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La residencia como grupo de aprendizaje.

El rol del docente-tutor como coordinador de grupo 1

La actividad humana es originariamente colectiva es la división social del trabajo la que


generalmente tiende a desagregarla en actividades individuales.

Todo equipo de trabajo, como el que conforma una residencia supone un número de
individuos que comparten objetivos comunes y se interrelacionan generando emociones
y sentimientos.

La residencia constituye un espacio colectivo que articula trabajo, formación, y


socialización profesional en donde el clima grupal es fundamental para favorecer el
aprendizaje.

Los residentes como “colectivo” son un conjunto de personas que realizan tareas
interdependientes y que deben articularse en el marco de la complejidad de las
instituciones de salud y en el extenso entramado de sus actores.

El colectivo se expresa en la coordinación de acciones que sus miembros son capaces de


desarrollar entre si. Los residentes como “colectivo” son capaces de aprender en tanto
sus agentes mejoran sus contribuciones, sus representaciones y su subordinación al
conjunto.

La construcción de sentido es siempre un fenómeno que trasciende lo individual por lo


que resulta nodal prestar atención a los vínculos e interacciones que se generan en el
contexto de la residencia.

En el ámbito de las organizaciones, aprender, modificar conductas, implica


necesariamente coordinar conductas con “otros”.

Los residentes que comparten su experiencia de trabajo y formación al interior de los


servicios de salud constituyen grupos de aprendizaje con fuerte grado de pertenencia y
son marco para procesos de identificación con la profesión y con la especialidad.

Consolidar y fortalecer a la residencia como grupo de aprendizaje requiere


considerar:

* Que se comparta una finalidad que a la vez se convierta en el núcleo de intereses, con
la suficiente fuerza como para aglutinar esfuerzos y que en torno a ella se concentre la
reflexión y la práctica transformadora. Esta finalidad estará representada por los
objetivos y metas del aprendizaje.

1
Texto elaborado por Gabriel Listovsky para el curso de Formación Docente - Tutorial para el sistema de
resiencias. Estrategias y Herramientas pedagógicas. DNCHySO-MSAL. CVSP-OPS. 2013
* Que cada uno de los miembros tenga una función propia e intercambiable para el
logro de los objetivos de aprendizaje, evitando que se consoliden roles rígidos y
estereotipados.

* Que se consolide un sentido de pertenencia, que se detecta por el pasaje del yo al


nosotros y permite pensar y pensarse en grupo.

* Que se propicie una red de comunicaciones e interacciones, a través de las cuales se


logre el intercambio y confrontación de los diversos puntos de vista que integran los
criterios del grupo respecto de los problemas.

* Que se tenga la oportunidad de participar en la detección y solución de problemas,


como procedimiento necesario para el aprendizaje.

* Que se geste un ambiente (espacio de reflexión) para la elaboración de los


aprendizajes; es decir que no sea el coordinador el que de conclusiones o dicte
conocimientos acabados con criterio de "verdad inapelable".

* Que se reconozca al grupo como fuente de experiencia y de aprendizaje capaz de


generar diversas situaciones que aporten elementos para la reflexión y la modificación
de pautas de conducta.

* Que se de tanta importancia a las personas como tal, con sus conflictos, motivaciones,
intereses y contradicciones como a las metas de aprendizaje.

Para que el grupo produzca intelectualmente y avance hacia el logro de sus objetivos, es
conveniente que exista un clima que propicie el aprendizaje; un ambiente de libertad
para pensar, expresarse, intercambiar experiencias, hacer proposiciones, señalar
coincidencias, ejercer el análisis y la crítica.

La integración es percibida como un estado de ánimo en el grupo, una estructura


definible, donde prima un ambiente de cooperación, de comunicación, de intereses
centrados en la tarea y de compromiso con los objetivos adoptados.

La integración es un proceso cuyo nivel óptimo se alcanza cuando los participantes


advierten logros significativos y toman conciencia de que han llegado a un alto nivel de
comunicación y cooperación.

La integración del grupo no quiere decir homogeneización, uniformidad o desaparición


de la individualidad, pues consideramos que la mayor riqueza del grupo se da cuando
existe una heterogeneidad en cuanto a sus miembros y una mayor homogeneidad en
cuanto a los objetivos de aprendizaje.

En el aprendizaje centrado en el grupo, el conocimiento no aparece como algo


terminado, sino más bien como una elaboración conjunta que parte de "situaciones-
problema", en donde se elaboran hipótesis, se definen conceptos, se analizan los
aspectos involucrados en una situación, se proponen alternativas, se identifican los
medios, se evalúan resultados, etc.
La situación grupal es una experiencia múltiple, ya que el individuo no sólo adquiere
aprendizajes intelectuales relacionados con el objeto de conocimiento sino que, además,
tiene la oportunidad de sostener una confrontación de sus marcos de referencia. Esto le
permite rectificar o ratificar constantemente sus propios fundamentos teóricos, así como
algunas pautas de su conducta e interpretaciones de la realidad. En el grupo, el
individuo tiende a ser más sensible a la lógica de una argumentación, al mismo tiempo
que advierte las contradicciones de sus propias ideas.

La coordinación y liderazgo del grupo de aprendizaje

La forma de concebir el liderazgo estará siempre en función del tipo de tarea o trabajo
que desempeñe el grupo y de la finalidad que se persiga en cuanto a los integrantes.

La función nuclear del coordinador consiste en propiciar el aprendizaje, de donde se


derivan otras funciones como son: proponer el programa de estudios, observar y ofrecer
retroalimentación sobre los cambios que se produzcan en la conducta del grupo,
propiciar un ambiente favorable para el trabajo intelectual, procurar la comunicación y
autodependencia del grupo, así como asesorar y evaluar las actividades de aprendizaje.

El coordinador debe propiciar el aprendizaje aprovechando todos los elementos y


factores que estén presentes en un momento determinado y que constituyan una
situación de aprendizaje.

Generalmente, en el sistema de residencias el rol docente articula responsabilidad sobre


la formación pero también responsabilidad sobre la distribución de tareas, sobre la
organización del trabajo, lo cual obliga a estar atento a la multiplicidad de dimensiones
que atraviesan a cada individuo y al grupo.

El concepto de liderazgo esta vinculado con el proceso de ejercer influencia sobre otros
con el propósito de lograr determinados objetivos.

Entre las características comunes de los procesos de liderazgo destacamos:

-Es un proceso

-Es influencia sobre los demás

-Ocurre en un contexto grupal

-Involucra el logro de objetivos o metas

En la coordinación de los grupos de residencia el formador debe ejercer un necesario


liderazgo sobre el grupo de residentes.

El coordinador ejerce un lugar relevante para “coordinar” los procesos de discusión y


toma de decisiones. En este sentido, es recomendable:

- Distribuir la información necesaria a todos y con el tiempo suficiente para que


pueda ser analizada
- Aprovechar las experiencias positivas y negativas acumuladas por el grupo
recordando errores cometidos y logros alcanzados.
- Considerar los recursos humanos que se requieren en cada momento,
garantizando una adecuada distribución de los esfuerzos.
- Revisar permanentemente los objetivos centrales del grupo y del proyecto para
garantizar que las distintas actividades no se aparten de los propósitos centrales.
- Ser capaz de “innovar” especialmente a partir de reconocer experiencias de otros
grupos que pueden ser tomadas como punto de partida de cambios en el grupo.

Entre los errores habituales sobre los cuales debemos tener especial cuidado
señalamos:
- No precisar los objetivos de cada momento y actividad
- Elegir apresuradamente una alternativa
- No evaluar posibles consecuencias negativas
- Tener compulsión por la acción resistiéndose a pensar y planificar
- Confundir el “debiera ser” con los hechos reales
- No considerar la particularidad de cada persona
- Dificultades para generar consensos y acuerdos

Un buen nivel de eficiencia y de funcionamiento del grupo se logra cuando se da un


mayor grado de heterogeneidad de los integrantes, y una mayor homogeneidad en
cuanto a la forma de concebir y abordar la tarea del grupo.
Cuando se logra definir una tarea concreta y congruente con los proyectos del grupo, es
más fácil resolver los problemas que surjan, al mismo tiempo que la tarea es la
referencia para analizar e interpretar la conducta del grupo.
Una de las funciones del coordinador es identificar el tipo de relación que los
integrantes establecen entre sí y con la tarea, ayudando a remover los obstáculos que
impiden el logro de la misma.

Material elaborado en base a los siguientes textos:

Alejandro Castro Solano y otros “Teoría y evaluación del liderazgo” Paidos. Buenos
Aires. 2007

Burin David y otros. “Hacia una gestión participativa y eficaz. Manual de técnicas de
trabajo grupal para organizaciones sociales”. Ediciones Ciccus. Buenos Aires. 1995

Rafael Santoyo. “Algunas reflexiones sobre la coordinación en los grupos de


aprendizaje”. Disponible en: www.saidem.org.ar

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