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SEMINARIO ARQUIDIOCESANO

“NUESTRA SEÑORA DEL CENÁCULO”


INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIÓN
DOCENTE D-104
PROFESORADO EN CIENCIAS SAGRADAS

Paranoia- Psicosis
delirante aguda

Espacio curricular: Sujetos de la Educación


Profesor: Esp. Lic. Schmidt Aguiar, Analía
Alumno: Blanco, Luis Nahuel
Curso: 2° de Teología
Año: 2022
Fecha de entrega: 9 de agosto
Introducción

El término “paranoia” es una palabra griega que significa locura, desorden del
espíritu.

El diccionario de psicoanálisis de Laplanche define la paranoia como: “psicosis


crónica caracterizada por un delirio más o menos sistematizado, el predominio de la
interpretación, la ausencia de debilitación intelectual, y que generalmente no evoluciona
hacia la deterioración. Freud incluye en la paranoia no sólo el delirio de persecución,
sino también la erotomanía (creencia delirante de que otra persona está enamorada de él
o ella), el delirio celotípico (creencia de ser engañado por la pareja) y el delirio de
grandezas1”

En el desarrollo psicosexual de la persona, se produce una fijación de la líbido


en la fase oral (de los 0 a los 12 meses). Henri Ey afirma 2 que la paranoia se encuentra
entre la esquizofrenia y la melancolía.

Las psicosis delirantes agudas se caracterizan por la eclosión súbita de un delirio


transitorio, generalmente polimorfo en sus temas y manifestaciones. Constituyen
verdaderas experiencias delirantes en el sentido de que el delirio es vivenciado como un
dato inmediato de la conciencia modificada, como una “experiencia” que se impone al
sujeto (intuiciones, ilusiones, alucinaciones, sentimientos de extrañeza, de misterio,
etc.). Para su designación han sido propuestas diversas denominaciones: delirios
súbitos, psicosis alucinatorias o imaginativas agudas.

“Los delirios crónicos son en cierto modo más completo que las “experiencias
delirantes”, ya que el delirio está activamente prendido en las relaciones permanente
que unen a la persona a su mundo. Es decir que el delirio está incorporado a la persona
del delirante, los delirios crónicos son en este sentido enfermedades de la personalidad,
modalidades delirantes del Yo alienado. Los enfermos delirantes son “alienados” en el
sentido más completo del término, ya que se conducen y piensan en función de su
concepción delirante en vez de obedecer a la verdad y a la realidad común”3.

1
LAPLANCHE, J; PONTALIS, J.B, Diccionario de Psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 2004, pág. 270
2
EY, E, Tratado de Psiquiatría, Barcelona, Masson. S.A, 1996, pág. 450
3
Ibid. Pág. 448.

1
Historia4

Los delirantes (perseguidos, megalómanos, místicos, etc.), cuyo delirio


manifiesta una profunda modificación y una especie de inversión de los valores de la
realidad, son tanto más “sorprendentes” cuando se trata de personalidades “por otra
parte” bien adaptadas a la realidad. Esta forma de “locura parcial” fue estudiada en
primer lugar por Esquirol con el nombre de Monomanías.

Durante toda la primera mitad del siglo XIX, muchos autores se han dedico a
describir la evolución de su sistema ideico o ideo afectiva (ideas delirantes sistemáticas
o fijas, de persecución o de grandezas, alucinaciones psico sensoriales, alucinaciones
psíquicas, etc.). Pero muchos clínicos (Griesinger y J. P. Falret, especialmente) no
acordes con la formulación anterior, mostraron que, bajo esta apariencia, es toda la
personalidad del delirante la que está perturbada. Así es como, con Laségue, Falret y
Magnan, se describió esta época el “delirio crónico de persecución”, como un tipo de
psicosis progresiva. La misma evolución de este delirio (fase de inquietud y de
interpretación, fase alucinatoria, fase megalomaníaca, fase demencial) mostraba
suficientemente a los ojos del clínico Magnan que se trataba de una afección que
desorganizaba profundamente el ser psíquico.

Freud, en concordancia con Kraepelin, mantuvo siempre como independiente del


grupo de las demencias precoces, el conjunto de los delirios sistematizados,
reuniéndolos bajo la denominación de paranoia. Su posición difiere claramente de la de
su discípulo Bleuler, que incluye la paranoia en el grupo de la esquizofrenia, por
encontrar en ella el mismo trastorno fundamental y primario: “la disociación”.

Si tomamos como referencia la distinción introducida por Kraepelin, la posición


de Freud aparece como opuesta a la de Bleuler. Kraepelin distingue claramente la
paranoia, por una parte, y la forma de paranoide de la demencia precoz, por otra;
Bleuler, incluye la paranoia en la demencia precoz o grupo de las esquizofrenias; Freud,
por su parte, incluiría en la paranoia algunas formas llamadas paranoides de la demencia
precoz, especialmente por considerar que la “sistematización” del delirio no constituye
un buen criterio para definir la paranoia. Para Freud, el “Caso Schreber”, diagnosticado
como una “demencia paranoide” del presidente Schreber, es esencialmente una
paranoia.
4
Ibid. Pág. 449; LAPLANCHE, J; PONTALIS, J.B, Diccionario de Psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 2004,
pág. 270

2
Estudio clínico5

El episodio psicótico puede durar días, semanas o meses, pero con el tratamiento
farmacológico apropiado se reduce o incluso desaparece la sintomatología. El cuadro de
psicosis aguda consta de uno o más de los siguientes síntomas:

- Ideas delirantes: de contenido referencial y de perjuicio, aunque también pueden


adoptar tintes megalomaníacos o místicos.
- Interpretaciones delirantes: elementos habituales del entorno cobran una
significación especial para el paciente.
- Sensación de bloqueo, robo, inserción o difusión del pensamiento.
- Alucinaciones auditivas: voces de personas u otros sonidos dirigidos hacia el
paciente.
- Alucinaciones visuales: su presencia debe orientar hacia la detección de
trastorno orgánico o consumo de tóxicos como origen del cuadro.
- Depresión pospsicótica.
- Angustia psicótica.
- Agitación psicomotriz.
- Inquietud psicomotriz.

Es especialmente importante estar alerta a la presencia de síntomas o diagnóstico


concomitante de síntomas depresivos, sobre todo en la fase subsiguiente a la resolución
de los síntomas psicóticos positivos y explorar la presencia de ideas tanáticas, debido a
que estos pacientes suelen tener un control escaso de sus impulsos y pueden realizar
intentos de alto grado de letalidad, especialmente si hay una depresión subyacente o una
angustia psicótica importante.

El delirio es polimorfo, es decir que sus temas son múltiples y variables: de


persecución, de grandeza, de transformación sexual, de posesión, de envenenamiento,
de influencia, de riqueza o de fabulosa potencia, etc. Generalmente se imbrican, se
mezclan y sufren metamorfosis. Los enfermos se sienten súbitamente embrujados,
espiados, envenenados, en comunicación con fuerzas sobrenaturales.

El carácter polimorfo de este delirio episódico se manifiesta también en la


yuxtaposición de los fenómenos que lo componen. Las alucinaciones con frecuencia son

5
GARCIA-CARMONA, J; PAVEZ, F; CHARRAZA, G, “Psicosis aguda”, PROSEMAS, año 4, 2018, pág. 3

3
auditivas, pero generalmente psíquicas (voz, eco del pensamiento, inspiraciones, actos
impuestos, etc.).

El enfermo presenta importantes cambios de humor y violentas oscilaciones


como oleadas de delirio.

El delirio es vivenciado dentro del campo de la conciencia como una experiencia


irrefutable, de donde deriva la intensidad de las reacciones afectivas. Estas experiencias
se imponen al sujeto como si se trataran de acontecimientos del mundo exterior, como
revelaciones inauditas que reclaman una inmediata convicción.

La alteración de la conciencia: la lucidez (al menos aparentemente) se mantiene


intacta y el enfermo continúa comunicándose con los otros, suficientemente orientado,
bastante bien adaptado al ambiente y con claridad en sus palabras. Sin embargo, existe
una desestructuración de la conciencia, que el análisis clínico pone en evidencia.

La alteración tímica: el humor está alterado de manera constante. Unas veces el


sujeto está exaltado y expansivo como un maníaco. Otras, en cambio, se halla preso de
una gran angustia.

Algunos trastornos somáticos son: el insomnio, trastornos digestivos como el


rechazo de los alimentos, en la mujer se suspende con frecuencia la menstruación.

Diagnóstico6

a- Diagnóstico positivo: puede establecerse teniendo en cuenta los siguientes


criterios: 1°. El comienzo brusco. 2° Los caracteres polimorfos e intensamente
vivenciados de la experiencia delirante. 3° La variación del cuadro clínico de un
día a otro. 4° el recrudecimiento de los trastornos en las fases para hípnicas. 5° la
continuidad de las experiencias delirantes y alucinatorias con las vivencias
provocadas por narcosis y su acentuación por este proceso artificial. 6° el
carácter de actualidad inmediatamente perceptiva e intuitiva de la experiencia
delirante. 7° las oscilaciones de la creencia y de la perplejidad crítica con
respecto al delirio. 8° la atmósfera del estado crepuscular de la conciencia
(fascinación y distracción a causa del acontecimiento delirante incoercible,

6
EY, E, Tratado de Psiquiatría, Barcelona, Masson. S.A, 1996, pág. 272

4
distanciamiento del medio ambiente, vaguedad del pensamiento). 9° el fondo
tímico de exaltación o de angustia de la vivencia delirante.
b- Diagnóstico diferencial: en primer lugar, se establecerá con las otras psicosis
agudas: la manía, la melancolía, la confusión mental. Pero es en relación con las
psicosis esquizofrénicas y delirantes crónicas que el problema del diagnóstico, y
por consecuencia del pronóstico, es más delicado.

Tratamiento de las psicosis delirantes agudas7

La hospitalización en un servicio especializado será la regla. Si se tiene en


cuenta la brevedad de la evolución de estos estados, que tienen efectivamente una
tendencia natural a resolverse con bastante facilidad, podrá evitarse el internamiento en
algunos casos.

En cuanto a los cuidados generales son esenciales: aislamiento sin contención en


habitación particular, asistencia por cuidadores vigilantes y competentes, control y
restablecimiento de los metabolismos: rehidratación, vitaminoterapia, etc.

- Quimioterapia: la medicación es a la que se debe recurrir en primer lugar en las


psicosis agudas.
- Métodos de shock: con anterioridad al empleo de medicamentos, los
electroshocks eran el método más usado para acortar la evolución de una
“bouffée” delirante. En la actualidad no parecen indicados más que en aquellos
casos en que después de varios días de tratamiento con los medicamentos, no se
asiste a una disminución de los síntomas.
- Insulinoterapia: ya sea en pequeñas dosis de insulina o bien con algunos comas
hipoglucémicos, constituyen en ciertos casos un medio terapéutico factible.
- Psicoterapia

La psicosis delirante aguda en la nosografía actual8

CIE X: en la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y


Problemas Relacionados con la Salud, la paranoia se encuentra tipificada como F22
Trastornos delirantes persistentes. Comprende una diversidad de trastornos en los cuales
7
EY, E, Tratado de Psiquiatría, Barcelona, Masson. S.A, 1996, pág. 274
8
GARRABÉ, J; DREYFUS, V, “Las psicosis delirantes agudas en la nosografía contemporánea”,
Investigación en Salud N° 5 (2003), pág. 2

5
los delirios de larga duración constituyen su única, o la más visible, característica
clínica, y que no pueden ser clasificados como trastornos orgánicos, esquizofrénicos o
afectivos.

Este tipo de trastorno se caracteriza por el desarrollo de un delirio único o de un


conjunto de delirios relacionados entre sí, los cuales son habitualmente persistentes y a
veces duran toda la vida. El contenido es muy variable.

DSM-V: en la Guía de Consulta de los Criterios Diagnósticos se encuentra


tipificada como 297.1 Trastorno delirante. Hay presencia de uno o más delirios de un
mes o más de duración. Aparte del impacto del delirio o sus ramificaciones, el
funcionamiento no está muy alterado y el comportamiento no es manifiestamente
extravagante o extraño. El trastorno no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de
una sustancia o a otra afección médica.

Dentro de los tipos de delirio se encuentran:

- Tipo erotomaníaco: se aplica cuando el tema central del delirio es que otra
persona está enamorada del individuo.
- Tipo de grandeza: se aplica cuando el tema central del delirio es la convicción de
tener cierto talento o conocimiento o de haber hecho algún descubrimiento
importante.
- Tipo celotípico: se aplica cuando el tema central del delirio es que el cónyuge o
amante le es infiel.
- Tipo persecutorio: el tema central del delirio implica la creencia del individuo de
que están conspirando en su contra, o que lo engañan, lo espían, lo siguen, lo
envenenan o drogan, lo difaman, lo acosan o impiden que consiga objetivos a
largo plazo.
- Tipo somático: se aplica cuando el tema central del delirio implica funciones o
sensaciones corporales.
- Tipo mixto: se aplica cuando no predomina ningún tipo de delirio.
- Tipo no especificado: se aplica cuando el delirio dominante no se puede
determinar claramente o no está descrito en los tipos específicos.

6
Glosario

Tímica: La glándula tímica (una parte del sistema inmune ubicada en la parte superior
del pecho detrás del esternón) puede provocar o mantener la producción de los
anticuerpos que causan debilidad muscular.

Hípnica: Una mioclonía hípnica consiste en un movimiento muscular de naturaleza


brusca y repentina, de duración breve y que no está sometido a la voluntad de la
persona. Además, en el caso concreto de las mioclonías hípnicas, estas sacudidas
aparecen justo cuando pasamos de un estado de vigilia a la primera fase del sueño.

7
Bibliografía:

ASOCIACIÓN AMERICANA DE PSIQUIATRÍA. DSM-V. Washington, 2014.

EY, E, Tratado de Psiquiatría, Barcelona, Masson. S.A, 1996

GARCIA-CARMONA, J; PAVEZ, F; CHARRAZA, G, “Psicosis aguda”,


PROSEMAS, año 4, 2018, pág. 1-6

GARRABÉ, J; DREYFUS, V, “Las psicosis delirantes agudas en la nosografía


contemporánea”, Investigación en Salud N° 5 (2003), pág. 3-8

LAPLANCHE, J; PONTALIS, J.B, Diccionario de Psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós,

2004

ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. CIE X. Washington, 2008.

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