LA ESI EN CONTEXTOS DE VIRTUALIDAD: DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES - Diana Maffia

DESAFÍOS

Los momentos de grandes cambios habilitan la imaginación y la creatividad. Este es el aspecto

positivo de esta crisis.

Lo primero que se plantea con el modo de inmersión en lo virtual es la ruptura entre el espacio
de la escuela y el espacio privado, y en gral. entre lo público y lo privado. Previamente había
una enorme desigualdad y la pandemia lo evidencia. La escuela era un espacio de recepción,
era el afuera de esas condiciones. Los/as docentes ejercían de docentes como algo separado
de su vida fuera de la escuela.

Buena parte de la ESI tiene que ver con los vínculos, los límites y eso ahora tuvo de golpe una
abrupta separación. Aparecieron emociones muy fuertes, sobre todo de miedo y frustración y
eso genera conductas negativas y destructivas. Es difícil levantar esa situación.

Se pierde también el marco del aula que es el lugar de igualación. Ese espacio que
desnaturaliza lo que está naturalizado en las relaciones familiares. La escuela a veces es
refugio de lo que los lastima en la situación familiar. Ahora la escuela entra en la casa, en la
familia.

Además, ya había una enorme desigualdad en el equipamiento y entrenamiento informático.

Otro desafío es la forma de pensar la ESI como un espacio de transversalidad, aún fuera de la
escuela. ¿Cómo interactuar con otros/as docentes?

Otro tema es la gran exposición del ámbito doméstico y la falta de privacidad.

Otra cuestión es la sensación de incertidumbre. Estamos actuando sin certezas, es un ensayo y

error. Es difícil tranquilizar a los/as estudiantes con una respuesta sólida. Por lo tanto, no hay
una autoridad clara. Vinculado con esto está el fracaso de las recetas sociales. Nos vinculamos
distinto y las cosas no salen igual que antes. Tenemos conductas que no son las habituales.

Por otro lado, se han modificado los parámetros de tiempo y espacio. Estamos encerrado en
un lugar, en una situación de virtualidad, con el sueño cambiado y los horarios de alimentación
modificados. Todo eso nos impide tener un ritmo previsible.

Los sentidos están limitados. Casi exclusivamente dependen del sentido de la vista. Pero nos
damos cuenta de que no nos alcanza. En determinadas situaciones se necesita otra cosa: un
abrazo, tocar algo…Extrañamos, en su doble sentido, el contacto físico. Tenemos que expresar
mucho verbalmente.

Estamos compitiendo contra cosas que se encuentran en internet. Lleva mucho tiempo
reemplazar la educación presencial por la virtual. Habría que repensar muchas cosas, pero sin
dudas estamos obteniendo saberes útiles, que nos van a seguir sirviendo en lo presencial.

Pudimos pensar en lo importante y lo accesorio. Pensamos en los consumos culturales,

apostamos a mantener determinados hábitos, el cuidado del propio cuerpo aunque no
salgamos de casa.
OPORTUNIDADES

Repensar la educación sin reproducir la pedagogía del aula. No contamos con la inercia de
todo lo que siempre teníamos. ¿Cómo repensamos sin ese contexto y sin la pedagogía ya
entrenada?

La relevancia de la palabra: es central verbalizar, decir, en contextos de encierro, para que

nos pongamos en comunicación e intercambio, para que se humanice la situación.

Nos animamos a compartir mensajes que en lo presencial quizás no nos animaríamos. Hay que
trabajar para desbloquear esa inhibición. Alentar esa comunicación verbal y escrita. ¿Cómo
recuperar de manera lúdica la escritura física y qué hay ahí que no hay en la neutralidad de
una tecla o un Emoji?

Todo el mundo está viviendo la pandemia. Es un problema extraordinario y global. Hay que
alentar como oportunidad explorar cómo están los chicos y chicas en otras culturas, en otras
partes del mundo. Que se vean integrados a la infancia como globalidad. Verse como niños y
niñas compartiendo experiencias que se pueden gestionar de distintas maneras. Pensarse
fuera de la individualidad, como parte de las diferencias culturales.

La globalidad también permite analizar el lugar de lo femenino y lo masculino. Ver qué

diferencias hay, qué es lo que persiste. Las maneras de realizar los trabajos, las tareas de
cuidado, quiénes ejercen los liderazgos. Explorar las diferencias en la gestión de países
liderados por mujeres. Si las mujeres empatizan de otra forma con las necesidades de la gente
y si eso se puede transmitir a los varones. Romper con los estereotipos.

Por la exacerbación de frustraciones los contextos familiares se han puesto violentos. La

oportunidad es aprender a ver formas sutiles de la violencia, que tienen que ver con
expectativas, la desvalorización, las posibilidades de aprendizaje, lo que se espera de los
niños y niñas según la materia. Aprender a nombrar esas formas de violencia y buscar una
vida libre de violencia. Tratar de llevar conciliación

Hay situaciones graves de violencia y abuso pero a la vez hay un tercero entrando porque en la
virtualidad se pierde la intimidad y entra el o la docente. Se rompe el pacto de impunidad. El
docente es la ley, está del lado del que sufre la violencia. ¿Cómo hacerlo sin correr riesgos?
Hay que prepararse para eso, consultar autoridades, ser parte de un plantel.

Por último, es la oportunidad para trabajar con las familias. No podemos evitar a las familias,
están ahí, sobre todo cuanto más pequeño/a es el o la estudiante. Invitar a que la familia
responda, a dibujar situaciones con la familia, implicar las emociones con respecto a lo
familiar en las actividades que proponemos. Trabajar para identificar y nombrar las
emociones, quién las provoca, con quién las pueden compartir. Pensar en qué momento y
lugar pueden seguir preservando la intimidad. Reflexionar acerca de cómo quieren ser
cuidados.

PREGUNTAS:

- Contenidos a priorizar

Emocionalidad y lenguaje vinculados. Casi no hay registro de los cambios emocionales.

Disponer de lenguaje evita situaciones violentas.
La intimidad, en qué consiste cuando nuestra intimidad está afectada en lo virtual. Reflexionar
sobre los límites físicos y los límites personales.

La violencia, el límite, cuál es el afuera en este contexto. La libertad les tiene que ser revelada.
La palabra para fortalecer los derechos.

- Dónde poner el ojo, qué indicadores usar para detectar ciertas cuestiones

Nos falta el contexto, es difícil llegar a las singularidades. Hay que trabajar con la
palabra, con las historias, con la narrativa junto con otros recursos.