Aspectos Dietéticos y Nutricionales en El Lactante

[AFO012226] Técnico Profesional en Homeopatía, Fitoterapia y Nutrición
[MOD011589] Aspectos Dietéticos y Nutricionales

[UDI006185] Aspectos dietéticos y nutricionales en el lactante
Objetivos
Descubrir cuáles son los hitos del desarrollo del lactante a lo largo de su primer año de vida.
Aprender las necesidades nutricionales según los cambios tan rápidos ocurridos en esta etapa.
Conocer qué es el beikost y cuál es la mejor forma de introducir los alimentos.
Enunciar algunos consejos para preparar de forma higiénica y correcta el biberón.
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Contenidos
1. Cambios fisiológicos
Las características más significativas durante el primer año de vida son:
Gran velocidad de crecimiento.
Intenso metabolismo.
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Elevadas necesidades energéticas.
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Inmadurez en muchas de las funciones digestivas, metabólicas y psicomotoras que le
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incapacitan para recibir una alimentación similar a la del niño mayor.
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Inmadurez de los órganos (hígado, riñón).
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Escasas reservas.
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A los 4-6 meses de su nacimiento, se suele duplicar el peso y se triplica en el primer año, mientras
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que la talla aumenta un 50% a los 12 meses.

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En general, podemos decir que durante el primer año, el lactante crece entre 24-26cm y aumenta
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unos 7kg. Para saber si está creciendo de forma adecuada, se realizará el seguimiento mediante las
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curvas de talla y peso.

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En cuanto a la composición corporal, aumenta el depósito de grasa y posteriormente, habrá una

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ganancia de masa magra (músculo) y una pérdida de agua corporal.

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Cuando nacemos, la secreción de saliva es muy baja, y crecerá a partir del 6º mes. No hay tonicidad
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ni suficiente motilidad esofágica, por eso no se pueden dar alimentos sólidos.
La secreción de ácido clorhídrico y pepsina está disminuida por lo que el pH del estómago no es tan
ácido como en el adulto.
La producción de lipasa lingual y gástrica sí es suficiente para que actúe sobre la grasa láctea y así
pueda aprovechar los nutrientes que la leche le ofrece. La amilasa pancreática por ejemplo es
escasa. Es por esto que no se puede dar alimentos con almidón hasta los 6 meses de edad.
Hay una menor síntesis de ácidos biliares y circulación enterohepática y una menor capacidad de
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formación de urea y síntesis de algunos aminoácidos.
La capacidad para la excreción renal de solutos está limitada, por eso las leches artificiales deben
tener un bajo contenido en proteínas y minerales, para no forzar el sistema excretor.
2. Hitos del desarrollo importantes en la nutrición
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3. Necesidades nutricionales del lactante (0-12 meses)
Durante los 6 primeros meses del bebe, lo ideal es que su alimento provenga de la leche materna de
la madre. La leche materna posee unos beneficios para el bebé, protege al bebé de muchísimas
infecciones y se reconoce una disminución de diarreas, otitis, catarros y alergias en los bebés
alimentados de esta forma. No hay ningún otro alimento que pueda imitar sus cualidades.
La lactancia aparte de beneficiar al bebé también tiene beneficios para la madre, ya que dándole el
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pecho a su bebé hace que su cuerpo vuelva a tener el cuerpo que tenía antes del embarazo, aunque
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además de dar el pecho, la madre deberá de realizar una dieta adecuada a su estado y la realización
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de ejercicio para que su cuerpo vuelva a estar en forma.
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En el caso de que la madre no puede darle el pecho a su bebé, existen otros métodos para la
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alimentación del bebé como por ejemplo al leche de vaca, aunque no tiene tantos beneficios para el
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bebé como la leche materna. Esto lo veremos a continuación.
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Si el aumento de peso del bebé es normal y crece bien, no necesita de otro alimento antes de esa
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edad. No hay que tener prisa para que el bebé tome alimentos sólidos, ya que como la leche materna
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no hay nada mejor para ellos. Aunque a partir de los 6 meses ya se les puede empezar a dar las
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primeras papillas.
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Según algunos expertos, pasado el periodo en el cual el bebé se alimenta exclusivamente de leche
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(4-6 meses) la fórmula adaptada es insuficiente si no se completa con otros alimentos. Es el

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momento de empezar la etapa de la alimentación sólida, la cual nunca debe comenzar antes de los
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cuatro meses ni después de los seis-ocho. Esta etapa se denomina Beikost o alimentación
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complementaria.
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La leche como alimento único a partir de los seis meses, no proporciona los requerimientos
nutricionales que precisa el niño a partir de esta edad, es por ello, que siguiendo unas
recomendaciones precisas sobre la introducción de los alimentos sólidos, se deben ir incluyendo los
nuevos alimentos en la dieta de los bebés:
La leche proporcionará, a esta edad, la mitad de los requerimientos diarios totales, deberá
administrarse una cantidad no inferior a 500 ml diarios de leche.
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No se introducirá gluten antes de los seis-siete meses, siendo aconsejado los ocho meses.
La introducción de nuevos alimentos se hará de forma paulatina, sin prisa, muy lentamente y
no juntando más de un nuevo alimento cada vez, en toma diurna, probando la tolerancia del
niño y dando tiempo a la adaptación de su organismo.
Los alimentos alergénicos se introducirán más tarde, y en niños con antecedentes atópicos,
nunca antes del año.
A continuación, se muestran las necesidades nutricionales recomendadas por la FAO/OMS y las
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DRIS (2002).
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Energía:
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Según la FAO/OMS (1985), el lactante tiene una demanda energética entre 100-115 kcal/kg hasta el
5º mes y luego, hasta el primer año, las necesidades disminuyen a 98kcal/kg. Las DRIs, (2002),
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establecen las necesidades energéticas según la edad:
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0-3 meses
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4-6 meses
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7-10 meses
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Se debe controlar si la ingesta es adecuada mediante las curvas de peso y talla.
Proteínas:
Durante el crecimiento rápido de la infancia, las necesidades de proteínas por kg de peso son
mayores que en el adulto o en niños mayores. Las RDA recomiendan 1,5g/kg de peso/día hasta el año
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de vida.
Las cifras serán menores si consideramos las proteínas de la leche materna ya que éstas tienen un
alto valor biológico y por tanto, mayor aprovechamiento.
Durante el primer año, la histidina y la arginina son aminoácidos esenciales que se aportan
ampliamente con la leche materna. La taurina y cisteína, no son esenciales pero pueden serlo en
niños prematuros.
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Grasa:
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Se han establecido unas Ingestas Adecuadas tanto para la grasa total como para los ácidos grasos
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esenciales.
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Hidratos de carbono:
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Aportan desde un 30% de la energía en la leche materna, hasta un 40% en las fórmulas adaptadas.
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La lactosa es el carbohidrato mayoritario que se encuentra en la leche materna. Es de fácil

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asimilación, favorece la absorción de calcio y no es excesivamente dulce.
Agua:
No se debe olvidar de que el recién nacido sano no necesita más líquidos que los que obtiene de la
leche de su madre, no es necesario ni recomendable ofrecer agua ni soluciones de suero glucosado.
Antes de darle “suplementos” o cualquier alimento distinto de la leche materna es conveniente
consultar con el pediatra.
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Las necesidades de agua dependen de la cantidad que se pierda por la piel, los pulmones, las heces y
la orina. La IOM (2003) recomienda 0,7l/día (en forma de leche humana) de 0-6 meses y 0,8l/día
(leche, alimentos y agua de bebida) de los 7-12 meses.
Vitaminas:
En la mayoría, las necesidades se ven cubiertas a través de la leche materna, a excepción de:
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Vitamina D
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Se pueden adquirir como suplemento o bien exponiéndose con regularidad a la luz solar.
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Vitamina K
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Nacen con baja tasa, la leche materna contiene pequeñas cantidades y la flora intestinal no
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está instaurada. Si no se da en cantidades adecuadas, puede causar hemorragia intracraneal.
En algunos hospitales, como medida profiláctica se pone una inyección de vitamina K en recién
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nacidos.
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Minerales:
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A partir del cuarto mes, se aprecia mucha mayor dependencia del hierro exógeno puesto que los
depósitos ya están casi agotados. El hierro procedente de la leche materna es mucho más
biodisponible que el de las fórmulas adaptadas.
4. Alimentación complementaria o Beikost
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Se refiere a una fórmula que forma parte de un régimen de alimentación mixto destinada a ser
utilizada a partir de los 4-6 meses de edad. Puede diferir de la leche de vaca normal, tanto en
composición de ácidos grasos como de minerales o vitaminas.
El beikost es un término alemán que literalmente significa “alimento adicional”. Designa a todos los
alimentos distintos a la leche humana y preparados lácteos que se usan en la alimentación de los
lactantes.
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Incluye:
Cereales, verduras, frutas, carne, pescado, huevos etc.; tanto en estado sólido como líquido (por
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ejemplo zumo de frutas). La mayoría de los beikost producidos industrialmente corresponden a
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cereales y alimentos envasados destinados a la alimentación de lactantes, por lo que las pautas
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sobre composición se refieren a este tipo de alimentos.
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La alimentación complementaria no debe darse antes del cuarto mes ni después del sexto ya que en
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esta edad ya necesita suplementar la alimentación láctea con otros alimentos.

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Asimismo, en los primeros 12 meses, el aporte de los alimentos debe cubrir la mitad de los
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requerimientos nutricionales y energéticos, siendo todavía la leche materna o artificial la primera

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fuente de nutrientes para el bebé.

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Se recomienda mantener la lactancia materna (LM) de forma exclusiva durante los 6 primeros meses
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de edad y, a partir de ese momento, añadir de forma paulatina el resto de los alimentos,
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manteniendo la LM a demanda todo el tiempo que madre e hijo deseen.

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Se deben tener en cuenta algunas consideraciones de interés:
La leche debe seguir constituyendo la base de la alimentación, aportando el 50% de las calorías
totales en el sexto mes y el volumen nunca será menor de 500ml.
La introducción de nuevos alimentos debe hacerse de forma gradual y por separado. No es
conveniente dar en la misma comida 2 alimentos nuevos que nunca antes se hayan probado.
El orden de la introducción de los diferentes grupos de alimentos carece de importancia
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aunque se debe retrasar la administración de aquellos conocidos por su poder alergénico
(huevo, marisco).
Los niños con antecedentes familiares de atopía, evitarán alimentos altamente alergénicos en
el primer año.
Existen más de 300 variedades de preparados alimenticios a base de frutas, verduras, carne,
pescado cereales, etc. Éstos se pueden presentar tanto deshidratados como listos para comer
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(triturados, para estimular la masticación; u homogeneizados, que se tragan directamente).
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Leche y preparados:
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La leche utilizada durante el primer año será la de adaptación o la de continuación. Ésta última es la
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más apropiada para los bebés de 5 meses en adelante. La leche de vaca nunca se introducirá antes
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del año, y cuando se incluya en la dieta deberá ser entera, por su aporte de vitaminas liposolubles y
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grasas, salvo que haya recomendación médica que especifique otra cosa.
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Yogur:
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A partir de los 9-10 meses, sin adición de azúcar o muy poco azucarados. Se tomarán solos, o
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mezclados con fruta en una papilla para la merienda.

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Queso fresco:
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Puede añadirse a la dieta a partir de los 9 meses.

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Queso fermentado o curado:

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Puede administrarse a partir de los 10 meses. En una alimentación diversificada, los productos
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derivados de la leche pueden sustituir en parte a esta. Por ejemplo:
1 yogur (125g) equivale a 150ml de leche.
60g de queso fresco equivalen a 150 ml de leche.
Harinas:
Si contienen gluten (trigo, cebada, centeno o avena) no se darán antes del 6º mes. Si se trata de
arroz o maíz, como no tienen gluten, se introducirán a partir del 4º mes en forma de papillas.
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Frutas:
A partir del sexto mes se pueden administrar todas las frutas naranja, manzana, pera, plátano, uva,
ciruela, maduras, sin piel y sin semillas, dejando las más alergénicas para más adelante. No se les
añadirán azúcar ni se mezclarán con galletas hasta los 7 meses. Se pueden presentar cocidas o en
zumo.
Verduras:
A partir del sexto mes, se pueden introducir, evitando las que contienen alto contenido en nitratos
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(espinacas, remolacha) y los muy flatulentos (coliflor, col, nabo) o los muy aromáticos (ajo, cebolla).
Se pueden dar en forma de purés con pequeñas cantidades de patata para dar consistencia.
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Primero puede darse el caldo añadido al biberón de medio día, después verduras solas en puré,
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complementadas con leche. Se puede añadir una cuchara de postre de aceite de oliva al puré, pero
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nunca sal. Deben cocerse con poca agua y aprovechar el caldo de cocción, en el que quedan
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disueltas parte de las sales minerales. Los potitos que se adquieren ya elaborados, tienen la ventaja
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de cumplir la legislación en cuanto a pesticidas, nitratos y sal, por lo que son más convenientes que
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los purés preparados de forma casera.

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Carne:
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A partir del sexto mes se pueden utilizar carnes. Se optará por las menos grasas, empezando por el
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pollo, en una cantidad de 10-15 gramos por día, y aumentando 10-15 gramos por mes, máximo de 40
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a 50 gramos, mezclada y batida la carne con las verduras.

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Posteriormente se introduce la ternera y el cordero. Aportan proteínas de alto valor biológico,

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lípidos, hierro, zinc y ciertas vitaminas. Las vísceras (hígado, sesos, etc.) no tienen ventajas sobre la
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carne magra y aportan exceso de colesterol y grasa saturada.
Pescado:
Comenzará a utilizarse después de la carne (a partir del sexto-séptimo mes) ya que suele dar más
problemas de alergia. Al principio se darán los pescados blancos de sabor más suave para
posteriormente poder darlos todos. Si el bebé tiene antecedentes familiares de alergia alimentaria,
se introducirán incluso pasado el año de vida. A partir de esta edad, el pescado puede sustituir a
algunas tomas de carne.
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Huevos:
No se consumirán nunca crudos. Se introducirá primero la yema cocida sobre el noveno mes;
inicialmente un cuarto, la semana siguiente media y al mes entera, añadida al puré de medio día,
para tomar el huevo entero (con la clara) hacia los doce meses.
No obstante, recientemente, han empezado a recomendar la introducción del huevo cocido y del
cacahuete en la alimentación complementaria entre los cuatro y los seis meses de edad para
prevenir la alergia alimentaria en bebés y niños pequeños de hasta cinco años, con riesgo general de
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alergia a alimentos, así como aquellos de mayor riesgo.
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n.
Puede sustituir a la carne, tomando 2-3 unidades por semana. La yema es buena fuente de grasas,
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ácidos grasos esenciales, vitamina A, D y hierro. La clara aporta principalmente proteínas de alto
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valor biológico, pero entre ellas se encuentra la ovoalbúmina, con gran capacidad de provocar
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alergias. or
Agua:
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A partir del sexto mes, se ofrecerá con frecuencia puesto que el bebé todavía no es capaz de pedirla.
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Legumbres, pastas y demás alimentos:

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A partir de los 18 meses ya se puede dar la misma alimentación que al resto de la familia aunque
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cuidando las cantidades y cocinando los alimentos de forma que facilitemos la ingesta y la digestión.
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La miel no se debe incluir hasta los 3 años de edad, ya que puede contener esporas de Clostridium
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botulinum y transmitir la enfermedad del botulismo si no está pasteurizada.

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A continuación marca las etapas que deben de pasar para que un bebe pueda consumir huevos en su
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alimentación.
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Comenzar Actividad
Relaciona los elementos de la columna Derecha con la columna Izquierda
Introducción de un huevo crudo 1 A los 12 meses
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No consumir nunca
Añadir una yema de huevo 2
cocido
noveno mes
Añadida al puré de medio día 3
para tomar el huevo entero
La yema es buena fuente de grasas, ácidos grasos esenciales, vitaminas A, D y

hierro. La clara de huevo aporta principalmente proteínas de alto valor biológico,
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pero entre ellas se encuentra la ovoalbúmina, con gran capacidad de provocar
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alergias.
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Edad de introducción de los distintos alimentos en la dieta del
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lactante
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Requisitos que deben cumplir los alimentos infantiles

comercializados
Según la ESPGHAN, los requisitos que deben cumplir los alimentos infantiles que se comercializan
(baby food o potitos) son:
Energía: más de 70kcal/100g en mezcla de platos completos (carne o pescado con verduras o
cereales).
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Proteínas: más de 6,5g/100kcal en preparaciones de carne o pescado aislados. Si estos
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alimentos están mezclados con verduras, el contenido proteico debe ser mayor a 4,2g/100kcal.
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Sodio: menos de 10mEq/100kcal. No debe añadirse sal a postres o preparaciones de fruta.
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Indicar la edad apropiada para el consumo.
Si contiene o no azúcar añadido y gluten.
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La consistencia de las comidas debe adaptarse a las adquisiciones psicomotrices y anatómicas del
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lactante. Los alimentos serán fluidos o semifluidos hasta el sexto mes y progresivamente se irán
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haciendo más consistentes y menos triturados a medida que se acerca el año.

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No es conveniente forzar al lactante a comer aquello que rechaza inicialmente. Es preferible dejar
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pasar unos días y volver a hacer un nuevo intento.

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Hay que insistir en restringir o evitar los alimentos azucarados en los primeros años para evitar unos
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hábitos alimentarios posteriores nocivos. Los alimentos dulces son más apetecibles y si se les
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acostumbra a este sabor, costará más que realicen una dieta variada.
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La dieta del lactante debe utilizar cada día distintos alimentos que permitan ofrecer menús variados
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a lo largo de la semana.
5. Recomendaciones para preparar el biberón
El biberón es una alternativa que tienen las madres para alimentar a sus bebes, ya que no todas las
madres se encuentra en condiciones como para amamantar a su bebe. En el caso de que la madre no
pueda dar el pecho, puede extraer su leche y tener una reserva de su leche congelada en prevención
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de que algún día no pueda darle en pecho debido al algún motivo. En algunas ocasiones puede que
la leche materna sea insuficiente para el alimento del bebé y eso por ello por lo que algunos bebés
desde muy pequeños tienen que tomar leche de biberón, para cubrir todas sus necesidades
alimenticias.
Todos los distintos tipos de biberones que están a la venta para bebés están homologados, y existen
gran diferencia entre ellos. La tetina debe de tener un agujero adaptado al alimento que se va a
tomar y a la edad del niño para evitar ahogos o tener que hacer demasiado esfuerzo para conseguir
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el alimento.
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Tanto la tetina como el biberón tienen que ser revisados periódicamente y limpiarlos con mucho
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cuidado para evitar que en su interior contenga algo que perjudique la salud del bebé. Debe de
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hacerse una perfecta limpieza, desinfección y secado debido a las pocas defensas que tienen los
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bebés, ya que en algunas ocasiones pueden quedar restos de detergentes u otras sustancias fuertes.
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Se recomienda que a la hora de limpiar las dos cosas, tetina y biberón, sea con agua caliente,
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detergente y un cepillo adecuado, además de que también se puede utilizar los lavavajillas.
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Cuando la madre vaya a hacer el alimento para introducirlo en el biberón debe de mirar las medidas
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que tiene el biberón para que se adapte perfectamente con lo que el bebé necesita para su
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alimentación. Por ello el biberón deberá de tener identificados claramente cada una de las medidas.
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A la hora de preparar el biberón, después de tener en cuenta lo anteriormente dicho, también habrá
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que fijarse en la temperatura a la que le vamos a dar el biberón al bebé. La leche materna está a
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unos 37ºC, por lo que el biberón deberá estar más o menos a la misma temperatura. Aunque puede
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ser que al bebé le guste la leche más caliente o más fría, pero aun teniendo esto en cuenta no es
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nada bueno dársela ni tan caliente ni tan fría.

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Si el biberón lo va a preparar con leche en polvo en vez de leche materna, deberá de utilizarse agua
potable, estéril y con bajo contenido en nitratos y sales minerales a la temperatura que vea
conveniente. Se añade la cantidad de leche que sea la adecuada a la edad del bebé, aspecto que se
indica en el envase de la leche en polvo. No se hervirá o sobrecalentará el biberón una vez
preparado ya que se pierden las vitaminas, se evapora agua y las proteínas e hidratos de carbono
pueden reaccionar.
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Seguidamente se agitará todo hasta que quede sin grumos. Antes de darle el biberón al bebé es
importante que la madre se eche un poco en la mano para ver si la temperatura es la adecuada. Se
pueden preparar varios biberones y conservarlos en el frigorífico para cuando haga falta, aunque no
es bueno que estos biberones estén más de 24 horas sin consumir. Si el bebé tiene menos de 4-6
meses, no se le añadirán cereales ni nada más al biberón.
Cuando se le vaya a dar el biberón al bebé es importante la postura en la que se vaya a poner al
bebé. La postura apropiada consiste en poner al bebé semi acostado y ponerle el biberón de tal
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manera que la tetina esté toda llena de leche. En cuanto que el bebé rechace el biberón no se le
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debe de obligar para que se lo beba todo.
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Algunos bebés eructan cuando acaban de comer, pero otros sin embargo tienen más dificultad en
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hacerlo. En estos casos, lo más conveniente es ayudarlos, incorporándolos e inclusive dándoles
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palmaditas suaves en la espalda. También es frecuente que, por distensión del estómago, tengan
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hipo mientras maman el pecho o el biberón, o una vez terminada su comida. Pero el hipo no debe ser
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motivo de preocupación porque sólo será pasajero. Transcurridos unos cuantos minutos, se le irá
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con la misma facilidad y rapidez con que le sobrevino.

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El uso del biberón puede provocar problemas dentales, por ello cuando se le vaya a dar de beber lo
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ideal es que sea agua, ya que si se le da zumos u otra bebida con azúcares puede que el bebé vaya a
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tener caries.
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Recuerda
[[[Elemento Multimedia]]]
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Preguntas de Autoevaluación
1. ¿Cómo varía la composición corporal del lactante?
Aumenta el depósito de grasa y posteriormente, habrá una ganancia de músculo.
Existe una pérdida de agua.
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Ninguna opción es correcta.
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La opción A y B son correctas.
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2. Indica si es verdadero o falso el siguiente enunciado: “El beikost es un
término alemán que literalmente significa “alimento natural”.
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Verdadero.
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Falso.
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3. ¿Cuántas kcal necesita el lactante hasta el 5º mes de vida?

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500kcal/kg.
110 cal/día.
70kcal/día.
Ninguna de las anteriores.
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4. ¿A partir de qué edad se puede introducir la leche de vaca en el niño?
A partir de los 6 meses.
Desde el nacimiento.
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5. ¿Sobre qué elementos aconseja la ESPGHAN en relación a los alimentos
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infantiles? or
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Nucleótidos y probióticos.
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Lípidos y vitaminas.
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Sodio, azúcar y gluten.

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Calcio, fósforo y cinc.

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Aspectos Dietéticos y Nutricionales en El Lactante

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[AFO012226] Técnico Profesional en Homeopatía, Fitoterapia y Nutrición

[MOD011589] Aspectos Dietéticos y Nutricionales

Conocer qué es el beikost y cuál es la mejor forma de introducir los alimentos.

Enunciar algunos consejos para preparar de forma higiénica y correcta el biberón.

Las características más significativas durante el primer año de vida son:

Gran velocidad de crecimiento.

que la talla aumenta un 50% a los 12 meses.

curvas de talla y peso.

En cuanto a la composición corporal, aumenta el depósito de grasa y posteriormente, habrá una

ganancia de masa magra (músculo) y una pérdida de agua corporal.

ni suficiente motilidad esofágica, por eso no se pueden dar alimentos sólidos.

ácido como en el adulto.

formación de urea y síntesis de algunos aminoácidos.

tener un bajo contenido en proteínas y minerales, para no forzar el sistema excretor.

2. Hitos del desarrollo importantes en la nutrición

3. Necesidades nutricionales del lactante (0-12 meses)

(4-6 meses) la fórmula adaptada es insuficiente si no se completa con otros alimentos. Es el

nuevos alimentos en la dieta de los bebés:

administrarse una cantidad no inferior a 500 ml diarios de leche.

niño y dando tiempo a la adaptación de su organismo.

nunca antes del año.

A continuación, se muestran las necesidades nutricionales recomendadas por la FAO/OMS y las

Se debe controlar si la ingesta es adecuada mediante las curvas de peso y talla.

alto valor biológico y por tanto, mayor aprovechamiento.

La lactosa es el carbohidrato mayoritario que se encuentra en la leche materna. Es de fácil

asimilación, favorece la absorción de calcio y no es excesivamente dulce.

leche de su madre, no es necesario ni recomendable ofrecer agua ni soluciones de suero glucosado.

Antes de darle “suplementos” o cualquier alimento distinto de la leche materna es conveniente

consultar con el pediatra.

(leche, alimentos y agua de bebida) de los 7-12 meses.

biodisponible que el de las fórmulas adaptadas.

4. Alimentación complementaria o Beikost

composición de ácidos grasos como de minerales o vitaminas.

esta edad ya necesita suplementar la alimentación láctea con otros alimentos.

requerimientos nutricionales y energéticos, siendo todavía la leche materna o artificial la primera

fuente de nutrientes para el bebé.

manteniendo la LM a demanda todo el tiempo que madre e hijo deseen.

Se deben tener en cuenta algunas consideraciones de interés:

totales en el sexto mes y el volumen nunca será menor de 500ml.

La introducción de nuevos alimentos debe hacerse de forma gradual y por separado. No es

El orden de la introducción de los diferentes grupos de alimentos carece de importancia

aunque se debe retrasar la administración de aquellos conocidos por su poder alergénico

mezclados con fruta en una papilla para la merienda.

Puede añadirse a la dieta a partir de los 9 meses.

Queso fermentado o curado:

derivados de la leche pueden sustituir en parte a esta. Por ejemplo:

1 yogur (125g) equivale a 150ml de leche.

60g de queso fresco equivalen a 150 ml de leche.

los purés preparados de forma casera.

a 50 gramos, mezclada y batida la carne con las verduras.

Posteriormente se introduce la ternera y el cordero. Aportan proteínas de alto valor biológico,

carne magra y aportan exceso de colesterol y grasa saturada.

algunas tomas de carne.

Legumbres, pastas y demás alimentos:

botulinum y transmitir la enfermedad del botulismo si no está pasteurizada.

Relaciona los elementos de la columna Derecha con la columna Izquierda

Introducción de un huevo crudo 1 A los 12 meses

La yema es buena fuente de grasas, ácidos grasos esenciales, vitaminas A, D y

Requisitos que deben cumplir los alimentos infantiles

(baby food o potitos) son:

Si contiene o no azúcar añadido y gluten.

haciendo más consistentes y menos triturados a medida que se acerca el año.

pasar unos días y volver a hacer un nuevo intento.

5. Recomendaciones para preparar el biberón