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9 de abril de 2020

Qué y cómo enseñar en tiempos del coronavirus

Síes y noes de la
escuela remota
Gabriel Brener es especialista en sistemas educativos, docente y padre de
alumnos.
Por Sonia Santoro

Docente de docentes y padre de alumnos

Gabriel Brener, especialista en Gestión y Conducción del Sistema


Educativo, analiza las oportunidades e imposibilidades de sostener la
escuela de manera remota. "Lo central es mantener el vínculo,
cuidarlo, para que lo escolar sea una conexión de cada chicx con sus
compañerxs, su docente, con diversas porciones del saber y la cultura.
Sostener el lazo que nos permite seguir siendo sujetos y no
transformarnos en objetos de presiones y exigencias que lejos de
sumar generan impotencia".

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años

Brener trabaja en asesoría y formación de docentes y equipos


directivos. Fue subsecretario de Educación del Ministerio de
Educación de la Nación (2013-2015). Y es profesor de Enseñanza
Primaria (Normal Nº 4), en distintas universidades (UBA, UNaHur) y en
el Instituto Superior del Profesorado Joaquín V. González. Tienes tres
hijes, en primaria, secundaria y universidad, por lo que además
conoce como padre también lo que sucede con la educación desde
casa en este particular contexto de encierro.

--¿Es importante garantizar la continuidad de las clases?


--Lo más importante es garantizar el cuidado, primero de la salud de
toda la población, lo que hay que tratar de evitar es perder vidas. Lo
primero que debemos advertir es que estamos frente a un momento
excepcional, transitorio y posiblemente pueda convertirse en
complementario. Excepcional implica que no puede existir una
continuidad. Hay una ruptura, y muy sustantiva, en los hábitos, los
modos de vivir cotidianamente, un cambio muy importante y
vertiginoso en la vida personal, familiar, como sociedad. Por tanto, es
una ruptura y hay que poder asimilarla.

--Claro, hay muchos docentes colapsados, los padres también y


los chicos otro tanto ¿qué hacemos con todo eso?

--Y allí debemos ser claros. Lxs adultos familiares no son el relevo de
lxs docentes en casa. Así como no podemos pretender que lxs adultos
familiares reemplacen a lxs docentes, tampoco podemos pretender
que los docentes sostengan la escolaridad en las casas de lxs
estudiantes. Habrá que pilotear este momento como un estado de
excepción en el que logremos que docente y referentes familiares
puedan convertirse en socios de este momento transitorio. Lo
fundamental no es pretender el desempeño regular, porque
estaríamos todxs como alumnxs docentes y familias irregulares.

--Volviendo a la primera pregunta ¿por qué complementario?

--Porque a pesar de lo incierto y lo difícil de la situación puede


transformarse en complementario en la medida que podamos
aprovechar algunas virtudes de la virtualidad, como la horizontalidad
en la relación pedagógica, que rompe con la lógica del docente que lo
sabe todo y transmite a los alumnos como si fueran siempre un
recipiente vacío. Y permite alterar la simultaneidad, esa condición
diferida que en muchas áreas permite al otro trabajar más acorde a
sus propios tiempos.

--Está bueno aprovechar lo complementario como oportunidad.

--Digo transitoria para advertir a los que se pasan de rosca o los que
se sienten impotentes… porque a una mamá que no terminó la
secundaria es difícil ayudar a su hijo en la universidad. Hay que tener
la convicción de que lo transitorio supone que lo importante es
sostener el vínculo. Yo estoy convencido de que todo lo que tiene que
ver con la calificación hay que dejarlo para cuando volvamos al cara
cara. Evaluar en el sentido de calificar promover. Si evaluar es para
dar una mano, está bien. Pero si evaluar es repetir todo lo que te
mandé para la prueba, no es la idea. Porque genera impotencia,
colabora con diseminar el pánico cuando lo que hay que hacer es
trabajar para convivir con el miedo. Hay que tratar de no entrar en la
lógica mediática que contribuye al pánico. Hay que convivir con el
miedo.

--La enseñanza a distancia, en este contexto, pone en evidencia


las desigualdades sociales estructurales. ¿Qué hacer con eso?

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--La pandemia, y por tanto esta cuarentena ponen en evidencia las


desigualdades que ya existen con antelación y en este contexto se
hacen más visibles y preocupantes. Comprender que existen diversas
maneras de atravesar la cuarentena, en condiciones hogareñas
cómodas aunque con dificultades, pero especialmente detenernos en
quienes no poseen condiciones básicas para satisfacer necesidades
de vivienda, alimentación y demás derechos.

--¿Se puede aprender virtualmente?


--Hace 22 años que trabajo enseñando en propuestas virtuales y
siendo tutor de estudiantes. La virtualidad tiene sus propias lógicas.
No es lo presencial transformado mecánicamente. Algunos creen que
es eso. Hay que advertirles. Hay que estar atentos a la desigualdad.
No es lo mismo una familia que tiene recursos para comunicarse y
establecer relación virtual tanto a nivel laboral como en formación
escolar, que otra que está desprovista de esos recursos. Por eso es la
presencia importante del Estado.

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