Día Mundial de Las Discapacidades. Educación Inclusiva: El Cambio

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"La inclusión, la integración escolar y la cuestión de las diferencias"

Pr. Nestor Carasa

Publicado: 03.12.2017

Mundo de la Educación. blog


 Día Mundial de las Discapacidades.
 Educación inclusiva
Inclusión e integración escolar son dos conceptos que fueron
confundidos -deliberadamente o no-, y según el contexto político fue
la direccionalidad y sentidos que se les pretendió dar en cada
momento histórico. Indagar sus sentidos es fundamental para ir más
allá de los discursos políticamente correctos y desarrollar
experiencias que hagan efectiva la inclusión y la integración escolar
de estudiantes con discapacidad. La inclusión educativa es un
derecho de todos los sujetos -tengan o no discapacidad-; mientras
que un proyecto pedagógico de integración escolar es una
estrategia educativa que algunos sujetos con discapacidad
necesitan para sostener la inclusión.

El lugar de las diferencias, lo qué hacemos con ellas -tanto lo que


hacemos como lo que des-hacemos-, afecta la vida de las
personas, definen las relaciones, las prácticas en el campo social,
las experiencias en la educación y las formas organizacionales que
asume la escuela. Qué hacemos, las decisiones que tomamos -y
las que omitimos- definen las relaciones, las posiciones de igualdad
o de desigualdad que se establecen, las prácticas democráticas que
se construyen en las instituciones y las experiencias educativas que
le permiten a cada uno construirse y constituirse como un sujeto de
derecho. Es necesario poner en discusión las ideas, los sentidos y
las prácticas que dirigen la mirada y marcan las relaciones para
avanzar en la inclusión educativa. Discutir las representaciones y
romper con algo de la historia educativa, pedagógica e institucional,
es una acción ineludible para construir una escuela para cualquiera,
a favor de las diferencias, la igualdad y el derecho, donde cada
sujeto encuentre su lugar.

EL CAMBIO
Es necesario poner en cuestión el sentido de inclusión que se
reduce a la idea de “estar adentro”. En tiempos políticos donde los
eufemismos buscan disfrazar la realidad, también podríamos pensar
si la relación inclusión-exclusión no viene a sustituir la idea-relación
dominador-dominado; reemplazando, de alguna manera, la relación
arriba-abajo por la de adentro-afuera.

Estar adentro de la escuela no es suficiente, se puede estar adentro


de la escuela y no aprender. El problema es: cómo pasar de estar
adentro a “formar parte o ser parte” del acto educativo y del
aprendizaje.

Para profundizar el análisis propongo repensar las siguientes


cuestiones:

¿Cuál es el lugar de las Diferencias?

Para recorrer sus sentidos es necesario suspender,


inexorablemente discutir y romper con los dos principios históricos,
que marcaron el nacimiento y desarrollo de la educación y que
continúan vigentes en el presente: la homogenización y la
normalización.

¿Cuál es la idea de Igualdad educativa que sostiene las prácticas


educativas?

Es necesario confrontar una vieja idea -relacionada a los principios


señalados- que sostiene que “la igualdad es que todos aprendan lo
mismo”, con otra idea que da lugar a las diferencias: “la igualdad es
que nadie aprenda menos de lo que puede”.

¿Cuál es la concepción de Sujeto de Derecho?

Si la Igualdad reconoce a todos -entre otras cosas- la dignidad de la


Palabra, es ineludible preguntarnos: “¿cuál es el lugar de la palabra
de los estudiantes en la toma de decisiones vinculadas a su
educación y escolaridad?”

¿Qué hacemos con la organización de la escuela?

Tenemos que pensar: ¿hasta dónde las formas organizativas que


tiene la escuela dan lugar a las diferencias, a relaciones de igualdad
y al ejercicio de derechos? Es tiempo de decidir de qué herencias
queremos desprendernos.

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