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Cátedra: Psicopatología y Neurofarmacología

Profesora: Alicia Tuccio

Alumnos:

Bürki Del Arco Valentina B-6073/9

Buss María Rosa B1607/1

Cipriani María Laura C-5307/4

Heinze Bayer Florencia H-5122/5

GUÍA DE LECTURA y TRABAJO PRÁCTICO Nº 4


La posición nosografía de estos episodios delirantes ha sido muy discutida. Han sido
asimiladas con las esquizofrenias agudas, con las crisis maniacodepresivas y con las
psicosis confuso oníricas. Pero Magnan (1886), describió estas psicosis con el nombre de
"bouffées" delirantes de los degenerados. Desde entonces, estos episodios delirantes y
alucinatorios agudos han sido objeto, desde diferentes perspectivas, de numerosos análisis
clínicos que han demostrado su realidad clínica y su importancia práctica.
Estos delirios serán divididos en: psicosis delirantes agudas y psicosis delirantes crónicas.

PSICOSIS DELIRANTES AGUDAS


(Psicosis alucinatorias agudas)
El sujeto, en estos casos, funciona en la vida cotidiana. Asiste al trabajo, se junta con sus
amigos/as, interacciona con su familia, etc. Pero a pesar de esto, tiene un núcleo delirante,
es decir que el delirio irrumpe y forma parte de lo real para el sujeto.
Este delirio es polimorfo, es decir que sus temas son variables y múltiples. Por ejemplo,
pueden pensar con perseguidos, espiados, que alguien quiere envenenarlos, etc. Y por más
que alguien le cuestione (con pruebas) que lo que dicen no es así, jamás lo creen. Es un
delirio incuestionable e irreductible.
El carácter polimorfo de este delirio episódico se manifiesta también en la yuxtaposición
de los fenómenos que lo componen. Aparecen intuiciones, convicciones y alucinaciones
que irrumpen en el psiquismo. Suelen aparecer voces en el interior del sujeto que le “dicen”
como actuar o que hacer. Estos sujetos modifican las percepciones de las cosas (ej.: si
escuchan el ruido de una rama, pueden pensar que es el ruido de un hechicero con su barita)
Las variaciones del cuadro clínico son características de esta rica diversidad de episodios
que se imbrican y se suceden. El enfermo presenta importantes cambios de humor y
violentas oscilaciones, como "oleadas" de delirio. Cuando el delirio irrumpe, el sujeto
queda capturado y fascinado por este. Estas experiencias delirantes se imponen al sujeto
como si se trataran de acontecimientos del mundo exterior, como revelaciones inauditas
que reclaman una inmediata convicción.
Por más que haya una desestructuración en el campo de la conciencia, el sujeto se
mantiene con una lucidez intacta. Continúa comunicándose con los otros, bastante bien
adaptado al ambiente y con claridad en sus palabras. Este sujeto queda escindido entre un
polo predominante del delirio y un polo predominante de la realidad.
El pródromo de estos episodios suele ser muy cortos, se puede reconocer por la
distracción, el aire ausente, el ensimismamiento y las actitudes meditativas o de escucha,
cambios en la alimentación, etc. El humor está alterado de manera constante. A la actividad
delirante de aparición súbita corresponden, en efecto, violentos estados afectivos. El sujeto
puede estar exaltado (como un maniaco) o preso de una gran angustia (próxima a la
melancolía).
El pronóstico de una psicosis delirante aguda viene influido por el riesgo de una
evolución esquizofrénica o de un delirio crónico. Como también puede que no quede
ninguna secuela.

Sus formas clínicas son sintomáticas o etiológicas. Dentro de las sintomáticas, según el
"mecanismo" prevalente del delirio se distinguen formas imaginativas, interpretativas y
alucinatorias.
● 1.Psicosis imaginativas agudas. Surgen frecuentemente en una constitución
mitómana e histérica.
● 2.Psicosis interpretativas agudas. Se trata de paroxismos delirantes, únicamente
interpretativos, que se presentan fuera de la evolución crónica del delirio de
interpretación. Por lo general, se acompañan de intensas reacciones emocionales.
● 3.Psicosis abtcinatorias agudas. Son delirios en los que predominan todos los tipos
de alucinaciones (alucinaciones acusticoverbales, psicomotrices, cenestésicas o
visuales, fenómenos de influencia, síndrome de automatismo mental y de
despersonalización, etc.). Los acontecimientos delirantes (escenarios, éxtasis,
catástrofes apocalípticas, aventuras románticas, etc.) se desarrollan en una atmósfera
imaginaría y artificial. Estos estados pueden ser vividos tanto en un "clima" de
angustia como con una tonalidad de ebria exaltación, en una especie de embriaguez
fantasmagórica semejante a los efectos de los tóxicos alucinógenos.

Su diagnóstico se divide en “positivo” puede establecerse si: 1.°, el comienzo brusco;


2.°, los caracteres polimorfos e intensamente vivenciados de la experiencia delirante; 3.°, la
variación del cuadro clínico de un dia a otro; 4.°, el recrudecimiento de los trastornos en las
fases parahipnicas; 5.°, la continuidad de las experiencias delirantes y alucinatorias con las
vivencias provocadas por narcosis, y su acentuación por este proceso artificial; 6.°, el
carácter de actualidad inmediatamente perceptiva e intuitiva de la experiencia delirante; 7.°,
las oscilaciones de la creencia y de la perplejidad critica con respecto al delirio; 8.°, la
atmósfera del estado crepuscular de la conciencia (fascinación y distracción a causa del
acontecimiento delirante incoercible, distanciamiento del medio ambiente, vaguedad del
pensamiento); 9.°, el fondo "timico" de exaltación o de angustia de la vivencia delirante. Y
en “diferencial” se establecerá con las otras psicosis agudas: la manta (que se distingue por
una actividad de juego y la fuga de ideas sin delirio notable); la melancolía (muy diferente
en los casos típicos por su inicio más progresivo, su inhibición, la mayor intensidad del
dolor moral y la fijeza y la monotonía del delirio); la colusión mental (caracterizada por el
predominio de la confusión sobre el delirio, por los caracteres propios del delirio onírico y
por la persistencia, después del acceso, de una cierta amnesia del período confusiona]).
DELIRIOS CRONICOS

Son psicosis caracterizadas por ideas delirantes permanentes que constituyen lo esencial del
cuadro clínico. Por ideas delirantes debe entenderse no solo las creencias y las
concepciones a través de las cuales se expresan los remas de la ficción delirante, sino
también todo el desfile de fenómenos ideoafectivos en que el delirio toma cuerpo.

Los delirios crónicos son en cierto modo más completos que las experiencias delirantes,
puesto que el delirio no es tan sólo pasivo y accidental, sino que está activamente prendido
en las relaciones permanentes que unen la persona a su mundo. Es decir que el delirio esta
incorporado a la personalidad del delirante, los delirios crónicos son en este sentido
enfermedades de la personalidad, modalidades delirantes del Yo alienado.

EL GRUPO DE LOS DELIRIOS CRONICOS SISTEMATIZADOS (PSICOSIS


PARANOICAS)

Los delirios crónicos sistematizados son llamados así porque están prendidos del carácter y
la construcción misma de la personalidad del delirante, se desarrollan con orden, coherencia
y claridad.

Los síntomas de este delirio son todos reductibles a una patología de las creencias, ya que
las ideas delirantes envuelven en su convicción dogmática todos los fenómenos que
forman, a través del pensamiento reflexivo del delirante, la edificación del sistema de su
mundo.

La paranoia (desconfianza, orgullo, agresividad, falsedad del juicio, psico rigidez)


constituye un aspecto fundamental de la personalidad de muchos de estos enfermos.

Estos delirios son relativamente coherentes por su forma sistemática, se presentan al


observador como relativamente plausibles.

Hay tres grandes tipos de delirios:

Los pasionales y de reivindicación que están caracterizados por la exaltación, por la idea
prevalente, que subordina todos los fenómenos psíquicos y todas las fundamental, el de
una convicción inamovible, también se caracteriza por su desarrollo en sector, en el sentido
de que el delirio constituye un sistema parcial que penetra como una cuña en la realidad.
Los delirios de reivindicación se tratan de sujetos con temperamento vivo y de carácter
difícil, receloso y susceptible. Son rencorosos y vengativos, a menudo apasionados
idealistas, gobernados por un superyó inflexible, son íntegros y sin compromisos
Los delirios pasionales implican el mismo núcleo afectivo (carácter paranoico y complejo
de avidez y de frustración). El delirio pasional, ya se trate de la celotipia o de erotomanía
plantea, en relación a las pasiones normales, un difícil problema de diagnóstico.

Delirio sensitivo de relación, es hipostenico y menos agresivo, ya que el carácter que lo


sostiene es

menos rígido. Son sujetos tímidos, sensibles, a menudo ansiosos y psicatecnicos


(escrúpulos, vacilaciones, etc.); se sienten particularmente inclinados a las luchas de
conciencia, y son sensibles a las relaciones de los demás.

Delirios de interpretación, este delirio constituye una especie de “locura razonante”, en el


sentido de que obedece a una necesidad, hasta a una manía, de explicarlo todo, de
descifrarlo todo conforme a un sistema de significación fundamental. Estos delirantes son
casi siempre personas perseguidas que falsifican, en parte o en todo, el conjunto de sus
percepciones, de sus recuerdos yde sus previsiones, en función a su creencia delirante
básica.

PSICOSIS ALUCIONATORIAS CRONICAS

Este grupo de delirios crónicos viene caracterizado clínicamente por la considerable


importancia de los fenómenos psicosensoriales (alucinaciones, pseudoalucionaciones,
síndrome de automatismo mental).

Se puede definir este tipo de delirio crónico como una psicosis delirante crónica basada en
el síndrome de automatismo mental, que constituye el núcleo, y cuya superestructura
delirante constituye una ideación sobreañadida. El sujeto afirma dogmáticamente que está
basado en percepciones irrecusables y el observador lo considera como basado
exclusivamente en percepciones sin objeto (alucinaciones). Este delirio se desarrolla
amenudo fuera de toda predisposición caracterológica o afectiva de tipo paranoico.

El comienzo es a menudo repentino. De pronto estallan las voces; las transmisiones de


pensamiento o el eco del pensamiento aparecen en la mente.

Esta forma de comienzo “sin incubación”, clásica y típica, no es siempre tan repentina.Una
minuciosa amnesia permite poner en evidencia una progresiva alteración del humor, de los
sentimientos o de la conciencia, una cierta mediación o prefacio delirante.

El síndrome alucinatorio del periodo de estado esta constituido por el triple automatismo: el
automatismo ideoverbal, el automatismo sensorial y sensitivo, el automatismo motor.

El automatismo verbal se manifiesta clínicamente por las voces. La enunciación, el


comentario de los actos y del pensamiento acompañan en forma alucinatoria los gestos y la
actividad mental del sujeto. El eco y el pensamiento de la lectura, repite y divulga las
operaciones ideicas en curso. Robo y adivinación de pensamientos

El automatismo sensorial y sensitivo está constituido por toda la gama de alucinaciones


visuales, gustativas, olfativas y cenestésicas. Se trata de falsas sensaciones extroperceptivas
o propioceptivas, que constituyen una verdadera parasitación de percepciones anormales.

El automatismo psicomotor se manifiesta clínicamente por impresiones cinestésicas, ya sea


en los órganos de la articulación verbal ya sea en la los miembros. Se trata de sensaciones
de imposición de movimientos, de articulación verbal forzada.

Las psicosis alucinatorias crónicas evolucionan bastante a menudo hacia una forma de
déficit o de disgregación. Pero en este caso los delirios de este tipo entran mas naturalmente
en el grupo de las psicosis esquizofrénicas.

La evolución de las psicosis alucinatorias, en su forma más típica, se hace por el contrario
en el sentido de una conservación de la lucidez, de las capacidades intelectuales y de la
apertura al mundo real; conservación que contrasta con el núcleo delirante y alucinatorio.

DELIRIOS FANTÁSTICOS (PARAFRENIAS)

Introducción: Formas de existencia del Yo alienado o psicótico. Las ideas delirantes


expresan ficción delirante

Etapa de gestación: Lenta o rápidas, inmediatas o no

Descripción clínica:

Fondo constitucional mitomaníaco, Alucinaciones, fabulaciones, interpretación, intuiciones


delirantes místicas, de influencia, de grandeza

Pensamiento paralógico.

Megalomanía (persecución)

Primacía de la fabulación sobre la alucinación.

Integridad paradójica de la unidad de la síntesis psíquica (adaptación óptima a la realidad)

Evolución: Dura años, es irreversible

Formas Clínicas:

Parafrenia sistemática

Parafrenia expansiva.
Parafrenia confabuladora

Parafrenia fantástica.

Diagnóstico: En relación a la psicosis delirante aguda o diferencial de las crónicas

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