion/revista/noticias/las-89-peliculas-sobre-educacion-
preferidas-de-los-profesores/549201440259/
6. Ayudar a valorar las capacidades y los hábitos que uno posee, no solo a nivel real,
sino también el potencial que aún queda por desarrollar se reflejaría en la línea
de:
A. Enseñar a ser.
B. Enseñar a pensar.
C. Enseñar a estructurarse.
D. Enseñar a decidir.
8. El uso del portafolios es una buena estrategia para el desarrollo del aprendizaje y
la evaluación porque:
A. Es una gran herramienta de motivación.
B. Favorece la autorreflexión.
C. Potencia el desarrollo personal y profesional.
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10. Para trabajar la empatía desde el nivel de pensar como el otro, una buena
actividad es:
A. El trabajo en equipo.
B. El intercambio de roles.
C. La lluvia de ideas.
D. La clase magistral.
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Ideas clave 4
3.1. Introducción y objetivos 4
3.2. El profesor-tutor figura clave de la acción tutorial
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5
3.3. Competencias del profesor-tutor 10
3.4. Comunicación y escucha activa 15
3.5. Referencias bibliográficas 21
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F I G U R A D E L P R O F E S O R - T U TO R
DEFINICIÓN
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Ideas clave
Cada alumno tiene derecho a que alguien le acompañe en este importante camino, que
escuche sus necesidades y sus dudas, alguien que sepa de sus logros y dificultades y le
ayude en cada momento a tomar las decisiones oportunas.
La figura del profesor- tutor encarna a ese alguien, convirtiéndose en seña de identidad
de la calidad educativa que tanto se persigue y piedra angular de la acción tutorial.
Un profesor-tutor del módulo de FCT para cada uno de los grupos de segundo curso
correspondientes a los ciclos formativos que se impartan en el centro.
En particular las diferentes figuras, aunque contribuyen a los fines de la acción tutorial,
sus funciones varían, atendiendo a diferentes aspectos según el momento formativo.
Alumnado
Equipo docente
Familias
Informar a las familias del funcionamiento del centro y del rendimiento de los alumnos, en grupo e
individualmente.
Facilitar estrategias de apoyo en la educación de sus hijos.
Favorecer los cauces de participación de las familias.
Estructuras de orientación
Por ejemplo, para conocer las características personales del alumnado, podría
revisar su expediente, realizar una entrevista individual o familiar…
La figura del profesor-tutor debe articular respuestas a retos cada vez más complejos,
ello exige un alto grado de preparación y desarrollo de competencias acordes con su
perfil profesional.
Existe una gran clasificación sobre las competencias que configuran el perfil del
profesor-tutor, sin embargo, para su estudio recogemos la adaptación realizada en
González Benito y Vélaz-de-Medrano (2014, p. 86).
Consideramos que es la más completa porque tiene por referente los ámbitos
recogidos en el marco europeo y se ajusta a la formación del profesorado por
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Saber ser
Saber estar
Competencia en gestión de la convivencia. Uso consciente por parte del tutor de sus
conocimientos, actitudes y comportamientos para proporcionar un clima propicio
que permita una relación adecuada en el aula.
Recordemos que todas estas competencias están dentro del marco de formación
permanente del profesorado establecidas por la Consejería de Educación.
Tomando las líneas de acción tutorial comentadas con anterioridad, podríamos hacer
la siguiente comparativa:
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Aplicación práctica
El ser humano es un ser social por naturaleza, aunque el desarrollo de sus habilidades
sociales, en cuanto a relacionarse con los demás y el entorno, varía. Las habilidades
de comunicación se pueden considerar una parte muy importante de ellas y también
varían. Sin embargo, en cualquier caso, ambas se pueden desarrollar y optimizar.
Y esta segunda parte es donde hay que incidir, porque eleva el poder de la
comunicación más allá el intercambio de mensajes, se alza como configuradora de
relaciones auténticas.
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Si soy capaz de comunicarme de forma que al otro le guste hablar conmigo, si consigo
que mi interlocutor se sienta escuchado, si comunico lo que quiero sin agredir a nadie
y si consigo trasmitir una actitud estimulante y favorecedora del diálogo, si consigo
todo esto, además estoy creando una conexión, un puente de cercanía y
comprensión.
Sea como sea el resultado de esa exploración, como hemos comentado, siempre hay
recorrido de aprendizaje, así que para desarrollar de manera óptima nuestra
capacidad comunicativa, empezaremos analizando los componentes de la
comunicación.
Componentes cognitivos
Además, aunque cada vez existen más metodologías de cómo hacer descubrir al
alumno nuevos aprendizajes, nuestro discurso, nuestra narración sigue siendo un
vehículo muy importante.
que a escuchar a nuestro interlocutor, distraernos, pensar qué vamos a decir cuando
nos toque hablar, realizar preguntas cerradas…
La escucha activa
Ahora toca levantar el foco de atención hacia el otro, ser conscientes que hay dos
realidades y que en el proceso se pierde información y el mensaje se aleja de la
intención inicial, aproximándose a la interpretación final.
Dentro del proceso comunicativo solemos prestar más atención a lo que vamos a
decir que a cómo vamos a escuchar, sin embargo…
La escucha activa es aquella que representa un esfuerzo físico y mental para
obtener con atención la totalidad del mensaje, interpretando el significado
correcto del mismo a través del comunicado verbal, el tono de la voz y el
lenguaje corporal, indicándole a quien nos habla, mediante la
retroalimentación, lo que creemos que hemos comprendido.
Torrego, J. C. (coord.). (2014). 8 ideas clave: la tutoría en los centros educativos. Graó.
Inteligencia emocional
4. Entre las funciones del profesor-tutor de grupo para con el alumnado están:
A. Orientar sobre posibilidades académicas y profesionales.
B. Favorecer el funcionamiento y la organización del grupo.
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Tutoría, acción de
acompañamiento
Índice
Esquema 3
Ideas clave 4
4.1. Introducción y objetivos 4
4.2. La tutoría, desde el enfoque «proventivo» 5
4.3. El clima del aula, marco de seguridad y desarrollo
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T U T O R Í A , A C C I Ó N D E A C O M PA Ñ A M I E N TO
INDIVIDUAL G R U PA L
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Ideas clave
Porque en caso de no ser así, ¿cómo se desarrolla en Plan de Acción Tutorial?, ¿cuándo
se atienden los problemas generales del grupo de alumnado? ¿cómo podemos
desarrollar plenamente las competencias sociales y de comunicación tan necesarias para
el desarrollo profesional?
La tutoría grupal está constituida por todas aquellas actividades que se realizan con
todo el grupo-clase, principalmente la hora semanal de tutoría, en caso de que esté
establecida desde la organización del centro. El profesor-tutor es el que
habitualmente lleva a cabo esta función en la hora de tutoría. Pero no hay que olvidar
que el resto del profesorado puede realizar actividades propias de la acción tutorial
en sus clases ordinarias, de acuerdo con los principios de la transversalidad y en aras
de los principios educativos.
Cascón (2000) citado por De Vicente (2010, p.190-191) distingue entre los términos
«prevención y provención».
El primero incluye una connotación negativa del conflicto, en el sentido de que se plantea
como objetivo, evitar su aparición. Compartimos totalmente la visión de este autor, en
la que los conflictos ni pueden ni deben evitarse, son oportunidades de aprendizaje,
como desarrollaremos a lo largo de esta asignatura.
Cascón (2000) comienza por asentar estas habilidades desde la creación de grupo en un
buen ambiente de aula, lo que nosotros llamaremos clima, aspecto imprescindible para
el desarrollo de las siguientes estrategias como son la comunicación, la toma de
decisiones por consenso y la cooperación.
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distinguir entre:
2004, p. 371).
Todo grupo se constituye como tal por un objetivo común, sea este causa interna o
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externa, como es el caso del grupo-clase, puesto que no se configuran así mismos.
Además, tenemos que ser conscientes de que el grupo es como un «ser vivo», nace,
crece, se desarrolla y muere, por tanto, nuestras actuaciones han de adaptarse a su
momento evolutivo.
La lucha de poder: es algo así como la adolescencia del grupo, pues muchos
miembros del grupo y subgrupos quieren encontrar su sitio. Sin embargo, si el
profesor-tutor, en coordinación con todo el profesorado, está presente,
acompaña y actúa con consistencia y coherencia, los subgrupos se ordenarán
conforme a las normas establecidas y todos tendrán más o menos claro lo que se
puede y lo que no se puede hacer.
Normalización: una vez establecidos y mantenidos los límites, las funciones y los
espacios de trabajo, el grupo está en condiciones de definir sus metas y
cohesionarse. A partir de este momento el control y la supervisión del profesor-
tutor se irá diluyendo entre la cada vez mayor autonomía del grupo. En esta etapa
se les puede proponer la realización de comisiones para distintas funciones,
información, representación, organización de eventos, etc., fomentando así la
responsabilidad y la identidad grupal.
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En consonancia con Giner y Puigardeu (2008) podemos distinguir, entre las dinámicas
utilizadas, aquellas que se identifican con los momentos más representativos del
grupo.
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Como hemos visto, establecer los pilares básicos para el desarrollo de un buen clima
en el aula es básico, además de tener conocimientos sobre nuestro grupo y poder
movilizarlo hacia unos objetivos comunes. Asimismo, existen unos contenidos
explícitos que se deben trabajar en nuestra aula, como hemos visto, no solo para la
gestión de conflictos, sino para que el grupo funcione de manera autónoma y
responsable. En definitiva, contribuir al desarrollo integral del alumnado, objetivo
fundamental de la educación.
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Somo seres sociales, pero no por ello sabemos cómo desarrollar nuestro potencial en
sociedad, en grupo. Educar en y desde la participación es fundamental para conseguir
este objetivo.
Atendiendo a Fernández (2010, p. 101) hay que tener en cuenta los siguientes
aspectos:
Las normas deben ser pensadas y consensuadas en lo posible, puesto que existen
líneas rojas marcadas por el RRI (Reglamento de Régimen Interno), que son
innegociables, como la agresión.
Explícitas y claras, ya que todos tenemos la misma información es mejor poner
ejemplos concretos que generalidades.
Pocas normas, unas tres o cuatro, y cuando se vayan consolidando se pueden
añadir nuevas.
Normas compartidas, difundir las normas hacia la familia y el resto de profesorado
implicando en el proceso a los mismos alumnos.
Ser muy consciente de la importancia del mantenimiento de estas, por lo que es
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Habilidades cognitivas
Esos cinco pensamientos se pueden enseñar de muy diversas maneras. Una de esas
maneras es utilizar historietas adaptadas a la edad de los alumnos o también
películas.
Aunque, según esta definición, el rol del alumno tutor se concibe como una
prolongación del profesor, algunos autores han propuesto ampliar esta definición, de
modo que se reconozca el valor educativo del aprendizaje recíproco, así como la
actividad conjunta entre los miembros de la pareja o del grupo.
Este proceso por tanto se convierte en «una oportunidad para aprender con los
demás y de los demás que se aplica en potencia a todos los participantes y no solo al
menos experto» (Wells, 2001, p. 332).
Durán, en el artículo que se puede consultar en la bibliografía anexa, tras una revisión
del desarrollo de esta metodología en diferentes etapas subraya «la necesidad de
avanzar en la implementación de prácticas de tutoría entre iguales en todas las
etapas educativas, obligatorias y posobligatorias» (2015).
Sin embargo, para que esto sea posible se han de dar algunas condiciones:
Por ello proponemos en este apartado el aprendizaje por proyectos como estrategia
de desarrollo que aúna desde su concepción la acción tutorial y la acción docente.
Son numerosos los autores/as que reflejan los beneficios en la utilización de este
modelo de aprendizaje, como se cita en el documento de Gómez y Santos (2012)
que puedes consultar en el apartado A fondo para profundizar en este sentido.
Como señalamos al inicio del tema, la tutoría tiene un desarrollo a nivel grupal, pero
también individual. Un trabajo preventivo muy importante se realiza desde la
individualización de los espacios con el alumnado.
De hecho, esa cercanía, ese vínculo puede ser el eslabón fundamental que una o
separe los componentes que configuran el proceso de la enseñanza, de ahí que lo
desarrollemos en detalle en la parte de aplicación práctica.
Cuidar y observar tanto el lenguaje verbal como no verbal. Por nuestra parte
debemos adaptar nuestro lenguaje verbal y corporal al tipo de alumnado o a la
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A nivel familiar:
• En el caso de la etapa de Formación Profesional, las entrevistas familiares solo
se podrán realizar en el caso del alumnado con mayoría de edad si este da su
aprobación.
• En el caso de alumnos menores de edad, las expectativas de las propias familias
en base a su experiencia pasada condicionarán este encuentro. Recordemos
que, aunque sea la primera vez que nosotros nos conozcamos, la familia lleva
ya muchos años pasando por ese proceso y en los casos de alumnado con
dificultades ya llevan un camino aprendido que no ha sido nada fácil.
• El tipo de familia y estilo educativo, en función de esta visión, enfocarán este
encuentro de una manera u otra.
En todo caso es importante vencer esas resistencias desde la firme creencia de que
siempre existe un punto de encuentro y que la comunicación es el puente para
conseguirlo.
Existen tres momentos clave en la entrevista para que esta sea un encuentro
fructífero y satisfactorio para ambas partes, se exponen a continuación:
En este caso nos centraremos en la entrevista inicial, puesto que consideramos que
es la piedra angular que sustentará el resto del proceso de acompañamiento, bien de
la familia, bien del alumnado.
Figura 5. Fases de la entrevista. Fuente: lvey y Authier (1978), recogido por Bisquerra (2012, pp. 148-159).
Soluciones intentadas: son las acciones que realizan las personas para solucionar las dificultades.
Cambio pretratamiento: son las modificaciones de conducta que realiza la persona antes de acudir a
demandar ayuda.
Excepciones: hacen referencia a aquellas ocasiones en la que aquello que motiva la queja o la
demanda desaparece.
Preguntas abiertas: son la clave de toda la comunicación puesto que orienta a la persona a abrirse en
sus explicaciones.
Parafraseo: incluye parte del mensaje del entrevistado en el cual se describe una situación, persona,
idea o hecho.
Reflejos: consiste en devolver la información que el entrevistado ha ofrecido, pero, con otras palabras.
Resumen: se subraya lo más importante de la conversación. Son reflejos, pero con más contenido.
Prescripciones o tareas: son las acciones que el tutor pide a al entrevistado que realice entre entrevista
y entrevista.
Informaciones personales: son comentarios personales del tutor que quiere compartir para conseguir
un objetivo establecido.
Comentarios de experto: son las argumentaciones que el tutor ofrece desde su experiencia.
Por último, nos gustaría recordar unas frases que deberían impregnar todo espacio
de encuentro:
Barreda, M. S. (2012). El docente como gestor del clima del aula. Factores para tener
en cuenta. Universidad de Cantabria.
Cascón Soriano, F. (s. f). Educar en y para el conflicto. Cátedra UNESCO sobre paz y
derechos humanos.
Educaci%C3%B3n-emocional.pdf
3. Si en los primeros días de clase repartimos las normas a los alumnos, les pedimos
que las copien, memoricen y advertimos de las consecuencias en caso de no
cumplirse actuaríamos bajo el perfil de un líder:
A. Laissez-faire.
B. Democrático-emocional.
C. Autoritario.
D. Ninguna de las anteriores.
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C. Competencia emocional.
D. Habilidades para la vida.
Gestión de la convivencia
en la etapa de FP
Índice
Esquema 3
Ideas clave 4
5.1. Introducción y objetivos 4
5.2. Necesidad de un modelo de organización para la
convivencia 5
5.3. Dificultades en el contexto educativo de
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Formación Profesional 8
5.4. Herramientas de gestión de la convivencia 22
5.5. Aplicación práctica 26
5.6. Referencias bibliográficas 30
A fondo 32
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G E S T I Ó N D E L A C O N V I V E N C I A E N L A E TA PA D E F P
• Concienciación
• Actuaciones de centro
NCESIDAD DE UN MODELO DE • Actuaciones de aula
CONVIVENCIA • Actuaciones comunidad
educativa
• Evaluación
D I F I C U L AT D E S E N E L C O N T E X T O E D U C AT I V O
Abandono escolar
Perfil alumnado Disrupción Conflicto
temprano
H E R R A M I E N TA S D E G E S T I Ó N D E L A C O N V I V E N C I A
Contrato Cambio de
Contención Sanciones Mediación
didáctico mirada
3
Ideas clave
En el tema que nos ocupa profundizaremos en diferentes aspectos propios del día a
día en los centros educativos, en ellos los docentes en consonancia con el profesor-
tutor han de encauzar los posibles problemas de convivencia que con seguridad
surgirán en este camino compartido.
Sin embargo, es importante mencionar que para que estas actuaciones sean
sostenibles en el centro y generen resultados a medio y a largo plazo, es
imprescindible que estén recogidas dentro de un modelo, apoyado e incorporado a
nivel institucional y de organización de centro.
Para ello necesitamos un modelo de convivencia de centro que facilite una visión
global sobre la misma y haga partícipe a toda la comunidad educativa.
Evaluación de la intervención
Ambos son documentos complementarios y han de estar incluidos dentro del PEC
(Proyecto Educativo de Centro), como insta la LOMCE, Título V (participación,
autonomía y gobierno de los centros) artículos 121 y 124.
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En primer lugar, veamos, aunque sea a grandes rasgos que perfil tiene el alumnado
de Formación Profesional para poder entender el origen de las situaciones que
detallaremos a continuación.
Sin embargo, el perfil del alumnado de Formación Profesional no solo difiere en estas
señas, sino que además se nutre de otros aspectos como:
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Figura 1. Distribución porcentual según edad del alumnado. Fuente: Estadística alumnado de FP curso
2017/2018 Ministerio de Educación, Ciencia y Formación Profesional.
En el caso de Grado Superior las edades más frecuentes de acceso entre los 18 y los
21 años, que representan 57,9%, en conjunto, aunque un 15,4% accede con más de
30 años.
Pues esta distribución indicaría, en primer lugar, que los alumnos de ciclos formativos
de grado medio comienzan sus estudios con una edad superior a la teórica y que
además este tipo de formación atrae a población adulta que regresa al sistema
educativo para hacerse con un título que les resulte de utilidad en el mercado laboral.
Solo nuestra desde una mirada empática podremos verlos y la etapa de Formación
Profesional, caracterizada por el desarrollo de otras competencias, es una gran
oportunidad para ayudarles a levantar la pata y avanzar.
Tabla 2. Medidas, actuaciones y perfil de jóvenes en FP. Fuente: adaptado Psifidou (2016).
Para ello os animamos a reflexionar sobre estos puntos a través del siguiente
cuestionario.
Disrupción
disruptivo.
Importancia de las primeras semanas de clase para sentar las bases de las normas
a seguir en el aula. Es lo que se denomina la socialización de los alumnos en la
rutina de la clase.
Los aspectos no-verbales del control del aula por parte del profesor son
consideraciones muy importantes, en cuanto a la mejora o deterioro de la
dinámica de clase. El movimiento del profesor en el aula según diferentes
objetivos, su mirada, gesto y posición corporal son determinantes en muchas
ocasiones. Esta supervisión silenciosa ayuda a no centrar la atención en la
conducta disruptiva, sino a centrarse en la tarea.
El profesor debe atender a varias demandas a la vez dentro del aula, explicar,
controlar, contestar, atender, corregir… debe ser como un director de orquesta,
que hace fluir la práctica educativa desde la serenidad.
Conflicto
Las necesidades y deseos de uno no siempre coinciden o son compatibles con los del otro
o con la realidad. Esta situación de conflicto está continuamente presente en la vida, pero
las estrategias que utilizamos unos u otros pueden diferenciarse de forma muy
significativa.
A su vez, resulta obvio que el conflicto y sus malas resoluciones no es algo que solo pasa
en las aulas o entre adolescentes, sino que es consustancial a toda vida y a toda sociedad
y por ello su presencia en los institutos no debiera ser una sorpresa para nadie.
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Cada fase sin resolver potencia que se produzca la siguiente, sin embargo, si adecuamos
nuestras habilidades a la situación seremos capaces de descender y gestionar el conflicto
para posibilitar una convivencia positiva.
Para concluir, debemos comentar que, aunque parezca poco coherente, las situaciones
que no llegan a una crisis, en donde el conflicto se abre y es visible, son más preocupantes
que esos estallidos de gritos o peleas. Estas situaciones son de más difícil detección,
pasan más desapercibidas y, por tanto, tienden a cronificarse.
CONFLICTO
Situación de confrontación de dos o más protagonistas, entre los cuales existe un antagonismo
motivado por una confrontación de intereses o necesidades.
Necesario y parte del proceso de crecimiento social y del ser humano.
Es dinámico.
Puede llegar a ser productivo.
AGRESIÓN
VIOLENCIA
De este último concepto (violencia) surge la naturaleza del acoso escolar, puesto que
para que una agresión llegue a considerarse abuso y/o maltrato debe cumplir los
siguientes requisitos, según Olweus (1978):
Cuando se nos plantea un conflicto, sea del origen que sea, tenemos que afrontarlo.
Nuestro trabajo consiste en reconducir dicha situación y aprovecharla para que sea
una oportunidad educativa de reflexión para todos los implicados en él y también
para los que han participado de forma indirecta. Para ello, seguiremos las
herramientas comentadas en la obra de Giner y Puigardeu (2008).
Contención
Para que esta contención sea efectiva ha de ser respetuosa con la persona y lo más
asertiva posible, para ello podemos utilizar:
La mirada y el posicionamiento personal.
La aproximación física: otra estrategia que funciona muy bien es la del movimiento
en el aula o por el patio. Cuando detectamos un indicio de una situación conflictiva
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Hay situaciones en las que el alumno recibe una sanción por lo que ha hecho, pero
con ello no repara en la repercusión de sus actos y probablemente no tome
conciencia de las consecuencias reales de los hechos.
Hay situaciones en las que el alumno debe «reparar» aquello que ha estropeado, sea
material o emocional: aquí el alumno debe tomar conciencia y remediar, en parte o
totalmente, lo que ha provocado con su actitud, forzando así la toma de conciencia
de las consecuencias de sus actos.
Por ello, siempre que se pueda es mejor que haya una reparación por parte del
alumno, pues esto implica una responsabilización de su actitud.
El proceso puede ser variado en función del conflicto, del mediador o mediadores
que intervienen y de los implicados, pero podríamos decir que un protocolo para
seguir sería el siguiente:
Es importante apuntar que no todas las situaciones son susceptibles de mediar, por
ejemplo, en caso de que exista violencia el hecho se derivará al órgano competente
según el RRI del centro.
«Es un acuerdo negociado después de un diálogo entre dos partes que se reconocen
como tales para llegar a un objetivo que puede ser cognitivo, metodológico o de
comportamiento» (H. Przesmyck).
Cambio de mirada
Cuando nos encontramos con un alumno que genera conductas conflictivas, muchas
veces, le vemos como a una persona que tiene ganas de molestar. No nos paramos a
pensar que quizás es una conducta adaptativa a su realidad, una realidad compleja
que tiene que afrontar.
Como profesores-tutores nuestro trabajo empieza por aceptar que nuestro alumno
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En todo caso, como hemos visto a lo largo de todo el temario el profesorado así como
el profesor -tutor no ha de desarrollar su labor de una forma aislada, ni por supuesto
asumir en exclusividad la labor de gestión de la convivencia.
En esta ocasión resolveremos en síntesis una situación que se nos puede plantear en
cualquier aula de un centro educativo de Formación Profesional. El objetivo en este
punto es pensar sobre todo lo que hasta ahora hemos trabajado en la asignatura y
establecer palancas de cambio. El fin de este ejemplo no es tanto profundizar en la
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INDICADORES
5. Una vez que hemos marcado las líneas de intervención establecemos las
actuaciones que permitirán conseguir los objetivos propuestos. En nuestro caso,
indicaremos algunas actuaciones por objetivo, sin embargo, pensaremos en otras
posibilidades. Consideramos que puede servir de un ejercicio de repaso:
• Fomentar un clima de trabajo favorable: establecer normas consensuadas y
un espacio de diálogo y participación, como las asambleas, poner atención en
los turnos de palabra (adquisición de rutinas), realizar dinámicas de grupo,
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habilidades cognitivas….
Carrasco, S., Bertran, M. y Narciso, L. (2015). Qué pueden hacer los centros públicos
ante el abandono escolar prematuro explorando las medidas de apoyo al alumnado
a través de dos estudios de caso en Cataluña en un contexto de crisis. Revista de
currículum y formación del profesorado, 19(3), 76-92.
Olweus, D. (1978). Aggression in the Schools: Bullies and Whipping Boys. Hemisphere
(Wiley).
Torrego, J. C., Rayón, L., Gómez, P. y Muñoz, Y. (Eds.). (2018). Inclusión y mejora
educativa. Universidad de Alcalá.
El contrato educativo
Virtual de UNIR.
En este apartado podemos encontrar las ventajas así como las dificultades de la
puesta en práctica del contrato educativo. Pero también se detalla la metodología a
emplear e incluso se puede consultar un modelo de este.
10. Si nos esforzamos en valorar los pequeños avances de un alumno con dificultades
estamos:
A. Realizando un cambio de mirada.
B Aplicando refuerzos positivos.
C. Realizando una supervisión silenciosa.
D. Realizando una contención emocional.
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Comunidad educativa
Índice
Esquema 3
Ideas clave 4
6.1. Introducción y objetivos 4
6.2. Sociedad del conocimiento y educación 5
6.3. Papel de la FP en la sociedad de conocimiento 9
6.4. Relación de la Formación Profesional con su
entorno 13
6.5. Papel de la familia en la etapa de Formación
Profesional 15
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A fondo 27
Test 29
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COMUNIDAD Y EDUCACIÓN
SOCIEDAD E NTORNO FA M I L I A
3
Ideas clave
También analizaremos el papel de las familias en esta etapa educativa y cómo los
centros de formación han de establecer estrategias de comunicación, no solo para
reforzar la colaboración de las familias si no también fortalecer las colaboraciones
con las empresas y entorno.
Para ello, en la parte práctica detallamos las claves para realizar reuniones eficaces y
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Es hora de ampliar perspectivas de nuevo y planear por encima de nuestras aulas para
recordar que la acción tutorial no solo se limita al alumnado, sino que incluye a las
familias y al resto de profesorado en una comunidad educativa.
Sin embargo, estas relaciones se insertan en una sociedad cambiante que engloba y
moldea a estos agentes, perfila en todos ellos características nuevas.
Siguiendo a Torío (2004, p. 38), entre las características que definen la sociedad actual se
encuentran:
Todo ello en el marco imparable de las nuevas tecnologías que se consumen de manera
frenética. En un mundo cada vez más global y paradójicamente más individual, un
mundo supuestamente más tolerante y paradójicamente más enjuiciador, en el que la
mayoría marca la razón y es más importante aparecer que ser.
No es una visión negativa del cambio, no una melancolía hacia todo tiempo pasado fue
mejor, es afirmar que nos encontramos en una sociedad diferente, diversa, cambiante,
es afirmar que todo cambio implica oportunidad, pero toda oportunidad para
consolidarse y evolucionar necesita tiempo, al igual que toda acción, reflexión. Por ello,
deberíamos encontrar un equilibrio entre ambas, puesto que el sentido del tiempo y la
certeza del futuro han cambiado.
Sin embargo, estas nuevas condiciones sociales vienen marcadas por la acelerada
velocidad del cambio, que como hemos visto no facilita la tarea de realizar proyecciones
de futuro que permitan averiguar hacia dónde se encamina este tipo de sociedad. No
obstante, es indispensable preguntarse por el papel de la formación y su impacto en las
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actividades humanas y es en esta dirección desde donde surge la llamada sociedad del
conocimiento.
En sus textos postulaban que el aprendizaje no debía estar sujeto al tiempo, en cuanto a
etapa educativa, o al espacio, acotado en centros educativos.
Por ello, la sociedad del conocimiento tiene entre sus valores primordiales el aprendizaje
permanente a lo largo de la vida y la investigación, como vehículo de desarrollo,
conocimiento e innovación en todos los campos de la actividad humana.
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Sin embargo, la noción de «sociedad del conocimiento» se empleó por primera vez en
1969 por parte de Drucker, en un momento en el que se comienzan a vislumbrar cambios
en la armonía de la sociedad industrial. Emergen nuevos procesos sociolaborales en los
que ya se intuye que lo más importante es «aprender a aprender».
En base a esto, podemos adelantar la necesidad de formar personas que puedan ser
capaces de seleccionar, actualizar y utilizar la información para transformarla en
conocimiento en un contexto específico, pero a la vez aprender en y a través de diversos
entornos y modalidades a lo largo de toda la vida y que puedan entender el potencial de
lo aprendido, adaptando el conocimiento a situaciones nuevas y generando saberes
nuevos.
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La Formación Profesional debe erigirse en este contexto social, no solo como el motor
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Sin embargo, como vimos en temas anteriores, este camino aún no consolidado
requiere, entre otras cosas, de una mejora en la orientación profesional y académica
en todas las franjas de edad posibles, con una mayor accesibilidad y unos objetivos
más acordes a la situación actual.
«Estas características determinan una rápida evolución de los saberes y una gran
intensidad de innovación. Frente a esta economía rápidamente cambiante,
organizaciones, comunidades y personas deben “equiparse” de nuevas competencias
y de nuevas cualidades para sobrevivir y prosperar en este mundo en permanente
estado de turbulencia» (Foray, 2002, pp. 2-3).
Entre estas capacidades, consideramos las más significativas aquellas que permiten,
en general, a los alumnos que aprenden hoy continuar aprendiendo y actualizarse a
lo largo de toda su vida laboral.
Ajuste sobrecualificación
Es indispensable que se realice una buena política de comunicación social, para que
las familias y el propio alumnado perciban la FP atractiva, valiosa y práctica, que se
vislumbre de forma nítida, como la vía para la inserción laboral y una completa
capacitación profesional.
La FP no puede diseñarse sin tener en cuenta a los agentes sociales, las empresas, el
territorio ni sus necesidades. Debe ser una herramienta que fomente el encaje entre
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Para profundizar en las luces y sombras que conlleva el desarrollo actual de esta
modalidad, se puede consultar en el apartado A fondo un estudio que muestra las
ventajas de la implantación de esta modalidad en un centro, como la decisión de
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realizar FPD por consenso y la motivación del alumnado y evidencia otras muchas
dificultades sobre las que reflexionar y sobre todo solventar, para que la Formación
Profesional pueda verdaderamente cumplir con los objetivos que se le han
otorgado y por naturaleza le son propios.
Como hemos visto, es esencial consolidar y canalizar la relación entre los centros
educativos y la realidad del entorno a través de una adecuada participación.
Sin embargo, para que esta colaboración sea sostenible y beneficie a todas las esferas
de la sociedad, es imprescindible que los centros educativos, los estudiantes, las
familias y la comunidad en su conjunto compartan la toma de decisiones y la
responsabilidad de una visión compartida en este proceso. No obstante, en este
horizonte de educación compartida, la familia en la etapa de Formación Profesional
no ocupa ni de lejos, un papel sustantivo.
Hemos hablado de las peculiaridades del hoy, sin embargo, escuela y familia,
instituciones en las que recae directamente el valor de la educación, también han
cambiado y afrontan los nuevos retos en esta etapa, casi como desconocidas.
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Es como una absoluta relación paralela: «en la mayor parte de los casos, la escuela
no encuentra a la familia cuando la convoca, a la vez que la familia no siempre tiene
un lugar en la escuela, cuando está convencida de que es imprescindible su
participación en ella» (Torío, 2004).
Sin embargo, no debemos olvidar que la educación debe ser una tarea compartida
por toda la sociedad. La educación reglada implica la participación del profesorado,
del propio alumnado y, por supuesto, de las familias, formando una comunidad
educativa.
Pero, si desde la distancia la necesidad de esta relación es tan obvia, entonces ¿de
dónde surge el actual desencuentro?
El desarrollo de las dos primeras opciones es casi inexistente en esta etapa, sin
embargo, según los estudios consultados, (García, Ordóñez y Chaparro, 2018; Gómez,
y Sierra, 2016), sí que suelen acudir a las citas propuestas por el profesorado, aunque
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Comenzamos destacando, en primer lugar, una serie de principios que deben guiar
los encuentros con las familias, que creemos deben tenerse siempre en cuenta con
el fin de unir esfuerzos y establecer vías de entendimiento y colaboración.
Atendiendo a las reflexiones de González y Solano (2015) estos pilares son:
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Figura 4. Principios que deben guiar los encuentros con las familias.
Ya de manera particular, hay que destacar otro aspecto para tener en cuenta para la
tutoría familiar, en el que caso de que se produzca y es el estilo educativo familiar,
ya que determina en buena medida el proceso educativo del alumnado, por ello es
necesario entender que todas las familias tienen buenas razones para hacer lo que
hacen, aun cuando lo hagan de forma errónea o el resultado sea incomprensible.
Participar del proyecto institucional del centro y trabajar en colaboración con todo
el claustro es otro de los desafíos que se señalan como pendientes. En este
sentido, Andreas Schleicher, director de educación de la OCDE, comenta en una
reciente entrevista, accesible en el apartado A fondo, que según los resultados del
informe Talis, los docentes españoles son de los que menos colaboran, trabajan
de forma aislada en su aula. Solo el 24 % declara participar en una red de
colaboración para diseñar planes de docencia o compartir material pedagógico,
frente al 40 % de media de los países de la OCDE.
que ciertas situaciones desbordan las paredes del centro como son los casos de
abandono escolar temprano o situaciones de riesgo de exclusión social y
vulnerabilidad.
Para cumplir con ambos desafíos, en primer lugar el profesorado debe de partir de
unos principios pedagógicos claros sobre los que esperamos haber reflexionado a lo
largo de toda la asignatura y, en segundo lugar, consideramos que ha de dominar una
herramienta básica, la gestión de reuniones eficaces.
Las reuniones son espacios de encuentro y, bien llevadas, una gran herramienta para
potenciar el trabajo en equipo, la cohesión de grupal e incluso la creatividad.
Sin embargo, son muchas las ocasiones en las que salimos de ellas con una gran
sensación de pérdida de tiempo y desmotivación por participar en la siguiente.
Motivar a los participantes. Los participantes asisten a las reuniones por dos
razones porque tienen que ir o porque quieren ir. Mantener reuniones con
personas motivadas resulta más agradable y para ello:
• Enviar con suficiente antelación el orden del día especificando los horarios, los
temas a tratar, material o tareas que se deben preparar, pero también
incluyendo un espacio en el que recoger sugerencias de cara a la reunión, la
implicación de todo aquel que asista es imprescindible.
Egido, I. (2015). Las relaciones entre familia y escuela. Una visión general.
Participación Educativa, 4(7), 11-18.
En este vídeo Nuccio Ordine reflexiona sobre el tiempo, el cual aporta calidad y
«reposo» a las cosas. Destaca la importancia de aprender lentamente y dedicar
tiempo a las relaciones humanas.
Pineda, P., Ciraso, A. y Arnau, L. (2019). La FP dual desde la perspectiva del profesorado:
elementos que condicionan su implementación en los centros. Educación XX1, 22(1), 15-
43. Disponible en la Biblioteca Virtual de UNIR.
Torres, A. (23 de abril de 2020). Los docentes deberán cambiar su forma de enseñar en
septiembre. El país. https://elpais.com/sociedad/2020-04-22/los-docentes-deberan-
cambiar-su-forma-de-ensenar-en-septiembre.html
6. Entre los principios de relación con la familia, pensar en las estrategias que la
familia realiza de forma correcta para apoyar el proceso de aprendizaje de su
hijo/a sería:
A. El principio de aceptación.
B. El principio de anticipación.
C. El principio de connotación positiva.
D. No es un principio es una actitud.
7. Cuando a la salida del centro nos paramos a saludar a la familia de Nacho, con los
que ya tuvimos una entrevista y parece que vienen a firmar unos papeles, estamos
poniendo en práctica el principio de:
A. Connotación positiva.
B. Profesionalidad.
C. Aceptación.
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D. Cercanía.
10. Entre las claves del éxito para conseguir reuniones eficaces y eficiente se
encuentran:
A. Pensar si es necesario realizar la reunión.
B. Disculpar las tardanzas, en favor de un clima de cordialidad.
C. Respetar los tiempos de participación, sean lo amplios que sean.
D. Todas las opciones son correctas.
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