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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA CIENCIA Y TECNOLOGÍA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL SIMÓN RODRÍGUEZ
COMUNIDAD EDUCATIVA UNIVERSITARIA ABIERTA “FERMÍN TORO”
LICENCIATURA EPH – BLOQUE II

Escalas Neurológicas

Docente: Autores:
Licdo. Jean Carlos Altuve Gómez Laineibi C.I: 26.279.740
Ascanio Michael C.I: 26.217.695
Álvarez Debymar C.I: 26.386.321
García Oscar C.I: 6.860.709
Gómez Alonso C.I: 26.483.356
Naranjo Erika C.I: 24.477.045

Caracas, marzo 2020


Introducción

Las escalas de valoración son herramientas útiles para intentar cuantificar


de forma fiable y precisa, la gravedad de una enfermedad, su progresión y su
desenlace. Estas permiten detectar empeoramientos o mejorías del déficit en
las funciones neurológicas básicas, se deben aplicar de forma sistemática al
ingreso y en intervalos establecidos.
Cabe destacar que la más conocida para la valoración de pacientes en
estupor o en coma es la escala de Glasgow, aunque se diseñó inicialmente
para el TCE. Entre otras escalas neurológicas específicas se acentúan la
escala de Hunt y Hess y la de Fisher. Su principal función es medir lo que los
pacientes son capaces de realizar en la vida diaria para compararlo con lo
que podían o podrán hacer. En estas escalas se determina las funciones
básicas de cuidado personal, la relación con el entorno e intentan medir por
tanto la autonomía personal.

Escala de Fisher

Desarrollada en 1980 y se utiliza regularmente para predecir el riesgo de


vasoespasmo cerebral después de la hemorragia subaracnoidea sobre la
base de la cantidad de sangre que aparece en las exploraciones iniciales de
tomografía computarizada dentro de los 5 días de producida la HSA. Tiene
como función la evaluación de la cantidad, distribución y apariencia del
sangrado en la hemorragia subaracnoidea (HSA) en las imágenes
de tomografía computadorizada (CT) durante el monitoreo del ictus:

o Grado 1: sin hemorragia evidente, no predice vasoespasmo.


o Grado 2: HSA difusa con una capa de menos de 1 mm de espesor
(cisternas interhemisféricas, insulares o ambientales), sin coágulos
localizados, no predice vasoespasmo.
o Grado 3: HSA con una capa de más de 1 mm de espesor, coágulos en
el espacio subaracnoideo (entre el cerebro y el cráneo), predice
vasoespasmo severo.
o Grado 4: HSA de cualquier espesor, con hemorragia intraventricular
(HIV) o intracerebral –con extensión al parénquima– con/sin sangre
apreciable en las cisternas basales, no predice vasoespasmo.

Escala de Glasgow

Tiene como objetivo proporcionar una forma fiable y objetiva de


calificar el estado de conciencia de una persona, tanto para
una valoración inicial del cuadro, como para valoraciones posteriores de su
evolución. El paciente es evaluado según los criterios de la escala de
Glasgow, de acuerdo con un marcador que cuantifica la apertura ocular,
la respuesta verbal y la respuesta motora (cada parámetro recibe una
calificación) para dar una puntuación del paciente que oscila entre un mínimo
de 3 (1 + 1 + 1, lo que indica inconsciencia profunda) y un máximo de 15 (4 +
5 + 6, conciencia plena).

 Apertura ocular

 Ausencia de apertura ocular: 1.


 Ante un estímulo doloroso (respuesta eficaz al dolor periférico, como
la presión sobre el lecho ungueal): 2.
 Ante una orden verbal (sólo si la persona está despierta; caso
contrario, califica con 4): 3.
 Espontánea: 4.
 Respuesta verbal

 Ausencia de respuesta verbal: 1.


 Lenguaje incomprensible (suspiros, gemidos, ausencia de palabras):
2.
 Lenguaje inapropiado (incapacidad para articular frases, habla
aleatoria sin intercambio conversacional, palabras sueltas): 3.
 Confusa (respuesta coherente pero desorientada a las preguntas): 4.
 Orientada (respuesta correcta, coherente y adecuada a preguntas
tales como nombre y edad, localización física, fecha, etc.): 5.

 Respuesta motora

 Ausencia de respuesta motora: 1.


 Extensión anormal de los miembros, postura descerebrada acentuada
por el dolor (aducción del brazo, rotación interna del hombro,
pronación del antebrazo y extensión del codo, flexión de la muñeca y
los dedos, extensión de la pierna, flexión plantar del pie): 2.
 Flexión anormal de los miembros, postura de decorticación acentuada
por el dolor (rotación interna del hombro, flexión del antebrazo y la
muñeca con el puño cerrado, extensión de la pierna, flexión plantar del
pie): 3.
 Retiro del miembro explorado ante estímulos dolorosos (ausencia de
postura anormal, incapacidad para levantar la mano por sobre la
barbilla cuando se aplica presión supraorbital, alejamiento brusco
cuando se pellizca el lecho ungueal): 4.
 Identificación de estímulos dolorosos localizados: 5.
 Obediencia correcta de órdenes sencillas: 6.
Escala de Hunt y Hess

Funcionan para clasificación de la gravedad de una HSA no


traumática que se utiliza para anticipar el pronóstico y el desenlace con una
elevada correlación respecto a las tasas de supervivencia al ACV. Además
de la observación clínica, las imágenes de tomografía axial computadorizada
(TAC), las pruebas de laboratorio, y la angiografía digital, la escala clínica de
Hunt y Hess es un instrumento diagnóstico fundamental en la evaluación de
la HSA. Esta se basa en la condición clínica del paciente de acuerdo con 5
niveles de síntomas perceptibles asociados con el riesgo de muerte; la
mortalidad es mínima para el grado 1, y máxima para el grado 5:

 Grado 1: paciente asintomático, dolor de cabeza leve, ligera rigidez de


la nuca.
 Grado 2: dolor de cabeza moderado a fuerte, rigidez de la nuca, sin
déficit neurológico fuera de la parálisis del nervio craneal, paresia –
debilidad o inmovilidad– de pares craneanos.
 Grado 3: Somnolencia, confusión, obnubilación, déficit neurológico
focal leve.
 Grado 4: Estupor, hemiparesia – debilidad o inmovilidad de una mitad
del cuerpo – moderada a severa, rigidez de descerebración temprana.
 Grado 5: Coma, postura descerebrada.

Los pacientes con grados entre 3 y 5 en la escala de Hunt y Hess, donde


ya se verifica una alteración en el nivel de la conciencia, deben ser remitidos
a la unidad de cuidados intensivos (UCI) o de neurocríticos, en tanto aquellos
que se encuentran en los escalones 1 y 2 pueden ser derivados a la unidad
de ictus.
Valoración de paciente en EPH

A la hora de valorar a un paciente uno de los aspectos que hay que tener
en cuenta es su estado neurológico. La exploración neurológica en urgencias
comprende:

 Valoración del nivel de consciencia y estado mental.


 Exploración de nervios craneales.
 Valoración de masa muscular, tono y fuerza.
 Movimientos anormales.
 Sensibilidad.
 Reflejos.
 Coordinación.
 Marcha.

En emergencias, y sobre todo en el paciente traumático, uno de los pasos


de la evaluación primaria es precisamente la exploración neurológica, que
valora aspectos como el tamaño, reactividad pupilar y el nivel de consciencia.
En el último caso, esta valoración se puede realizar utilizando varias
herramientas:

 La escala AVDN.
o A: alerta.
o V: reacciona al estímulo verbal.
o D: reacciona al estímulo doloroso.
o N: no reacciona a estímulos.
 La escala de coma de Glasgow.
 La escala AVDN es una herramienta simple que puede usar tanto
personal sanitario como no sanitario para hacer una estimación del
nivel de consciencia de una víctima mediante la observación de la
respuesta del comportamiento del paciente a diferentes estímulos.

 Procedimiento

● Si la víctima está despierta y hablando, se le categoriza como A (alerta),


aunque esté desorientado.
● Si el paciente no está completamente despierto, comprobar si responde a la
voz, por ejemplo, abriendo los ojos, hablando o moviéndose, y si lo hacen,
son V (responde a la voz).
● Si el paciente no responde a la voz, aplicar un estímulo doloroso, como una
compresión de trapecio o pellizco y verificar una respuesta (apertura de los
ojos, gemido o movimiento), y si hay una respuesta, se clasifica como D
(responde al dolor).
● Los que no responden son N (no responde).
● Registre la lectura AVDN en la historia clínica del paciente (si corresponde).

 Pupilas iguales, redondas y reactivas a la luz (PIRRL)

Tamaño pupilar: el tamaño pupilar normal es de 2 a 4 mm. Normalmente las pupilas


se contraen al estímulo de la luz (reflejo fotomotor) y al iluminar la pupila de un ojo
se observa que la del otro también se contrae (reflejo consensual).

o Isocoria: Pupilas normales.


o Midriasis: Pupilas dilatadas, dan idea de shock, hemorragias severas,
intoxicaciones, falta de Oxígeno.
o Miosis: Pupilas contraídas, dan idea de intoxicaciones con narcóticos.
o Anisocoria: Pupilas desiguales, sospeche de una herida en la cabeza o
traumatismo craneal.
Se evalúa la función cerebral para determinar la oxigenación cerebral, el
objetivo principal de determinar el estado de conciencia del paciente y
evaluar el riesgo de hipoxia para determinar la perdida de oxígeno, pero para
determinar el nivel de consciencia se utiliza la escala Glasgow.

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