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Lectura.

La empresa, su objetivo y funciones

Adaptado por
Lic. Josefina Durán Ogaz
Catedrática del IPN

A continuación, te compartimos algunos conceptos claves sobre la empresa y sobre la Industria 5.0, con
la intención de que te familiarices con los temas y sus contenidos.

Una empresa es un órgano o institución encargada de (y especializada en) los procesos productivos de
bienes y servicios. Se trata de una unidad de producción económica, ya que su intervención y
transformación de materias primas en productos tiene la finalidad de que el valor de los productos finales
sea mayor que el de los productos iniciales.

En este sentido, un concepto clave es explotación, el cual se refiere al conjunto de medios e instrumentos
que hacen posible la actividad empresarial. Una empresa puede tener varias explotaciones, por ejemplo,
varias fábricas en distintos sitios.

Existen diferentes enfoques sobre cuál es el objetivo de una empresa. Por ejemplo, aquel que señala que
su único objetivo es optimizar, es decir, obtener el máximo beneficio en toda actividad. Otro refiere que
además es necesario ofrecer un bien social, sobre todo, en el caso de las empresas públicas. En otros
casos, de acuerdo con los colectivos de la empresa, se puede hablar de varios objetivos o multi objetivos.

Una empresa, como cualquier entidad, desempeña funciones. La más relevante: anticipar el valor de los
factores productivos y recuperarlo vendiendo los productos (lo cual supone un riesgo técnico y económico
puesto que desconoce la demanda futura). Es decir, controlar y dirigir los factores productivos para
producir bienes y servicios.

Existen dos maneras de referir el valor de una empresa: 1) mediante el concepto valor de la empresa,
que expresa el valor de la misma en funcionamiento, y 2) mediante el valor sustancial, que contempla
la suma de todos los elementos que la componen.

A la diferencia existente entre el valor de la empresa y el valor sustancial, se le llama fondo de comercio.
Lo coherente es que el valor de la empresa sea mayor que el valor sustancial.

Asimismo, es necesario reconocer que una empresa está compuesta por organismos internos
relacionados entre sí (también llamados departamentos). A esto se le llama subsistema empresarial.
Entre los distintos subsistemas que pueden conformar una empresa, es posible destacar los siguientes,
según sus funciones:

• Administración: sección que fija los objetivos de la empresa y genera los medios necesarios para
alcanzarlos.

• Aprovisionamiento: departamento encargado de conseguir los factores de producción no humanos,


tales como las materias primas, equipos, herramientas, etc. También se le llama Compra y almacenaje.

• Comercial: división que coloca los productos de la empresa en la línea de consumo.


• Financiero: departamento encargado de conseguir los fondos indispensables para financiar las
actividades empresariales.

• Información: división que organiza todas las operaciones económicas, técnicas y comerciales;
además, elabora el balance y da cuenta de los resultados.

• Inversiones: dependencia que trabaja en invertir los fondos obtenidos con la intención de obtener la
máxima rentabilidad.

• Producción: sección que transforma los factores de producción en productos, con la intención de que
éstos aumenten su valor con respecto del de los primeros.

• Recursos humanos: departamento que gestiona lo relacionado con el personal de la empresa.

Industria 5.0

Como hemos visto en el contenido previo, las empresas han buscado optimizar los recursos con los que
cuentan y su producción en pro de un máximo beneficio. Sin embargo, las condiciones geopolíticas
actuales, el entorno de competencia global, pero, sobre todo, los desarrollos tecnológicos actuales han
propiciado la reconfiguración de los procesos que realizan las empresas actualmente.

En este contexto de interacción entre las condiciones históricas y las formas en que se resuelven
problemas de producción desde la perspectiva empresarial, se debe entender el concepto industria 5.0.

La Industria 5.0 es un nuevo modelo de producción que focaliza su atención en la interacción entre seres
humanos y máquinas. Es decir, desde esta perspectiva, no se puede entender la producción empresarial
sin alguno de estos elementos, en el mismo nivel. Sin embargo, para poder entender esto con claridad,
es necesario contrastarlo, al menos, con el modelo previo.

Como sabes, desde los orígenes del hombre, la aplicación de tecnologías en la resolución de problemas
ha sido indispensable para conseguir el progreso del ser humano en diferentes ámbitos. A partir de la
primera Revolución industrial, por ejemplo, podemos identificar la importancia de la máquina de vapor, de
la línea de ensamblaje o, más recientemente, de la computación. Estos ejemplos junto con otros tantos
relacionados han estado encaminados hacia la generación de tecnología cada vez más potente que
impulse la productividad y la eficacia. El énfasis estaba puesto en la tecnología.

Esta forma de concebir el desarrollo con base en las máquinas, de la automatización, fue en aumento
hasta aquello que se ha llamado Industria 4.0, la cual vio el desarrollo de la industria digital. Por ejemplo,
en ella, destacó el internet de las cosas o el trabajo conjunto de Inteligencia Artificial y Big Data que han
generado un nuevo tipo de tecnología capaz de ofrecer a las empresas un conocimiento basado en datos.

No obstante, durante esta fase se ha buscado minimizar la intervención humana y priorizar la


automatización de procesos. En cierta medida, se ha hecho competir al ser humano con la máquina,
desplazando al primero de una multitud de actividades.

Pues bien, a partir de este último tipo de industria, y de modificar su foco de atención, surge la Industria
5.0, la cual cambia este paradigma e implica un cambio de horizonte, ya que frena el énfasis puesto en
la tecnología y asume que el verdadero potencial para el progreso está en la colaboración al mismo nivel
entre humanos y máquinas. Se trata de generar un equilibrio en el que la interacción máquina-humano
sea capaz de aportar el máximo de beneficios.
La industria 5.0, también llamada manufactura digital o manufactura inteligente procura crear innovadores
sistemas de manufactura, gestión y formas de hacer negocios. Esta interacción equitativa permite
optimizar los procesos de fabricación, alcanzar una mayor flexibilidad, eficiencia y generar una propuesta
de valor para los clientes, así como responder de forma oportuna a las necesidades del mercado.

Parece ser que los cambios puestos en marcha por esta industria son irreversibles. Sobre todo, porque
este proceso ofrece a las empresas la capacidad de contar con máquinas cada vez más potentes junto a
la formación de expertos más competentes para propiciar una producción eficaz, sostenible y segura.

Cabe aclarar que este tipo de industria no es una tendencia pasajera, sino que se trata de un nuevo modo
de comprender la manufactura, lo cual tiene consecuencias productivas, económicas y comerciales. Por
ello, las empresas que no ajusten su producción al modelo de fábrica 5.0 no tardarán en quedar obsoletas,
pues no podrán acceder a las ventajas competitivas que ésta ofrece.

Por ejemplo, uno de los grandes beneficios es la optimización de costes, ya que hombre y máquina
colaboran para tomar las mejores decisiones en términos económicos para una empresa. Además, resulta
que estas decisiones empatan con ser usualmente soluciones más ecológicas (lo cual había sido ignorado
por todos los modelos previos). Así, aparecen políticas sostenibles y sustentables, en las que, por
ejemplo, la generación mínima de residuos y su gestión se convierten en procesos indispensables, que
atraviesan toda una empresa y la hacen, además, más eficiente.

Asimismo, se puede hablar de un proceso de personalización y creatividad, ya que la automatización


tecnológica no permite un grado de personalización como el que están demandando los clientes. El
personal que forme parte de la Industria 5.0 utilizará el potencial de la tecnología, pero, además, podrá
aportar ideas propias que generen un producto elaborado con la personalización en mente. Además,
gracias a la automatización lograda durante la Industria 4.0, los trabajadores podrán librarse de algunas
tareas repetitivas, y concentrarse en diseñar estrategias en las que puedan aplicar su creatividad.

Finalmente, para concretar esta tendencia en un modelo general, se requiere de personal mejor formado.
Por ejemplo, con la industria 5.0, ha surgido la figura del chief robotics officer. Se trata de una persona
especializada en la interacción entre máquinas y operarios, que además posee conocimientos en áreas
como la robótica o la Inteligencia artificial. Su rol en la empresa supone tomar decisiones alrededor de
estos factores.

Pero también la educación virtual permitirá algunos cambios: por ejemplo, un desarrollo mayor de la
formación de empleados gracias a los entornos de aprendizaje interactivos y el hecho de generar menores
costos para la empresa.

Asimismo, se prevé que se genere una multitud de puestos de trabajo relacionados con la interacción
entre humanos y sistemas robóticos e inteligencia artificial; por ejemplo, se existe ya el término cobots,
los cuales son robots colaborativos diseñados para una interacción sencilla e intuitiva con los seres
humanos.

Como puedes notar, en asuntos de empresa, no hay nada determinado. Constantemente surgen
conceptos y herramientas para entender los procesos empresariales y todo lo que le incumbe.

Referencias
Economía práctica. (22 de mayo de 2013). La empresa: definiciones, funciones y objetivos. Recuperado
de https://www.economiapractica.com/la-empresa-definiciones-funciones-y-objetivos/.

Nexus Integra. (2022). Industria 5.0: la nueva revolución. Recuperado de


https://nexusintegra.io/es/industria-5-0-la-nueva-revolucion/.

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