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Universidad Mariano Gálvez De Guatemala.

Facultad De Ciencias Jurídicas y Sociales.


Licenciada Aura Noemi Veliz Quiñonez.

Síntesis De Los Principios Laborales.

Sección “C”. Derecho Laboral.


Lilian Lisseth García Flores – 5015-21-11883.
• Principio De Tutelaridad.
La protección del trabajador constituye en la razón de ser del derecho laboral, en otras
palabras, para eso fue creado. El concepto de protección o de tutelaridad da por hecho
la existencia de una parte fuerte y otra débil (Empleador y Trabajador). Esta última será
siempre el asalariado sin ese desbalance de fuerzas, el Derecho laboral no tendría
sentido.
Las normas tienen relación con esta rama ya que surgieron como una voz de protesta,
por los excesos y abusos que se cometían en contra de las personas en ocasión del
trabajo como: reclamos contra las jornadas extenuantes, quejas por el trabajo insalubre,
lamentos por las condiciones laborales de mujeres y de menores de edad, descontentos
por los bajísimos salarios, etcétera.
En el caso de las contrataciones masivas, donde los trabajadores son fácilmente
reemplazables, este es precisamente el escenario que resalta este considerando ya que
por este tipo de circunstancias el derecho laboral se presenta como una herramienta
compensatoria de la desigualdad entre el contexto potencial económico del empleador y
la necesidad vital del asalariado viene a desempeñar un papel de nivelación en la
posición económicamente débil en el que se encuentra este mismo en quien depende de
su salario para su supervivencia.

• Principio Evolutivo.
Al decir que el derecho laboral es evolutivo, estamos reconociendo que es un organismo
vivo e inquieto, a esto mismo se refiere que se encuentra en constante movimiento. Toda
disciplina del derecho laboral avanza, sin embargo, el derecho que nos ocupa está
persuadido de una dinámica muy característica esta misma se deriva precisamente de
su permanente vocación de proteger al trabajador, esta misma es una fuerza expansiva
que ha marcado sus inicios y que puede entenderse en dos sentidos como lo indica el
texto guía:
1. Como un impulso a otorgar cada vez mayores beneficios a los trabajadores.
2. Como una tendencia a regular cada vez más relaciones.
El derecho laboral es proactivo, está llamado a modificarse a cada momento, este mismo
está en constante progreso para garantizar su objetivo.
En la medida que dichos cambios signifiquen mejoras para los trabajadores, existen
cuerpos legales como el código de trabajo, leyes laborales que sirven de sustento a esta
estructura normativa y sobre los cuales se pueden y deben establecer nuevos beneficios
que superen precisamente esas bases.

• Principio Obligatoriedad.
Para que el derecho de trabajo pueda cumplir con su cometido debe ser autoritario, debe
intervenir en forma coercitiva dentro del círculo cerrado y casi personal de un empleador
con un trabajador. Los empleadores saben que, como mínimo, deben otorgar a sus
laborantes las prestaciones básicas de ley, en caso contrario, podrán ser exigidas las
horas extraordinarias que no fueron incluidas en la planilla el bono 14, pagadero en el
mes de julio, el reajuste complementario del salario mínimo no pagado y la indemnización
no efectuada en ocasión de un despido injustificado, la distribución de vacaciones, etc.

• Principio De Realismo.
El derecho laboral procura el bienestar y superación de la clase trabajadora para hacer
efectivo en esta delicada misión debe ponderar con objetividad las diferentes variables
que se suceden en una actividad cotidiana del trabajo subordinado.
El hecho de emitir muchas normas benéficas no implica necesariamente una mejora
automática de las condiciones de los laborantes, algunas normas que pueden aparecer
como muy ventajosas podrán rendir frutos a plazo inmediato, pero pueden resultar muy
contrario a mediano y largo plazo, como sería la fijación de un salario mínimo muy por
encima del mercado, Los negociadores de los pactos y convenios colectivos, tanto del
lado patronal como del trabajador deben a sí mismo nutrirse de este principio unos para
poder disponer los alcances de sus exigencias y la optimización del recurso laboral con
sus respectivas empresas.

• Principio De Sencillez.
Se impone este principio porque el derecho laboral va dirigido a un sector
abundantemente mayor de la población, que en términos generales no ha tenido acceso
a altos niveles de preparación y educación en general. Este derecho laboral debe
formularse en términos sencillos, de fácil aplicación, comprensión y asimilación, ello sin
daño alguno de sustentación jurídica ni de los requisitos formales básicos, este principio
se materializó con mayor relevancia en el derecho procesal del trabajo en donde se
invoca constantemente su aptitud no formalista en beneficio de esa gran mayoría laboral,
no se trata de una disciplina anti-formalista, como a veces se repite, en todo caso es no
formalista.

• Principio De Rendimiento o De La Buena Fe.


En los párrafos anteriores se ha resaltado la validez del principio de la buena fe que debe
prevalecer entre patrono y trabajador el principal vínculo jurídico entre ellos es el
contrato, lo que implica un acuerdo y compromiso de cada uno de ellos por eso resulta
maravilloso ampliar los alcances de esta buena fe que cada parte debe guardar respecto
del otro; Para el autor Plá rodríguez, a su criterio, si hay obligación de rendir en el trabajo
es porque se parte del supuesto de que el trabajador debe cumplir su contrato de buena
fe y así mismo obtener la retribución de su trabajo.
Esto motiva a impulsar a que empleadores y trabajadores conjuguen sus esfuerzos, en
idéntica orientación, se beneficia a la comunidad laboral en su conjunto y, por lo mismo,
también a cada integrante de la empresa en particular en cuanto consolida la fuente de
trabajo y ocupación. Como fundamento de este principio se inspiran y legitiman los
diversos sistemas de retribución. aplica en todas las formas de salario por días, por
tareas o de remuneración a subasta, pero sobre todo, busca en alguna medida crear un
incentivo en el trabajador para que aumente el producto obtenido con su trabajo.

• Principio De Aplicación Decreciente.


En el sentido de resaltar los motivos de la protección que nació para amparar al débil y
por ende debe contextualizar preferente hacia los más frágiles, la aplicación de este
beneficio debe acomodarse en progresión decadente en función de la mayor
remuneración percibida por el trabajador; en otras palabras corresponde tutelar en
función directa de las debilidades del asalariado, trabajadores con mejores posibilidades
no tienen la misma necesidad de este auxilio externo como lo tienen aquellos que
cuentan con pocos recursos para defender sus derechos.
Un ejemplo claro que nos lo demuestra es cuando el trabajador que devenga salario
mensual por Q. 50,000 sigue siendo trabajador asalariado, cierto es, pero su posición
frente a su empleador es mucho más sólida que la de un trabajador que percibe un salario
mínimo o cercano a éste el cual son la mayoría de los trabajadores.

• Principio De Integración.
Cuando un asalariado acepta un contrato de trabajo se dispone a cumplir las ordenes de
un empleador, tiene en mente el salario que recibirá a cambio de la retribución del trabajo,
dinero mismo que necesita para satisfacer sus necesidades inmediatas: alimentación,
familiar, vivienda, servicios varios, gustos personales, etc.
Es por ello que el trabajador necesita un resguardo que de alguna forma le brinde la
confianza de que con su trabajo podrá mantenerse, no aspirando necesariamente a
generar fortunas pero al menos a la tranquilidad de cubrir sus gastos básicos. El
trabajador necesita los recursos para cubrir el mes, pero quiere proyectar también los
gastos de fin de año, de las vacaciones, de gastos especiales, etc. Todo ello se cubrirá
precisamente con la actividad que día a día realiza.

• Principio Conciliatorio.
Vivimos en comunidad y necesitamos unos de otros para poder llevar a cabo nuestro
diario que hacer. En todo caso, van a haber algunos empleadores y muchísimos
trabajadores. Cada uno conforme sus posibilidades, habilidades, empeño y suerte, es
inevitable que se produzca un enfrentamiento entre ellos, pero no tiene que ser frontal ni
agresivo. Mas allá de la pugna entre el capital y el trabajo, de los interese encontrados
de patronos y trabajadores, el elemento nutriente de esta rama jurídica es su vocación
conciliadora.
No se trata de atacar a los empleadores ni de reducir a los trabajadores. Siempre van a
existir patronos y dependiendo así mismo van a surgir puntos opuestos entre ellos.
El derecho de trabajo está llamado a cumplir una misión muy importante y delicada, como
lo es lograr la sincronización de los actores de la producción a efecto de beneficiar a la
sociedad en su conjunto con esto proclama, para empezar, la Carta Magna,
expresamente nos dirige en su artículo 103 que, las leyes que regulan las relaciones
entre empleadores y el trabajador son conciliatorias. La interpretación de las leyes
laborales se debe tomar en cuenta fundamentalmente, el interés de los trabajadores en
armonía con la convivencia social. El término conciliación implica que entre las partes
subyace una pugna o lucha permanente. Esta versión nos ubica en los estadios iniciales
del derecho laboral.

Es en este punto donde destaca esta característica como herramienta para lograr la
pretendida paz social. El término conciliación implica que entre las partes subyace una
pugna o lucha permanente, esta visión nos ubica en los estadios iniciales del derecho
laboral. Esta perspectiva diferente puede conducir a senderos más luminosos, un buen
ambiente de trabajo, una negociación colectiva madura y consecuente, una mayor
participación en las decisiones de la empresa, un acuerdo de reparto de utilidades y la
implementación de una asociación tipo solidarista ya que en el eje de esta función
concertadora está un principio general del Derecho, la certeza jurídica.

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