Taller Poblaciones Americanas

Profesora: Liliana Manzi

Materia: Prehistoria
Año 2014
Alumnos: Cornacchia, Mayra
Dabul, Diego
Polti, Antonella

Módulo 1: Discusión de categorías

Construcción de estereotipos para identificar y referirse al otro cultural. Indicar:

a) Qué se mira (desde la construcción del sentido.)

b) Qué se nombra (y qué no se nombra.)
c) Como se clasifica (que es lo que se deja de lado.)

Respuestas:

a- Cuando uno mira a otros, es prácticamente inevitable atribuirle cualidades a estos, de

acuerdo con su relación para con nosotros mismos, según indica Leach. El Otro,
considerado siempre como alguien diferente, alude a otro individuo más que a uno
mismo. Cuando se pone la mirada en el otro, se está buscando el reflejo de las
características que uno tiene, ya sean físicas, culturales, de comportamiento, etc. Y si
estas características no son por lo menos similares, o se alejan mucho de lo que
aceptamos como “normal”, este extraño es visto como un anómalo, extranjero,
diferente, etc. Es evidente que esta mirada hacia el otro, se construye a partir de la
cultura en la cual vivimos. A lo largo de la historia han existido muchos
etnocentrismos, con una mirada despectiva y de superación frente al otro inferior y
distinto.
La alteridad significa un tipo particular de diferenciación, tiene que ver con la
experiencia de lo extraño.

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 De esta manera, el extraño es visto como seres vivos infrahumanos o seres
suprahumanos (espíritus, demonios o dioses). Distintos contactos culturales de
guerreros, comerciantes y viajeros, observan sobre los otros diferentes aspectos: el
idioma, las ropas, las armas, las costumbres alimenticias, ritos religiosos, joyas,
mercaderías y sus relatos extraños e inesperados. Además, son sus instituciones,
patrones de conducta, formas comunicacionales y creaciones estéticas las que llevan a
un contacto cultural intenso y complejo.

b- Sólo la confrontación con las hasta entonces desconocidas singularidades de otro

grupo humano (lengua, costumbres cotidianas, fiestas, ceremonias religiosas)
proporciona la experiencia de lo ajeno, de lo extraño propiamente dicho.
Un ser humano reconocido como otro, no es considerado de acuerdo a sus
particularidades individuales, sino como miembro de una sociedad, como portador de
una cultura, como heredero de una tradición, como representante de una colectividad,
como introducido a una forma de vida diferente de otras.

c- Por distintos motivos, nosotros atribuimos diferentes características a los otros,

cualidades que normalmente se interesan en clasificar con intención de controlar a
quien se encuentra alejado o fuera de nuestra aceptación, en muchos casos se entiende
un cierto miedo a lo diferente y dicha clasificación busca “normalizar” y en otros
casos está presente la intención de subordinación y control.
De esta forma, podemos clasificar al otro alejado como benigno (atributos del paraíso).
En oposición, alguien cercano en relación de dependencia busca la disciplina y el
orden, un buen ejemplo de ello es la relación padre e hijo. Así, y por último, una tercer
categoría se refiere al punto medio de los casos recién mencionados, el otro cercano
pero incierto. Esta categoría ubica al otro cercano pero fuera de su control, por tal,
inspira ansiedad y temor.