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-cda: cucharada - cdt(s): cucharadita(s) -Pz: pieza -Tz: Taza -Gr: gramos
Recomendaciones para Benjamín Torres Batista
Evitar las comidas o cena al menos 2 horas antes de acostarse.
Evitar o limitar la ingesta de alimentos y bebidas capaces de relajar el esfínter esofágico, tales como: alcohol, chocolate, alimentos de
elevado contenido en grasas, ajo, cebolla, canela y menta.
Evitar la ingesta de alimentos y bebidas que puedan irritar o lesionar la mucosa esofágica, como: bebidas carbonatadas, críticos y sus
jugos, café, hierbas aromáticas, pimienta, especias, derivados del tomate y alimentos muy calientes o muy fríos.
Estimular la ingesta de alimentos que no afectan la presión del esfínter esofágico inferior, por ejemplo: proteínas con bajo contenido en
grasa (carnes magras, leche descremada o a 1%, quesos y yogurt hechos con leche descremada) e hidratos de carbono con bajo
contenido en grasas (pan, cereales, galletas no industrializadas, pastas, arroz, papas, frutas y verduras preparadas sin añadirles grasa).
Elegir carnes magras como el pavo o el pollo y pescados blancos.
No comer nada, aunque sea líquido antes de acostarnos.
Reducir los alimentos muy grasos o eliminarlos, los picantes, en escabeche o muy salados.
Disminuir o evitar el consumo de bebidas que contengan cafeína para evitar el aumento de la acidez del estómago como interacción
medicamento-nutrimento.
Dieta variada y equilibrada, contenido alto de fruta, verdura y fibra vegetal de cereales y legumbres.
Distribuir la ingesta total del día en 5 tomas. Comer lentamente.
Evitar comidas copiosas (abundantes) y altas en grasa.
Evitar el consumo de carminativos: ajo, menta, hinojo, albahaca, cilantro, cebolla, zanahoria, nuez moscada, salvia o tomillo.
Aumentar la ingesta de ácidos w-3 y w-6 por acción antiinflamatoria (pescado, salmón, sardina, semillas de calabaza, cereales, aguacate,
nueces, huevo, pan integral, aves de corral, soja, la mayoría de los aceites vegetales).
Evitar cocciones que irritan la mucosa del aparato digestivo como las planchas y fritos.
Preferir cocciones como al vapor, hervido o al horno.
Consumir los líquidos entre las comidas y no durante las mismas para evitar el aumento del volumen del estómago.
Para hidratar, el agua es primera opción. También se pueden beber infusiones como el romero o la sabia (la menta puede generar
molestias), caldos o zumos no ácidos.
Vigilar ciertas verduras flatulentas como la coliflor, alcachofas o las coles de brúcelas.
Se puede tomar con moderación la mayonesa light o margarina, lo más adecuado para cocinar es el aceite de oliva.
Recomendaciones para los purés/papillas
Para la cocción de las verduras, sólo hace falta poner agua hasta cubrirlas. Así conservarán mejor todos sus nutrientes. El agua de
cocción servirá para facilitar la trituración posterior de las verduras.
Remojar las leguminosas, esto les quitará la suciedad, generará menos flatulencias, los tiempos de cocción serán más cortos y
menos consumo de energía.
A la hora de cocinar hemos de tener en cuenta la higiene en todo momento del proceso: lavado de manos antes y después de
cada manipulación de alimentos, lavado de frutas y verduras, lavado de los cuchillos que hayamos utilizado para cortar antes de
cortar otro tipo de alimento. También hay que cuidar la higiene de las superficies y la batería con la que cocinamos o trituramos
la comida.
Para cocinar viene muy bien la cocción al vapor, ya que se conservan mejor las propiedades de los alimentos. También podemos
hervirlos.
Para triturarlos, hay que añadirles agua de la misma cocción para que adquieran la textura adecuada.
Añade de media a una cucharadita de aceite de oliva crudo a la hora de tomar la papilla, le dará una consistencia suave y ayuda
a evitar el estreñimiento.
Por comodidad y falta de tiempo, si se hace una cantidad grande de papillas se puede distribuir en recipientes adecuados y
congelar próximas raciones una vez que se hayan enfriado. Después sólo hay que descongelar y calentar estas raciones de
preferencia en un recipiente lentamente al fuego.
Si sobra comida, no hay que volver a congelarla, es mejor no reutilizar la más adelante con el niño o bebé ya que al enfriarse es
más fácil que se reproduzcan bacterias que puedan afectar la salud del infante.
Congela raciones separadas e identifica el día de congelación, de esta manera podrás consumir primero las más antiguas e ir
dejando las más recientes.
Podemos congelar los purés sin problema, pero conviene no hacerlo así con las papillas de fruta ya que las propiedades de los
alimentos y sus vitaminas no se conservan igual que hortalizas y verduras.
Guarda dosis individuales en tarros de cristal o tuppers, ya que si guardas mucha cantidad toda junta podrías usarla y habrías de
desecharla.
No se puede congelar los purés y papillas después de haber sido descongelados.
Las comidas en puré deben ser húmedas, cohesivas (unidas) y los suficientemente espesas para la cuchara. Los alimentos no
deben ser pegajosos, granulados, secos o muy líquidos.
La apariencia y el color de una comida en puré debe ser uniforme – si puede ver pedazos o trozos, necesita ser más procesado.
Sirva la comida en puré en platos atractivos. Tómese su tiempo para preparar los alimentos en puré atractivos con adornos para
mejorar la aceptabilidad. Evite mezclar las comidas en puré.
1. Procesar los alimentos en un procesador de comida hasta que su textura sea fina.
2. Si se necesita, añada pequeñas cantidades de líquido caliente para alimentos cocinados o líquidos fríos para alimentos fríos, y procese
hasta que consiga una textura suave como pudín.
3. Añada condimentos o aromas. Raspe los lados y reprocese si es necesario.
4. Recaliente el puré de alimentos cocinados, o enfríe los alimentos fríos a temperatura para servir.
Como las comidas en puré ya no lucen igual que el alimento original, ¡el sabor tiene que ser genial!