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Guia Voxpediatrica Del Tdah-Vaquerizo Madrid 2008
Guia Voxpediatrica Del Tdah-Vaquerizo Madrid 2008
V
O
X
REVISTA DE LA SOCIEDAD DE PEDIATRÍA DE ANDALUCÍA OCCIDENTAL Y EXTREMADURA
EDITORIAL
R. Hernández Rastrollo
REVISIONES
EL ESPECTRO AUTISTA
R. Camino León, E. López Laso
PUESTA AL DÍA EN ESTRABISMO:
ACTITUD FRENTE AL NIÑO ESTRÁBICO
J.C. Mesa Gutiérrez, E. Mesa Toledo
EL TRASTORNO POR DÉFICIT
DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD: GUÍA PEDIÁTRICA
J. Vaquerizo-Madrid, C. Cáceres Marzal
CASOS CLÍNICOS
QUISTE DERMOIDE TESTICULAR. ECOGRAFÍA
EN MODO B Y DOPPLER CON CORRELACIÓN RADIOPATOLÓGICA
Y. Marín Lapeira, E. Rangel Villalobos,
S. Pereira Gallardo, A. Blanco Yun
TOS FERINA EN NIÑA CORRECTAMENTE INMUNIZADA
S. Tornero Patricio, M.aJ. Carpio Linde, D. Nehme Álvarez,
J. Romero Cachaza, P. Terol Barrera
VOX PAEDIATRICA
REVISTA DE LA SOCIEDAD DE PEDIATRÍA DE ANDALUCÍA OCCIDENTAL Y EXTREMADURA
COMISIÓN EJECUTIVA
CONSEJO EDITORIAL
voxpaediatrica@hotmail.com www.spaoyex.org
EDITORIAL
5 EDITORIAL
R. Hernández Rastrollo
REVISIONES
7 EL ESPECTRO AUTISTA
R. Camino León, E. López Laso
Unidad de Neuropediatría. Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba
CASOS CLÍNICOS
EDITORIAL
Editorial
R. Hernández Rastrollo
La actitud ante un niño con estrabismo, el espectro pueden encontrar nuestros lectores información ac-
autista y el trastorno por déficit de atención e hipe- tualizada de las reuniones, actividades científicas y
ractividad son los temas centrales que se abordan en noticias profesionales que tienen lugar en nuestro ám-
este número de Vox Paediatrica. Revisiones y guías bito. Asimismo, a través de dicha página web, pue-
prácticas y precisas, en las que se ve reflejada la am- den acceder al formato electrónico de Vox Paediatrica.
plia experiencia clínica de los autores y sus profun- Recordamos finalmente una vez más que, dada la
dos conocimientos de los temas que tratan. periodicidad anual que tienen actualmente las Reu-
Completamos el número con dos notas clínicas niones Científicas de nuestra Sociedad, el manteni-
bien documentadas: un caso de quiste dermoide tes- miento de una revista semestral, que presumimos de-
ticular y un caso de tos ferina en una paciente correc- seable y beneficiosa para todos, requiere una mayor
tamente inmunizada, que da pie a los autores a dis- colaboración, por lo que animamos a todas las unida-
cutir diversos aspectos diagnósticos, terapéuticos y des asistenciales, servicios de pediatría y centros de
epidemiológicos del proceso. salud a que envíen sus aportaciones para próximos
Como hemos reseñado en ocasiones anteriores, en números. Agradecemos, como siempre, vuestra ines-
la página web de nuestra Sociedad (www.spaoyex.org) timable colaboración.
VOX PAEDIATRICA, 14, 2 (7-15), 2006
REVISIÓN
El espectro autista
RESUMEN SUMMARY
El autismo es un trastorno complejo de naturaleza biológica del The autistic spectrum. Autism is a complex disorder of infant de-
desarrollo infantil, con manifestciones, causas y grados de grave- velopment, of biologic nature and with quite varying manifesta-
dad muy variables. La gran variabilidad clínica hace más aconse- tions, causes and degrees of severity. The very considerable clinical
jable el empleo del término “trastornos del espectro autista”. La variability suggests the advisability of the term “autistic spectrum
presente revisión examina los aspectos de clasificación, etiológi- disorders”. The present review examines the various aspects of
cos, clínicos, diagnósticos y terapéuticos de esta entidad, así como classification, aetiology, clinical and diagnostic features and thera-
su epidemiología. peutic approaches to this entity, as well as its epidemiology.
Palabras clave: Autismo. Espectro autista. Clínica. Diagnóstico. Key words: Autism. Autistic spectrum. Clinical features. Diagno-
Medidas terapéuticas. sis. Therapeutic measures.
dad, trastornos del sueño y de la alimentación, tras- drome de Down). Afecta casi exclusivamente a niñas
tornos gastrointestinales y conductas disruptivas y cuyo desarrollo psicomotor durante los primeros 6
autolesivas. meses de vida es aparentemente normal. Posterior-
El autismo constituye una de las alteraciones más mente, se observa una pérdida de adquisiciones tales
graves del desarrollo, la conducta y la comunicación. como la prensión propositiva, el lenguaje y el interés
Se inicia antes de los 3 años, aunque en muchas oca- por el entorno. Más tarde, aparecen estereotipias ma-
siones los niños llegan a la consulta mucho más tar- nuales continuas que constituyen la señal más carac-
de. Hasta 5 de cada 10.000 personas presentan un terística del síndrome.
cuadro de autismo clásico y si tomamos en conside- • Trastorno desintegrativo infantil. Es una forma
ración todo el espectro del síndrome, éste afecta a 1 excepcional de TEA. Tienen un periodo de desarro-
de cada 700 o 1.000 personas. Es más frecuente en ni- llo normal hasta los dos años y a partir de ahí y an-
ños que en niñas, en una proporción de 3-4:1, y se en- tes de los diez años aparece una pérdida de las habi-
cuentra la misma proporción de casos de autismo en lidades adquiridas previamente, tanto en el lenguaje
todas las clases sociales y en las diferentes culturas como sociales, en el juego o motoras. A veces es difí-
estudiadas. cil de diferenciar de la regresión observada con cierta
En los últimos años se ha producido un gran in- frecuencia en el trastorno autista.
cremento de la tasa de casos identificados, llegándo- • Trastorno de Asperger. La diferencia con el tras-
se a hablar de una verdadera “epidemia” de autismo. torno autista estriba en las habilidades en el lenguaje,
No está claro si este hecho se debe a un incremento que están mejor desarrolladas en el trastorno de As-
real de la incidencia, a un efecto de las modificacio- perger, destacando las alteraciones pragmáticas de la
nes en los criterios diagnósticos, a que los profesiona- comunicación, con anomalías en la prosodia y con un
les tengan una mayor conciencia del autismo, o a que lenguaje centrado en sus intereses y no en aspectos
se efectúen diagnósticos poco estrictos. sociales. Tienen habitualmente un CI normal, por lo
La expresión clínica puede variar mucho de una que se solapan con el denominado autismo de alto
a otra persona y también en una misma persona en funcionamiento.
el transcurso de su desarrollo. Algunas característi- • Trastorno generalizado del desarrollo no espe-
cas pueden ser muy intensas y dominantes en una cificado (TGD-NE). Incluye a los pacientes que no
edad y pueden fluctuar tanto en naturaleza como en cumplen estrictamente todos los criterios del trastor-
intensidad en otra, y si bien conducen a perfiles clí- no autista o del trastorno de Asperger. Es el grupo
nicos muy diferentes, todos constituyen expresiones más frecuente y donde se plantean más problemas de
del espectro del mismo síndrome. Además de las va- diagnóstico diferencial con otros trastornos del desa-
riaciones de expresión conductual, se da una gran di- rrollo.
versidad respecto al nivel de funcionamiento men- • Trastorno autista. Es el que cumple los criterios
tal, que va desde una inteligencia normal o incluso diagnósticos establecidos en el DSM-IV (Tabla 1).
superior hasta un profundo retraso mental, aunque
en tres cuartas partes de los casos existe una deficien- ETIOLOGÍA
cia intelectual. Sus causas no se han determinado con exactitud. En
función de la etiología se suele diferenciar entre au-
CLASIFICACIÓN tismo primario y secundario o sindrómico (Tabla 2).
Los TEA incluyen el trastorno autista, el trastorno de Los casos de tipo secundario, asociados a un trastor-
Rett, el trastorno desintegrativo infantil, el trastorno no cerebral conocido, explican el 10-30 % del total de
de Asperger y el trastorno generalizado del desarro- pacientes y entre las posibles causas (Tabla 3) desta-
llo no especificado, siendo el nexo común de todos can la esclerosis tuberosa y el síndrome X frágil.
ellos las tres características citadas anteriormente. Con respecto al autismo primario los datos ac-
• Trastorno de Rett. Por sus características clíni- tuales apuntan hacia una etiología multifactorial, en
cas y evolutivas, se aparta bastante del resto de tras- la cual la influencia genética es fundamental, pero
tornos. Es la segunda causa más común de retraso no la única. La incidencia de autismo aumenta en-
mental grave en el sexo femenino (después del sín- tre hermanos, con un riesgo 100 veces mayor que en
R. Camino, E. López Laso 9
Tabla 1. Trastornos generalizados del desarrollo. Criterios para el diagnóstico del síndrome autista. DSM-IV
Cumplir seis o más apartados de los criterios I, II y III
I. Alteraciones cualitativas de la interacción social, manifestado al menos por dos de los siguientes puntos:
• Alteración importante de la comunicación no verbal: contacto ocular, expresión facial, posturas corporales y gestos
reguladores de la interacción social
• Incapacidad para desarrollar relaciones con sus compañeros adecuadas al nivel de desarrollo
• Ausencia de la tendencia espontánea para compartir con otras personas disfrutes, intereses u objetivos (no mos-
trar, traer o señalar objetos de interés)
• Falta de reciprocidad social o emocional
II. Alteración cualitativa de la comunicación verbal o no verbal, manifestado al menos por dos de los siguientes puntos:
• Retraso o ausencia del desarrollo del lenguaje verbal, sin intentar compensarlo mediante medios alternativos de
comunicación: gestos o mímica
• En sujetos con un desarrollo del lenguaje adecuado, falta de capacidad para iniciar o mantener una conversación
con otras personas
• Utilización estereotipada o repetitiva del lenguaje o tener un lenguaje idiosincrásico
• Ausencia de juego realista espontáneo, variado o de juego imitativo social adecuado a la edad de desarrollo
III. Patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidas, repetitivas o estereotipadas, manifestado al me-
nos por uno de los siguientes puntos:
• Preocupación absorbente por uno o más patrones estereotipados y restrictivos de intereses, que resulta anormal,
sea por su intensidad o por su objetivo
• Rutinas o rituales específicos aparentemente inflexibles, no funcionales
• Estereotipias o movimientos repetitivos de las manos o del cuerpo
• Preocupación persistente por ciertos objetos
Retraso o funcionamiento anormal en al menos una de las siguientes áreas, que aparecen antes de los 3 años de edad
• Interacción social
• Lenguaje comunicativo o juego simbólico o imaginativo
Descartar un síndrome de Rett o un trastorno desintegrativo infantil
cuando una persona intenta abrazarlos; sin embargo, te repercusión a la hora de establecer un pronóstico,
les gusta que les hagan caricias o cosquillas. Otros ni- un plan terapéutico y un consejo genético a la fami-
ños tienen respuestas anormales a los olores o a los lia. Esta evaluación incluiría una historia clínica com-
sabores. pleta y detallada, incluyendo el análisis del motivo
de consulta, la valoración de los antecedentes fami-
Problemas motores liares, personales y madurativos del niño y una ex-
Las anomalías del control motor no son usuales en haustiva exploración física y neurológica. Por últi-
el autismo y la mayoría de los niños tienen una ma- mo, sobre la base de los hallazgos de la anamnesis y
duración motora excelente, con habilidades a veces la exploración se realizarían los oportunos exámenes
inapropiadas para la edad, a no ser que el trastorno complementarios.
aparezca concomitante con una parálisis cerebral con
retraso mental. No obstante, en edades muy tempra- Anamnesis
nas de la vida, se puede observar hipotonía y ataxia • Motivo de consulta. El retraso en la adquisición
y algunos pacientes pueden desarrollar con la edad del lenguaje es el motivo más frecuente de consulta
trastornos de la marcha, movimientos atáxicos y tos- de los niños que al final son diagnosticados de autis-
quedad de movimientos. mo. El trastorno del lenguaje va desde la ausencia del
mismo en un niño de 2-3 años hasta la alteración en
DIAGNÓSTICO la comprensión y la pragmática del lenguaje, es de-
En el año 2000, la Academia Americana de Neurolo- cir en su uso social. Muchos de ellos tienen una jer-
gía y la Sociedad Americana de Neurología Pediátri- ga que imita el lenguaje del adulto, pero sin conteni-
ca publicaron en la revista Neurology un excelente tra- do semántico y son incluso capaces de decir palabras
bajo donde se plasman una serie de actuaciones, en o frases sofisticadas, pero totalmente fuera de contex-
varios niveles, para establecer un diagnóstico correc- to. En otras ocasiones consultan por las alteraciones
to y precoz del autismo (Figura 1). en la relación social o aislamiento, el comportamien-
El nivel I correspondería a la asistencia primaria, to “raro” y el retraso escolar. Es importante obtener
donde se realiza la vigilancia del desarrollo del niño información del desarrollo evolutivo, motor, cogni-
sano y donde es importante tener en cuenta una se- tivo, sensorial-afectivo, del lenguaje y de la conduc-
rie de síntomas de alarma, que también se denomi- ta y personalidad del niño para llegar a una posible
nan “banderas rojas”. En la Figura 1 se recogen los conclusión diagnóstica junto al resto de evaluaciones
indicadores absolutos para una evaluación inmedia- que se le realizarán posteriormente a través de test o
ta, que se haría en este nivel con el test denominado pruebas cuantitativas. Hay que preguntar en todos
M-CHAT. En nuestro medio se ha incorporado a la los casos acerca de las tres grandes características de
visita del niño sano su realización, a los dos años de estos trastornos (relación social, lenguaje y conduc-
vida. Por otro lado, interesa conocer las preocupacio- ta) para orientar más el diagnóstico. Muchas veces
nes de los padres respecto a la comunicación, relación los padres consultan tardíamente, cuando han acudi-
social y la conducta (Tabla 4), que nos ilustran clara- do antes a otros especialistas, como otorrinolaríngo-
mente sobre los síntomas principales del trastorno. logos, oftalmólogos, psicólogos o logopedas.
En nuestro ámbito, el diagnóstico definitivo de • Antecedentes familiares. Hay que preguntar
los TEA lo realizan los miembros del equipo de Sa- por problemas de desarrollo similares o que pudie-
lud Mental Infanto-Juvenil, que cuentan con los ins- ran estar relacionados (autismo, retraso mental, tras-
trumentos y la preparación necesaria para llevarlo a tornos afectivos y de ansiedad); presencia de ciertas
cabo. Corresponde al pediatra o neuropediatra hacer enfermedades neurológicas hereditarias (X frágil, es-
una evaluación clínica dirigida fundamentalmente a clerosis tuberosa); buscar consanguinidad e indagar
encontrar una etiología del TEA y a diferenciar el au- en el ambiente familiar.
tismo idiopático del denominado autismo secunda- • Antecedentes personales. Es importante buscar
rio o sindrómico, descartando una serie de proble- factores de riesgo, valorando los datos concernientes
mas o enfermedades que puedan relacionarse con a la gestación, parto y periodos perinatal y posnatal:
el espectro autista. Esto puede tener una importan- antecedentes como alcohol u otros tóxicos así como
12 El espectro autista
Nivel 1
Vigilancia de rutina del desarrollo. Realizada por todos los
profesionales de la salud en cada visita de rutina del niño.
Los indicadores absolutos para una evaluación inmediata incluyen:
• No balbucea a los 12 meses de nacido
• No señala ni hace otros gestos a los 12 meses de nacido
• No dice frases espontáneas de dos palabras a los 24 meses
• Cualquier pérdida de cualquier habilidad del lenguaje o social a cualquier edad
infecciones durante el embarazo, meningitis, trau- mo los que han permanecido en orfanatos hasta que
matismos craneoencefálicos, crisis epilépticas, otitis posteriormente han sido adoptados, pueden presen-
medias crónicas serosas o empleo de fármacos oto- tar problemas relacionados. Hay que incidir en los
tóxicos, entre otros. Hay que indagar también sobre hitos del desarrollo psicomotor para valorar la exis-
el ambiente psicosocial del niño hasta ese momento, tencia o no de retrasos o problemas en esta área, así
ya que niños con una gran deprivación afectiva, co- como el desarrollo del lenguaje.
R. Camino, E. López Laso 13
Tabla 4. Preocupaciones de los padres de niños con trastornos del espectro autista
Comunicación Relación social Conducta
• Tiene retraso del lenguaje • No sonríe ante estímulos sociales • Tiene muchas rabietas
• No dice lo que quiere • Tiene poco contacto ocular. Mirada • Es hiperactivo-oposicionista o no
• Solía decir algunas palabras que inadecuada coopera
ahora no dice • Prefiere “jugar solo” o “estar solo” • No sabe cómo jugar con los juguetes
• Ausencia de respuesta a su nombre • Consigue los objetos por sí mismo • Pone los objetos en fila
• A veces, parece sordo • Es muy independiente • Excesivamente apegado a un
• Parece oír unas cosas y otras no • Está en su propio mundo. Ignora a juguete u objeto
• No sigue instrucciones los demás • Repite las cosas una y otra vez
• No señala ni dice adiós con la mano • No conecta con nadie • Es hipersensible a ciertos sonidos o
• No está interesado en otros niños texturas
• Presenta movimientos raros o
camina de puntillas
realizado muy pocos estudios. Se ha notificado que Artigas Pallarés J. Las fronteras del autismo. Rev Neurol
la piridoxina (vitamina B6) y el magnesio podrían au- Clin 2001; 2: 211-24.
mentar el nivel de alerta y reducir comportamientos Artigas-Pallarés J, Gabau-Vila E, Guitart-Feliubadaló M. El
de automutilación. La mayoría de esos estudios te- autismo sindrómico: I. Aspectos generales. Rev Neurol
nían problemas metodológicos y sus resultados no se 2005; 40 (Supl 1): S143-S149.
han confirmado en estudios comparativos. Cabanyes J, García-Villamisar D. Identificación y diagnós-
tico precoz de los trastornos del espectro autista. Rev
PRONÓSTICO Neurol 2004; 39: 81-90.
El pronóstico del autismo es variable, dependiendo Diez Cuervo A, Muñoz Yunta JA, Fuentes Biggi J, et al. Guía
sobre todo de la gravedad de las etiologías subyacen- de buena práctica para el diagnóstico de los trastornos
tes, pero hay una tendencia, en general, hacia un pro- del espectro autista. Rev Neurol 2005; 41: 299-310.
nóstico pobre, con un 66% de los individuos con de- Filipek PA, Accardo PJ, Ashwal MD, Baranek GT, Cook
ficiencias graves, sin progreso social alguno o con EH, et al. Practice screening and diagnosis of autism.
incapacidad de llevar cualquier tipo de vida inde- Report of the quality standards subcommittee of the
pendiente. Factores asociados a un mejor pronósti- American Academy of Neurology and the Child Neu-
co son el desarrollo de algún lenguaje comunicativo rology Society. Neurology 2000; 55: 468-79.
a los 6 años, la presencia de retraso mental y la inter- Fuentes Biggi J, Ferrari Arroyo MJ, Boada Muñoz L, et al.
vención psicoterapéutica temprana e intensiva. Guía de buena práctica para el tratamiento de los tras-
Estudios de seguimiento a largo plazo de niños tornos del espectro autista. Rev Neurol 2006; 43: 425-38.
autistas hasta la edad adulta revelaron que el pronós- Gadia CA, Tuchman RF. Manejo de los niños con trastornos
tico se relaciona con su nivel de habilidades, demos- del espectro autista. Rev Neurol 2003; 36: 166-173.
tradas en pruebas cognitivas y de lenguaje. Apro- Gillian Baird G, Cass H, Slonims V. Diagnosis of autism.
ximadamente un 5-10 % de los niños estudiados se BMJ 2003; 327: 488-93.
tornaron adultos independientes (1-2 % con test cog- Hernández JM, Artigas-Pallarés J, Martos Pérez J, et al.
nitivos y de lenguaje normales) y en torno a un 25 % Guía de buena práctica para la detección temprana de
alcanzaron un progreso considerable, con algún gra- los trastornos del espectro autista. Rev Neurol 2005;
do de independencia. Los restantes (65-70 %) mostra- 41: 237-45.
ron deficiencias muy significativas, requiriendo un Morant A, Mulas F, Hernández S. Bases neurobiológicas
nivel elevado de cuidados. Los programas de inter- del autismo. En: Mulas Delgado F (ed). Actualizacio-
vención temprana pueden favorecer una diferencia nes en neuropediatría y neuropsicología infantil. Rev
importante y producir mejorías significativas y du- Neurol Clin 2001; 2: 163-71.
raderas. Rodríguez Barrionuevo AC, Rodríguez Vives MA. Diag-
nóstico clínico del autismo. Rev Neurol 2002; 34 Su-
BIBLIOGRAFÍA ppl 1: S72-9.
American Psychiatric Association. Diagnostic and Statisti- Spence SJ, Sharifi P, Wiznitzer M. Autism Spectrum Dis-
cal Manual of Mental Disorders. 4a ed. (DSM-IV). Was- order: Screening, Diagnosis and Medical Evaluation.
hington DC: American Psychiatric Association; 1994. Semin Pediatr Neurol 2004; 11: 186-95.
VOX PAEDIATRICA, 14, 2 (16-21), 2006
REVISIÓN
RESUMEN SUMARY
Introducción: Revisión de los tipos más frecuentes de estrabismo, Update in strabism: what to do with the strabic child
elementos diagnósticos esenciales, indicaciones de tratamiento y
conveniencia de derivación al oftalmólogo desde una visión prác- Objective: To revise most frequent types of strabismus, diagnos-
tica para el pediatra. tic criteria, indications of treatment and convenience of deriva-
Material y método: Revisión de la literatura médica y de series de tion to ophthalmologist with a practical approach to paediatri-
casos clínicos. cians.
Resultados: El proceso diagnóstico de un estrabismo ha de tener Methods: Review of the medical literature and case reports.
en cuenta, básicamente, dos aspectos fundamentales: la situación Results: Strabismus management must have into account two po-
motora y el estado sensorial del sistema visual en el momento de ints: motor and sensory status of the visual system at the time of
la exploración. De ello va a depender, en gran medida, el trata- exploration. The final results depend basically on this basis. Treat-
miento a seguir y la situación final a la que se pretende llegar. El ment must be individualized, but is based mainly on occlusion,
tratamiento será individualizado para cada paciente. Se funda- optic correction and surgery.
menta en: oclusión, corrección óptica y cirugía. Conclusions: Management of patient with strabismus is not easy.
Conclusiones: El abordaje del paciente estrábico no es fácil. La va- Clinical variability makes it a challenging disease for both paedia-
riabilidad clínica hace que cada caso se convierta en un reto para tricians and ophthalmologists. Treatment could not end until the
pediatra y oftalmólogo. No se dará por finalizado el proceso tera- patient has overcome puberty.
péutico hasta que el paciente sobrepase la pubertad.
Palabras clave: Endotropia. Exotropia. Estrabismo. Key words: Endotropia. Exotropia. Strabismus.
no desdoblada; esto aumenta la profundidad de cam- cultad de tratamiento está relacionada con el periodo
po dando como resultado una mejor agudeza visual en crítico en que haya aparecido el estrabismo.
visión binocular que en monocular. Los campos recep- • La convergencia acomodativa. La tríada de fija-
tores periféricos que asumen la misma proyección es- ción próxima la constituyen la acomodación, la con-
pacial se hacen correspondientes. Las pequeñas dife- vergencia y la miosis. Al acercar un objeto el sistema
rencias perceptuales entre las áreas correspondientes visual, la cantidad de convergencia requerida para
centrales permiten la estereopsis o visión en relieve(1,2). que se mantenga la fusión retiniana depende de la
Los movimientos oculares que permiten este equi- distancia a que se encuentra el objeto y de la distan-
librio dinámico de la visión están controlados por los cia interpupilar(2).
sistemas optocinético y vestibular.
Método de diagnóstico en estrabología
Organización visomotora El proceso diagnóstico de un estrabismo ha de tener
En el momento de nacer el sistema oculomotor hu- en cuenta, básicamente, dos aspectos fundamentales:
mano es inmaduro. Aunque pueda existir fijación vi- la situación motora y el estado sensorial del sistema
sual y un rudimentario seguimiento ocular a partir visual en el momento de la exploración. De ello va a
de la cuarta semana, el desarrollo foveolar no termi- depender, en gran medida, el tratamiento a seguir y
na hasta el cuarto mes de vida, momento en que estos la situación final a la que se pretende llegar.
reflejos se asemejan a los de los adultos. Entre los 4 y • Examen preliminar:
9 meses los reflejos optomotores monoculares se ha- – Anamnesis.
cen simétricos y permiten la binocularidad. A partir – Factores hereditarios.
del segundo o tercer mes empieza a desarrollarse el – Edad de aparición de la desviación.
reflejo ojo-mano, importante eslabón para el recono- – Patología general asociada (si existe suele ser
cimiento ulterior del espacio. El movimiento de con- neonatal).
vergencia se inicia a partir de la cuarta semana, mien- – Proceso sistémico como desencadenante (cua-
tras que la acomodación no se instaura hasta el sexto dros febriles).
mes, pero a partir de aquí siguen un desarrollo para- – Si se ha producido una variación en la desvia-
lelo. Los movimientos asociados de ojos y párpados ción con respecto a la situación actual.
se observan a partir del segundo mes(1). – Si se han realizado tratamientos médico-quirúr-
gicos previos.
Periodos críticos en el desarrollo visual • Descartar un falso estrabismo: el pseudoestra-
Teniendo en cuenta estos datos, se deduce que el pri- bismo es aquella situación en que parece que exis-
mer periodo crítico del desarrollo visual correspon- te una endotropia, especialmente en las miradas la-
de a los 6 primeros meses de vida. Cualquier noxa terales. Se da sobre todo en lactantes con epicantus
que interrumpa la correcta evolución en este periodo marcado.
afectará al desarrollo visual monocular de entrada y, • Exploración de la morfología orbitofacial.
naturalmente, también al binocular. • Descartar tortícolis de fijación: siempre que un
Entre los 6 meses y los 2 años la visión binocular niño adopte una postura viciada de la cabeza para fijar
ya existe, aunque es vulnerable, pudiéndose produ- la mirada hay que sospechar la existencia de un estra-
cir una reestructuración anormal de adaptación a la bismo o de un nistagmus como causas de la misma.
situación patológica. • Estudio de la posición ocular: es importante co-
A partir de los 4-6 años la binocularidad está ple- nocer la parte de la desviación que se debe a la fi-
namente establecida. Los desequilibrios motores dan jación y la debida a las alteraciones anatómicas o tó-
lugar a diplopía y el sistema visual ya no puede re- nicas.
adaptarse para eliminarla. Estamos en el periodo de • Estudio de la dominancia ocular: el ojo do-
“adulto estrabológico”. minante es el que determina la dirección de la tor-
La ambliopía en el ojo no fijador es la consecuen- tícolis.
cia más evidente en el estrabismo, seguida de los dé- • Estudio de la desviación durante la fijación: las
ficits en la visión binocular. Su profundidad y difi- formas más utilizadas son el método de Hirschberg
18 Puesta al día en estrabismo: actitud frente al niño estrábico
(el reflejo corneal del ojo desviado es excéntrico ha- tico, pues, tal como hemos visto anteriormente, las
cia el lado temporal de la pupila en las esotropias. Se alteraciones visomotoras resultantes van a ser carac-
considera que existe una desviación de 7° por cada terísticas de cada periodo crítico(1):
milímetro de desviación: 15° si cae en el borde pupi- • Según la forma de presentación del estrabismo:
lar, 30° si cae en medio del iris y 45° si cae en el lim- – Cuando la desviación es aparente se habla de
bo), o la medida con prismas asociados al cover test. heterotropia y, en este caso particular, de endo-
tropia o esotropia.
Generalidades en el tratamiento del estrabismo – Cuando la desviación es intermitente se habla
En estrabología no existen estrabismos sino personas de endotropia intermitente.
estrábicas: el tratamiento será individualizado para – Si la desviación se mantiene compensada en vi-
cada paciente, teniendo en cuenta la situación moto- sión binocular pero aparece al realizar el cover
ra y sensorial. Se fundamenta en: test, se trata de una endoforia o esoforia.
• La oclusión. • Según la alteración primaria:
• La corrección óptica. – Estrabismo periférico: en este caso están afec-
• Los ejercicios de ortóptica. tadas las estructuras musculoaponeuróticas y la
• La cirugía. contracción muscular.
– Estrabismo esencial, funcional o supranuclear:
MATERIAL Y MÉTODOS en este caso, al cuadro clínico inicial hay que
Realizamos una revisión bibliográfica de artículos y añadir las alteraciones sensoriales de adapta-
series de casos clínicos publicados durante los últi- ción y motoras secundarias.
mos 5 años que abordan la discusión del tema plan- • Según la edad de presentación:
teado, encontrando diferentes vías para el abordaje – Antes de los 6 meses: ET congénita o precoz; sín-
diagnóstico y terapéutico del estrabismo, así como la dromes restrictivos (síndrome de Duane tipo I,
conveniencia del envío precoz al oftalmólogo. síndrome de Möebius, síndrome de fibrosis con-
Analizada toda esta información, la estructu- génita); parálisis o paresias del VI par; ET acomo-
ramos de manera adecuada para que fuera de fácil dativa, y síndrome de bloqueo del nistagmus.
comprensión para el pediatra de atención primaria, – ET infantil: aparece entre la segunda mitad del
de manera que le pueda ser relativamente sencillo primer año de vida y los 5 o 6 años: ET acomo-
realizar el diagnóstico y valorar el envío con mayor o dativa, ET comitante adquirida (no acomodati-
menor grado de urgencia al oftalmólogo. va), ET mixta, ET parcialmente acomodativa, ET
cíclica y ET hipoacomodativa de la miopía.
RESULTADOS – ET del adulto: aparece después de los 8 años,
cuando se considera al individuo visualmente
Endotropia maduro.
Se entiende por endotropia o esotropia (ET) todo es- • Según la variabilidad del ángulo de desviación:
trabismo en el que existe una desviación ocular en el – ET comitante: el ángulo de desviación no varía
eje horizontal y en sentido nasal o convergente. Las en las diferentes posiciones de la mirada (hori-
endotropias son los trastornos oculomotores más fre- zontal y vertical de 30°) ni entre la fijación de le-
cuentes en nuestro medio. Las endotropias no son jos (6 m) y cerca (33 cm).
hereditarias en el sentido estricto de la palabra, pe- – ET incomitante: el ángulo de desviación varía.
ro sí lo son los factores que predisponen a ella, como
por ejemplo los defectos de refracción. Descripción de las principales endotropias
• Endotropias esenciales o supranucleares:
Tipos de desviación – Endotropia del lactante o síndrome del estra-
La clasificación de las endotropias puede hacerse bismo precoz(1,2). Este tipo de estrabismo, tam-
atendiendo a varios parámetros. Tomaremos aquella bién llamado congénito para diferenciarlo del
que tiene en cuenta la edad de aparición del estrabis- estrabismo que aparece en niños de más edad,
mo, que no siempre coincide con la de su diagnós- presente una serie de síntomas y signos que
J.C. Mesa Gutiérrez, E. Mesa Toledo 19
constituyen el llamado síndrome de Lang o sín- de desviación existe una alteración en el tono
drome de Ciancia. Aparece en los primeros me- muscular, existiendo una anomalía en la posi-
ses de vida y, a veces, ya está presente al na- ción de reposo. No desaparece en ausencia de fi-
cer. En muchos casos es binocular. La gravedad jación ni se ven influenciadas por la corrección
de este tipo de estrabismo estriba en la edad óptica. El tratamiento es quirúrgico.
de aparición (menores de 6 meses: primer pe- – Endotropia aguda del adulto(1,2). Esta forma de
riodo crítico) por lo que acarreará alteraciones endotropia es de aparición tardía y cursa siem-
sensoriomotoras adaptativas profundas difíci- pre con diplopía. Suelen ser formas absolutamen-
les de tratar. El cuadro clínico viene caracteriza- te comitantes.
do por los siguientes síntomas: fijación en aduc- • Síndromes de retracción:
ción, limitación de la abducción, esodesviación – Síndrome de Duane tipo I: es debido a una ano-
a la oclusión, endotropia, nistagmus, preferen- malía inervacional del recto lateral secundaria
cia de fijación en inciclotorsión, exciclotorsión a un trastorno en el desarrollo embrionario nu-
a la oclusión, elevación en aducción. Diagnós- clear o nervioso del III par craneal (p.c.) y la au-
tico: de todos los síntomas citados existen unos sencia del núcleo o nervio del VI p.c. Cursa con
que definen la patología y cuya manifestación limitación de la abducción y retracción en la
es imprescindible para realizar el diagnóstico: aducción del ojo afecto con disminución consi-
ET que se expresa en los 6 primeros meses de guiente de la hendidura palpebral en esta posi-
vida, limitación con nistagmus en la abducción ción. En la mayoría de los casos se presenta co-
y asimetría en el nistagmus optocinético y se- mo una endotropia con incomitancia horizontal.
guimiento. Tratamiento: oclusión alterna (para Sólo se trata si existe tortícolis o endotropia.
prevenir y tratar la ambliopía), corrección de – Síndrome de Möebius: consiste en la asociación
los defectos refractivos y cirugía precoz. Pro- de parálisis congénita de los nervios VI y VII.
nóstico: si el tratamiento se instaura precozmen- Cursa con la típica “expresión de máscara”, en-
te (antes del año de vida) el pronóstico es bue- dotropia u ortotropia en PPM, limitación de la
no, pudiendo quedar una microtropía residual abducción y a veces de la aducción.
con agudeza visual conservada en ambos ojos y • Síndrome de bloqueo del nistagmus. Se trata de
fusión periférica. un nistagmus congénito manifiesto que aprovecha la
– Alteraciones de la acomodación/convergen- convergencia acomodativa para amortiguar el movi-
cia(2). En este tipo de estrabismos vamos a encon- miento ocular.
trar una relación convergencia acomodativa/ • Paresia congénita del VI par. La mayoría de pa-
acomodación (AC/A) anormal o una hiperme- resias congénitas se deben a traumatismos del par-
tropía muy elevada. Formas clínicas: endotro- to y son autolimitadas, resolviéndose en el plazo de
pia acomodativa pura o refractiva: la desviación 6 semanas.
desaparece totalmente con el uso de corrección
óptica, tanto de lejos como de cerca; endotro- Exotropia
pia acomodativa no refractiva: se deben a una El estrabismo divergente o exotropia es una altera-
anomalía en la relación AC/A que da un exce- ción en el equilibrio oculomotor, caracterizado por la
so de convergencia y se trata con cristales bifo- desviación divergente de los ejes oculares. Son me-
cales; formas mixtas: con y sin corrección ópti- nos frecuentes que los estrabismos convergentes, re-
ca el ángulo de desviación es mayor al mirar de lación 1:3 con las isotropías(3), considerados de buen
cerca; formas hipoacomodativas de la miopía: pronóstico sensorial, porque raramente presentan
endotropia en visión lejana por déficit de diver- ambliopía y de fácil corrección quirúrgica.
gencia, y estrabismo cíclico: en estos casos se al- Ante unos padres que refieran la sospecha de que
ternan periodos de endotropia y de ortotropia su hijo tiene un estrabismo divergente, la probabili-
que pueden durar varios días. Estos casos aca- dad de que realmente sea así es muy alta y debemos
ban haciéndose permanentes. hacer las maniobras necesarias para poner de mani-
– Endotropia esencial o estática(2). En este tipo fiesto la desviación.
20 Puesta al día en estrabismo: actitud frente al niño estrábico
El objetivo del tratamiento es conseguir la ortofo- constantes(9,10,11). Preferimos esperar a que ten-
ria en los divergentes intermitentes y en los secunda- gan más de 4 años. De esta manera consolida-
rios a parálisis del IV. En el resto curar la ambliopía y mos los aspectos sensoriales, disminuimos la
mejorar el aspecto estético. posibilidad de ambliopía y evitamos la transfor-
mación de las hipercorrecciones en verdaderas
Clasificación esotropias, con sus perversiones sensoriales ca-
• Primarios: racterísticas.
– Intermitentes. • Estrabismos divergentes constantes. Son me-
– Constantes. nos frecuentes que los EDI y sus alteraciones sen-
• Secundarios: soriales apenas difieren de las que aparecen en los
– Tras lesión orgánica. estrabismos convergentes, por lo que debemos des-
– A estrabismos convergentes evolucionados. cartar la existencia de ambliopía. El tratamiento qui-
– Poscirugía de estrabismos convergentes. rúrgico tiene objetivos puramente estéticos(12,13).
– A parálisis del III y IV par. • Secundarios a la cirugía. Tras cirugía de es-
trabismos convergentes. Generalmente son con-
Descripción de las principales exotropias secuencia de retroinserciones excesivas del recto
• Primarios. Estrabismos divergentes intermi- medio(14).
tentes (EDI). Son los más frecuentes. Sus caracterís- • Secundarios a parálisis del IV par. Debutan
ticas clínicas principales son tres: en algún momen- como un EDI. Algunas veces, el diagnóstico de pa-
to no tuercen, sea de lejos o de cerca; no ambliopía o rálisis del oblicuo superior se hace evidente tras el
ligera; edad de comienzo: más de la mitad antes de tratamiento con oclusiones, que descompensan la fu-
los 2 años de edad. No presentan sintomatología. La sión vertical. Es importante buscar antecedentes de
causa principal por la que los padres les traen a la tortícolis sobre un hombro.
consulta es porque aprecian la desviación ocular, en
ocasiones en periodos de enfermedades y la mayo- CONCLUSIÓN
ría de las veces en la mirada de lejos. También es fre- Como se puede comprobar, el mundo de la estrabo-
cuente que los padres hayan notado que guiña el ojo logía es complejo y sorprendente. La variabilidad de
con el sol, es un dato importante y ante la sospecha sus cuadros y del comportamiento en cada individuo
de estrabismo divergente, debemos preguntar por él, hace que cada tratamiento emprendido sea un reto
si no lo mencionan en la historia clínica(4,5). Parece ló- para paciente, pediatra y oftalmólogo. Afortunada-
gico pensar (y así es de manera generalizada), que mente, a medida que pasa el tiempo y los progresos
la razón para este guiño es por que la luz “levanta” la conseguidos se van afianzando, así como va llegan-
supresión, el niño es consciente de la diplopía y cie- do a su fin el proceso madurativo del niño, la situa-
rra un ojo para evitar la sintomatología. ción se estabiliza cada vez más. Sin embargo, no hay
– Tratamiento médico. Nuevamente se basa en: que llevarse a engaño y no se dará por finalizado el
prescripción de gafas (cristales negativos: lo re- proceso hasta que el niño sobrepase la pubertad. A
servamos para niños menores de tres años con partir de aquí, aunque se puedan producir descom-
mal control en la mirada de lejos o para los ca- pensaciones tardías, éstas ya no afectarán a la senso-
sos que no hacen el tratamiento oclusivo de ma- rialidad visual.
nera adecuada) y oclusiones(6,7,8).
– Tratamiento quirúrgico. Cuando diagnostica- BIBLIOGRAFÍA
mos un EDI somos conscientes de que la posi- 1. Friedman Z, Neumann E, Hyans SW, et al. Ophthalmic
bilidad de tener que operar es muy alta. Un as- screening of 38.000 children. age 1 to 2 ½ years. In child
pecto importante a atener en cuenta es saber qué welfare clinics. J Pediatr Ophthalmol Strabismus 2003;
pasa con los EDI que no se operan, cuál es su 17: 261.
historia natural. La impresión más generalizada 2. Lugwig H, Imberman SP, Thompson HW, Park MM.
es que con la edad se deterioran sensorialmen- Long-term study for accommodative esotropia. J AA-
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VOX PAEDIATRICA, 14, 2 (22-33), 2006
REVISIÓN
RESUMEN SUMARY
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad afecta al The attention deficit and hyperactivity disorder: a paediatric
3-8 % de los escolares. Clásicamente se ha definido por la triada guideline. The attention deficit and hyperactivity disorder
de hiperactividad, déficit atencional e impulsividad. El déficit (ADHD) affects some 3-8 % of all school-age children. It has
en la inhibición de conductas se considera el eje principal de la classically been defined by the triad of hyperactivity, attention
triada sintomática. El DSM-IV distingue cuatro subtipos: el com- deficit and impulsiveness. The deficit in behaviour inhibition is
binado, el de predominio de la inatención, el hiperactivo-impul- considered to be the main component of the symptomatic triad. The
sivo y el subtipo indiferenciado. Actualmente, se reconoce una DSM-IV recognizes four subtypes: combined, predominant lack of
base neurobiológica junto a una predisposición genética como attention, hyperactive-impulsive and indifferentiated. Currently, a
etiología del trastorno por déficit de atención con hiperactividad neurobiological background together with a genetic predisposition
(TDAH). Algunos pacientes se presentan con un TDAH aislado, are accepted as the aetiology of ADHD. Some patients present with
pero la mayoría presentan trastornos comórbidos asociados. A isolated ADHD, but most evidence associated comorbidities and
lo largo de la vida el TDAH puede presentarse con diferentes disorders. ADHD may evidence varying clinical spectra over the
espectros clínicos, y es en la etapa preescolar donde debemos lifetime, and it is precisely in the pre-school age where the signs
identificar precozmente los signos de sospecha de TDAH, como leading to a suspicion of ADHD, such as disruptive behaviour or
la conducta disruptiva o el retraso del lenguaje, para poder rea- language retardation, should be identified at an early phase so as
lizar un abordaje adecuado. El tratamiento del TDAH exige una to be able to implement an adequate approach. The therapeutic
atención multidisciplinar que combine la psicofarmacología con management of ADHD requires interdisciplinary care combining
la intervención psicoeducativa y el entrenamiento para el manejo psychopharmacological and psychoeducative intervention and
de la conducta. training in behaviour management.
Palabras clave: TDAH. Psicoestimulantes. Preescolares. Atomo- Key words: Attention deficit and hyperactivity disorder. ADHD.
xetina. Psychostimulants. Pre-school age. Atomoxetin.
pensamientos (impulsividad) y a la actividad que si- una forma clínica dentro de este subtipo, aunque pa-
gue a la distracción y a los pensamientos asaltantes ra algunos autores se trata de un desorden cualitati-
(hiperactividad). Este modelo neuropsicológico su- vamente distinto de la atención. Suelen ser niños más
giere que el déficit en la inhibición de las conductas pasivos, lentos y soñadores; no manifiestan conduc-
es el eje principal del TDAH, del que dependen ade- tas negativistas o desafiantes, aunque son más pro-
más otras cuatro funciones ejecutivas: memoria de pensos a los problemas internalizantes como la ansie-
trabajo (verbal y no verbal), autorregulación del afec- dad y/o el trastorno depresivo(1,5).
to y reconstitución. Estas funciones controlan al úl-
timo componente de este modelo, y el más evidente TDAH-subtipo combinado (TDAH-c)
ante el observador, el control motor. El niño cumple al menos 6 criterios en ambas subes-
calas (DA y HI). Diversos autores han revisado la co-
DIAGNÓSTICO morbilidad clínica que afecta a estos niños(1,5-7). Den-
Para el diagnóstico del TDAH se exige que el niño tro de este subtipo nos encontramos un grupo de
cumpla al menos seis criterios de la subescala de dé- niños con un debut precoz y cuyos síntomas iniciales
ficit de atención (DA) y/o de la subescala de hipe- son más propios del trastorno oposicional desafian-
ractividad-impulsividad (HI) en el cuestionario del te y, por tanto, nos pueden hacer dudar el diagnósti-
DSM-IV (Tabla 1). Según este cuestionario pueden co en etapas iniciales; estos niños tienen más riesgo
definirse cuatro subtipos clínicos: de abuso de sustancias y de comportamiento antiso-
cial en la etapa adulta. Otro grupo, que sufre TDAH
TDAH-subtipo con predominio y ansiedad, podría constituir otro subtipo caracteri-
del déficit de atención (TDAH-da) zado por baja impulsividad, mayor distrabilidad y
El niño cumple 6 o más criterios en la subescala DA peor rendimiento en memoria de trabajo, historia fa-
y menos de 6 en la HI. El Sluggish Cognitive Tem- miliar de síntomas internalizantes y problemas del
po, traducido del inglés como tiempo cognitivo len- humor, y posiblemente peor respuesta a la medica-
to o inteligencia perezosa, podría considerarse como ción estimulante.
24 El TDAH: guía pediátrica
Continuo Continuo
emocional-conductual ESPECTRO CLÍNICO aprendizaje-comunicación
TDAH
s to
rno
r a sto amien
T ces
itivo
Excitación pro l aud TANV
DSM-IV
e l
y motivación d tra D)
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Trastornos internalizantes ivo
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Regulación social TRASTORNO
y emocional ASPERGER
Trastornos externalizantes
(TOD)
Figura 1. XXXXXXXXXXX
Otro grupo de chicos con TDAH presenta lo que EL ESPECTRO CLÍNICO DEL
podríamos denominar, a diferencia del TDAH ais- TDAH A LO LARGO DE LA VIDA
lado, TDAH ampliado o complicado con comorbi- La Figura 1 pretende ilustrar de manera integradora
lidad, en el que aparecen síntomas propios de otros la complejidad nosológica donde ubicar los subtipos
procesos que, separados del TDAH, constituyen en- y fenotipos del TDAH. Si bien el DSM-IV distingue
tidades independientes: El TDAH es, en este caso, un los tres subtipos básicos del TDAH ya mencionados
factor de riesgo para la aparición o persistencia de al- (TDAH-da, TDAH-c y TDAH-hi) la mayoría de au-
guno de ellos: trastorno oposicional desafiante, tras- tores tiende a considerar únicamente los dos prime-
tornos del estado de ánimo, ansiedad, depresión, di- ros y a excluir un subtipo hiperactivo-impulsivo que,
ficultades del aprendizaje, trastorno de Tourette, probablemente, defina más bien un fenotipo clínico
epilepsia o trastorno disocial. La explicación integra- edad-dependiente del subtipo combinado, una fase
dora podría estar en la coexistencia de endofenotipos evolutiva durante la etapa preescolar del TDAH-c
que comparten genes comunes. Los niños con varios identificable en un momento de la vida en el que el
trastornos comórbidos desarrollan mayores mermas DA se advierte con dificultad(5).
psicosociales respecto a los demás. Padecer TDAH, Si los síntomas más sobresalientes durante los pri-
según Barkley(1), supone un riesgo elevado de sufrir meros años son la hiperactividad y la impulsividad, y
otras entidades psiquiátricas. El 75 % de los preesco- la atención es casi siempre tan difícil de identificar y
lares y el 80 % de los escolares tienen al menos un tras- medir, ¿cuáles son los síntomas más precoces del
torno asociado al TDAH. TDAH preescolar y cómo identificar el síndrome?
26 El TDAH: guía pediátrica
Tabla 3. Normativa para el diagnóstico de la Asociación Americana de Pediatría para niños de 6 a 12 años(9,10)
Norma 1 Criterios de diagnóstico: los síntomas nucleares motivo de alerta son:
• Falta de atención/distrabilidad
• Hiperactividad
• Impulsividad
• Mal rendimiento escolar
• Problemas de conducta
Norma 2 Orientación clínica: si existen síntomas nucleares según la norma 1, el diagnóstico de TDAH requiere que
el niño cumpla los criterios del DSM-IV (Tabla 1)
Norma 3 La información debe recibirse a través de la entrevista directa con los padres
• Norma 3A: se aplicarán escalas específicas para TDAH (SNAP-IV, ADHD Rating Scale-IV)
• Norma 3B: no se recomiendan las escalas de banda ancha
Norma 4 El diagnóstico requiere de la información directa del personal docente. Para ello se revisará
cualquier informe de evaluación multidisciplinaria escolar, las calificaciones académicas, notas del tutor
y profesor, etc.
• Norma 4A: se aplicarán también escalas de diagnóstico específicas para TDAH
• Norma 4B: no se recomiendan cuestionarios globales
Norma 5 Es necesaria la investigación de entidades coexistentes. El pediatra debe plantearse un diagnóstico
diferencial y determinar la patología comórbida, detectar los síntomas propios de ansiedad, depresión,
conducta oposicional, etc.
Norma 6 No están indicadas de rutina otras pruebas diagnósticas para establecer el diagnóstico de TDAH: análisis
de laboratorio, estudios de imagen o exámenes neurofisiológicos
tan reservados, esquivando a los adultos con la mira- el sueño y conceder a sus padres algún momento de
da, que pueden ser confundidos con niños autistas. descanso nocturno. Tienen tanta energía que apren-
Este comportamiento contrasta con una respuesta den a andar muy precozmente, por lo que además
emocional aparentemente adecuada, especialmente necesitan constante atención y vigilancia.
con sus padres y hermanos, y con un juego imagi- Más de la mitad de los casos de TDAH de nues-
nativo y simbólico apropiado. Mucho de estos casos, tra experiencia son, a diferencia de los anteriores, lac-
como es obvio, se manifiestan de forma silenciosa en tantes apacibles y tranquilos. Desde el momento en
otros periodos más tardíos de la vida. Especialmente el que aprenden a andar y, sobre todo, en torno a los
el subtipo de TDAH-da, definido como sluggish cog- 2 años de edad sufren una clara metamorfosis des-
nitive tempo, puede presentarse de manera tan reser- de un patrón de conducta normal hacia el comporta-
vada en la infancia que no sea advertido hasta que el miento difícil e intermitentemente explosivo que los
fracaso académico y social no hace mella en la trayec- definirá luego a lo largo de la primera infancia.
toria del individuo.
Los chicos más hiperactivos son, lógicamente, los FACTORES DIAGNÓSTICOS
primeros en ser reconocidos. En nuestra experiencia, Y DE DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
un tercio de los casos de TDAH debuta ya durante las El proceso diagnóstico queda resumido en la Tabla 3.
primeras semanas de vida, en concreto aquellos que El abordaje clínico adecuado se consigue a través de
luego serán señalados como especialmente sobreacti- una larga entrevista con los padres que debe incluir
vos en su actividad motora. Suelen comportarse co- algún cuestionario estructurado y las escalas apro-
mo lactantes irritables y sin descanso que son recor- piadas; un registro observacional en clínica y, si fuera
dados por su familia por su llanto inconsolable, por posible, en el aula o el propio domicilio del escolar;
los problemas para ser alimentados –incluyendo la una evaluación neuropsicológica y del neurodesarro-
aerofagia, los vómitos y el cólico del lactante–, así co- llo y, por supuesto, una exploración física y de la co-
mo por las dificultades que muestran para conciliar ordinación motora(1,5,9,10,21,22). La Tabla 4 incluye como
28 El TDAH: guía pediátrica
Bloque 3 Inatención-distrabilidad
Atención, hiperactividad, 28. Manifiesta pobre nivel de atención para aquellas tareas y actividades que le
impulsividad proporcionan poco interés
y comorbilidad 29. Tiene dificultades para completar sus tareas
30. Refiere somnolencia diurna y/o se le pueden aplicar apodos como “soñador”
31. Comienza sus actividades con gran entusiasmo pero tiene dificultades para
concluirlas
Inmadurez
32. Ha tenido retraso en el desarrollo físico o psicomotor
33. Su conducta se parece a la de los niños pequeños y prefiere relacionarse con niños de
menos edad
Hipoactividad
34. Observa cierto grado de letargia (apatía) en su actividad diaria
35. Durante el día “está siempre en las nubes” y completa sus tareas lentamente y con
dificultad
Dificultades emocionales
36. Se frustra con facilidad, se irrita y tiene rabietas o explosiones de ira y rabia
37. Es poco sensible al peligro o muestra poca reactividad al dolor
38. Muestra baja tolerancia a las frustraciones
39. Tiene a menudo rabietas o explosiones de cólera
40. Describiría a su hijo/a como malhumorado/a
41. Cree que se caracteriza por su baja autoestima
Hiperactividad
42. Tiene incapacidad para estar en reposo
43. Sus necesidades para dormir son menores a la media
44. Habla en exceso
45. Corre o salta excesivamente
46. Está continuamente en movimiento durante el sueño. Da patadas continuamente a la
ropa de la cama
47. Tiene dificultades para estar sentado durante las comidas o en el pupitre. A menudo
camina alrededor de la clase
Impulsividad
48. Actúa antes de pensar
49. Puede considerársele de “fácilmente excitable”
50. Es desorganizado y requiere continua supervisión de sus tareas y actividades
51. Continuamente cambia de una actividad a otra
52. Tiene dificultades para las reuniones en grupo que requieran paciencia
y hablar por turno
Bloque 4 81. Es solitario, no tiene amigos íntimos o evita a los demás. No está interesado en hacer
Habilidades sociales, amigos y le gusta estar solo
comunicación y flexibilidad 82. Falta de captación de las claves sociales. Conducta social y emocional inapropiada
cognitiva 83. Interés focalizado por un tema, exclusión de otras actividades. Más repetición que
significado
84. Rutinas repetitivas en aspectos de la vida de uno o en la de los demás
85. Expresión facial limitada; no mira a los demás. Tiene gestos torpes y patosos y se
acerca demasiado a los demás
86. Habla demasiado y tiene un lenguaje expresivo superficialmente perfecto, a veces
formal y pedante con una prosodia extraña
anexo a este artículo el modelo de entrevista estruc- bientales transitorios como la fatiga, la hora del día
turada que empleamos en nuestra práctica clínica(5). o la motivación individual en un momento determi-
El diagnóstico diferencial es complejo y difícil, nado.
principalmente durante los primeros años, dado que Si atendemos a la disfunción ejecutiva responsa-
hay muchas razones que pueden conducir a una con- ble del TDAH podremos entender los aspectos di-
ducta desatenta, hiperactiva e impulsiva. Los sínto- ferenciales de algunos comportamientos. La escasa
mas pueden además verse afectados por factores am- tolerancia a la frustración, la inflexibilidad, el tem-
J. Vaquerizo-Madrid, C. Cáceres 31
peramento y el humor inestable que definen el tras- • Adiestramiento familiar para mejorar las rela-
torno inflexible-explosivo de la infancia de Greene(20) ciones maternofiliales.
como forma de expresión preescolar del TDAH pue- • Entrenamiento para el manejo de la conducta.
den entenderse como consecuencia de esa disfunción El primer escalón terapéutico debe proporcionar
ejecutiva. Hay una sensible diferencia entonces en la a la familia la información apropiada sobre la natu-
interpretación de estos comportamientos explosivos raleza neurobiológica y el curso evolutivo del tras-
cuando son el resultado del fallo en el desarrollo de torno, así como sobre las particularidades del trata-
ciertas habilidades cognitivas que impiden al niño miento farmacológico empíricamente demostrado.
ser tolerante y mantener una actitud de pensamiento Es importante trabajar y acompañar a los padres y
reflexiva ante una frustración. En el lado opuesto está educadores en un entrenamiento que les permita ma-
el comportamiento planificado, intencionado y deci- nejar las conductas disruptivas en el hogar o el aula.
dido de las conductas que se observan en el trastorno Para Russell A. Barkley el esquema terapéutico deno-
negativista/oposicional desafiante. De esta manera, minado parent training es un modelo eficaz para re-
el temperamento inflexible debe ser considerado co- ducir los conflictos entre padres e hijos, las actitudes
mo una expresión clínica del TDAH, probablemente desafiantes infantiles y sus comportamientos disrup-
una fase evolutiva del TDAH-c durante la etapa pre- tivos; este método mejora las expectativas del trata-
escolar, al tiempo que el trastorno negativista desa- miento médico, reduce el estrés de los padres y me-
fiante una comorbilidad psiquiátrica muy prevalente jora los conocimientos que tiene la familia a cerca del
aunque “independiente” del TDAH. TDAH.
Los psicoestimulantes están considerados como
TRATAMIENTO DEL TDAH la primera línea de intervención farmacológica en
El tratamiento del TDAH exige, como es lógico, una TDAH(1,5,23,24). El metilfenidato (MFD) es, entre estos,
sólida atención multidisciplinar que combine la psi- el tratamiento de primera elección. Se ha demostra-
cofarmacología con otras tres estrategias esencia- do su eficacia tanto en preescolares, escolares, ado-
les(1,5): lescentes como adultos. Bloquea la recaptación de la
• Intervención psicoeducativa. noradrenalina y la dopamina en la neurona presináp-
32 El TDAH: guía pediátrica
tica e incrementa la actividad neuronal que permi- a diferencia de aquél su efecto máximo puede apa-
te, entre otros aspectos, el mantenimiento de la aten- recer a partir de la segunda o la sexta semana de tra-
ción. En escolares, por ejemplo, se supera el 75 % de tamiento. Es, por tanto, progresivo y acumulativo.
respuesta clínica positiva. Sus indicaciones conoci- Sus efectos secundarios principales suelen ser leves y
das y seguras han sido hasta ahora los síntomas de consisten principalmente en cefalea, disminución del
todos los subtipos del TDAH en niños mayores de 6 apetito y molestias abdominales o nasofaringitis.
años, adolescentes y adultos, y la narcolepsia. Las in-
dicaciones probables (y recientemente contrastadas) BIBLIOGRAFÍA
son las formas clínicas del TDAH en preescolares y 1. Barkley R. ADHD. A handbook for diagnosis and treat-
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ta capacidad, trastorno de Asperger y epilepsia. MFD no de déficit de atención e hiperactividad. Rev Neurol
es claramente eficaz cuando el coeficiente intelectual 2005; 15: S11-S15.
es superior a 50 o la edad mental es superior a los 4,5 3. Vaquerizo-Madrid J, Macías-Pingarrón A, Márquez-
años. No hay diferencias entre sexos en cuanto a la Armenteros A. Habilidades gráficas en el trastorno
respuesta al tratamiento con psicoestimulantes. por déficit de atención con hiperactividad. Rev Neurol
La dosis recomendada de MFD oscila entre 2004; 38: S91-S96.
0,5-1 mg/kg/día, individualizando cada caso hasta 4. American Psychiatric Association. Diagnostic and sta-
una dosis máxima de 50 mg, por encima de la cual tistical manual of mental disorders. 4a ed. Washington
no suele objetivarse eficacia. Generalmente se repar- DC; 1994.
te en dos o tres dosis que se distribuyen en el desa- 5. Vaquerizo Madrid J. ¿Por qué es mi hijo hiperactivo?
yuno, recreo y almuerzo cuando se emplea MFD de Badajoz: Printex; 2006.
liberación inmediata o en una sola dosis en el desa- 6. Artigas J. Comorbilidad en el trastorno por déficit de
yuno si se emplea la formulación de liberación retar- atención/hiperactividad. Rev Neurol Clin 2003; 36
dada. Los efectos secundarios más frecuentes son el (Supl 1): 68-78.
insomnio, la inapetencia, la cefalea, las abdominal- 7. Buitelaar J, Treatment prioritisatin in face of comorbi-
gias, la irritabilidad y la tendencia al llanto. Práctica- dities. En: ADHD. Management: paying attention to cu-
mente todos ellos son dosisdependientes y casi siem- rrent evidence. (Comunicación personal). Porto, Portu-
pre leves y transitorios. El efecto de la comorbilidad gal; 2003.
sobre la eficacia es variable. La agresividad no afec- 8. Varios Autores. Aspectos neurobiológicos del trastor-
ta la respuesta y no hay datos concluyentes cuando no por déficit de atención/hiperactividad. (DVD). Lu-
se solapan ansiedad y depresión; tampoco hay datos zán; 2006.
definitivos sobre los tics motores. Los psicoestimu- 9. American Academy of Pediatrics. Clinical practice gui-
lantes no causan abuso de sustancias; por el contra- dline: treatment of the school-aged child with ADHD
rio, previenen el riesgo de abuso en etapas posterio- Pediatrics 2001; 108: 1033-44.
res de la vida. 10. American Academy of Pediatrics. Clinical practice
Entre los fármacos no psicoestimulantes debe- guidline: diagnosis and evaluation of the child with
mos destacar la atomoxetina (ATX), autorizado por ADHD. Pediatrics 2000; 105: 1158-70.
la agencia FDA americana desde 2002 para el trata- 11. Silver LB. ADHD disorder. Aclinical guide to diagno-
miento del TDAH en niños mayores de 6 años y ado- sis and treatment for health and mental health profes-
lescentes, y que se va a comercializar próximamente sionals. 3a ed. Washington: American Psiquiatric Pub;
en España(14). Es un inhibidor selectivo presináptico 2003.
noradrenérgico. Aumenta los niveles de noradrena- 12. Idiazábal-Alecha MA, Palencia-Taboada AB, Sangor-
lina y dopamina, especialmente en córtex prefrontal. rín-García J, Espadaler-Gamissans JM. Potenciales
Se dosifica a una dosis inicial de 0,5 mg/kg/día y a evocados cognitivos en el trastorno por déficit de aten-
una dosis de mantenimiento de 1,2-1,8 mg/kg/día ción con hiperactividad. Rev Neurol 2002; 34: 301-5.
administrada en una sola dosis. Al igual que MFD 13. Castellanos FX, Lee PP, Sharp W, Jeffrie NO, Greens-
tampoco ha demostrado potencialidad de abuso. Y tein DK, Clasen LS, et al. Developmental trajectories
J. Vaquerizo-Madrid, C. Cáceres 33
if brain volume abnormalities in children and adoles- güística en el trastorno por déficit de atención con hi-
cents with attention-deficit/hyperactivity disorder. Ja- peractividad. Rev Neurol 2006; 42 (Supl 2): S53-61.
ma 2002; 288: 1740-8. 20. Greene RW. The explosive child. 2nd ed. New York:
14. Reiff MI (ed). ADHD A complete and authoritative Quill; 2001.
guide. American Academy of Pediatrics; 2004. 21. Farré A, Narbona J. EDAH. Evaluación del trastorno
15. Copeland ED, Love VL. Attention, please! Plantation. por déficit de atención con hiperactividad. Madrid:
Florida: Specialty Press; 1995. TEA; 1997.
16. Cáceres-Marzal C, González-Toro D, Vaquerizo-Ma- 22. Grupo de Consenso Multidisciplinar en TDAH. Barce-
drid J. Marcadores precoces de hiperactividad en niños lona: Ediciones Médicas; 2005.
diagnosticados de TDAH. Rev Neurol 2004; 39: 273. 23. International consensus statement on ADHD and
17. Vaquerizo-Madrid J. La hiperactividad en el niño pre- DBDs. Clinical implications and treatment practice su-
escolar: descripción clínica. Rev Neurol 2005; 40 (Su- ggestions. European Neuropsychopharmacology 2004;
pl 1): S25-S32. 14: 11-28.
18. Vaquerizo-Madrid J, Estévez-Díaz F, Pozo García A. 24. Fernández-Gómez A, Navarro Dourdil A, Cáceres
El lenguaje en el trastorno por déficit de atención con Marzal C, Martíns S, López Ridruejo S, Estévez F, et al.
hiperactividad: competencias narrativas. Rev Neurol Experiencia con metilfenidato de liberación retardada
2005; 40 (Supl 1): S83-S89. en una muestra de pacientes con TDAH. (Comunica-
19. Vaquerizo Madrid J, Estévez-Díaz F, Díaz Maíllo I: Re- ción personal). Reunión Nacional de Neuropediatría,
visión del modelo de alerta e intervención psicolin- Lisboa, 2005.
VOX PAEDIATRICA, 14, 2 (34-37), 2006
CASOS CLÍNICOS
RESUMEN SUMARY
El quiste dermoide o teratoma quístico maduro es un tumor tes- Mature cystic teratoma (dermoid). Sonography and Doppler with
ticular que contiene elementos ectodérmicos maduros. Ocurre radiopatologic correlation. Dermoid cyst or mature cystic teratoma
más frecuentemente en las tres primeras décadas de la vida y tiene is a testicular tumor contain mature ectodermal elements. They occur
el mejor pronóstico de todos los tumores testiculares de células most frequently in the first three decades of life and have the best prog-
germinales no seminomatosos. Presentamos un caso de un quiste nosis of the nonseminomatous germ cell tumors. We have studied one
dermoide testicular en un niño de 9 años. Analizamos la clínica, patient aged nine years, wich were confirmated pathologically as a
los hallazgos de la ecografía testicular (modo B y Doppler) y su dermoid cyst. We describe the clinical findings, the radiologist studies
correlación con el resultado histológico. Destacamos los hallazgos in the conventional and Doppler sonography and the radiopatologic
ecográficos que pueden orientar hacia un correcto diagnóstico que correlation. We would like to emphasize sonographic characteristics
incidirá en la actitud terapéutica. may be helpful to distinguish teratoma from the wide variety of other
Palabras clave: Teratoma quístico maduro. Dermoide. Ecografía. testicular tumors, leading to an appropriated therapy.
Tumores testiculares. Key words: Dermoid cyst. Teratoma. Sonography. Testicular tumors.
Figura 3. Microfotografía de la lesión. 2×. Tinción Figura 4. Microfotografía de la lesión. 4,5×. Tinción
hematoxilina-eosina. Imagen quística bien definida hematoxilina-eosina. Queratina, glándulas sebáceas y
rodeada de parénquima testicular. túbulos seminíferos.
años y es un tumor con alto potencial maligno, que cualquiera de las tres capas de células germinales(4-
puede metastatizar por vía hematógena al pulmón. 6)
. Histológicamente, unos autores dividen los terato-
La alfafetoproteína (AFP) está elevada en el 100 % de mas en dos grupos: maduros (probablemente benig-
los casos y la gonadotropina coriónica humana beta nos) e inmaduros (malignos). Otros autores describen
en el 30 %. Se le considera el equivalente al carcino- tres variantes histopatológicas(3):
ma embrionario en el adulto. Su aspecto ecográfico • Teratoma quístico puro: maduro (dermoide).
es heterogéneo, mal definido e invasivo. Contiene elementos ectodérmicos maduros. Es el más
El teratoma es el tumor germinal no seminoma- frecuente y predomina en niños. Suele ser benigno.
toso con mejor pronóstico. Ocurre con más frecuen- • Teratoma sólido maduro bien diferenciado: con-
cia en la infancia, aunque tiene un segundo pico de tiene elementos maduros de más de una capa germi-
incidencia entre la segunda y tercera décadas. Sus nal. Puede ser benigno, pero a menudo es maligno.
elementos celulares son remanentes derivados de Predomina en adultos.
36 Quiste dermoide testicular. Ecografía en modo B […]
5. Horstman WS. Scrotal imaging. Urol Clin North Am 9. Luker GD, Sregel MJ. Pediatric testicular tumors. Eva-
1997; 24 (3): 653-71. luation with grey scale and color Doppler US. Radiolo-
6. Heiken JP, Forman HP, Brown JJ. Neoplasm of the baldder, gy 1994; 191: 561-4.
prostate and testis. Rad Clin North Am 1994; 32: 81-98. 10. Johson JO, Mattrey RP, Phillipson J. Differentiation of
7. Feld R, Widdleton WD. Recent advances in sonogra- seminomatous from non seminomatous testicular tu-
phy of the testis and scrotum. Rad Clin North Am mors with MR imaging. AJR 1994; 154: 539-43.
1992; 30 (5): 1033-51. 11. Fu YT, Wang HH, Yang TH, et al. Epidermoid cyst of
8. Horstman WG, Nelson GL, Widdleton WD. Testicular the testis: diagnosis by ultrasonography and magnetic
tumors. Findings with color Doppler US. Radiology resonance imaging resulting in preserving surgery. Br
1991; 185: 733-7. J Urol 1996; 78: 116-8.
VOX PAEDIATRICA, 14, 2 (38-39), 2006
CASOS CLÍNICOS
RESUMEN SUMARY
Antecedentes: La tos ferina es una enfermedad altamente conta- Whooping cough in a properly immunized child
giosa causada por el bacilo gramnegativo Bordetella pertussis de di- Background: Pertussis is a highly contagious disease caused by
fícil control epidemiológico a pesar de su amplia vacunación. the gram-negative bacillus Bordetella pertussis with a difficult epi-
Objetivo: Revisión del diagnóstico, tratamiento y vacunación de demiological control despite widespread vaccination.
la tos ferina. Objective: To review the diagnosis, treatment and vaccination
Método: Presentamos el caso de una niña de 12 años que consulta against pertussis.
por tos paroxística, rubefacción facial y, ocasionalmente, hemopti- Method: We present a 12 years old girl with paroxysmal cough,
sis de 5 días de evolución. Sin fiebre ni otra sintomatología acom- face reddened and, occasional, hemoptysis from 5 days. No fever
pañante. Antecedentes personales de interés: correctamente inmu- or other symptoms. Personal background: properly immunized,
nizada, flemón periamigdalar 2 semanas antes. peritonsillar cellulitis 2 weeks earlier.
Resultados: Exploración física normal. Radiografía de tórax: normal. Results: Physical examination: normal. Chest X-ray: normal. Lab-
Pruebas de laboratorio: hemograma, coagulación, electrolitos, gaso- oratory findings: hemogram, coagulation, electrolytes, acid-base
metría, proteínas totales y glucemia: normales. Velocidad de sedimen- balance, total protein and glucose: normal. Erythrocyte sedimen-
tación globular en la 1.a hora: 10 mm. Proteína C reactiva: 0,9 mg/L. tation rate: 10 mm. C-reactive protein: 0.9 mg/L. Serology test to
Serología a virus respiratorios: negativa. Reacción en cadena de poli- respiratory viruses: negative. Polymerase chain reaction in naso-
merasa en exudado nasofaríngeo: positiva para Bordetella pertussis. pharyngeal exudate: positive to Bordetella pertussis.
Conclusión: A pesar de que nuestro caso había recibido la última Conclusion: Despite our case had received the last dose of pertus-
dosis de vacuna antipertussis hacía 6 años, es importante seguir sis vaccine 6 years ago, it is important to think of pertussis when
pensando en tos ferina cuando la clínica lo hace compatible, dado the clinic suggests it because the immunity that is generated by the
que la inmunidad que se genera con la vacuna no es permanente. vaccine is not permanent.
Palabras clave: Tos ferina. Bordetella Pertussis. Hemoptisis. Eritro- Key words: Whooping cough. Bordetella Pertussis. Hemoptysis.
micina. Azitromicina. Vacuna. Erythromycin. Azithromycin. Vaccine.
Gasometría, coagulación, ionograma, proteínas to- nosis hipertrófica de píloro en menores de 1 mes de
tales y glucemia: normales. Dado el antecedente de vida(4), es de elección para estos niños la azitromici-
flemón periamigdalino hacía 2 semanas, solicitamos na 10 5 mg/kg/día v.o. en una única dosis durante
una exploración por ORL que fue normal. Ante un 5 días. Distintos metaanálisis(5) realizados reciente-
caso como el nuestro de tos paroxística con rube- mente concluyen que la erradicación de B. pertus-
facción facial y expectoración hemoptoica, sin fie- sis de exudado nasofaríngeo es igual de efectiva con
bre y con auscultación cardiopulmonar y radiografía eritromicina durante 14 días que con eritromicina en
de tórax normales, hemos de descartar infecciones un ciclo de 7 días, claritromicina 15mg/kg/día v.o.
de vías respiratorias como las producidas por adeno- en dos dosis durante 7 días, y que con azitromici-
virus, virus influenza A y B, VRS, Clamydia pneumo- na(6) 10 mg/kg/día el primer día y 5 mg/kg/día en
nie, Coxiella burnetti, Bordetella pertussis, parapertussis los días siguientes hasta completar 5 días (una única
y bronchiseptica. La serología realizada fue negativa. dosis al día). Por mejor cumplimiento del tratamien-
A pesar de que nuestro caso había recibido la última to y menores efectos secundarios es recomendable el
dosis de vacuna antipertussis hacía 6 años es impor- uso de azitromicina(7). Es fundamental el tratamien-
tante seguir pensando en tos ferina cuando la clíni- to de los contactos del enfermo para evitar su infec-
ca lo hace compatible, dado que la inmunidad que se ción y que sean a su vez reservorio y fuente de con-
genera con la vacuna no es permanente. Reacción en tagio de otras personas.
cadena de polimerasa (PCR) en exudado nasofarín-
geo: positiva para Bordetella pertussis. Evolución: tras BIBLIOGRAFÍA
instaurar tratamiento con etilsuccinato de eritromi- 1. Gonzalo de Liria CR. Ventajas de la vacuna DTPa sobre
cina 50 mg/kg/día v.o. en tres dosis, al segundo día la DTPw. An Pediatr 2003; 58: 18-21.
presenta dolor abdominal, con lo que se sustituye el 2. Bernaola Iturbe E, Giménez Sánchez F, Baca Cots M,
tratamiento por azitromicina 10 mg/kg/día en una De Juan Martín F, Díez Domingo J, Garces Sánchez M,
única dosis durante 3 días más, teniendo una evolu- et al. Calendario de vacunación de la Asociación Espa-
ción favorable. ñola de Pediatría: recomendaciones 2007. An Pediatr
(Barc) 2007; 66: 62-9.
DISCUSIÓN 3. Heininger U, Schmidt-Schlapfer G, Cherry JD, Stehr K.
La tos ferina es una enfermedad infecto-contagiosa Clinical validation of a polymerase chain reaction as-
con un control difícil, a pesar de estar incluida en el say for the diagnosis of pertussis by comparison with
programa de vacunación sistemática debido a que serology, culture, and symptoms during a large pertus-
su inmunidad no es permanente(1) y a que, por tan- sis vaccine efficacy trial. Pediatrics 2000; 105: e31.
to, personas adultas previamente vacunadas pue- 4. Centers for Disease Control and Prevention. Recom-
den reinfectarse manifestando una sintomatología mended antimicrobial agents for the treatment and
leve que hace difícil su diagnóstico, siendo así su postexposure prophylaxis of pertussis: 2005 CDC
principal reservorio y fuente de contagio. Las últi- guidelines. MMWR 2005; 54: No RR-14.
mas recomendaciones del Comité Asesor de Vacu- 5. Altunaiji S, Kukuruzovic R, Curtis N, Massie J. Antibi-
nas de la Asociación Española de Pediatría(2) son la otics for whooping cough (pertussis). Cochrane Data-
administración de una dosis de dTpa entre los 13 y 16 base Syst Rev 2005; 25: CD004404.
años (sustituyendo a la vacuna Td, tétanos difteria 6. Halperin SA, Bortolussi R, Langley JM, Miller B, East-
tipo adulto) y cada 10 años en las personas que tra- wood BJ. Seven days of erythromycin estolate is as ef-
bajen con niños. La PCR(3) en exudado nasofaríngeo fective as fourteen days for the treatment of Bordetella
es una técnica rápida, sensible y específica, de gran pertussis infections. Pediatrics 1997; 100: 65-71.
utilidad para la confirmación diagnóstica. En cuanto 7. Langley JM, Halperin SA, Boucher FD, Smith B. Azi-
al tratamiento, la eritromicina 40-50 mg/kg/día v.o. thromycin is as effective as and better tolerated than
en 4 dosis durante 14 días es una pauta de frecuente erythromycin estolate for the treatment of pertussis.
uso. Debido a la asociación de eritromicina con este- Pediatrics 2004; 114: e96-101.
NORMAS PARA LA PRESENTACIÓN DE TRABAJOS
PARA SU PUBLICACIÓN EN LA REVISTA VOX PAEDIATRICA
La revista VOX PAEDIATRICA es el órgano de expresión de las actividades científicas y profesionales de la So-
ciedad de Pediatría de Andalucía Occidental y Extremadura, y tiene como finalidad la publicación y divul-
gación de trabajos relacionados con la patología médica y quirúrgica del niño y del adolescente, así como de
otros aspectos relacionados con su salud y calidad de vida.
Originales. Trabajos de investigación clínica o básica, con un diseño analítico adecuado. La extensión del tex-
to (sin incluir resumen, bibliografía, tablas y pies de figuras) no debe superar un total de 3.000 palabras. Se re-
comienda que el número máximo de citas bibliográficas no sea superior a 40, y el de figuras y tablas no exce-
da conjuntamente a ocho. El número de firmantes no debe ser superior a seis.
Notas clínicas. Descripción de uno o varios casos de excepcional observación o de especial interés, que supon-
gan una aportación al conocimiento de la enfermedad. La extensión del texto (que debe incluir resumen) no
debe superar un total de 1.500 palabras. Se recomienda que el número máximo de citas bibliográficas no sea
superior a 20, y el de figuras y tablas no exceda conjuntamente a 4. El número de firmantes no debe ser supe-
rior a cinco.
Revisiones. Revisiones bibliográficas de algún tema relacionado con la pediatría de especial interés o actuali-
dad. La extensión del texto no debe superar las 3.000 palabras.
Formación continuada. Puesta al día en algún aspecto de interés general para el pediatra, que se desarrollará
de manera extensa en uno o varios números.
Cartas al director. Escritos breves que discutan aspectos relacionados con trabajos publicados recientemente
en Vox Paediatrica o aportación de observaciones y experiencias que puedan ser resumidas en un texto bre-
ve. La extensión máxima será de 750 palabras, el número de citas no será superior a 10 y se admitirá una figu-
ra y una tabla. El número de firmantes no debe ser superior a cuatro.
Otras secciones. La revista Vox Paediatrica incluye también otras secciones, como Editoriales, Protocolos clí-
nicos, Informes Técnicos, Crítica de libros, Conferencias y Artículos especiales. Los autores que deseen colabo-
rar en alguna de estas secciones deben consultar previamente con la dirección de la revista.
Los trabajos deben ser inéditos. En el caso de que se hayan publicado de forma parcial, por ejemplo como re-
sumen de comunicación, deberá indicarse en el texto.
Los trabajos se presentarán en hojas con formato DIN A4, mecanografiadas a doble espacio y dejando márge-
nes no inferiores a 2,5 cm. Los componentes serán ordenados en páginas separadas en el siguiente orden: pá-
gina titular, resumen y palabras clave, texto, bibliografía, tablas y pies de figuras. Todas las páginas deberán
ser numeradas consecutivamente, comenzando por la página titular.
42
1. Página titular
Es obligado en originales y notas clínicas. La extensión no será superior a 250 palabras. El contenido habrá de
ser estructurado en cinco apartados diferentes que deberán figurar titulados en el mismo: Antecedentes, Objeti-
vos, Métodos, Resultados y Conclusiones. En cada uno de ellos se describirán, respectivamente, el contexto o an-
tecedentes del estudio, el problema motivo de la investigación, la manera de llevar a cabo la misma, los resul-
tados más destacados y las conclusiones que se deriven de los resultados. Los autores deben procurar que el
resumen incluya con detalle los resultados más importantes.
Se habrá de incluir de tres a diez palabras clave al final de la página donde figure el resumen. Deberán usarse
los términos incluidos en el Medical Subject Headings del Index Medicus.
3. Deberá incluirse una correcta traducción al inglés del título, resumen y palabras clave
4. Texto
Se recomienda la redacción del texto en impersonal. Conviene dividir los trabajos en secciones. Los originales
en: Introducción, Material o Pacientes y Métodos, Resultados y Discusión. Las notas clínicas en: Introducción, Obser-
vación clínica y Discusión.
En general, es deseable el mínimo de abreviaturas, y emplear los términos utilizados internacionalmente. Las
abreviaturas poco comunes deberán ser definidas en el momento de su primera aparición. Se evitarán abrevia-
turas en el título y en el resumen. Cuando existan tres o más abreviaturas se recomienda sean listadas en una
tabla presentada en hoja aparte. Los autores pueden utilizar tanto las unidades métricas de medida como las
unidades del Sistema Internacional (SI). Cuando se utilicen las medidas SI es conveniente incluir las corres-
pondientes unidades métricas inmediatamente después, en paréntesis. Los fármacos deben mencionarse por
su nombre genérico. Los instrumentos utilizados para realizar técnicas de laboratorio u otras, deben ser iden-
tificados, en paréntesis, por la marca así como por sus fabricantes.
5. Bibliografía
Las citas bibliográficas deben ser numeradas consecutivamente por orden de aparición en el texto. La referencia
de artículos de revistas se hará en el orden siguiente: autores, empleando el o los apellidos seguido de la inicial del
nombre, sin puntuación, y separado cada autor por una coma; el título completo del artículo en lengua original; el
43
nombre abreviado de la revista según el List of Journals Indexed del Index Medicus ( http://www.ncbi.nlm.nih.gov/
PubMed ); año de aparición, volumen e indicación de la primera y última página. Deben mencionarse todos los au-
tores cuando sean seis o menos; cuando sean siete o más se citarán los seis primeros y se añadirán después las pa-
labras “et al.”. Un estilo similar se empleará para la cita de libros. A continuación se exponen algunos ejemplos:
Artículo de revista
Ruiz M, Coll MJ, Pampols T, Giros M. X-linked adrenoleukodystrophy: phenotype distribution and expression
in Spanish kindreds. Am J Med Genet 1998; 76: 424-26.
Autor corporativo
Headache Classification Committee of the International Headache Society. Classification and diagnostic crite-
ria for headache disorders, cranial neuralgias and facial pain. Cephalalgia 1988; 8 (Suppl 7): 8-96.
Libro completo
Aicardi J. Diseases of the Nervous System in Childhood. London: Mac Keith Press; 1992.
Capítulo de libro
Cabo J, Cordovilla G, Álvarez F. Tratamiento no farmacológico de las bradiarritmias y taquiarritmias en pedia-
tría. En: Ruza Tarrio F (ed.). Tratado de cuidados intensivos pediátricos. 2.ª ed. Madrid: Ediciones Normal; 1997.
p. 294-303.
No deben incluirse en la bibliografía citaciones del estilo de “comunicación personal”, “en preparación” o “so-
metido a publicación”. Si se considera imprescindible citar dicho material, debe mencionarse su origen en el
lugar correspondiente del texto.
Para elaborar la bibliografía puede consultar las normas del Comité Internacional de Editores de Revistas Mé-
dicas (edición 2001) y las recomendaciones de la National Library of Medicine para citas de documentos electró-
nicos en http://www.nlm.nih.gov/pubs/formats/internet.pdf.
6. Tablas
Deben ser numeradas en caracteres romanos por orden de aparición en el texto. Serán escritas a doble espacio,
no sobrepasarán el tamaño de un folio y se remitirán en hojas separadas. Tendrán un título en la parte supe-
rior que describa concisamente su contenido, de manera que la tabla sea comprensible por sí misma sin nece-
sidad de leer el texto del artículo. Si se utilizan abreviaturas deben explicarse al pie de la tabla. Ha de evitarse
presentar los mismos datos en texto, tablas y figuras.
7. Figuras
Tanto se trate de gráficas, dibujos o fotografías, se numerarán en caracteres árabes de manera correlativa y con-
junta como figuras, por orden de aparición en el texto. Deben entregarse en papel o en copia fotográfica nítida
en blanco y negro (no diapositiva) de un tamaño máximo de 20,3 por 25,4 cm. En el dorso de la figura deberá
adherirse una etiqueta en que figuren: número de la figura, nombre del primer autor y orientación de la mis-
ma (mediante una flecha, por ejemplo). Las figuras se entregarán en un sobre, sin montar.
44
Si se reproducen fotografías de pacientes, éstos no deben ser identificados y, si lo son, deben acompañarse las
mismas de un permiso escrito de los padres que autorice su reproducción.
Las figuras irán acompañadas del correspondiente pie, escrito en hoja incorporada al texto.
8. Envío de originales
Los trabajos deben enviarse por duplicado, con doble juego de tablas y figuras de buena calidad, adjuntando
siempre un disco informático con el texto del manuscrito en formato Word o txt, indicando sistema operativo,
a la siguiente correo electrónico: voxpaediatrica@hotmail.com.
El trabajo debe acompañarse de una carta de presentación firmada por todos los autores en la que expresarán
la originalidad del estudio y el deseo de que se publique en la revista Vox Paediatrica.
Antes de enviar el trabajo se recomienda releer el texto, corregir los errores del mismo, revisar la numeración
de la bibliografía, tablas y figuras y, finalmente, comprobar el contenido del envío: